Cuánto vale el dólar Muchas son las preguntas en este sentido. El tipo de cambio oficial esta en 4,50, mientras que el marginal en 5,60. Esta brecha estaría indicando que algo huele mal, como mínimo. La pregunta obligada en reuniones empresariales es ¿Cuánto vale el dólar? La respuesta obligada es: lo que paga la gente por tenerlo. No es menos cierto que los argentinos ahorramos, soñamos, vivimos y nos proyectamos en dólares. Desde la compra de una propiedad, un auto o una cena fuera de casa, se mide en la moneda americana. El origen de este uso y costumbre, deviene de la década del 80, cuando la inflación dejó marcado a fuego a la mayoría de los argentinos. Los procesos inflacionarios hicieron que los ciudadanos argentinos descartaran para sus ahorros la moneda nacional. En la década del 90, desde el 1 de abril de 1991 hasta el 31 de diciembre de 2001 el dólar valía uno a uno, sin embrago, los argentinos ahorraban mayoritariamente en dólares. La frase más popular es que el dólar no da tantas alegrías, pero siempre, al final del camino, gana por nock out. En la actualidad el dólar oficial quedo en 4,50, mientras que el marginal subió un 25% ubicándose en 5,60. Una diferencia que refleja la frase antes citada. Resulta muy difícil comprar dólares al precio oficial, esto desata la inquietud de buscar dólares en otros mercados. Por ejemplo, quien desea conseguir dólares para el mes de agosto puede comprar el Boden 2012, que es un título que paga amortización e intereses. Para ello deberá convalidar una cotización del dólar de 5,75. Si el inversor es mucho más paciente, y desea conseguir dólares para octubre de 2015, comprando el Boden 2015, estaría pagando una cotización del dólar de 4,97. Si es mucho, pero mucho más paciente, y desea conseguir dólares para abril de 2017, comprando el Bonar 2017, estaría pagando una cotización del 4,37. Si ninguna de estas posibilidades lo deja dormir tranquilo, en el mercado informal los dólares se transan a 5,60. La pregunta obligada es ¿Por qué tamaña diferencia? ¿Faltan dólares? ¿El gobierno es débil para contener el precio de la moneda nacional? ¿Qué sucede? A nuestro juicio, el mercado comenzó a detectar que el gobierno no muestra claramente la política económica a seguir, encontrándose de corto plazo, en un severo problema de liquidez. En los próximos 12 meses el gobierno debe elegir entre: dejar el mercado de cambios libre para que los ahorristas atesoren dólares, pagar la deuda pública o abrir las importaciones. Claramente no hay dólares suficientes para dejar abiertas de par en par las tres ventanillas. En esta oportunidad, se utilizaran los dólares para pagar la deuda pública, por ello decimos que los títulos público son una excelente opción de compra. Están los dólares para la compra de energía (necesaria para el funcionamiento del parque industrial). No están los dólares para que el gobierno permita el ingreso de toda la mercadería que demanda el consumidor argentino. Hay pocos dólares para poner a disposición del público, ya sea para turismo o atesoramiento. La actual cosecha de soja es de 40 millones de toneladas, a un precio de venta promedio de 500 dólares la tonelada, implica un ingreso de 20.000 millones de dólares. Es mucho dinero, pero esperábamos 54 millones de toneladas, con lo cual faltan dólares, ingresos fiscales y derrame de dinero, legítimamente ganado sobre la economía. Seguramente, el año próximo, si la cosecha es de 54 millones de toneladas, y la soja sigue valiendo 500 dólares la tonelada, lejos de faltar, sobraran dólares, pero para que ello ocurra hay que esperar a marzo de 2013, que para la mayoría de los argentinos es el largo plazo. Entre el efecto pobreza de una menor cosecha, la estrechez de dólares en el mercado, la necesidad de divisas del gobierno nacional, la fuga de capitales y el malestar del consumidor por no poder atesorar dólares, el mercado busca conseguir el billete donde pueda. La contracara de esto, es un gobierno que no fija claramente una agenda económica. No sabemos si el ministro es Hernan Lorenzino, Axel Kicillof o Guillermo Moreno. No pretendemos que el ministro sea alguien ajeno a la presidenta, solo queremos que nos digan quien es el ministro. Se fijen políticas, cambio único, múltiple o como se les ocurra, pero que tengamos una partitura a seguir. Las consecuencias de la falta de partitura han sido una gran brecha entre el dólar oficial y paralelo; una desmesurada suba de los precios en el mercado interno; caída en la actividad económica y pérdida de valor (exagerada) en el precio de las empresas que cotizan en bolsa. En resumen, esta falta de claridad en la política económica, trajo mayor inflación, pérdida de valor y efecto pobreza. Sería prudente fijar en lo inmediato una agenda económica, de lo contrario no vale la pena decir cuan barata están las empresas que cotizan en bolsa, si ante la falta de políticas siguen perdiendo valor. Faltaría una aclaración, cuando las empresas en bolsa pierden valor, también bajan los activos de todos los individuos, ya sea los que tengan empresas, propiedades, rodados, muebles o un ahorro guardado. Este escenario nos coloca a todos, sin tener en cuenta el nivel socioeconómico, mucho más pobres. Por favor, urgente, se necesita un plan económico. El escenario no es difícil se revertir. Salvador Di Stefano www.salvadordistefano.com.ar