Estrategias para cuidar a niños con problemas de integración sensorial TRANSCRIPCIÓN Bienvenido a “Estrategias para cuidar a niños con problemas de integración sensorial”. Este curso de dos horas forma parte de una serie de capacitaciones en línea diseñadas para ayudar a proveedores de cuidado infantil y directores a comprender mejor cómo crear un entorno de cuidado infantil inclusivo para niños en edad preescolar y escolar. Según investigadores, aproximadamente 1 de cada 20 personas tiene trastornos de procesamiento sensorial, y es probable que algunos de los niños a su cargo estén lidiando con estos problemas actualmente. En esta sesión, analizaremos cómo el procesamiento sensorial, la integración sensorial y los trastornos de procesamiento sensorial (sensory processing disorders, SPD) pueden afectar las actividades diarias y el desarrollo general del niño. El propósito de este curso no es diagnosticar un trastorno en un niño, sino tener más conocimientos sobre cómo ayudar a los niños con problemas sensoriales. Si un niño en su programa ha recibido un diagnóstico de trastorno sensorial o se sospecha que tiene retrasos en el procesamiento sensorial, es importante que trabaje como cuidadores en estrecha colaboración con los padres, el equipo del Programa de Educación Individualizado (Individualized Education Program, IEP), el médico y las demás personas interesadas en el bienestar del niño. Objetivos de aprendizaje Al completar el curso, podrá hacer lo siguiente: Identificar y describir los sentidos humanos, y cómo éstos pueden afectar positivamente el desarrollo emocional y físico de los niños. Definir el procesamiento sensorial, la integración sensorial y los trastornos sensoriales, y la manera en la que éstos afectan el cuidado de calidad. Identificar y analizar técnicas específicas para ayudar a los niños con necesidades especiales de procesamiento sensorial. Definición de "inclusión" Para comenzar este curso, es importante comprender lo que queremos decir cuando hablamos de “cuidado infantil inclusivo”. La Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños (National Association for the Education of Young Children, NAEYC) y la División de Primera Infancia (Division of Early Childhood, DEC) del Consejo para Niños Excepcionales (Council for Exceptional Children) crearon esta declaración conjunta respecto de la definición de inclusión en la primera infancia: “La inclusión en la primera infancia incorpora los valores, las políticas y las prácticas que respaldan el derecho de cada bebé y niño pequeño y su familia, independientemente de sus habilidades, a participar de diferentes actividades y contextos como miembros plenos de una familia, una comunidad y una sociedad. Los resultados deseados de las experiencias inclusivas, 1 tanto para niños con discapacidades o sin ellas como para sus familias, incluyen un sentido de pertenencia y afiliación, relaciones sociales y amistades positivas, y un desarrollo y aprendizaje que les permita alcanzar su máximo potencial". Aunque esta definición fue pensada para programas para bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar, se aplican los mismos principios en los programas inclusivos de cuidado para niños en edad escolar. En su publicación, Inclusión en el cuidado de niños en edad escolar: pautas para proveedores sobre el cuidado de niños con necesidades especiales (2008), el Centro para el Cuidado Infantil Inclusivo indica "La ‘inclusión’ se caracteriza por un sentimiento de pertenencia, no sólo por la mera proximidad... Inclusión son niños con todo tipo de capacidades aprendiendo, jugando y trabajando juntos. Con una inclusión exitosa, todos los niños participan de manera activa, acceden físicamente a lugares de juego y trabajo, y tienen opciones entre las cuales pueden elegir personalmente. La inclusión es un proceso, no un posicionamiento. No hay una sola persona responsable de hacerla funcionar; requiere de trabajo en equipo. No hay una única manera perfecta. El proceso de inclusión necesita ajustarse a las necesidades de cada niño, como también al programa". Definición de términos relacionados con el procesamiento sensorial Imagine que les pide a los niños de su programa que se sienten para leerles un nuevo libro. Usted ha estado esperando ansiosamente presentar esta nueva serie a la clase. Sabe que a los niños les encantarán las actividades interactivas que vienen con el libro. Comienza a leer y les pide a los niños que canten el "estribillo" del libro, y nota que todos ellos disfrutan de la experiencia, menos uno. En lugar de cantar con el resto de los niños, Sawyer tiene las manos en los oídos y se balancea de atrás a adelante. Parece estresado, y los niños lo notan. Su maestro adjunto deja lo que está haciendo y se acerca a Sawyer mientras usted termina el libro. ¿Tiene un niño así en su programa? ¿Ha notado que algunos niños son más sensibles a ciertos ruidos, luces, texturas, sabores o movimientos? ¿Esto provoca reacciones poco usuales o incluso frustrantes? Comencemos con la definición de algunos términos muy importantes relacionados con el procesamiento sensorial. Por ejemplo, ¿qué es exactamente el procesamiento sensorial y por qué es tan importante? El Procesamiento sensorial o la Integración sensorial (ambos términos suelen usarse de manera indistinta) es un proceso neurológico de desarrollo por medio del cual nuestro cerebro capta estímulos sensoriales e interpreta esta información para que la utilicemos. Obtenemos estímulos sensoriales de muchas maneras diferentes a medida que nuestros sentidos recopilan información del mundo que nos rodea. Desde el minuto en que nacemos, utilizamos nuestros sentidos para aprender. Un bebé puede recibir estímulos visuales al mirar la sala y estímulos auditivos al escuchar la voz de su mamá o de su papá. Si bien todos utilizamos nuestros sentidos para comprender los estímulos sensoriales que recibimos, la cantidad y el tipo de estímulos que recibe un niño y cuán utilizables serán dependerá del desarrollo del niño. 2 Otros términos importantes relacionados con los estímulos sensoriales son visual, auditivo, gustativo, olfativo, táctil, vestibular y de propiocepción. A una edad temprana, a todos nos enseñaron los cinco sentidos principales: vista, oído, gusto, olfato y tacto. En realidad, tenemos muchos más sentidos que nos ayudan a conocer y explorar nuestro mundo. En este curso, nos centraremos en siete sentidos que son importantes para el desarrollo y el aprendizaje de los niños. La terminología que se utiliza en el campo de la investigación para los cinco sentidos tradicionales es la siguiente: "visual" (que se refiere a la vista), "auditivo" (que se refiere al oído), "gustativo" (que se refiere al gusto), "olfativo" (que se refiere al olfato) y "táctil" (que se refiere al tacto). A los sentidos "vestibular" y de "propiocepción" se les suele denominar sentidos "sensomotores" porque nos ayudan a comprender la posición y el movimiento de nuestros cuerpos. Analicemos cada uno de estos sentidos más detalladamente. Comprensión de los sentidos El sentido visual, por supuesto, hace referencia a la vista de un niño. El procesamiento visual no sólo incluye la capacidad del niño de ver, sino también de identificar diferentes imágenes y responder satisfactoriamente a esas imágenes dentro del entorno. El sentido auditivo (o del oído) de un niño lo ayuda a identificar sonidos y a darles significado. El sentido gustativo (o del gusto) y el olfativo (o del olfato) ayudan a respaldar la capacidad del niño de percibir e identificar diferentes gustos y olores, y a responder ante ellos. Los sentidos del gusto y el olfato pueden ayudar a mantener a un niño sano y seguro. Por ejemplo, un niño puede negarse a comer un alimento que es muy picante para él o que huele rancio. El sentido táctil (o del tacto) hace referencia a la capacidad del niño de reconocer la cantidad de presión al tocar, así como la temperatura, la textura e incluso el dolor. Los niños varían en la cantidad y el tipo de contacto que desean. Por ejemplo, a algunos niños en edad preescolar y escolar pueden gustarles los abrazos, mientras que otros pueden sentirse "atrapados", lo que hace que eviten los abrazos por completo. Los sentidos vestibular y de propiocepción proporcionan información sobre nuestro movimiento. El sentido vestibular abarca los estímulos que captamos por medio de nuestro oído interno. Éste es el sentido del movimiento. Este sentido nos ayuda a comprender la gravedad y el efecto que tiene en nuestro cuerpo. Además, nos ayuda a reconocer si estamos en movimiento o no, la velocidad a la que nos movemos y en qué dirección lo hacemos. El sentido vestibular ayuda a los niños a desarrollar el control de los músculos de los ojos, la percepción visual, el equilibrio, la coordinación y la capacidad de concentración. El sentido de propiocepción abarca los músculos y las articulaciones. Éste es el sentido de la posición y transmite información sobre la posición de nuestro cuerpo en el entorno, y cómo y cuándo cambia la posición. Nos ayuda a decidir si es seguro moverse y si nos sentimos cómodos con nuestro movimiento. Ayuda a los niños a lograr movimientos complejos y promueve la coordinación. Cuando nuestro sistema de procesamiento sensorial funciona correctamente, recibimos estímulos por medio de cada uno de nuestros sentidos, éstos se envían al cerebro y se interpretan. Luego, podemos responder de manera adecuada para mantenernos sanos, seguros y cómodos. Estas 3 respuestas adecuadas también se conocen como respuestas de adaptación. Las respuestas de adaptación nos ayudan a desenvolvernos satisfactoriamente en nuestros entornos. Cuando hablamos de problemas de procesamiento sensorial, nos referimos a problemas con la recepción y la interpretación de estímulos sensoriales o con las respuestas a ellos. Si un niño tiene un problema para recibir e interpretar información sensorial, o para responder a ella, puede tener riesgo de padecer retrasos en el desarrollo, como problemas con las habilidades de motricidad, las sociales y las cognitivas (como la capacidad de atención). Estos retrasos podrían afectar su capacidad para desenvolverse de manera eficaz dentro de su entorno. Es importante recordar que todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos tenido problemas de procesamiento sensorial. Por ejemplo, a medida que envejecemos es probable que nos cueste más escuchar en un lugar lleno de gente que cuando éramos más jóvenes. Asimismo, todos tenemos preferencias sensoriales: a algunos de nosotros nos gustan los alimentos suaves y dulces, como un brownie caliente, mientras que otros prefieren un bocadillo crujiente y más salado. También tenemos algún grado de dificultad para procesar determinados estímulos, como saborear ciertos gustos o escuchar una voz baja. ¡Esto no significa necesariamente que tengamos un trastorno de procesamiento sensorial! Más adelante en este curso, profundizaremos sobre las maneras en las que se diagnostican los trastornos de procesamiento sensorial; sin embargo, es importante recordar que, independientemente de la capacidad, cada niño necesita un entorno que satisfaga sus necesidades sensoriales. Al abordar cada uno de los sentidos, podemos trabajar para crear una atmósfera de aprendizaje segura y agradable. Una mirada más cercana a los problemas de procesamiento sensorial Como ya hemos mencionado, los problemas de procesamiento sensorial pueden afectar todos los dominios del desarrollo. Hay tres patrones principales de problemas de procesamiento sensorial que puede ver en los niños a su cargo. Podría advertir que el niño es inusualmente sensible a una sensación en particular o la evita. Este patrón de procesamiento sensorial se conoce como hiperrespuesta o hipersensibilidad. Cuando un niño tiene hiperrespuesta a un determinado tipo de estímulo sensorial, podría manifestar una actitud defensiva sensorial. La actitud defensiva sensorial se produce cuando un estímulo, que no molestaría a la mayoría de las personas, hace que un niño se ponga a la defensiva, o impacta negativamente en él. Piensen en el escenario del comienzo del curso. El canto de los niños alteró a Sawyer. Él tenía hipersensibilidad auditiva o una hiperrespuesta a los sonidos. En otras palabras, el ruido era demasiado para él. Sawyer se sintió abrumado e hizo sus propias modificaciones (se cubría los oídos y se balanceaba) para defenderse del ruido. La hiporrespuesta o la hiposensibilidad, por otro lado, es un patrón en el que un niño puede no reconocer determinada sensación a menos que sea intensa, por lo que parece no registrar ese estímulo sensorial al mismo nivel que otros niños. Un niño que muestra un patrón de hiporrespuesta podría parecer desinteresado en su entorno. El último patrón se denomina búsqueda sensorial. Un niño que presenta búsqueda sensorial puede desear en exceso una sensación específica, como la sensación que experimenta cuando recibe un fuerte abrazo de oso. Este niño puede estar continuamente intentando "aliviar" una 4 sensación específica. Por ejemplo, un niño que desea mucho tocar puede estar continuamente tocando todo dentro de su entorno, ¡incluso a sus compañeros! Veamos algunos ejemplos de cómo serían estos patrones de problemas de procesamiento sensorial cuando afectan a cada uno de los sentidos del niño. Problemas de procesamiento visual: un niño con problemas de procesamiento relacionados con la vista puede ser hipersensible a las luces brillantes y puede cubrirse el rostro continuamente. Es probable que tenga problemas para enfocar y mirar objetos, como números, letras y otros elementos visuales. También puede que ocurra lo contrario. Un niño cuyo sentido de la vista presenta hiporrespuesta a la luz puede necesitar luces brillantes para poder distinguir entre números y letras. Problemas de procesamiento auditivo: un niño con problemas de procesamiento relacionados con el oído puede tener dificultades para identificar las voces de las personas. Es posible que haga ruidos fuertes constantemente (como dar gritos o alaridos) y que esté en movimiento constante cuando los haga. Algunos niños con problemas de procesamiento auditivo pueden tener dificultades para identificar de dónde proviene un sonido en particular. Otros pueden irritarse con sonidos fuertes o suaves, según si presentan hipersensibilidad o hiposensibilidad a los sonidos. Problemas de procesamiento gustativo: en el área del gusto (o del sentido gustativo), un niño que presenta hiperrespuesta puede ser muy selectivo con los alimentos que consume, como por ejemplo comer sólo alimentos blandos, o una o dos especias específicas. Podría ponerse tan ansioso ante el hecho de pensar en probar un nuevo alimento que podría hacer arcadas cuando se lo den. Incluso podría resistirse a cepillarse los dientes o quejarse del sabor de la pasta dental. Por otro lado, un niño con hiporrespuesta probablemente actuará como si todos los alimentos supieran igual, preferirá alimentos con sabores fuertes, querrá muchos condimentos en cada plato y no advertirá diferencias en el sabor si el alimento se hubiera echado a perder. Problemas de procesamiento olfativo: si el sentido olfativo (o del olfato) de un niño es hipersensible o hiposensible, éste puede irritarse a causa de perfumes, u aromas de la cocina o del baño. Puede escoger ir o no ir a un área según su olor. Los olores que no parecen molestar a otras personas pueden desatarle una reacción extrema. Por el contrario, los olores que pueden ser repugnantes para la mayoría pueden no afectarlo. Problemas de procesamiento táctil: el sentido táctil (o del tacto) suele ser en el que primero pensamos cuando hablamos de problemas de procesamiento sensorial. Por ejemplo, un niño con hiperrespuesta a los estímulos por medio del sentido del tacto podrá necesitar usar medias sin costuras, o camisetas y pantalones sin etiquetas. ¡Puede irritarse y negarse a vestirse porque las texturas de su ropa le molestan mucho! Otro niño con dificultades para procesar algunas texturas o temperaturas puede detestar lavarse las manos o el rostro (¡o podría encantarle!). Algunos niños con problemas de procesamiento táctil pueden evitar tocar a las personas, y probablemente no les gusten los abrazos y los besos; mientras que otros podrían buscar activamente el contacto, según si tienen hiperrespuesta o hiporrespuesta al tacto. Dado que algunos de estos comportamientos son socialmente inapropiados, podemos notar que algunos niños con problemas de procesamiento táctil se comportan de una manera socialmente extraña. 5 Problemas de procesamiento vestibular: a un niño con problemas de procesamiento vestibular (o del sentido del movimiento) puede que no le guste jugar con determinados elementos del patio de juegos, en especial si es hipersensible a la sensación de movimiento. Puede que evite los columpios, los carruseles y los toboganes. Asimismo, puede que no quiera jugar a juegos que impliquen movimiento, como los juegos clásicos La batalla del calentamiento o el Puente de Londres. Al igual que con los otros sentidos, también podría ocurrir lo contrario. Algunos niños con problemas de procesamiento del movimiento muestran un comportamiento de búsqueda sensorial, como buscar maneras para experimentar la sensación de caerse. Como muchos otros problemas de procesamiento sensorial, esto puede confundirse con una conducta problemática; sin embargo, es en realidad la manera en la que el niño intenta satisfacer sus necesidades sensoriales. Problemas de procesamiento de propiocepción: por último, si un niño tiene problemas de procesamiento sensorial en el área de la propiocepción (o de sentir la posición del cuerpo), puede que prefiera que lo abracen fuertemente o lo "aprieten". Puede que constantemente quiera jugar con juguetes que le den mucha retroalimentación sensorial, como un martillo o un tambor. En este caso, probablemente presente hiporrespuesta a los estímulos sobre la posición de su cuerpo. Quiere sentir la presión en sus articulaciones cuando el martillo impacta en el clavo o el palillo golpea el tambor. Otros niños pueden evitar estos mismos tipos de actividades porque tienen una hiperrespuesta a este mismo tipo de estímulo. En otras palabras, la sensación del impacto del martillo sobre el clavo es demasiado fuerte, y los incomoda. Diagnósticos del trastorno de procesamiento sensorial En algún momento de sus carreras, puede que le toque cuidar a un niño que haya recibido un diagnóstico de trastorno de procesamiento sensorial. Nuevamente, cada uno de nosotros ha tenido dificultades para procesar información de nuestros sentidos en algún momento. Sin embargo, un diagnóstico de trastorno de procesamiento sensorial se realiza en función de diversos factores. Éstos incluyen la frecuencia de las reacciones, la intensidad de las reacciones, la duración de las reacciones y el impacto negativo que tienen sobre la capacidad del niño para desenvolverse en forma eficiente dentro del mundo. Para diagnosticar a un niño con un trastorno de procesamiento sensorial se utilizan encuestas para padres, evaluaciones clínicas y protocolos de laboratorio. Diagnosticar un trastorno de procesamiento sensorial (sensory processing disorder, SPD) es muy complejo y puede ser muy controvertido. Cabe destacar que el principal manual que utilizan los profesionales de la salud mental para diagnosticar trastornos mentales, el Manual de diagnóstico y estadísticas de trastornos mentales – 5. ° edición (comúnmente conocido como DSM-5), no reconoce el Trastorno de procesamiento sensorial como un trastorno independiente. No obstante, el manual reconoce que el procesamiento sensorial es importante y menciona los síntomas sensoriales como parte de otros trastornos. Muchos profesionales y padres están trabajando arduamente para que el trastorno de procesamiento sensorial se reconozca como un trastorno independiente en ediciones posteriores del DSM. Lo que esto significa para usted es que no todos los niños que tengan un problema sensorial recibirán un diagnóstico y no todos los niños con un diagnóstico tendrán las mismas necesidades. Cuando se cuida a un niño cuyas necesidades sensoriales parecen ser mucho más específicas que las de sus compañeros, resulta tentador pensar que el niño tiene un trastorno; sin embargo, no es su trabajo diagnosticar las potenciales 6 discapacidades de los niños. En lugar de centrarse en el diagnóstico de un niño, usted debe centrarse en las necesidades únicas e individuales de cada niño, independientemente de si se ha identificado que el niño tiene necesidades especiales o no. Posibles causas de los trastornos de procesamiento sensorial Es evidente que definir y reconocer los trastornos de procesamiento sensorial son procesos complejos. Así como crece el cuerpo de conocimientos sobre lo que es el SDP y cómo identificarlo, también lo hace nuestro conocimiento sobre el origen de estos problemas sensoriales. Existen muchas razones posibles por las que un niño podría procesar la información sensorial de una manera distinta a la de otros niños. Éstas incluyen las siguientes: Nacimiento prematuro (si el niño nació prematuro). Problemas neurológicos, como parálisis cerebral, o áreas del cerebro faltantes o dañadas. Determinados trastornos genéticos, como síndrome de Down. Otras características genéticas. Trastorno del espectro autista. Retraso en el crecimiento. Trastornos de la alimentación. Enfermedades crónicas. Exposición a drogas (antes o después del nacimiento). Vivir en un entorno inseguro. Vivir en un entorno de aprendizaje deficiente con limitada exposición a experiencias sensoriales. Mala adaptación a los cuidadores. En algunos casos, un niño muestra señales de problemas de procesamiento sensorial incluso cuando no hay ninguno de estos factores presente, de manera que los investigadores saben que aún no se ha decifrado toda la historia en cuanto a la causa de estos problemas. De la misma manera que no es su trabajo intentar diagnosticar a un niño, tampoco es su responsabilidad determinar el origen de sus problemas de procesamiento sensorial. En cambio, centren sus esfuerzos en ayudar al niño a aprender a controlar, expresar y satisfacer sus necesidades sensoriales. Independientemente de si un niño tiene un diagnóstico o no, usted puede ayudarlo a aprender a tener algo de control sobre la satisfacción de sus preferencias sensoriales. [Actividad: Lista de control del procesamiento sensorial] Problemas de procesamiento sensorial y el cuidado infantil Si detecta que un niño a su cargo tiene tendencia a buscar o evitar determinados tipos de estímulos sensoriales, ¿qué puede hacer para satisfacer las necesidades de ese niño? Analicemos algunas opciones. Utilice la comunicación positiva. Una de las mejores prácticas que pued utilizar al trabajar con niños que tienen necesidades especiales es la comunicación positiva. Esto significa usar comunicación positiva con el niño Y con los padres. Al comunicarse de manera constructiva tanto con el niño como con los padres, pued conocer las fortalezas, las necesidades, las preferencias y las posibles reacciones del niño ante diferentes actividades o entornos. 7 Busque las señales correctas. Es vital comprender la mejor manera de darle indicaciones a un niño. Usted les da muchas señales a los niños a lo largo del día para indicarles cómo se deben comportar. Por ejemplo, ¿cómo les hace saber a los niños cuándo es momento de terminar una actividad y prepararse para la siguiente? ¿Esas estrategias funcionan para todos los niños? Si tiene un niño a su cargo con un problema de procesamiento sensorial, podría necesitar hacerse preguntas como las siguientes: ¿Responde a una voz tranquila? ¿Responde a una señal que puede escuchar, como una campana? ¿Una señal táctil (como una palmada en la espalda) le indicaría qué hacer a continuación? Más adelante en este curso, hablaremos sobre cómo pueden documentar estas observaciones y crear un plan escrito más detallado para satisfacer las necesidades de un niño con un trastorno de procesamiento sensorial. Anticipe los desafíos. Otra mejor práctica es reconocer cómo y por qué el cuidado infantil puede ser difícil para un niño con problemas de procesamiento sensorial a fin de estar preparado para planificar los desafíos que un niño podría enfrentar. En primer lugar, un niño nuevo en su programa tendrá muchas expectativas nuevas puestas en él y podrá sentirse presionado. Es probable que también haya demasiada (o, por el contrario, insuficiente) estimulación para que el niño se desarrolle en el entorno de cuidado infantil de acuerdo con sus necesidades sensoriales. Asimismo, en casa, el niño puede tener más control sobre la manera de satisfacer sus necesidades personales; sin embargo, en el centro de cuidado infantil, es probable que tenga que competir con más niños y sus respectivas necesidades, las cuales a veces pueden entrar en conflicto con las propias. Además, si bien su programa tiene reglas y rutinas consistentes, un niño con problemas sensoriales puede seguir sintiendo que su día es impredecible y puede no ser capaz de autoregular sus emociones o necesidades de manera oportuna. Es probable que esto sea particularmente cierto cuando se le acaba de inscribir y todavía no conoce el nuevo entorno. Aborde las necesidades de manera proactiva. Planifique las actividades específicamente para abordar las necesidades sensoriales del niño, en lugar de pasarlas por alto. Algunas maneras en las que los niños expresan sus necesidades sensoriales parecen conductas problemáticas para los adultos. Si puede encontrar maneras de satisfacer las necesidades del niño, pasará menos tiempo intentando corregir conductas no deseadas. Éstas son algunas ideas sobre cómo satisfacer proactivamente las necesidades de los niños con diferentes tipos de problemas de procesamiento sensorial: Si un niño tiene problemas de procesamiento del gusto y le cuesta probar nuevos alimentos, usted podría buscar maneras en las que éste pueda ayudar a preparar la merienda o comida. Un niño suele ser más propenso a probar algo nuevo si pudo prepararse de alguna manera para la experiencia. También, podría intentar dejarle oler pimienta o un limón antes de una comida. Algunos niños están más dispuestos a consumir una variedad de alimentos después de haber sentido un olor fuerte como esos. En el caso de un niño que es sensible a los olores, ayúdelo a sentarse en un lugar alejado de la cocina, el baño u otra área de donde puedan provenir olores fuertes. Si le gustan los olores, permítale utilizar materiales perfumados, como crayones o marcadores perfumados. Incluso puede perfumar otros materiales, como libros, bloques y materiales sensoriales con aromas que al niño le gusten. Si un niño tiene problemas para procesar información por medio del sentido del tacto, bríndele un espacio que ofrezca una variedad de texturas, y ambientes suaves y relajantes. Permítale recostarse en una alfombra o manta, y colóquele almohadas sobre la parte 8 inferior del cuerpo. Haga que el niño apriete y juegue con pelotas blandas o masa para moldear durante los momentos en los que necesite estar tranquilo y concentrado. En el caso de un niño que necesita apoyo con los sentidos del movimiento o del posicionamiento corporal, puede crear un área de movimiento en el entorno de cuidado infantil. Un área de movimiento es un espacio en el que los niños pueden hacer cosas como mecerse en una silla, girar en un juguete o incluso saltar en un pequeño trampolín. Podría alentar a los niños a bailar en esta área ofreciéndoles instrumentos o música grabada. ¡Incluso puede levantarse y bailar con ellos! Podría darles equipos llamados "cojines para saltar" que le permiten al niño saltar sutilmente mientras escucha una historia o una lección, o haga que el niño se apoye contra una superficie firme, como una pared o una estantería estable, durante la hora de actividades en círculo. Recuerde que ellos aprenden por medio de la imitación. A los niños más grandes les suele gustar jugar a videojuegos de bailes. Sólo recuerde que cada vez que realice actividades "frente a la pantalla" para los niños en edad escolar, éstas no deberían superar el máximo de dos horas diarias, deberían ser adecuadas para la edad y complementar las actividades de aprendizaje que conforman la mayor parte de su programa. Si un niño es hipersensible o hiposensible a los sonidos, puede permitirle utilizar audífonos mientras escuchan música o audiolibros de manera que pueda controlar el volumen para satisfacer sus propias necesidades. En el caso de algunos niños que son hipersensibles al ruido, los audífonos que amortiguan los sonidos (sin música) pueden ayudar a disminuir el ruido y permitirles concentrarse. Intente incorporar actividades que perfeccionen las habilidades de escucha de los niños, como hacer que escuchen sonidos de la naturaleza y que intenten identificarlos. Con suerte, estas medidas proactivas ayudarán al niño a disfrutar la experiencia de estar en un centro de cuidado infantil con sus compañeros, en lugar de sentirse ansioso y estresado. Buscar estrategias que funcionen para un niño en particular requiere esfuerzo de su parte. Para encontrar ideas, hable con sus padres sobre qué es lo que funciona en casa, pregúnteles si alguien que trabaje con el niño o que lo cuide tiene ideas, pregúntele al niño qué es lo que podría ayudar, y haga su propia investigación a través de Internet o su biblioteca local. Entorno sensorial para Sara Quizá ha advertido que la lista de estrategias que acabamos de mencionar no aborda las necesidades de niños con problemas de procesamiento visual. Esto se debe a que vamos a utilizar el sentido de la vista para pensar un ejemplo más detallado sobre cómo puede planificar las necesidades de un niño en particular. Imagine que está cuidando a una niña llamada Sara, quien muestra cierto comportamiento de búsqueda sensorial en lo que respecta a la vista. ¿Cuáles son algunas estrategias simples que puede utilizar para satisfacer las necesidades sensoriales visuales de Sara dentro de su programa? El primer paso es explicar qué comportamiento de búsqueda sensorial exactamente está observando. Documente ejemplos específicos; luego, utilice sus notas para intentar comprender qué le dice el comportamiento de Sara. Una vez que haya documentado un patrón de comportamiento establecido, comparta sus observaciones con los padres de Sara y trabaje con ellos para decidir cómo ayudarla. 9 Por ejemplo, supongamos que observa que Sara se para constantemente cerca de la ventana donde entra la luz del sol directa. De hecho, parece que le cuesta concentrarse en una actividad a menos que esté cerca de la ventana. Ella pide constantemente que encienda más luces. Puede ver que su necesidad de luz brillante la distrae de sus oportunidades de aprendizaje. Habla de esto con sus padres y decide proponer maneras para agregar más luz a su entorno de cuidado infantil, como agregar lámparas (fuera del alcance de los niños, por supuesto), mantener las persianas y las cortinas abiertas en todo momento en que los niños estén presentes, darle a Sara más control sobre la iluminación colocando "luces táctiles" en las paredes de las áreas de aprendizaje que tiendan a tener poca iluminación para que ella pueda encenderlas y apagarlas según sea necesario, y permitirle llevar consigo una pequeña linterna que pueda utilizar cuando la necesite. También habla acerca de las maneras en las que puede aumentar el contraste de colores en los materiales para que Sara pueda distinguir objetos más fácilmente, como codificar con colores los bloques de unidades por tamaño. Plan de acción del procesamiento sensorial (o "régimen sensorial") El proceso que acaba de completar con Sara y su familia creará un plan informal de las estrategias que utilizará para satisfacer las necesidades sensoriales de Sara. Cuando este plan se escribe y se formaliza, se lo conoce comúnmente como "plan de acción sensorial" o "régimen sensorial". En el caso de niños con discapacidades diagnosticadas, se podría incluir una versión del régimen sensorial como parte del Programa de Educación Individualizado (Individualized Education Program, IEP) de cada niño. Si ese es el caso, entonces necesita trabajar estrechamente con la familia del niño y, cuando sea adecuado, con los miembros del equipo que desarrolla y mantiene el IEP a fin de apoyar los objetivos ya establecidos para Sara. En algunos casos, usted puede incluso ser parte del equipo del IEP que trabaja en forma conjunta para elaborar un plan de acción sensorial para un niño en particular. Ya sea que esté creando un plan sensorial informal, trabajando con el equipo del IEP de un niño para elaborar un plan de acción formal o siguiendo un régimen sensorial prescrito diseñado por el equipo del IEP para usted, es importante comprender los pasos que intervienen en el desarrollo del plan. Un régimen sensorial es un horario individualizado de actividades sensoriales diseñadas para ayudar a que un niño en particular se mantenga concentrado y aprenda. Suele ser elaborado por un terapeuta ocupacional; sin embargo, como acabamos de mencionar, si el niño de su programa no ha recibido un diagnóstico formal pero necesita algo de ayuda con sus problemas sensoriales, usted y los padres del niño pueden establecer un plan de acción sensorial. Por lo general, un régimen sensorial incorpora tres tipos de actividades: actividades de alerta, de organización y de relajación. Las actividades de alerta sirven para el niño con hiporrespuesta. Algunos ejemplos incluyen comer alimentos crujientes, saltar una y otra vez, o rebotar sobre una pelota. Las actividades de organización ayudan a que un niño regule sus respuestas. Algunos ejemplos incluyen permitir al niño masticar goma de mascar, consumir alimentos masticables y hacer trabajos que presenten desafíos físicos. Las actividades de relajación ayudan a disminuir la sobreestimulación. Las actividades de relajación incluyen mecerse o balancearse, acurrucarse, y hacer que el niño empuje una superficie dura (como una pared) con las manos, la espalda o las piernas. 10 Un plan de acción sensorial puede ayudar a que un niño con problemas de procesamiento sensorial se desarrolle de manera feliz y saludable. Brinda al niño la posibilidad de tener maneras adecuadas de controlar su estrés y ansiedad. Créalo o no, ya hemos abordado todos los componentes de un régimen sensorial en algún momento de este curso. Para ayudarlo a utilizar estas herramientas de manera eficaz, dedicaremos el resto del curso a analizar las partes que intervienen en la planificación de un régimen sensorial o plan de acción sensorial utilizando nuestro ejemplo de Sara. El primer componente que todo plan de acción sensorial tiene que tener es un objetivo identificado. La necesidad es un objetivo, por lo general un objetivo en términos de conducta, que usted desea que el niño alcance. Como cualquier otro objetivo que usted fija para un niño, el objetivo de un plan de acción sensorial debe ser específico y medible. Al momento de sentarse a elaborar un plan de acción sensorial, ya debería haber tomado muchas notas sobre la conducta del niño que lo haya llevado a creer que tiene una necesidad sensorial insatisfecha. Es evidente que esta conducta genera desafíos para el niño (y quizá para usted). Para ayudar al niño a desenvolverse de manera eficaz en el entorno de cuidado infantil, queremos abordar esta conducta con el plan sensorial. En otras palabras, queremos encontrar formas de satisfacer la necesidad sensorial del niño de manera que usted pueda finalmente modificar esta conducta no deseada. Piense en la conducta de Sara del ejemplo anterior. Sara tiene dificultades para concentrarse en actividades y completar tareas. No poder concentrarse en actividades ni completar tareas es claramente un problema. Esto interfiere con la capacidad de aprender de Sara. Ésta es la conducta a la que apunta nuestro objetivo. Recuerde que un objetivo debería ser específico y medible. En nuestro ejemplo, el objetivo podría ser algo como "Sara permanecerá en una tarea por 10 minutos y completará las tareas que ha comenzado más del 40 % del tiempo". Asegúrese de que sus objetivos sean realistas en términos del tiempo, los recursos y el personal que tiene disponible en su programa. Todo el plan de acción sensorial debería desarrollarse en forma conjunta con los padres del niño, y los objetivos se deberían acordar mutuamente con los padres, los cuidadores que trabajan con el niño, el administrador del programa y, si corresponde, el equipo del IEP del niño. El siguiente paso en la elaboración de un plan para satisfacer las necesidades sensoriales de un niño es descubrir qué necesidad sensorial insatisfecha genera esa conducta. Cuando ve que un niño exhibe una conducta como ésta, podría tener que hacer suposiciones fundamentadas con respecto a por qué se produce. Supongamos que todavía no sabemos que Sara se distrae por su necesidad de tener más luz. Podríamos considerar muchas posibilidades diferentes. Sabemos que cuando Sara se distrae, tiende a pararse cerca de las ventanas. Hemos documentado esta conducta muchas veces en nuestras notas de observación. Ahora debemos preguntarnos por qué ocurre esto. ¿Sara tiene dificultades para concentrarse debido al nivel de ruido que hay en el entorno? ¿Está incómoda con la temperatura de la sala, por lo que se para cerca de la ventana para sentir calor? ¿Hay un fuerte olor que viene de otra área del edificio que le provoca estrés a Sara y hace que vaya a la ventana para buscar aire fresco? ¿Sara se para junto a la ventana porque allí hay más iluminación? Para responder estas preguntas, debemos buscar un patrón sensorial. Mientras observa cuidadosamente al niño, considere si éste muestra patrones de respuesta al estímulo sensorial. 11 Cada uno de nosotros tiene patrones sensoriales. Por ejemplo, antes de tomar el primer sorbo de café esta mañana, ¿lo sopló porque les gusta tibio en vez de muy caliente? Cuando entró a su automóvil, ¿encendió inmediatamente la radio porque prefieren conducir con ruido de fondo en vez de en silencio? Aunque estos comportamientos parezcan intrascendentes, en realidad son muy importantes. Cada comportamiento es un indicio del procesamiento sensorial. Observar los patrones de procesamiento sensorial puede ayudarlo a satisfacer las necesidades sensoriales de un niño. Sus observaciones deberían tener un propósito y procurar responder preguntas como las siguientes: ¿La conducta se produce en un momento determinado? ¿Cuánto dura la conducta? ¿Cuál es la intensidad de la conducta? ¿Puede el niño regular esa intensidad? ¿La conducta se produce en un área determinada del entorno del programa? ¿Hay alguna persona o algún objeto que esté relacionado con la conducta? ¿Parece existir alguna razón específica que desencadene la conducta? ¿Qué necesidades sensoriales tendrían sentido considerando lo que sabe sobre la conducta? Con Sara, reunimos muchas observaciones diferentes a fin de identificar su patrón sensorial. Prefiere pararse junto a la ventana. Pide más luces. Parece tener problemas para concentrarse en las tareas cuando el área de trabajo no está bien iluminada. Cuando reunimos estas observaciones, podemos suponer con fundamentos que el comportamiento de Sara proviene de una necesidad insatisfecha de luz brillante. El siguiente paso en un régimen sensorial o en un plan de acción es identificar y documentar las fortalezas que pueden utilizarse para abordar la necesidad sensorial. Reconocer las fortalezas que usted y el niño tienen disponibles lo ayuda a pensar qué estrategias serán más eficaces en sus circunstancias. Las fortalezas suelen estar orientadas a los niños y suelen abordar el desarrollo de un niño dentro de otros dominios. Esto podría significar advertir que Sara tiene sólidas habilidades de comunicación y podría aprender a decirles cuando algo le molesta, antes de dejar la tarea. Las fortalezas también pueden estar orientadas a los cuidadores, como por ejemplo su comprensión de la importancia del procesamiento sensorial y su predisposición para ayudar a Sara con sus necesidades sensoriales, o su fuerte relación con sus padres y, si tiene, con el equipo del IEP. Por último, las fortalezas también pueden ser ambientales. Los apoyos ambientales pueden incluir normas de certificación y requisitos de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (Americans with Disabilities Act, ADA), o materiales o equipos que sean de fácil acceso para usted en su programa. La próxima parte, y probablemente la más importante, del plan de acción sensorial es crear medidas. De acuerdo con lo que sabe sobre la conducta del niño, sus observaciones del patrón sensorial y su evaluación de las fortalezas y los recursos con los que tiene que trabajar, ¿qué acciones o estrategias podría ayudarlo a satisfacer las necesidades sensoriales del niño? 12 Volvamos a nuestro ejemplo de Sara. Después de identificar que el patrón sensorial de Sara nos indica que necesita más luz, podemos proponer estrategias para ofrecerle exactamente eso. Las medidas que se nos ocurrieron en el ejemplo fueron las siguientes: Agregar lámparas en varias áreas del centro de cuidado infantil para aumentar la visibilidad. Mantener las persianas y las cortinas abiertas siempre que haya niños presentes. Colocar luces táctiles en las paredes de las áreas de aprendizaje que tengan poca iluminación, de manera que Sara pueda ajustar el nivel de luz para satisfacer sus necesidades. Dejar que Sara lleve una pequeña linterna para proporcionar luz adicional a las tareas según sea necesario. Aumentar el contraste de colores en los materiales (como codificar con colores los bloques de unidades por tamaño). Las medidas que seleccione deben cumplir con las siguientes características: Individualizadas: significa que se basan en observaciones de un niño específico, no sólo en información general sobre el desarrollo de los niños. Adecuadas para el desarrollo: significa que, además de ser adecuadas para el individuo, son adecuadas para la edad y la cultura del niño. Adecuadas para el entorno: significa que cumplen con todas las reglas, regulaciones y leyes que afectan su programa, y que son realistas con los recursos disponibles. Acordadas mutuamente con los cuidadores, los padres y, si corresponde, el equipo del IEP. A medida que implementa las acciones sensoriales del plan de acción, debe documentar sistemáticamente las respuestas que observe en la conducta y las emociones del niño, y su participación con el entorno. Esta documentación lo ayudará a determinar si las estrategias que está utilizando funcionan o no. A veces, a esto se lo llama el componente de revisión de un plan de acción sensorial. Debería revisar periódicamente el plan de acción sensorial y decidir si debe continuar, cambiar o interrumpir la aplicación de una estrategia en particular junto con los padres del niño, otros cuidadores y, cuando corresponda, el equipo del IEP. Resumen ¿Recuerda a Sawyer, el niño del escenario planteado al comienzo de éste curso? La historia de Sawyer nos ayuda a recordar que una conducta inusual, o incluso problemática, puede en realidad darnos indicios sobre cómo satisfacer las necesidades de un niño. El comportamiento de Sawyer es un buen ejemplo para recordar a los proveedores de cuidado infantil que el procesamiento sensorial es importante para todos los niños, independientemente de si se les ha diagnosticado una discapacidad o no, y debería abordarse de manera respetuosa e intencional. Es imprescindible ofrecer a todos los niños un entorno seguro y adecuado desde el punto de vista sensorial que aborde todos los sentidos. Las observaciones minuciosas del niño, la comunicación con éste y sus padres, y el trabajo en forma conjunta con el equipo del IEP pueden ayudarnos a tener un impacto positivo en la vida del niño. ¡Al comprender la integración sensorial y el procesamiento sensorial, utilizar un régimen sensorial cuando sea apropiado y diseñar 13 intencionalmente las actividades y el entorno de nuestros programas, podemos brindar la alta calidad de cuidado infantil inclusivo que nuestros niños tanto merecen! Conclusión En este curso, analizamos de qué manera los problemas de procesamiento sensorial pueden afectar a los niños en sus programas. Aprendimos a identificar y categorizar varios de los sentidos humanos. Se definió la terminología relacionada con el procesamiento sensorial, y completamos actividades que le permitieron aplicar este nuevo conocimiento no sólo a usted mismo (y a sus necesidades individuales), sino también a los niños a su cargo. Luego, analizamos las estrategias que pueden utilizar para satisfacer las necesidades sensoriales de los niños a su cargo. Los puntos importantes de este curso que nos gustaría que se lleve consigo son los siguientes: Todos los niños utilizan sus sentidos para procesar información. Esto se denomina "procesamiento sensorial" o "integración sensorial". Si bien es probable que cuando era niño le hayan enseñado cinco sentidos, en realidad los humanos usan muchos más sentidos. En este curso analizamos siete de ellos, como la vista, el oído, el gusto, el olfato, el tacto, el movimiento y el posicionamiento corporal. Los niños con problemas de procesamiento sensorial pueden exhibir patrones diferentes. Algunos pueden presentar hiperrespuesta (o hipersensibilidad), algunos pueden presentar hiporrespuesta (o hiposensibilidad), y otros pueden exhibir "búsqueda sensorial". Un niño puede presentar hiperrespuesta en un área e hiporrespuesta en otra. El diagnóstico de trastorno de procesamiento sensorial es complejo y controversial. En lugar de centrarse en un diagnóstico, céntrese en las necesidades individuales de cada niño y trabaje para satisfacer esas necesidades en su programa. Hay muchas maneras diferentes de satisfacer las necesidades sensoriales de un niño. La clave es relacionar sus estrategias con el patrón sensorial del niño, elaborando posiblemente un plan de acción sensorial formal (también conocido como "régimen sensorial"). Finalmente, es importante darse cuenta de que no está solo en esta tarea. Asegúrese de trabajar con los padres de cada niño y, si corresponde, con el equipo del IEP. ¡Gracias por su participación en este curso, y por sus deseos de brindar cuidado y educación de calidad para todos los niños! 14 Referencias Biel, L. & Peske, N. (2009). Criar a un niño con inteligencia sensorial: el manual definitivo para ayudar a su hijo con problemas de procesamiento sensorial. Nueva York, Nueva York: Penguin Books Ganz, J. S., (2008). Estrategias de integración sensorial para padres: integración sensorial en el hogar y la escuela. Prospect, Connecticut: Biographical Publishing Company Kranowitz, C. S. (2005). El niño desincronizado: cómo reconocer y hacer frente al trastorno de procesamiento sensorial. Nueva York, Nueva York: Penguin Group Miller, L. J. (2014). Niños sensacionales: Esperanza y ayuda para niños con trastorno de procesamiento sensorial. Nueva York, Nueva York: Penguin Group http://www.naeyc.org/files/naeyc/file/positions/DEC_NAEYC_EC_updatedKS.pdf] http://www.senseablebaby.com/Home_Page.html#The_Development_of_Sensory_Processing_In _Infants http://www.sensory-processing-disorder.com/ http://spdsupport.org/resources/infant-spd-symptoms.shtml http://sensorysmarts.com/practical_solutions.html http://www.ot-mom-learning-activities.com/sensory-integration-activities.html http://www.pbs.org/parents/child-development/sensory-play/developing-and-cultivating-skillsthrough-sensory-play/sensory-play-early-exploration-through-the-senses/ 15