A 27 años de El Caracazo El día que la Cuarta República masacró al pueblo Hoy como ayer, la contrarrevolución adeco-burguesa se niega a asumir su responsabilidad en este crimen de lesa humanidad que transformó para siempre la historia del país T/ Modaira Rubio F/ Frasso Caracas el 27 de febrero al 3 de marzo de 1989 ocurrió un genocidio por razones de clase en el país; fue la expresión más extrema de la violencia ejercida por el Estado burgués en contra de los D Sábado 27 de Febrero de 2016 sectores populares. El comandante Hugo Chávez dijo en el acto de conmemoración de los 20 años de El Caracazo: “Las informaciones en torno a estos hechos eran silenciadas por acuerdos de las élites y de la burguesía, que engavetó cualquier investigación y distorsionaron los hechos para ocultar lo que fue un genocidio, porque utilizar a las fuerzas armadas con armas de guerra contra un pueblo desarmado, contra niños, mujeres, hombres, ancianos para masacrar de manera vil a un pueblo inocente, eso se llama genocidio”. En ese momento, el pueblo venezolano inició el camino hacia su liberación definitiva con una rebelión espontánea en contra del neoliberalismo y de los patrones económicos impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que los más débiles pagaran las consecuencias de la crisis capitalista. Al pueblo le costó sangre, esa rebelión. Todavía se desconoce el número exacto de víctimas masacradas por órdenes del gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez. Según la cifra oficial publicada en aquel momento, los sucesos de febrero y marzo del 89 dejaron un saldo de 276 muertos, cientos de lesionados y desaparecidos y cuantiosas pérdidas materiales. Luego aparecieron fosas comunes y testimonios que dieron cuenta de la falta de confiabilidad de la lista oficial. También se organizaron comités de víctimas y familiares de las víctimas de este nefasto episodio de la histo- ria venezolana que señalan cerca de 3 mil personas asesinadas, cifra que contrasta con los cerca de 300 que reportó el entonces ministro de la Defensa, Ítalo del Valle Alliegro. Ese genocidio permaneció impune durante muchos años. Y fue el Gobierno socialista y humanista del comandante Chávez el que inició las gestiones para indemnizar a las víctimas que no tuvieron acceso al fallo de la Corte Interamericana que, en 2002, sentenció reparaciones por parte del Estado a favor de los familiares de 45 personas que perdieron su vida en en ese episodio. En 2014, durante un acto de reparación a los familiares de las víctimas de El Caracazo, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, indicó que “estas fechas, 27 y 28 de febrero, 1, 2 y 3 de marzo de 1989 son muy significativas para el país, partieron la historia del país; el nacimiento de un nuevo Estado y esas fechas no se pueden olvidar, porque la historia hay que recordarla para evitar que hechos como estos vuelvan a pasar”. Ortega Díaz recordó que gracias al comandante Chávez, a su labor por reconocer a los caídos y dignificar a sus familiares, se han atendido, desde 2009, a más de 616 personas a través de ayudas económicas. “Este es un Estado que tiene vocación política, que tiene una vocación que le garantiza el justo reconocimiento a ustedes (...) Les podemos garantizar que, aunque no van a volver a ver a sus familiares, con esta indemnización estamos haciendo justicia”, resaltó. El Caracazo fue el punto de quiebre de la falsa democracia construida sobre el bipartidismo adeco-copeyano que excluyó de la toma de decisiones y de la participación social a la clase trabajadora. Ese día se produjo un despertar colectivo de conciencia de un pueblo que se transformó en sujeto protagónico de su propia historia e inició un proceso inédito de liberación nacional que aún estamos transitando. Continúa en la siguiente página 2 EDICIÓN ESPECIAL Sábado 27 de Febrero de 2016 Viene de la página anterior “Era el tiempo del abandono, hoy es tiempo del pueblo protegido” El presidente de la República, Nicolás Maduro, aseguró el año pasado que para responderle al pueblo que salió a las calles el 27 de febrero de 1989 a expresar su rechazo “contra el FMI, el Banco Mundial y el consenso de Washington”, el Gobierno Bolivariano generó las políticas sociales de inclusión y justicia social. “Es el milagro que parió el comandante para el pueblo que hace 26 años no tenía nada, era huérfano y fue masacrado por la oligarquía. Ese pueblo tuvo un líder y fue Hugo Chávez, luego tuvo el milagro de la Revolución Socialista y la llegada de las Misiones y Grandes Misiones. Hace 26 años era el tiempo del abandono y hoy es tiempo del pueblo protegido, amado y de la solidaridad”, afirmó el Mandatario venezolano. El Jefe de Estado en esa oportunidad indicó que con El Caracazo empezó la Revolución Bolivariana, cuando el pueblo se rebeló para “salir del maltrato, del saqueo, de la falsa República. No olvidemos jamás la historia viva de la Patria”. Contrarrevolución se negó a solidarizarse con las víctimas El miércoles 25 de febrero, las diputadas y los diputadas del Bloque de la Patria introdujeron un planteamiento para modificar el orden del día en la sesión de al Asamblea Nacional (AN) a fin de proponer un acuerdo político para conmemorar a los mártires de El Caracazo, masacre cometida en la Cuarta República. El vocero de la Bancada de la Patria fue el parlamentario Ricardo Molina, quien leyó el proyecto de acuerdo que además de solidarizarse con las víctimas sobrevivientes y con los familiares de las víctimas de la masacre ejecutada entre los días 27 de febrero y el 8 de marzo del 89, solicitaba exigir que los responsables intelectuales y materiales de estos hechos que no hayan sido castigados les sea aplicado todo el peso de la ley. La contrarrevolución que hoy es mayoría en la AN rechazó la propuesta y no es de extrañarse. “Ellos, que están promoviendo una ley de amnesia criminal para poner ¡Del Caracazo a la Revolución! “Hoy 27 febrero escribo esta nueva entrega de Las líneas de Chávez: hoy, en este día, estamos conmemorando 21 años del Caracazo. Mejor dicho, del Venezolanazo, porque la rebelión popular de febrero de 1989 se extendió por todo el país. Ciertamente su epicentro estuvo en Caracas, pero fue de carácter nacional. Quiero recordar unas palabras de aquel fundador del pensamiento nuestroamericano llamado Simón Rodríguez, porque mañana, cuando se publique esta edición de Las líneas, estaremos conmemorando el 156° aniversario de su desaparición física. Robinson avizoró y caracterizó, como nadie, nuestra tragedia histórica, al decir que somos “miserables en medio de la abundancia”. Un 27 de febrero de 1989 nos cansamos de serlo y dijimos ¡basta! 27 de febrero de 1989: el hecho político de mayor trascendencia del siglo XX venezolano y la fecha del renacimiento de la revolución bolivariana. El mismo año en que caía el muro de Berlín, el pueblo venezolano despertaba y se alzaba contra el Fondo Monetario Internacional y el neoliberalismo, dándole un rotundo mentís a la falacia del “fin de la historia”: una nueva historia comenzaba en Venezuela con la rebelión de los pobres, con la conciencia de lucha, de batalla, que encarnó en las seculares víctimas de la desigualdad y la exclusión. Una nueva historia escrita con la heroica sangre popular venezolana. A nosotros y nosotras sí que nos está prohibido olvidar: en 1989 se cometió el más grande genocidio de la historia de Venezuela del siglo XX. El más sistemático y criminal ejercicio de terrorismo de Estado se desarrolló en los primeros días de marzo, luego de que la rebelión se había apagado. El genocida mayor es Carlos Andrés Pérez, pero no el único: reos de genocidio serán, por toda la eternidad, los personeros de su Gobierno, los cogollos de AD y Copei, los integrantes del Alto Mando Militar para aquella fecha, las cúpulas de Fedecámaras y Consecomercio, los dueños de los latifundios mediáticos y pare usted de contar. Necesario es en este día rendirle tributo a nuestros a los victimarios como víctimas, hoy no se atreven a darle la cara al pueblo ante aquel asesinato masivo que ocurrió bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez y con la corresponsabilidad de quien hoy está al frente de la AN”, destacó Molina. También la diputada de la patria Ilenia Medina recordó que fue el Puntofijismo, sistema sostenido por Acción Democrática y Copei, y las fuerzas armadas de entonces, quienes masacraron al pueblo que se rebeló contra el paquete neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Ese pueblo masacrado nuevamente es tratado de someter al olvido, una vez más, niegan (la contarrevolución ) la posibilidad de que los familiares de la víctimas persistan en su reclamo histórico, porque ellos han tratado de no reconocer la violación masiva de los derechos humanos que en aquel momento cometió el Estado”, dijo de manera contundente Medina. mártires: ellos y ellas viven en la victoria de la Revolución Bolivariana. Como decía una luminosa e imperecedera consigna que nació del febrero rebelde de 1989: “No hay pueblo vencido”. Y nunca más habrá pueblo traicionado. Vamos a hacer memoria, vamos a seguir forjando memoria colectiva: saber de dónde venimos es decisivo para no perder el rumbo hacia el socialismo, esto es, hacia nuestra independencia definitiva”. *Extracto de las Líneas de Chávez, 28 de febrero de 2010. EDICIÓN ESPECIAL Sábado 27 de Febrero de 2016 Hoy será inaugurada Génesis 27 de febrero Frasso: “El trabajo del reportero gráfico debe ser captar la mejor imagen todos los días” 3 El registro de Frasso T/ Diana Moncada F/ Ángel Djesus Caracas El registro de los acontecimientos de El Caracazo por parte del lente de Solórzano le valió en 1990 el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Internacional de Periodismo Rey de España, concedido por primera vez a un reportero gráfico venezolano. Estas fotografías –junto a las de otros fotógrafos– forman parte de una compilación denominada El día que bajaron los cerros, publicada en 1990 por Ediciones Ateneo de Caracas. En 2012 fueron expuestas en la Galería de Arte Nacional (luego de ser donadas por el reportero a la Fundación Museos Nacionales). uchas venezolanas y venezolanos ya conocen el trabajo extensivo que realizó el reconocido reportero gráfico Francisco Solórzano “Frasso” sobre los hechos ocurridos el 27 de febrero del año 1989. Sus fotografías forman parte de la documentación que registró con exactitud y vastedad el germen de la Revolución Bolivariana y hoy conforman la muestra Génesis 27 de febrero, a ser inaugurada en la sala de exposiciones de la Casa de la Juventud y la Memoria Robert Serra, ubicada en el sector Puerta Caracas, de la parroquia La Pastora a las 11:00 am, con entrada libre. Veintiún fotografías en blanco y negro ofrecerán un recorrido por algunos momentos de “El Caracazo”. Las fotos de Frasso registran imágenes de las principales avenidas y lugares de la ciudad capital aquel día, entre ellos la Fuerzas Armadas, Terminal de Nuevo Circo, El Silencio, el 23 de Enero, El Guarataro, la entrada del Hospital Pérez León, entre otras. Cuando se cumplen 27 años de El Caracazo, Frasso conversa con el Correo del Orinoco, sobre la vigencia y pertinencia y los llevan a un extremo sumamente preocupante. El trabajo del reportero gráfico debe seguir siendo tratar de captar todos los días la mejor imagen que pueda. De cara a los acontecimientos actuales, ¿cuál es la responsabilidad que deben asumir todas y todos los reporteros? –A mí me han preguntado mucho si esto puede volver a suceder. Hay dos cosas que hay que tomar en cuenta, porque yo creo que no debe suceder: Uno, tenemos un pueblo que se ha apropiado de condiciones políticas en sus luchas, que lo ha hecho más participativo, hay mayor participación en la vida política; y dos, tenemos una fuerza militar distinta a la de la Cuarta República, que era manejada por los factores políticos de manera directa. Ahora no, ahora hay una fuerza que hizo un conjunto con el pueblo, la unidad cívico-militar, que no permite y no permitirá que se ponga en práctica aquella frase que dijo Bolívar “Maldito sea el soldado que dispara contra el pueblo”. El reconocido fotógrafo que registró los hechos acaecidos en El Caracazo piensa que el 27-F debe servir de reflexión política para quienes ejercen el poder y para quienes pretenden ejercerlo M de recordar este acontecimiento y aconseja a las reporteras y los reporteros actuales. –¿Cuál es la importancia del 27-F en la historia política del país? –Hay que tener claro que 27 años después, el 27-F se convierte en una fuerza moral de la memoria del pueblo venezolano. En primer lugar porque el pueblo venezolano de ese momento con ese alzamiento popular no significó más que el quiebre político de la democracia representativa, en búsqueda de la democracia participativa. Cuando ese hecho se da, y haciendo todas las reflexiones 27 años después, esta memoria tiene que servir para la reflexión política para quienes ejercen el poder y para quienes pretenden ejercerlo. Los que pretenden quieren ejercer el poder olvidando lo que sucedió ese día. En tiempos en los que la manipulación de la imagen está a la orden del día, ¿Qué aconseja? -Hace 27 años pensaba que la fotografía era tal vez lo más objetivo del hecho noticioso, pero con los cambios tecnológicos eso desapareció totalmente. Hay gente que termina creyendo en fotos trucadas que son falsas. Hay incluso cosas más graves, hay noticias que publican fotos de otros sitios, que lo hace más peligroso aun porque entonces publican a un militar golpeando a un joven y dicen que fue en el centro de Caracas y resulta que fue en Grecia. Cuando eso se pierde, pierde no solo la objetividad sino un derecho constitucional de los ciudadanos, como lo es el derecho a la información, sin censura. En ese sentido, ¿cuál es el rol del reportero gráfico de cara a esa complejidad? –Es bastante difícil. Mi amigo Rodrigo Benavides termina diciendo que ahorita no hay reporteros gráficos, ahora la gente con un celular se convierte en transmisor de imágenes y ahora cuesta más hacer del hecho noticioso de la fotografía algo vital y esencial como debería ser. Las imágenes han sido testigos históricos de los cambios sociales del mundo. Robert Capa, el mejor fotógrafo de guerra, cuando le tocó retratar la Guerra Civil Española no hizo más que un reflejo de la realidad y lo horroroso que fue eso para la humanidad. A los que les ha tocado hacer de la imagen un hecho noticioso no simple, desde el punto de vista artístico, sino de la construcción de una imagen para que diga la verdad de lo que ha sucedido, corren un gran riesgo con las nuevas tecnologías que invaden el mundo 4 EDICIÓN ESPECIAL Sábado 27 de Febrero de 2016 Recordar “27 de febrero, con la sangre de un pueblo inocente anunciaste la llegada de una nueva era (...) estamos obligados no solo a recordarlo... estamos también llamados a no olvidar las causas que produjeron aquel volcán social (...) Bueno, pudiéramos... pasar aquí todo el día debatiendo sobre las causas del Caracazo... de aquella explosión: la miseria, la pobreza, el engaño, la traición una y mil veces consumada por unas élites entregadas a los imperios... porque esta historia es larga ya, no tiene solo 16 años (...) la historia es más larga, compatriotas venezolanos, compatriotas de la América Grande, de nuestra América, compañeros y amigos del mundo (...) En el marco del modelo capitalista es imposible solucionar el drama de la miseria, de la desigualdad”. Los hechos acontecieron hace 27 años El Caracazo, primera rebelión popular contra el FMI y el neoliberalismo T/ Néstor Rivero F/ Frasso Caracas l 27 de febrero de 1989 comenzó en Caracas, capital de la República el levantamiento con mayor impacto de calle registrado en la historia contemporánea de Venezuela, como protesta por el engaño de que había sido víctima el pueblo por el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Este se convertiría en instrumento dócil del Fondo Monetario Internacional (FMI), como lo confirmará la violenta represión ordenada por el mandatario, mediante el empleo del Ejército para sofocar “a sangre y fuego” la dramática movilización. E *(<:(: Como indicó el comandante Hugo Chávez, la causa fundamental y profunda del Caracazo hay que identificarla con la historia de engaños enhebrada por los gobiernos del Pacto de Punto Fijo, los cuales en 40 años de hegemonía se distanciaron del pueblo, decomisaron su soberanía y procedieron con un programa económico destinado a remachar los grilletes de la dependencia y la antisoberanía. Recuérdese que el llamado “paquete neoliberal” de 1989 contemplaba la privatización de un conjunto de empresas y bienes públicos, la liberación de precios y otras medidas que dejaban al pueblo inerme frente a los especuladores, liquidación del régimen de prestaciones sociales y sin mecanismos de protección frente a la estructura monopólica y oligopólica del modelo importador que se levantó en el país a partir de la extracción a gran escala, por corporaciones trasnacionales, de los recursos hidrocarburíferos de nuestro subsuelo. 3(4(:(*9, La protesta iniciada en horas tempranas en Guarenas se extendió a Caracas, donde cobró ímpetu, sintiéndose en distintas ciudades del interior. Se extendería hasta la noche del 28 cuando unidades militares iniciaron una reacción con sus armas en arremetida contra la población, en términos no conocidos en la historia republicana del país. Según se lee en la página web de Telesur, entre “el 27 de febrero y el 6 de marzo de 1989, el Ejército y la policía usaron unas 4 millones de balas para reprimir al pueblo”. 05;,9,:,:,?;,956: El pueblo que insurgió contra Carlos Andrés Pérez II sin percatarse, reaccionaba contra los centros del poder financiero e industrial de la globalización y sus pretensiones de hegemonizar sobre un conjunto de economías del Tercer Mundo, cuya sumisión les garantizaría materia prima barata y a la vez mercados para las manufacturas y para la colocación de préstamos y capitales corporativos que maniataban la capacidad para el desarrollo industrial endógeno, al permitir a lo sumo que Venezuela operase dentro de la globalización neoliberal, como territorio de ensamblaje. Y el modelo económico de monoproducción, rentismo y con fuerte predominio del comercio importador, que tanto favorecía a las casas matrices –establecido 80 años atrás–, se afirmaba. +Ô3(9@;,9*,94<5+6 Para responder el FMI de modo primordial al orden financiero establecido en Bretton Woods, tras el fin de la II Guerra Mundial, orden que beneficiaba en primer lugar a EEUU, no podía dejar de recomendar a las economías del Tercer Mundo políticas monetarias y de comercio y finanzas que perennizasen el estatus de exportación de capitales a los centros financieros del planeta, Y ello se dio, no debe olvidarse, en el marco del desplome del bloque socialista de Europa Oriental, así, a la agresividad de las políticas pautadas por el FMI para acompañar sus directrices económicas, se aunaba la circunstancia de haberse impuesto al menos temporalmente, la hegemonía del capitalismo como pensamiento único y del fin de la historia. Tal fue el contexto externo del Caracazo. )(3(5*, El balance de los hechos debe hacerse en su doble perspectiva: aleccionador y triste por una parte, al constituirse en experiencia de un pueblo que quedó abandonado por Hugo Chávez, discurso de inauguración de la Cumbre de la Deuda Social, Caracas, 25 de febrero de 2005. sus líderes, quienes fijaban los programas políticos de la Cuarta República en el marco del Pacto de Punto Fijo, cuyas represalias contra la población constituyen el lapso más oscuro de la Venezuela contemporánea. Quizá, guardando las proporciones, con mayor carga de tragedia que la degollina realista contra la población patriota al final de la Emigración a Oriente, de 1814, por cuanto en 1989 se trataba de un régimen que proclamaba las formalidades del sistema democrático y se atenía a una Constitución, la de 1961, que prohibía la pena de muerte. De otra parte, el aliento que brota del Caracazo es innegable: la historia de Venezuela cambió a partir de entonces, se precipitó la descomposición del modelo puntofijista, con la salida de CAP de la Presidencia tres años después, y se renuclearon los factores bolivarianos dentro y fuera de la Fuerza Armada Nacional, que cobrarían presencia abierta el 4 de febrero de 1992. Dicho proceso se mantiene hasta hoy, bajo la conducción del comandante Hugo Chávez hasta 2013, y ahora con el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, firme defensor de los derechos humanos y de los valores de democracia social contemplados en la Constitución de 1999.