INFORMACIÓN IMPORTANTE A finales de Abril, y con motivo del cincuentenario del centro, saldrá a la luz un libro sobre el Instituto titulado “El IES Bernaldo de Quirós: patrimonio e historia”. Como adelanto de dicha publicación os exponemos a continuación un breve resumen informativo sobre los temas tratados. También os informamos que queremos incluir en el libro una relación nominal de todas aquellas personas que quieran sumarse a este proyecto. Para ser suscriptor y que tu nombre aparezca en la edición deberás ingresa en cualquier sucursal de Cajastur 10 euros en la cuenta nº 2048 0070 32 3400025182 haciendo constar tu nombre completo y las palabras “suscripción libro IBQ”, lo que te dará derecho a un ejemplar del citado libro. Tan pronto hayas hecho el ingreso haznos llegar bien en persona, correo o por e-mail tu nombre completo y una copia del pago o número del ingreso. La fecha límite para recibir suscriptores es el día 28 de Febrero. EL IES “BERNALDO DE QUIRÓS” PATRIMONIO E HISTORIA CINCUENTENARIO - 1960-2010 INTRODUCCIÓN El IES “Bernaldo de Quirós” pone a disposición de todos los miembros de su comunidad educativa un libro que evita que toda su historia, larga y profunda, sea niebla en la memoria o tela para la araña del recuerdo. Es la misma historia que vivieron nuestra ciudad, nuestro concejo, Asturias. Es un algo invisible que nos hace reos a todos de un mismo destino en una circunstancia que nos moldea a su gusto y capricho. Desde la Edad Media hasta nuestros días, desde la romántica torre medieval que se conserva modificada siempre por las intenciones de múltiples y sucesivas generaciones que hicieron y rehicieron el palacio hasta las últimas estructuras a las que denominan construcción funcional. Desde siempre, repetimos, se mantienen vivas las huellas propias del paso del tiempo, de los avatares, de los hechos y sucesos que se reúnen todos en una definición sencilla, la de Historia, concepto equivalente a cambio en el tiempo. Como dice el autor de uno de los capítulos, los edificios históricos tienen poco sentido si se les desliga de su intrahistoria, de quienes los construyeron y los habitaron, de los hechos que tuvieron lugar dentro de su recinto. Éste era el riesgo que corría el palacio de Camposagrado cuando fue puesto a disposición de la comunidad de Mieres para albergar a niños desvalidos que la guerra había dejado sin los recursos mínimos, necesarios para enfrentarse a la vida. O posteriormente, cuando fue acondicionado para ser instituto de bachillerato: la administración pública de entonces no se caracterizaba precisamente por mantener el decoro propio de estos nobles edificios. Sin embargo todo empezó bien cuando ya en el año 1974 se dispone, por el Claustro de Profesores, que tome el nombre de sus primeros moradores: sin complejos, el apellido Bernaldo de Quirós desplaza el topónimo del lugar, palacio de Camposagrado, y da nombre a un centro de enseñanza que con el tiempo se convierte en señero de la educación pública asturiana. A lo largo de seis capítulos densos y bien documentados, variados en los estilos y también uniformes en sus fines, leemos lo que fuimos desde el siglo XIII hasta nuestros días: las columnas de nuestro patio están melladas por la violencia de 1934, la torre medieval es de fábrica de tiempos varios y arquitectos diferentes, y por eso mantiene el recato en su vestimenta con el revoque que oculta el paso del tiempo a quienes sólo buscan piedras para contar. Un capítulo entero está dedicado al patrimonio que, haciendo gala de sus ancestros, acumulamos, y que lo hace único y diferente al resto de los que cumplen la misma función. No sólo impresiona la enumeración de bienes que constituyen su patrimonio. También la pasión con que están conservados, descritos, clasificados y enumerados: los cuadros, las esculturas, la cerámica, los libros, los árboles, hacen pensar en los versos del poeta Muñoz Rojas: Tengo la suerte de tener… suelo de los míos, es decir, pasado. Todo contribuye a que este palacio, sede de un instituto, se convierta en solar noble no por la alcurnia de sus habitantes sino por los conocimientos, las actitudes y la nobleza y altura de miras que siempre lo caracterizaron. Quienes aprenden con el tiempo su geografía, quienes transitan sus pasillos, quienes dejan mucho de sí mismos en cada uno de los trabajos que realizan, son los mismos que mañana pensarán como Azorín, que la vida no es otra cosa que ver volver, cuando observaba las nubes siempre intemporales desde el huerto de Melibea. Son quienes saben que para seguir adelante es imprescindible esa esperanza que se alimenta de la memoria del pasado y de las promesas para el futuro; por lo menos la esperanza insegura, in spem contra spem, de la que habla Laín Entralgo, citando San Pablo1: es la que justifica tanta conferencia dada por insignes personajes de todos los ámbitos del saber o la que justifica la colección de cerámica popular, exquisita. Sin esa esperanza insegura carecen de justificación los libros que, como éste, se editaron hace tiempo, la restauración o remodelación -depende de quien lo juzgue- que sufrió en estos primeros años del siglo XXI. Sin duda, el Bernaldo de Quirós es una herramienta inasible que usamos quienes pasamos días y horas sin medida para hacernos a nosotros mismos cuando trabajamos, convivimos, reflexionamos. Son verbos que nos hacen pensar, con frecuencia, en lo que hay de cierto, si lo hay, en lo escrito por Sartre, el hombre es una pasión inútil. Los sufridores de esta esperanza insegura, desdibujados en un colectivo anónimo, siempre con los brazos abiertos como el cuadro de Juan Genovés, también tienen que tener sus letras en esta introducción. Es justo que tanta historia y tanto poso cultural tengan su origen, sin duda, en unas características comunes a quienes viven sus pasillos en veinte minutos de espacio. Las apropiadas, a nuestro juicio, son las que escribe Víctor de la Concha en el último de sus libros: una comunidad es un estado de alma, y a poco que uno se detenga en ella, ese estado de alma se comunica, se propaga en nosotros en un fluido que se inocula y que se incorpora en el aire que respiramos. Los autores de los seis capítulos de este libro son profesores nuestros, son quienes mantienen vivo un estado de alma; mejor escribir tal vez que son profesores, padres y alumnos, cada uno de ellos en busca de su propio mar en los procelosos ríos de la vida que nos toca vivir, lo mismo que el Bernaldo de Quirós; las paredes de piedra y las piedras que homenajean, en las paredes, a nombres e ideas, el concepto de palacio, los árboles que nos prestan sus hojas en el otoño para los ojos cansados del verano, son el aire que 1 “Esperando contra toda esperanza”. Romanos 4, 18 respiramos. Basta, pues, una simple lectura del libro al que obliga nuestro instituto para celebrar su cincuentenario, y nos damos cuenta de que el Bernaldo de Quirós admite cualquier definición, incluida la más sencilla, la que podemos intuir en los sencillos versos de este poema de Antonio Machado: Y todo un coro infantil va cantando la lección: mil veces ciento, cien mil, mil veces mil, un millón. Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de la lluvia tras los cristales. Y para cerrar esta introducción, el viejo profesor toma un descanso y recuerda a tantos compañeros de fatigas que con él hicieron el Camino de Santiago que empezó en este instituto, cuando los años no tenían una identidad expresa. Ahora, tras andaduras y descansos y fatigas y trasegados paisajes, acaban sus pasos, como los nuestros, en el Bernaldo de Quirós. Es decir, en el libro que el lector tiene en sus manos, en los seis capítulos en los que aparece el alma de tantos nombres, propios y comunes, como siempre que se repite una historia. José Fernández Fernández Director del IES “Bernaldo de Quirós” ÍNDICE Capítulo 1º. Los “Bermaldo de Quirós”. Por Jose A. Ordóñez Iglesias. Profesor de Inglés Orígenes de la familia “Bernaldo de Quirós” y su relación con el municipio de Mieres durante la Edad Media. Fundación del mayorazgo de los Bernaldo de Quirós en la “casa grande y fuerte” de Mieres. Capítulo 2º. El Palacio de Camposagrado. Por Leonor Maria Fernández López. Profesora de Lengua y Literatura Concesión del marquesado de Camposagrado a D. Sebastián Bernaldo de Quirós por parte de Felipe IV y máximo apogeo de la familia durante los siglos XVIII y XIX. Capítulo 3º. Auxilio Social en el Palacio de Camposagrado. Por Mª Victoria Sánchez Sánchez y Mª Concepción Rodríguez Fernández Profesoras de Latín y Griego Adquisición del palacio de Camposagrado por parte del Ayuntamiento de Mieres. Reconstrucción del edificio tras los daños sufridos durante la Guerra civil, para su uso como Hogar de Auxilio Social. Capítulo 4º. Non omnis moriar. El Instituto Bernaldo de Quirós desde su fundación en 1960 hasta el 2010. Por José Fernández Fernández. Profesor de Lengua y Literatura castellana. Directordel I.E.S. “Bernaldo de Quirós” Capítulo 5º. Renovación del IES Bernaldo de Quirós. Por X. Antón García-Sampedro Vega. Profesor de Dibujo Restauración del Palacio de Camposagrado para usos administrativos y construcción de un nuevo y moderno aulario anexo al palacio. Capítulo 6º. El patrimonio del IES Bernaldo de Quirós. Por Gema García Ramos y X. Antón García-Sampedro Vega. Profesores de Dibujo El legado patrimonial del IES Bernaldo de Quirós y su Museo de las Artes visuales. Integración del centro en la “Red de Institutos Históricos y con patrimonio de España” como proyección hacia el futuro