un muchariio Heno de vivacidad, nombrado I hasta Sinigaglia, á donde escribió^ á uno de su» Giovanin, quien tenia estrecha amistad con parientes, para qu e el padre gozase^ durante su Domemconi Giudi, joven pastor de la granja, vida, de una existencia cómoda, y que la hija con el cual se pufeaba muchas veces p )r los fuese elevada en la sociedad á una esfera respebosques Un día que Domeniconi debía ir para table, con un dote que la permita casarse ven* evacuar cierto, negocios ó una ciudad un puco tajosain ente. retirada de la quinta, el pequeño Giovanni quiso acompañarle, y habiendo obtenido el perA Doña Concepción Buendia. miso de sus padres-, empezó á correr los campos con su favorito, dando un libre vuelo á la Sublime pincel decora tu donoM juventud, propensión que manifestó en todas las ocay te hacen, Trobadofa, siones por la independencia y la sencillez. no meAos encantadora Llegado á una altura desde donde se veia un I09 ecos de tu laúd. riachuelo, Giovanni observó multitud de peQue tui versos luminosos queños pecei, que saltando por la superficie inspiran gloria y amor, del agua, parecían convidarle á jugar. Esla visimitando dcliciosoa ta encantadora le transporta de alegria; se delos acentos sonorosos tiene, sigue con los ojosa estos pececill'os nuede armónico Iluiseñor. vos para él, quiere después cojerlo»; pero en JBien hayas bella poetisa, el momento mismo en que industriosamente que tu célico cantar se aprestaba para meter un brazo en el a"ua es suave como la brisa, sus pies resbalan, y desaparece en el rio. Sin ó dulce cual la sonrisa de la aurora al despuntar. embargo, la Providencia velava siempre sobre Y que tu genio precoz este niño privilejiado, y el pa:tor Domeniconi^ en la horfaadad te consuele, habí! nadador, fué el instrumento que escoy que tu tuág^ica voz jió pora salvar la vida al tierno Giovanni de hienda el espacio veloz los condes Mastai, quien dcbia un dia colmar y Iiatta el trono de un Dios vuele. el trono pontifical con tanto brillo. Sig^ucla ¡ oh musa ! prestando Kl pobre aldeano, ahora agoviado bajo e! ese tu influjo luciente: peso de los años, no teniendo mas que una sígnela ¡ oh numen ! guiando, hija para consolación de su vejez, concibió el la inspiración derramando proyecto áe preíínlarsa a! Papa, 4 q„ig„ ¿I en su creadora mente. y mientras que con placer tubo lo dicha de salvar la vida, hace cerca de yo contemplo en grato pasmo medio siglo; y, lleno del valor que le inspiralu poéiico saber, ba el racuerdo de esta acción, dejó la ciudad dígnate aceptar, mugen, de Fuño, donde vivia en la mayor miseria, » mi admirauion y entusiasmo. »e fué á Roma, á pie, con su hija única. MienD. espinosa. tras que recorria las calles de la ciudad^ procurándose los medios mas apropósito para hacer llegar una petición á su Santidad ó de obtener una audiencia, se empezaban 5 ejecutar las sabias disposiciones que el gobernador de Sfi vende un retrato de S. M. LA REÍ VA Roma habia lomado contra la mendicidad, y DOÑA ISABEL 2." pr¡moro?amenle litoDomeniconi fué conducido, con otros muchos, grafindo é iluminado con marco tallado y dorado y el fondo de terciopelo enh la prefuctura de policía. A este incidente carnado. debió el anciano pastor que llegase su h¡^tü• na hasta ÍU Santidad, q„ien „ui,o volver Está de manifiesto en la casa Administraá ver al amigo de «u primera infancia j ción de Correos de esla capital. pagarle la deuda, ya antigua, pero impresTOROS DE MUERTE criptible, que la imprudente vivacidad de aqueEÑ lla edad le había hecho contraer. Ri. .» ^,^n la ciudad de Lorca. secuencia inzo llamarle a su palacio el 28'de Con superior permiso marzo último, je recibió con una benevolercia estraordinaria, y después de haberle aseQue tendrán lugar (^si el tiempo lo permiteJ gurado que nada le fallarla en adelante ni á el" en los dias 18, 19 y 20 de S e ni á su hija, $u Santidad dio orden que amticmbre de 1847. hos fuesen cooducidos, en uno de >us coches La Empresa qu* ba tomado á su cargo