DE H I S T O R I A N A T U R A L 347 irriten realizar observaciones q u e sin este recurso no habría podido llevar á b u e n término, e x a m i n a n d o la vegetación espontáneam e n t e hallada en las a g u a s al realizar a l g u n a excursión. E n t r e ellas figura la q u e motiva la presente nota. En el otoño de 1912 llamó m i atención u n a vegetación q u e aparecía solamente en u n o de los acuarios, y que el año a n t e r i o r , por igual tiempo, no se había presentado en n i n g u n o de ellos, ni a u n en aquel en q u e efectuaba la observación. E n los primeros días de Octubre de dicho año hice las primeras observaciones microscópicas y diseños del alga q u e me resultó desconocida, y esto me obligó á procurar su determinación. Esta es h o y s e g u r a , pues en reiteradas observaciones he podido c o m probar todos sus caracteres y cotejar su i m a g e n microscópica con las l á m i n a s q u e de ella se conocen. Es i n d u d a b l e m e n t e la Pithophora Kewensis de W i t t r o k , especie curiosa q u e se cree fué i n t r o ducida inconscientemente de los países tropicales s u d a m e r i c a n o s , en los cultivos de acuáticas del J a r d í n Botánico de K e w , y e s t u diada y descrita por primera vez por el famoso ficólogo sueco. El género Pithophora está representado por especies de porte m u y parecido al de las Cladaphora, pero de él hacen los especialistas u n tipo de familia diferente (Pitoforáceas). Cómo esta planta, difundida ya, a u n q u e no m u c h o , por algunas comarcas de Inglaterra y de la E u r o p a continental, ha podido llegar hasta mis a c u a r i o s , surtidos siempre con a g u a de Lozoya filtrada, y donde nada procede de otros cultivos, no lo sé, pero supongo q u e debió venir con unos Callitriche reflexa Lge. q u e en J u n i o de aquel año traje de G u a d a r r a m a , y cultivé en dicho acuario. Debe, pues, existir en los charcos de G u a d a r r a m a , como planta espontánea. Noticia de las nuevas localidades de la «líeottia Widus-avis». Esta i n t e r e s a n t e orquídea no parecía bien comprobada sino en las m o n t a ñ a s del Norte, en los Pirineos, y especialmente en los catalanes y en otras m o n t a ñ a s de Cataluña, e n t r e ellas Monserrat, donde la h a n recogido m u l t i t u d de botánicos desde los tiempos de Salvador y de P o u r r e t , hasta contemporáneos como Graells y Vayreda. En la e n u m e r a c i ó n del S r . Colmeiro puede verse q u e además se la h a mencionado en otras localidades de la P e n í n s u l a , y siem-