(BILLAR) ++ a p u n t e s, d a t o s y anecdotario ++ + Juan Butrón, Juanito, es el campeonísimo. Bilbaíno nacido en 1901 y fallecido en 1992, ‘the king’ en los tiempos históricos del billar de competición, los años 30, en los que logra tres títulos del mundo y tres medallas de bronce entre 1932 y 1939, un palmarés soberbio. Introvertido, de pocas palabras, tiene a su favor el factor concentración y sobre la mesa de juego es un billarista elegante. Se inicia jugando en el billar del Café La Unión, de la calle Ribera, a un costado del Teatro Arriaga, y además practica en otro ubicado en su propia casa, en el que sólo puede utilizar un largo de la mesa ya que, por falta de espacio, el otro lado debe ‘pegar’ contra la pared. Su tiempo al margen de las carambolas lo pasa con los números pues trabaja como contable en las oficinas de una compañía minera. Butrón viaja mucho al extranjero para jugar campeonatos y torneos en competencia con el egipcio Edmond Souza, el francés Jean Albert, el austríaco Ernst Reicher y el portugués Alfredo Ferraz. Campeón español en los diferentes cuadros y libre es una de las máximas figuras del deporte vasco de la década de los 30. Antes de su muerte, la Federación Española le reconoce como uno de los grandes jugadores de todos los tiempos. + Javier Arenaza, bilbaíno nacido en el Casco Viejo el 17 de octubre de 1945, suma durante su etapa deportiva un total de 34 títulos de España compitiendo en modalidades clásicas, período en el que no disputa campeonato alguno de chapó ni de billar artístico o de fantasía pese a realizar numerosas exhibiciones. Trabaja como barman en las tradicionales barras de los cafés La Granja y El Tilo. Marcha luego con su hermano Roberto a Benidorm, pero, como allí no hay una sala de billar y el gusanillo de la afición le tira, se desplaza cuando puede a Alicante para jugar. Con el paso del tiempo se traslada a Madrid y empieza a ensayar en serio en las salas del Círculo de Bellas Artes. Se estrena en la competición jugando en Cartagena, donde logra buenos resultados y en 1967 consigue en Terrassa el título del 47/2 en segunda categoría, en la que asimismo obtiene el campeonato de la modalidad libre en Palma de Mallorca (1972). Tras regresar a Bilbao inicia un sobresaliente ‘carrousel’ de resultados que le proporciona fama aunque no dinero. Es un jugador virtuosista, de manos brillantes que, en los entrenamientos llega a 800 carambolas en las entradas, y en competición firma 400 carambolas seguidas, de salida. Queda para siempre la duda sobre si Arenaza hubiera podido llegar más arriba caso de no alternar el billar con la ‘dolce vita’. Se retira oficialmente en 1985 aunque en Elda gana tardía e inesperadamente el campeonato español a banda de 1996 a la edad de 51 años. Pone en marcha Billares Arenaza, una fábrica de mesas de juego en Torrejón. Se retira a la Comunitat Valenciana para llevar una vida más sosegada, sin presiones, y jugar exhibiciones cuando quiere o se lo piden y acepta. Reconoce haberse jugado en la mesa de billar unas copas, nunca dinero salvo en Puerto Rico, cuando lo hace a golpe de 10 dólares. Un jugador extraordinario a un paso de ser leyenda. + Otros destacados vizcaínos son Jesús Villamor –campeón de España de segunda categoría-, luego jugador de primera, categoría en la que también milita Rafael Irizar, escaso de técnica pero efectivo. Asimismo adquieren buen nivel Oscar Ojinaga en libre, José María López de Lerena –muy cerebral- en la modalidad a 3 bandas y Valentín Cañón en chapó. + El sevillano Alejandro Muñoz –ya fallecido- trabaja como profesor de billar en la Sociedad Bilbaína desde 1963 a 1973, y durante esos años juega con licencia vizcaína obteniendo 5 títulos de España. Javier Arenaza, un perfecccionista con el taco, le sucede y asume el puesto otros diez años a partir de 1973. + Entre el 18 y el 22 de marzo de 1964 se celebra el primer y único campeonato de Europa, al cuadro 47/2, concedido a Bilbao. Con este motivo se desplaza el entonces presidente de la Confederación Europea de Billar, el francés Georges Troffaes, que ‘echa flores’ a Luciano Espina, a su vez presidente de la Federación Norte. Eduardo Martín, a la sazón presidente de la Unión Mundial de Billar y asimismo de la Federación Española, dice en el folleto editado con motivo del campeonato, dirigiéndose a los jugadores extranjeros, que Bilbao “hará que os encontréis con las comodidades que os ofrece vuestro propio hogar”. Enrique Guzmán, el presidente de la entidad, interviene en la apertura del campeonato. + El billarista bilbaíno Jesús Villamor, buen jugador en libre y al cuadro, alcanza la presidencia de la Federación Española de Billar en la década de los 80 y durante su mandato se alcanzan notables cotas en el desarrollo del juego y logros deportivos internacionales. Le releva como presidente el humorista José Luis Coll, ya fallecido. + El más prestigioso de los torneos históricamente programados en la capital vizcaína es la Iwan Simonis Cup. Se disputa durante cuatro días a partir del 16 de septiembre de 1971 con este material de juego: billares Brunswick, bandas marca Rocket R.G., paños Simonis y bolas Super Aramith. El comité de honor de la competición lo encabeza Juan Gich, Delegado Nacional de Educación Física y Deportes. Pedro Aristegui ocupa la presidencia de la Diputación Provincial y Pilar Careaga de Lequerica es la alcaldesa de la villa de Bilbao. Al frente de la Sociedad Bilbaína se encuentra el abogado José Jesús del Arenal y de la Federación Vizcaína, Ignacio Zabalburu. A efectos deportivos, todas las miradas están puesta en el supercampeón Raymond Ceulemans, de Bélgica, que no defrauda y vence. Entre el austríaco Scherz, el belga Boulanger, el portugués Vinagre, el holandés Van Bracht, el francés Lasserre y los españoles Claudio Nadal y Alejandro Muñoz –éste con ficha vizcaína- suman 14 títulos del mundo y 24 europeos, lo que da idea del nivelazo del torneo. + En una valoración histórica de los jugadores españoles de billar, hasta los albores del siglo XXI, el vizcaíno Javier Arenaza puede ser el número 2 de todos los tiempos entre el onubense José Gálvez y el alicantino Rafa García, y sin descartar el enorme talento y juego del catalán Joaquín Domingo para el billar de fantasía o de nuestro Juanito Butrón, un ‘10’ en el billar libre, al margen del andaluz Dani Sánchez, la última gran figura. + El billar cobra vida en las dos etapas de asentamiento de la Sociedad Bilbaína: la de 1839 a 1913, situada en la Plaza Nueva, y la posterior en el sobrio y notable edificio de la calle Navarra. En los comienzos de esta elitista entidad se pagan 20 reales para manejar el taco y ver rodar las bolas de marfil sobre los tapetes verdes de las mesas. Según la tarifa de juegos se abona un real por cada luz que alumbre el escenario. En las salas hay velones y quinqués, y otro tipo de lámparas de aceite, pero al anochecer se necesita otra luz que se coloca cerca de la mesa de billar. El precio del juego se comprende porque, en 1839, no hay alumbrado de gas en Bilbao y un cuerpo de faroleros, escalera en mano, va de calle en calle encendiendo de una en una las mechas de algodón alquitranado por lo que la duración del alumbrado depende del aceite. + Se tiene conocimiento que en 1927 se lleva a cabo un campeonato entre socios de la Sociedad Bilbaína y de El Sitio. Entre los billaristas participantes se encuentran Juanito Butrón y José María López de Lerena. + En la disputa de la partida entre Juanito Butrón y Joaquín Domingo, correspondiente al campeonato español de carambola libre de 1935, el vizcaíno realizó 500 carambolas de salida, lo que causó sensación en la sala de billares del Café Born, sede social del Billar Club Mallorca, en la que Butrón se hizo campeón. + El asturiano Mario Coletes se proclama campeón de España de chapó en Bilbao en la competición jugada en la Sociedad Bilbaína entre los días 21 y 24 de octubre de 1970. + En la competición de billar de los Juegos del Cantábrico de 1967, organizados por Bizkaia, Juanito Butrón gana la medalla de oro al cuadro 47/2 y el sevillano con licencia vizcaína Alejandro Muñoz otra de oro en la modalidad libre. El guizpuzcoano Javier Cuadrado se impone en la disciplina de a 3 bandas.