¡Venga tu Reino! ¿Director espiritual o un psicólogo? ¿Cómo se puede discernir? Estimado P. John: Una tristeza profunda y la falta de alegría dominan mi vida desde hace tiempo. La raíz de mi sufrimiento emocional parece girar en torno a mis oraciones, sin respuesta, por un cónyuge y el amor romántico. Ruego al Señor que cambie mi corazón para ser mejor persona, y estoy tratando de corregir mis defectos. Ya no tengo edad para tener un vínculo romántico ni el matrimonio que anhelo (especialmente porque es casi imposible encontrar una pareja que no busque sólo tener sexo). Sé que tengo que olvidarme de mis sueños, y centrarme en servir a los demás, pero mi mente y mi corazón gritan "¡noooo!" Necesito ayuda, pero no sé si acudir a una dirección espiritual o a un psicólogo. ¿Cómo puedo discernir qué debo buscar? ¡Con gratitud y oraciones! La forma en que planteas tu pregunta revela que estás buscando al Señor y tratas de vivir de acuerdo a su voluntad. Es claro que tienes un autoconocimiento profundo y sincero, signo de la presencia del Espíritu Santo en tu vida. La forma en que identificas tus deseos y tus miedos manifiestan tu humildad. Menciono esto a modo de introducción y estímulo: Dios está actuando en tu vida, guiándote y dándote deseos de luz. Estás en muy buenas manos, esto debe darte consuelo espiritual. Una tercera posibilidad Tu pregunta es buena, pero es casi imposible responderla a distancia. Si la dificultad al lidiar con la pesada cruz de la soledad y el desaliento es meramente espiritual, tienes que buscar la dirección espiritual para ayudarte a encontrar la acción de Dios en medio de este sufrimiento. Pero si tiene sus raíces en alguna herida psicológica, tienes que encontrar un buen consejero católico para que te ayude a lidiar con esos problemas ocultos. No puedo decir con seguridad de qué se trata. Tendría que saber mucho más acerca de ti. Pero puedo ofrecerte una tercera posibilidad que puede darte un poco de esperanza y una cierta dirección. Raíz de tu defecto dominante. Por lo general, a medida que crecemos espiritualmente, descubrimos las raíces de nuestro defecto dominante, que suele radicar en algún tipo de orgullo, vanidad o sensualidad que se manifiesta en comportamientos egocéntricos. En las primeras etapas de la vida espiritual, Dios nos mueve a formar buenos hábitos (virtudes) que pueden contrarrestar estas conductas y actitudes egocéntricas. Progresamos mediante la práctica de lo que nuestra tradición llama la vida ascética. Esto es a lo que te refieres cuando dices: "trato de corregir mis defectos." Con el tiempo, cuando a Dios, en su sabiduría, le parece que estamos dispuestos, somos llevados a un nivel o modo diferente de trabajo espiritual. Dios comienza a mostrarnos que la profunda transformación de nuestra alma, lo que necesitamos para poder entrar en una comunión más íntima con Él, tiene que suceder bajo su acción directa. Podemos avanzar por nuestro propio esfuerzo ascético hasta cierto punto, luego llega un momento en el que Dios tiene que trabajar más directamente, cuando Él mismo tiene que tocar y sanar las raíces de nuestro defecto dominante. Los autores espirituales comparan esto a cuando un médico tiene que realizar una cirugía. En la cirugía, el paciente no hace absolutamente nada; tiene que abandonarse por completo en la acción del médico. Cuando esto comienza a suceder en la vida espiritual, es a menudo doloroso, confuso y desorientador - es un giro drástico y alejado del "tratar de frenar nuestras faltas." Conexión entre lo psicológico y lo espiritual. ¿Sabes cuáles son las raíces ordinarias de nuestro defecto dominante? Las heridas emocionales y psicológicas - tendencias y actitudes inconscientes, patrones emocionales que surgen gradualmente a través de los años. Estas experiencias afectan nuestra capacidad de confiar, y la confianza es la esencia de la vida espiritual. Centro de Recursos del Regnum Christi www.missionkits.org recursos@regnumchristi.org ¡Venga tu Reino! Cuando Dios comienza a actuar más directamente en nuestras vidas, nos descubre estas heridas, patrones y necesidades con el fin de ayudarnos a aprender a confiar más en Él. Empezamos a descubrir cosas, sobre nosotros mismos, que no conocíamos. Esto es parte de lo se llama la fase iluminativa de crecimiento espiritual: Dios ilumina las profundidades de nuestra alma con su luz misericordiosa y va sanando los rincones obscuros de nuestra alma. Cuando esto sucede, los puntos de vista de la psicología (buena psicología, en armonía con las verdades filosóficas y teológicas de nuestra fe católica), pueden ser una herramienta útil. Dios puede usarlos para ayudarnos a profundizar en el conocimiento de nosotros mismos, y para darnos nuevas vías a través de las cuales podemos participar para alcanzar un mayor crecimiento espiritual. ¿Ves a dónde quiero llegar? Me parece que es posible que en esta etapa de tu vida espiritual Dios tiene que trabajar más directamente - tus propios esfuerzos no son suficientes para satisfacer los anhelos profundos que Dios está provocando en tu alma. Tu oración comenzará a cambiar. Tus actitudes y tu autoconocimiento tomarán nuevas dimensiones. Tus cruces comenzarán a verse y sentirse diferentes... Todo esto es una realidad espiritual con conexiones psicológicas. Concretando Así que, ¿qué hacer? Te animo a buscar tanto la guía espiritual como un poco de asesoramiento. Si no encuentras un director espiritual, muchas parroquias tienen servicios de consejería pastoral. Puedes reunirte con un consejero pastoral un par de veces - un compromiso o relación de largo plazo no es estrictamente necesario, aunque a veces puede ser útil. También podrías mirar a tu alrededor para buscar a alguien, que sin ser un consejero o director espiritual, podría servirte como una especie de consultor en esta temporada de tu vida. También puedes tratar de encontrar un confesor con el que puedas dialogar sobre tus preocupaciones en el contexto de la confesión. Estás buscando luz para descubrir qué es lo que te impide vivir en la paz de Cristo en la difícil situación en la que te encuentras. Quieres saber cómo aprovechar la fuerza del Espíritu Santo para llevar esta cruz con más amor y alegría, quieres saber qué temores o expectativas no identificadas te inhiben… Estás en esta búsqueda para seguir a Jesús más de cerca. Dios mismo será quien te guíe en tu búsqueda de orientación. Mientras, mantente muy cerca de Él a través de tu oración diaria, una buena lectura espiritual y la vivencia de los deberes de tu estado de vida. Aunque no tienes una relación conyugal, tienes muchas otras relaciones que puedes atender con generosidad, humildad y sencillez. Recuerda que Jesús verdaderamente es capaz de cumplir todos los anhelos más profundos de tu corazón - después de todo, Él los plantó allí, y lo hizo ¡porque quiere que se cumplan! Espero que estas reflexiones te ayuden. Me comprometo a orar por ti. Creo que estás iniciando una nueva etapa en tu vida que puede estar llena de descubrimientos realmente sorprendentes. ¡Dios te bendiga! Adaptación de los artículos del P. Bartunek, L.C. publicado en http://spiritualdirection.com , el 21 y 28 de julio de 2014. «La dirección espiritual también presta atención a los problemas, dificultades y dudas que afectan a cada persona, según sus circunstancias particulares, para brindarle la luz y el apoyo necesarios.» (MMRC n. 402). Somos niños en la vida espiritual: ¡esto no hay que olvidarlo nunca! Vigilar como está mi corazón. Y en tiempo de turbulencia, ir a buscar el refugio bajo el manto de la Santa Madre de Dios. (P. Francisco, 11 de mayo de 2014) ¡Nadie es buen juez en su propia causa! Busca a Cristo, que quiere iluminar tu camino. Centro de Recursos del Regnum Christi www.missionkits.org recursos@regnumchristi.org