La sanción de la Ley Nacional Nº 24

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CONSTRUYENDO UN PLAN DE ACCIÓN NACIONAL PARA ERRADICAR LA
VIOENCIA INTRAFAMILIAR CONTRA LAS MUJERES
La sanción de la Ley Nacional Nº 24.417 en el año 1994, luego de años de reclamos para la
aprobación de un legislación para la prevención y la sanción de la violencia familiar, abre
finalmente en nuestro país un nuevo camino judicial para el reconocimiento de los hechos
de violencia, otorgando a quienes son afectados medidas protectoras en salvaguarda de sus
derechos constitucionales, como el derecho a la vida, la libertad y a la integridad psicofísica.
A pesar de sus lagunas y divergencias en su aplicación puso en marcha un proceso de
visibilidad de esta problemática en el nivel nacional que se manifiesta, principalmente, en
las respuestas de los gobiernos y legislaturas provinciales, con la aprobación de leyes al
respecto en distintas jurisdicciones del país. A poco más de 10 años la gran mayoría de las
provincias(21) cuentan con leyes que fijan un marco jurídico común para enfrentar esta
problemática, respondiendo a la progresiva toma de conciencia, a nivel internacional y
nacional, de la gravedad de estos hechos y, que constituye, una prioridad de las Naciones
Unidas y de la mayor parte de los países latinoamericanos y europeos.
Encuadre y definición
Todas estas Leyes presentan el común denominador de tener como finalidad la prevención
y/o la asistencia y/o la atención integral, de un tipo de violencia, la denominada Violencia
Familiar.
Acuerdan con la definición del Consejo de Europa de violencia familiar como “toda
acción u omisión cometida en el seno de la familia por uno de sus miembros, que
menoscaba la vida o la integridad física o psicológica o incluso la libertad de uno de los de
la misma familia que causa un serio daño al desarrollo de su personalidad”
En general, nuestras Leyes de violencia familiar refieren a las lesiones o maltrato físico o
psíquico que recibe una persona de parte de alguno de los integrantes de su grupo familiar,
en un sentido amplio.
Algunas provincias, además, hablan expresamente de abuso (de Río Negro y Entre Ríos), y
otras, agregan el abuso sexual ( Neuquén, Jujuy, Mendoza y Buenos Aires). Esta última,
especifica que "afecte la integridad física, psíquica, moral, sexual y/o la libertad de una
persona en el ámbito del grupo familiar, aunque no configure delito
Del análisis comparativo de estas Leyes también se observan coincidencias en cuanto a lo
que consideran por maltrato físico y por maltrato psíquico. El maltrato físico es entendido
como todo daño causado en el cuerpo o en la salud. Y el maltrato psíquico, como todo acto
que daña a una persona mental o emocionalmente y/o que le causa perturbaciones de tal
naturaleza, que lesiona su salud o hiere gravemente su bienestar. En general también se
entiende que el maltrato comprende las distintas formas del abuso sexual que pueden
ocasionar un daño físico o psíquico.
Con relación al maltrato infantil, diversos autores incluyen en esta categoría distintas
clases de hechos, a los ya señalados de carácter general, agregan el abandono o privación
de cuidados básicos físicos y emocionales, la negligencia, exposición a cualquier tipo de
peligro sustancial el abuso sexual. También es de aplicación lo dispuesto por la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Frente a estos daños físicos y/o psíquicos, las leyes le otorgan a los/as afectados/as el
derecho a obtener medidas protectoras que tendrán como finalidad garantizar derechos
constitucionales como el derecho a la vida, a la libertad y a la integridad psico-física.
1
La Ley nacional y todas las leyes provinciales tienen como finalidad esencial que, junto con
la denuncia, se soliciten medidas cautelares conexas o medidas autosatisfactivas. También
los jueces de oficio pueden disponer este tipo de medidas, al tomar conocimiento de los
hechos.
Las medidas cautelares que contemplan están destinadas, por un lado, a proteger a las
víctimas de la violencia en situaciones de riesgo y/o hacer cesar las situaciones de violencia
y/o evitar su repetición, mediante la exclusión del hogar del agresor y/o la prohibición de
su acceso al domicilio, a los lugares de trabajo o de estudio del o la damnificada; otras,
como ordenar el reintegro al domicilio de quien ha debido salir del mismo, por razones de
seguridad personal. Por otro lado, garantizan el derecho alimentario, la tenencia de los
hijos/as, así como el contacto y comunicación con los/as mismos/as.
Las leyes provinciales a igual que la Ley nacional, disponen la competencia en materia
civil, recogiendo criterios que sustentan o definen como más favorable esta instancia, ya
que se busca solucionar conflictos más que caracterizar como delitos las distintas causales
que recogen. Lo anterior se presenta con independencia de impulsar la intervención de la
justicia penal en los casos que así corresponda. De esta manera, la gravedad del daño
sufrido pasa a ser el parámetro distintivo para la intervención, en la jurisdicción civil o
penal
Bien Jurídico Protegido
La protección integral de la familia, asegurada en el artículo 14º bis de nuestra Constitución
Nacional, constituye un basamento trascendente para la sanción de leyes que prevengan o
traten la violencia familiar, pues no se puede concebir la existencia de amparo al grupo o a
sus integrantes, si se admiten o toleran coacciones físicas o psíquicas en su seno.
En las distintas leyes de violencia familiar sancionadas en nuestro país, aparece, de manera
explícita o implícita, que el bien jurídico protegido es la familia, cualquiera fuera su
origen, mediante el matrimonio o por uniones de hecho. Regulan las relaciones
interpersonales que se dan entre sus integrantes. No contienen disposiciones expresas en
cuanto, al derecho de cada uno y cada una de sus integrantes a su realización personal.
Así, las respuestas dadas en estas legislaciones, tanto en la prevención como en la asistencia
de las personas víctimas de violencia, responden a la preocupación de las legisladoras y los
legisladores provinciales de contar con un instrumento legal para combatir la violencia en
el ámbito familiar. La protección frente a la violencia de las/os diferentes integrantes del
grupo familiar ha sido el objetivo prioritario a lograr, en cada una de las jurisdicciones del
país, por lo que la sanción de cada una de estas leyes significó un avance importante para el
conjunto social. Sin embargo, algunas sustentan un cierto grado de generalidad, ya que
cuando se las elaboró se pretendió abarcar a todos los miembros que constituyen una
familia y no se tomaron en consideración las circunstancias diferenciadas y específicas de
la violencia ejercida contra las mujeres, de aquella que tiene como víctima a los/as niños/as
o de la dirigida contra los/as a ancianos/as.
Un primer grupo de Leyes sancionadas no toma en consideración el factor de riesgo o de
vulnerabilidad que representa el hecho de ser mujer, ni contempla las diferentes formas de
violencia que éstas pueden sufrir en los distintos ámbitos de la sociedad y, aún dentro del
espacio doméstico.
Sin embargo, es importante tener presente que un segundo grupo de leyes incorpora los
criterios innovadores que introduce en la legislación interna la ratificación, en el año 1996,
por el Congreso Nacional de la "Convención Interamericana de Belem do Pará" que habla
expresamente de la "violencia de género", y cuyas disposiciones han tenido distintos
2
grados de influencia, en las leyes provinciales dictadas con posterioridad, en especial, la de
la Provincia de Buenos Aires
Por lo que el acercamiento a la concepción de "violencia de género"en este tipo de
legislación surge de la Convención de Belem do Pará y de la Plataforma de Acción
Mundial de Beijing:
En nuestro país, tanto el CNM como profesionales e investigadoras sensibles a la
problemática de la discriminación, desigualdad, violencia, en términos objetivos como
subjetivos, trabajan la temática incorporando nuevos enfoques al tratamiento de los temas
de la mujer en términos de relaciones de poder intergenéricas, a fin de producir
modificaciones en las prácticas históricas y culturales de subordinación y violencia contra
las mujeres.
Este enfoque que trasciende las disposiciones propias de estas leyes, está sustentado en el
el reconocimiento otorgado, en la Reforma Constiucional del año 1994, de rango
constitucional a los Tratados de Derechos Humanos y entre ellos, a la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, y con la ratificación
de la Convención de Belem do Pará por el Congreso Nacional en 1996: Sus disposiciones
son de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional.
Su incorporación al derecho interno constituye un aporte de la mayor relevancia ya que
provee de un nuevo marco jurídico fundado en las nuevas conceptualizaciones y categorías
en relación con los derechos de las mujeres en la legislación internacional
Por todo esto, aparece como imprescindible que, en la interpretación y aplicación de estas
Leyes de violencia familiar, el marco conceptual y legal debe ser complementado por estos
nuevos derechos reconocidos en nuestra Constitución. Esto permite, por un lado, llenar
vacíos legales de nuestro ordenamiento jurídico para combatir la violencia contra las
mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y, por otro, complementar la normativa
específica para una más correcta interpretación y aplicación de la Ley.
El Consejo Nacional de la Mujer participó activamente en la sanción y reglamentación de la
Ley Nacional de Prevención de la Violencia Familiar, así como en la Reforma del Código
Penal en relación a los delitos contra la integridad de las personas (anteriormente,
denominados contra la honestidad) para una tipificación más amplio y el agravamiento de
penas, y colabora activamente para la sanción de una ley en relación a la violencia laboral,
que incorpora el acoso sexual.
Pero el eje prioritario de trabajo del CNM en la actualidad sobre violencia de género está
dirigido a la violencia contra las mujeres en las relaciones familiares, en respuesta a la
demanda recogida a nivel de todo el territorio nacional .
Desde el año 1995 el CNM impulsó la sanción a nivel provincial de una normativa similar a
la nacional através del Consejo Federal de la Mujer (instancia que cuenta con la
representación de todas las provincias) y la difusión masiva de la Convención de Belem
do Pará. A partir del año 1999, se puso en marcha, junto con UNICEF, un Programa
Nacional de Capacitación, Asistencia Técnica y Sensibilización sobre la Violencia contra
las Mujeres, que tiene por finalidad identificar estrategias, desde el Estado Nacional, las
Areas Mujer Provinciales y Municipales y las Organizaciones de la Sociedad Civil para la
creación y/o fortalecimiento de servicios destinados a la prevención de la violencia contra
las mujeres. Paa su implementación se preparó y editó la Serie La Violencia contra las
Mujeres en el ámbito de las relaciones familiares integrada por distintos materiales: Manual
de Capacitación, Desarrollo de Talleres para Capacitadoras y Capacitadores y el Trabajo en
los talleres. A la fecha, se han realizado dos ediciones con la actualización del material.
Es un Programa destinado a capacitadores/as a efectos de posibilitar la instalación a nivel
3
provincial de grupos especializados e interdisciplinarios abocados a este temática, a los que
se entrega el material de capacitación necesario para ser replicado a nivel local. Se han
desarrollado Seminarios- Talleres en todas las provincias y se continúa brindando
permanentemente asistencia técnica a los equipos especializados, a las Areas Mujer
Provinciales y Municipales, así como a otros organismos del gobierno nacional y de la
sociedad civil. También se responde a consultas individuales y se hacen las derivaciones
correspondientes.
Como parte de este Programa, también se ha puesto en marcha un Registro Unificado de
Casos de Violencia Intrafamiliar contra la Mujer, que tiene como objetivo contar con datos
homogéneos y sistemáticos a los efectos de hacer de la información una herramienta de
utilidad para la intervención y la investigación.. Trata de la evaluación de la prevalencia
institucional, es decir, a la cualificación y caracterización de la población captada por los
servicios e instituciones.integran la Red alrededor de 65 servicios de todo el país. A tal fin
se capacita a los servicios que lo integran para su aplicación y se les entrega una Guía
Metodológica para la Aplicación del Instrumento de Registro de Casos, y el soporte
informático correspondiente.
Otro resultado de su aplicación se refleja en que les permite a las organizaciones usuarias
mejorar el seguimiento y la evaluación de su organismo, preparar los informes de gestión
ante la autoridades de las que dependen, así como en los casos de informes judiciales, el
acompañamiento de la ficha ha sido bien vista por los/as jueces por su utilidad para la
comprensión integral ade los casos. Con el mencionado programa se aspira a avanzar en el
cumplimiento de los objetivos estratégicos fijados en una de las Esferas de Especial
Preocupación sobre La Violencia contra la Mujer de la Plataforma de Acción de Beijing.
Actualmente se está desarrollando una experiencia piloto en el Hospital General de Agudos
Dr. T.Alvarez de la ciudad de Buenos Aires, con la aplicación del instrumento de registro,
a fin de detectar los cambios necesarios para su utilidad en el sector salud y su posterior
propuesta a otros centros hospitalarios de todo el país.
PROPUESTA DE UN PLAN DE ACCION NACIONAL PARA ERRADICAR LA
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR CONTRA LAS MUJERES
El trabajo que viene realizando el Consejo Nacional de la Mujer parte del principio de que
un elemento clave para la erradicación definitiva de la violencia intrafamiliar, es su
consideración como un asunto que requiere necesariamente de acción estatal, y no como un
problema privado o individual.
Por lo que dentro de un nuevo contexto de respeto a los derechos humanos y la efectiva
vigencia de los derechos de toda la ciudadanía, fijado como prioritario por el Gobierno
Nacional se propone dar una respuesta institucional a esta demanda a fin de garantizar a las
mujeres una vida libre de violencia tanto en el ámbito privado como en el público. A tal
efecto, desde el año 2004 se trabaja en la formulación de un “Plan de Acción Nacional para
Erradicar la Violencia hacia las Mujeres en el Ambito Familiar” mediante la articulación de
acciones y recursos de todas las áreas del Gobierno Nacional.
Para el cumplimiento de este objetivo se parte de lo relevado y sintetizado sobre el trabajo
de campo realizado por nuestro Organismo en todo el país, lo que permite afirmar que la
sanción de las leyes ha tenido un efecto altamente positivo en cuanto a la visibilización e
instalación de esta temática en la agenda pública. Sin embargo, en la práctica las mujeres
constatan que, para hacer efectivo el reconocimiento de su derecho a vivir una vida libre
de violencia, se presentan una serie de limitaciones, no tanto legales como relativas a la
operatoria previa a su judicialización, y con posterioridad, durante el desarrollo del proceso
judicial.
4
Estas limitaciones y obstáculos se refieren, principalmente, a las dificultades que surgen por
no contar con los instrumentos y herramientas necesarios para la prevención y la atención
de esta problemática tan compleja. 1
Lo anterior también está confirmado por la opinión de especialistas y profesionales de
diferentes disciplinas y jurisdicciones del país, que coinciden en la necesidad de la
formulación de políticas públicas integrales y articuladas que formen parte de un Plan de
Acción Nacional para la efectiva protección de los derechos de las mujeres.2 En general se
corresponden con propuestas presentadas por países europeos y latinoamericanos.
A fin instalar a nivel nacional esta propuesta y sentar las bases, construir consensos básicos
y aunar esfuerzos, se realizó en el mes de noviembre de 2004, un Congreso Nacional “ Las
Mujeres y los Vínculos Familiares libres de Violencia” con el desarrollo de paneles
integrados por expertos internacionales y funcionarios nacionales de los tres Poderes del
Estado, y la realización de talleres de participación masiva.
Para la puesta en marcha de esta propuesta de carácter integral es necesario tener en
consideración que se trata de una problemática multicausal cuya atención abarca diferentes
competencias y a distintos niveles, por lo que debe abordarse multidisciplinariamente y de
manera articulada por las distintas áreas del Gobierno Nacional, representadas en un
Comité Interinstitucional con la responsabilidad de centralizar las decisiones de tipo
político, técnico y administrativo, fijadas por el Plan. Esta modalidad de gestión permite,
además, una mejor distribución de los recursos.
El Consejo Nacional Coordinador de Políticas Sociales, del que depende el CNM, ha
convocado a los representantes de las Areas del Poder Ejecutivo Nacional relacionadas con
la implementación del presente Plan: salud, educación, justicia, seguridad, desarrollo social,
trabajo y medios de comunicación, a fin de:
-
formular, diseñar e impulsar las acciones necesarias para la implementación del
presente Plan de Acción
el monitoreo y evaluación anual del cumplimiento de las metas formuladas para el
Plan.
Revisión y propuestas de nuevos objetivos y líneas de acción para una nueva
planificación .
El Comité contará con un Consejo Consultivo integrado por representantes de las
organizaciones de la sociedad civil y por organizaciones del ámbito académico
especializadas en el estudio de la violencia contra las mujeres, que tendrá por función la de
asesorar y recomendar sobre los cursos de acción y las estrategias más adecuadas para
enfrentar el fenómeno de la violencia.
El Consejo Nacional de la Mujer forma parte del Comité Interinstitucional y es el
organismo administrativo competente que garantiza el logro de los propósitos y objetivos
propuestos en el presente Plan, mediante:
1
Todas las leyes dictadas y sus decretos reglamentarios prevén una serie de servicios indispensables de
brindar a las mujeres víctimas de violencia que van, desde la atención en las comisarias, centros de salud,
asistencia psicológica, asesoramiento y asistencia jurídica hasta el acceso a la justicia y la resolución rápida y
expeditiva en las situaciones de riesgo, etc. La experiencia recogida hasta el presente por especialistas,
agentes gubernamentales y por las organizaciones de la sociedad civil, muestra que en la mayor parte de
nuestro país o no se han implementado todavía, o se ha hecho de manera deficiente.
2
En el Seminario Nacional de “Políticas Públicas, Salud y Violencia Intrafamiliar” realizado en el año 2000
por el Ministerio de Salud y el Consejo Nacional de la Mujer con la Cooperación Técnica Financiera BID, se
difundieron experiencias y propuestas de representantes del Ministerio de Salud mediante los responsables de
los Programas Materno Infantiles y de los Programas de Atención y Prevención de la Violencia Intrafamiliar
de Salud, Areas Mujer y Consejos del Menor y la Familia de las 24 jurisdicciones, que han sido consultadas
para la preparación de los lineamientos generales de un plan.
5
-
la coordinación de las acciones aprobadas y
la articulación operativa con el nivel provincial y municipal, a través del Consejo
Federal de la Mujer.
EJES DE TRABAJO/LINEAS DE ACCIÓN PRIORITARIAS
1. Promoción de políticas específicas para la prevención, detección, registro y
abordaje de la violencia contra las mujeres en las relaciones familiares, articuladas
y coordinadas entre los sectores involucrados, de los niveles nacionales,
provinciales y municipales y de la sociedad civil.
2. Capacitación, formación y entrenamiento de agentes y profesionales vinculados a
la temática en áreas de intervención específicas.
3. Desarrollo de políticas de difusión, sensibilización y concientización
sobre el derecho a una vida libre de violencia para todas las personas.
1. Impulso y fortalecimiento de mecanismos que permitan el registro estadístico de la
violencia intrafamiliar contra las mujeres en todo el país para la investigación, el
seguimiento y la evaluación del cumplimiento del presente Plan
OBJETIVOS
1. a.- Arbitrar las medidas para la optimización de los recursos disponibles, diseño y
aplicación de nuevos instrumentos para remover barreras en la intervención, para
prevenir y/o paliar los efectos de la violencia en las mujeres víctimas
b.- Poner en marcha políticas públicas necesarias para responder de manera integral
a la problemática de la violencia contra las mujeres en el ámbito de las relaciones
familiares.
c.- Lograr la articulación y la coordinación entre las distintas áreas del Gobierno
Nacional, las jurisdicciones provinciales, y las organizaciones de la sociedad civil
2. Capacitar y formar a agentes y profesionales vinculados a la denuncia, tratamiento,
asistencia y contención de las víctimas de violencia y de sus agresores
3. Organizar estrategias conjuntas con organizaciones y medios de comunicación para
la difusión, sensibilización y concientización dirigidas a la población general y en
particular a las mujeres.
4. Diseñar herramientas para el logro operativo de los objetivos enunciados
Actualmente funciona un ámbito integrado por representantes de los Ministerios de Salud,
Educación, Derechos Humanos, Trabajo y Seguridad y coordinado por el CNM que
discute la puesta en común de los Ejes de Trabajo y las Líneas de Acción y la elaboración
de propuestas para cada área gubernamental de acuerdo a sus específicidades.
Se trabaja en una primera etapa sobre dos aspectos principales. El primero, relacionado
con la necesidad de brindar información, asesoramiento, acompañamiento y atención
especializada en las distintas áreas gubernamentales involucradas.3
Para ello es necesario asegurar los recursos económicos y dotar de recursos humanos con
formación específica, para terminar con la doble victimización de las mujeres que ocurre,
3
Se ha tomado en cuenta para la elaboración de las orientaciones generales del Plan que prepara el CNM para
su discusión, el Documento de Trabajo “Modelo de leyes y políticas sobre violencia intrafamiliar contra las
mujeres de la Organización Panamericana de la Salud, Unidad Género y Salud, Washington, 2004.
6
en muchos casos, por falta de respuestas adecuadas que contribuyan a la salida de una
situación traumática para las ellas y sus grupos familiares.
Un segundo aspecto, está referido a contribuir a la autonomía de las mujeres. A la atención
de la salud, física y psíquica, y al acceso a la justicia de la persona víctima de violencia, se
debe sumar la consideración de propuestas de medidas de distinto tipo, que permitan el
autovalimiento. Abrir la posibilidad de generar ingresos económicos, como otro elemento
de la mayor importancia, para poner en marcha un proceso de cambio en sus condiciones y
calidad de vida. Se busca apoyos materiales directos y de formación y capacitación laboral
para el acceso a líneas específicas de financiamiento dentro de los Planes Nacionales
vigentes. 4
En forma paralela y de manera conjunta con las Areas Mujer Provinciales y Municipales, se
están relevando los recursos existentes en las distintas áreas y jurisdicciones como base de
un diagnóstico inicial de servicios prestados, cantidad de personas abocadas a la temática y
grado de especialización, demandas y necesidades específicas de los mismos; existencia de
registros locales y nacionales sobre la demanda, buscando articulación y adecuación para
el funcionamiento de una Guía de Recursos a nivel nacional, provincial y local, con el
objeto de lograr una derivación efectiva de las personas víctimas de violencia en cualquier
parte del territorio nacional.
Asimismo, mediante el funcionamiento de comisiones de trabajo se busca adelantar en la
propuesta de estrategias de articulación y acciones de fortalecimiento en las áreas
consideradas claves (salud, seguridad, y espacios institucionales de la mujer) para su
readecuación a los requerimientos de las respectivas comunidades, mediante la
construcción de instrumentos metodológicos acordes a los diferentes niveles de
intervención. En tal sentido, se trabaja con el Ministerio de Salud de la Nación sobre
propuestas de protocolos de admisión en los servicios de salud en servicios prioritarios
(UPS, emergencias, obstetrícia, saalud mental, etc.) y de protocolos de actuación (atención
o derivación), que deberán ser discutidos a nivel nacional y provincial para su aprobación
final
También como uno de los resultados inmediatos del Congreso, se ha firmado un Convenio
con la Secretaría de Seguridad de la Nación para participar en el Plan Nacional de la
Secretaría Ejecutiva del Consejo de Seguridad Interior destinado a la Capacitación, Apoyo
a la Formación y Actualización Profesional de Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad,
através de un Seminario de Violencia Familiar a ser dictado a nivel regional. Al momento
actual se han realizado 6 Encuentros Regionales con la participación de 695 oficiales y
suboficiales de las policias provinciales. Se trabajó con las leyes provinciales y la
Convención de Belem do Pará y se tuvo como producto la elaboración de propuestas a
nivel provincial a fin de brindar a las personas víctimas de violencia la atención adecuada
para evitar la victimización secundaria. El objetivo final es la elaboración de un Protocolo
de Actuación que pueda ser aplicado en todo el país, preservando las caracteríscas a nivel
local y que permitan desarrollar servicios policiales para optimizar su atención, acceso a
otros servicios y cumplimiento de las disposiciones judiciales.
Con las áreas mujer provinciales se plantea implementar espacios de coordinación a nivel
local entre los servicios de las distintas dependencias gubernamentales y las organizaciones
de la sociedad civil, brindando contención, asesoramiento, acompañamiento, derivación y
seguimiento de los casos de las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Para ello
deberán ser dotadas de personal especializado,espacios adecuados de atención y
mecanismos de derivación ágiles y articulados.
4
Para la formulación de los ejes de trabajo y las líneas de acción prioritaria y de las acciones se ha trabajado
con el Ministerio de Salud de la Nación, con el Ministerio de Desarrollo Social, con la Secretaría de
Seguridad del Ministerio del Interior y con las Areas Mujer Provinciales. Asimismo se han mantenido
entrevistas con el Colegio Público de Abogados de Capital Federal, con la recepción de denuncias de la
Justicia Civil, con el Equipo Interdisciplinario de los Juzgados de Familia, etc.
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En relación a las limitaciones y obtáculos que tienen las mujeres víctimas de violencia
intrafamiliar para el acceso a la justicia se trabajó particularmente, con las organizaciones
de la sociedad civil que integran la Red del Registro Unificado de Casos, así como con
entrevistas con el Colegio Público de Abogados de Capital Federal, con la recepción de
denuncias de la Justicia Civil, con el Equipo Interdisciplinario de los Juzgados de Familia,
etc.
Las conclusiones arribadas sirvieron de base para la presentación que el CNM hizo ante la
Reunión de Expertas y Expertos “Una mirada al Acceso a la Justicia en los Países del Cono
Sur” organizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su Relatoría
Especial sobre los Derechos de la Mujer.
Del conjunto de cuestionamientos relevados, es posible señalar algunos aspectos
principales a tener en cuenta y algunas recomendaciones relacionados con la "ruta critica"
que tienen que transitar las mujeres víctimas de violencia:
• Desconocimiento de la mayor parte de las mujeres de sus derechos y de la operatoria
para su efectivo ejercicio
• Articulación dificultosa entre los distintos organismos que tratan, directa o
indirectamente, esta problemática
• Falta de capacitación del personal destinado a su atención, y de protocolos adecuados
para la actuación, que permita, por un lado, evitar una judicialización innecesaria y, por
otro, que en aquellos casos que así lo ameriten, faciliten el acceso a la justicia.
• Falta de recursos suficientes en la mayor parte de las provincias para el funcionamiento
adecuado de tribunales especializados de familia que garanticen el efectivo acceso a la
Justicia de las víctimas y el ejercicio pleno de la labor jurisdiccional.
• Limitada existencia de instancias estatales que brinden a las mujeres asesoramiento y/o
patrocinio jurídico gratuito en los casos en que se acredite escasez de recursos
• En zonas rurales o en el interior de las provincias en muchos casos no hay tribunales,
por lo tanto la Policía y el Juzgado de Paz no Letrado deberían cumplir funciones de
urgencia con supervisión de nivel central. Se considera que el acceso a la justicia, en
estos casos es muy dificultosa, precisamente en zonas de mayor aislamiento con alto
riesgo para la vida de la mujer y sus hijos.
Conforme a este estado de situación, el CNM presentó como recomendaciones en la
mencionada Reunión de Expertas algunas de las propuestas incluídas en el marco del Plan
de Acción Nacional para erradicar la violencia intrafamiliar contra las Mujeres:
•
Brindar capacitación de los/as profesionales, jueces y auxiliares de justicia incluyendo
la dimensión de género en la atención de la problemática de la violencia contra las
mujeres.
• Promover una mayor articulación entre los servicios de las policías y la justicia para la
derivación y el cumplimiento de disposiciones judiciales.
•
Elaborar un protocolo de atención de denuncias de violencia intrafamiliar contra las
mujeres a fin de determinar tempranamente los casos judiciales y la situación de
riesgo de aquellos casos que requieren otro tipo de tratamiento.
•
Coordinar con equipos asistenciales criterios unificados de evaluación de gravedad y
riesgo de las situaciones de violencia.
•
Mejorar la eficacia de las medidas judiciales por medio de un seguimiento y
articulación con otras áreas involucradas.
•
Coordinar acciones con los servicios de asistencia a la víctima gubernamentales y no
gubernamentales y de seguridad para la derivación, la interconsulta, el seguimiento de
casos.
•
Promover espacios de análisis y discusión sobre las leyes de protección, para superar
obstáculos en los procedimientos de su aplicación
•
Desarrollar y promover la aplicación de convenios para mejorar la asistencia jurídica
especializada en violencia familiar entre Colegios Profesionales y otros recursos
existentes.
8
•
•
Incorporar la temática en el nivel universitario a través de la inclusión de materias
obligatorias en los planes de estudio (derecho, medicina, enfermería, obstetricia,
psicología, psicopedagogía, trabajo social).
Fortalecer mediante talleres, encuentros, campañas de difusión a las AMP, a las
organizaciones de mujeres y otras organizaciones populares en el conocimiento de la
normativa vigente para el efectivo ejercicio de los derechos a una ciudadanía plena.
En una segunda etapa y a partir del diagnóstico inicial, se considera avanzar en la
formación, capacitación y entrenamiento de equipos profesionales, en la promoción de los
derechos de las mujeres y en la difusión, sensibilización y concientización de la población
general incluyendo dentro de esta estrategia a los medios de comunicación.
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