48 Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 1 Anotaciones La Superioridad de Cristo - 4 En artículos previos, hemos tratado con la superioridad de Cristo sobre los profetas, ángeles, y Moisés. Ahora procedemos a otra área de la superioridad de Cristo: Su superioridad sobre el sacerdocio Levítico. Aquí está otro gran tema del libro de Hebreos, el Sumo Sacerdocio de Cristo. Cristo es primero introducido a nosotros como Sumo Sacerdote en Heb. 3:1. “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerar al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.” El escritor dice que Jesús fue “hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” (6:20). Una corta mirada a Melquisedec para antes de ir más allá, porque cuando entendamos la naturaleza de su sacerdocio, el de Cristo se volverá más significante para nosotros. En conexión con este tema, el lector deberá considerar todo el capítulo 7 de Hebreos. Primero veamos a Melquisedec en Génesis 14. El sobrino de Abraham, Lot, había sido capturado por ciertos reyes, con lo cual Abraham reunió sus fuerzas y efectuó su rescate. En el proceso, tomó botín de los reyes derrotados, y ofreció un diezmo de ellos a Melquisedec mientras estaba retornando de su victoria. Vemos que Melquisedec era “Rey de paz” (7:2). Era “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida...” (7:3). Nada nos es dicho de la ascendencia de Melquisedec. No tenemos registro de su nacimiento o muerte. Entonces, “...permanece sacerdote para siempre” (7:3). No tenemos narración de la terminación de su sacerdocio. La palabra “permanece” significa un sacerdocio continuo; incambiable. Jesús es eterno (Heb. 1:11-12). Melquisedec está representado a nosotros en esta forma en este capítulo para exaltar el sacerdocio de Cristo cuando se compara al sacerdocio Levítico. Los hijos de Leví (sacerdocio Aarónico) recibieron un mandamiento de recibir los diezmos del pueblo, sus hermanos (7:5; Núm. 18:20-21,26). Pero Melquisedec recibió diezmos de Abraham, y luego bendijo a Abraham. Ahora, “sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor” (7:7). Esto es axiomático y muestra la superioridad de Melquisedec a Abraham, quien parecía ser la más grande figura de su día para los Judíos. Ahora, en vista de que el sacerdocio de Cristo es comparado al de Melquisedec, quien era más grande que Abraham, entonces su sacerdocio era más grande que el de los Levitas, los hijos de Abraham. “Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive” (7:8). Este versículo es interesante en la forma en que usa las palabras “aquí” y “allí.” La palabra “aquí” se refiere al sacerdocio Aarónico, y de éste simplemente es dicho que “ellos mueren.” “Allí” se refiere al sacerdocio de Melquisedec, y se da testimonio de que “vive.” Todos los sacerdotes Levitas murieron, Melquisedec aparece como el que vive, porque no hay señales de muerte acerca de él. En vista de que el sacerdocio de Cristo es semejante al de Melquisedec, éste continúa, vive, y de esta manera es superior al de los sacerdotes Levitas. La pregunta del versículo 11 muestra la naturaleza inferior de los sacerdotes Levitas. La perfección no se pudo tener bajo éste, por tanto, otro sacerdote (Cristo) se levantó según el orden de Melquisedec, y no según el de Aarón. Mientras los sacerdotes del Antiguo Testamento eran descendientes de Leví, “... manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá...” (7:14). Este versículo es fatal a la teoría de que Cristo retornará a la tierra, fundará un reino y reinará como sacerdote y rey. “Así que, si estuviese sobre la tierra (Cristo), ni siquiera sería sacerdote...” (8:4). ¿Por qué no? Simplemente porque él era de la tribu equivocada ¡para servir como sacerdote terrenal! Traer a Cristo de regreso a la tierra es despojarlo de su sumo sacerdocio. Los premilenarios harían bien en considerar ésto. Este sacerdote que brotó de Judá fue “constituido no conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible” (7:16). El sacerdocio Levítico era físico en naturaleza. Aquellos sacerdotes ofrecían sacrificios físicos, 49 Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 1 tenían que ser del linaje físico correcto, debían haber sido libres de defectos físicos, etc. Pero el sacerdocio de Cristo no está basado en linaje o características físicas, sino en el hecho de que él vive por siempre. Aquí está no obstante, otra marca de la superioridad del sacerdocio de Cristo. “Porque la ley constituye sacerdotes a débiles hombres...” (7:28). Esto se refiere a los sacerdotes Levitas. Pero Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, es “santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (7:26). De estos pasajes, vemos que todo el capítulo 7 de Hebreos está dedicado al tema de la superioridad del Sumo Sacerdocio de Cristo sobre el de los hijos de Aarón, o Leví. Finalmente, “todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados” (10:11). En contraste, “Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (10:12). Aquí él permanece hasta que todos los enemigos se conviertan en su estrado. El espacio aquí no nos permite un estudio exhaustivo de este gran tema. Estamos casi avergonzados por ofrecer estas escasas notas sobre este gran tema, pero deben ser suficientes por ahora. Animamos al lector para que estudie cuidadosamente Hebreos, especialmente el capítulo 7, para más información sobre este vital tema. Deseando el Señor, un artículo más seguirá con respecto a la superioridad de Cristo sobre los sacrificios ofrecidos bajo el período del Antiguo Testamento. (Gospel Anchor, Vol. II, Núm. 6, pág. 185, Bill Moseley). Anotaciones