FISIOLOGIA DE LA INGESTA ALIMENTARIA Selva Rivas Arancibia, Mariana Angoa Pérez y Stefan Mihailescu L. Departamento de Fisiología. Facultad de Medicina. UNAM La homeostasis energética es un proceso clave para el funcionamiento celular, mantiene la estabilidad de la cantidad de energía almacenada en forma de grasa corporal, este proceso implica una clara asociación entre el aporte de energía y el consumo de la misma y su regulación aun no es bien comprendida. La relativa constancia del almacén de energía es el resultado de la actividad coordinada de sistemas que involucran desde altos centros corticales hasta al adipocito. Esta regulación es finamente controlada a través de los efectos sobre el almacén y el gasto de energía las cuales son integradas por el sistema nervioso central y está modulada por señales endocrinas y neurales que se producen en el tejido adiposo, el sistema endocrino, nervioso y gastrointestinal, la ruptura de este equilibrio esta asociada con procesos patológicos generalmente crónicos La obesidad puede estar producida por mutaciones que producen alteraciones en un gran número de vías moleculares de señalización, lo cual indica que esta es regulada por un proceso que implica una gran cantidad de interacciones las cuales incluyen tanto señales neuronales, hormonales y vías neuropeptídicas. Además de esta compleja trama de interacciones, la ingesta de comida esta regulada por factores sociales, emocionales, temporales, 1 horario y profesionales, disponibilidad etc. También incluye atributos físicos de los alimentos como: apariencia, olor y sabor. NEUROREGULACIÓN DE LA INGESTA ALIMENTARIA Los circuitos nerviosos que median funciones homeostáticas como la conducta alimentaria están distribuidos por diversas estructuras del encéfalo, dentro de estas se encuentran principalmente regiones específicas del hipotálamo como el núcleo arcuato, el núcleo ventromedial y el área lateral. También el núcleo el tracto solitario (NTS) participa en la regulación alimentaria. Las neuronas de este núcleo reciben aferencias del nervio vago que llevan estímulos de saciedad. Las neuronas del NTS tienen conexiones reciprocas con áreas del cerebro anterior tal como el núcleo paraventricular (PVN), y poseen los sustratos hormonales para responder a péptidos efectores centrales involucrados en la homeostasis energética (receptores MC4, receptores a leptina, y neuronas que contienen POMC). Regulación hipotalámica de la ingesta de alimentos 2 HIPOTÁLAMO Otros núcleos hipotalámicos PVN INGESTA INGESTA POMC NPY Núcleo arqueado CART AGPR Figura 1. Principales núcleos hipotalámicos que participan en la ingesta alimentaria. Note que tanto los péptidos orexigénicos (NPY, AGPR), así como los péptidos anorexigénicos (POMC y CART) son producidos por el núcleo arqueado y liberados en el núcleo paraventricular. El hipotálamo forma parte de un sistema en el cual se integra la regulación de la composición corporal con la ingesta y el gasto de energía. Una serie de estímulos en diferentes sistemas relacionados con el estado metabólico son recibidos en el hipotálamo, los cuales modulan la liberación de péptidos hipotalámicos que regulan la ingesta alimentaria y el eje hipotálamo hipofisiario. Las principales áreas hipotalámicas que participan en la regulación de la conducta alimentaria son: 1) El núcleo hipotalámico ventromedial (VMN) -cuya lesión produce voracidad y obesidad-. 2) El área hipotalámica lateral (LHA) –.cuya lesión produce disminución en la ingesta 3 y anorexia-. 3) El núcleo paraventricular –recibe información aferente de otros nucleos cerebrales relacionadas con la ingesta-. 4) El núcleo arcuato – cuyas neuronas producen péptidos que regulan la ingesta tales como el neuropéptido Y/AGRP y POMC /CART. Estos núcleos están interconectados y los circuitos originados en esta área cerebral tienen un papel muy especializado en la homeostasis energética. El hipotálamo también recibe estímulos aferentes del sistema nervioso central (vágales y catecolaminérgicos), colecistoquinina y estímulos hormonales glucocorticoides) estímulos (insulina, leptina, hormonales gastro- intestinales (grelina, péptido YY). Péptidos hipotalámicos que regulan la ingestade los alimentos Péptidos orexigénicos Neuropeptido Y (NPY): es una molécula de señalización anabólica, con potente acción estimulante central del apetito, sintetizado por los cuerpos celulares del núcleo arcuato del hipotálamo y transportado axonalmente al núcleo paraventricular donde se encuentra en altas concentraciones ( también se libera en la glándula suprarrenal y el sistema nervioso simpático pero no cruza la barrera hematoencefálica). 4 NEUROPÉPTIDO Y Su secreción es estimulada por + Insulina y glucocorticoides Es una molécula de señalización anabólica Estimulante del apetito Gasto de energía NPV - Induce enzimas lipogénicas Es inhibida por Leptina y estrógenos Cuando el almacén de grasas disminuye Otros Núcleos hipotalámicos NPY Núcleo Arqueado Su expresión genética aumenta cuando: Almacén de grasa Leptina Insulina NPY Figura 2. El neuropéptido Y en la regulación de la ingesta alimentaria. La inyección intraventricular o hipotalámica de NPY en ratas estimula la ingesta de alimentos y disminuye el gasto de energía y simultáneamente induce la síntesis de enzimas lipogénicas en hígado y en tejido adiposo blanco. Se ha reportado que existe una relación inversa entre el NPY en el hipotálamo y los niveles de leptina e insulina circulantes. La expresión genética y la secreción del NPY aumenta cuando el almacén de grasa en el cuerpo disminuye y la leptina y/o la insulina están reducidas, la liberación de NPY también puede ser estimulada por insulina y glucocorticoides e inhibida por leptina y estrógenos. La respuesta hiperfágica en la diabetes con deficiencia de insulina está acompañada por un incremento en la síntesis y liberación del NPY 5 hipotalámico, esta respuesta es bloqueada por la administración de insulina. AGRP, hipocretina o MCH: AGRP es el péptido identificado en el gen Agrp o el péptido relacionado agouti, el cual tiene efectos orexinérgicos, al igual que la hipocretina y la hormona concentradora de los melanocitos (MCH), AGRP es un antagonista de los receptores de melanocortina tipo 3 (MC3). El AGPR estimula el apetito al bloquear el receptor de melanocortina del tipo 3 (MC3) en el PVN. PÉPTIDO RELACIONADO CON AGOUTI Es un antagonista de Receptores de melanocortina NPV La ingesta Su expresión aumenta con: Otros Núcleos Hipotalámicos Ayuno Disminución de leptina AGPR Núcleo arqueado AGPR Figura 3. El Péptido Relacionado con Agouti en la regulación de la ingesta alimentaria. El AGRP hipotalámico al igual que el NPY y la POMC esta localizado en el núcleo arcuato y su expresión es regulada positivamente por el ayuno y la deficiencia de leptina. Esto indica que antagonistas de receptores a melanocortina en el SNC son 6 importantes en la regulación del peso corporal. Una serie de estudios experimentales demuestran que el AGPR debe ser considerado una de las principales moléculas estimuladoras del apetito, ya que su administración produce en el organismo un incremento acumulativo en la obtención de energía y su efecto es duradero. Péptidos anorexigénicos Proopiomelanocortina (POMC): es una molécula efectora de señales catabólicas que suprime la ingesta alimentaria. Es un precursor molecular que al ser cortado da origen a péptidos mas pequeños como la hormona estimulante de los melanocitos –alfa (αMSH) y que ejercen sus efectos por unirse a miembros de una familia de receptores a melanocortinas MC-3 y MC-4 los cuales son expresados primariamente en cerebro. Los agonistas de receptores MC suprimen la ingesta de alimentaria mientras los antagonistas sintéticos causan el efecto opuesto 7 POMC POMC Núcleo arqueado Molécula de señalización catabólica Suprime la ingesta alimentaria Origina péptidos más pequeños Se une a receptores MC3 y MC4 Melanocortinas Síntesis αMSH CRH TRH CART IL-1B Balance de energía Señales del tejido adiposo Figura 4. La Proopiomelanocortina y la regulación de la ingesta alimentaria. Las melanocortinas, -hormona estimulate de los melanocitos alfa (α-MSH) y la hormona liberadora de corticotropina (CRH)-, la hormona liberadora del tiroides (TRH), el transcrito regulado por cocaína y anfetamina (CART) y la interleucina-1β son péptidos que promueven negativamente el balance de energía. La síntesis neuronal de estos péptidos aumenta en respuesta a las señales del aumento del tejido adiposo que llegan a cerebro El transcrito regulado por cocaína y anfetamina (CART) promueve un balance negativo de energía. Se ha observado un incremento de su síntesis neuronal en respuesta a un aumento de señales del adipocito en el cerebro principalmente en núcleo arcuato. Las neuronas de este núcleo que producen CART proyectan 8 a otros núcleos hipotalámicos como: PVN LHA y área perifornical (PFA) Transcrito regulado por anfetamina y cocaína Promueve el balance negativo PVN PFA LHA CART CART Núcleo arqueado CART Figura 5. El Transcito Regulado por Anfetamina y Cocaína y la regulación de la ingesta alimentaria. Resumen. El núcleo arcuato del hipotálamo tiene dos circuitos neuronales opuestos: un circuito que estimula la ingesta (NPY, AGRP) y otro circuito que inhibe la ingesta (CART y POMC). Los dos circuitos envían sus señales principalmente al núcleo paraventricular y también a otros núcleos hipotalámicos los cuales directamente modulan la conducta alimentaria. Ambos circuitos son influidos por hormonas periféricas que son capaces de cruzar la barrera hematoencefalica. Señales aferentes que se integran en hipotálamo Noradrenalina: es sintetizada en áreas del tallo cerebral como el complejo vagal dorsal y el locus coeruleus, estas áreas proyectan al 9 hipotálamo, tálamo y corteza. La inyección de noradrenalina dentro del PVN en roedores, produce un aumento en la ingesta y el peso corporal. El aumento de la noradrenalina en áreas hipotalámicas puede contribuir a hiperfagia inducida por deficiencia de leptina, la leptina puede inhibir la liberación de noradrenalina. Se ha propuesto la hipótesis que implica a la noradrenalina como un efector anabólico en el control de la homeostasis energética del SNC. Dopamina: la ingesta alimentaria depende de las señales dopaminérgicas, estas señales pueden estar relacionadas con un profundo déficit en la ingesta alimentaria, este déficit se puede producir por alteraciones farmacológicas y alteraciones genéticas. Los efectos de la dopamina pueden variar dependiendo de la región, por ej. las vías dopaminérgicas mesolimbicas contribuyen a aspectos de recompensa en el consumo de comida con sabor agradable, por el contrario la señales de dopamina en hipotálamo situadas tanto en núcleo arcuato como en el dorsomedial inhiben la ingesta. Se ha descrito otro tipo de regulación a través de la cual se puede modificar la liberación y la recaptura del neurotransmisor sobre la cual actúan hormonas como la insulina. Serotonina: se encuentra en la porción caudal del tallo cerebral, esto incluye el núcleo del rafé dorsal, el cual proyecta ampliamente al cerebro. Sobre este núcleo actúan varios fármacos utilizados para el tratamiento de la obesidad, tales como dexenfluramida y sibutromida. Los agonistas del receptor de serotonina suprimen la ingesta alimentaria, mientras que los antagonistas poseen el efecto contrario. El mantenimiento de la homeostasis energética requiere de las señales serotoninérgicas 10 intactas. Los hallazgos recientes de que la leptina aumenta el recambio de serotonina implican que al menos una parte del efecto reductor de peso de la leptina esta mediado por serotonina, sin embargo, estudios en ratones que han perdido el receptor indican que esta vía no es la más importante para el efecto anoréxico de la leptina. SEÑALES PERIFERICAS QUE MEDIAN LA REGULACIÓN CENTRAL DE LA INGESTA ALIMENTARIA Insulina: la insulina es una hormona pancreática la cual llega al cerebro a través de la circulación y reduce la ingesta. Tanto los niveles plasmaticos de la insulina como los de la leptina son proporcionales al contenido de grasa corporal y entran al SNC en proporción a sus niveles plasmáticos. Sus receptores son expresados en áreas cerebrales por neuronas involucradas en la regulación energética del organismo y su administración reduce la ingesta alimentaria mientras que su deficiencia produce el efecto contrario. 11 INSULINA Regula el peso corporal Receptores cerebrales en áreas de regulación energética Reduce la ingesta Niveles plasmáticos proporcionales al contenido de grasa corporal Insulina Adipocito PESO SENSIBILIDAD Promueve el depósito de grasa Síntesis de leptina Figura 6. La insulina en la regulación de la ingesta alimentaria. La insulina promueve el aumento de grasa y la síntesis de leptina por los adipocitos. Sin embargo, el aumento de peso no ocurre cuando existe un déficit de insulina, aun con incremento en la ingesta, el exceso de calorías contribuye a elevar los niveles de glucosa sanguínea y mucha de esta glucosa se pierde por la orina. Existen estudios en ratas diabéticas que indican que la deficiencia de leptina es la que produce la hiperfagia. 12 Hipotálamo PVN LHA Leptina Adiponectina APS Angiotensinogeno VMN NTS ARC Grelina PYY Insulina Tejido adiposo SNC GPL Páncreas Sistema digestivo Intestino Estómago Figura 7. Señales aferentes a SNC que regulan la ingesta alimentaria. PVN=Núcleo Paraventricular, VMN=Núcleo Ventromedial,. LHA=Área Hipotalámica Lateral, ACR=Núcleo Arcuato, NTS=Núcleo del Tracto Solitario, APS= proteína serica de 14kDa, PYY=Péptido intestinal que se une a receptores neuronales Y2, GLPs= Péptidos tipo glucagon El adipocito como célula endocrina El tejido adiposo es el gran reservorio de energía del organismo. Una de las principales funciones de los adipocitos es almacenar triacilglicerol durante periodos de exceso calórico y movilizar estas reservas cuando el gasto energético excede al consumo, ellos poseen una gran cantidad de enzimas y proteínas reguladoras para llevar a cabo tanto la lipólisis como la lipogénesis 13 La capacidad y eficiencia para almacenar energía es un proceso altamente integrado, el cual permite que esta pueda ser liberada rápidamente para su uso en otros sitios. El adipocito secreta activamente muchos miembros de la familia de citocinas tales como leptina, factor alfa de necrosis tumoral (TNF-α), interleucina-6 (IL-6), los cuales influyen en el almacén periférico de grasa corporal, así como también su movilización y combustión, regulando además la homeostasis energética. Páncreas Endotelio Citocinas: Leptina TNF-α IL-6 Hipotálamo Hígado Músculo esquelético Reguladores del metabolismo: LPL apoE CEPT Angiotensinógeno PAF-1 TGF-β Riñón Tejido adiposo Almacenar triacilglicerol Sistema Inmune Síntesis por exceso calórico Estrógenos Esteroides sexuales Movilización por gasto energético H6 Glucocorticoides IGF-1 Figura 8. Participación del tejido adiposo en la regulación de la ingesta alimentaria. El tejido adiposo también secreta reguladores del metabolismo de lipoproteínas similares a lipasa de lipoproteina (LPL), apolipoproteina E (apoE) y la proteína que transfiere esteres de colesterol (CEPT). Además secreta angiotensinógeno, inhibidor-1 del activador del plasminogeno (PAI1) factor tisular transformante de crecimiento beta (TGF-β). Hay evidencias recientes que indican que el óxido nítrico es producido por los adipocitos y 14 estos estudios indican que este tiene un efecto lipolítico. El papel del factor de crecimiento insulinico I (IGF-I), glucocorticoides y esteroides sexuales, sobre la proliferación y distribución corporal del tejido adiposo recién esta siendo comprendido. La formación de una red de señales permite al organismo adaptarse a cambios energéticos tales como estrés, infección y periodos cortos de exceso de consumo o gasto de energía. La posibilidad de llevar a cabo estas funciones es adquirida durante el desarrollo embrionario como preparación para el desarrollo postnatal. La mayor cantidad de adipocitos blancos se da después del nacimiento a partir de pre-adipocitos que aparecen tardíamente en la vida embrionaria. El adipocito es capaz de cambiar su diámetro 20 veces y su volumen varios cientos de veces, aproximadamente el 90% del volumen son gotas de lípidos y esta involucrado en una compleja red de señales endocrinas, paracrinas y autocrinas que modulan la respuesta de muchos tejidos tales como hipotálamo, páncreas, hígado, músculo esquelético, riñón, endotelio y sistema inmune. Leptina: es sintetizada y secretada por el adipocito en proporción al contenido de grasa corporal y la expresión de mRNA es proporcional al volumen del adipocito, esta citocina reduce la ingesta de comida e incrementa el gasto de energía causando una reducción de la grasa corporal y una restauración del depósito de glucosa sensible a insulina. 15 Figura 9. La leptina en la regulación de la ingesta alimentaria. La leptina es codificada por el gen Lep en roedores y en humanos este gen es referido como LEP e influye en múltiples sistemas neuroendocrinos a través de un receptor que activa una respuesta en cascada de JAK-STAT, y afecta la vía de síntesis de péptidos anorécticos y orexigénicos. La leptina media señales que proveen una unión crítica entre el almacén de energía somática, el crecimiento y la fertilidad por su efecto sobre la hormona liberadora de la hormona de crecimiento y la hormona liberadora de gonadotropinas. Las características de este sistema son consistentes con un punto de regulación lipostático para el control del peso corporal. La expresión de leptina en el tejido adiposo es incrementada por insulina, glucocorticoides y estrógenos y es disminuida por agonistas β- 16 adrenérgicos y posiblemente por andrógenos. La leptina contribuye a la homeostasis energética en parte por disminución del mRNA del NPY o por bloquear su acción como un estimulante del apetito. Sin embargo, existen experimentos que demuestran que también puede actuar a través de otros mecanismos independientes del NPY . Aunque la leptina ejerce un potente efecto antiobesidad en roedores su papel en la patogénesis y el tratamiento de la obesidad en humanos no esta claro. Existe controversia sobre algunas medidas de adiposidad en la región del gen LEP entre grupos extremadamente obesos de blancos, población latinoamericana e indios Pima en esta última población la obesidad y diabetes son muy comunes y quienes la presentan no tienen anormalidades en codificar la secuencia de leptina. Sin embargo, la tasa de producción de leptina por unidad de masa grasa y la eliminación de leptina de la circulación es similar en sujetos obesos y en quienes nunca han sido obesos. También se demostró que los sujetos obesos con altas concentraciones de leptina plasmática presentan resistencia a la insulina. Las concentraciones de leptina en sujetos no obesos en el liquido cerebroespinal es el 5% de de la concentración plasmática, mientras que en sujetos obesos este porcentaje disminuye por saturación del sistema que media la transferencia de leptina desde el plasma al liquido cefalorraquídeo, aun no esta claro como la leptina atraviesa la barrera hematoencefálica. Durante la pérdida de peso, las concentraciones de leptina plasmática y la expresión de mRNA de leptina en tejido adiposo están reducidas a niveles más bajos que los predichos por los cambios de la masa 17 corporal. Las variaciones en el contenido de grasa de dietas isocalóricas no tienen efectos sobre las concentraciones de leptina en el plasma. Una serie de experimentos muestran que la resistencia a la leptina esta asociada con obesidad. Los mecanismos que contribuyen a la resistencia a la leptina pueden estar asociados a una disminución en la capacidad de la leptina circulante para cruzar la barrera hematoencefálica, producida por un deterioro en los transportadores a través de células endoteliales, no esta claro como la disfunción en su transporte puede llevar a la obesidad, pero se ha encontrado en el liquido cefalorraquídeo de humanos obesos niveles de leptina mucho mas bajos que los circulantes en plasma. Tambien la resistencia a leptina puede estar asociada a una reducción en la traducción de señales de leptina por el receptor, la activación del receptor de leptina induce la expresión de una proteína que inhibe la transducción de nuevas señales de leptina llamada “supresora de señales de citocina-3´(SOCS-3). En resumen un aumento de los niveles de leptina disminuye la ingesta y modula la percepción del sabor a través de la activación de núcleos hipotalámicos, también inhibe la síntesis del NPY y de ARGP e incrementa la POMC la cual es un precursor de α-MSH y CART a través de una acción directa sobre su síntesis en el núcleo arcuato. Otra acción indirecta de la leptina sobre la regulación de la ingesta es suprimir la liberación de la MCH y orexinas en el núcleo lateral del hipotálamo. Además el núcleo ventromedial hipotalámico es adicionalmente regulado por leptina. 18 Adiponectina: es una proteína secretada a la circulación por los adipocitos , sus principales funciones son: estimular la oxidación de ácidos grados, disminuir los niveles plasmáticos de triglicéridos y mejorar el metabolismo de la glucosa al aumentar la sensibilidad a la insulina, además inhibe algunos procesos inflamatorios y es posible que intervenga en la aterogénesis al suprimir la migración de monocitos y macrófagos así como su posterior transformación en células espumosas. Resistina: es una hormona específica del tejido adiposo la cual ha sido recién identificada. Se ha propuesto que puede causar resistencia a la insulina, así como también incrementar la tasa de producción de glucosa sin aumentar su captura. Esta hormona tiene un rápido efecto sobre el hígado pero no sobre la sensibilidad periférica a la insulina. Otros estudios señalan que esta involucrada con la resistencia a la insulina asociada con obesidad.. Adipsina: es una proteasa de serina secretada por las células grasa, probablemente su expresión esta regulada como consecuencia de un incremento en la concentración de insulina y glucocorticoides. Se ha demostrado que las células grasas sintetizan todas las proteínas de las vías alternativas complementarias principalmente factores C3, D (adipsina) y B. ASP: proteína sérica de 14kDa que resulta del corte del residuo de la arginina terminal desde C3a por carboxipeptidasas plasmáticas. Fue nombrada proteína estimulante de la acetilación (ASP) puesto que C3 es el producto final de vías de complemento alternativo de cualquier factor D. La adipsina es su principal componente y se ha propuesto que debe ser designada via de adipsina-ASP. Se expresa principalmente en adipocitos maduros y fibroblastos. 19 Se ha propuesto que la ASP en el adipocito está involucrada en la captura y esterificación de ácidos grasos para formar triglicéridos y facilitar el almacén en el estado postprandial. Esta proteína incrementa sus niveles después de comidas ricas en grasas y estimula la síntesis de triglicéridos vía acetiltransferasa-diacilglicerol en adipocitos y fibroblastos. La ASP estimula la formación de triglicéridos más que la insulina, aunque ambas potencian su efecto. También estimula la translocación de transportadores de glucosa en la superficie celular por activación de vías de protein-cinasa C y diacilglicerol, la ASP determina la tasa a la cual los ácidos grasos derivados de la hidrólisis de triglicéridos circulantes por lipasa de lipoproteina son esterificados y almacenados en el tejido adiposo. Los estudios futuros deberán esclarecer como el principal papel de la ASP esta unido a la regulación del almacén local d trigliceridos. Otras proteínas producidas por el adipocito juegan un papel importante en la regulación del transporte y metabolismo de los acidos grasos, como la proteína de unión a ácidos grasos del adipocito y la proteína de 30 kDa relacionada al complemento. Angiotensinógeno: es primariamente sintetizado en el hígado, sin embargo su mRNA está presente en varios tejidos incluyendo el tejido adiposo. El angiotensinógeno es el substrato de la renina en el sistema renina-angiotensina y es convertido a angiotensina I precursor de angiotensina II. La angiotensina II influye en la diferenciación del adipocito por interacción de receptores de angiotensina induciendo a la célula grasa a producir prostaciclina. La expresión de angiotensina está aumentada en la obesidad y en contraste con la expresión hepática es regulada por el estado 20 nutricional. Durante el ayuno hay una disminución del mRNA del angiotensinógeno y este incrementa con la ingesta, los cambios en la expresión genética son paralelos por la fluctuación a la secreción de angiotensinógeno desde los adipocitos aislados, el angiotensinógeno puede participar en la regulación del flujo sanguíneo del tejido adiposo y en la tasa de reesterificación de los ácidos grasos y también es capaz de regular el tamaño del adipocito en respuesta a señales nutricionales por afectar la disponibilidad del sustrato y su diferenciación TGF-β: es una citocina producida por una variedad de células capaz de regular el crecimiento y diferenciación de numerosos tipos celulares. La elevada expresión genética de TGF-β en el tejido adiposo puede tener amplias implicaciones el la fisiopatología de la obesidad y está asociado a varias complicaciones de ésta. El TGF-β incrementa la proliferación celular de los preadipocitos y su elevación en el obeso contribuye a incrementar la celularidad de los depósitos de grasa relacionados con el fenotipo obeso. Esteroides sexuales: el tejido adiposo posee 2 enzimas involucradas en la síntesis de esteroides sexuales: oxireductasa 17β-hidroxiestoide y el citocromo dependiente de aromatasa P-450. La primera convierte a la androstenediona sintetizada en la corteza de la glándula suprarrenal a testosterona y la segunda produce la aromatización de la testosterona a estrógenos y estrona a estradiol. La presencia de de estrógenos en el plasma de mujeres posmenopáusica se debe a que el tejido adiposo es un activo productor extraglandular de ciertas hormonas esteroideas. Los precursores C19 circulantes de origen adrenal son convertidos a estrona y estradiol via aromatasa P-450 que se encuentra en el adipocito. La liberación de 21 testosterona, estradiol y estrona del tejido adiposo subcutáneo abdominal ha sido demostrada en mujeres pero no en hombres. Los estudios en sistema cardiovascular demuestran un claro dimorfismo sexual. El adipocito como fuente de citocinas: Las citocinas son proteínas solubles sintetizadas por células inmunes y no inmunes. Se ha reportado que la citocinas también desempeñan un papel importante en la regulación del balance energético ya que citocinas proinflamatorias como TNF-α y Il-6 tienen efectos sobre el metabolismo de lípidos y glucosa. La producción de IL6 por el adipocito, como también sus concentraciones sistémicas, está positivamente correlacionada con el índice de masa corporal. Se ha reportado que un tercio de la concentración de IL6 circulante es originada por el tejido adiposo, de esta manera IL6 es un regulador autócrino y parácrino de la función del adipocito. La grasa peritoneal produce tres veces mas IL6 que el tejido adiposo subcutáneo, el drenaje del tejido adiposo peritoneal llega directamente al hígado el impacto metabólico de la liberación de IL6 de estos depósitos grasos está asociada directamente a la secreción de triglicéridos hepáticos y su incremento puede contribuir a hipertrigliceridemia asociada con la obesidad visceral. Los niveles de IL6 están modulados por TNF-α el cual incrementa su producción así como los glucocorticoides y catecolaminas la disminuyen. Dentro de sus efectos biológicos disminuye la actividad de la LPL y ha sido implicada en la disminución que se presenta en el cáncer, la caquexia y otros trastornos desgastantes, también produce estimulación de síntesis aguda de proteínas e incremento en la actividad del eje hipotálamo 22 hipófisis y termogénesis y probable regulación de de CRH como mediador de su acción. La expresión de TNF-α es mayor en tejido adiposo subcutáneo que en el peritoneal, sus acciones biológicas incluyen la inducción de resistencia a la insulina, anorexia y perdida de peso. Los triglicéridos y los ácidos grasos libres inducen la expresión de TNF-α, éste produce una regulación decreciente la expresión de muchas proteínas especificas del adipocito como LPL, a P2, la sintetasa de ácidos grasos, la carboxilasa de acetil-CoA etc. El TNF-α puede disminuir la masa del tejido adiposo por reducir no solamente el volumen si no también el numero de adipocitos. 23 REGULACIÓN DE LA INGESTA POR EL SISTEMA DIGESTIVO Las señales que proveen información de corto plazo ha cerca de hambre y saciedad incluyen: péptidos tipo glucagon (GLPs), colecistoquinina, grelina y péptido YY (PYY). La liberación de colecistoquinina desde el tubo digestivo superior y la liberación de GPL-1 y PYY más distalmente provee regulación mecánica mediada a través de mecanismos de freno, además existen señales desde neuronas aferentes vágales dentro del aparato gastrointestinal que responden a deformación mecánica, macronutrientes, pH, tonicidad y hormonas, estas señales son integradas en regiones especificas del hipotalamo. GLP-1 y GLP-2: son péptidos producidos por las células L en el intestino y secretadas en respuesta a nutrientes. El GLP-1 reduce la glucosa plasmática a través de múltiples efectos sobre el vaciado gástrico, la liberación de insulina dependiente de glucosa, la síntesis y liberación de insulina y glucagon. También el GLP-1 se produce en el SNC en el núcleo del tracto solitario y llega a PVN y otras regiones, tiene un efecto sobre la disminución de la glucosa y la ingesta de alimentos. Otras hormonas intestinales han sido implicadas en la saciedad como la colecistoquinina, bombesina, péptido gástrico inhibitorio, enterostatina y PYY. Estos péptidos actúan en forma sinérgica a la distensión gastrointestinal para reducir la cantidad de alimentos por ingerir. PYY: es un peptido producido en las células L del ileo distal y colon en proporción a la cantidad de calorías ingeridas en la comida, debido a sus 24 efectos sobre el núcleo arcuato donde se une a los receptores postsinapticos Y2 en las neuronas con NPY para inhibir la ingestión de alimentos. SISTEMA DIGESTIVO Glucosa Glucagon estómago Hígado Insulina Grelina Páncreas Intestino PYY GPL Figura 10. Órganos del sistema digestivo y las moléculas que producen para regular la ingesta alimentaria. Grelina: es un polipéptido de 28 aminoácidos producido por las células oxinticas del fondo gástrico, actúa sobre receptores hipofisiarios secretagogos de la hormona del crecimiento para incrementar la liberación de esta misma. Esta bien establecido que los niveles plasmáticos de grelina se incrementan durante el ayuno y disminuyen en respuesta a la ingestión de alimentos y en la obesidad. También ha quedado claro que la pérdida de peso por restricción calórica se acompaña de un aumento en el apetito y en los niveles plasmáticos de grelina. Por el contrario después de cirugía gástrica bariatrica (gastroyeyuno anastomosis), el apetito disminuye al igual que las niveles plasmáticos de la grelina; por el contrario los niveles 25 plasmáticos de el PYY aumentan, de esta manera los cambios hormonales que se presentan después de una cirugía gástrica de gastroyeyuno anastomosis, pueden explicar en parte la supresión del apetito en el mantenimiento a largo plazo de la disminución del peso corporal en los sujetos intervenidos. Otras Hormonas 1) Hormona del crecimiento. Es un importante regulador de la masa corporal a través de la vida. Su deficiencia en niños y adultos esta caracterizada por una composición corporal anormal con aumento del tejido graso y disminución de la masa muscular ya que se presenta un incremento de los depósitos de tejido adiposo tanto visceral como subcutáneos. Lo contrario sucede en los paciente con acromegalia, pero en ambos casos puede ser reversible con tratamiento. Los adipocitos presentan receptores específicos a GH por medio de los cuales la hormona ejerce una serie de efectos metabólicos directos tales como inhibición de la captura de glucosa y estimulación de la lipólisis, lo cual causa una pérdida neta del almacén de lípidos Conclusiones Tanto las investigaciones clínicas como los estudios en animales han producido un gran numero de evidencias de que el peso corporal esta regulado por diversos factores y se han identificado algunas de las substancias que median esta regulación y su relación con respecto a la ingesta de alimentos, el gasto de energía y el depósito de tejido graso. De 26 igual manera es evidente que el tejido graso es un órgano endocrino activo cuyos componentes secretorios tienen un impacto fundamental en la mayoría de las complicaciones relacionadas con la obesidad. REFERENCIAS 1. Auwerx, J. and Staels, B.: Leptin. The Lancet, vol. 351. March 7, 1998, pp 737-742. 2. Balasubramanyam, A.: The hypothalamus as a regulator of metabolism: A tale of two hormones. Integrative Metabolic Physiology. 3. Beltowski, Jerzy: Adiponectin and resistin – new hormones of white adipose tissue. Med Sci Monit, 2003; 9(2): RA55-61. 4. Björntorp: Thrifty genes and human obesity. Are we chasing ghosts? The Lancet, Vol. 356. September 22, 2001, pp 1006-1008. 5. Bray GA.: Obesity: a time bomb to be defused. The Lancet, vol. 352. July 18, 1998, pp160161. 6. Flier, JS and Maratos-Flier, E.: The stomach speaks – Ghrelin and weight regulation. The New England Journal of Medicine, vol. 346, no. 21. May 23, 2002, pp 1662-1663. 7. 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