Sintaxis - III. La oración y sus clases en la apódosis: ‘Si quedaste registrado, supongo / infiero / pienso / que llenaste el formulario correctamente’. En las condicionales llamadas ilocutivas, como las de (12b), tampoco se establece una relación causal entre prótasis y apódosis, sino entre la prótasis y el acto de enunciación que realiza el hablante. Suelen atenuar la aserción (Si no estoy equivocada, esa región no es la pampa húmeda); expresar cortesía (Si fuera tan amable, ¿me prestaría el programa?); orientar al oyente para interpretar de forma adecuada lo que se afirma (Si tomamos en cuenta lo expuesto, podemos hacer la siguiente clasificación). 31.3. Las construcciones concesivas El período concesivo niega una expectativa, es decir, la normal relación entre una causa y el efecto esperable, como en (13): (13) a.Aunque llueva, no se suspende el espectáculo. b.Aunque este año llovió poco, la cosecha fue buena. Así, (13b) expresa que la relación normal entre la escasez de lluvias y la calidad de la cosecha no se cumple, de manera que el obstáculo planteado en la prótasis resulta inoperante y la apódosis se reconoce como verdadera. Este significado de contraexpectativa se deriva de la presencia del adverbio focal inclusivo aun que forma parte de la conjunción aunque, el subordinante característico de estas construcciones, o de la locución aun cuando. Se trata de un adverbio que se asocia a una escala, de la que indica el extremo (la cantidad suficiente de lluvia). Al plantearse que ni siquiera este caso afecta la calidad de la cosecha, quedan descartadas las situaciones más probables. Como en las condicionales, también en las concesivas entre los verbos de la prótasis y de la apódosis se establecen relaciones temporales y modales que permiten reconocer tres esquemas básicos: el real en indicativo, el potencial en los tiempos simples del subjuntivo y el irreal en los compuestos. Se comprobarán sutiles diferencias con las correlaciones propias de los períodos condicionales: 424 a. período real. La prótasis aparece en indicativo, sin restricciones temporales salvo en el condicional, y en ciertos contextos dis- 31. Las oraciones adverbiales cursivos, también en presente y perfecto de subjuntivo. La apódosis aparece en indicativo. (14) a.Aunque me duermo tarde, siempre me levanto bien descansada. b.Aunque fui a la fiesta, no conocí a tu hermano. c.Aunque me duerma tarde, me voy a levantar descansada. d.Aunque me haya dormido tarde, me levanté descansada. El indicativo de los dos primeros es esperable por tratarse de una generalización o de la descripción de un evento que se presenta como ocurrido. En cambio, el subjuntivo de los dos siguientes solo se interpreta en un contexto de réplica: el hablante los usa no para indicar que se trata de una posibilidad, sino que da por sentado su realidad, pero lo desestima como argumento válido para irse a dormir temprano (por ejemplo, en respuesta a la advertencia de su interlocutor como Si te dormís tarde, te vas a levantar cansada; Si te dormiste tarde, te levantaste cansada). Por eso, este valor del subjuntivo, propio de las concesivas, se denomina «subjuntivo polémico o temático». b. período potencial. La prótasis aparece en presente e imperfecto de subjuntivo, y la apódosis, en condicional simple y, más raramente, en imperativo. (15) a.Aunque no te inviten / hayan invitado, andá. b.Aunque me inviten, no voy / iré. c.Aunque me invitaran, no iría. Nótese que en estos casos el subjuntivo presenta el valor esperable de hecho posible: en presente o perfecto con mayor probabilidad que en el imperfecto. c. período irreal. La prótasis aparece en imperfecto o pluscuamperfecto de subjuntivo de acuerdo con el carácter estativo o eventivo del verbo. La apódosis aparece en condicional compuesto o pluscuamperfecto de subjuntivo. (16) a. Aunque lo hubiera sabido, no habría venido ∼ hubiera venido ∼ venía. b.Aunque fuera rico, no iría ∼ iba a Miami. 425 Sintaxis - III. La oración y sus clases Este período presenta los hechos como contrarios a la realidad, es decir, con la interpretación contrafáctica, aun cuando contenga el imperfecto del indicativo, propio del registro conversacional. Como se ve en las oraciones anteriores, las concesivas admiten formas verbales que rechazan las condicionales introducidas por si: el presente y el pretérito perfecto del subjuntivo; no es correcto, sin embargo, el condicional en las prótasis. Las construcciones concesivas se caracterizan por la variedad de opciones estructurales que presentan. Pueden ir introducidas por una conjunción, aunque, o por locuciones conjuntivas, como aun cuando (Aun cuando lo sepa, no se lo voy a decir); si bien, que siempre se construye en indicativo (Si bien la argumentación es correcta, está muy mal escrito); eso que, propio del registro coloquial, la oración que encabeza va pospuesta: Otra vez tropezó con el escalón, y eso que se lo advertí; a pesar de, según el término, es una locución conjuntiva (A pesar de que me gusta este diario, no suelo leerlo) o una locución preposicional (A pesar de sus esfuerzos, no ha sido promocionado); y otras locuciones conjuntivas como pese a, mal que le pese. También reciben significado concesivo las construcciones cuantificativas del tipo por mucho que… en alternancia con por más que: Por mucho ∼ más que estudia, pierde los exámenes. Ambas se presentan también como constituyentes discontinuos: por muy ∼ más inteligente que sea, por muy ∼ más lejos que llegue, por muy ∼ más de costado que te pongas. Asimismo, son concesivas las oraciones de caracter totalizador que no van introducidas por subordinante y que se construyen en subjuntivo con sus dos variantes: las duplicadas, con un relativo entre los dos verbos (caiga quien caiga, digan lo que digan, vaya adonde vaya), o las disyuntivas con las dos polaridades (venga o no, lo diga o no, se vaya o se quede). Un significado similar reciben las expresiones focalizadas precedidas por los adverbios incluso, hasta, ni siquiera, locución adverbial reducida a ni en la lengua hablada, o las que llevan pospuesto el componente y todo, todas ellas asociadas a una escala: 426 31. Las oraciones adverbiales (17) a.{Aun ∼ incluso} si está borracho, baila maravillosamente el tango. b.Ni terminada la guerra, mejoró la situación de esa gente. c.Borracho y todo, baila muy bien el tango. d.Hasta borracho, baila muy bien el tango. Los ejemplos de (17) muestran que el significado concesivo se reconoce no solo en las subordinadas canónicas, como en (17a), o en las oraciones absolutas (17b), sino también en estructuras menores a la oración como las de (17c) y (17d). Como en todos los tipos de adverbiales impropias, la relación entre prótasis y apódosis puede establecerse a nivel del enunciado, o bien en términos del acto de enunciación. En el primer caso, como ya se ha señalado, la prótasis indica la causa ineficiente y la apódosis, el cumplimiento del hecho que contraría la expectativa. Las de la enunciación, como en las condicionales, son de dos tipos: las epistémicas, como en Aunque la cosecha fue buena, debe de haber llovido poco, y las elocutivas, como en Aunque no me lo creas, Carlitos baila muy bien el tango, borracho y todo; A pesar de que no es la expresión más adecuada, la oficina la dejaron patas arriba. 31.4. Las construcciones causales Las oraciones subordinadas causales, como las subrayadas en (18), expresan la causa cuyo efecto manifiesta la oración principal: (18) a.Falté porque estaba enferma. b.No pudo venir a causa de que hubo paro de locomoción. c.Salvó el examen a fuerza de estudiar ocho horas por día. Prototípicamente van introducidas por porque, aunque también, como muestran los ejemplos, pueden ir encabezadas por diversas locuciones conjuntivas de valor causal: a causa de, en razón de, ya que, en la medida que, dado que, puesto que, entre otras. Estas oraciones se construyen en indicativo y en infinitivo. El subjuntivo solo aparece inducido por algunos elementos externos a la oración causal como la negación (No voy a creerlo porque ella 427