1 Unidad 8: El empirismo: Locke y Hume 1. Contexto a. Contexto histórico-cultural b. Contexto filosófico: características generales de la filosofía empirista c. Contexto biográfico de David Hume y obras principales 2. El primer desarrollo de la filosofía empirista: el empirismo de John Locke 3. La filosofía empirista de David Hume a. La teoría del conocimiento de Hume b. La crítica de Hume al “principio de causalidad” c. La crítica de Hume a la metafísica d. La ética de Hume: el emotivismo moral 4. Relaciones de semejanza y diferencia de Descartes y Hume 2 1. Contexto a. Contexto histórico-cultural Durante el Siglo XVIII se produjo un importante crecimiento de la economía y de la población debido, principalmente, a la expansión de la agricultura. Como resultado, hubo, sobre todo en Gran Bretaña, un progresivo enriquecimiento de la nobleza rural, que fue acumulando capitales y preparando la Revolución industrial. La sociedad continuaba dividida en estamentos, cuyo origen se remontaba a la Edad Media: nobleza, clero y tercer estado, constituido por el sector productivo de la población, incluida la burguesía, que se impregnó de las ideas ilustradas y que fue el sector más activo en los movimientos revolucionarios de finales de siglo. El conflicto más importante que enfrentó a diversos países de Europa fue la Guerra de los Siete Años, cuya causa hay que buscarla en la competencia entre Francia e Inglaterra por los dominios en América. El resultado de esta guerra fue el ascenso a la hegemonía de Gran Bretaña, que pronto se vio envuelta en otro conflicto: la rebelión de sus colonias en Norteamérica, que finalmente vieron reconocida su independencia en 1783. En las postrimerías del siglo se inició la Revolución Industrial, que supuso una transformación sin precedentes de la sociedad en todos los órdenes, gracias al gran avance de la ciencia y a la Ilustración. Así, por ejemplo, Newcomen inventó una máquina de vapor que se aplicó a la industria, John Kay perfeccionó el telar con la lanzadera volante, Cartwright creó el telar mecánico…También experimentaron un progreso importante las matemáticas, que Euler aplicó a la ingeniería y Laplace a la explicación de los movimientos de los astros, así como científicos de otros campos como Linneo, Celsius, Franklin… Por otra parte, esta es la época de la Ilustración, que puede entenderse como una corriente de pensamiento fundada en el humanismo del Renacimiento, al que une la aplicación del método científico. Se caracteriza por la exaltación de la razón y por la pretensión de conocer científicamente la naturaleza del ser humano para alcanzar así una sociedad bien organizada que permita la felicidad de sus integrantes. A mediados de siglo comenzó a publicarse la Enciclopedia de Diderot y D´Alambert, que pretendía reunir todo el saber de la época y acercárselo al pueblo. Igualmente, empezó a fraguarse el concepto de revolución como ruptura con el pasado. La difícil situación económica de Francia y el desequilibrio social desembocaron en la Revolución Francesa de 1789, que supuso el derrumbe definitivo del Antiguo Régimen. 3 En literatura predominaron la rigidez formal y la imitación de los modelos clásicos. En España destacaron en prosa Feijoo, Jovellanos y Cadalso, en teatro destacó Moratín. En arte, durante el primer cuarto de siglo se mantuvieron las formas barrocas y su continuación en el llamado arte rococó. A mitad de siglo surgió con fuerza el arte neoclásico, estilo que pretendía recuperar el arte griego y romano y reaccionar contra el arte barroco precedente. En Inglaterra destacaron Reynolds y Gainsborough. En España destacó Goya. Durante el Siglo XVIII, la música alcanzó su mayor desarrollo. Es el momento de esplendor de la música barroca con Bach, Händel… y de la música clásica con Haydin, Mozart… La Ilustración enmarcó el movimiento filosófico del S. XVIII que, en Gran Bretaña, giró preferentemente en torno a la teoría del conocimiento – o epistemología- y la corriente principal se conoce como empirismo. Sus principales representantes son Locke, Berkeley y Hume. b. Contexto filosófico: características generales de la filosofía empirista El empirismo es una corriente filosófica que se desarrolla durante los siglos XVII y XVIII, aunque como actitud se encuentra presente en todas las épocas. El término procede del griego “empeiría”= experiencia. Y, en efecto, la característica esencial de esta filosofía es considerar que la experiencia es la fuente principal del conocimiento. Suele presentarse como un movimiento opuesto al racionalismo. Así, frente al empirismo británico se habla del racionalismo continental. Ambas corrientes de pensamiento, no obstante, tienen en común la afirmación de que no conocemos directamente las cosas, como creía el pensamiento antiguo, sino que nuestro conocimiento maneja ideas de esas cosas. Estas dos grandes corrientes de pensamiento se diferencian principalmente en lo que respecta al origen de las ideas. Para los empiristas todas las ideas o contenidos mentales tienen su origen en la experiencia. De ahí su afirmación: “Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu”, esto es, nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos. Niegan por tanto la existencia de las ideas innatas. Para los racionalistas, sin embargo, existen las “ideas innatas” y confían en el poder de la razón, es decir, la razón no sólo se encarga de recibir informaciones del exterior sino que elabora ideas por sí misma. 4 La importancia que conceden respectivamente a la experiencia y a la razón, les lleva a tomar como modelo ciencias distintas. Los empiristas toman como modelo la física, mientras que los racionalistas admiran las matemáticas (véase Descartes) Los pensadores más importantes del empirismo son John Locke, George Berkeley y David Hume Como precursores de este movimiento hay que citar a Francis Bacon y a Thomas Hobbes. También podría señalarse como antecedente del empirismo moderno a la filosofía nominalista de Guillermo de Ockham. Las características esenciales del empirismo son las siguientes: La mente es un papel en blanco (white paper) en el que todos los conocimientos tienen que ser escritos por la experiencia (la expresión inglesa retoma la expresión aristotélica: tanquam tabula rasa= como una tabla rasa). Negación de las ideas innatas: se considera a la mente como algo pasivo puramente receptivo, que se limita a organizar y ordenar lo que los sentidos le proporcionan, frente a las tesis racionalistas que defendían el innatismo de nuestras ideas. El origen del conocimiento es la experiencia. Una idea es válida para el conocimiento de las cosas sólo si esa idea tiene su origen en las cosas mismas. Este es el llamado “principio empirista” o “principio de copia”. La experiencia se entiende como la presencia de unos datos en la mente. Por ello, el estudio del conocimiento se hace a partir de y mediante el análisis psicológico introspectivo. El estudio del conocimiento nos lleva a concluir que todo conocimiento es conocimiento de ideas y sus asociaciones. c. Contexto biográfico de David Hume y obras principales David Hume nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Aunque de familia acomodada, no lo era lo suficiente como para permitir a Hume el poder dedicarse exclusivamente a la filosofía, por lo que su padre lo orientó hacia la carrera de abogado, a la que llegó a dedicarse durante unos meses en Bristol. No obstante, ya desde muy joven Hume manifestaba, según sus palabras, "una aversión insuperable hacia todo lo que no fuera la investigación filosófica y el saber en general", por lo que abandonó su trabajo y viajó a Francia, donde permaneció entre los años 17341737, dispuesto a dedicarse exclusivamente a la filosofía. De esos años data la composición de su primera obra, Tratado sobre la naturaleza humana, redactada "durante mi retiro en Francia -primero en Reims, pero principalmente en La Flèche, Anjou", según nos cuenta en su autobiografía. Recordemos que fue precisamente en La Flèche donde había estudiado Descartes, lo que ha dado motivo a ciertas especulaciones sobre la intencionalidad de este retiro en el mismo lugar por parte de Hume. 5 En 1737 regresa a Londres, dirigiéndose posteriormente a Escocia, donde vivirá unos años con su madre y hermano. En 1739 publicará los dos primeros volúmenes del "Tratado", al que seguirá el tercero en 1740. El poco éxito alcanzado significó un duro golpe para Hume, que llega a decir en su autobiografía "jamás intento literario alguno fue más desgraciado que mi Tratado de la naturaleza humana". No obstante, el éxito obtenido posteriormente, en 1742, por los "Ensayos", le hizo olvidar por completo su fracaso anterior, estimulándole para reescribir el Tratado (obra que será publicada en 1748 con el título: Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano). En 1745 optó a la cátedra de ética de la Universidad de Edimburgo, plaza que no obtuvo probablemente por su reputación de escéptico y ateo. Después de un año Inglaterra, como tutor privado del marqués de Annandale, fue invitado por el general St. Clair a una expedición que, inicialmente dirigida contra Canadá, acabó con una pequeña incursión en la costa francesa. Posteriormente, en 1747, fue invitado por el mismo general a acompañarle como secretario en una embajada militar por las cortes de Viena y Turín. Estas últimas actividades le permiten mejorar su situación económica. En 1749 regresa a Escocia, donde volverá a pasar dos años con su hermano en su casa de campo, publicando algunas obras más. En 1752 se instala en Edimburgo donde fue nombrado bibliotecario de la facultad de Derecho, dedicando su actividad filosófica más bien a problemas históricos, sociales y políticos, como pone de manifiesto las obras publicadas a partir de entonces. En 1763 recibió la invitación del conde de Hertford de acompañarle a París como secretario de embajada. Rechazada la invitación en principio, Hume la aceptó ante la insistencia del conde, dirigiéndose a París donde permanecerá hasta 1766, participando en las actividades de los enciclopedistas y los círculos ilustrados y entablando amistad con algunos de los personajes destacados de la época, como Rousseau. A su regreso a Londres fue nombrado "subsecretario de estado para el departamento septentrional", que se ocupaba de los asuntos diplomáticos con los países situados al norte de Francia, cargo que no estaba remunerado y que desempeñó durante dos años, hasta 1769. Ese año regresará a Edimburgo, continuando sus actividades de estudio e investigación. Allí morirá el 25 de agosto de 1776, habiendo escrito previamente, el 18 de abril, una breve autobiografía, conocedor ya de su pronta e inevitable muerte. 6 Obras: "Tratado sobre la naturaleza humana", publicada en tres volúmenes entre1739-1740. "Ensayos sobre moral y política", 1741-1742. "Investigación sobre el entendimiento humano", 1748. (En esta obra se retoman los temas del Tratado, presentados ahora con mayor rigor, según las propias palabras de Hume, debiendo tomarse esta obra como referencia de su pensamiento en lugar del Tratado, que queda desautorizado por el autor. "Investigación sobre los principios de la moral", 1751. El texto de la P.A.U es Compendio del Tratado de la naturaleza humana Es un pequeño resumen de su obra principal: “Tratado de la naturaleza humana”. Se le conoce como “El Abstracto”(Abstract). Tiene un carácter divulgativo y de síntesis. 2. El primer desarrollo de la filosofía empirista: el empirismo de John Locke La obra con la que se inicia el empirismo es “Ensayo sobre el entendimiento humano” (1690) de John Locke (1632-1704). El objetivo del ensayo es señalar los límites del conocimiento humano. Loche es, por tanto, el fundador del empirismo inglés porque sostiene en esta obra que cuando nacemos nuestro entendimiento es como una página en blanco (white paper) que la experiencia poco a poco va escribiendo, es decir, llenando de ideas. Locke rechaza la existencia de ideas innatas. Según Locke todas las ideas (imágenes o nociones que nuestra mente tiene de las cosas, esto es representaciones mentales) proceden de experiencia sensible. Las dos fuentes de las que proceden las ideas son: LA SENSACIÓN o “experiencia externa”, que se adquiere por medio de los sentidos: por ejemplo los colores, los sabores, las formas… Estas ideas simples de sensación pueden referirse a cualidades primarias de los objetos, que son cualidades objetivas (como la extensión, la figura, el tamaño, el número…) cualidades secundarias de los objetos, que son cualidades subjetivas (como el color, el olor, el sabor, el sonido…) 7 Según Locke, al igual que Descartes, sólo las cualidades primarias existen realmente en los objetos (de ahí que digamos que son objetivas), mientras que las cualidades secundarias son subjetivas, es decir, sólo existen en nuestra mente y no en los objetos. LA REFLEXIÓN o “experiencia interna”, que son las sensaciones que tenemos de nuestra propia actividad como los deseos, las emociones, los recuerdos, etc Estas ideas que provienen de la experiencia, ya sea externa (sensación) o interna (reflexión) son ideas simples. Posteriormente, el entendimiento humano combina, relaciona y asocia estas ideas formando las ideas complejas. Locke distingue tres clases de ideas complejas: las ideas que se refieren a sustancias, como la idea de manzana, hombre… las ideas que se refieren a modos, que son las propiedades o modificaciones particulares de las cosas las ideas que se refieren a relaciones, que son las conexiones existentes entre las cosas, como la idea de que la manzana está en el árbol o que este hombre es hijo de aquél La teoría del conocimiento de John Locke ha sido denominada con posterioridad como “teoría del espectador” ® Para finalizar con la exposición de la filosofía de Locke vamos a desarrollar el análisis que hace de la idea de sustancia, idea básica de la filosofía racionalista de René Descartes. Según Locke la idea de sustancia es una idea compleja (una idea compuesta de varias ideas simples). Lo que percibimos, por ejemplo, de una manzana es un cierto olor, una figura, un tamaño, un sabor, etc, esto es, un conjunto de ideas simples. La idea de manzana como sustancia que suponemos que existe es sólo un soporte invariable de las cualidades sensibles que percibimos. La sustancia es una realidad incognoscible o utlizando la expresión de Locke es “un no sé qué”. Tal es el límite de nuestro conocimiento: conocemos solamente aquello que la experiencia sensible nos muestra. ® Al igual que Descartes, Locke distingue tres ámbitos de lo real o sustancias El Yo (res cogitans en Descartes) del que tenemos “certeza intuitiva”, esto es, experimentamos su existencia de modo inmediato por reflexión Dios (res infinita en Descartes) del que tenemos “certeza demostrativa”, esto es, estamos seguros de su existencia porque podemos demostrarlo utilizando el principio de causalidad. Los cuerpos materiales (res extensa en Descartes) de los que tenemos “certeza sensitiva”, es decir, recibimos las sensaciones que ellos nos causan. 8 3. La filosofía empirista de David Hume a. La teoría del conocimiento de Hume Hume va a llevar a sus últimas consecuencias el programa filosófico del empirismo. En 1739 publica su obra fundamental: “Tratado de la naturaleza humana” y de la que no llega a vender más que algunos ejemplares. Un año más tarde, tratando de suscitar el interés del público por la obra, publica de manera anónima un breve resumen de ella con el título “Compendio de un libro recientemente publicado titulado <Tratado de la naturaleza humana>” (texto de selectividad). Con este resumen intenta exponer del modo más claro, sencillo y breve las conclusiones a las que ha llegado en el Tratado. Así pues, con este resumen pretende como buen ilustrado explicar sus ideas al público en general, de modo que cualquiera con “sentido común” ( bons sens =buen sentido lo llamó Descartes) fuera capaz de entenderlas por sí mismo. Apuesta, por tanto, por una filosofía que acostumbre a los hombres a “pensar por sí mismos” (ideal propio de la Ilustración, véase después el “sapere aude!” kantiano) 9 El propósito de la filosofía de Hume es “unificar todas las ciencias” (lo mismo que había intentado Descartes con su método) a partir de una ciencia fundamental: la ciencia de la naturaleza humana o “ciencia del hombre” (lo que después se llamará antropología). Uno de los cometidos centrales de la ciencia del hombre es “examinar las fuerzas del entendimiento humano y explicar la naturaleza de las ideas que empleamos en el conocimiento”. Así pues, el objetivo de Hume es el mismo que el de Locke: señalar los límites del conocimiento humano. El método más adecuado no es otro que la experiencia y la observación, método que desarrolla la ciencia moderna con Newton y que influye en este pensador que va a intentar ser el “Newton de la filosofía” Para Descartes y Locke todos los conocimientos eran ideas de la mente. Hume acepta este planteamiento, pero sustituye el término idea que encuentra vago e impreciso por el de percepciones. Así, pues, todo contenido mental es una percepción. Dentro de las percepciones distingue dos clases: IMPRESIONES, que son las percepciones sensibles tanto de la experiencia externa (vemos el color verde de la pizarra) como de la experiencia interna (sentimos un dolor de muelas) IDEAS, que son las imágenes debilitadas de las impresiones (recordamos el color verde de la pizarra o el dolor de muelas del día anterior) La diferencia entre las impresiones y las ideas es que las impresiones son más vivas e intensas que las ideas. El principio empirista fundamental o principio de copia es el siguiente: todas las ideas derivan de una impresión y no existen ideas de lo que no se haya tenido con anterioridad una impresión. Con este planteamiento Hume defiende un empirismo radical: todos los contenidos mentales (percepciones) o bien son impresiones, o bien son ideas. Para que una idea sea verdadera ha de proceder de alguna impresión, en caso contrario es falsa. Éste va a ser el criterio de Hume para decidir qué ideas son verdaderas frente al criterio cartesiano de verdad, que era la evidencia, es decir la claridad y distinción. Para Hume algo es verdadero si podemos indicar de qué impresión procede, es decir, es copia. El límite de nuestro conocimiento son, pues, las impresiones. Más allá de las impresiones sólo hay engaño, supersticiones y errores. La mente humana puede ir más allá de las impresiones y formar ideas gracias a dos facultades humanas: la memoria y la imaginación. Las ideas que proceden de la memoria son más fiables que las producidas por la imaginación. La imaginación es la facultad que asocia unas ideas con otras. Hume reduce a tres principios o tres leyes mediante las cuales la mente humana combina el material recibido de la experiencia. Son las llamadas leyes de asociación de ideas, que son: LEY DE LA SEMEJANZA (Por ejemplo, una fotografía nos hace pensar en la persona fotografiada o en el viaje que hicimos) 10 LEY DE LA CONTIGÚIDAD ESPACIO-TEMPORAL (Por ejemplo, el recuerdo de una clase nos hace pensar en nuestros compañeros) LEY DE LA CAUSALIDAD (Por ejemplo, el dolor de una quemadura nos hace pensar en el fuego que la produjo) De acuerdo a estos principios distingue Hume dos tipos de conocimiento: RELACIONES DE IDEAS Las relaciones de ideas son verdades formales, vacías de contenido empírico (no tienen referencia de la experiencia) y están regidas por el principio de semejanza. Las conocemos “a priori”, es decir, independientemente de la experiencia. Son las verdades que utilizan las matemáticas y la lógica. En definitiva, es un tipo de conocimiento que nuestro entendimiento consigue relacionando ideas. Así, por ejemplo: el todo es mayor que sus partes o la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Esta última proposición es verdadera independientemente de que haya líneas o rectas. CUESTIONES (OCONOCIMIENTO) DE HECHOS Es el conocimiento que obtenemos a través de las impresiones, es decir, a través de la experiencia. Es el conocimiento de las ciencias de la naturaleza como, por ejemplo, la física. Las cuestiones de hechos se apoyan en los principios de contigüidad espacio-temporal y de causalidad. Son conocimientos probables. Por ejemplo, no puedo establecer como absolutamente verdadera la proposición “el sol saldrá mañana”, sólo puedo establecer que probablemente eso ocurra. b. La crítica de Hume al “principio de causalidad” Según la teoría del conocimiento de Hume nuestro conocimiento queda limitado a las impresiones. No podemos conocer lo que sucederá en el futuro porque no tenemos impresiones de lo que va a suceder. Sin embargo, tenemos el hábito o la costumbre de hacer predicciones sobre el futuro. La idea de causa es la base acerca de hechos sobre los que no tenemos ninguna impresión. Es lo que se cono ce como “principio de causalidad” y establece la conexión necesaria entre un efecto y una causa. Hume critica el principio de causalidad diciendo que la experiencia no justifica la existencia de conexiones necesarias entre los fenómenos, sino la sucesión constante de los fenómenos. 11 En definitiva, el pretendido conocimiento del futuro sólo es una suposición o una creencia, una creencia basada en el hábito o la costumbre de que lo que ocurre se seguirá repitiendo en el futuro. c. La crítica de Hume a la metafísica Hume va negar la posibilidad de conocimiento de las tres grandes realidades o sustancias de la filosofía cartesiana, por lo que su filosofía desemboca en el escepticismo y en el fenomenismo. CRÍTICA AL CONCEPTO DE SUSTANCIA Y MUNDO EXTERIOR Aristóteles concibe la sustancia como la forma de la materia (teoría hilemórfica) Descartes define la sustancia como aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Encuentra tres sustancias: el yo o alma (res cogitans), Dios (res infinita) y el Mundo (res extensa) Los seguidores de Descartes, especialmente Spinoza y Leibniz, criticaron a Descartes. Spinoza cree que hay una única sustancia (Deus sive Natura) y Lebniz cree que hay infinitas sustancias (mónadas) Locke piensa que la sustancia es incognoscible, es el límite del conocimiento, según su expresión es “un no sé qué”. Para Hume la existencia de una realidad física distinta de nuestras impresiones no puede justificarse, es un producto de la imaginación. CRÍTICA AL CONCEPTO DE YO (IDENTIDAD) Para Descartes y para Locke la existencia de un yo o sustancia pensante era una intuición inmediata, no un razonamiento causal Según Hume no existe un yo como sustancia al margen de nuestras impresiones e ideas. Esta idea es una ficción de la imaginación en coordinación con la memoria que permite recordar la conexión entre las impresiones pasadas y presentes. CRÍTICA A LA IDEA DE DIOS Tanto Descartes como Locke demostraron la existencia de Dios. El empirismo radical de Hume derivado de su teoría del conocimiento le hace sostener que no tenemos impresión alguna de Dios. Por tanto, la noción de Dios es un misterio y un enigma (agnosticismo) CONCLUSIÓN DE ESCEPTICISMO SU FILOSOFÍA: FENOMENISMO Y El empirismo radical de Hume desemboca en el fenomenismo y el escepticismo. El fenomenismo es la concepción de la realidad que reduce todo a una mera sucesión de fenómenos (etimológicamente: lo que aparece o se muestra) Y el fenomenismo desemboca en el escepticismo, o sea, en una actitud de duda ante las capacidades humanas para comprender la realidad. 12 d. La ética de Hume: el emotivismo moral Los grandes filósofos se han planteado antes o después cuál es el fundamento de nuestros juicios morales, cómo se originan y qué justifica nuestras aprobaciones o rechazos de conductas y acciones. Desde los griegos se aceptaba generalmente que el entendimiento o la razón constituían el fundamento tradicional de la moral, pues gracias a la razón pueden los humanos conocer el orden natural y derivar así normas de convivencia adecuadas(Intelectualismo moral). Esta adecuación al orden natural se consideraba el fundamento último de nuestros juicios morales. Pero Hume opina que el conocimiento intelectual no puede ser el fundamento de los juicios morales, porque la razón no siempre puede determinar o impedir nuestro comportamiento (p.ej.: por mucho que sepamos de matemáticas, no nos sentimos obligados a aplicar ese conocimiento en la realidad). El único hecho del que tenemos impresión clara es del sentimiento interior de aprobación o reprobación que ciertas conductas provocan en nosotros, pero no tenemos impresión de su justificación o fundamento racional. A la capacidad de dejarnos impresionar por lo que sucede a otros seres humanos Hume le llama simpatía. Más que la compasión o la 13 benevolencia, es la simpatía la noción indispensable para la existencia en sociedad y para la conducta moral. Ni la razón, ni el entendimiento ni el conocimiento pueden servir de fundamento a los juicios morales: sólo el sentimiento es capaz de explicar por qué actuamos como lo hacemos y hacer comprensibles nuestras decisiones. Ante ciertas acciones o maneras de actuar experimentamos un sentimiento espontáneo de aprobación o reprobación moral, y ese sentimiento es natural y desinteresado. Tras esta concepción late un profundo optimismo, claramente ilustrado, en las inclinaciones naturales del ser humano, siempre que cuente con el apoyo de la filosofía y la reflexión sana. Así, el deber moral depende estrechamente de aceptar lo que somos, pero no se limita simplemente a seguir nuestras inclinaciones naturales, que pueden ser opuestas y confusas; surge, sobre todo, desde el compromiso con una forma de vida que consideramos ideal y concretamos en una ley o norma moral. Esta argumentación sobre los fundamentos de la moral es típica de una corriente de filósofos moralistas desarrollada a comienzos del XVIII en Inglaterra por Shaftesbury (1671-1713) y Hutcheson (1694-1746), con seguidores actuales adscritos a la doctrina que se conoce como emotivismo moral. 4. Relaciones de semejanza y diferencia de Descartes y Hume La filosofía moderna se centra principalmente en la teoría del conocimiento o epistemología. La diferencia fundamental entre el racionalismo y el empirismo es los racionalistas creen en la existencia de las “ideas innatas” los empiristas niegan la existencia de las ideas innatas y creen que el conocimiento tiene su origen en la experiencia, comparando la mente al nacer con una página en blanco (white paper o tanquam tabula rasa) El modelo que quieren para la filosofía también es diferente mientras que los racionalistas sienten admiración por las matemáticas (véase Descartes y su propósito de una mathesis universalis) los empiristas toman como modelo la física (Hume pretende ser el “Newton de la filosofía”) Otra de las diferencias es con respecto al concepto de sustancia Para Descartes existen tres sustancias (o tres grandes realidades): la sustancia pensante o yo (res cogitans), la sustancia infinita o Dios (res infinita) y la sustancia extensa o mundo (res extensa) Para Spinoza hay una única sustancia, que él denomina Deus sive Natura (Dios o la Naturaleza), posición conocida como panteísmo. 14 Para Leibniz hay infinitas sustancias, que él denomina mónadas, que son sustancias simples o puntos de energía. Para Locke la sustancia es incognoscible, es un “no sé qué”, solo podemos suponer que es el soporte de las cualidades sensibles. Del yo o identidad personal tenemos certeza intuitiva, del mundo tenemos certeza sensitiva y de Dios tenemos certeza demostrativa (por medio del principio de causalidad) Para Hume no podemos conocer más que lo que procede de nuestras impresiones, por tanto va a negar la posibilidad de conocimiento de las tres grandes sustancias cartesianas. La idea de sustancia para Hume es una ficción de la imaginación, una invención que no procede de ninguna impresión. Especialmente importante es la negación de la posibilidad de conocimiento de la sustancia infinita o Dios. Para Hume Dios es un enigma (esta posición religiosa se denomina agnosticismo) En la relación de semejanza o diferencia vamos a finalizar precisando algunas cuestiones centrándonos en los dos autores de selectividad: René Descartes Descartes rompe con la escolástica, aunque retiene el argumento ontológico de S. Anselmo de Canterbury. Es el pensador que inaugura la filosofía moderna dando prioridad al pensamiento o cogito (cogito, ergo sum) La concepción de lo que son las ideas, como representaciones mentales subjetivas se enfrenta a la concepción platónica de las ideas. Para Platón las ideas eran objetivas, constituían la auténtica realidad y eran los modelos de las cosas, que eran copias imperfectas de las ideas. No obstante, comparte con Platón la admiración por las matemáticas. Recordemos que Descartes pretendía tomarla como modelo para la filosofía y Platón puso una inscripción en su Academia que decía: “Nadie entre aquí sin saber geometría” Descartes influye en los racionalistas Spinoza y Lebniz, aunque ambos critican su concepción de las sustancia e intentan superar su dualismo antropológico. La obra principal de Descartes, el Discurso del método, es una obra autobiográfica y está inspirada en las Confesiones de S. Agustín y en Ensayos de Michel de Montaigne David Hume Su principal influencia es John Locke, padre del empirismo inglés. La filosofía de Hume es una radicalización del empirismo lockeano, llevando a la filosofía al escepticismo y al fenomenismo 15 Recibe las influencias de Aristóteles (quien da prioridad en el conocimiento a la experiencia) y de Guillermo de Ockham (véase el recurso a la experiencia o navaja de Ockham) Influye en Inmanuel Kant, que según sus propias palabras le despierta del sueño dogmático Su teoría ética teoría influye en algunas concepciones éticas contemporáneas (el emotivismo moral) Inmanuel Kant va a elaborar una síntesis de la filosofía moderna, intentando superar el callejón sin salida al que le habían conducido el racionalismo y el empirismo. Del racionalismo recoge la tesis de que en la mente humana existen conocimientos universales innatos (ideas innatas según los racionalistas, categorías según la filosofía kantiana). Del empirismo acepta la idea de que el conocimiento tiene su origen en la experiencia. 16 17 18