DEBATE 2 Educación y mercado de trabajo urbano: la situación en seis países de la región Diferencia, evolución y nivel en la relación entre educación y mercado de trabajo Javier Iguiñiz Echeverría Diferencia, evolución y nivel en la relación entre educación y mercado de trabajo Javier Iguiñiz Echeverría1 I.- Presentación Si bien la diferenciación económica entre personas en un momento y lugar dados es bastante bien explicada por la diferenciación de niveles educativos, ¿cuánto de la evolución económica de una persona es explicada por su educación? ¿Cuánto del nivel de inserción es explicado por la educación? Lo primero nos remite al análisis temporal y lo segundo a las características estructurales / institucionales del lugar en el que se vive y a las comparaciones internacionales. Las consecuencias sobre la inserción laboral de lo que estamos llamando diferenciación, por ejemplo, en años de estudio, edad y género están en buena parte presentadas en los cuadros disponibles. En este corto trabajo nos vamos a concentrar en la dimensión temporal y estructural de los agregados presentados en los cuadros. Sólo para algunos temas tendremos en cuenta algún grupo específico.2 Aunque leerlos y reflexionar al respecto es, de por sí interesante, los datos que tenemos a disposición posibilitan explorar esas otras dos dimensiones. II.- Miradas transversales y temporales En esta parte escogeremos unos pocos temas entre los muchos estudiables con la información organizada por el SITEAL para ilustrar la conveniencia de incluir análisis temporales de la relación entre educación y economía. Es conocido que en un cierto momento de cada país se encuentra una relación positiva muy sólida entre los años de estudios realizados y diversas 1 Profesor Principal del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Perú. Agradezco a Jorge Paz por su colaboración. 2 Por lo tanto, dejamos de lado el análisis etáreo y de género. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 2 variables de inserción en el mercado laboral.3 Los estudios de corte transversal lo muestran y las cifras organizadas por el SITEAL lo confirman sin género de dudas. Las cifras presentadas son muy claras al respecto. En un país y año determinado, cuanto mayor es el número de años de estudios de las personas, más probable es que participen en el mercado de trabajo, estén ocupados, pertenezcan a los asalariados, estén protegidos por algún sistema de previsión, laboren en empresas medias y mayores y no se encuentren entre los más pobres. Matices aparte, a esa conclusión nos conducen a primera vista los cuadros utilizados. Tras ese tipo de constataciones, la consecuencia práctica, no fue el refuerzo de la política educativa de los países sino que, a tono con el individualismo predominante, se insistió en que a las personas les conviene educarse. No sabemos si en los últimos lustros hubo alguna duda al respecto en las familias latinoamericanas pero tenemos la impresión de que el acento de la investigación sobre educación y economía ha girado en torno a la preocupación por el interés de dichas familias en la educación. Una de las motivaciones para ello ha sido el interés de organismos multilaterales por el financiamiento de la educación y, en particular, por lo menos desde la crisis de la deuda externa, por el aporte privado a una educación que el Estado asumía con menores recursos o con prioridades que cambiaban en otra dirección. Parecía ser necesario “hacerle propaganda” a la educación con la finalidad de que las familias invirtieran en ella mientras el retorno en ingresos personales a los años estudiados se reducía debido a las crisis. Ciertamente, el hecho contemporáneo más notable en la relación entre nivel de educación y de ingresos es el deterioro generalizado del retorno al estudio. Mientras los años de estudios promedio en los países seguían elevándose, las remuneraciones a todas las categorías laborales y por año de estudios realizados cayeron generalmente, aunque más bruscamente y por mayores periodos en unos países que en otros. Es sólo tras este reconocimiento que viene al caso analizar, como se ha hecho de manera especialmente intensa, las diferencias del impacto de ese deterioro sobre las personas y, más específicamente, según el grado de educación alcanzada. El resultado de dichos estudios es el que ya indicamos al final del párrafo anterior y la consecuencia de política microeconómica es que convenía educarse pues el impacto relativo de las 3 A pesar de que no se han mostrado los datos agregados de años promedio de estudio nacionales nos vamos a basar en los que hay para suponer que en todos los países ha habido un aumento de los años de estudio promedio por persona. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 3 caídas de ingreso era menor en el caso de los más educados. No estamos seguros que esto sea así cuando se toma en cuenta el mundo rural y algunos segmentos de pequeños propietarios urbanos pero, en cualquier caso, para el mundo urbano tiene más sentido. Un taxista con título universitario estaría ganando más por el mismo trabajo que quien sólo tiene primaria. Las cosas se hacen más complejas cuando se realizan estudios temporales de los países. El signo de la relación entre los niveles en una variable y los niveles en otra en un momento y lugar dados no tiene porqué coincidir con la que hay entre variaciones a lo largo del tiempo y de lugar en las mismas variables. La información proporcionada por el SITEAL permite poner esto en evidencia de diversas maneras. Presentemos algunas relaciones entre educación e inserción en el mercado laboral a manera de ilustración con el fin, como indicamos en la presentación, de sugerir la conveniencia de ampliar los enfoques de estudio sobre este tema y, de ese modo, recordar que la responsabilidad respecto de la educación corresponde a muchos más que a las familias y los educadores. Así, mientras que para prácticamente cualquier año y país hay una relación positiva entre años de estudio y tasa de asalarización, cuando se miran las variaciones de ambas magnitudes a lo largo del tiempo se encuentra que conforme aumentan los años de estudio en los países puede muy bien reducirse la tasa de asalarización. Es el caso de Brasil, Honduras, México y Perú durante los años 90 según los datos que hemos revisado. También es general la relación inversa entre variación de años de educación y variación en la precariedad de los asalariados. Mientras que en un país y momento dados, a mayor número de años de estudio de las personas se registra una mayor cobertura de la previsión social, durante los años 90 cuando en todos los países escogidos ha aumentado la cantidad de años de estudio promedio también ha aumentado la proporción de asalariados precarios. Al otro extremo, en el caso de la tasa de actividad se ha registrado una amplia correspondencia entre las visiones transversales y temporales de los países. Así, en ambas miradas se constata una evolución del mismo signo para cada uno de los países. Claro está, ello no quiere decir que esa similitud de signo se deba a los mismos factores, pero es alentador saber que unos refuerzan o, por lo menos, no contrarrestan o revierten otros como es el caso de la precariedad. En el caso de la informalidad, cuatro países (Brasil, Chile, Honduras y México) registran una correspondencia entre visiones transversales y temporales. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 4 En Argentina y Perú la proporción de trabajadores en muy pequeñas empresas aumenta mientras los años de estudio del país han estado subiendo. Con la tasa de desocupación se encuentran discrepancias y coincidencias en igual cantidad. Mientras que en un momento dado el mayor número de años de educación corresponde en gran medida con una menor tasa de desocupación, al mirar la variación durante la década pasada se encuentra que el aumento del promedio de los años de estudio ha coincidido con un aumento de la desocupación en Argentina, Brasil y Chile. En Honduras, México y Perú ocurre lo contrario. A manera de resumen, se puede decir sin contradecirse que si bien en un país y momento a mayor cantidad de años de estudio, mayor es la asalarización, conforme han aumentado los años promedio de estudios, en varios países la asalarización se ha reducido.4 Similarmente, a mayor cantidad de años de estudio, menor la precariedad pero en los 90s conforme aumentaba la cantidad de años de estudio en los países, también aumentaba la precariedad. Con la tasa de actividad no hay paradoja y con la desocupación y la informalidad los casos varían según los países. III.- Estructuras e instituciones, educación e inserción laboral En la parte anterior comparamos evoluciones temporales; en ésta podemos mirar a algunos de los niveles característicos de los países para recordar que el país donde uno trabaja puede influir significativamente sobre la inserción. Una mirada a las cifras basta para percatarse de ello. En el año 2000, Chile tenía 66.4% de su población en edad de trabajar con 10 o más años de estudios mientras que Brasil tenía 33.1%, México 31.0% y Honduras, 29.9% . Argentina se situaba en 49.6%. Aunque de estas diferencias no puedan deducirse fácilmente consecuencias para el crecimiento económico, sí podemos considerarlas dignas de atención cuando se trata de analizar los mercados laborales. La tasa de desocupación en México es de 2.2% mientras que en Chile es 10.6%. Para efectos cuantitativos, las comparaciones entre países no se pueden hacer simplemente en base a estas cifras, justamente, porque ellas revelan no sólo definiciones diversas sino institucionalidades también diversas. La tasa de asalarización no explicaría la de precariedad o la de informalidad. 4 Obviamente, en todo este tipo de presentaciones, la redacción puede sugerir causalidades pero no lo pretendemos. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 5 Mientras que Chile y México registran las mayores tasas de asalariados en la población urbana, el primero de ellos registra los menores porcentajes de precariedad e informalidad mientras que el segundo los mayores en ambos. A pesar de ser, por lo menos aparentemente tan homogéneos los altos estratos del mercado laboral, es distinto ser un profesional con trece años o más en Brasil que, por decir, en Chile. En el primero uno es parte de un grupo mucho más pequeño, 9.5% de la población urbana el año 2001, que en el segundo, 18.3% en el año 2000,y la tasa de actividad en el primero es 82.6% mientras que en el segundo es 67.2%. O serlo de México y Chile del 2000 donde las cifras de precariedad de los asalariados de mayor número de años de estudios son 30.3% y 11.7% respectivamente. Un par de ilustraciones más elaboradas pueden confirmarnos la necesidad de analizar las características estructurales en el momento de establecer la incidencia de la educación en la inserción en el mercado laboral. Las características, estructuras e instituciones, de los países influyen en la relación entre los años de estudio y la tasa de participación de una manera que no se detecta desde estudios sobre países individuales. La comparación entre los niveles de las cifras de los países ayuda a detectar ese factor institucional / estructural que no pretendemos explorar en detalle. Por ejemplo, en la información provista se encuentra una relación inversa entre la proporción de personas con 13 y más años de estudios y la tasa de participación de esas personas.5 En otros términos, aunque en cada país y momento las personas con mayor cantidad de años de estudio tienden a tener una mayor participación en el mercado, las personas más educadas de los países con mayor proporción de personas con estudios superiores tienden a tener una menor participación en el mercado de trabajo que las de los países con menor proporción con trece o más años de estudio. El Gráfico 1 muestra lo señalado. 5 He descartado las cifras de Perú por las dudas sobre algunas de las magnitudes. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 6 Gráfico 1 Participación de población con 13 y más años de estudio 85 80 75 Actividad proporc. 1990 Actividad proporc. 2000 70 1990 2000 65 60 55 0 5 10 15 20 25 Tasa de participación En Brasil encontramos el caso extremo de alta tasa de participación de quienes tienen 13 y más años de estudios siendo un país en el que la proporción de este tipo de personas es una de las menores. ¿Cuestión de oferta insuficiente?6 Al otro extremo, Chile registra una alta proporción de personas con niveles superiores de estudios mientras que la participación es la menor. ¿Sobre oferta? Por otro lado, se puede encontrar que a mayor proporción de población con 13 y mas años de estudios, es mayor la probabilidad de que dichas personas sean parte de las familias con ingresos per cápita promedio en el 30% más pobre de sus respectivos países. El Gráfico 2 lo sugiere. 6 Quizá eso contribuya a la alta desigualdad del ingreso en ese país. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 7 Gráfico 2 Pobreza en población con 13 y más años de estudios 20 18 Pr o 16 p or ci 14 ó n 12 d e 10 13 y 8 + Pobreza proporc. 1990 Pobreza proporc. 2000 1990 2000 6 4 2 0 0 5 10 15 20 25 Pobreza De ese modo, a pesar de que a mayor cantidad de años de estudio menor es la probabilidad de encontrarse en la pobreza las cifras parecen indicar que una proporción mayor de personas con altos niveles de escolaridad corresponde con una mayor pobreza en ese estrato. ¿Estamos quizá ante una saturación de profesionales, por lo menos en el caso de los países con mayor proporción de ellos? Pareciéramos estar ante un problema de demanda pero el asunto es, seguramente, mas complejo. Por el momento, podemos constatar que los países con mayor proporción de personas con trece o más años de estudio, como son Perú, Argentina y Chile, son los que tienen más pobres entre ellos. IV.- Conclusión Nuestra principal intención ha sido mostrar algo que resulta por demás conocido pero que nos parece que ha sido poco tomado en cuenta en los estudios contemporáneos sobre la relación entre el nivel educativo y la situación económica de personas o países. Se trata de recordar la importancia de los análisis históricos y de las comparaciones internacionales en este tema. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 8 Esperamos, por si hiciera falta, haber llamado la atención sobre la conveniencia de realizar más estudios temporales y estructurales sobre la relación entre educación y economía. Después de todo, la evolución de las economías influye mucho sobre los efectos económicos de ser más o menos educado y el país en el que uno lo es también influye mucho en los resultados económicos de la educación. La predominancia de análisis transversales, en un momento y estructura dados, basados muy a menudo en información de hogares, ha llevado a minusvalorar enfoques que, si bien hacen más compleja la relación entre educación y economía, también apuntan a diseñar posibilidades de cambio más rápido y socialmente más amplio de dicha relación que las que se derivan de los esfuerzos personales por la propia educación. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 9 ¿Qué es el SITEAL? El Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL) es un programa que desarrollan en forma conjunta el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación - Buenos Aires (IIPE - UNESCO, Sede Regional Buenos Aires) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Este Programa comenzó a funcionar a comienzos del año 2003. Los objetivos del programa son: - Producir, sistematizar y analizar información cuantitativa y cualitativa orientada a la toma de decisiones - Transferir la información a la comunidad de interés: decisores políticos, académicos, técnicos, docentes, estudiantes, periodistas, etc. El SITEAL está orientado a monitorear la inequidad en el acceso y en los logros educativos de la población, así como el impacto de la educación en la calidad de vida de las familias y en la dinámica social. En su primera etapa, el Programa se concentrará en la producción y análisis de información proveniente de las Encuestas a Hogares que se implementan en casi todos los países de la región, ya que esta fuente, por su periodicidad y cobertura temática, posibilita diagnosticar la situación y la evolución de la relación entre educación y sociedad. Esta iniciativa busca aportar un mayor conocimiento sobre la situación social y educativa de la región, como contribución al fortalecimiento de las políticas educativas ante el desafío de garantizar una educación de calidad para todos. Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina http://www.siteal.iipe-oei.org Pág. 10