SANGRE La sangre es un tejido fluido que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados e invertebrados. Su color rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los eritrocitos. Es un tipo de tejido conjuntivo especializado. (En histología, el tejido conjuntivo (Te) --que forma parte de los tejidos conectivos-, es un conjunto heterogéneo de tejidos orgánicos que comparten un origen común a partir del mesénquima embrionario originado del mesodenno.) Tiene una fase sólida (elementos formes, que incluye a los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas) y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo. Los elementos formes de la sangre son variados en tamaño, estructura y función, y se agrupan en: • las células sanguíneas, verdaderas son los glóbulos blancos o leucocitos, células que "están de paso" por la sangre para cumplir su función en otros tejidos; Los derivados celulares, que no son células estrictamente sino fragmentos celulares; están representados por los eritrocito s y las plaquetas; son los únicos componentes sanguíneos que cumplen sus funciones estrictamente dentro del espacio vascular Los elementos formes constituyen alrededor del 45% de la sangre. Tal magnitud porcentual se conoce con el nombre de hematocrito (fracción "celular"), El otro 55% está representado por el plasma sanguíneo (fracción acelular). El plasma sanguíneo es la fracción líquida y acelular de la sangre. Está compuesto por agua el 90%, proteinas 7% y el 3% restante es de grasa, glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, gas carbónico, nitrógeno y ácido úrico. Los glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos constituyen aproximadamente el 96% de los elementos figurados. Su valor normal (conteo) en la mujer promedio es de alrededor de 4.800.000, y en el varón, de aproximadamente 5.400.000 hematíes por mm" (o microlitro). Mililitro = C.c. Los eritrocitos tienen forma de disco, bicóncavo, deprimido en el centro; esta forma aumenta la superficie efectiva de la membrana. Estos corpúsculos carecen de núcleo y orgánulos (solo en mamíferos), por lo cual no pueden ser considerados estrictamente células. su citoplasma está ocupado casi en su totalidad por la hemoglobina, una proteína encargada de transportar oxígeno. En la membrana plasmática de los eritrocitos están las glucoproteínas que definen a los distintos grupos sanguíneos y otros identificadores celulares. Cuando la hemoglobina está unida al oxígeno, se denomina oxihemoglobina o hemoglobina oxigenada, dando el aspecto rojo o escarlata intenso característico de la sangre arteriaI. Cuando pierde el oxígeno, se denomina hemoglobina reducida, y presenta el color rojo oscuro de la sangre venosa (se manifiesta clínicamente por cianosis). • ReaociOn paso' a paso: H 0, +02 Hb(O.) HhO- +0 Hb(O_) __ Hb(O,') + 01 H- (0')3+01 Hb(O __ )_ • Re,aoción total: Hb + O, ~ Hb(O ) Para Hombres: 18,0 ± 2,0 g/dl. Para Mujeres: 16,0 ± 2,0 g/dl. Los niveles normales de hemoglobina están entre los 12 y 18 g/dl de sangre, y esta cantidad es proporcional a la cantidad y calidad de hematíe s (masa eritrocitaria). La forman cuatro cadenas polipeptídicas (globinas) a cada una de las cuales se une un grupo hemo, cuyo átomo de hierro es capaz de unirse de forma reversible al oxígeno. Tras una vida media de 120 días, los eritrocito s son destruidos y extraídos de la sangre por el bazo, el hígado y la médula ósea, donde la hemoglobina se degrada en bilirrubina y el hierro es reciclado para formar nueva hemoglobina. Son indiscutiblemente los cuerpos sólidos más abundantes en el torrente sanguíneo: en un momento dado, es probable que circulen por el organismo 25 billones de ellos, cantidad más que suficiente para cubrir cuatro canchas de tenis si se colocaran incesantemente uno al lado del otro. Además, trabajan recorriendo el aparato circulatorio alrededor de 300 000 veces antes de envejecer y desintegrarse tras una vida media de 120 días. Éstos son sustituidos por nuevos eritrocito s que se forman en la médula roja de los huesos a razón de 3 millones por segundo. De ahí son recogidos por la red de capilares e incorporados al torrente circulatorio.