Pasteur y el perro rabioso. En la década de 1870, una de cada 19 mujeres que daban a luz un hijo, morían en el parto dejando al hijo huérfano, por culpa de la fiebre puerperal. Pasteur habiendo descubierto la forma de la bacteria que producía esta fiebre, describiéndola como una cadena de pequeños círculos. Pasteur, que ya tenía más de 50 años, había dedicado su vida a los microbios pero había un personaje (Koch), que ya le había tomando la delantera, descubriendo que las enfermedades provenían de los microbios. Pero Joubert, Roux y Chanberland, ayudaron a Pasteur enseñándole de medicina a cambio de que él les enseñase sus teorías. Pasteur había tenido triunfos i derrotas, por ejemplo; se había dado cuenta que los bacilos del aire, mataban a los bacilos del carbunco, entonces esto se podía utilizar en el cuerpo humano para matar a los bacilos de carbunco. Lamentablemente esto no fue muy útil. Luego probó inyectando bacilos de carbunco a unas vacas, de las cuales dos murieron y otras dos quedaron vivas. A estas dos, les inyectaron nuevamente estos bacilos pero a ninguna de las dos les pasó absolutamente nada. Entonces Pasteur intentó sacar conclusiones. En 1880 Pasteur se puso a trabajar con un diminuto microbio que mataba gallinas. Un día les entregó a dos gallinas este virus, que se había envejecido con el tiempo, y estas no murieron, porque, según Pasteur, los microbios habían perdido fuerzas. Y luego de un tiempo les inyecto el mismo microbio, sin ser envejecido, y a las gallinas no les pasó nada ya que eran inmunes (habían creado anticuerpos para esta enfermedad). Pasteur había inventado la vacuna (aunque ni siquiera tenía muy claro porque las gallinas eran inmunes) y se auto clasificaba como un genio y un ser mucho más capaz que muchos otros científicos. Pasteur pasó mucho tiempo haciendo cantidades de experimentos. Dandose cuenta por ejemplo de que un conejillo de india vacunado contra el cólera, también se hacía inmune ante el bacilo de carbunco. Pasteur seguía siendo ayudado por Roux y Chanberland los cuales vivían casi en el laboratorio, haciendo experimentos para Pasteur. Y Pasteur siguió demostrando sus experimentos al público y siguió siendo aclamado por este. En 1892 le fue entregada la medalla de oro por su gran descubrimiento dejando su arduo trabajo y haciendo que millones de personas, después de 100 años vivieran más sus vidas protegidas por las vacunas. Fin 1