Siglo nuevo sexualidad Piropos: ¿halagos o insultos? En México los piropos hacia las mujeres son cosa de todos los días, pues abundan los hombres que no titubean en recorrerlas con la mirada, lanzarles sin pudor frases ingeniosas o comentarios y simples silbidos. Para el común de las féminas esta acción, lejos de agradar, fastidia y produce rechazo. Por: Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya Foto: Archivo Siglo Nuevo Sn S n • 17 Siglo nuevo C ada uno de nosotros puede llegar a convertirse en el objeto del deseo de otro. En nuestra cultura el acto de piropear -exaltar alguna cualidad o atributo físico de una persona- es muy común y aparentemente está compenetrado en la sociedad. Sin embargo incontables mujeres Si no existe una mutua cercanía entonces cualquier observación, por fina que sea, suena a invasión territorial, a imposición. Hecho de esta forma no es alabanza sino ofensa se quejan de dicha conducta masculina, especificando que lejos de sentirse halagadas por los comentarios que reciben al ir pasando por la calle o entrar a un lugar, se sienten insultadas, pisoteadas, transformadas en depositarias de inten- ciones malsanas, cosa que no buscan voluntariamente -sin totalizar, pues bien puede haber excepciones. Dentro de lo que se denomina etiqueta sexual se incluye que el varón debe ser atinado y oportuno, y no convertirse en un patán ofendiendo a las féminas que encuentre a su paso en cada rincón del planeta. Un buen piropo puede ser válido y bienvenido, siempre y cuando sea hecho en el contexto adecuado, pues de lo contrario es más bien una agresión. INSPIRADORES DE RECHAZO ¿De quién sí se aceptan los piropos? De aquél que reúne la condición de ser apreciado, querido o reconocido. Los primeros halagos hacia nuestra persona provinieron de nuestros padres al alabarnos por nuestra apariencia física, metas alcanzadas o modo de pensar y actuar. Los elogios de la infancia reunieron e integraron al ‘yo ideal’ que nuestros padres ansiaban formar. Sus palabras eran una guía para conducirnos por el camino del bien saber y mejor actuar. Así, sus cumplidos eran un alimento al espíritu y por ello las adulaciones provenientes de los seres amados se valoran inmensamente, mas no así los comentarios fuera de contexto, o los soeces, dizque brillantes por su doble sentido, que insultan y maltratan a quien es objeto de ellos. 18 • S Sn n Siglo nuevo La condición primera para dama que no anda buscando provocarles enojo o confusión, un piropo de un desconocido, que un piropo sea bienvenido esas ‘flores’. Para ella es sin lu- dichos sentimientos se rever- aquellos que le son obsequiaes que se emita como resul- gar a dudas una molestia, un tirán en una conducta similar dos en su vida de pareja cumtado de una buena comuni- estorbo, e incluso se le vuelve a la de su progenitor. plen un propósito importante: cación entre dos individuos, un problema pasar por el sitio De las primeras experien- ser el constante recordatorio pues evidencia el cuidado en en donde la piropean. Lejos de cias y la observación de la con- del deseo y el amor que le une el trato mutuo, la aspiración gustarle lo que escucha, pen- ducta de los hombres adultos con su ‘otra mitad’. a elevar el valor individual sará cómo evitarse la desagra- al acosar a las mujeres, presioLos amantes que cotidiay propiciar la empatía entre dable incomodidad de ver y nándolas con miradas impru- namente se retroalimentan quien lo dice y quien lo recibe. oír al ‘galán’. dentes, agresiones verbales con comentarios positivos enSi no existe una mutua cercadisfrazadas de piropos, surge tre sí mantienen viva la flama nía entonces cualquier obserla tendencia machista de so- del erotismo. vación, por fina que sea, suena APRENDIENDO meter a la fémina a consentir El elogio es esencial dentro a invasión territorial, a impo- A SER UN MACHO sus apetitos lúbricos o de lo del entorno amoroso, por ello sición. Hecho de esta forma no Las parejas que tienen hijos contrario arrebatar, robar un el varón no debe escatimar en es alabanza sino ofensa. deben recordar que éstos les beso, o pisotear la voluntad ningún momento al validar en Si le pisan un pie con la observan y de la enseñanza femenina. voz alta las cualidades de su punta del zapato en vez de que den con sus acciones hanovia o esposa. con el zapato entero, ¿deja de cia ellos como padres y entre No dé por sentado que ella ser pisotón? Lo mismo ocurre sí como amantes, crearán sus ELOGIANDO A LA MUJER sabe que usted la quiere y la con la frase, silbido, suspiro modelos a repetir en el futu- Al contrario del rechazo que desea, hágaselo saber. o expresión dirigidos hacia la ro. Aunque de infantes pueda le provoca a una mujer recibir El cumplido del compañeSn • 19 ro es anhelado y valorado por la fémina. SEA OPORTUNO Un piropo hecho de manera oportuna y sincera elevará el tono afectivo y optimizará la comunión interior. Saberse amada y sentirse deseada son dos requisitos para que la mujer dé pie al encuentro erótico. Toda relación íntima se basa en la comunicación verbal, gestual y corporal que se da entre los cónyuges. Así, los halagos son el anuncio del placer anticipado, encienden los ánimos y favorecen la excitación. Es necesario remarcar que los piropos entre dos personas que se aman abarcan también expresiones como: “Me gustas”, “quiero tenerte siempre cerca de mí”; o recordando al inolvidable Barry White: “Eres mi única, mi todo”. Aquellos hombres que se precien de ser buenos amantes necesitarán tener siempre palabras sinceras de reconocimiento a las virtudes físicas, emocionales y espirituales de su ‘otra mitad’, si es que quieren que cada minuto compartido refleje nuevas y excitantes emociones. Si usted tiene pareja no escatime en tiempo y dedicación para esa dama que comparte su lecho. En gran parte de eso dependerá que su relación sea capaz de enfrentar los vendavales de la existencia. Y si aspira a atraer la atención de una mujer que no conoce, asegúrese de que ésta sea positiva y no molesta; guarde los elogios para cuando ya exista entre usted y ella algún tipo de diálogo, de tal forma que sus frases -siempre bien pensadas, nunca vulgares- sean recibidas con agrado y no con disgusto. § www.sexologosilvestrefaya. com