¿Que es la ciudadanía? Contradicciones y límites del discurso liberal en una sociedad atravesada por el miedo y la miseria Todos somos ciudadanos, vivimos en un sistema democrático, lo que significa que el pueblo se gobierna a si mismo, los dictadores y tiranos han sido derrocados y la única amenaza para la libertad es el terrorismo. El ejercicio de la ciudadanía implica entre otras cosas participar en la toma de decisiones políticas, es decir poder opinar, discutir y decidir sobre los asuntos que afectan a la comunidad y a los individuos, es frecuente afirmar que esta toma de decisiones en las sociedades contemporáneas sobrepobladas y consumistas, donde cada quien esta preocupado por lo suyo, se limita a la elección de un grupo de representantes, alcaldes, congresistas, diputados, gobernadores, la mayoría políticos profesionales que elegimos con el propósito de que administren el poder y aseguren unas condiciones mínimas de seguridad y orden. En una democracia cualquier ciudadano puede ser elegido como representante. En la practica no solo en Colombia sino por todo el mundo, desarrollado o subdesarrollado, aunque el sufragio sea universal, es decir aunque todas las personas tengan el derecho de elegir, muy pocas tienen la posibilidad real de ser elegidas y es común que generación tras generación sean las mismas familias las que ejercen cargos en el gobierno y esto se llama oligarquía, cuando unos pocos en razón de su origen o condición social tienen el poder no existe democracia. Entonces lo que ha sucedido es que todos nos hemos puesto de acuerdo para que unos pocos gobiernen, los elegimos periodo tras periodo, la mayoría ha decidido renunciar al poder, ha decidido que la democracia no es conveniente ¿Cuál es la explicación? Los políticos profesionales pueden financiar costosas campañas mediáticas en las que aparecen como salvadores en un contexto de miedo y miseria y cuando aparece un mesías la gente se aferra desesperadamente a la posibilidad de salvación. Pero cualquier político que afirme que va a acabar con la situación de miseria y miedo en Colombia esta mintiendo y es que esto significaría romper con la desigualdad extrema en la que vive el país, significaría invertir en educación, salud, vivienda, en ultimas convertir a los colombianos en ciudadanos, con las mismas oportunidades que la clase gobernante para llegar a dirigir el país y los políticos de profesión, como cualquier profesional dentro del sistema capitalista, prefiere reducir la competencia. Quienes no están tan desesperados y reflexionan sobre el porqué estas familias se turnan en el poder, pueden afirmar que cualquiera no tiene el interés, las cualidades y la educación necesarias para gobernar, así que esta clase gobernante nos libra a todos de la engorrosa tarea de tomar decisiones trascendentales que afectan la vida de todos, estos políticos de profesión hacen el trabajo sucio y por lo tanto tener algunos privilegios como un sistema de justicia preferencial, para ellos siempre aplica la casa por cárcel, o unos salarios exorbitantes, dieciocho millones de pesos para el presidente de Colombia, es apenas la recompensa que merecen por hacer un trabajo que pocos quieren o están capacitados para ejercer. Muchos de estos políticos profesionales se preocupan por esconder ante la opinión pública su condición económica privilegiada y se presentan a si mismos como un ejemplo de superación, otros llegaron a la política para asegurar un reciente asenso en la escala social, pero muy pocos, poquísimos, ejercen su función con independencia de intereses económicos concretos. Así que gobiernan quienes pueden hacerlo y en su labor no hay nada de altruismo, si fuera así trabajarían a cambio de la satisfacción personal o por lo menos ganarían salarios más cercanos a la realidad de la mayoría de los trabajadores colombianos. Ninguna de estas afirmaciones es sorprendente, son verdades evidentes que hacen parte de las discusiones cotidianas cuando de política se trata y entonces ¿Por qué nos empeñamos en seguir llamando a esto democracia? ¿Por qué los políticos se ofenden cuando les señalamos sus salarios o su origen privilegiado? Parece que no nos hemos dado cuenta de la verdadera fuerza del ejercicio de la ciudadanía, así como el fin de los sistemas abiertamente opresores significó una transformación efectiva en la vida de muchos, discutir públicamente los limites de la democracia puede significar un cambio sustancial en las condiciones de miedo y miseria en las que muchas personas viven y para esto es necesario preguntar ¿Participa usted en la toma de decisiones políticas? Jacqueline Reyes Ramírez