El inicio del campeonato de fútbol Estamos en los momentos previos al inicio del campeonato nacional de fútbol y las grandes noticias que se producen tienen que ver con el mercado de futbolistas nacionales y extranjeros, así como de entrenadores y preparadores físicos. Pero también relacionadas al diseño de las camisetas, a los acuerdos con los canales de televisión, al día de presentación del equipo, a la pretemporada y a los partidos de preparación. En ese contexto el hincha no deja de estar presente y de expresarse, tanto en las reuniones familiares, de amigos, de compañeros o de las hinchadas organizadas, así como a través de la “línea caliente” de los medios de comunicación. Allí dan sus opiniones porque se sienten parte del equipo de sus amores. Esta presencia de los hinchas es cada día mayor debido a que se han convertido en actores directos del fútbol actual. No es solamente aquél personaje que acompaña a su equipo el domingo en el estadio, sino que ahora tienen un protagonismo bastante significativo; en tanto masa consumidora de una industria cultural, pero también como un sujeto cada vez más presente en el proceso de producción del fútbol como práctica social total. La interpelación como hincha probablemente sea la única forma de ciudadanía a la que ciertos sectores de la población puedan acceder. Tan es así que el hincha adquiere derechos y deberes en tanto “jugador número 12”: representarse en la directiva, adquirir financiamiento para su organización, contar con recursos para sus desplazamientos, exigir entradas para los partidos y adquirir ciertas prebendas. De esta manera, el hincha está en el estadio y en la televisión, asume su militancia como una forma de vida y, sobre todo, adquiere una voz que construye opinión pública. De allí que en el espectador, seguidor, hincha o fanático se incuba la condición de entrenador, dirigente y jugador, al extremo de sentirse en la capacidad de criticar las contrataciones realizadas por los dirigentes, sentenciar los cambios hechos por el entrenador o denunciar la falta de espíritu de los jugadores. Cada hincha es un dirigente, un entrenador y un jugador; ¡pero en simultáneo y todos a la vez! Como lo dice el Vasco Carlos Goni: “Lo que ocurre en el mundo del fútbol también sucede en otros ámbitos de la vida: llevamos dentro un alcalde, un ministro y un presidente. Y es que nos resulta tan fácil decir cómo deberían actuar otros”. De alguna manera la cualidad de hincha le otorga la condición de este nosotros incluyente, que le otorga el derecho a ser un actor proactivo en la definición de las alineaciones, en el uso de las tácticas y en el señalamiento de los salarios: Y lo más extraordinario de esta actividad del hincha es que no cobra honorarios por estas definiciones, por que la considera un derecho, y en cambio, si paga regularmente por asistir al estadio, lo cual es vista como una obligación. En otras palabras, esa condición incluyente –a partir del pago de la entrada y no del cobro de honorarios- le otorga los derechos y las obligaciones que en otros ámbitos de la vida cotidiana no los tiene. La situación llega al extremo que el manejo de los clubes Ebbsfleet United de Inglaterra, el Happel Kiryat Shalom de Israel y el Keta Sandlanders de Ghana lo deciden directamente los hinchas en un foro virtual. ¿Estamos viviendo la transición del cyberhincha ya ciberdirigente?