Notice: Undefined index

Anuncio
ÁMBITO FARMACÉUTICO
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
El personal de la farmacia en un hospital
del siglo XIX (I).
El farmacéutico o regente de la botica
CARLOS ÁNGEL MONCÍNa, IGNACIO ANDRÉSb y M.ª CARMEN VIDALc
a
Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Hospital Royo Villanova (Zaragoza).
Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Gracia (Zaragoza).
c
Doctora en Farmacia. Profesora Titular de Historia de la Farmacia y Legislación Farmacéutica. Facultad de Farmacia. Universidad de Valencia.
b
El Hospital de Nuestra
Señora de Gracia de Zaragoza,
fundado en el siglo XV, es
una institución fundamental
en la historia sanitaria de
Aragón. En la primera parte
del presente trabajo se
estudia la figura del regente,
farmacéutico que estaba
al frente de la farmacia
del establecimiento,
a comienzos del siglo XIX.
Durante el período estudiado
el hospital dispuso en todo
momento de botica propia
dirigida por un farmacéutico
asalariado.
undado en 1425 por Alonso V el MagFNuestra
nánimo, rey de Aragón, el Hospital de
Señora de Gracia de Zaragoza era
una institución amparada por la iglesia, el
municipio y el propio monarca. Acogía a
todos los pobres sin discriminación de
enfermedades o nacionalidad, en consonancia con el lema del establecimiento: Domus
Infirmorum Urbis et Orbis1.
Ordinaciones
Con el nombre de ordinaciones2 se conocía
el reglamento que estipulaba cuáles eran
los órganos de dirección y administración
del hospital, así como el personal que trabajaba en él y sus funciones. Las ordinacio130 OFFARM
nes no hacen referencia a la dotación mínima de personal para la botica. Únicamente
mencionan al regente como director de la
misma y tratan en algunas disposiciones
sobre las funciones de los mancebos o practicantes de la botica, pero sin fijar el número de éstos.
Las ordinaciones de 1656, vigentes todavía
a comienzos del siglo XIX, prescriben que la
botica del Hospital de Gracia sea regida por
persona con competencia para ello, al que
confieren el título de regente, que será elegido por los regidores mediante oposición,
siendo examinados los aspirantes por los
médicos de la casa y dos boticarios del Colegio de Zaragoza, nombrados uno por el
mismo Colegio, y el otro por los regidores3.
Ya en siglos anteriores estaba encomendada la dirección de la botica a una persona
de formación específica. Tal como indica
Andrés4, la primera referencia escrita sobre
el boticario del Hospital de Gracia aparece
en las ordinaciones de Fernando el Católico, elaboradas a comienzos del siglo XVI y
en las que el regente de la botica recibe el
nombre de speciero.
NOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
El regente vivía en el hospital, lo cual
ocurría también con los boticarios de otros
hospitales del país. En algunos casos incluso era obligatorio y estaba reglamentado
que así fuera, como en el caso del Hospital
General de Pamplona, en cuyas constituciones se contempla este punto: el boticario
debía ser hombre no casado y vivir en el
hospital 5. También en el Hospital de la
Misericordia de Toledo tenía el boticario
obligación de vivir siempre en la casa del
dicho hospital, residiendo siempre dentro
de él, de día y de noche6.
Funciones del regente
Según las ordinaciones, corresponde al
regente admitir a los mancebos que crea
adecuados para servir en la botica y despedir a los que no considere útiles o no cumplan con su obligación. Hay que decir, sin
embargo, que en ocasiones esta atribución
quedó restringida. Así, por ejemplo, en
enero de 1831, Braulio Alberto Canales,
que era en ese momento regente de la botica del hospital, quiso cambiar al encargado
de las faenas de la cocina de la botica por
otra persona de su confianza. La sitiada, tras
informe de la contaduría y el mayordomo,
resolvió que esta faena fuera desempeñada
por un demente, alegando que siempre
había desempeñado uno de estos enfermos
los citados trabajos7. Durante la interinidad
de Antonio Cebollero se sucedieron cuatro
dementes, todos los cuales tuvieron que
volver a su departamento debido al mal
trato que recibían de los practicantes de la
botica. Se dispuso que un asistente de la
sala de enfermos hiciese el trabajo; este fue
el que no resultó de satisfacción del regente
Braulio Alberto Canales8.
Cabe destacar como una de las principales funciones del regente hacer por sí
mismo las medicinas más necesarias y asistir a los mancebos en la elaboración de las
que les mande hacer, de modo que se confeccionen según arte.
También se encomienda al regente la
compra y custodia de las drogas necesarias
cuya adquisición hará al precio más ventajoso para la institución, llevando un libro
de cuentas donde anotará las compras de
drogas y demás cosas necesarias para la
botica, así como las cantidades de azúcar
que tome del reposte9.
Estará también a cargo del regente de la
botica comprar y guardar las drogas necesarias, concertando los precios de ellas a
mayor conveniencia del hospital, y llevará
libro de cuenta de las drogas y las demás
NOVIEMBRE 2001
cosas que comprare para la botica, así como
de las cantidades de azúcar que toma del
reposte, firmando las cuentas de las drogas
los boticarios nombrados por los regidores
y colegio.
En las compras debía intervenir el receptor10, y para los gastos menores el regente
había de llevar un libro donde anotarlos;
dicho libro se presentaba en la contaduría
para su comprobación y liquidación los
días primero de julio y primero de enero de
cada año. La intervención de las compras
constituyó con frecuencia un motivo de
fricción entre el regente de la botica y los
regidores y administradores del hospital.
En 1834, el entonces regente Pedro Valencia llegó a dirigirse a la sitiada del hospital
cuestionando el que fuera función del
regente la compra de los géneros medicinales, no en cuanto a su planificación, sino en
lo que hace al mismo hecho físico de ir a la
droguería, pedir los géneros, pagarlos y llevarlos él mismo a la botica del hospital.
Valencia argumentó, creemos que con buen
criterio, que sus funciones en relación con
la adquisición de los medicamentos eran las
de comunicar la necesidad de reponer los
artículos que falten en la botica, examinar
la calidad de los productos adquiridos, presenciar su peso y certificar su recibo, pero
no comprarlos ni pagarlos. En lo que respecta a los gastos menores (géneros medicinales que se compran frecuentemente en
cantidades pequeñas), dijo Valencia que él
trataba de sacar el mejor partido posible a
lo que compraba con el dinero que se le
entregaba. Parece, por tanto, que el regente
quisiera expresar su disgusto por la sospecha que pudieran existir sobre su buen
hacer. La contaduría emitió como respuesta
un informe justificando la intervención de
las compras.
Todos los administradores del hospital
tienen una particular intervención en sus
respectivas operaciones hasta de un
maravedí, con sujeción además a una cuenta que presentan anualmente con los documentos originales que la justifican. El
regente de la botica sufre únicamente
intervención en cuanto a la compra al por
mayor de drogas, cera, miel y sanguijuelas,
pero ninguna responsabilidad presenta de
su inversión, o salida; y únicamente da
cuenta de los gastos por menor que lleva, y
hace, sin intervención alguna; querer evadirse de este pequeño cargo es bien ridículo,
mayormente cuando tiene a sus órdenes 7
practicantes y 2 hierberos, de quien puede
disponer a su arbitrio; y sus antecesores,
que no lo repugnaron, tenían 6 practicantes
y un hierbero11.
OFFARM
131
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
Era también responsabilidad del regente
de la botica ordenar el cuidado del huerto
del hospital, haciendo cultivar en él todas
las hierbas medicinales necesarias para la
cura de los enfermos. Así se recoge en las
ordinaciones del hospital12: «Tendrá cuidado el regente de la botica mandar adrezar y
cultivar el huerto que tiene el hospital,
haciendo sembrar o plantar todas las hierbas necesarias para la cura de los enfermos,
y en particular algunas hierbas singulares
que no se hallaren en otros huertos, por si
fueren menester de noche, o en horas
repentinas; y no se puede emplear dicho
huerto en hortalizas o cosas de regalo, sino
tan solamente en hierbas medicinales para
el servicio de los enfermos».
El aspecto más destacado de esta responsabilidad del regente es la exclusividad del
destino de la producción del huerto: pueden emplearse las plantas en él cultivadas
únicamente para el tratamiento de los
enfermos; cualquier otro uso está prohibido. Por otra parte, constituye una especie
de depósito de drogas que pueden utilizarse «de noche o en horas repentinas», es
decir, en momentos en que no sea posible
disponer de esas hierbas por no tenerlas en
la propia botica.
También se especifica en las llamadas
ordinaciones económicas que el regente
deberá hallarse presente cuando se distribuyan los medicamentos recetados supervisando la actuación de los mancebos para
evitar cualquier equivocación13.
Existía también lo que puede entenderse
como un cierto régimen de incompatibilidades referido al regente, de modo que se
afirma que sería muy conveniente que no
tuviera a su cargo otra botica que le distrajese de sus funciones en la del hospital.
La afirmación no está expresada de modo
tajante, pero parece suficientemente expresiva de los deseos de la sitiada del hospital
respecto a lo que debería ser la dedicación
exclusiva del regente en el establecimiento14. Esta incompatibilidad era usual en
los hospitales españoles (en el Hospital
General de Valencia el incumplimiento de
esta regla se sancionaba con el despido
inmediato)15.
Remuneracion del regente
La remuneración del regente de la botica
estaba compuesta por el salario o dotación y
la ración o manutención, incluida la asistencia sanitaria. La dotación era de 100 libras
jaquesas anuales o, lo que es lo mismo,
1.882 reales y 12 maravedís16. Tenía derecho
132 OFFARM
Secretario
Receptor
Otros cirujanos
Salario
Ración
Cirujano colegial
Médico velante
Médico supernumerario
Médico colegial
Enfermero mayor
Regente de la botica
0
Fig. 1. Ración y
dotación del regente
de la botica del
hospital en 1808.
1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000
a asistencia de médico, cirujano y botica,
así como casa, agua, ropas de cama y demás
que disfrutan los dependientes del hospital
que viven dentro de él. En cuanto a la
ración diaria, en 1830 estaba formada por
12 onzas de carne, 24 de vino, 24 de pan, 2
de garbanzos, 12 de tocino y verdura de la
producida en la huerta del hospital, en cantidad que no se especifica; además de 18
onzas de aceite a la semana, un cuartillo de
vinagre al mes, sal y carbón.
Este salario del regente se mantuvo constante durante todo el primer tercio del
siglo XIX. En los presupuestos del hospital
de 1820 figura el sueldo del regente de
1808 y el previsto para el citado año de
1820, sin que experimente variación su
cuantía. En 1834, la relación de empleados
también incluye el dato de los salarios,
continuando el salario del regente en 1.882
reales y 12 maravedís. Sin embargo, sí que
varió la ración o manutención, ya que
mientras en 1808 ascendía a 3.413 reales y
28 maravedís, en 1820 tenía un valor de
2.039 reales y 24 maravedís. Ello se explica
por el hecho de que en 1808 el regente del
hospital, Pascual Uriel, vivía en el establecimiento con su esposa, por lo que se le
concedía la ración correspondiente a los dos
cónyuges17.
La ración del regente experimentó otras
variaciones no debidas exclusivamente a la
inclusión de la esposa de éste. Entre 1825 y
1830 ascendía únicamente a 1.500 reales,
un 26% menos que 5 años antes. No sabemos a qué puede deberse esta modificación.
Entre 1831 y 1834 la ración era de 3.000
reales, pues comprendía también la correspondiente a la mujer del regente18.
NOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
Tabla 1. Comparación del salario y ración (reales) del regente de la botica del hospital con los de otros trabajadores
del establecimiento en 1808 y 1820 (la columna «número» indica la cantidad de empleados de esa categoría que había
en el hospital)
1808
Regente de la botica
Enfermero mayor
Médico colegial
Médico supernumerario
Médico velante
Cirujano colegial
Otros cirujanos
Receptor
Secretario
a
b
1820
Número
Ración
Salario
Número
Ración
Salario
2
1
1
2
2
1
3
1
1
3.413
2.190
2.439
2.920
2.168
1.882
1.505
3.764b
1
1
2
2.039
2.275
1.882
1.505
1.882
282
1.229
941
5.647
3.764
2
1
1
1
1
1.825
282
1.229
941
5.647
3.764
a
En el caso del regente, en 1808 el número 2 se refiere al regente y su mujer
Salario doble
Como puede deducirse de las cifras
expuestas, la ración suponía una parte muy
importante de la remuneración del regente.
Aunque la ración se cuantificaba económicamente, el regente no percibía el dinero
correspondiente, sino que recibía los alimentos que la conformaban. En la figura 1
podemos ver la comparación entre los valores de la ración y la dotación para el regente en 1808.
También hemos realizado la comparación
del salario y la ración del regente de la botica con los de otros trabajadores del hospital
(tabla 1). Como se desprende de los datos de
la tabla, no existen grandes variaciones entre
los datos de 1808 y 1820, excepto en el caso
de la ración del regente de la botica, que
disminuye por no incluir en 1820 la parte
correspondiente a la mujer del boticario19.
Otra diferencia importante es la que se
Secretario
Receptor
Otros cirujanos
Cirujano colegial
Médico velante
Médico supernumerario
Médico colegial
Enfermero mayor
Regente de la botica
0
134 OFFARM
1.000 2.000 3.000
observa en el caso del médico colegial. En
1820 había dos médicos colegiales con un
sueldo de 1.882 reales y 12 maravedís
(idéntico salario que el que percibía el
regente de la botica), mientras que los
datos de 1808 reflejan la presencia de un
solo médico colegial con un salario que es
exactamente el doble de los citados 1.882
reales y 12 maravedís. No sabemos si se
trata de un error o es que en aquel momento
tenía un solo médico colegial que debía que
realizar la tarea de dos personas. Esto último
Fig. 2. Comparación nos parece poco probable, pues difícilmente
puede una persona desempeñar adecuadade los salarios
y raciones expresados mente el trabajo de dos.
en reales del regente de
En la figura 2 puede verse la comparala botica del hospital ción de los salarios y raciones de diferentes
y otros trabajadores empleados del hospital.
del establecimiento
Destacan por su mayor cuantía los salaen 1808.
rios de los altos cargos administrativos del
hospital: receptor y secretario. El salario
del regente era igual al de los médicos colegiales, aunque en este gráfico aparece un
sueldo doble para el médico colegial que,
como ya se explicó, puede deberse a un
error (se trataría de la suma del salario de
dos médicos).
Las raciones para la manutención de los
Salario
trabajadores
del hospital eran de diferente
Ración
cuantía según la categoría de éstos. Se distinguían seis clases diferentes: las de médico, boticario, enfermero mayor, mayordomo,
repostero mayor y eclesiástico correspondían
a la primera clase; la segunda clase incluía las
raciones de las Hermanas de la Caridad que
trabajaban en el hospital (la ración anual de
cada hermana ascendía a 1.975 reales y 10
maravedís); la ración de los practicantes de
la botica y los de cirugía (cuarta clase) era
de 1.309 reales y 24 maravedís. El hierbero
4.000 5.000 6.000
percibía una ración de cuarta clase valorada
en 1.288 reales y 8 maravedís.
NOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
mar a Antonio Cebollero (al que Borruel
recurría en caso de necesidad) o a algún
otro en su defecto, para hacerse cargo del
Varios fueron los boticarios que ocuparon
cuidado de la botica. Asimismo, se acordó
el puesto de regente durante el primer terefectuar convocatoria de oposición para
cio del siglo XIX. Según consta en la docucubrir la plaza de regente de la botica.
mentación consultada20, Manuel Navas de
El 19 de agosto de 1830 murió Lorenzo
Carrera desempeñó el cargo hasta 1794. Sin
Borruel. Accedió a dirigir la botica Antoembargo, creemos que el dato es erróneo,
nio Cebollero26 el tiempo que fuera necesapues de la documentación que tenemos
rio. Esta situación constituía una interinisobre Lorenzo Borruel se desprende que este
dad en plaza vacante. Era, por tanto, proviúltimo comenzó a trabajar como regente de
sional y había de resolverse meses después
la botica en 1774. Además, según Folch y
mediante el sistema de oposición. El 15 de
Millán21, Manuel Navas murió el 5 de agosdiciembre de 1830 se despidió el boticario
to de 1780.
interino Antonio Cebollero, ofreciéndose
El 3 de agosto de 1774 fue elegido
para siempre que fuera necesario.
mediante exámenes de oposición Lorenzo
El 19 de diciembre de 1830 entró a ejercer
Borruel, quien permaneció en el cargo
su plaza Braulio Alberto Canales, continuanhasta el 25 de junio de 1797, en que se
do por espacio de algo más de 2 años, hasta el
jubiló con todo su sueldo y ración, que
día 14 de febrero de 1833 en que fue cesado
eran 164 libras anuales. En este intermedio
como consecuencia de un proceso que duró
(años después volvió a desempeñar el cargo
casi 2 meses. El mismo Canales, a insde regente de la botica) fue ordenatancias de la sitiada, presentó su
do presbítero de la Comunidad de
renuncia el día 13 de febrero, soliciPadres Agonizantes22.
tando que se le concediese hasta el día
En 11 de agosto de 1796 fue
nombrado regente Pascual Uriel y En 11 de agosto de 1796 primero de abril. Sin embargo el cese
Juste, quien desempeñó dicho des- fue nombrado regente fue inmediato, ya que hubo circunstancias agravantes, pues el primer cirutino hasta su muerte, ocurrida el
14 de febrero de 1811. Accedió al Pascual Uriel y Juste, jano del hospital, Roque Bello, denuncargo mediante oposición, en com- quien desempeñó dicho ció a la sitiada las amenazas e insultos
petencia con otros 7 aspirantes. De destino hasta su muerte, que recibió de Canales, el cual le hacía
responsable de sus desgracias. Ésta
espíritu ilustrado, fue alumno de la
Cátedra de Química y Botánica de ocurrida el 14 de febrero parece ser la causa de que aceptándose
la dimisión y renuncia de Canales, se
la Real Sociedad Aragonesa de
de 1811
le advirtiera que debía cesar el mismo
Amigos del País. Recuperó la recedía 14, dándole ración para 2 días y
ta de hacer carmín según el métoconcediéndole 8 para desalojar la habido utilizado por el químico aragotación. La sitiada acordó, asimismo,
nés José Velilla. También publicó
avisar a Pedro Valencia, que había quedado
en el Semanario de Zaragoza sus experiencias
empatado con Canales en las oposiciones, para
destinadas a la extracción del aceite conteofrecerle el empleo.
nido en la semilla de uva. Según Andrés,
La causa del cese de Canales fue una mediciparece ser que realizaba estos experimentos
na dispensada que no tenía la composición
en la botica del hospital23. Ingresó en septiembre de 1800 en el Real Colegio de Faradecuada. La denuncia dio lugar a una inspecmacéuticos de Madrid, tras presentar la
ción en la que se detectaron diversas irregumemoria reglamentaria que trataba sobre
laridades.
el éter vitriólico.
El día 6 de marzo de 1833 comenzó a
En sitiada de 11 de marzo de 1811 se
ejercer Pedro Valencia, hasta su cese el 30
encargó nuevamente el desempeño de la
de noviembre de 1838. Para asumir la
botica al jubilado mosén24 Lorenzo Borruel
dirección de la botica del hospital hubo de
con la dotación ordinaria, cesando en su
levantar Valencia la botica que regentaba
jubilación. Ocupó el cargo hasta el 19 de
en Bardallur, localidad próxima a la ciudad
agosto de 1830 en que murió25. Fue el botide Zaragoza. Propuso el nuevo regente dar
cario que más tiempo estuvo al frente de la
al hospital en calidad de limosna ciertos
botica de entre los que ocuparon el puesto
medicamentos compuestos y simples de la
de regente durante el período que estamos
botica que fue de su propiedad «sin más
estudiando. Muy apreciado por los regidores
estipendio, ni intereses que el de una Ave
de la sitiada, desempeñó su cargo sin apenas
María», reservándose otros para vendérselos
conflictos, a diferencia de sus sucesores.
al droguero que se los había proporcionado.
Dada la gravedad del regente de la botiEstos últimos medicamentos fueron analica, acordó la sitiada el día 17 de agosto llazados por facultativos del hospital, enconBoticarios regentes
NOVIEMBRE 2001
OFFARM
135
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
trándose adecuados para su uso en el centro, por lo que se acordó comprarlos a
Pedro Valencia, pagándole un 75% de su
valor, calculado a partir de los precios a que
se compraban al proveedor habitual del
hospital, Fermín Zacarías Íñigo27.
Oposiciones
Tomás López y Martín Jiménez, médicos
de la casa, así como los boticarios Antonio
Cebollero y Rudesindo Lozano, en presencia de la sitiada31. Constaban los exámenes
de parte teórica y parte práctica, realizándose en la botica el reconocimiento y explicación de cada uno de los géneros medicinales que se les presentaron32. Realizados
los exámenes, el orden de puntuación de los
aspirantes fue el siguiente:
El puesto de regente de la botica del
– En primer lugar, con la misma puntuahospital se cubría mediante el sistema de
ción, Pedro Valencia y Braulio Alberto
oposición. Así se prescribía en las ordinacioCanales.
nes del hospital vigentes en el primer tercio
– En segundo lugar, Mariano Andreu.
del siglo XIX28: «Ordenamos que la botica del
– En tercer lugar, Alejandro Flandes.
Santo Hospital sea regida por un sujeto de
habilidad y virtud, con título de regente de
En la misma sitiada se procedió a la
ella, a elección de los regidores, y por oposielección de regente de la botica. No
ción, siendo examinados los opositores por
habiendo concurrido por hallarse indislos médicos de la casa y dos boticarios del
puesto José Latorre y Osset, regidor
colegio de Zaragoza, nombrados
del hospital, envió su voto por escrito
el uno por el mismo colegio, y el
y se procedió a la votación, resultando
otro por los Regidores, como lo
Pedro Valencia y Braulio Alberto
hallamos dispuesto en la OrdinaCanales iguales en votos; en vista de
ción antigua: y habiendo hecho
ello se convino en que decidiera la
éstos relación de la suficiencia de
suerte, como se había realizado en
cada uno de los opuestos, elegirán
Durante el período
ocasiones, dada la igualdad de
los Regidores el que conforme
1808-1837 ocuparon otras
circunstancias que concurrían en los
Dios y sus conciencias entendieel puesto de regente dos pretendientes. Se procedió al sorren ser más apto y conveniente
teo y resultó en favor de Canales. En
para regir la botica.»
cinco boticarios,
consecuencia, quedó nombrado BrauHay constancia del proceso de
uno de ellos
lio Alberto Canales regente de la botioposición seguido para cubrir la
de forma interina
ca, con las obligaciones inherentes a su
vacante tras la muerte de Lorendestino, e iguales dotación, ración, y
zo Borruel. Fueron varios los
emolumentos asignados que los que
boticarios que se dirigieron a la
disfrutó el difunto regente Lorenzo
sitiada del hospital solicitando el
Borruel.
puesto. Así, por ejemplo, MariaConsiderando la sitiada que Pedro
no Andreu, que da sus datos perValencia había tenido iguales votos a su
sonales y currículo profesional29.
También lo solicitaron Alejandro Flandes y
favor e iguales informes de sus circunstanCiriaco Loysel30.
cias, fue nombrado regente de la botica
Para constituir el tribunal examinador se
para el caso de renuncia o fallecimiento de
requirió a los médicos del hospital, a AntoBraulio Canales.
nio Cebollero, regente interino, y al presiLas siguientes oposiciones tuvieron lugar
dente del Colegio de Boticarios de la ciuen 1838. El día 23 de noviembre se realizadad para que nombrase examinador a uno
ron los exámenes para cubrir la plaza vacande sus miembros. Tomás Lozano, presidente tras el cese de Pedro Valencia. Actuaron,
te del Colegio de Boticarios de Zaragoza,
en calidad de censores, los médicos Manuel
nombró boticario examinador para esta
de la Muela y Joaquín Melendo, y en calioposición a Rudesindo Lozano. La lista
dad de examinadores y censores, los boticacompleta de opositores es la siguiente:
rios Rudesindo Lozano y Carmelo Sarañana.
Fueron examinados Agustín Artieda 33 y
Juan Jubera34, únicos que se presentaron. Se
– Mariano Andreu, de Villar de los
realizaron pruebas teóricas y prácticas.
Navarros (Zaragoza).
Ambos resultaron aprobados, siendo pro– Pedro Valencia, de Bardallur (Zaragoza).
puesto en primer lugar Agustín Artieda. En
– Alejandro Flandes, de Moneva (Zaragoza).
vista de ello, la Junta Municipal de Benefi– Braulio Alberto Canales, de Daroca
cencia nombró regente de la botica del hos(Zaragoza).
pital a Agustín Artieda. Empezó a ejercer el
Comenzaron los exámenes en el jueves 11
día 1 de diciembre de 183835.
de octubre de 1830, siendo examinadores
136 OFFARM
NOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
Conclusión
El Hospital de Nuestra Señora de Gracia
de Zaragoza contó con servicio farmacéutico desde su fundación. La función del
regente de la botica era de gran importancia para el correcto funcionamiento del
hospital. Entre sus funciones se contaban la
admisión y despido de empleados de la
botica, adquisición de las drogas y medicamentos necesarias al precio más ventajoso,
elaboración de las medicinas prescritas por
los médicos para los pacientes asistidos en
el hospital y supervisión del trabajo de los
mancebos en la distribución y administración de los medicamentos.
Durante el período 1808-1837 ocuparon
el puesto de regente cinco boticarios, uno
de ellos de forma interina. ■
Bibliografía y notas
1. Hogar para los enfermos de la ciudad y del
mundo.
2. En otros hospitales del país este reglamento
tenía diferentes denominaciones como constituciones en el Hospital General de Navarra y también en el de Valencia y Hospital de la Misericordia de Toledo y definiciones en el Hospital
del Rey de Burgos.
3. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza
(ADPZ). Ordinaciones del Hospital Real y General
de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, hechas
en la visita que con autoridad y comisión de la
Majestad del Rey N. S. Felipe IV (que Dios guarde)
hizo el Obispo de Lérida, de su Consejo, incoada en
10 de Febrero de 1655. Reimpresas de orden de la
Ilma. Sitiada de dicho Hospital, en la imprenta de
la calle del Coso núm. 11. Zaragoza, 1836.
4. Andrés I. La botica del Hospital Real y General
de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza (14251808). Tesis doctoral. Universidad Complutense. Madrid, 1992; 31.
5. Pérez Romero JA. Los servicios farmacéuticos
del Hospital General de Pamplona en el contexto de la historia de la farmacia de Navarra. Tesis
doctoral. Universidad de Granada, 1973; 98.
6. Gómez Rodríguez MS. El Hospital de la Misericordia de Toledo en el siglo XIX. Tesis doctoral.
Universidad Complutense. Madrid, 1990; 461.
7. Era usual en el hospital ocupar a los dementes en
ciertos trabajos a modo de terapia. Sin embargo, el
tratamiento que recibían los dementes fue objeto
de crítica por un médico del hospital durante la
inspección o visita real que tuvo lugar en 1815.
8. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 688-1. Expediente acerca del gasto de líquidos en la botica y
sobre nombramiento de empleados en la misma.
1822.
9. ADPZ. Ordinaciones del hospital citadas en 3.
10. El receptor ejercía funciones de contable y tesorero. Algunas funciones de contabilidad son
desempeñadas también por el contador.
138 OFFARM
11. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 28-9. Expediente formado sobre los gastos que causa el sostenimiento de la Botica del Santo Hospital (comprende desde el año 1825) y sobre la contrata de
la misma.
12, 13. ADPZ. Ordinaciones del Hospital. Citadas
en 3.
14. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 392. Botica.
1830. Expediente formado sobre admisión de
regente de la botica de este Santo Hospital (es
decir, boticario mayor) y demás concerniente a
dicha oficina y de sus mancebos.
15. Rosado MI. La Farmacia del Hospital General de
Valencia (1787-1868). Tesis doctoral. Universidad de Valencia. Departamento de Historia de la
Ciencia y Documentación. Valencia, 1989; 123.
16. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 668. Relación
de los Sres. Regidores que componen la Sitiada o
Junta de Gobierno del Sto. Hospital Real y
General de N.ª S.ª de Gracia de Zaragoza; de los
Empleados, Eclesiásticos, Hermanas de la Caridad, Profesores de Medicina, Cirugía, y Farmacia
y demás dependientes de ambos sexos con expresión de las dotaciones y salarios que cada uno
disfruta. 1834.
17. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 19-16. Presupuestos del hospital. 1820.
18. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 28-9. Expediente formado sobre los gastos que causa el sostenimiento de la Botica del Santo Hospital (comprende desde el año 1825) y sobre la contrata de
la misma.
19. El hecho que la esposa de un empleado viviera en
el hospital y estuviera dotada de ración no era
muy frecuente. De hecho, en 1808 y 1820 los
dos únicos casos eran los del regente y el repostero mayor. Esto volvió a ocurrir en el caso del
regente en los años treinta.
20. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 392. Citado en
14.
21. Folch G, Millán MP. La farmacia en Zaragoza a
través del tiempo. Madrid: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza y Departamento de Historia de la Farmacia y Legislación Farmacéutica de
la Universidad Complutense de Madrid, 1985;
203.
22. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 392. Citado en 14.
23. Andrés I. Citado en 4; 75.
24. Tratamiento que se da a los clérigos en regiones
de la antigua Corona de Aragón.
25. En el documento, fechado el 6 de junio de 1830,
dice Borruel, dirigiéndose a la sitiada del hospital, que tras 42 años de servicio como regente no
se encuentra ya con fuerzas para continuar y solicita que se le conceda de nuevo la jubilación. El
total de 42 años no concuerda con la cuenta que
puede hacerse sumando los dos períodos en que
ocupó el cargo, ni siquiera contando el tiempo
que medió entre ambos, ya que comenzó en
1794 y siguió hasta 1797; el segundo período va
desde 1811 hasta 1830. Sin embargo, en la visita
de inspección efectuada en los años 1816 y 1817
incluye un documento, de fecha 22 de marzo de
1817, en el que Lorenzo Borruel, regente de la
botica del hospital, e Ignacio Ferrer, enfermero
mayor, afirman llevar 42 años al servicio del hosNOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
pital. Vuelve, por tanto, a haber una discrepancia
en el número de años. Si hubiesen transcurrido
42 años desde que Borruel se incorporó al hospital como regente hasta 1817, tendría que haber
sido nombrado en 1774. Es posible que, efectivamente, el primer período de la regencia de
Borruel se iniciase en 1774 en lugar de 1794,
fecha esta última que puede haber sido transcrita
por error. De este modo, el primer período
(1774-1797) sumaría 23 años y el segundo
(1811-1830) supondría 19 años más, haciendo el
total de 42 años. Ello implicaría que Manuel
Navas desempeñó el cargo hasta 1774, en lugar
de hasta 1794, fecha esta última que pudo
haberse transcrito erróneamente.
26. Antonio Cebollero era doctor en Farmacia, catedrático de Botánica en la Universidad Literaria
de Zaragoza, examinador presidente en la propia
Facultad y ex visitador durante 4 años de las
boticas del reino de Aragón.
27. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 28-10. Documentos sobre la venta de drogas propias del
regente Pedro Valencia, que ofrece vender para el
consumo de este Santo Hospital. 1834.
28. ADPZ. Ordinaciones del hospital. Citado en 3.
29. De 45 años de edad y casado, Mariano Andreu
estudió 5 años de gramática en las Escuelas Pías
de Zaragoza, cursó 3 años de filosofía, de la que se
graduó. Practicó durante 5 años la profesión de
boticario y tuvo botica abierta durante más de 26
años. Fue examinador por nombramiento de los
boticarios del Colegio de Zaragoza y por los que
componen el de Madrid.
30. Alejandro Flandes era boticario aprobado titular
de la villa de Moneva, en el partido de Daroca
(Zaragoza). Ciriaco Loysel, boticario en la villa
de Trasobares, se dirige también a la sitiada solicitando el puesto de regente de la botica, afirmando ser licenciado en Farmacia por la Real
Junta Superior Gubernativa de Madrid, por lo
que, según él, sólo necesita presentar dicho título, tal vez pretendiendo ser eximido de los exámenes. Sin embargo, no aparece luego en la lista
de los candidatos que se examinaron, bien porque no se presentó o porque no fue admitido por
el tribunal.
31. Los profesores examinadores cobraron por este
trabajo. Fueron gratificados cada uno de ellos
con un doblón de oro de 80 reales de vellón.
32. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 688-1. Citado
en 8.
33. Agustín Artieda y Esteban cursó sus estudios en
el Colegio de Farmacia de San Fernando de
Madrid, ejerciendo luego la práctica en la botica
de su padre en Calatayud (Zaragoza), obteniendo
finalmente el grado de licenciado en Farmacia en
dicho Colegio de San Fernando.
34. Juan Jubera, licenciado en Farmacia y boticario
titular de la villa de Tauste. Fue alumno del
Colegio Nacional de San Fernando de Madrid.
35. ADPZ. Beneficencia. Legajo n.º 688-1. Citado
en 8.
Descargar