En este sentido, Flavell propone la existencia de tres tipos de metacognición relacionados con variables que afectan la actuación en tareas dependientes de la memoria: 1) La metacognición personal (el conocimiento de las aptitudes y limitaciones de la memoria de las personas, incluido uno mismo, y la capacidad de controlar las experiencias inmediatas de la propia memoria). 2) La metacognición de la tarea (el conocimiento de cómo la dificultad de un problema de la memoria se relaciona con los aspectos específicos de una tarea). 3) La metacognición de las estrategias (el conocimiento de las cosas que se pueden hacer para influir en el rendimiento de la memoria). En la actualidad, la práctica totalidad de trabajos que giran en torno al tópico metacognitivo recogen estas dos facetas: la conciencia del propio conocimiento y el control o regulación de los procesos de conocimiento (Glaser y Pellegrino, 1987; Pelegrina y Justicia, 1991).