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Tema 1: El ensayo en el siglo XVIII. Jovellanos
Tema 1: EL ENSAYO EN EL S. XVIII. JOVELLANOS
ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII: El S. XVIII se inició en España con la llegada
al poder de una nueva dinastía: los Borbones. En aquella España de la pobreza y la
ignorancia, los reyes trataron de aplicar las ideas de modernización y reforma de la
Ilustración, que es un movimiento cultural surgido en Francia y basado
fundamentalmente en el culto a la razón como forma de conocimiento. Esto trajo
consigo un aumento demográfico, nuevas industrias, la repoblación de tierras no
cultivadas y mejoras en las principales ciudades (canalización del agua, empedrado de
las calles, alumbrado público, alcantarillado, etc.) entre otras cosas.
LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVIII: Bajo la influencia de la
Ilustración, el espíritu racionalista y utilitario de la época condicionará la producción
literaria: los géneros de ficción decaen, mientras que los géneros didácticos cobran
auge. Así, encontramos un gran número de obras de carácter ensayístico que reflexionan
sobre aspectos de la realidad de la época y ponen en tela de juicio las ideas heredadas.
En poesía, se recuperó la fábula antigua, por su intención moral, con autores
como Félix María de Samaniego o Tomás de Iriarte, pero la poesía fue un género
menor.
En prosa se cultiva, principalmente, el ensayo y la crítica porque se ajusta mejor
a las bases de la Ilustración. No obstante, hay algunos casos de prosa narrativa:
1. Diego de Torres Villarroel. Escribió Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y
aventuras del doctor don Diego de Torres y Villarroel. Obra autobiográfica que
toma como modelo el género picaresco.
2. José Francisco de Isla. Nació en 1703 en Vidanes (León) y muere en Italia (Bolonia)
en 1781. Este jesuita parodia el estilo recargado de los predicadores y critica al
clero ignorante en Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas,
alias «Zotes». Es una divertida sátira.
La literatura de este siglo suele dividirse en tres etapas:
1. Posbarroquismo. Primera mitad del siglo, continúa con el barroco más formal. Se
cultivan especialmente la sátira y el ensayo.
2. Neoclasicismo. El neoclasicismo fue la corriente estética de la Ilustración, llega
hasta el fin de siglo y tiene como modelos los clasicismos europeos. La literatura es
didáctica y crítica. Sus autores más destacados son G. M. de Jovellanos, B. J.
Feijoo, J. Cadalso y L. Fernández de Moratín.
3. Prerromanticismo. Viene a ser un anticipo del Romanticismo del siglo XIX con su
exaltación del sentimiento y el menosprecio del racionalismo anterior.
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Tema 1: El ensayo en el siglo XVIII. Jovellanos
ENSAYO EN EL S. XVIII:
La mayor parte de la prosa del XVIII está teñida de didactismo, por ello, lo más
positivo de la producción de la época hay que buscarlo en el campo de la investigación
y no en el de la novela. El ensayo se convirtió en el género predilecto para la
divulgación de los principios de la Ilustración.
Con la aparición de la prensa periódica, se inicia un tipo de ensayo en el que se
busca un contacto con los lectores, con quienes se pretende establecer un verdadero
diálogo, rasgo que será característica del ensayismo posterior.
El término ensayo, en este siglo, aún no se hallaba definido, por lo que los
ensayos adoptaron formas diversas: algunos siguieron la técnica epistolar; otros
prefirieron la autobiografía o las memorias para exponer las ideas; se optó por el
informe, que pretendía ser objetivo; o por el libro de viajes, que ofrecía un itinerario
cuya variedad permitía reflejar situaciones diferentes.DEFINICIÓN DE ENSAYO: El ensayo es un escrito de extensión variable en
el que el autor trata de manera personal y con voluntad de estilo un tema cualquiera. Las
características del ensayo son:
1. Extensión variable: Algunos artículos periodísticos de opinión se pueden
considerar tan ensayos como otros que ocupan un volumen entero.
2. Subjetivismo: Se manifiesta en la presencia del “yo” en el texto.
3. Conciencia artística: Es una derivación del subjetivismo. En los ensayos
suele ser habitual el uso de procedimientos propios de la lengua literaria.
4. Libertad temática y de construcción: El ensayo va dirigido a un lector no
especializado. A diferencia del estudio científico, los textos ensayísticos presentan
opiniones, no demostraciones científicas. El ensayo puede tratar cualquier materia, y el
origen puede ser variado: un libro, una anécdota, una cuestión filosófica, un viaje, etc.
5. Estructura: Los ensayos no responden a una estructura prefijada, pero suelen
contener: a.- Una introducción o presentación. b.- Desarrollo: aquí aparecen todo tipo
de anécdotas, asociaciones de ideas, argumentos de autoridad, etc. y c.- Conclusión:
puede ser abierta y dejar un interrogante que despierte en el lector la curiosidad de
reflexionar en el tema.
ORÍGENES DEL ENSAYO: Los textos ensayísticos conectan con la tradición
oral de axiomas, máximas, aforismos y refranes.
En la literatura culta clásica podemos ver un precedente en los diálogos
socráticos. En el Renacimiento este género de los diálogos renace con Erasmo y los
humanistas. Además en esta época renacentista aparece la miscelánea (relacionada con
el ensayo) que consiste en una recopilación de textos y noticias con estructura variada.
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Tema 1: El ensayo en el siglo XVIII. Jovellanos
La consolidación literaria del ensayo se debe a Michel de Montaigne (15331592), cuyos Essais (1578-1588) son tres volúmenes que recogen las opiniones del
autor sobre varios temas. Su ejemplo fue seguido por Bacon que con sus Essays (1597)
es el difusor del género. Otros ensayistas célebres son: Voltaire o Hume.
En España destacan tres grandes autores: Feijoo, Cadalso y Jovellanos.
BENITO JERÓNIMO FEIJOO: Fraile benedictino que difundió en España el
pensamiento ilustrado. Fue profesor de la Universidad de Oviedo y consejero real con
Fernando VI.
Su tarea consistió en combatir las supersticiones y falsas creencias que el pueblo
había heredado, sometiéndolas al juicio de la razón. Con este propósito escribió las
Cartas curiosas y eruditas y el Teatro crítico universal, subtitulado «Discursos varios
en todo género de materias para desengaño de errores comunes». Abarca los más
diversos campos: enjuicia los falsos milagros y las supersticiones, rechaza la brujería, la
adivinación, la astrología, los fantasmas, etc.
En sus ideas filosóficas, mostró ser ecléctico y conciliador, aunque por este motivo
fue acusado de poco ortodoxo. Fue, además, cristiano y pacifista; defendió la capacidad
intelectual del sexo femenino; despreció la sabiduría erudita y artificial; rechazó la
tiranía, etc.
Su estilo es personal y natural, pero también se le ha acusado de un exceso de
galicismos y neologismos. Es importante la aportación de Feijoo al género del ensayo
en España y su contribución a consolidar el espíritu crítico e ilustrado.
JOSÉ CADALSO: Nació en Cádiz en 1741 en una familia acomodada. Estudió en
París e Inglaterra, y viajó por Europa, lo que le permitió tomar contacto con las ideas
más innovadoras. En 1782 murió durante el sitio de Gibraltar.
Cadalso escribió poesía y teatro pero su prosa lo más destacable. En 1772 escribió
Los eruditos a la violeta, sátira contra un tipo de educación basada en la erudición
superficial y que genera personajes pedantes y presumidos. Además, escribió Noches
lúgubres (1775), obra prerromántica por su ambiente tenebroso y por la actitud del
protagonista que se deja arrastrar por los sentimientos y la pasión, antes que por la
razón: el protagonista acude a un cementerio a desenterrar el cadáver de su amada tras
la muerte de ésta. En dicha obra se ha querido ver a Cadalso herido tras la muerte de Mª
Ignacia Ibáñez, y hay quien asegura que tiene tintes autobiográficos. Pero su obra más
importante, es Cartas marruecas, escrita en 1773 y publicada en 1789.
Cartas marruecas es una colección de 90 cartas que escriben tres personajes:
Gazel: joven marroquí que llega a España en el séquito del embajador. Decide quedarse
para conocer las costumbres. Su idea de «viajar con utilidad» es propia del ilustrado.
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Ben-Beley: es el anciano maestro de Gazel que permanece en Marruecos.
Nuño Núñez: es un cristiano español que asesora a Gazel y le ayuda a conocer las
costumbres españolas. Su postura es crítica y se ha pretendido ver la opinión de Cadalso
tras la de su personaje.
La existencia de tres interlocutores de distinta procedencia y cultura hace posible
el juego de perspectivas y que los distintos temas sean juzgados desde tres puntos de
vista diferentes.
Cadalso en la introducción justifica el género epistolar diciendo que favorece
que la lectura sea más cómoda, la distribución más fácil y el estilo más ameno.
En cuanto a la estructura la obra se compone de las siguientes partes:
1. Introducción. En la que habla de la cantidad de obras escritas en Europa con el fin
de criticar las costumbres tras el modelo ofrecido por Cervantes en el Quijote.
2. Las cartas. El núcleo central del libro son las 90 cartas que se intercambian los tres
corresponsales: 69 de Gazel, 11 de Ben-Beley y 10 de Nuño.
3. Nota. Resume una parte del manuscrito en el que supuestamente se basa el autor,
que resulta ilegible.
4. Protesta literaria. Cadalso imagina en un sueño las críticas de las que puede ser
objeto por esta obra y promete no volver a escribir obras similares de tanta
gravedad.
En cuanto a la estructura interna, Cadalso renuncia deliberadamente a
establecer orden temporal o temático. Hay ocasiones en que las respuestas no suceden a
las cartas en las que se formulaban las preguntas.
Sobre la autoría, ya se ha comentado que Cadalso utiliza el recurso del
“manuscrito encontrado” que, como siempre, favorece el distanciamiento y la crítica.
Pero parece que el autor es él mismo.
Los temas de las Cartas son variados. El tema central es el análisis y crítica de
la situación de España en el siglo XVIII. También se realiza una visión retrospectiva
para buscar el origen de la decadencia. En torno a este tema surge la alusión a la historia
de España o la leyenda negra de América.
GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS
Jovellanos nació en Gijón en 1744. Murió en 1811.
Toda su vida se caracterizó por su honestidad, rectitud moral y alto sentido del
deber. Fue autoexigente en su trabajo y trató de imprimir las leyes de un sentido
humanitario: se opuso a la tortura, consideró la cárcel como una forma de corrección
más que como un castigo, etc.
Su obra: En verso escribió epístolas filosófico-morales y sátiras, además de
poemas bucólicos (Epístola de Fabio a Anfriso, sobre la vida retirada). Usó la poesía
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para hacer sátira social y denunciar la vida ociosa de los nobles, la hipocresía, la
ambición, etc. y exaltó la honradez, la fraternidad y la tolerancia.
Su obra dramática se reduce a una tragedia de tema nacional, Pelayo, y un
drama El delincuente honrado, en el que aparecen sus ideas sobre las leyes y la justicia.
Pero Jovellanos consiguió sus mayores logros en prosa, en la que muestra su
afán enciclopedista y didáctico. En su estilo huye tanto de la retórica como del excesivo
coloquialismo, pero utiliza la argumentación y el razonamiento para defender sus ideas
con lo que acumula elementos en la frase, repite estructuras, etc. Analizamos sus
principales obras:
1. Elogio de Carlos III. En realidad, es un elogio de la política reformista y del rey
como su principal animador. Además, Jovellanos analiza la decadencia española y
sus causas y enumera los principios ilustrados que rigen el reinado de Carlos III. Al
morir el rey ese mismo año, esta obra fue tomada como un elogio fúnebre.
2. Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas y
sobre su origen en España. Esta obra fue redactada en 1790 y leída en 1798. Se
trata de un encargo del Consejo de Castilla a la Real Academia de la Historia. En su
primera parte, Jovellanos explica el origen y desarrollo de los principales
espectáculos y diversiones. En la segunda parte, se habla de las medidas que deben
tomarse para devolver a cada espectáculo su sentido originario y para que sea un
medio de educación popular, es decir, que cumpla el cometido de «enseñar
deleitando», según la máxima de la época. Entre otros aspectos, se rechaza la fiesta
de los toros y pretende reformar el teatro. Jovellanos quiere alejar a las clases
populares de la escena porque dice que pueden divertirse sin que los poderes
públicos organicen sus distracciones; para ello propone una subida de los precios.
3. Informe en el expediente de la ley agraria. Es un tratado de economía política.
Jovellanos analiza las causas del estancamiento y propone soluciones. Estas
soluciones, a veces, vulneran los intereses de los nobles y el clero -quienes
acumulaban la mayor parte de las tierras que no se cultivaban- por lo cual la Iglesia
lo incluyó en el Índice de Libros Prohibidos en 1825.
4. Memoria en defensa de la Junta Central. Este escrito surge tras la disolución de la
Junta Central. Jovellanos la defiende y responde a las críticas de las que fue objeto
él mismo por su participación en ella.
5. Memoria sobre la educación pública sobre la Educación y las reformas necesarias
para su mejora. Con la defensa de una educación libre, abierta y gratuita y fuente de
la prosperidad de la nación.
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