16 Interés General Fue publicado por Planeta. Reúne diversas entrevistas con testigos de una etapa clave para el país (1955-1983) “Decidí arrancar en el ‘55, cuando comienza a verse la violencia política con los bombardeos en Plaza de Mayo”, aseguró el historiador Sobre la idea de tomar la historia como un patrimonio nacional, de apropiarse de ella, el taquillero escritor Felipe Pigna construyó una manera de contar el pasado común de los argentinos a través de sus libros y sus intervenciones en la radio y la TV. Luego del éxito obtenido en el ciclo televisivo, Algo habrán hecho, que se emitió por Canal 13, acaba de aparecer Lo pasado pensado, libro publicado por Planeta que reúne entrevistas con testigos de una etapa clave para el “Los testimonios son la parte más sustancial, independientemente de como me cayeran esos personajes” país (1955-1983), y que hace eje en la violencia política instalada durante aquellos años. “Mi intención fue dar historicidad a ese período, luego de un lapso que excede los plazos de los historiadores conservadores. Ellos dicen que deben pasar 25 años para hablar de un tema, una cosa absurda. En la Historia Universal de Oxford, que se publicó el año pasado, el último capítulo va de 1945 a 2003. Sus autores entienden la contemporaneidad como prácticamente histórica”, subrayó Pigna. “Para mí era fundamental que esa desgracia nacional que fue la dictadura militar tuviera una lectura histórica -especificó-. Decidí arrancar en La Plata, martes 27 de diciembre de 2005 LA NUEVA OBRA DEL TAQUILLERO HISTORIADOR Con Lo pasado pensado, Felipe Pigna aspira a otro éxito editorial el ‘55, año en el que comienza a verse la violencia política con los bombardeos a Plaza de Mayo y todo lo que derivó de ese hecho, como la proscripción del peronismo”. En el libro, “traté de construir una historia coral por medio de voces en muchos casos disonantes o claramente antagónicas. El lector elegirá su propia visión, así como yo incluyo la mía al principio de cada capítulo. Algo que no aparece reflejado en las preguntas a los entrevistados”, explicó. “Yo no me olvido de que tengo un público lector muy joven, que viene de leer Los Mitos (Mitos de la Historia Argentina I y II) o de escucharme en la radio y quería que tuvieran información para entender esa época”, apuntó. Sobre la supuesta objetividad de algunos académicos, Pigna los calificó de soberbios. “Esos seudoacadémicos -porque un verdadero académico no tiene esa soberbia- actúan como jueces y tienen una actitud deshonesta, mienten a los lectores. Habría que preguntarles a cuál bando corresponde la objetividad proclamada”. A su juicio, “la historia es un patrimonio nacional y, como tal, no puede estar en manos de una elite, que se cree dueña de pensar, escribir y reflexionar sobre la historia, algo que es una locura”. Antes de comenzar a escribir, Pigna realizó una serie de documentales en la Universidad Lomas de Zamora, “cuyo objetivo era llegar a todo el mundo, particularmente a un público adolescente, estudiantes. La idea era la difusión de una historia que invite a pensar, mi carrera está marcada por esa intención. Y el desafío más excitante es explicar la complejidad de los hechos históricos de la manera más sencilla posible”. Mirada. Entre los temas centrales del libro, Pigna mencionó a la última dictadura militar Encendida polémica con Luis Alberto Romero Según Felipe Pigna, “hay un enorme porcentaje de público joven, de chicos de 14 en adelante”, que lo lee. “Me causó gracia algo que dijo (Luis Alberto) Romero hace poco en un artículo. El menciona que no conoció ningún alumno de Historia que haya empezado la carrera por mí. Yo por suerte escucho a muchos que lo han hecho por esta razón y otros tantos que me dicen que van a dejar Historia por Romero”. “Esto es bastante nítido, porque el éxito de mis libros ha llevado a que muchos chicos se interesen por la historia. También hay otra gente que trabaja para recuperar ese interés, por abrir el debate. Algo que yo no logré porque del lado de los pseudoacadémicos hubo descalificación, soberbia tilinga”, opinó. Como decía Jauretche, continuó Pigna, “la inteligencia en su aspecto más elitista. Lo que ellos criticaban eran mi popularidad. Me hubiera gustado debatir contenidos, formas de ver la historia, pero no lo pude hacer”. Con respecto a los testimonios incluidos en Lo pasado pensado, Pigna contó que tuvo dificultades para conseguir los reportajes; “después, todos tuvieron ganas de dar su visión”. Museo a la memoria de Perón Un museo en memoria de Juan Domingo Perón será construido en la localidad de Camarones, en la costa de Chubut, donde el ex presidente pasó su infancia junto a su familia, mediante un acuerdo firmado el viernes entre los gobiernos provincial y municipal. El convenio fue suscripto entre el gobernador Mario Das Neves y el intendente de Camarones, Eugenio Rodríguez, en el salón de usos múltiples de la comuna de ese distrito, señalaron medios de prensa provinciales. El museo demandará una inversión de un millón de pesos y será erigido en el solar donde el tres veces presidente vivió junto a su hermano Mario; su madre, Juana Sosa, y su padre, Tomás Perón, que fue juez de Paz en ese pintoresco pueblo pesquero de calles pedregosas, 250 kilómetros al sur de Rawson. El predio se encuentra en la calle Estrada, donde estaba la vivienda que ocupó la familia Perón, una típica casa de madera y chapa acanalada, declarada monumento histórico provincial en 1975 y destruida por un incendio en 1982. El “Museo de la Familia Perón en Camarones” prevé espacios de exhibición, sala de conferencias, biblioteca, archivos y un pequeño centro cultural referido a la historia local en relación con la figura del ex presidente. La iniciativa se enmarca en la política del gobierno de Chubut de generar redes de museos en relación con distintos corredores turísticos existentes, como el caso de Camarones, destino de cruceros internacionales y que cuenta con atractivos naturales de interés y gran potencial turístico. La familia Perón se afincó en Camarones en 1903 y a partir de 1906, y durante tres años, el padre se desempeñó como juez de Paz del pueblo. Luego la familia se afincó Sierra Cuadrada, también en Chubut, pero Camarones se mantuvo como el lugar de paso para sus vacaciones anuales mientras Juan Perón estudiaba en Perón. El ex presidente tendrá un museo en Camarones, Chubut el Colegio Militar.