Presentación. A nuestra comunidad educativa del Instituto Secundario Privado “JUAN XXIII”. En todo tiempo, pero particularmente en la actualidad, en que la sociedad muestra signos preocupantes de intolerancia y agresividad, cobra un valor muy alto la elaboración de un acuerdo de convivencia que sea el marco de las relaciones humanas en este espacio social que es la escuela y cuyo sentido fundamental es lo EDUCATIVO. Toda comunidad necesita normas que regulen la forma de vincularnos con los demás, con el conjunto social, con la Patria, con nosotros mismos. Cuánto más, entonces, son imprescindibles estas reglas en la escuela, donde se realizan los aprendizajes básicos de convivencia y socialización, y la adquisición de herramientas intelectuales que posibilitan la inserción en el mundo laboral y profesional. Este Acuerdo Escolar de Convivencia da respuesta, además, a una necesidad emanada del Ideario de nuestra institución, del Proyecto Educativo que lo concreta, y al requerimiento del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, a través de la Resolución 149/10, y del Consejo Federal de Educación, en su Resolución Nº 93/09. Relato del proceso de producción Resultados y Valores Logros y difcultades Fundamentacion Objetivos y Finalidades Valores Institucionales Cuerpo Normativo Sanciones Procesos, Plazos y Consejo Escolar Normas de Funcionamiento Uniforme Conclusión Relato del proceso de producción a) La primera etapa consistió en la conformación de un grupo de trabajo: docentes, preceptores y equipo directivo de la institución. Esta comisión recopiló material informativo de diversas fuentes. El mismo fue analizado con el fin de extraer elementos teóricos, que, posteriormente, se transmitieron a los demás docentes. b) En un segundo momento se trabajó, en distintas instancias, con docentes, alumnos, padres y personal administrativo y de maestranza. • Con los docentes: durante el período 2010-2011, se realizaron dos reuniones generales para el análisis y reflexión del material, y recepción de sugerencias, y un instrumento individual de trabajo. • Con los alumnos: hubo tres jornadas de reflexión y trabajo en diciembre de 2010, realizadas por curso, con la conducción de distintos docentes. Se utilizaron cuentos, noticias, artículos de opinión, en base a los cuales los alumnos elaboraron reflexiones y propuestas. Este material se tabuló y organizó en gráficos. • Con los padres: en las reuniones de padres por curso durante el año 2011, fue abordado este tema, y luego se concretó una jornada de trabajo en el mes de mayo, a la que se convocó a un grupo numeroso de padres voluntarios, que analizaron los valores propuestos en el trabajo de los docentes, ampliándolos con sus sugerencias. • Con el personal administrativo y de maestranza: se realizó la consulta, cuyos aportes se anexaron al trabajo de los padres. c) El tramo siguiente fue la redacción del borrador del A.E.C., y su consideración por parte del equipo de trabajo; revisión y nueva redacción (anexo Borrador A.E.C.). d) Posteriormente, se puso a consideración de toda la comunidad educativa este borrador en la página web de la escuela, a través de la cual todos los actores pudieron expresar su opinión. Luego de esto se redactó la versión definitiva que se hace llegar a Supervisión. RESULTADOS Y VALORES RESULTADOS De las jornadas con los alumnos surgieron las principales problemáticas áulicas y los valores que los estudiantes rescataron como imprescindibles: PROBLEMÁTICAS O ELEMENTOS CONTRARIOS A LA CONVIVENCIA: Molestar mientras el docente explica un tema No participar de las actividades áulicas(dormir, dibujar, hacer tarea de otra asignatura…) Romper mobiliario del Colegio Promover situaciones de desorden (gritos, cantos, etc) Discriminación a través de burlas u otras actitudes Difamación verbal o escrita de alumnos, docentes, etc VALORES: RESPETO POR EL OTRO (docente, alumno, padres, personal no docente de la escuela, también por las pertenencias de los demás y por las instalaciones escolares) PARTICIPACIÓN RESPONSABILIDAD De las instancias de trabajo con los docentes surgieron, en primer lugar los valores deseados para nuestra comunidad educativa: ESPIRITUALIDAD COMPROMETIDA VALORACIÓN DEL PRÓJIMO RESPETO POR EL OTRO, POR LA PROPIA VIDA Y LA SALUD Responsabilidad Respeto por los símbolos patrios Cultura del trabajo Cuidado y presentación personal Respeto por los bienes personales y comunitarios Los padres, personal administrativo y de maestranza coincidieron en señalar los siguientes, como valores deseables para la convivencia escolar: RESPETO MUTUO QUE INVOLUCRE A TODOS LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD BUEN TRATO PARA CON TODOS RESPONSABILIDAD EN EL ROL QUE LE CORRESPONDE A CADA UNO COMPROMISO CON EL GRUPO Y LA COMUNIDAD PARTICIPACIÓN COMPROMISO CRISTIANO LOGROS Y DIFICULTADES El trabajo para los AEC significó la oportunidad de dialogar, repensar puntos de encuentro en lo que todos: docentes, alumnos, padres, personal de la escuela, queremos para nuestra comunidad. Descubrir que son más numerosas las coincidencias que las divergencias nos permitió pensar una escuela en la que nos sentimos parte, ya que perseguimos los mismos ideales y tenemos una meta en común. El diálogo, la participación de todos los actores, pone en acto el supuesto de que todas las voces son importantes, y que la construcción democrática de la escuela es, no solo posible, sino real. Las dificultades estuvieron ligadas, ante todo, a la disponibilidad de tiempo para la participación, ya que, aún con reuniones fuera del horario escolar, la diversidad de horarios de trabajo hizo complicado encontrar tiempos de encuentro. Por otra parte, determinar “valores” para la convivencia, supone un ejercicio de abstracción que supere las problemáticas puntuales, a las que, en primer lugar, se dirigían las reflexiones. FUNDAMENTACION Los fundamentos del presente Acuerdo se encuentran en la propia identidad de las Escuelas Parroquiales de nuestra Arquidiócesis y en las bases éticas asumidas por toda la sociedad. “Las escuelas parroquiales y diocesanas, en cuanto escuelas católicas de la Arquidiócesis de Córdoba, se definen por la explícita opción de una pedagogía cristocéntrica en la transmisión de la fe y de las ciencias, cuyo fin es integrar armónicamente la opción por el Evangelio desde el proceso de la madurez humana, insertos en la Iglesia para el diálogo con el mundo en la construcción de la sociedad actual, con sus diversas problemáticas, recreando la cultura emergente desde los signos del Reino.” “Las escuelas diocesanas y parroquiales se autodescubren como comunidades pastorales en permanente estado de misión evangelizadora, hacia fuera y hacia adentro, en un proceso catequístico al cual invitan a todos sus miembros y en donde cada uno, desde su rol y función, se sabe un agente y un destinatario pastoral como bautizado que es.” “En síntesis, toda la comunidad educativa es comunidad pastoral, ya que la pastoral involucra el accionar íntegro de la escuela dinamizado en la clave de las relaciones y los valores del Evangelio.” (Acerca de la identidad de las Escuelas Parroquiales y Diocesanas de la Arquidiócesis de Córdoba en los contextos de la cultura actual. Junta Arquidiocesana de Educación Católica. 2009). En el marco de esta identidad, vemos con preocupación una realidad social en la que los avances tecnológico-científicos no han resultado suficientes para frenar la intolerancia, la violencia, la injusticia, males que no sólo están presentes en la sociedad argentina sino también en la micro-sociedad que constituye una comunidad escolar. Así, cobra un sentido muy profundo elaborar un acuerdo de convivencia escolar, a través de la opinión y el consenso, con el compromiso de todos los que participamos, de asumir los valores propuestos, internalizar las acciones que los favorecen, y valorar su importancia, haciéndonos corresponsables del proceso y los resultados a los que aspiramos. “Aprender a vivir juntos” ha sido planteado por la UNESCO como uno de los pilares de la educación para el siglo XXI. Esto se justifica, no sólo para lograr una buena convivencia, lo que implica un factor de bienestar para los grupos de personas, sino también porque desde esa base se construyen la cultura y también la posibilidad de entendimiento entre los pueblos. Las normas de convivencia sirven como herramienta para la educación en la fe, la promoción de los valores universales y el ejercicio de los principios morales. En este lineamiento, la política propuesta por los acuerdos de convivencia escolar pretende ser un marco con función orientadora en favor de la formación en valores de convivencia: caridad, respeto, participación activa, colaboración; autonomía y solidaridad. Por esto, nuestra comunidad educativa considera imprescindible cumplir las siguientes acciones que poseen el valor de una normativa de convivencia. OBJETIVOS Y FINALIDADES El presente Acuerdo Escolar de Convivencia es el resultado del trabajo de autoridades escolares, docentes, personal no docente, padres y alumnos de esta comunidad educativa con el objetivo de regular las relaciones entre todos sus integrantes y crear espacios de participación, a fin de construir una convivencia basada en los valores consagrados en este acuerdo. Propone iniciativas tendientes al logro de los siguientes objetivos: Promover el compromiso de todos los actores de la comunidad en el establecimiento de la convivencia en la institución. Fomentar un clima de trabajo enmarcado en la tolerancia, el respeto mutuo y la solidaridad, como aspectos cotidianos de la vivencia de la caridad evangélica, para que éste sea el rasgo característico de nuestra escuela. Generar espacios de diálogo entre docentes, alumnos, padres, autoridades y personal del colegio, para propiciar el aprendizaje vivencial de los valores cristianos, éticos y ciudadanos, que deseamos para nuestra convivencia cotidiana. Estimular la actitud crítica y responsable que permita revisar las acciones, valorar consecuencias y corregir conductas inadecuadas. Desarrollar mecanismos institucionales eficaces para la resolución de conflictos dentro y fuera del aula. Fortalecer la capacidad de la escuela como agente transmisor de saberes culturales y sociales, buscando optimizar aprendizajes y experiencias de participación. Promover la permanente evaluación del presente Acuerdo Escolar de Convivencia a fin de adecuarlo a los diversos emergentes, y mantener los valores fundantes del acuerdo. Desarrollar actitudes de prevención y detección de problemáticas grupales o individuales. Valores Institucionales. Esta comunidad educativa, a la que todos, docentes, alumnos y familias, pertenecemos libre y voluntariamente, desea y decide caminar hacia una auténtica convivencia, es decir “vivir con” el otro, concepto diverso del vivir “al lado de” otro. Entendemos que la convivencia implica aceptar, comprender, compartir, colaborar. No se trata de una simple tolerancia, sino de la búsqueda de “formar comunidad” capaz de superar los desafíos de las diferencias, e inspirada en el modelo de unidad en el Amor que Nuestro Señor Jesucristo nos propone: “Que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros…” (Jn. 17, 21). Por ello asumimos estos valores indispensables: Queremos ser una comunidad en la que cada miembro practique una ESPIRITUALIDAD COMPROMETIDA, presente en los vínculos, las acciones, las actitudes; una espiritualidad activa capaz de transformar la realidad concreta de la escuela, en la conciencia de que los pequeños aportes de cada uno crean una sociedad mejor. Ella nos impulsa también a la profunda VALORACIÓN DEL PRÓJIMO. Nuestra escuela promueve un clima de convivencia armónico entre sus integrantes, basada en el RESPETO MUTUO, contrario a todo tipo de discriminación o violencia de cualquier género entre sus integrantes. También en el RESPETO POR LA PROPIA VIDA Y LA SALUD, contrario a conductas no saludables. Las relaciones humanas se construyen a partir del respeto de los acuerdos, de las obligaciones propias, del diálogo. Esto implica una actitud de RESPONSABILIDAD en la tarea cotidiana, en los diversos roles que cumplimos. Deseamos que en nuestra escuela se viva el RESPETO POR LOS SÍMBOLOS PATRIOS, reconociéndolos y valorándolos en cuanto nos distinguen como pueblo argentino, e insertos en una realidad cultural latinoamericana, y a través de ellos desarrollar un profundo SENTIDO DE PERTENENCIA a la sociedad en general y a la comunidad escolar en particular. Conscientes de que es un valor que no está presente en muchos ámbitos de nuestra realidad argentina, elegimos ser una escuela en la que se practique la CULTURA DEL TRABAJO, desde el concepto del trabajo como dignificación de la persona, camino de progreso personal y comunitario. Dentro de un clima de trabajo ordenado consideramos la PUNTUALIDAD Y ASISTENCIA aspectos necesarios que hacen al respeto y a la sana convivencia entre todos para el desarrollo armonioso de la vida escolar. En la formación integral de toda persona también se incluyen hábitos saludables de CUIDADO Y PRESENTACIÓN PERSONAL. Por ello promovemos el uso de un uniforme que nos identifica como institución y colabora en el ejercicio del cuidado personal. Un ambiente limpio y ordenado favorece el proceso de enseñanza - aprendizaje. EL RESPETO DE LOS BIENES PERSONALES Y ESCOLARES, CUIDADO E HIGIENE DE LAS INSTALACIONES Y EL MOBILIARIO ESCOLAR, refuerzan el sentido de pertenencia ayudándonos a construir la identidad. Legislación Marco. Estos valores encuadrarán las normas de convivencia escolar y se ajustan a los lineamientos prescriptos por los instrumentos legales correspondientes, particularmente la Resolución Ministerial 149/10, la cual se adecua a: Constitución Nacional y Provincial. Ley de Educación Nacional Nº 26206 Resolución del Consejo Federal de Educación 93/09 Otras leyes y orientaciones que emanan de los instrumentos citados y de la Convención de los Derechos del Niño (ONU 44/25) Ley Nacional de protección integral de niñas, niños y adolescentes Nº 26061.