La sangre es un líquido de tonalidad rojiza que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados (seres humanos y animales). Su color rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los eritrocitos o glóbulos rojos de la sangre. La principal función de la sangre es garantizar que el oxígeno y los nutrientes se distribuyan entre las células de cada organismo, aunque también se encarga de recoger los elementos de desecho que surgen de estas mismas células. La sangre constituye alrededor del 7% del peso de la estructura corporal humana. Las enfermedades de la sangre, son estudiadas por la Hematología, esta rama de la ciencia estudia las anomalías de la sangre que afectan a las células, a la médula ósea, a los elementos plasmáticos o al bazo y los ganglios linfáticos; como por ejemplo los tipos de hemoglobina anormales. La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre. Esta se encarga de darle el color rojizo a la sangre y transporta el oxígeno que respiramos de los pulmones a todas las partes de nuestro cuerpo. El tipo de hemoglobina la heredamos de la información o características genéticas que recibimos de nuestros padres biológicos. Muchas personas tienen hemoglobina normal conocida también como Hemoglobina A. Se conocen también más de seiscientos (600) tipos de hemoglobina anormal. Algunas de ellas pueden afectar la salud de manera moderada a severa. Uno de los tipos de hemoglobina más frecuentes entre algunos grupos étnicos es la hemoglobina falciforme; este tipo de hemoglobina afecta a los latinos.