336391. . Segunda Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XL, Pág. 1173. SINDICATOS OBREROS. Partiendo del principio de que la unión aumenta la fuerza, una de las primeras preocupaciones de quienes luchan por el mejoramiento de la clase proletaria, ha sido agrupar a todos los trabajadores, para darles mayor poder ante los patrones y mejores oportunidades para ir obteniendo ventajas en los contratos de trabajo. El ideal sería que en cada industria no existiera sino una agrupación obrera, integrada por todos los trabajadores que en ella presten sus servicios, y tendiendo a realizar ese ideal, el derecho industrial ha admitido las "cláusulas de exclusión", en las que fundamentalmente se establecen beneficios y privilegios en favor de las agrupaciones mayoritarias, para obligar a las minoritarias a que se fusionen con ellas, formando una agrupación única que, por su naturaleza, tendrá mayor fuerza en la lucha contra el capital. De esto surge, desde luego, el derecho de los sindicatos mayoritarios para celebrar el contrato colectivo de trabajo, pero tendiendo a pactar el beneficios en su provecho, aunque los mismos no alcancen a las minorías; mas el derecho de las mayorías para pactar el contrato colectivo de trabajo, tiene una excepción, consistente en que, en el propio contrato, no pueden incluirse estipulaciones que perjudiquen los derechos ya adquiridos por los obreros que integren los grupos minoritarios, antes de celebrarse el contrato colectivo de trabajo; de modo que la "cláusula de exclusión", que constituye una taxativa al libre derecho de contratar de los patronos, sólo puede surtir efectos contra los obreros completamente ajenos a la empresa, en el momento de celebrase el contrato de trabajo, pues de aplicarse a los sindicatos minoritarios formados por algunos trabajadores de la empresa, se darían al contrato efectos retroactivos, con perjuicios de derechos adquiridos ya, y la "cláusula de exclusión" es una ventaja privada del sindicato contratante, respecto de los demás obreros que trabajan en una misma empresa; por esto el artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo, que aceptó como lícitas las cláusulas de exclusión, dejó establecido que las mismas no podrán aplicarse en perjuicio de los trabajadores, que no formaran parte del sindicato contratante y ya prestaran sus servicios a la empresa, en el momento de celebrarse el contrato. Aplicando las teorías anteriores, se viene a la conclusión de que el artículo 210 del contrato colectivo del trabajo, celebrando entre los Ferrocarriles Nacionales de México y la Alianza de Ferrocarrileros de Mexicanos, en el que se estipula que la vacantes y puestos de nueva creación, deben ser cubiertos por elementos pertenecientes a la alianza y respetarse el escalafón sólo cuando se trata de vacantes y no cuando los puestos fueren interinos o de nueva creación, violan los derechos adquiridos por las agrupaciones minoritarias de los Ferrocarriles, y que el artículo 2o., transitorio, del propio contrato, en el que se estipula que en los casos de supresión de personal, deberán salir del servicio, preferentemente, los empleados no agremiados, encierra un privilegio que ni siquiera reúne los caracteres de una cláusula de exclusión, puesto que manda separar a los no agremiados, sin tener en cuenta los derechos que les diere el escalafón. Amparo administrativo en revisión 588/31. Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos. 7 de febrero de 1934. Mayoría de tres votos. Disidentes: José López Lira y Arturo Cisneros Canto. Relator: Luis M. Calderón. -1-