Nagarjuna, el Alquimista Por Todd Fenner, Ph. D. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. En Occidente nombres como Michael Maier y Paracelso aparecen una y otra vez en la historia de la Alquimia. En países como la India y Tibet el nombre que aparece es el de Nagarjuna. Ahí, al igual que en lejano Este, su nombre inspira los mismos pensamientos que Aristóteles, Galeno y Santo Tomás de Aquino en Occidente. Nagarjuna es venerado como filósofo, místico, médico y santo. Nació alrededor del año 100 D.C. en el sur de la India, en el área que ahora se conoce como Andhra. Al igual que muchos santos y místicos anteriores, los detalles de su vida aparecen incompletos y muchos de ellos rodeados por misterios y leyendas. Quizá esto sea característico en la India, pues antes de la Edad Media tenía pocos historiadores. En consecuencia, todavía los eruditos debaten calurosamente muchos aspectos de la vida de Nagarjuna. Sin embargo, sea que uno crea o no en todas las leyendas, uno no puede dudar de su efecto en la mente de millones en Asia incluso hoy en día. La biografía de Nagarjuna más antigua que puede ser fechada proviene de Kumarjiva, un misionero budista en China que vivió en el siglo cuatro. Asevera que en su juventud Nagarjuna estudió magia y llegó a ser experto en el arte de la invisibilidad. Sin embargo, después de un contratiempo relacionado con el harem del rey, que dio por resultado una precipitada huida, decidió que sería mejor tomar los votos como monje budista. Otra versión, la más aceptada por los tibetanos, dice que Nagarjuna se convirtió en monje novicio cuando era niño, práctica común en Asia. La historia cuenta que cuando Nagarjuna nació, sus padres lo llevaron ante un adivino quien predijo que el niño moriría en siete días. La muerte, dijo, podría evitarse durante siete años si los padres brindaban un banquete a cien monjes. Esto se hizo y el niño sobrevivió. Cuando el niño se acercaba al séptimo año, sus padres lo enviaron a un viaje. Fue en su viaje que Nagarjuna conoció a su futuro maestro, Saraha, quien recomendó que el niño fuera entrenado como monje. Se creía que el karma de tal acto ayudaría a evitar la muerte del niño. Habilidades psíquicas Bajo la dirección de Saraha, Nagarjuna se convirtió en experto tanto en meditación como en medicina. También desarrolló habilidades psíquicas considerables. Nagarjuna utilizó estas habilidades conjuntamente con su amplio intelecto. Esta combinación le permitió hacer grandes contribuciones al pensamiento asiático. Un ejemplo importante de esto es la historia detrás de su nombre que significa “Conquistador de nagas”. Nagas es una clase de seres que son mitad serpiente y mitad humanos. Se supone que moran en lugares acuosos o cerca de ellos. Comunes en la mitología de la India, algunos estudiosos creen que estos seres fueron los tritones y sirenas originales de la mitología europea posterior. La leyenda cuenta que Buda (563-483 A.C.) ocultó cierto número de tratados entre los nagas para ser descubiertos cuando la gente estuviera lista para recibirlos. Estos tratados en su conjunto se conocieron como Prajnaparamita, nombre sánscrito que significa “La Perfección de la Sabiduría”. Una vez que el rey de los nagas cayó severamente enfermo, Nagarjuna, que en ese entonces ya era un famoso médico, fue llamado. Él acudió y con sus habilidades curó al rey. En gratitud el rey permitió a Nagarjuna estudiar los textos sagrados. Así, los Prajnaparamita regresaron con el tiempo al mundo humano nuevamente y Nagarjuna tomó ese nombre. Los textos, que tratan del camino a la iluminación y en particular se extienden en el concepto de vacío, se convirtieron en piedra angular para la filosofía asiática. Nagarjuna pasó muchos años interpretando estos textos y con el tiempo su trabajo formó la base para las escuelas más influyentes de metafísica en el Tibet. En otras ramas, Nagarjuna también causó un impacto similar. Como médico, se dice que Nagarjuna fue el principal redactor del Sushruta Samhita. Este libro todavía se imprime en grandes series en India y se le considera uno de los pilares de la medicina clásica de la India. Sus capítulos tratan desde técnicas quirúrgicas hasta diagnóstico y tratamiento de enfermedades diversas. Incluye capítulos sobre toxicología, pediatría, alteraciones mentales y teorías sobre farmacología. El trabajo alquímico de Nagarjuna Por medio de su interés en la medicina, Nagarjuna se vio implicado en la alquimia. En todos los lugares del mundo, las tradiciones alquímicas aparentemente han tenido dos intereses: transformar las substancias básicas a substancias nobles y crear medicinas que promuevan la juventud y la longevidad. Puede ser que un aspecto haya sido enfatizado sobre el otro en diferentes áreas del mundo, pero ambos han existido. En India, el énfasis fue encontrar el elíxir de la vida. Este aspecto de la alquimia fue considerado una rama importante de la medicina en la India denominada rasayana. Este nombre se aplicó a la transmutación de metales también. Nagarjuna se había convertido en maestro del aspecto médico de la alquimia, pero también quería aprender sobre la transmutación de los metales. La historia de su búsqueda, así como aquella respecto a su nombre, tiene sus elementos místicos. Nagarjuna había escuchado acerca de un alquimista llamado Vyali, quien vivía en una isla. Vyali tenía fama de mantenerse extremadamente en secreto, así que Nagarjuna pensó que le sería difícil obtener los secretos del alquimista. Nagarjuna ideó un plan que comprendía el uso de dos amuletos que preparó. Meditó y fue conducido a la isla donde vivía Vyali. Una vez que Nagarjuna estuvo en la isla, Vyali quiso saber cómo había llegado allí. Nagarjuna le mostró uno de los amuletos y le dio a entender que lo había usado para encontrar el camino. Vyali estuvo de acuerdo en enseñar alquimia a Nagarjuna a cambio del amuleto. Vyali tomó el amuleto pensando que tenía preso a Nagarjuna por lo que no le preocupó revelar su misterioso arte. Después de aprender todo lo que pudo, Nagarjuna meditó usando el segundo amuleto como auxiliar y regresó. Como maestro del arte de hacer oro, se dice que Nagarjuna utilizó sus conocimientos para satisfacer las necesidades de otros compañeros monjes en su monasterio durante una época de depresión económica, cuando fue problemático para la gente sostener la institución. La leyenda también cuenta que pensaba hacer suficiente oro para que toda la gente dejara de ser pobre. Lo disuadieron de esa idea, sin embargo, mediante el argumento de que crear tanto oro sólo serviría para crear conflicto. Nagarjuna, empero, tenía otra contribución por hacer. Ayudó a desarrollar la entonces naciente práctica del Tantra. El Tantra es un ejercicio de meditación que involucra la transformación del que medita a la deidad en la que medita. También comprende la transformación del entorno ordinario a uno divino. Existen diferentes grados y clases de Tantra, todas comprendiendo iniciación y entrenamiento adecuado. A causa de la transformación de lo ordinario a lo divino, la práctica ha sido denominada “alquimia interna” por algunos tibetanos. Larga vida Se dice que a causa de su maestría de la alquimia, Nagarjuna vivió muchos años. Hsuan Tsang, peregrino chino que viajó por la India durante la primera mitad del siglo séptimo, reportó que el conocimiento de Nagarjuna sobre elíxires le permitió vivir varios siglos.* Tales afirmaciones, aunadas a la variedad del trabajo que Nagarjuna produjo, han hecho que algunos occidentales digan que existieron dos o más Nagarjuna. Sin embargo, esto no puede ser comprobado. A pesar de todo el bien que Nagarjuna hizo, su vida terminó de manera trágica. Su amistad con el rey de la región era tan bien conocida como su maestría en alquimia. Tanto el rey como Nagarjuna vivieron mucho tiempo y se extendió el rumor de que sus vidas estaban de algún modo vinculadas mágicamente. Se rumoreaba que si uno moría, también el otro lo haría. El príncipe heredero de la corona, al saber que Nagarjuna era alquimista y que podría vivir eternamente, temió no poder llegar a ser rey nunca. El príncipe ideó entonces una conspiración para matar a Nagarjuna. Se dice que Nagarjuna sabía las intenciones del príncipe, pero, debido a su compasión hacia todos los seres y su desapego respecto a su propia vida, no interfirió en los actos de su asesino. La leyenda cuenta que cuando el gran Nagarjuna murió, se marchitaron todos los árboles alrededor del área. Cuenta también la leyenda que su cuerpo aún está en los alrededores, guardado por ocho protectores hasta el día que aparezca el buda Maitreya en el futuro. En ese momento, Nagarjuna retornará para esparcir una vez más su luz en el mundo. *Hsuang Tsang, Si-Yu-Ki, Archivo Budista del Mundo Occidental, traducido por Samuel Beal, Susil Gupta, Calcuta, 1958, Vol.4, p.416. Nota: acerca de la pronunciación: Para los nombres y palabras sánscritas en el texto, la letra “a” suena como “a” en “Padre”. La letra “u” suena como “oo”. La letra “i” por lo general suena como “ee”. El autor recibió el Ph. D. (Doctorado) en Estudios Budistas de la Universidad de Wisconsin en 1979. Su tópico de disertación fue Medicina y Alquimia en los Tantras Budistas. El Sr. Fenner sabe tibetano, sánscrito y pali.