Entusiasmo, humildad y perseverancia

Anuncio
Opinión
© El Periódico de Aragón. Todos los derechos reservados.
Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.
6
SÁBADO
7 DE FEBRERO DEL 2015
Opinión
Tercera página
El mirador
Entusiasmo, humildad y perseverancia
CARMEN
La política debe volver a ser el arte de hacer posible lo que es necesario y bueno para la gente
PEDRO
Arrojo*
aminando en la gran
manifestación de Podemos en Madrid, me
impresionó y emocionó esa ola de ilusión y de entusiasmo, que va más allá del
número de participantes, igualmente impresionante. La escenografía de esa Puerta del Sol, literalmente abarrotada y desbordada, conectaba significativamente
con la realidad de Podemos con
el espíritu que nació en esa misma plaza con el 15-M. El fin de
semana se certificó en la calle
que Podemos ha conseguido llevar a la arena política el fundado
cabreo del 15-M y la protesta cargada de razón de las mareas, devolviendo a muchos de jóvenes,
y no tan jóvenes, la esperanza en
la democracia. Una buena noticia para el futuro de nuestra sufrida y apaleada democracia,
que sin embargo preocupa en
ámbitos del PP, del PSOE e incluso entre quienes mueven el poder real desde el entramado del
sistema financiero. Y es que, en
efecto, empieza a haber significativos indicios de que el miedo
puede estar cambiando de lado.
Podemos ha entendido el momento y sus claves, transformando la energía de la indignación
social en entusiasmo y esperanza democráticos. Recuperar el
C
poder de las urnas, frente al totalitarismo del dinero y la tiranía
del sistema financiero; confrontar, sin concesiones, los paraísos
fiscales como punta visible de
ese iceberg negro que es el alma
de un sistema presidido por la
codicia y la corrupción; recuperar la primacía de los derechos
humanos y ciudadanos sobre la
lógica implacable del mercado;
priorizar la sostenibilidad de la
vida, la dignidad de las personas,
la igualdad en diferencia entre
hombres y mujeres, el apoyo solidario a los más débiles, por encima del derecho de bancos y
fondos buitre a sus intereses especulativos..., son algunas de
esas claves, que Pablo Iglesias ha
sabido lanzar, con convicción y
capacidad de comunicación, a la
arena política.
Grecia ha marcado el camino
al apoyar mayoritariamente esa
opción socialdemócrata regenerada, y al tiempo revolucionaria,
que ha propuesto Syriza. Y es
que hoy, retomar las claves de la
socialdemocracia para confrontar el poder del sistema financiero, equivale a cuestionar ese sistema seudodemocrático, en el
que el dinero está por encima
del interés general, y en el que
los millones de euros de los bancos priman sobre los millones de
votos de la ciudadanía... Pero al
tiempo que nos esperanzamos
con Grecia, aunque nos duela
ese gobierno de todo hombres,
conviene observar Portugal, donde la división entre socialistas,
comunistas y anticapitalistas
mantienen un electorado tan indignado como dividido, que a lo
sumo espera una triste mayoría
relativa de los socialistas. O Francia, donde las disputas entre socialistas, comunistas, anticapitalista y verdes, abren el camino al
Frente Nacional.
Afortunadamente, al tiempo
que en Grecia la gente ha impuesto, de facto, una convergencia de izquierdas que hace temblar la Europa de los banqueros,
en la Puerta del Sol, lemas como
el de«griegos, hermanos, ya llegamos», anuncian una marea democrática mediterránea que empieza a preocupar a las burocracias de Bruselas y a ilusionar a
muchas gentes del continente.
Es interesante constatar la de-
Grecia ha marcado el
camino al apoyar esa
opción socialdemócrata
regenerada y, al tiempo,
revolucionaria
sazón de políticos de alcurnia y
tertulianos, insistiendo en la obviedad de que España y Grecia
son diferentes, sin querer entender que el cabreo, hable griego,
castellano, italiano o portugués
es común. Por otro lado, si en su
día se increpó a los jóvenes del
15-M y a las mareas, confrontadas a desahucios y privatizaciones –sanidad, enseñanza,
agua...– , por no tener el valor de
presentarse a las elecciones, ¿como se puede acusar hoy a Pode-
mos de demagogia por llevar a
la arena electoral las reivindicaciones de estos movimientos?
Cuando las pretendidas soluciones de la troika, y de sus portavoces nacionales en gobierno y
oposición, han demostrado su
ineficacia y su brutal carga de injusticia e inmoralidad, no se
puede acusar a Podemos de falta
de alternativas concretas... Desde
los movimientos sociales hace ya
mucho tiempo que se vienen
madurando y proponiendo soluciones concretas. Otra cosa es
que desde el poder se dictamine
que no son realistas porque cuestionan sus privilegios.
La política debe volver a ser el
arte de hacer posible lo que es
necesario y bueno para la gente.
Pero para conseguirlo, Podemos
debe ser capaz de engarzar entusiasmo, humildad y perseverancia. Porque la lucha será larga y
dura, tanto si se ganan las elecciones de este año, como si no...
Y porque se necesitará el apoyo,
la inteligencia y la participación
de mucha gente que no está en
Podemos y que en muchos casos
ni siquiera se reconoce de izquierdas. Estamos ante el reto de
conformar una nueva mayoría
democrática que, desde las esencias solidarias y emancipadoras
de la izquierda, desborde la discusión, pretendidamente
ideológica, izquierda-derecha,
para abrir el espacio de un nuevo concepto de ciudadanía y de
democracia. H*Profesor Emérito
del Dpto. de Análisis Económico de la
Univ. de Zaragoza
El artículo
Piropos
MARGARITA
Barbáchano*
on la ola de frío que
nos invade estos días
no apetece hablar de
la troika, ni comentar
los vaivenes políticos que agitan
a los partidos en busca de un
desquiciante protagonismo bajo
los focos. Apetece hablar de algo
tan banal como el piropo. Palabra que seguramente a los más
jóvenes les suene a chino.
Hace unos días este periódico
publicaba un curioso reportaje
sobre el tema que me llamó la
atención. En síntesis, informaba
que el Observatorio de Violencia
Doméstica y de Género, y la
señora que lo dirige ahora,
querían erradicar el piropo de
C
nuestras calles «porque son una
invasión a la intimidad de la
mujer que atenta contra la igualdad». Sorprendida por semejante
declaración pensé si este centro
no tendrá asuntos más importantes en los que ocuparse y justificar de forma inteligente el
sueldo que ganan. Por ejemplo:
las graves situaciones de acoso,
violencia machista, palizas, asesinatos, maltratos a los hijos, la
deficiente educación que reciben los adolescentes con los programas de telebasura todavía reinantes en las cadenas, y sin ir
más lejos la erradicación del PP
de la asignatura Educación para
la Ciudadanía donde sí se trataba la educación en igualdad y
contra el machismo. No creo yo,
ni muchas personas con dos dedos de frente, que los piropos
sean la causa de semejantes tropelías. Máxime cuando por desgracia algo tan halagador lleva
años pasado de moda.
Es la consecuencia de sacar las
cosas de quicio y distraer a la población con bobadas. Soy de la
opinión de que «dirigir alabanzas o requiebros a alguien; particularmente, cumplidos o requiebros dirigidos a una mujer», como dicta el diccionario sobre el
significado de piropo, es algo
bueno y agradable de escuchar.
«¡Me encantan los piropos!» dejó
caer el otro día Carmen Posadas
en la presentación de la última
novela de Juan Bolea. A mí también me gustan los piropos, y es
una pena que ya no se escuchen
ni por la calle ni por ningún lado. Como si los hombres y las
mujeres estuviéramos en guerra,
en competición permanente para demostrar quien puede más.
Resulta agotador.
Reivindico desde esta columna la frescura del piropo. Del piropo bien dicho, como cumplido
y reconocimiento a los valores
físicos o morales del ser humano. Sea hombre o mujer; por supuesto. Los piropos son espontáneos, sinceros, suben la
moral del emisor y del receptor,
dan alegría y despiertan una
sonrisa etérea en el ambiente
gris del austericidio que nos han
impuesto para convertirnos en
autómatas tristes y reprimidos. Y
como es palabra que procede del
griego pyropós (piedra preciosa)
me sirve de excusa para piropear
al ministro de finanzas griego,
Varoufakis, por poner en jaque
mate a los servidores del BCE, al
FMI y UE en esa gira maratoniana alentada por el héroe ateniense Alexis Tsipras y su alentadora
sonrisa, que nos ilumina a los
habitantes de los reinos del sur,
desconcertados y esperanzados.
¡Viva la madre que te parió!,
sería un buen piropo para unos
jóvenes políticos que ganen o
pierdan se la juegan por su pueblo. H
*Periodista y escritora
Pérez
Ramírez*
Fundación
La Caixa...
n el 2014 pasó a llamarse Fundación
Bancaria la Caixa,
por eso de las exigencias impuestas por la Ley de
Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias. Una historia
llena de programas sociales y
culturales dignos de los grandes mecenas anglosajones, algo muy habitual en Estados
Unidos porque las reducciones fiscales, a parte de la filantrópica afición de la que
hacen gala, son sustanciales.
Los centros culturales de CaixaForum están dedicados a
las bellas artes y son puntos
de referencia cultural. La expansión de su política ha llegado a muchas capitales de
provincia con exposiciones
importantes. La Lonja de Zaragoza, durante décadas, se
benefició de estas exposiciones como la de Paisajes Nórdicos, con autores de la talla de:
Rubens, Brueghel o Lorena .
También hubo otras como El
Pensador y los Burgueses de Ca-
E
Hemos de asumir que
la cultura cuesta, igual
que compramos
entradas para el cine
lais de Rodin frente a la Basílica del Pilar. En la nueva CaixaForum de nuestra ciudad
se están exhibiendo obras del
Museo del Prado entre los siglos XVI y XIX, acompañada
de actividades paralelas como
conferencias y visitas comentadas, pero verla cuesta unos
cuantos euros, un inconveniente quizá, para la inmensa
mayoría de ciudadanos que
están acostumbrados a la gratuidad de las Cajas aragonesas. Los centros de CaixaForum, en un año, recibieron
casi dos millones y medio de
visitantes, por lo que la recaudación no es baladí. La cultura cuesta y hemos de asumirlo, igual que entendemos que
compramos entradas para el
cine o para un concierto. Las
artes plásticas y sus protagonistas, los artistas, también
tienen costumbre de comer
todos los días, y si queremos
seguir viendo nuevas obras de
arte dentro de dos siglos, tendremos que apoyar, también,
el arte actual, el que ahora se
construye. H*Pintora y profesora
Descargar