UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA "MIGUEL ALEMÁN V." Perforación Uterina por Legrado Instrumental. -COMPLICACIONES- TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE MEDICO CIRUJANO PRESENTA RODOLFO BECERRA CADENA ERACRUZ, VER, 19 UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA "MIGUEL ALEMÁN V." Perforación Uterina por Legrado Instrumental. - COMPLICACIONES- TESIS QUE PARA OBTENER El- TITULO DE MEDICO CIRUJANO PRESENTA RODOLFO BECERRA CADENA Con profundo sgradecijsier.to A KIS PADRES, por el ir.mor.^0 apoj'o y confianza cue en mí depositeron, para que sus e£ fuerzos y s a c r i f i c i o s , no fueran en vano. Dr. Gilberto Aeuilar SanchoKJ Gracias por BU ooli>.borucian para l a r e a l i z a c i ó n de este trobajo. 5267 BICS 1 U L E a A te, PAG. X!TiRG©SCCIOH CAPISOLO I.- S^-4í*íS^¿$X13-Ai*-&S* » • ~ * * * * * % * * * * * * * * * * * * * * * * * i CAPITOIO II.- ASPKCfDS HISS0RI005»».......*......,.».., CAPISOLO III, APARATO si2íitAL PLKBWIBO ASATOCIA ¥ FISIOLOGÍA»...,,.,.........,., CAPI3IL© I¥«- DESVIACIONES f^RISAS.«•*•«.***««.< CÁPISOL© ¥.- HtAMSIl OIHSCOIOOXCO ......... CAPICULO ¥X.- iiDicACioicís CAPICULO ¥ii.- 6 ! * .* * * * 9 i ************** * * TAHA LEGRADO B E HATRIS. ¥1.1)- Indicaciones diagnosticas. ¥!.£)VI»3)— Indicaciones terapéuticas» Indicaciones Obstetricas» * * * * * * * IQ JL •*-• 2KCSICA PASA LEGRADO BE LA MATRIZ...... ! * * * * * * * i ? ¥11.1)— Asistencia posoperatoria, CAWfOLO ¥ 1 1 1 , - LEGRADO POR ASPIRACXOW. »..,...*»......,,»»,.,..*. 22 CAPIfüIO I X . - COMPLICACIONES BEL LEGRADO UTERIHO.,,....,.,...» 24 GAS-I10L0 X.- IX,!)- Retención plaoentaria» IX.2)- Complicaciones infecciosas* IX» 3)- Coaplicaciones tnoíssá ticas» LA PERFORACIÓN UTERINA CCtSÜ COMPLICACIÓN BEL LEGRAUO INSTRUMENTAL.., ......... ••••••»»,••• 28 X.l)- Complicaciones inmediatas X.2)- Complicacionco tardías. CAPITULO X I . - CONSIDERACIONES DIAGNOSTICAS DE PERFORACIÓN UTERINA CAPITULO XII — 32 XI.1)- Uso de laparoscopía. TRATAMIENTO DE LA PERFORACIÓN UTERINA XII.1)- Tratamiento Médico. XII.2)- Tratamiento ^uirúrrico. 31 PAG. XII.3)- Histcrcctomía. (...xITULO XIII.- PRüVmCION M LA PTJIFORACION UThRINA 38 XIII. 1 ) - Ffictore3 dentro del control médico. XIII.2)- Factores fuera del control médico. CAPITULO XIV.- RESULTADOS Y COMENTARIOS Al CONCLUSIONES 43 BIBLIOGRAFÍA. * V I N T R O D U C C I Ó N . El legrado uterino por dilatación y raspado ha sido y sigue considerándosele una de las operaciones ginecológicas más frecuentes, y aún dada actualmente la diversidad do causas por las que se indica, se le sigue asociando al aborto en cualquie_ ra de sus variedades, ya que es el motivo más común por el que se realiza. (8) A pesar de su sencillez no está exento de pcli gros, pues se practica en la obscuridad del interior del útero y su complicación más seria es la perforación uterina.(30) En 1978 en el Centro de Salud Sexual y Reproductivo de •— New York, se efectuó un estudio para determinar las causas de perforación. Se confirmaron 24 porforacionos uterinas en 3° niH abortos (0.8 x 1000), resultado favorable comparado oon otros reportes como el de Courthcy de 15 perforaciones por mil abortos, o el reportado por King's Country Hospital de 2 por mil. La causa mas importante por la que ocurrió perforación — fue falta de entrenamiento del módico y por posiciones anormales del útero, (l) En 1958 los hermanos Y/u y Wu introdujeron en China el legrado uterino por succión, y es el mótodo de elección en Europa y los EE.UU, aunque en México ha tenido poca aceptación.(29) A pesar de que el Legrado por nepiración ha ganado popula ridad en muchos palees actualmente, el mótodo clásico que so ha consagrado por el tiempo para evacuar los productos de la concepción durante las 12 primeras semanas del embarazo, ha — consistido en la tóenica de legrado uterino por Dilatación y Raspado. (13) I CAPITULO I GKNKRÁLIDADKS. La perforación uterina por logrado instrumental, oo un accidente causado por ol >¿e'dico al moacnto do realizar esta opera ción, y que puede ser detectada en el momento de provocarla o pasar desapercibida, según la pericia del cirujano. Esta complicación en oí, consisto en la lesión única o mú]^ tiple causada cobre la pared uterina y que puede incluso Hogar a provocar lesión a órganos intraabdomitialco, generalmente i n — testino yraesentério,así como de vasos importantes como la arteria uterina (11). Básicamente la causa ctiológica do la poríoración uterina, son los diversos instrumentos empleados durante el legrado instrumental como son dilntadores, hÍ3terómctro, cucharillas; (1) (14); pero los motivos por los que oo indica ol legrado puodon ser: - Indicaciones diagnósticas: Como por Ejora. sospocha do neo, plasia para investigación hiotopatológica. - Indicaciones terapéuticas; Como on la oxtirpación do poli po3 o en el tratamiento do la hemorragia uterina diofuncional, - Indicaciones Obstétricas: Kl motivo más frocuonto os el aborto, ya soa provocado, terapéutico, incompleto o no'ptico.0.9) El mdtodo utilizado genoralmonto on nuostro modio pnra — realizar el legrado es ol do dilatación y raspudo; ol mótodo do succión no tuvo aceptación general como sucedió en paíoos como loe EE. Uü. La sintomatología oo muy variada, dependiendo do las condiciones en que se dé éste evento. En los abortos provocados efectuados en malas condiciones de asepsia, la perforación dará síntomas específicos do peritonitis gonomlizoda, y en c a sos do lesión a vasos de grueso calibro, oxiotlra síndromo do hemorragia interna tan luego la paciento so recupore do lo - anestesia. Otras veces los síntomas son atípleos; simple dofonna localizada supranúbica o cuadro de shok que predomina sobro loo signos locales. (19) 2 Por último existen perforaciones que pasan desapercibidas para el operador y que inclusive no dan ninguna sintoraatología, lo que explica la aparición de algunas roturas uterinas durante el trabajo de parto en ocasiones ulteriores. (19) Puedo diagnosticarse perforación uterina cuando cualquiera de los instrumentos utilizados 3e introduce mas allá do la itud de la cavidad uterina marcada por el histerómctro{28) Si no se diagnostica la perforación al raoraento, los signos de irritación pcritoncal posteriormente pueden ser evocado, res. (14). La radiografía simple de abdomen, el ultrasonido y la laparoscopia,se utilizan para confirmar esta complicación. (5) (22) (23). Si al producirse la perforación lo advierte inmediatamente el que opera, entonces el accidente no reclama de momento laparotomía, y la actitud del módico oerá conservadora, siem— pre y cuando se den las condiciones nccooariaa de asepsia, que el cirujano retire inmediatamente el instrumento, y que el úte. ro se haya vaciado totalmente. Por el contrario se procederá a la laparotomía cuando no 3e den las "condiciones antorioros» En casos de perforación discutible lo mejor es explorar el abdomen para decidir la conducta a seguir: sutura uterina o histerectomía, outura intestinal o resección. (19). La antibi£ ticoterapia se instalará en todos los casOo. (10). La frocuencia con que ocurre esta complicación es bastante variable, ya que va desde un 0.4 x mil a 15 por mil. (14) El porcentaje de mortalidad es importante, ya que fluctúa de 11 a 82 # . (5) Se considera que el choque 3Óptico os la — causa de muerto mis frecuento. 3 CAPITULO 33 ASPECTOS HISTÓRICOS Siendo el aborto criminal una de las causa a más comunes por la que se practica Logrado Instrumental, hablarcmoe someramente de su Historia unida a loe t»uebloc, cus ideas roligio sas, morales y jurídicas do cada época. En los pueblos primitivos, cuando I03 hijos oran considerados propiedad de los padres, éstos tenír-n derecho sobre ]» vida y muerte de los hijos, por lo que u.'s que abortos se prac_ ticaban infanticidios. En Egipto 30 consideraba la concepción como misterio di vino, por lo que si la mujer delinquía estando embarazada, 00 suspendía el cumplimiento de la sentencia. Entre loo Hebreos so estipulé; " Si alguien riíioro o ni riere a una mujer embarazada y ó"sta abortase, sería castigado coníonrr lo juzgasen los arbitros". Si la mujer murioro so c£ tablecía la ley del Talión contra ol provocador del aborto. (Ojo por ojo, diente por diente). L03 Griegos poseían leyes avanzadas sobro práctica abor tiva, ya que entre ellos el aborto era impuno. En Roma hubo época en que ce consideró" al foto como par te integrante del cuerpo de la madre, por lo que iota diaponís. a su libre albodrío del producto sin tener el mué levo caótico. Durante la Edad Media la religión empieza a caotignr con dureza el aborto criminal, al grado de hacer perecer a la m u jer que se hacía abortAr, o bien BU lo enterraba viva. Después el Derecho Canónico hace un distingo tomado de la Biblia: "Es preciso tener en cuenta cierto tiempo después de la concepción para que el semen llegado al útoro se formase como cuerpo para recibir el alma, convirtiéndose en cuerpo ani mado". Antes de cumplir ésto tiempo, la expulsión del producto de la concepción no merecía sanción, pero una vez que hnbía — "Corpus Formatum" se castigaba la expulsión con tunta severidad como si se tratasa de un homicidio. 4 Bd Francia no se estableció ningún distinco, castigándose la interrupción del embarazo en cualquier momento de la preñez. Enrique II y Luis XV establecieron como castiGO la pena de muerte; Posterior a esta terrible pena, hubo un movimiento humanista, el Juez de Peronne, ¡úonsiaur de Spiral, empieza a fundamentar no solo la disminución de la pena, sino la impunidad del aborto en interés do la familia . Porest robusteció e£ too fundamentos y exigió el derecho de que la mujer pueda dioponer de su propio cuerpo, argumentaciones que dieron lugar a que Médicos, Sociólogos, y Juristas so ocuparan ampliamente udel asunto. Algunos de acuerdo con Stuart Mili dijeron, "Llegará & oía en que se comprobara que le verdadera inmoralidad consiste en tener hijos que nó puedan alimatarse y educarso conveniente^ oeat*. En nuestra ópoca ha habido maíces como Rusia que barrieron por completo de sus códigos toda penalidad para el aborto criminal; Sin embargo, posteriormente han vuelto a reconsiderarlo y a castigarlo. Por lo que correspondo a nuestro País, el Código Penal lo sanciona en el Distrito y Territorio Federales. (9) Los Métodos empleados para el vaciamiento del útero han variado según la ópoca, y así tenemos que desde loe tiempos mA antiguos se ha utilizado la ingestión de substancias tóxicas y la introducción de objetos extraños dentro de la cavidad uto_ riña para provocar el aborto. La inducción de contracciones uterinas por mótodoo mecánicos extraamnióticoa como bujías, metreurínteres o inyecciones extraovulares, son métodos desarrollados en Alemania a media, dos de Siglo pasado (Colpeurínter-C.Braun-1851 } MetreurínterChampetier-de Hives-1838 ; Instilation Hivanol-Cohon-1846). En 1934 Aburel comunicó por primera voz la provocación efectiva do contracciones uterinas con la inyección intraamnió tica de una oolución de Cloruro Sódico al 3 # . Reaultadoo cqui, parablee tuvo Bocro en 1935 con la utilización do formalina 40-/.. 5 21 método introamniótico se empicó mucho en Japón duran te la segunda guerra mundial, pero a causa del númoro relativa mente grande de reacciones secundarias por las molas condiciones sociales en I03 años de poat-guerra este método so abandonó-, si bien se sigue empleando con frecuoncia en otros paíoco como Rumania y Estados Unidos. La aspiración por vacío del útero grávido fue cfoctuada por primera vez por Eykov en 1927. Después Lorinoz y Novnk dca_ cribieron el aparato eléctrico para ocniración intrauterina do la matriz no grávida con el propósito de obtener biopuinn endo metrialcs. En 1958 Víu-Juan-Tai y V/u Hcoin Chen, en China doscubric, ron la aspiración por anarato eléctrico do vacío del útero prA vido, y el método pronto fue introducido por Melles on Rusia on 1961, y en los países do Europa Oriental ñor Chalupa y Vojta. El primer grupo informado en Estados Unidos de Norteamérica — fue el de Kerslake y Cascy,ouicnos en 1967 analizaron 70 casos de aborto practicado por aspiración por vacío, doducion^o quo el método era adecuado y atraumé.tico para aborto. Eundandoco en sus resultados, propusieron que la aciiración por vacío - substituyera al procedimiento acostumbrado do dilatación y rnri pado para aborto terapéutico en el primor triraostro do gosta— ción. A pesar de que el legrado por uepirución sogún la propo sición de Kerslake y Casoy logró substituir al método trodicio^ nal de dilatación y raspado on muchoo países, on Uóxico no fuo el entusiasmo lo suficiente como para habor podido desplazar el procedimiento clasico, hiendo éote el que so continúa practicando. (13) (15) (29) • 6 CAPITULO III APARATO GENITAL PK?GNINO. A:;ATC:.:IA Y FISIOLOGÍA. El conocimiento del aparato cenital femenino es de suma importancia, ya que su ignorancia es muchas veces la quo deter nina las complicaciones de la cirugía Gineco-0b3tétrica. El aparato genital femenino es pelvi-perineal, pues está constituido por árganos pélvicos y pcrinealcs. Los órgano3 pélvicos son: El útero, las dos trompas y — los dos ovariou. Los órganos perinéales están constituidos por la vulva y un órgano pelviperineal: la vagina. LA VAGINA: Es el conducto que va del cuello utorino a la vulva, su anatomía es determinante, ya que permite la exploración del aparato genital femenino ya sea por tacto vaginal, ya sea por la colocación de un espóculo; constituyendo adornos el acceso de elección quirúrgica por la vía baja. La vagina os un conducto cilindrico que mide 10 cm. de — largo aproximadamcnto por 4 era. de ancho, con paredoo dispueotas en pliegues transversales más mateadas en la mujor joven y en la nulípara. La extremidad superior forma la cúpula vaginal que se inserta en el cuello uterino formando los fondoa do caco vaginales. La pared anterior de la vagina os muy sensible al dolor, lo que se tendrá en cuenta al examen ginecológico para evitar molestias a la paciente. La acidoz do la vagina se debe a la presencia del ácido láctico racómico, procedente do la descomposición del glucógeno por el Bacilo de Do'&erling, único ele— monto de la flora vaginal normal. LA VULVA: Se denomina vulva al conjunto de loo órganos genitales externos de la mujer. La vulva comprende una depresión antero-^ostorior, el — vestívulo, en el fondo del cual se abren leí uretra y la vuginaEl vestíbulo so halla limitado a cada lado por dos ropliegueo cutáneos yuxtapuestos; los labios mayores hacia afuera y los labios menores por dentro. 7 Por arriba de la vulva oo encuentra un aparato cróctil, formado por el clítoris y loo bulbos valvares. TRmbi¿n existen unas glándulas anejas: las glándulas vestibulares o glándulas de Bartholín y las glándulas de Skono. EL UTBRO: Ss un órgano cavitario musculoso, que tiene forma triangular con vírtico inferior. El eje longitudinal vite, riño se inclina sobro la vagina en ángulo abierto hncia adelt-.u te, en antcve'rsión (100° - 120°). Sus dimensionen wrían con la edad y la paridad. En promedio tiene 7-3 cm. do altura por 4-5 cm. de ancho en el cuerpo y de 2.5 cm. en el cuello. La pared uterina tiene un grosor de 2-3 cm. y oo compone do tres capas: - Serosa externa: oe encuentra adosada al peritoneo ol - cual no recubro todo el útero. Muscular media o miometrio: la cu.'0. a nivel del cuorpo está formada por tres capas de fibrno niuoculuroo; una ox terna compuesta do fibras longitudipiles y circulares; una media, gruesa, llamada ploxiformo, puct, o ota formada por fibras entrecruzadas, capa que contiene loo varoo; y una.interna donde predominan las fibrao circularoo. A nivel del cuello, está formada por don capas do fibras longitudinales que rodean una media do fibrao circularos* - Mucosa interna: llamada endomotrio, co la túnica muconn que recubre la cavidad uterina y ticno por finalidad pormltir la nidacion del huevo fecundado; oi c*sta no ticno lugar, ol on. domotrio se elimina por la menstruación. CUELLO UTERINO: El cuello uterino pono en comunicación la cavidad uterina con la cavidad vaginal, obscrvánclooo en su porción intravaginal llamada hocico de tonca, el orificio o x — temo cuyo aspecto difiere do acuerdo con la paridad do la mujer. En la nulípara es circular y regular; en la multípara oo alarga transversalmcnte y es tanto más blnndo o irregular. LOS OVARIOS: Son glándulas pareo y oimotricno, poocen — una doble función: por una parte endocrina y por otra ovulatoria, no durando óota última xas que el ticríodo do actividad go_ nital de la mujer. 8 Su3 dimensiones en termino medio son: 3.5 cm. de altura, 2 cm. de encho y 1 cm. do grosor. El ovario no está re cubierto por el peritoneo más que a nivel del hilio. La detención del peritoneo a este nivel, for mando el bordo ovárico del tr.e3oovc.rio, es denominada línea do Parre'. SI ovario se relaciona al útero por el ligamento uteroovárico, y con la trompa por el ligamento tuboovorico. TROMPAS UTERINAS: Hacen comunicar la cavidad uterina — con la abdominal, llanadas también trompas de Palopió, son — conductos pares que tienen una longitud de 10 a 1? cm. aproxi, madamentc. Su función consinte en permitir el paso del óvulo maduro procedente del ovario, el cual es fecundado gcneralmcn te en el tercio medio de la trompa, para luego implantarse en el endometrio para su decarrollo. RELACIONAS PPL ÚTERO I El útero osta dispuesto por dotrás y encima de la vejiga y por delante del recto. La parte póote_ ro superior esta cubierta por el peritoneo relacionándose por arriba con las asas de intestino dejado y colon iliopólvioo. A los lados se localizan loo ligamentos anchoo y laa ar terias uterinas de las cuales se irriga. (17) El útero en unn mujer gestante, sufre cambios y modificaciones propios de cu estructura como com aumonto del volumen debido al estado congestivo por gran dilatación vascular; por hipertrofia do I03 tejidos uterinos y por diotonción del contenido. El útero grávido respondo con mis intensidad a loo estí. mulos físicos, mecánicos, químicos y hormonales, lo cual conn_ tituye la irritabilidad. La propiedad de oxtensibilidad consiste en que el útero oc distiende conforme aumenta el volumen do su contenido; la rctractibilidad ea que al disminuir el contenido, el órgano involuciona. Uoantanlo lumboovarlco. q¡ i— lUcio, O.«rio. tilmo. toklta praotrark*. Fo»a patarakiíal. m Vallo*Colon polvko, KUhocolon paWlce. PaballAr». M r \ o w - plnt. Imtnwncio da lo» VMM Hlaco» •» IMNI ltgk>tianto utaroovtitco. Lámanlo lodondo, »'..tgü» t t ü L i ! A. umbilical. tianavarto. Parad abdominal. Uraco. liQftmanto toboovirlto. Fia- 3—Eaowama da la vlata auparíor da U aicavaclón pafvtca famonlna (la trompa y * I ovarlo laqulardoa oatan alzado* para moatrar al rnaioaalplru) («egun Rouvioro}. LlBimonlo WmbeovirUo. | f, Ufciar. Tfwmpa. Ap>>nouroilt wmbl'lcoprovakical. b m l i i i i poblana. Ug*m«ntofl pu»vva»lca>at. Uralrm. 9. I «Ma manar. R, Labio mayor, H, Vantb*» aaara. it. Utfamoniot viaroaatre». w. Canal ana'. Uk l i l * f - jwlo vaulnoratta), 14. Vaolna, laV I t f j M k l p r a v a i k a l da RoUloa. u. 1T. 1P. ÍP M, ii. Ctrarpo marino. Cuallo ularína. Pendo da taco v o i i t a v t t r l n a . •.acto, londo da aaco do Dot.-pU». Ovario. :;. ;), f a i l u t .•»>!• 34. Flg, 4.—Corlo vartfcat. «vadlo a a g l u l da la potvia do la mular (aagvn P.ouvtoro<. Sa ha aliado a' ovarlo y ol p*ball6n dr la tr*mpa pava i M é r H U i f o t i u » o v i r t c a i . Loa a Sama Moa aanotadoa con punto» aon autporltonaatao. t>**' da ' • CU^dlo». I Fie. 2.—Vitre rn rnlerrnicn netniuaja. Fie. 1—Vin, m «IIIIIM. Flt. 4—Virim rn relio,ettiiin. J-I6-0J Fie. ¡.—Virio rn rrlia/ltii, Ai'ITULO V EXAMEN GIKKCCICGICC Es indiscutible que un minucioso examen ginecológico _ precedido por una historia clinica detallada, nos permitirá in tegrar un diagnóstico clíniooraé.sacertado, y disminuirá el pe_ ligro quo existe de perforar la pared anterior del útero cuanCb pp.sa inadvertida una retroflexión uterina. EXACTH DE A3D0ISH; La simple inspección nos revelará ano mallas como prominencias exenivas y contornos asimétricos. Hay que poner atención en ciertas zona3 como regiones anexiales, puntos de Me. Bumey, región vesicular y zonas rcnaloo. Tomar notas de cicatrices por operaciones anteriores. Si percibimos cualquier tunoracicn anormal, tomar nota de cu situación, relaciones con visceras', tamaño, forma, c o n sistencia, movilidad y sensibilidad. La percusión tiene valor, especialmente cuando se necesite diferenciar, por ejemplo, entro tumoraciones de gran tamaño y ascitis. EXAMEN DE PELVIS : Para este examen primeramente prepa— rar a la paciente. Esta debo desembarazarse de la ropa, y colo_ carse en decúbito 3unino, con muslos y rodillas floxionados, los pies descansando en los estribos de la mesa de roconocimion to» y cubrir con una sabana los miembros inferiores y bajo vien tre. La presencia de una enfermera, familiar o amiga do la p a ciente, es esencial por razones obvias. Primeramente en el examen de pelvis con la mano debidamon te enguantada, se hará una inspección de genitales extomoa p«^ ra detector cualquier anomalía anatómica, lesiones o presencia de himen. El examen del cuello uterino con espóculo brinda cier ta información como pólipos, erosiones, eversiones, quistos, '.— grado de dilatación, desgarros y cantidad y origen de secreciones. En cáncer cervical extremar I03 cuidados del examen. El examen bimanual se efectúa para determinar contornos, posición y consistencia de las visceras que quedan entre Dos de_ dos introducidos en vagina y la mano libre. 11 Durante el examen no aplicar los dedoB contra la pared anterior de la vagina porque se provoca grr\n molestia al pro— sionar la uretra. Un contorno irregular, y abollonado, unido a un aumento del tamaño del \Storo, nos indica casi con certeza la presencia de tumores miomatosos. Al palpar en la pared vaginalposturior el el cual se muestra firme, sin haberlo percibido terior, es posible diagnosticar su refroversión xi<5n . En mujeres solteras con-himcn intacto se el examen pélvico por via rectal. (12) cuerpo uterino, en la pared an o au retroflepodrá realizar Las dimenciones de la cavidad utorlna varían considerablemente entre las mujeres de diferentes rasas, por lo quo necesitamos conocer exactamente estas medidas on la mujer mexica na. La longitud total del útero tiene un promedio de 7.23 cm; la longitud de la cavidad cndomotrial(fondo uterino al nogmonto) 3.67 cm; y la distancia bicornual alcanra 2,35 cm. promedio. Se ha observado que todas estas medidos aumentan conforme a la paridad, por lo que estos datos deben tenorae en cuenta al practicar un legrado uterino. (ll) 12 CAPITULO VI ÜIDICACIOirS PARA LEORAPO PE LA KATRIZ> I ) . - Indicaciones diagnósticas; Sospecha de neoplasias de Cervix y del Útero; sangrado uterino anormal; investida- ción de probables malformaciones; sospecha de anomalías del sistema genital (útero hipoplásico, \vtcro bicórneo); endorao— tritis; confirmación de la ovulación y determinación de la — consistencia de la maduración endometrir»! relativa al tiempo del ciclo (en el estudio de la esterilidad). II).- Indicaciones terapéuticas; Extirpación de pólipoa; de tejido en exceso (hiperplacia cndometrial) como en el tratamiento del sangrado uterino disfuncional; aborto tcrapóutico temprano. III).- Indicaciones Obstétricas: El aborto en cualquiera de sus variedades, es la causa más frecuente por la que so realiza el legrado uterino. La realización del aborto crirai— nal alcanza mayores proporciones en ralees en donde aun no es tá legalizada la práctica del mismo (4). "HEMORRAGIA UTERINA DISPUNCIONAL" Se refiere a la hemorragia anormal por alteración de — loe mecanismos ííeuroendócrinoa que controlan una sorie do - acontecimientos cíclicos en la función reproductora de la mujer. La anovulación es frecuentemente la causa de oste trastorno y ocurre en los extremos de la vida roproductora, como La pubertad y el climaterio. Diversos casos de hemorragia uterina anormal pueden de. pender de congestión venosa en presencia de insuficiencia — cardiaca, desnutrición, carencia de vitamina B, deficiencia crónica de hierro y en pacientes tratadas con anticoagulantes. Se sabe que el único tratamiento lógico del desequilibrio endocrino es el tratamiento hormonal, poro el raopado uterinoha sido el medio quirúrgico comunmente utilizado. Su gran ventaja depende de que asegura un rápido control de la hemorragia y además, proporciona tejido suficiente para valoración diagnóstica. 13 Hay quo tener presente e.ue el legrado no corrige la disfunción endocrina fundamental. La hieterectomía dobe reservar se como método radical para mujeres monopáuoicas quo no reopon dan al tratamiento endocrino o a los raspados repetidos. (23), (25). AnOftTO TERAPÉUTICO. Es la terminación del embarazo antea do que el foto uea viable, con el propósito do salvar la vida do la madre o salvaguardar su salud. (29). La viabilidad habitualmentc so logra a las 20 semanas cuando el feto pesa u» pocoroasde 1 KG. (4)» Esta intervención tiene tantas implicaciones do tipo legal, moral y religioso, que el médico debe estar familiarizado con las leyes del lugar donde vivo, pues estos estatutos vrv- rían considerablemente entre los estados. (20). Sus indicaciones son: Cardiopatías, enfermedad vnscular hipertensiva, carcinoma de cérvix, enfermedad poiouiatrica, om. barazo por violación o incesto, y on anormalidades potcnoialeo del feto (tratamiento con medicamentos teratogénicoo, padeci miento de Rubéola). Cuando más temprano en la gestación se roaliga la operación, mas sencilla y menos probablo sera que ocurran complicaciones. Si es posible no intentar ol procedimiento después da la semana 12 do gestación, pues el peligro do las complicaciones aumenta bruscamente. (26). El legrado uterino puodo realizarse modianto el procedimiento clásico de dilatación y raspado, o modianto la técnica de succión, la cual no se practica en nuestro medio. Si es urgente interrumpir ol embarazo después do la semana 20, es preferible practicar la histerotomía abdominal, hieterectomía, o inyección intraamniótica de soluoión salina. (29). Antes de la semana 12 la ovacuación del contonido uterino se hará con cucharillas romas; on casos avanzados auxiliarse con la pinza para aborto| dconuós do la semana 1P, por lo monos en nulíparas, se practicará en un primnr tiempo dilnta— ción del cuello con tallos do llegar, y en un 2o. tiempo ol ras, pado. (15). "ABORTO INCOMPLETO" A vecea un aborto incompleto puede completarse con oxitocicoa, sin emboAGO nds frecuentemente es necesario el legracb uterino para extirpar todo el tejido retenido. (20) El legrado uterino estaró, indicado una ves quo habiendo; so diagnosticado el aborto, sa sospeche de rat-jnción ovular o de tejido plncontario. Pero un legrado apresurado puedo agravar las complicaciones y ayudar a la diseminación do górmenes infoc_ ciosos; por ello es ^referible no realizar el legrado mas que usa de una antibioticotorápia de 12-24 hrs. y una dilata-— eión suave y cuidadosa previa, ya que el útero probablemente — . blando y suculento.(19) La excepción do la regla anterior se hará cuando hnya dea negamiento parcial o total del huevo y en retención ovular o placentaria, en que la i>er3Í3t;ncia do restos impido la retracción uterina para producir una hcmo3taaia, causando hemorragia . continua y abundante, pudiendo llevar a la paciento al estadode shok. En oete caso la evacuación uterina deba ser inmediata para asegurar una hemostasia de urgencia, y transfundir sangro para evitar ol estado do shok. (19) "ABORTO SÉPTICO" Se trata de una infección aguda do cuollo y cuerpo uteri no, debida a la retención ovular infectada. Los lóquios son abundantes y fétidos; la temperatura de 38^40° se acompaña de escalofrios. Al tacto vaginal el cuello es blando y so haya entreabierto ; el útero es grueso, blando o hiporsonaible, sobre todo on el fondo. (19) A pesar de haber divergencia do opinión, la mayoría acón seja una terapéutica antibiótico masiva por 12-24 hrs. seguida Je raspado. (20) La dosis de antibióticos deben aor fuertes, y se habrá do recurrir a la vía Intravenosa en perfusión continua. 15 Parece preferible intervenir dospue's de 48 hrs. de antibióti coterápia si existen importantes signos de infección.(19) En un aborto séptico febril d«berá extraerse bajo anestesia general los restos uvulares, ya sea manualmente o con las pinzas de anillos. El legrado instrumental debe realirarsc con sumo cuidado, ya que el útero en estas condiciones está friable y es fácilmente perforable.(l6) Si transcurridas de 6-12 hrs. desde el legrado no se ha logrado ninguna remisión del estado patológico, ha de conaid*— re.rse ccriprctnte la supresión operatoria del foco infeccioso — por vía abdominal (histerectonía). El pronóstico suele ser mala (16). "SANGRADO VAGINAL POSTMENOPAUSICO" El legrado uterino biopsia por raspado o succión, frecuentemente proporciona suficiente material endomotrial, para su diagnóstico histopatológico. El carcinoma de cervix o dol en dometrio es la causa del 35-50J6 do los casos. Otras causas i n cluyen traumatismos, pólipos, miomas submucooos, endometrítis, úlceras cervicales tróficas, etc. El legrado uterino cura aproximadamente a la witnd dt leo enfermas con sangrado postmenopáusico, Si hay recurrenoia dol sangrado después de un segundo legrado on una paciento sin tratamiento estrogénico, puedo estar indicada la histerectomía total y salpingooforictomía bilateral. (4) "CARCINOMA DB ENDOMETRIO" Es una tumoración maligna del sistema genital do la m u — jer y que ocurre muy a menudo entre los 60-70 años, presentando se sangrado uterino anormal en el 80# de los casos* La dilatación, el legrado diferencial, y el examen anato mopatológico, constituyen el procedimiento diagnóstico mas efoc tivo. Bl legrado es esencial para la confirmación del diagnósti, co antes de que se inicie una terapéutica definitiva. (4) 16 "FOLÍEOS EKl)CKET3IAI¿iS" Es una afección común que puede ocurrir en.cunlquier é— poca despue's de la menarquia. Sus síntomas principales son leurcorrea y sangrado vaginal anormal. 31 tratamiento \<uirúrgico es la dilatación y legrado. Si la corvix está blanda, abierta, o francamente dilatada y el pólipo es grande, ce requiere hospitalización, especialmente éi el pedículo no es visible. "MIOMA U1T¿aiH0M Es la nepplasia más común del eictemn genital femenino, es un tumor benigno, discreto, redondo y firme. Algunos miomas han alcanzado tamaños hasta de mis de 45 Kg. En mujeres no embarazadas, el exftmcn vaginal bajo anestesia general con dilatación y legrado uterino, es útil para en tablecer el diagnóstico histopatológico en casos dudosos. Í4j 17 CAPITULO VII TSCNICA PARA LEGRADO D5 LA VJITRIZ Indudablemente la operación ginecológica efectuada con na yor frecuencia por el médico, co el Legrado utorinoi Y aún dada actualmente la diversidad de causas ya sea diagnósticas o terapéuticas por las que se indica, so le sigue asociando al aborto en cualquiera de sus varicdado3, ya que es el motivo má3 fre cuente por el que se realiza. A pesar do su servcilloz, no hay que considerarlo como una intervención exenta de poligroo, pues se practica en la obscuridad del interior del útero, y ai so co, meten faltas de técnica, oe puede complicar fácilmente. La técnica del Legrado uterino por dilatación y í'aapado no ha sufrido modificaciones o han sido inporcoptiblea, y so ha constituido como el I.'.étodo Clásico para el vaciamiento do la cn_ vidad uterina. Siempre, sin excepcién, antes de dar comienzo al acto ope^ ratorio y estando la paciente hospitalizada, debe efectúame una nueva exploración bimanual para establecer cuales son la posición y tamaño del útero y las condiciones on que ao encuontra los anexos y los parametrios. Es necesario determinar la posición del útero para conducir los instrumentos en la dirección de su cavidad, puco do otro modo exi3te el pelicro de producir unu perforación? y así» por ejemplo, se perfora con frecuencia la parod anterior del útero cuando el operador no se ha dado cuenta, por la explorución previa, de la existencia do una retroflexión uterina. La anestesia recomendada es la do tipo general oon Ketalar a razón de 2 mg. por kilo de poso corporal, via intravonosa, previa sedación con Valium 10 mg. I.V | Igualmente se recomienda la aplicación de Atropina para evitar la acumulucién do s o — cresiones bronquiales» La práctica del Legrado sin anestenia tratará de evitarse, pues ella es motivo do que, a consecuencia del dolor que se produce al dilatar el cuello, ae practiquo una dilatación insuficiente, aumentando el riosgo de que so produzcan lesiones. La legra no puede moverse con soltura on un con— ducto cervical estrecho. 18 Fara la preparación del campo quirúrgico, se practicara asepsia y antisepsia de genitales externos con solucio'n. ¿abo nosa y cloruro de benzalconio o yodo, y posteriormente delirai tar el campo quirúrgico con paños estériles. Conprobar que la vejiga este* vacía. Algunos autores recomiendan tricotomía de ve_ lio púbico. Para desplegar la vagina so emplean dos valva3, una anterior y otra posterior. Conviene emplear para el legrado una val v;^ posterior corta y ancha en vez de la acanalada y larga que es adecuada para la inspección del hocico de tenca, poro que per su longitud impide traer el cuello hacia abajo. .'.:ediante una o dos pinzas de pozzi se toma ol labio anterior del cuello uterino en una buena pr.rte para evitar desgarro al traccionar, recordando la proximidad con la vejiga. So retira la valva anterior y oo tracciona el ¿toro con lo cual.'oo hace n¡'.3 rectilíneo. La pinza de pozzi deberá sor cogida con la mono izquirda del operador y nunca entregar al ayudante, pues el operador no 33ntiría la fuerza con que actúa la mano derecha al introducir histerometro, dilatadores, y luego durante el mis mo raspado. x Se procede ahora a sondar la cavidad del útero con sonda fuerte, abotonada, ligeramente curva y dividida en centímetros llamada sonda uterina o histerometro. La oxploración tiene por objeto formarse idea de la dirección, anchura y longitud do la cavidad uterina a fin de poder orientarse durante 1^ operación. Con ol dedo índice colocado en el orificio externo del cuello so marca en el histerometro ln parto de ósto quo penetra en el útero, y se lee al retirar la aonda el número do centímetros que mide. La operación consta luego de dos parte3} La dilatación de cuello y legrado uterino. i-ara la primera se emplean los dilatadores de llegar, formados por un juego de tallos metálicos con el extremo ligoramen to cónicos y marcados(del 1 al 22) correspondiendo a su diurno— tro en milímetros. Para evitar un aumento de presión atnoaforica en la cavidad uterina, debida a quo el tallo do Hegar actúo de ómbolo, Gauo recomienda dilatadorcs perforados en sentido longitudinal. 3S6 Letrado lie ! i n u i r ü Fio. 470. Legrado uicttno, IV. Pata tlfpfunu la paicd potteñor df la «atina %t tmpU* una *al*a tcMia • ) * • *•» altad «I itt.io hi,>a futo Eaifl figura mucMrj que uní * J v a poMcnor I J ' Ü J no permiic ffUcno'i/jr que I J C J V Í J I J ulcnnj lomr u't.i diii\Cutn h K l H Í M l el úicro e impidi FlO. <17, . Legrado uterino. L Anici ét iodo legrado *t tiplura f m<<,'« >• C«Mlad ái\ úttro tun ti ruturdmaifo M J M I d<l j ) U J j n t « Fie i 411. Lcfffj(.!o mermo, | I . 20 No introducir loa dilatadores u otros' instrumentos, más allá de la profundidad marcada con el hiaterómetro. Lao dilatadores se toman entre los dedoa medio índice y pulgar de la mimo derecha, apoyando cobre los glúteos el medique y el anular. lera los Legrados Ginecológicos de útero, ya diagnósti eos, ya terapéuticos, se emplean cucharillas cortantes, en tanto que en los Legrados Obstétricos, o sea en loo caooa do aborto, sólo deben usarse cucharilla romas. (8) Otros autores recomiendan que en casos tempranos, inclu» hasta la sexta o séptimo, semana de gestación, puede utilizarse una cucharilla cortante pequeña, cuidando do raspar toda la cavidad completamente, porque es posible fue pase inadvertido un huevo nuy joven. Si la gestación exede las seis a siete somtv— ñas, se utiliza la cucharilla mas grande quo pueda introducirso en la cavidad de la matriz. Fara reducir el peligro de perforación la cucharilla debe ser tan grande como sea posible, poro nunca tanto que forcé su paso por el cuello .(1*) Introducida en el útero la cucharilla quo debe cogerse solo con los dedos,como si se tratara do una sonda, utilizar el instrumento para explorar una vez mas con él la cavidad uterina y solamente después de haber llevado a cabo esta exploración, se procede al legrado propiamente tal. La legra se hace llegar cada ves hasta el fondo utorino suavemente, cogiéndola floja entre loo dedos, poro hay que rc-tirarla, en cambio, con fuerza y ejerciendo'prooión sobro la pa red del útero. Bn cada tirón la cucharilla dobe Hogar haat» el orificio interno del cuello. De este modo se raspa enérgica y ordenadamente, esto es, faja tras faja.de acuerdo a las manecillas del reloj,toda la pared de la cavidad del útero. Por último se legra de nuevo, y especialmente, el fondo uterino mediante movimientos de la cucharilla dirigidos transvoroalmente.(8) El raspado puede hacerso también sistemáticamente, BJ. asta derechn, pared anterior, asta izquiorda, fondo y parod pos tcrior.&6) Mane ü«t »>wd*ri*« Fio. 419. Lc^rjdü uicfino, I I I VMjntkMs Jk%pMw« »• tiwc el «MvJwt'tu c>niwl te hJ d.f'ljdB lo tuf<v>«nik p¿'* yut r«»Jj |MMl !*••* *l U (M^lwf>tl> un huct (<*</* I ' V U K I , se fvft^oJt » «*f**fW*< <• <*t*U4 uur-ti* con U Ittfti « » ttrlM * w*m , l l#ipj«t<> L» DUIKi 1/^w.fLlj Jcl nfHrjJ.w v-MM-tt' I*» pfaVM » i t - y H j l i \ . j - r WJHM ti U*W iniin.H ajtl fffgfca Legrado de U mairü W Fia. 432. Legrado uitnno, V. lut A*w> •tiuJ» un» nuofeatt» -*—'— •« i* • . I Í'V t> » * * v . . ••>y:^fr- i V 1 ...•/» :••:) Fi|(. JQ.-J. Iniroducv't'n de l l k p m , OtttvfttM que el i m t i u n i f n i o Ctii »o»ten¡ilo «implcmvnir por el dedo pulgar y el dedo índice; «1 i r o u i hacia arriba In htpra feÁta 'c cinpicnu ln furria de er-lin do» dedu», Adcmií», inn pnifltO (0RHJ hajra m u . «lo I* Icfffl en el c u n u l C C r v i m l , !,.• .1. .1. , i tr..M-i ) cpiiniu »c speyun en 1J ftlHA fnr. i l oHni.t de precaver aún m á í l a perfavarafa uivriiNi (Mi pr- v ..ti cuín HMte e« la .idinin'Mi¡u twfl ite s u i M j i . i k de Uftiiutín.i 1$ inintHi»» M W de l< ínter%IIKI<"» % cu'indu K e d i t a el «fi>nin a la p.-iuiiu 21 Una de las dificultades mayores se refiere a precisar — cuíndo se ha completado la operación. Pl procedimiento que se — utiliza es introducir una pinza de anillos con una larga tira de gasa envuelta sobre la punta y frotar em.'rgica::icnte la pared de la cavidad uterina. A menudo se advierten partículas de teji_ do placentario adheridas a la gasa. Repetir la operación 1&3 vc_ ees que se considere necesario. Para finalizar se retira la pinza de pozzi dol cuello, así como la valva y se pueden dejar dos compresas de gasas atadas y aolicudas contra el cuello pnrr. cohibir la hemorragia causada por la pinza de pozzi. Estas compresas se quitan en aproximadamente una hora, cuando la paciente salo de la sala do recuperación. (26). Este procedimiento tiene el inconveniente do que — por olvido, las gasas no se retiron causando serias complicacio nes. El tiempo para realizar el legrado varía de 15 min. a 1 ho ra, según la gestación y la destroza dol cirujano. (13)• ASISTENCIA. POST-OPEftATOIUA. VII.l).La paciento so lleva a la sala de recuperación, dond» se vigilan I03 signos vitales y so continúan las solucionoo intravenosas cuando menos por una hora. Si el legrado se practicó por aborto, ae recomienda añadir a la solución de 500 ral., 5 unidados de oxitocina y posar gota a gota. Posteriormente oe administra ergonovina 0.2 mg. — por vía intramuscular, y después por vía bucal cuando la pacien te pueda tolerar líquidos. (26). CAPITULO VIII W H A O C POH ,vSPI!UCTON La preparación preoperatoria es semejante a la cmploada para el legrado por dilatación y rasrtado, Ya bajo anestesia <e neral se examina la "osición y tamaño del útero. Se introduce un espéculo de Auvard en parea posterior de vagina y ÜO sujeta el labio anterior del cuello uterino con dos pinzas tenáculo, se inyecta 4 unidades de pitrecín (vaoopreni;•.: ) an Ql músculo del cuerpo del útero, por delante de su unión con el cuello, inmediatamente por debajo de la vejiga y en un ninuto el cuello se torna axangue, procodiendoco a dilatarlo con dilrtadores de Hanks hasta el calibre 17-18. Al practicar la aspira ción se elije una de las cucharillas o cánules ; a mayor pari-dad y gestación mayor sera el calibre do la cánulaí So introduce 2 cm. menos que la longitud de la matrin, y ul oxtreno proxi. mal se conecta con el mango a la máquina de aspiración. (13) El principio consiste en una aspiración Col útero por mo_ dio de las cánulas do plástico o metal conectadas al,sistema de vacío (aspirador Berkeley). SI método es utiliznbln hasta la BC_ mana 14 del embarazo, excepto en nulíparas en las quo podrá c-fectuarse solo hasta la semana 10| La aspiración tiene lugar — con una presión baja do O.íj ataósforas y en cuuoa avonzadon han, ta 0,8 ntaócferas. (1S) Es importante recordar que conforma avanza la aspiración el útero se contrae (propiedad de retractibilidnd ). El procodj^ miento termina cuando no so obtiene man tejido. (1.?^ La ventaja frente al procedimiento clásico ooj 1).2).3).4).5).- Mínimo de dilatación cervical. Rapidez dol método (2-5 min.) Pérdida sanguínea escasa (35$ menor quo el método clásico). Escaso peligro de perforación. Corta permanencia hospitalaria. 23 Sus desventajas son: l)._ La evacuación a voces incompleta oblica a un legrado instrumental posterior. 2t.- Existe amplia fragmertación y destrucción del material aspirado, lo que dificulta la investigación histológica. .- n un embarazo ce m-.'s de 10 semanas el instrumento puede s<r bloqueado por los fragmentos fetoplacentarioc. .;).- La sonda de succión no es suficientemente delicada como u distinguir cambios menores do la arquitectura del v.toro (pólipos pequeños, tabiques parciales). 'j¿»- La presión negativa es producida por un motor y puede ocurrir una falla mecánica o eléctrica. (U ) s CAPITULO DC COMPLICACIONES DKL LEGRADO UTERINO Las complicaciones á¿a frecuenteo pon; Retención placentari a, infección y traumatizo o. (I)- 2ETKNCI0H PLACLNTARXA Ocupa un lufar importante dentro de lnn complicaciones del letrado uterino y ec debe a la evacuación incompleta del producto de la concepción. La hsmorrrcia moderada o abundento postquinircica es el dato diagnóstico común. En ocasiones unu r>art^. do la placenta tiene vitalidad ou ficiente para orcanizarsc, y prooicuo BU desarrollo do una mnno_ ra lenta en forma de pólipo placentario. a).- Simple retención placcntariat So nanifioota a menudo pasadas varias semanas por mctrorrnpias mÚD o menos abundante», rojas o necras. Al tacto vacinal,el útero 08 erando y el cuello está abierto. La histeroprafía mueotra una laguna irreal— lar que corresponde al pólipo placentario. SI tratamiento consiste en practicar nuevamente legrado uterino con cobertura dt antibióticos. b).- Retención nlacontaria infoctadat 2-roduco loquioo da mal olor y un estado febril; el útoro oo grande y sensible y el cuello está abierto . La hioterocrafía oe halla contraindicada a causa do la infección. El locrado oo roalieo dospuo'e de una preparación con antibióticos. c).- Kndonetritis residual sin retenciónt I'roduoc motrorragias por si misma. En general eo poco intonsa. El útero oo pequeño, con el cuollo cerrado, y la hioterocrafía desnuco do una antibioticoterapia verifica la vacuidad uterina. Kl trata— miento consiote en administración do nntibióticoo y eotrd'penoD para ayudar a la cicatrización de la mucooa. ( H ) 3 II- COITPLICACIOÍÍES INFECCIOSAS a) — Pclvipcritor.itis y perimetrjtj^; La rección inflama toria pelviporitoneal, es la •última barrera antes de llegar a una invación bacteriana a toda la cavidad abdominal (peritonitis difusa). Los gómenes n C E a n a esta cotí máxima frecuencia a tra vee de las trompas uterinas, siendo provocados los procesos inflamatorios aún por la3 intervenciones de origen di:vrr>óctico, cono legrado cervical o corporal y histcroralpingografía. So todos los abortos de origen cludoso, toner siempre pre_ aente que exista la posibilidad de perforación uterina y sus consiguientes reacciones inflamatorias, ^n caso de duda, 30 expío rara cuidadosamente el útero con la solida para evitar que de ujoa lesión uterina pase a una j^eritonitl3 /^neraliaada, sobre to do si existió lesión intestinal. El cuadro clínico se caracteri sa por fuerte dolor espontáneo a la presión de hipogastrio, malestar cene"»!» náuseas, pulso dóbil y acelerado, fiebre de 39° o mas, y estreñimiento o diarrea eopás^ica y micción doloroBa. La conducta a seguir sera antibiotiecterapia y tratamiento sin tomático. La actitud conservadora sólb está justificada en tanto se trate con seguridad de una reacción inflamatoria limitada al peritoneo pélvico, y no de una peritonitis difusa, la cual generalmente requiere intervención quirúrgica. En toda irritación peritoneal que so extienda por arri— ba del ombligo, debe sapecharse mas bien de una peritonitis ganeral. (f(>) b ) . - Choque séntico (choque bacteriano): So considera que esta grave infección' generalizada, os la causa de.muerte más •— frecuente de los abortos sépticos,generalmente provocados. En-tra los górmenos caúsale s predominan las bacterias Gram(-) del grupo colibacilar(scherichia colí, entc-rob^ctor, protcuo, pooudononas), y los agentes de la ganrrcr.p gaseosa; clootridium Wel chii y clostridium perfringes. ()6) 26 Según las series publicadas el,norcentaje de mortalidad es importante, ya que fluctúa entre el 11 y 02 jí. La enferma presenta fitibro superior a los 39 C, y la tom peratura subnormal con cuadro de choque os de pronóstico ¿travo. En abortos infectados existe sensibilidad anormal rai-orapúbica, y dolor de rebote local o genornllitndo* El cuello uteri no se observa azulado y blando, hay secreción futida y con frocuencia el sangrado es mínimo; pueden hallase cuorpoa extraños que hablen de las maniobras abortivas. El choque puerto cor r e — versible o irreversible según la fase en quo no encuentra. La rartioffrafxa simple de abdomen en pocición orecta es necesaria para descartar gua subdir.fra.gm.'tico, quu augorirfu — perforación uterina. ( 5 ) Si el mejor tratamiento del choque endotóxico ca la ex-»tirpación del origen do la endotoxina, el objetivo del tratamim to será el vaciamiento de la envidad uterina lo mas pronto posi_ ble. Se tratara, de mejorar las condiciones ¿morales rápidamente e instalar tratamiento enírgico con antibióticos a grandes dooii Cuando la3 condiciones locales y funerales lo pormiton, el legrado uterino ae practica de inmcuiato con ol uso provio de oxitócicos en ool-ución intravenosa, que f..cuitara la lim— pieza de la cavidad, disminuyendo así el ricsco do la perforación o diseminación de la infección, ya que ol útero en «otas condiciones se torna friable. ( 1 ) La histerectomía so considero indicada en loo casos oigt 1.-Cuando la paciente continua en choque despulo del raspado. 2.-En hallazgo de perforación uterina 3.-Infección extrauterina por clostridium. 4.-Paciente Oligúrica. (£) c).- SEPTICEMIA POR BACILO PEHVRIMGKSt Ti «me como com plicación principal la hemolisis, responsable do la unurin. A los signos de septicemia se añade la triiula de coloreo do írion— dor que produce la hemolisis: Coloración cobriza de la piel, orina color rojo Burdeos y sangro lacada con oucro rojo nogruocc. 27 La anemia intensa se comprueba cor. un recuento y fórmula sanguínea, e n tonto QUC el hemocultivo revela el bacilo Perfrin La evolución es grave y se debo temer el paso a la insuficiencia renal acuda o a la kcuatonefritis. ftr\ tratamiento contra, la infección es antibioticoterapia y contra la hemolisis y la anemia se halla indicada una exsnnguincotran^fusión de 4-6 litros de sangre si el hematocrito es inferior al 25 por 100. (19) 3._ III.- COMPLICACIONES TRAÜKA.TICAS. a).- Doararro acl cuello uterino: La laceración del cuello uterino puede ocurrir por desgarros o tracción excesiva de las piusas tenáculo colocadas en el labio anterior, o porque el cue, lio de la matriz ea muy blando. Se evitan estos desgarros colocando dos pinzas de tenáculo sobre el cuello uterino. El desgarro ce sutura al final de la operación con puntos de cateut - crómico "0" con aguja atraumática. La dilatación que excede el Hegar No. 9 es difícil y a monudo se desgarran fibras cervicales cerca del orificio interno. Se sospechará desgarro que puede extenderso al ligamento ancho, cuando el dilatador que se había introducido con dificul tad, do pronto se desliza en el interior del Útero muy fdcilmojj te.(28) La dilatación excesiva en primigrávidas, desgarra el cuello uterino y no sólo causa hemorragia y sepsis, sino insufi- ciencia del orificio cervical en gestaciones ulteriores. (26) Resulta muy difícil dilatar el cuello del útero con gestaciones de menos de 8 semanas, especialmente nulípnre.o jóvenes. Hospital New York Lyin In. (6) b ) . - TCRPORACICN UTERINA: Este tema se tratará en el capítulo siguiente. 26 CAPITULO X ! LA PERFORACIÓN UTERINA COMPLICACIÓN SSL LEGRADO INSTRUMENTAL Puede ocurrir perforación del útero hacia la cavidad pev ritoneal, hacia el ligamento ancho de cualquier lado, o por la pared anterior detrás de la vejiga. El accidente quisa1 doponda de la experiencia del cirujano, poro cuando la parod del útoro es demasiado blanda incluso el cirujano más oxperto puode producir perforación. Al dilatar el cuello del útero, no deberá utilizarse fuerza excesiva. Deberá precisarse lo posición dul ú tero con mucho cuidado; cuando está desplazado hacia atrás o en anteflexión, es posible que ocurra perforación ai el cirujano no se percata de la posición anormal. El operador dobo rucorder que 6obre todo en el útero grávido y en la mola hidatiforme ln pared uterina tiende a ser muy blanda, de modo que incluso la pressión muy euavo de la punta del dilatador contra la pared — puede causar perforación. ¡je sospechará de perforación hacia cavidad peritoneal, . si el dilatador se desliza ropontinamonto mucho mas adentro que el previamente .introducido. Do nodo que si un dilatador so i n troduce mucho más que la longitud del conducto uterino indicn. da por el hiaterómetro, puude diagnosticarse perforación. Para comprobar la perforación, el dilatadoe oo quitará inmediatamente y se examinará la cavidad cuidadosamente con son da uterina. Si ha ocurrida perforación, la sonda excederá de la profundidad original do"Bondeo". (JJ.8) En los abortos provocados las porforacionos son bastonto frecuentes por los diversos instrumentos introducidos en el dte_ ro, pero tambie'n pueden complicar un legrado torapeático. Los signos son a vecos evocadores5 síndrome de peritonitis generalizada manifiesta, o síndrome do homorragia interna a compañada de una hemorragia extoma monos importanto; Otrr>s veces I03 síntomas son atípiconi oiraplo dofcnsn lo_ calizada suprapubiana o cuadro de shok quo predomina sobro los signos locales. (J*)) HEMORRAGIA DESPUÉS PE, LA PERFORACIÓN. En caso de hemorragia cuando la paciente se recupera de la anestesia, la frecuencia del pulso es nucho mr.s rápida que la acostumbrada, y se queja de dolor abdominnl intonso, que — ocasionalmente ocurre cuando no hay complicaciones. La mujer cs tá pálida, fría e intranquila, y la exploración del abdomen, incluso en esta etapa temprana, revela rigidez suprapública in tensa. Estos síntomas indican que debe cfectur.rsc exploración inmediata de la pelvis por una incisión abdominal y la perfora ción debe suturarse 3i es posible. Sin embarco cuando el deega rro os muy amplio y la hemorragia no puodo cohibirso por puntos, debe extirparse la matriz. PERITONITIS CONSECUTIVA A PERFORACIÓN. La peritonitis consecutiva a perforaoión puede depender de tres mecanismos: a ) . - Infección directa de la pelvis por microorganismos intraut e rino s. b ) . - Presencia de sangro en la cavidad peritoneal que quizá no basto para producir los signos clasicos do hemorragia interna. c).- Escape de una solución empleada para duoha vaginal por la perfusión. Cuando la sepsis pasa directamente del útero al peritoneo, los síntomas tardan en aparecer por lo menos 12 horas d«£ pu¿s de la operación y presentan loo caracteres corrientes de la peritonitis local o generalizada. En la peritonitis por hemorragia en la cavidad perito— neal, hay signos de irritación peritoneal dosde el momento en que la paciento se restablece do la ancDteoia, y aumontan uniformemente en las 24 hrs. siguientes. Los signos de exploración son loo do hematocele pélvico. (28) 30 INTESTINO PROLAPSADO: ' Si el intestino ha presentado prolapso por un descarro uterino, la conducta inmediata a seguir es abrir el ubdomon, sn car cuidadosamente el intestino, limpiarlo si está seno y seccionarlo si está daüodo. El desbarro del útero ae sutura po:iteriormentc o so extirpa el arcano, oogun parezca mas convenicnto al intervenir. De ninguna manera deberá reducirse ol intestino por el desgarro y taponarse el útero con gasa, puo3 en casi todos loo casos el intestino se ha soparado del nesentorio y resultara on gangrena. Se informa de un caso en el cual se porforó el útero durante la dilatación para extraer secundinas retenidas, y ocurri5 prolapso de un segmento de intestino por el dcDgarroj El operador hizo tracción y seccionó 15 cm. do intestino anteo de porca tarse del error. En este caso so abrió ol abdomen y loo caboo seccionados del intestino so suturaron con ¿xito. (jp) PERFORACIÓN HACIA*LIGAMENTO ANCHO La perforación hacia ul ligamento ancho tiono mecanismo algo distinto. El desgarro del cuello uterino comienza on la ro na del orificio interno sin quo el cirujano so poroato de que «ha ocurrido. Las puntas de dilatadoroo sucesivos oc ihtroducon en el desgarro y 3c separa gradualmente la pared dol (Itero hasta que el dilntaíor la atraviesa y llega al ligamento ancho» o11o produce man hemorragia quo lu acostumbrada, la cual motivu exploración digital y diagnontico del accidonto. El rooultndo quizá no sea grave si so ha efectuado la operación on circuno— toncir.s asépticas y no oc ha &eagarrado una arteria du gruouo calibre. Por otre. parte, puedo formarse con rapidez hematoma do ligamento ancho, o en fecha ulterior no manifiestan loo oínto— ma3 de eclulitis pélvica. 31 2n caso de que el hematoma sea pequeño, el único síntoma es el dolor referido al Ir.do afectado, y en breve tierauo se pal pa una tumefacción en el ligamento ancho. Sin embarco, en casos excepcionales la hor.orrr.£ia es muy copiosa y cuando el perito neo se despega de la pared lateral de 1». pelvis la sangre ascie_ a fosa iliaca, incluso a repión lumbr.r. Un hematoma do C3te ¿raen produce los si<nos corrientes de homorracia interna y tumefacción neta. (lg) RESULTADOS DE LA PERFORACIÓN Por fortuna, a cnuaa del medio aséptico en ol cual se practica la dilatación y el raspado, no os oblicndo que la per foración del útero sea catastrófica. Sin embarco cuando la dila tación dol cuello de la matriz se practica por un estado e¿ptia> como en algunos casos de retención do los producto 8 de la ('estación, miomas, o c/jicer esfacelarto, loo resultados puedon ser fatales a causa de peritonitis, fcfl) COJOTLICACIONES TARDÍAS La complicación tardía mas frecuente es la ostorilidad secundaria, que según antitpoao comunicaciones, oscila entre el 30 y el 50>S. La otra complicación tardía os la inoufieioncia del orificio cervical en los ombnruzos posteriores ocasionando abortón habituales. Su tratamiento OE el cerclnjo de cuello duranto ul embarazo, (f 5 ) CAPITUIfl XI cow5iP?'iuciot-rr<s DIACECS'I'ICAS PE P^IVOHACION UTRHINA. En l o s a b o r t o s provocado o l a s p e r f o r a c i o n e s son bnatanto f r e c u e n t e s por l o a d i v e r s o s i n s t r u m e n t o s i n t r o d u c i d o s on e l úte r o ( 1 9 ) , por l o que una u n c i e n t e con antecedente:'. ft« ¿berta o r i g e n dudoso, so e x p l o r a r á cuidadosomonte e l ú t e r o con sonda en b u s c a do p e r f o r a c i ó n . ( 1 6 ) . Puede d i a g n o s t i c a r s e P e r f o r a c i ó n u t o r i n a cuando a l n r n c t i cor l a d i l a t a c i ó n , e l d i l a t a d o r que so había Introducido con d i f i c u l t a d de p r o n t o so d e s l i z a f á c i l m e n t e h a c i a e l i n t o r i o r dol ú t e r o , disminuyendo r e p e n t i n a m e n t e l a r e s i o t o n c i a h a c i a e l i n s t r u m e n t o . ( 2 8 ) , ( 3 0 ) . Do modo quo 3i cuulquior instrumento ae i n t r o d u c e más allí', de l a l o n g i t u d de l a OWiaffd ut« r i n u i n d i c a da por e l h i s t o r ó m e t r o , oc d i a g n o s t i c a r a p e r f o r a c i ó n . ( 2 8 ) . La e x p l o r a c i ó n d i g i t a l cuando l a hemorragia ora mayor quo l a a c o s t u m b r a d a , puedo ayudarnos a d i a g n o s t i c a r e l a c c i d e n t e , igualmente curado a l momento do p r n c t i c : \ r l a operación, oo p r o s e n t e p r o l a p s o i n t e s t i n a l o se haga ovidonte l a preuencin rio tr_ Jido i n t e s t i n a l . ( 2 8 ) . En p e r f o r a c i ó n u t e r i n a con hemorragia importante a cavi— dad a b d o m i n a l , da s i g n o s de i r r i t a c i ó n p o r i t o n o n l cloode e l mo— mentó en quo l a p a c i e n t e so recunera do .la anoatouia; e l pulao es r á p i d o y l a aiujor e s t a r á p o l l 4 > t f r í a , i n t r a n q u i l a , r o f i r i e n , do d o l o r abdominal i n t o n s o . La oxploraoión rovola r i g i d e a • púbica i n t e n s a . E l l a b o r a t o r i o comprueba una caída do hemntoort, to. (14), (28). La r a d i o g r a f í a oimplo do abdomen on p o s i c i ó n e r e c t a , oo n e c e s a r i a p a r a d e s c a r t a r gas subdlafrngmático que nos s u g e r i r á p e r f o r a c i ó n u t e r i n a . ( 5 ) . El u l t r a s o n i d o cu también u t i l i : p a r a c o n f i r m a r c o t a complicación. ( 2 2 ) . XI.1).- USO PK LA LAPAK03C0PT.A EN GINECOLOGÍA. Quizá e l empleo más común d e l la'iaroncopio os para l a e s t e r i l i z a c i ó n , pero su campo es mucho ñau amplio permitiondo - d i a g n ó s t i c o s do l e s i o n e s u t e r i n a s como l a p e r f o r a c i ó n . La t ó e n i c a m-'o usada oa l a do uart i n c i s i ó n infraumbilioftl 33 Se incufla el abdomen con bicY.ico de carbono, después se introduce un trocar a través de la piel en la porción, inferior de la cicatriz umbilical; se inr.crta el laparoscopio y pueden observarse los ¿roanos pélvicos. La obesidad puede dificultar In. visualisacio'n. (23). La laparoscopía estará formalmente indicada en ciertos ca sos donde no se haya claramente definida la necesidad de nracti^ car una laparotomía. Tanbiín.puede ser necesaria para cvalu.wr una debilidad hematocrítica. (22), (30). 34 CAPITULO XII TRATAMIENTO T<S T.A PEnyORACION UTKBIKA. Procediendo conforme a la técnica del logrado uterino y con las debidas precaucione o, es raro quo 3C produzca umv p«rfO ración del útero, y es mas probable que se 11cguo este cano — cuando la pared del útero se ha vuelto anormalmente doloaiablo por un proceso inflamatorio o una endomotriosin, o cuando en un carcinoma del cuerpo uterino se penetra demasiado a fondo cen la cucharilla en la nasa tunoral. (10) El tratamiento depende del cuadro clínico despulo del accl_ dente, sobre todo en lo quo se refiere al grado de daño do otna visceras abdominales o pélvicas; del momento en que ol cirujano se da cuonta del accidente, a3Í como do lao condiciones en quose realiza la operación. (28) Si al producirse le perforación lo advierto inmediatamente el que opera, porque observa que el dilataclor o la cucharilla penetra brusca y excesivamente sin encontrar roaietcncia, enton ees este accidente no reclama do momento una laparotomía a condición de c.ue el cirujano retire enseguida el instrumento, suspenda la operación, y que halla procedido durante olla con abao, luta asepsia eetando^el útero completamente vacío. Gonoralmento la herida de la pared uterina cicatriza con rapidea oxtrnordina, ria, sin reacción general alguna, y solo en necesario proocri— bir a la paciente reposo absoluto a nivel hospitalario. Médicamente se lo vigilará estrechamente, ae le colocará una bolas do hielo suprapúbica para provocar vasoconstricción por efecto del frío, y ae instalará antibioticoterapia como tratamionto profiláctico. (10) Por último existen perforacioneo quo pasan dooaper cibidas para ol operador y que inclusive no dan ninguna sintomn tología, lo que explica la aparición de algunas roturas utori— ñas durante el trabajo de parto en ocuoiones ulteriores. (19) Por el contrario se proecdorá inmediatamente a practicar una Laparotomía y revisión de cavidad abdominal, cuando no DO den las condiciones anteriores, esto es, cuando no no tenga la seguridad do qua el cirujano a quien le ocurrió ol accidento lo halla notado en el ac«o, absteniéndose do toda manipulación in- ?n trautcrina posterior y por lo tonto, no ee pueda excluir la existencia de alguna lesión grava de pared uterina como perforaciones múltiples con pelliscumiontos, o lesiones del intest¿ n o o del epiplón. El útero solo puede conservarse cuando se — tiene la seguridad de que esta vacío y que la lesión se produjo en buenas condiciones de asepsia. Las heridas pequeñas y limpias del útero pueden simplcmen te ser suturadas siempre y cuando el padecimiento fundamental que motivó el raspado no haga preferible una hÍ3terectomía.(Aborto Séptico, C.A. Uterino). (10) En caso de una lesión extensa deraatris,es frecuente la participación del miometrio con necrosis traumática en el sitio lesionado y hemorragia en sitios distantes de la perforación. En estos casos la histerectomía eo practica con amplia canalización de la cavidad peritonenl. (7) Tambie'n en loo casos do eatollidos o dosgarro del cuello debe interrumpirse la operación inmediatamente, y ai no se pro duce hemorragia intensaa, el desgarro se sutura al finalizar la operación utilizando catgut crómico "0" con aguja atraumáti^ ca. (28) Cuando el intestino o el epiplón han sido dañados» debs precederse a su sutura o resección según el caso» En los casos de perforación discutible lo mojor es, olaro está, explorar el abdomen para decidir la conducta a seguir: sutura uterina o histerectomía, sutura intestinal o rooooolón. (19). Los antibióticos profilácticos son gencralraento rocomenda dos, dado que en e3tudioo efectuados por el Dr. Robert Y Kim se ha demostrado que aproximadamente, de las pacientes con perforación uterina que no fueron tratadas con antibióticos profiL lácticos, un 25^ desarrollaron infección pélvica. (30) RESECCIÓN SEL INTESTINO DELGADO La intervención en el intestino delgado que con más frecuencia so hace precisa en ol cuT30 de una operación ginecológica, es la simple resección de un trozo de intestino delgado. 36 Esta operación puede ser necesaria cuando el intestino ha sido lesionado, por ejemplo, con la cucharilla o la pinr.a do r.bortos por una perforación uterina durante un Legrado Instrumen tal. Cuando la perforación intestinal en poquetta.puodo ser sufi, ciente una sutura cuidadosa sin resección. Cuando la resección intestinal eo necesaria, so efectuará mediante los tiempos siguientes: l).- Buscar y explorar por palpación el asa afectada, determinar la porción a extirpar, y llevarla fuera de la herida abdominal. 2).- Ligar el mesenterio. 3).- Pinzar con dos pares de pingas intestinales el trozo de intestino que se vn a resecar y seccionar el meeontorio. 4),- Resecar el trozo de intestino comprendido comprendido entre loa dos pares de pinzas. 5).- Realizar anastomosis Latoro-latoral o Término-torminal, ó).- Sutura de ambas hojas dol mesenterio. 7).- Reposición del intestino. /»i\ RESECCIÓN DEL INTESTIDO GRUESO La técnica oe funda en los mismos principios en que so basa la resección de intestino delgado; poro hay quo tenor en cunn ta que las probabilidades de éxito son mucho menores, aunque la técnica operatoria sea inpecable, lo que se atribuyo a quo ul in testino grueoo no es tan movilizablo, a que BU pared os mas d e — bil, y a que su contenido sólido es de mayor riquoza bacteriológica. El resultado depende pues, en gran parte, de que se movili ce bien el intestino, que se eviten sus acomodamientoo y la tensión en las suturas. 0 0 37 HXSTERKCTOMIA La histerectomía cono tratamiento para las complicaciones ícl aborto realizado por medio del legrado uterino, fue analic2 en loa Estados Unidos dando los resultados siguientes: Dentro de las con^licacionos del aborto, el trauma uteriro tocó prioridad sobre Ir. huT.orragia, y esta tomó prioridad sp_ bre I» infección. El resultado fue que la t^sa de histerectomía asociada al r.borto por legrado inetruncntal disminuyó de 4.6 X 10,000 abortos entre 1970 y 1971, a 1.4 X 10,000 entro 1975 a 1978. La edad de la paciente fue detorminahte para la indicación de histerectomía. Hl promedio en adolescentes fue de 0.7 x 10 mH • alrrededor do los 20 años 4.0 x 10 mil ; y on mas de 30 ailos 8.9 x 10 mil abortos. El rio seo de histerectomía para las multíparas fue 9.0 vo. cea mayor que para la3 nulíparas. Las mujeres con antecedentes do ondometriosis, leiomioma quiste ovarico, gonorrea, salpingitis, y padecimientos inflamato rios pélvicos, tuvieron un riesgo de histerectomía 2.9 veoos mas que las mujeres sin estos antecedentes. En abortos por logrado uterino, la perforación fue la complicación más frecuente llevada a histerectomía (75*¿ aprox.) El riesgo de histerectomía para las mujeres sometidas al a borto por instilación de soluciones intraamnióticas , fue 3.veces mayor que para las sometidas al aborto por legrado uterino. Lúe joras en la práctica del médico, y manejo mas conservativo do las complicaciones del aborto, pueden babor reducido la tasa de histerectomía como tratamiento de las complicaciones de abato por legrado uterino. (3^) OÉPIIOLO X I I I rrtav^ncio?? nr. LA TY-RPORACIO;; UTivtiy.'u / Aunque la perforación uterina ea una complicación que — amenaza la vida de la paciente, poco so conoco acerca do loa — factores de riesgo asociado con perforación uterina o cómo prevenirlos. En un estudio efectuado por el I>r. Crimos, entro 1?75 y 1978, se analizaron 67,175 abortos ñor loerado. So confirmaron ¿6 -icrfomciones dando una incidencia de 0.9 x mil abortón. En otros 30 casos se sospechó la perforación, poro no 00 confirmó. XIII.l).- PACTÓTE-:: ~ .>rC:;v.NTES TWN'i'RO 'IVT, CONTROL MKDICPt Til factor más fuerte de riesgo identificado para perforación uterjL na fue el nivel de entrenamiento módico, puoa cuando el aborto lo realizaba un residente, el riosco do perforación se incremon, tó 5 vece3 mós que cuando lo realizaban módiooo experimentados. El uso do dilatadores rícidoo igualmente aumentó 5 veces el riesco do perforación, que cuando se empleó tallos do lamina ria sola, para la realización de la dilatación. El vino de laminaria sola fue probado como el mayor factor protectivo influyen El uso do anestesia general ootuvo asociada con el ligero incremento en el riesco do perforación uterina. XIII.2).- FACTORES FUERA DEL CONTROL Tf.-:T)IC0» La «dad gestado— nal del embarazo fue un factor do riesco considerable par» perforación. El riesco relativo do 1.4^ asociado a cada don nomo-— ñas de incremento en la edad geatacional, fue oataaíatioomonto importante. La tasa do perforación uterina para mujeres con un parto previo, fue tres veces mayor que la tasa para mujeres nulípara» La edad de la paciente, así como la historia do un aborto previo, tuvieron poco impacto sobro el riosco do porforación De todos los casos de perforación, el útero se encontró retrocolocado en el 9$. Las mujeres a las que se les practicó aborto con gesta— ción avanzada, por módicos residentes nue utilizaron dilatadoros ríciOos, tuvieron un mayor rioogo do perforación utorina. 39 •SI uso de laminaria para dilatación y la realización del aborto por un nu'dico experimentado, reducirá la frecuencia de pcri'oración uterina durante el aborto por medio de legrado ins_ trumcntnl. Esta3 medidas preventivas serán especialmente apropiadas •oara mujeres con edad estacional relativamente avanzada, paro puienes este riesgo es mucho mayor, (l) Resultados semejantes obtuvo el Dr. Nathanson en el C e n tro de Salud Sexxial y Reproductivo de New York, al estudiar on 30 mil abortos realizados la incidencia de perforaciones utori, ñas provocadas y las causas ouo contribuyeron a esto accidenta Los dos factores que parocen predisponer mas significatit.nte a esta complicación con: posición uterina y la oxpo- ricncia módica. La falta de experiencia del módico en la realisación del legrado uterino, es uno do los factores quo contribuyen a ocasionar este accidente. Los investigadores Deric y Kupresanin establecieron que de las 13 perforaciones quo ocurrieron en — cus series de aborto por aspiración, 10 fueron hechas por ginp_ cólogoo en entrenamiento. Do las 24 perforaciones ocurri&aa, el útero se encontró retrocolocado en 14 casos, antocolocado en 3 casos, y en 7 oasos la posición fue indeterminada. La predominancia del útero retrocolocado en catas oeriea es notable y significante. Deberá indicarse a la paciente que evacuó la vejiga antes que entre a la sala de quirófano, pero con frecuencia espera sobre la mesa de procedimientos un tiempo considerable hasta que el módico esta disponible. Consecuentemente, la vejiga pue_ de acumular 100 ce. o más y parcialmente llena puedo parecor un cuerpo anterior blando para el inoxperimontado operador, — ocultando un útero ratrocolocado dctró.s do la miema. •X Existiendo éste argumento,es necesario-'cateterizar a todas las pacientes antes del procedimiento si ol tamaño o actitud utp^ riña están en duda. La colocación de una pinza tenriculo so oro el labio anterior del cervix, puede además con frecuencia exagerar la retroposiciérw Algunos médicos prefieren colocar la pinca sobro ol labio cervical posterior, tanto para minimiE&r ésta pooicién, como para que actúe como un recordatíor conctantc para ellos mismos. (IS) 41 C/JITULO XIV RESULTADOS Y COT.SNTARIOS. En el estudio realizado por el Dr. Grimes en 67,175 aboiv too, se confirmó 66 perforaciones, dando una incidencia global de 0.9 x mil. (l) El Dr. Nathanson analizó 30,000 abortos reali zado3 en el Centro de Salud Sexual y Reproductivo de New York, reportándose 24 perforaciones; la incidencia de perforación fue de 0.8 por mil abortos. (14). De cierta manera la incidencia de perforación reportadas anteriormente es mucho nonor que la3 reportadas por Valton en el Hospital King's Country de 1 x mil; (3), o el de Bertholecn y Ostergaard que de 23,666 abortos terapéuticos se produjeron 82 perforaciones, o sea 3«5 por mil. (29). Según han publicado Radman y Korman, entre los 22,179 casos en loo que se hizo dilatación y raspado en dos hospitales do Baltimore, se registró perforación uterina en 47 casos, o — sea 1 cuso por 500. Este reporte so aproxima al publicado por Kushner y Dill, quienes advirtieron una perforación ontre 700 casos. (29). Kushner y .Marlow publicaron que de 2 mil logrados por aspiración, ocurrió perforación y desgarro en un 1.5$ aproximiulunento, principalmente por dilatadoros de llegar. (15)• En el Hospital NCYÍ York lyin In, ol Dr. E. Kayo reporta 4 perforaciones en 610 abortos realizados. (6). Courthey reporta 15 perforaciones por mil, a diferencia de Bcric y Kuprosanin quienes establecieron una tasa do perfora ción de 0.4 por mil. (14). INSTRUMENTOS CAUSANTES DE PERFORACIÓN : El Dr. Grimes publicó que de los 32 casos de perforación que analizó, el instru monto causal de perforación fuo: dilatadores 34$, cucharillas cortantes 25$, cánulas de succión 28$, sonda uterina 13?'. (l). Nathanson observó quo de las 24 perforaciones uterinas — provocadas, en 10 de los casos fue por sonda uterina, en 3 caaos por dilatador, en 3 oor cucharilla cortante, 5 casos por — succión, y en 3 caooo no se determinó ol instrumento perforante. (14). 43 Kushncr y Dill advirtieron que do ln.s;íl perforaciones que reportaron, ,1a legra fue causa do perforación en un tercio de los casos. En loa casos restantes los instrumentos perforan tes fueron los dilatadores, histeróraetro y una escobilla. (29). SITIO PE PERFORACIÓN: El sitio do perforación registrado en 47 pacientes fue: Pnrod anterior 40?S, lateral dorecho 21#, lateral izquierdo 17#, pared posterior 13^ y fondo uterino 9)5. La mayoría do las perforaetonos(G45í) ocurrieron en ol ~ cuerpo, mientras que el 36jí ocurrió en la región Córvico-Itsmi ca. (1). El curso que siguieron las 24 perforacionoo reportadus por ol Centro de Salud Sexual y Reproductivo do New York OHI 12 fueron hospitalizadas para observación estrecha y oe dieron de alta a las 24-48 horas on buenas condioionoo. En 11 pacientes oe ameritó laparotomía para localieación y reparación de la losión, y una resultó en hintereotomía total, 4 días después de la perforación (14) • C O M E N T A R I O S . Del concepto general que ol legrado uterino so aoocial al aborto, os confirmado por Ion diversos reporteo, on Ion nuo los estudios mayormente oe hacen sobro los abortos roalizadoo. So observó que on los EE.UU. la dilatación y raspado pasó a 2o. término, y que actualmente ol aborto lo realizan por el mótodo de succión,antos de las 12 semanas de gootación, y posteriormente a este período, por instilación do ooluolonou intraomnióticas. En México se sigue practicando el método clasico y tal vez algún Centro Hospitalario utilisa el legrado por succión, el cual trató de introducirse la década pasada sin haber encontrado el apoyo general, posiblemente porque la evacuación incomple. ta del útero obligaba a legrados posteriores, o porque el costo del ecuipo el cur.l resultó rrnyor que el utilizarlo para dilntn-,» ción y raspado, restringió su U30 en los servicios médicos particulares y por otros motivos que se desconocen. De las complicaciones infecciosas,1a mas seria os el cho— cue séptico, pues es la causa que lleva mé.c frecuentemente a la muerte; de las complicaciones traumáticas, la lesión más temida es la perforación. Se encontró que cuando el útero es dcnmaimlo blando generalmente por procesos sépticos, incluso el cirujano más experimentado, puede producir perforación. Dentro del tratamiento existe una medida general oue es la ontibioticoterápia, ya que se observó que un 2% do las pacientes que no siguen ecta conducta, desarrollan infección pélvica. La Hioterectomía como tratamiento para la complicación dol logrado uterino ha disminuido de 4.6 x 10 mil on 1970 * 1.4 x 10 mil en 1978, encontrando ce que las multíparas tienen 9.0 veces mayor riesgo que Irs nulíparas, ésto es oxplioable oi tomamos en cuenta que la conducta médica co mas conservadora actual^ m^nte. La frecuencia con la quo ocurre la perforación uterina ts difícil de establecer, ya que exioto una fron divereenoia ontr* loo diversos reportes publicados, Beric y Kuprcoanin obtenioron 0.4 perforaciones por mil, y Courthoy llegó a reportar 15 perforaciones por mil} sin embargo la mayoría de los reportes cota sobro 0.0 a 1.5 por mil,(Nathaij con, Griraus, Walton, Hadman,,Kormnn, Ruchncr y Marlow). Es posible que loo hospitales como ol Centro do Salud So—i xunl y Reproductivo de New York tengím cifras mas bajas do porforación, ya que es un tipo do hociitnl dedicado a la pníctica de esta operación, con amplia experiencia de surcr.Toonnlradifo_ rencia de otras instituciones que no están dedicadas de lleno a ésta práctica. El instrumento principal quv provocó perforación fue según Grimcs, los dilatndores 34/'¡ según Kuchner y bilí ln lo/^ra cortante 33?£ y según Nathanaon un 40?í l a aonda uterina. A peoar de eatos r e p o r t e s , generalmente oo lo da ol crédito a loa d i l a t a d o r o s , por ser l a dilatación el paoo maa d i f í c i l para efectuar e l legrado y un 2o. lugar u l a legra cortante. El s i t i o de perforación coincide con aer l a pared, anterior del útero (4<#), donde mtts frecuentemente se perfora, debido a que según Nathenson ol útero so encontró en un 50# retrocolocndo. Crines encontró e l útero retrocolocado en un 9í&; esta d i s crepancia en cuanto l a s retrodoaviacionea utorinaa, os posible e x o l i c a r l a s s i consideramos que ol Dr. Grirao3 no fuera tan minucioso en determinar l a s posicionoa del útero. La complicación t a r d í a hallada mrts frccucntomcnto oa l a esteridad cocundnria l a cual occila entre 30 y 5Cyi, aní como l a i n s u f i c i e n c i a del o r i f i c i o cervical en omburnr.oo ponterio-res,ocasionando abortos habituólos. Indudablemente s i l a s causas más importante a quv prodiopo, nen a l a perforación u t e r i n a son la f a l t a do experiencia del médico y l a presencia de posiciones anorraaloe del útero, la ma ñera de reducir l o s índiceo do perforación serán un examen g i necológico minucioso previo a l a operación^ brindar al miSdioo una amplia experiencia en cuanto a l a ronlianoión del lpgrado uterino. C O N C L U S I O N E S . Debido a que la perforación uterina es un accidente quirúrgico el cual ocurre indiroctemonte de la vista de — los observadores, y a caus^ «le que el Legrado instrumental es un procedimiento de una sola persona, os ampliamente — presumible que las perforaciones reportadas en las distintas serios son aquellas las cuales con mas obvias y quo mu chas permanecen sin reportar ya sea con intención o por i£ norencia. Esto se deduce de la gran divergencia que exista en loa dútos de los reportos que su han dado a conocer en las distintas publicaciones. En lo que se ha coincidido,es on establecer cuáles lian sido las cauaa3 mda importantes qu<i predinponon a la perforación uterina, siendo ¿stus la falta de oxpvrionoia dol Kódico para rcalir.nr esta operación , y la pr<58«moÍR -. de desviaciones uterinas quo pasan desapercibidas. Lamentablemente, «1 Logrado uterino os ocimeialraonte un procedimiento ciego, realizados por un par do manos solamente y os imposible onsofiarlo y supervisarlo ton cuidadosamente como ce podro hacer «n ouolquior tipo do opera ción abierta. En el paso forzado do todo módico »n formaoión par» llegar a adquirir 3U máxima oxnerioncia, es posible quo sa boroe en al/runa ocasión la amarga realidad de descubrir y aceptar que ha provocado estados Iatrogifnicos que bien puo_ den tener en el paciente un desenlace fatal, y quo ropr«*-• senté para la sana intención del Kódico un golpe moral. " B I B L I O G R A F Í A " 1 . - A. Grimes David,!.!). 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