Preguntas cognoscitivas y metacognoscitivas en procesos de enseñanza en educación superior Palafox, M.* Resumen Se destaca el valor educativo de las preguntas cognoscitivas y metacognoscitivas en los procesos de enseñanza en educación superior. Sobre la base de que las estrategias de aprendizaje contribuyen al rendimiento en el aprendizaje escolar, se analiza pedagógicamente la interrogación cognoscitiva y la interrogación metacognoscitiva. Estas estrategias se convierten en decisiones conscientes primero en el docente para enseñar a aprender y después en el estudiante para aprender a aprender. 1. Enseñanza de Estrategias de Aprendizaje Escolar Muchas estrategias sofisticadas difícilmente pueden llegar a descubrirse a través de la propia reflexión; es preciso que se enseñen de forma explícita. La complejidad de muchas estrategias exige su enseñanza de manera declarada. Se hace necesario enseñar estrategias de aprendizaje de manera deliberada e intencional. “Las estrategias y habilidades que contribuyen a un mejor rendimiento en el aprendizaje no se aprenden de manera espontánea” (Monereo 1998, p. 53). * Universidad Madero. Camino Real a Cholula 4212, Puebla, Pue. Méx. Tel. 141-59-59, ext. 111 mpalafox@umad.mx Se ha puesto de manifiesto que “sin una actuación intencional del profesor, las estrategias de aprendizaje se enseñan de una forma muy reducida y, cuando se hace, se tiende a enfatizar una aplicación mecánica y poco reflexiva de éstas” (Poggioli, Pressley y otros, citados por Monereo, 1989). El primer eslabón lógico en la enseñanza de estrategias de aprendizaje es el profesor. En un enfoque de infusión, asumido en este trabajo, el profesor utiliza las estrategias en el aula ─de acuerdo con el contenido específico del currículo. Las estrategias se establecen dentro de desarrollo del programa. En el enfoque directo, el alumno aprende unas estrategias separadamente del currículo escolar. Según los estudios de que se disponen, la habilidad ensayada no acaba por transferirse al trabajo escolar cotidiano. Según Mercer (citado por Gallego, 1997) “los alumnos pueden mejorar notablemente en su rendimiento escolar y en la adquisición de los saberes si los entrenamos en estrategias de aprendizaje”. El apoyo y el entrenamiento en estrategias se dirigen a optimizar unas respuestas estratégicas y conscientes dirigidas a lograr un aprendizaje consistente. Poner énfasis en que el alumno mejore el control de sus habilidades cognoscitivas, en los procesos internos del pensamiento, es una actividad de enseñanza que detona en aprendizajes. Se acumulan los estudios que evidencian que los estudiantes que usan estrategias en tareas de aprendizaje rinden significativamente mejor que los estudiantes que utilizan sus propios métodos generados por sola intuición. La psicología cognitiva reconoce la posibilidad de potenciar la mejora de las habilidades intelectuales implicadas en los procesos de aprendizaje. Relaciona la mejora de habilidades con un incremento en el rendimiento escolar. 2. Estrategias de Aprendizaje: Cognoscitivas y Metacognoscitivas La separación teórica entre cognición y metacognición constituye un recurso metodológico para comprender la dinámica de la enseñanza de estrategias de aprendizaje. Flavell (citado por Mateos, 2001, p. 24) diferencia dos tipos de estrategias: Cognitivas y metacognitivas: “Las estrategias son cognitivas cuando se emplean para hacer progresar la actividad cognitiva hacia la meta y son metacognitivas cuando su función es supervisar ese progreso”. Algunos autores usan cognoscitivo para referirse a lo cognitivo y metacognoscitivo para referirse a lo metacognitivo. No parece haber una distinción relevante. Se usarán en este trabajo la segunda modalidad. El docente identifica estrategias cognitivas cuando ayudan al estudiante a comprender, resumir, organizar y sintetizar ideas complejas. El docente usa estas estrategias para que sus alumnos aprendan. Organiza el material para alcanzar las metas de aprendizaje. Se hace énfasis en cómo los procesos de atención, percepción, memoria funcionan de forma interrelacionada para procesar la información en los momentos de procesamiento inicial, su almacenamiento y su recuperación según las demandas de la tarea escolar. Así, una estrategia cognoscitiva es un conjunto de actividades que facilitan la adquisición de conocimiento. Los estudiantes ejercen metacognición cuando se preguntan por qué están haciendo lo que están haciendo; cuando se cuestionan acerca de sus propias estrategias de aprendizaje y cuando evalúan la eficacia de su desempeño al realizar tareas escolares, Las preguntas generadas por los estudiantes les sirven de guías para planear, supervisar y evaluar el propio desempeño en la realización de tareas escolares. Se trata de preguntas metacognoscitivas. Costa (1989) identifica la autogeneración de preguntas como una estrategia didáctica para promover la metacognición. Concluye que si los docentes desean desarrollar un pensamiento efectivo y un comportamiento inteligente en sus alumnos, entonces deben expresamente diseñar estrategias de enseñanza para desarrollar habilidades metacognoscitivas. Este mismo autor identifica trece estrategias metacognoscitivas por las que los docentes pueden promover la metacognición en sus alumnos, entre las que se enlista la generación de preguntas. Decidir cuándo, cómo y por qué emplear preguntas en situaciones concretas de aprendizaje no ocurre de manera espontánea. 3. Preguntas Cognoscitivas y Preguntas Metacognoscitivas Para Gallego (1997) el cuestionario responde a una estrategia de metacognición al dar al estudiante un conocimiento sobre sus habilidades para el estudio y el aprendizaje (atención, memoria, esfuerzo-voluntad, capacidad de organización, etc.). Las preguntas monitorean la planificación, la supervisión y el control de la tarea, características del sujeto y de las estrategias aplicadas. Las preguntas cognoscitivas dirigen los procesos de enseñanza. Son elaboradas y formuladas típicamente por el profesor. Ejemplos de estas preguntas son: ¿Cómo es? ¿Cómo ocurrió? ¿Por qué? ¿Cuál es la explicación? ¿En qué se parece? ¿Cuáles son las diferencias? ¿Qué pasaría si? ¿Qué relación tiene? ¿Cuál es la conclusión? El alumno contesta para aprender. Las preguntas metacognoscitivas analizan, evalúan y regulan los procesos de aprendizaje. Estas preguntas se relacionan con la metacognición. El alumno toma conciencia del proceso de aprendizaje. Ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué tan acertada fue tu respuesta? ¿Elegiste la ruta correcta? ¿Qué tan fácil te resultó resolverlo? ¿Cuántos intentos empleaste? ¿Qué habrías hecho en lugar de lo que hiciste? Con tu respuesta, ¿qué pregunta contestaste? ¿Cómo atenderás las dificultades que hallaste? Como lo señalan Monereo y Castelló (1997), la interrogación metacognitiva y la autointerrogación metacognitiva son estrategias de tipo metacognoscitivo por las que los usuarios ─maestro o alumno─ deciden cuándo, cómo y por qué emplear ciertos procedimientos en cada situación concreta de aprendizaje mediante un conjunto de interrogantes que actuarán como una guía para esas decisiones . Las decisiones que el maestro va asumiendo en el proceso de enseñanza están directamente ligadas con la formulación de preguntas. El maestro formula las preguntas relacionadas a fin de orientar las alternativas de sus decisiones: ¿Qué es exactamente lo que deseo que conozcan mis alumnos? ¿Necesitan alguna definición de memoria? ¿Tendrán que dar ejemplos? ¿Qué materiales audiovisuales usaré? ¿En qué orden? ¿Qué tanto me prepararé para imprevistos? ¿Cómo sabrán que han alcanzado los objetivos de aprendizaje? ¿Qué características personales de mis alumnos servirán para que aprendan por ellos mismos? ¿Qué tan fácil o difícil les será el tema? ¿Qué método puede asegurar los resultados? ¿Qué pasos tiene el plan que he diseñado para que mis alumnos trabajen esta tarea? ¿Cómo me iré asegurando de que ellos se están acercando a la meta? ¿Cómo me aseguraré de que los resultados obtenidos por mis alumnos correspondieron a lo deseado? ¿Cómo salvaré las discrepancias? Igualmente, las decisiones que el alumno va asumiendo en el proceso de aprendizaje están directamente ligadas con la formulación de preguntas: ¿Qué me puede servir de lo que sé para resolver eficazmente esta tarea? ¿Qué tan fácil o difícil es la tarea? ¿Con qué método puedo asegurar los resultados requeridos? ¿Tengo un plan para afrontar esta tarea? ¿Cómo me iré asegurando que me estoy acercando a la meta? ¿Cómo me aseguraré de que los resultados corresponden a lo deseado? ¿Qué haré en caso de desánimo? conocimiento del funcionamiento mental en tareas de aprendizaje escolar, una actividad de aprendizaje regulada por este conocimiento y el cumplimiento de objetivos escolares. El propósito es optimizar las facultades mentales y regulatorias movilizadas en procesos de aprendizaje: Tener la habilidad de evaluar las exigencias de la tarea y de responder a ellas adecuadamente; la habilidad de reconocer y controlar la situación de aprendizaje en contextos diversos. 4. Preguntas Cognoscitivas, Preguntas Metacognoscitivas y Aprender a Aprender Tanto el docente-aprendiz como los aprendices han aprendido a aprender cuando se dan cuenta de lo que hacen; cuando someten los procesos mentales a examen consciente y los controlan en el logro de objetivos y metas de aprendizaje. Nisbet y Schucksmith (citado por Hernández, 2006) plantean la orientación educativa de una piedra de toque del aprendizaje estratégico: el aprender a aprender: El aprendizaje más importante es aprender a aprender. El conocimiento más importante es el conocimiento de uno mismo… Comprender las estrategias de aprendizaje y avanzar en el conocimiento de uno mismo, ser cada vez más consciente de los procesos que uno utiliza para aprender ayuda a controlar esos procesos y da la oportunidad de asumir la responsabilidad del propio aprendizaje. (p. 120) Frente a cuadros de dependencia educativa, tiene sentido el desarrollo de ambientes escolares que promuevan la autonomía en el aprendizaje. En este momento, la formación de estudiantes autónomos, no es una alternativa lejana, sino una posibilidad a la mano. Aprender a pensar es aprender cómo funciona el pensamiento y a partir de este conocimiento lograr un aprendizaje escolar eficaz. En el aprendizaje interrelacionan tres autónomo elementos: se El El concepto de autonomía en el aprendizaje contrasta con el concepto de dependencia. Sin mucha dificultad el docente identifica la dependencia de un aprendiz. Es un alumno que su trabajo escolar responde a instrucciones de enseñanza. Reproduce el conocimiento transmitido. Se trata de un alumno que “asume bien” su papel de aprender. El maestro enseña, él aprende. Se cuestiona el modelo dependiente de aprendizaje porque los objetivos, los contenidos y los medios son determinados por el conductor de la enseñanza: el profesor. Se trata de un modelo complementario en el que los roles están definidos. El maestro enseña, el alumno aprende. En este modelo se descarta el escenario en el que el alumno se enseñe. El papel de enseñar está designado para el profesor. El alumno se adapta a las exigencias del ambiente escolar. Un espíritu dependiente obedece a normas externas. Si éste es débil, será presa fácil de las circunstancias gobernado desde fuera. extrañas. Es Se habla de heteronomía cuando un tercero gobierna la vida de una persona. En educación, alguien decide por el alumno. En caso de que el alumno no reaccione a la enseñanza, se le presiona, se le amenaza, se le castiga. Es otro el encargado de hacer cumplir los objetivos escolares. El alumno autónomo es capaz de aprender con el profesor, sin el profesor y a pesar del profesor. Sus esquemas de funcionamiento mental están regidos autónomamente. Es protagonista en los procesos de aprendizaje. Su papel es activo analiza y evalúa continuamente las exigencias de la tarea escolar, sus propios recursos, entre experiencias previas y estrategias disponibles. Supervisa, controla los incidentes, realimenta, corrige su trabajo frente a los objetivos trazados. Se gobierna por sí en las tareas de aprendizaje. 5. La Enseñanza de Preguntas Cognoscitivas y Preguntas Metacognoscitivas Los profesores sirven de modelos en los procesos de aprendizaje. Aprendemos imitando la conducta de nuestros profesores en el aula. De acuerdo con Monereo (2009), aprender es enseñarse a uno mismo. Yo me enseño las cosas usando los modelos que tengo que son mis profesores. Tal como me enseñaron a mí las cosas, yo luego me las enseño. Si mis profesores en clase me enseñaron con explicaciones y repitiendo cuando se trataba de información verbal, ¿qué hago cuando estoy en casa estudiando? ─Lo mismo que mi profesor; me explico las cosas y las repito. Si mi profesor usó esquemas y gráficos para organizar la información, al emularlo, las posibilidades de aprender son mayores. La forma en que se enseña tiene una influencia directa en cómo se aprende. Aprender es autoenseñarse. Los modelos de enseñanza imperan cuando se trata de aprender. Si mi profesor empleó interrogantes para organizar la enseñanza de un contenido, yo organizaré también mis contenidos por medio de preguntas. Por ejemplo, si escucho a mi profesor al presentar un problema interrogarse, yo haré lo mismo al enfrentar un problema semejante: A ver, ¿qué me está pidiendo el problema? ¿Se me ha presentado antes un problema como éste? ¿Recuerdo alguna estrategia (técnica o método) para resolver este tipo de problemas? Esta forma de buscar la solución de un problema la obtuve porque así lo vi en mi profesor. El un modo que recurro porque lo tengo a la mano. Sé cómo enfrentarme a problemas. Sé que tengo que comenzar con preguntas acerca de mis recursos acumulados de experiencias previas y estrategias de las que dispongo. Tal cual me enseñaron a mí las cosas, me las enseño a mí mismo. Uso preguntas, como mi profesor, y resuelvo el problema. Aprendo que, al emular a mi profesor mediante preguntas, las posibilidades de aprender son mayores. Un modelaje activo mediante análisis y evaluación por medio de preguntas sobre las exigencias de la tarea escolar, la planeación para resolverla, la administración de los recursos disponibles, la supervisión, el control y la evaluación de los resultados viene como una vía ordenada para la solución de problemas. Las preguntas explícitas del procedimiento didáctico, por parte del profesor, hacen evidentes lo procesos de razonamiento que se emplearon para resolver un problema. Cuando a mi me toca como alumno resolver problemas, lo que hago es reconstruir activamente la voz del profesor al formular preguntas. Así voy acumulando “familias” de estrategias aprendidas metacognitivamente de las que dispondré para solucionar distintos tipos de problemas. estrategias de aprendizaje contribuyen al rendimiento en el aprendizaje escolar. El uso deliberado de preguntas cognoscitivas y metacognoscitivas se convierten en decisiones conscientes, primero en el docente para enseñar a aprender y después en el estudiante para aprender a aprender. Referencias Monereo (2009) refiere el estudio que realizó con su equipo de investigación en el que encontraron que las formas en que los profesores enseñan a sus alumnos son las formas en que éstos aprenden: La primera profesora no decía nada y dejaba hacer lo que los alumnos quisieran, sin dar consigna. La segunda profesora, al contrario, era totalmente autoritaria. Una tercera profesora daba pistas o interrogaba a los alumnos. De cada grupo se tomó una muestra de alumnos. Les pidieron por turno que explicaran lo aprendido a un alumno el cual no había participado antes en esta actividad. Les dieron a los alumnos de la muestra los mismos materiales utilizados. El alumno de la profesora autoritaria, cuando enseñaba a su compañero, se portaba como la profesora autoritaria: ─Haz esto y esto, o lo hacía él─. El alumno laizzez faire no hacía nada, no daba consigna. En cambio, el otro alumno, quien tuvo una profesora que daba pistas e interrogaba continuamente, era el que más dialogaba con su compañero. Un modelaje docente que carece de preguntas queda en un mero procedimiento de transmisión de conocimientos. En este trabajo se destaca el valor educativo de las preguntas cognoscitivas y metacognoscitivas en los procesos de enseñanza en educación superior. Las 1. Costa, A. (1989). “Metacognition: thinking about thinking”. En Costa, A. y Lowery, L., Techniques for teaching thinking. CA: Midwest Publications. 2. Gallego, J. (1997). Las estrategias cognitivas en el aula. Madrid: Escuela Española. 3. Hernández, G. (2006). Miradas constructivistas en psicología de la educación. D.F.: Paidós. 4. Mateos, M. (2001). Metacognición y educación. Buenos Aires: Aique. 5. Monereo, C. (1998). (coord.). Estrategias de enseñanza y aprendizaje: formación del profesorado y aplicación en el aula. Barcelona: SEP/Cooperación Española. 6. Monereo, C. (2009). Paradigma estratégico, Puebla: Conferencia en el Complejo Cultural Universitario, 23 de Febrero de 2009. 7. Monereo, C. y Castelló, M. (1997). Las estrategias de aprendizaje: cómo incorporarlas a la práctica educativa. Barcelona: Edebedé.