HISTORIA ARQUITECTÓNICA DEL CONVENTO DE SAN

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HISTORIA ARQUITECTÓNICA DEL CONVENTO DE SAN
FRANCISCO DE LA PUERTA DE NOGALTE
Manuel Muñoz Clares
RESUMEN
La documentación que a lo largo de este trabajo se ha desplegado para trazar la historia arquitectónica del
convento de San Francisco de la puerta Nogalte, no sólo aumenta los datos hasta ahora conocidos sobre
otros ya sabidos a la luz de una más completa secuencia cronológica. Servirá ésta de base amplia sobre
franciscano. La utilización continuada del enclave franciscano a lo largo del tiempo por otras institucio
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# Labradores-Paso Azul— es lo que ha permitido que el conjunto monacal se haya conservado en toda su
dimensión, no sucumbiendo al peligro de desaparecer, parcial o totalmente, en los momentos adversos que
se produjeron en los siglos XIX y XX.
'
((
Segado Bravo, resultado de sus tesis doctoral, cuyos límites cronológicos no desbordaban los propios del
Barroco. Añadiendo nuevos documentos es como hemos podido conocer más a fondo, y contra los criterios mantenidos hasta ahora, la lenta construcción de iglesia y claustros durante los siglos XVI al XVIII,
)#
$
y las obras de conservación que debieron de acometerse en el siglo XX para asegurar la pervivencia del
*+
)
/
conocidos sobre la portada, claustro del siglo XVII y conclusión de la cabecera de la iglesia.
Palabras clave: Arquitectura franciscana. Provincia Franciscana de Cartagena. Conventos de Lorca. San
&
0*#
$1*
ABSTRACT
The documents deployed throughout this work in order to trace the architectural history of Saint Francis
Convent of Nogalte Door do not only enlarge the number of data so far available about the building from
the beginning of the sixteenth century to present. These documents also allow rethink already known data
in the light of a more complete chronological sequence. The documents will serve in the future as a broad
232
&
*
The continuous use over time of the Franciscan enclave by other institutions outside the Seraphic Order,
like the Charity Hospital, the Saint Francis College, the Farmer Brotherhood or the “Paso Azul”, allowed
the monastic complex to be preserved in all its dimensions and avoided its disappearance, partly or wholly,
in adverse times during the nineteenth and the twentieth century.
The history of the building we were offered up to now was based on literature provided by Professor
Segado Bravo as a result of his doctoral thesis. But this literature did not overwhelm the Baroque
chronological limits. Instead, it is only by adding new documents that we could learn more, and against
the criteria agreed so far, about the slow building of the church and its cloisters during the sixteenth and
eighteenth centuries, about the adaptations some parts of the convent underwent to meet the needs of a
Charity Hospital and on the conservation work probably accomplished in the twentieth century to ensure
the survival of the building. Beyond the documentary news, this paper proposes a reinterpretation of
already known documents on the front, the cloister of the seventeenth century and on the conclusion of
the head of the church.
Key words: Franciscan Arquitecture. Franciscan Province of Cartagena. Convents of Lorca. Saint Francis
of Nogalte Door. Charity Hospital of Lorca.
9
I. SOBRE LA FUNDACIÓN DEL NUEVO
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Las primeras noticias sobre el convento lorquino de San Francisco de la puerta de Nogalte las
aportó el padre Gonzaga en su monumental crónica franciscana.1 Publicada en 1587, recogió el
escritor de manera escueta los pormenores de
la nueva fundación, vinculada estrechamente al
convento de la Virgen de las Huertas, desvelando también información de cierto interés relativa a los propósitos que tenía la Orden para sus
establecimientos de Lorca. El texto dice así:2
Los próceres de esta Provincia, para ensancharla, cuando estaba todavía dentro de los límites de
la Custodia, convirtieron en monasterio enteramente acomodado para que vivieran en él veinticinco frailes, conservando el antiguo título, la
ermita erigida a Nuestra Señora de las Huertas,
a unos trescientos pasos de la ciudad de Lorca,
de la Diócesis de Cartagena, con facultad concedida a ellos por el Rvdmo. López, obispo de
Cartagena, con las aportaciones tanto privadas
como públicas de los lorquinos, y también con el
botín de los sarracenos del Reino de Granada,
ofrecido con muchísimo gusto por los soldados
cristianos. Esto fue el año 1467. Y para que no
pareciese que faltaba algo, se añadió a esto el
en forma de bula en Roma, con fecha de 6 de
Diciembre de 1476 del parto de la Virgen.3 De
este lugar fue morador y esto muchos años el R.
P. Vicente Lunel, ministro general de toda nuestra Orden, que murió en Trento, en el concilio
general. Mas, porque este convento no era de
mucha utilidad ni a los frailes ni a los lorquinos
por su distancia de la ciudad, los padres de esta
Provincia, con el beneplácito del senado, aceptaron en el capítulo de Belmonte, celebrado el año
del Señor de 1554, un terreno, ofrecido a ellos
por una honorable matrona, con el huerto y la
casa adyacentes. Pero no sirviendo este terreno
1
conmutado por los mismos padres por otro más
acomodado y bastante próximo a un suburbio de
la ciudad de Lorca, y esto con la autoridad apos
el 11 de Noviembre. Obtenida, pues, esta autorización, los frailes emprendieron la construcción
de este otro lugar, bajo la advocación del beatísimo Padre Francisco, sólo con las limosnas pedidas. Este convento está todavía en construcción
y está habitado por pocos frailes. Por eso éstos,
de que venimos hablando, no deben ser tenidos
por dos conventos, sino por uno solamente, ya
que preside los dos un solo padre guardián y
es una y la misma la comunidad de éste y la de
ser abandonado aquél, y por esta misma causa
he juzgado que no debería distinguirlos.
Dos cosas conviene destacar ahora de lo dicho
por Gonzaga con respecto a San Francisco: que
los franciscanos aceptaron su instalación en las
Huertas al parecer de forma provisional, aunque
formalmente aquella fundación era tan sólida
como cualquier otra; y que la construcción del
nuevo convento al que habrían de trasladarse se
dilató bastante en el tiempo. Es conocido que
la primera fundación franciscana en Lorca data
=>??>, pero también que en los años posteriores a su llegada los frailes ya andaban buscando establecerse más próximos a la ciudad,
abandonando la ermita de la huerta en la que,
(*@ J K =>M> siguiente mandato: San Francisco (al margen)
Ordenaron y mandaron que el monasterio de la
observancia sea trasladado a el arrabal de esta
ciudad do las casas de D. Juan del Corral y que
la puerta del monasterio esté a la parte de la
ciudad.5 Nada se dice del traslado de la imagen
titular y las razones que motivaban esa reubicación de los frailes están claras. La lejanía del
GONZAGA, F. De origine seraphicae religionis Fra[n]ciscanae... Roma 1587; pp. 970-971.
2
Agradezco al personal del Instituto Teológico Franciscano de Murcia su colaboración para traducir éste y los demás textos latinos que se
citan en adelante.
3
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M. El convento franciscano de la Virgen de las Huertas*
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5
Todas las actas que se citen en adelante, salvo que se diga en contrario, se encuentran en el Archivo Municipal de Lorca (en adelante A.H.L.).
10
enclave religioso de la ciudad es un dato que
aparece con cierta frecuencia en diferentes documentos y también lo repitió el padre Gonzaga
añadiendo la poca utilidad de un establecimiento así hecho. Si añadimos la pobreza del entor para que una comunidad religiosa mendicante
pudiera subsistir se hacen patentes. El cambio
propuesto tiene una cierta lógica: dar cobertura
religiosa a un barrio cada vez más populoso
situado en el arrabal y que era antepuerta del
principal acceso a la ciudad, ofreciendo a los
franciscanos la posibilidad de prestar un mejor
servicio a Lorca. En ese barrio estaban la mayoría de los mesones y posadas de Lorca, dándose cita en él los comerciantes provenientes de
todo el antiguo reino. Un “territorio limosnero”
muy a propósito. Sin embargo, este traslado tan
conveniente para la Orden y la ciudad, debió
de crear algún problema porque de hecho no se
llevó a cabo. La explicación más cierta es que
al otro lado del río Guadalentín, inmediato a la
puerta de San Ginés, se encontraba el convento
de mercedarios de Santa Olalla, la fundación
religiosa más antigua de la ciudad. Que los franciscanos se situaran ventajosamente, además de
contar con el patronazgo directo del Concejo,
podía parecer un despropósito por parte de los
regidores en contra de una determinada orden.
El fracaso de este primer intento de traslado no
desanimaría a los de San Francisco, existiendo
otro testimonio documental que da cuenta de las
gestiones que se hicieron cada vez que se consideró que la situación era propicia. Una carta
real, fechada el 2 de Abril de 1530, dice así:
Don Carlos por la divina clemencia emperador
... a vos el que es o fuere nuestro corregidor o
juez de residencia de las ciudades de Murcia,
Lorca y Cartagena o a vuestro lugarteniente en
!
"
uno de vos salud y gracia. Sepades que Ginés
Serrano en nombre del Concejo, Justicia y regidores de la dicha ciudad de Lorca nos hizo
relación diciendo que nos, a su pedimento y suplicación, habíamos dado licencia y facultad a
la dicha ciudad para que de los propios y rentas
de ella, por tiempo de diez años, pudiesen dar en
cada un año cuarenta mil maravedíes para que
!
#
San Francisco junto a la dicha ciudad, porque la
casa del dicho monasterio que estaba hecha era
lejos de la dicha ciudad y los vecinos de ella no
!
!
de religiosas de la dicha orden y que por ser
pequeña tiene necesidad de tomar algunas casas
y huertos que dice que están a par de ella de algunos vecinos de la dicha ciudad para ensanchar
el dicho monasterio ...?
El anhelo de un establecimiento franciscano
masculino situado en la propia ciudad seguía
\
% rió impulsar los beaterios femeninos (al parecer
sobre todo el de Santa Ana) en detrimento del
traslado del convento de la huerta. A pesar de lo
que se dice en la carta del rey, no había una opinión unánime para prestar apoyo institucional a
la Orden franciscana en sus pretensiones y así
‚ƒK=J…†
el que se volvía a insistir en la conveniencia del
acercamiento de los frailes a la población: Mandaron que porque el monasterio de San Francisco está de fuera de la ciudad y por estar tan
lejos los vecinos de esta ciudad no van a él ni
$
porque si se hiciere en esta ciudad de ello sería Dios muy servido y redundaría mucho bien
para las ánimas y conciencias de los vecinos de
esta ciudad. Que se suplique a Su Majestad que
de los propios y rentas de esta ciudad le ayuden
en cada año para ayuda a hacer el dicho monasterio. Alonso de Leiva, regidor, dijo que el
monasterio que está hecho y poblado de frailes
de San Francisco está muy bien hecho y que no
es su parecer que se deshaga ni se mude y que
le parece que la ciudad debe procurar que haya
otro monasterio y monasterios más cerca de la
ciudad y esto sea de limosna y no de propios de
?
+*]*1*]*{
*!
]^_`%1+{']*‡ˆMonasterio de Santa Ana y la Magdalena de Lorca. Historia y
Arte. Instituto Teológico Franciscano. Murcia 2002; p. 33.
11
ciudad porque la ciudad tiene muchas necesidades otras y muchos pleitos de los términos que
están perdidos por falta de dineros y de propios
no se [saquen] maravedíes algunos, ni es en
ello, ni suplicarlo a Su Majestad. Efectivamente, la opinión del regidor Leiva debió de tenerse
en cuenta en esta ocasión ya que en las cuentas
de propios del Concejo que se han podido consultar de años inmediatamente posteriores no se
>†*†††
mrs anuales que Carlos V autorizó a la ciudad
con destino a nueva fundación franciscana.
Las razones expuestas sobre el traslado siguieron vivas y cobrando fuerza en los años centrales del siglo XVI y la voluntad decidida de la
Orden para hacer realidad la nueva fundación
comenzó a convertirse en hechos por entonces.
De los tres autores que en el siglo XVIII se
ocuparon de recopilar y publicar datos sobre el
convento de la puerta de Nogalte7, la referencia más completa la aporta el padre Morote. A
él nos ceñiremos principalmente, siguiendo en
todo los pormenores de la fundación explanados
en su conocido libro de historia lorquina.
Cien años corrían de la fundación del real convento de Nuestra Señora de las Huertas, cuando
creciendo la devoción de esta ciudad de Lorca a
$
%
ejemplos de los religiosos que con opinión de
&
!
'
especial el Rmo. y V. P. Fr. Vicente Lunel, que
desde el dicho Convento de las Huertas pasó
al Concilio de Trento, en donde con gran fama
de sabio y virtuoso murió; cuando deseosos los
hijos de esta ciudad de lograr el trato, para el
mayor bien de sus almas, con mayor comodidad, empezaron a solicitar otra fundación de
nuevo convento, inmediato a la misma Ciudad,
ofreciéndose devotos y liberales no sólo a la
asistencia para la nueva fabrica, sí a la manutención de ambas comunidades con sus limosnas
graciosas. El primer paso para esta fundación le
dieron la Madre Leonor Ponce de León, superiora del monasterio de Santa Ana de esta ciudad,
7
siendo del V. Orden de Penitencia; Beatriz de
Guevara, Vicaria de el dicho monasterio y lo
restante de aquella comunidad, quien con todas
las solemnidades del derecho y costumbres de la
religión, estando juntas, unánimes y conformes,
por sí mismas y en nombre de dicho monasterio
y convento, hicieron gracia y donación pura,
mera, perfecta e irrevocable, etc., al convento
y monasterio de Santa María de las Huertas
de esta ciudad de un sitio y solar que el dicho
monasterio de Santa Ana poseía, extramuros de
esta ciudad que lindaba con el camino real y
heredad moreral de Martín Bravo de Morata,
regidor, para que el dicho convento de las Huertas, el P. Provincial y frailes de esta Provincia
de Cartagena pudiesen hacer y disponer de él a
su voluntad.
Para dicha donación concurrieron el muy mag
#
"
($
mariscal de León, corregidor de esta ciudad de
Lorca y de las de Murcia y Cartagena, Fernando de Pareja, Juan de Guevara, Diego Felices
Ureta, regidores de esta dicha Ciudad, y fueron
testigos de la dicha posesión el licenciado Rodrigo de Herrera, teniente de Corregidor, Alonso
de Leyva el mozo, Juan Felizes Ureta, yerno de
Fernando de Rivabellosa, regidores, otro Juan
Felices Ureta, yerno de Alonso Martínez Güete, Alonso Martínez Güete, Melchor de Mexías,
Fernando de Alcaraz, Pedro de Guevara, Rodrigo Franco, Martín Franco, Gonzalo de Mora y
Martín Ruiz; siendo la causa de la asistencia de
los caballeros regidores la donación, que hizo
esta ciudad, del camino real (que se echó por
otra parte, y hoy es calle entre el Convento y
Iglesia, de N. P. S. Francisco y la ciudad.) En
prueba de la dicha posesión y en presencia de los
dichos y otros muchos vecinos de esta ciudad, el
P. Fr. Francisco de Figueroa, guardián del real
convento de las Huertas, hizo poner un altar en
el dicho sitio y adornado con todo lo necesario
para celebrar, revestido de las sagradas vestiduras el dicho guardián, dijo misa, que fue la
primera que allí se celebró. Consta lo dicho más
largamente de la escritura de donación, hecha
en 22 de Mayo de 1549, ante Salvador Cebrián,
escribano de esta ciudad.
‰Š1'`${‰_`‰*+*Mussato Polihistor*1=M…>*%+]1=}}=~*}‚~{|'‰+‹*]*Crónica de la Santa Provincia de
Cartagena de la regular observancia de N.S.P. San Francisco*]=M>†~|*‚?>~]{|'‹Œ{'`%#^'%‹*Antigüedad
y Blasones de la ciudad de Lorca**1)]
]=M>=~*‚}‚‚}>*
12
Este fue el primer paso, como ya he dicho, para
la fundación de este nuevo convento, a la que
tiraron las líneas de este sitio y donación. Pasados cuatro años, una matrona noble, llamada Catalina Martínez López, viuda de Pedro
Martínez de la Junta, ansiosa de la dicha fundación, dejó en su testamento de 25 de Junio
de 1553, bajo cuya disposición murió, las casas de su morada con un huerto inmediato a
ellas, mediando la acequia de Sutullena, para
que en ellas se efectuase la dicha fundación;
dejándose asimismo enterrar en la iglesia de
Nuestra Señora de las Huertas; mandando que
después de fundada la Iglesia en sus casas, fuese trasladada a ella. Aceptóse por la Provincia
en el capítulo de Belmonte, al año siguiente de
54, mas no siendo conveniente la fundación en
dicho sitio, por estar casi contiguo al convento
y huerto de N. P. Santo Domingo y muy cercano al de N. Señora de la Merced, por lo que
no se lograba la mas cómoda proporción en la
distribución de los sitios para coadyuvar a los
párrocos en la asistencia de las almas, instaron
esta ciudad y sus vecinos a la Provincia, para
que se permutasen las dichas casas y huerto por
%
+
reparo de la ultima voluntad de la Testadora, se
ocurrió a la Silla Apostólica pidiendo Bula para
la permuta, la que dio la Santidad de Paulo
Cuarto en Roma 11 de Noviembre del año 1555.
Efectuóse la dicha permuta con una casa y huerto de Juan Ponce de León, que lindaban con el
solar y sitio que dio a la Provincia el convento y
monasterio de Santa Ana. Éste por su situación
y vecindad con la Puerta de Nogalte, en la parroquia grande de San Mateo, pareció a todos
el más acomodado y conveniente para la común
!
aprobado la experiencia en los continuados y
grandes concursos de los hijos de esta ciudad,
así en la frecuencia de sacramentos como en
los loables ejercicios del ejemplar y venerable
Orden Tercero de Penitencia y en la asistencia
de las pláticas y sermones panegíricos y doctrinales. Efectuóse la permuta a 12 de Febrero de
1561, con la asistencia del muy R. P. Fr. Alonso
Pérez, provincial de esta Provincia, con asistencia de toda la comunidad de Santa María de las
Huertas. Finalizóse la Iglesia a expensas de la
devoción de los hijos de esta ciudad en el año de
1565, y a 18 de Diciembre del mismo año la bendijo el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don
Fr. Francisco Salazar, obispo de Salamina, de la
ilustre familia de los caballeros Salazares de esta
+
/
instrumento legalizado por Sebastián de Salazar
y autorizado por otros cuatro escribanos, que
lo fueron Diego Salazar, Gregorio de Chuecos,
Cristóbal de Aguilar y Ginés de Morata, todos
de las antiguas y nobles familias de esta ciudad.
Ha sido imposible localizar esa primera escritura de donación que Morote sin duda conoció
por los datos precisos que da de ella. De ese escribano lorquino no se han conservado los protocolos, así como tampoco las actas capitulares
que podrían arrojar más luz sobre los acuerdos
)
real. El documento de donación sí parece que
alcanzó a verlo el que fuera cronista de la ciudad, José María Campoy, quien al dar cuenta
de él hace una pequeña corrección a Morote:
Estaba el mencionado trozo de terreno en las
afueras de la puerta de Nogalte, pero atravesado por un camino, que la ciudad, en cuya
representación concurría el corregidor, considerándolo innecesario, lo donaba también para
dicho objeto.”8 El solar donado, por los pocos
datos que de él conocemos, debía corresponder
al que luego sería huerto franciscano que se
extendía por lo que hoy es plaza de Colón y edi
*'saba, y que quedó incluido en la donación, sería
prolongación de la actual calle Colmenarico y
constituiría algo parecido a una circunvalación
de la ciudad que posiblemente desembocara en
el conocido desde antaño como camino viejo
del Puerto. Para volver a conectar con él, no
hubo más remedio que abrir calle lateral hasta
Nogalte (en la actualidad Cuesta de San Francisco), continuar hacia el Oeste y por el carril de
Gracia (actual Pérez Casas) volver a entroncar
con el viejo camino. Se tomó posesión del lugar tal y como indica Morote, y la falta de sitio
8
%+]‹@‰+{%’+K*]*Escritos y Estudios de un Cronista de Lorca. Lorca 2008; p. 189.
13
)‡
convento con claustro y huerto) dejó momentáneamente en suspenso los planes.
Por qué se hizo toda esta ceremonia tan solemne de toma de posesión si no había posibilidad
real de llevar a cabo una obra conveniente, es
cosa difícil de averiguar por testimonios directos, pero por otras noticias podemos hacer conjeturas sobre la intención de los franciscanos.
[
=J>M
respecto Tudela Tudela que no descarta contactos anteriores9, los dominicos tuvieron ofrecimiento del Concejo de Lorca para fundar en la
ciudad, obteniendo de sus representantes a co
=J>ƒ
de la Palma y el compromiso formal de acudir
con limosnas al establecimiento. La contradicción de los mercedarios hizo que se enfrentasen
no sólo con los predicadores sino además directamente con los regidores, que consideraban
la fundación como cosa propia. En 1551 todo
pleito al respecto parecía acabado, porque en
ese mismo año lo que preocupaba únicamente
a los dominicos era la posibilidad de expropiar
terrenos colindantes al originario de la fundación para poder construir más cómodamente.
Una real provisión de Julio de 1552 autorizaba
a éstos a hacer las necesarias adquisiciones de
manera expeditiva, pero aún así en 1553 todavía seguía sin aclararse el sitio donde habrían
de asentarse y el Concejo aceptó gustoso, en
la sesión de 20 de Abril de 1553, el traslado
a la puerta de Nogalte cumpliendo así con los
deseos del vicario general. No conocemos los
motivos que hubo para que no se efectuase la
muda, pero la presencia de los franciscanos en
las cercanías, aunque sólo fuera débilmente y de
forma provisional, auguraba un malestar cuyas
consecuencias eran difíciles de prever.
En ese mismo año, pero dos meses después de
esa proposición de cambio de los dominicos,
9
los franciscanos tuvieron de nuevo motivos para
ver más cercana la hora de su traslado. El 25 de
Junio de 1553, tal y como hemos visto que relatan los escritores franciscanos, Catalina López,
viuda de Pedro Martínez de la Junta, dejaba en
su testamento un legado importante a favor de
los frailes para que construyesen nuevo establecimiento.10 Se trataba de una casa y huerto en
Sutullena, cercano a mercedarios y dominicos
y por eso mismo no muy conveniente por la
proximidad a aquellos conventos religiosos: el
de la Merced, construido probablemente en el
siglo XIV, y el de Santo Domingo, que apenas
hacía unos años que había conseguido fundarse
pese a la oposición y pleito de los mercedarios.11 Hasta 1553 estuvo el Concejo lorquino
procurando evitar que surgiesen contrariedades
entre dos órdenes religiosas, y ahora se sumaban también los franciscanos a su posible establecimiento en la zona de la Alberca. Catalina
López quería ser enterrada en esa nueva iglesia,
ordenando que su cuerpo fuera depositado transitoriamente en la Virgen de las Huertas. También dejó media hora de agua en el alporchón
lorquino a las terciarias franciscanas y dispuso
que un huerto anejo a la fundación se vendiese por 50.000 mrs que habrían de darse a los
dominicos, pudiendo los franciscanos optar a
la propiedad por esa misma cantidad. Tan en
serio se tomó esta oferta de terrenos que fue
aceptada en el capítulo de Belmonte al año siguiente. Expone Morote claramente las razones
(
emplazamiento y la solicitud de bula a la Sede
Apostólica para proceder a la permuta de los
terrenos por otros más adecuados.
La construcción del nuevo convento estaba ya
decidida en estos años y sólo faltaba buscar sitio
idóneo y una oportunidad. A favorecer ambas
cosas también se aplicó la ciudad, que el 3 de
0 =JJ> res Luis Ponce de León y Luis de Pareja Ureta
TUDELA TUDELA, F. Los dominicos en Lorca. Cofradía de Nuestra Señora del Rosario*]‚††>~*=}/
*
10
Œ
/
/K‹1)
en la escritura de trueque de que más adelante se hará mención.
11
Sobre la antigüedad de los mercedarios en Lorca, ver lo que dice Morote en su obra ya citada. Para los dominicos ver TUDELA TUDELA,
op. cit.; pp. 19-31.
=>
para que tratasen con el provincial franciscano
y el guardián de la Huertas 0
carán el nuevo monasterio de San Francisco
en esta ciudad y que se haga con voluntad de
esta ciudad. El 1 de Diciembre se acordaba lo
siguiente: :0
$%
San Francisco quiere hacer de nuevo en esta
ciudad. Los señores ciudad dijeron que porque
a su noticia es venido que por el guardián del
convento y monasterio de Nuestra Señora de las
Huertas de esta ciudad ha requerido al señor
alcalde mayor con una provisión real sobre que
se tome información si conviene que se haga
un monasterio nuevo de San Francisco en esta
ciudad y se aprecien ciertas casas junto al sitio
que al presente tienen bajo la puerta la Palma
que por el inconveniente grande que se sigue
!
y porque dejaran la casa de Nuestra Señora
de la Huertas que es monasterio de ricos en
esta ciudad y una de las mejores casas de la
provincia como por cuanto en dicho sitio está
el monasterio de santo Domingo y el de la Merced, se comisione a los señores licenciado Luis
Ponce de León y Luis de Pareja Ureta, regidores, que hablen al dicho guardián que (roto)
de la [real] provisión (roto)
esta ciudad en la [puerta] Nogalte que es lugar
%
!
rio nuevo y que si no lo quisiere hacer que el
procurador síndico de esta ciudad con consejo
$
dicho guardián quiere hacer de nuevo por las
razones dichas y hagan todo lo que conviene
sobre ello. A pesar del mal estado del documento y de la redacción algo confusa, parece que
los franciscanos estuvieron dispuestos a construir en las cercanías de la puerta de la Palma y
que la opinión de la ciudad era contraria a esa
determinación, estando decidida a llevar por la
vía judicial cualquier iniciativa en ese sentido.
Lo cierto es que los franciscanos chocaron con
los mismos inconvenientes que los dominicos:
establecimiento monacal cercano y necesidad
de expropiar casas colindantes para lograr el
12
*@  /  =J>} donación de las beatas terciarias al convento de
las Huertas. La Alberca era desde luego lugar
idóneo: estaba inmediato a la principal entrada
de la ciudad, tenía agua para beber y regar y una
extensión de tierras fértiles que harían producir
con facilidad los huertos de los frailes.
Antes de que se decidiese la construcción en la
puerta de Nogalte, los franciscanos, que daban
por hecha la nueva fundación en uno u otro
*
Procedía ésta de un vecino de Mula, Francisco
Ramón de la Torre, quien en la segunda cláusula
de su testamento, de 3 de Septiembre de 1555,
confesaba su deseo de profesar como fraile en
alguna de las religiones y órdenes aprobadas.12
Más adelante ordenaba las misas de costumbre para que se dijesen en el convento de San
Francisco de esta ciudad por los frailes del dicho convento dentro de un mes después que yo
hubiese hecho profesión y que le sea pagado
al síndico del dicho convento lo acostumbrado,
y continuaba del siguiente modo: otrosí quiero y es mi voluntad que el día que yo hiciere
profesión a la casa y convento cuya religión
profesare que ha de ser mediante la voluntad
de Dios la del orden de San Francisco de esta
ciudad para hacer y construir la nueva iglesia
y nuevo convento que quiere la dicha orden hacer en el sitio que tiene señalado cerca de la
puerta Nogalte o en el que tiene señalado cerca
de las casas de Guillén Paner en doquier que
el dicho nuevo convento se hiciere quiero y es
mi voluntad de mandar y mando para la dicha
obra y fábrica de la dicha iglesia doscientos y
once ducados que me deben ciertos vecinos de
la dicha villa de Mula… (enumera las deudas)
los cuales dichos doscientos y once ducados no
quiero que se cobren hasta en cuanto no haya
hecho profesión de las personas que me los deben así de plazo pasado como de plazo por venir, los mando para la dicha obra al síndico que
Archivo Histórico de Lorca (en adelante A.H.L.) Prot. 18, fol. 287.
15
es o fuere del dicho convento en aquella mejor
vía y forma que de derecho se compadezca y
esté determinado poderlos dejar a la dicha orden y convento en aquella digo que se los dejo
y quiero y es mi voluntad que no se gasten ni
del dicho nuevo convento y que estén en poder y
guarda del dicho síndico hasta que se comience
!
0$
dar cuenta y mis albaceas se la puedan tomar
de cómo y en qué cosas necesarias a la dicha
!
!0
$tado y si acaso los frailes del dicho convento
por su voluntad o compulsos mudaren la deter
en esta ciudad quiero y es mi voluntad que el
dicho síndico los pueda gastar en otra obra u
obras de que más necesidad tenga la casa y
convento de nuestra señora de las Huertas de
esta ciudad donde yo tengo determinación de
hacer profesión…
Todavía en esas fechas no estaba claro que los
franciscanos pudiesen disponer a conveniencia
de la casa y huerto que les había dejado Catalina
López. Salvar los inconvenientes que presentaba la fundación junto a la puerta de la Palma,
era un despropósito cuando ya los franciscanos
poseían un amplio solar cercano a la puerta de
Nogalte, lugar que además se acomodaba a los
deseos del Concejo, y sólo habría que buscar
una compra o cambio ventajoso para ambas
partes o una expropiación forzada utilizando el
mecanismo del favor real de que usó en un par
de ocasiones el convento de Santa Ana y del
que también pudieron aprovecharse los dominicos en 1552. La necesaria dispensa para disponer con libertad de la donación de 1553, llegó
por breve de Paulo IV, dado en Roma el 11 de
Noviembre de 1555, cuyo texto, traducido del
latín, es el siguiente:13
Paulo papa IV
Queridos hijos: Salud y Apostólica Bendición.
Accedemos con gusto a los justos deseos de los
13
que lo suplican y les otorgamos los oportunos
favores. Hace poco hicisteis que se Nos expusiera que hace algún tiempo una mujer que había
quedado viuda de Pedro Martínez de la Junta,
vecina de la plaza fuerte llamada ciudad de Lorca de la Diócesis de Cartagena, llevada de su
piadosa devoción hacia la Orden de San Francisco de la Observancia, al hacer testamento de
sus bienes en su última voluntad dejó y legó una
casa con un huerto, sita en dicha ciudad, a los
queridos hijos los frailes de la Orden de San
Francisco de la Observancia, al efecto de que
e iglesia para los mismos frailes, y quiso ser
enterrada en la misma iglesia que se había de
construir bajo determinadas condiciones y del
modo y forma entonces expresados, según se dice
que se contiene más plenamente en el testamento
o instrumento hecho arriba.
Mas, existiendo —como añadía la misma exposición—, en aquella parte de dicha ciudad en que
están situados tal casa y huerto, dos conventos,
uno de frailes de santo Domingo y otro de frailes
de la bienaventurada Virgen María de la Merced,
y en la otra parte de la misma ciudad, aunque
hay más de mil quinientos habitantes, hay una
sola iglesia parroquial y no hay ningún convento de religiosos, y por esa circunstancia tantos
vecinos antes mencionados, no pudiendo acceder cómodamente a las iglesias de los conventos
antes mencionados, quedan a menudo privados
del fruto y consuelo espiritual; en cambio, si se
vendieran la casa y el huerto antes mencionados
y con el importe de los mismos se construyeran y
!
$
menores en un lugar determinado de la misma
ciudad, que el pueblo de dicha ciudad asignó de
lo suyo para esto, junto a la puerta que llaman
Nogalte de la misma ciudad, con ello se velaría
por el consuelo espiritual y la salvación de las
almas de los vecinos antes mencionados y por el
aumento del culto divino en la misma ciudad, y se
evitarían disensiones que verosímilmente se originarían si el convento se tuviera que construir
en la casa dejada para ello por la testadora; y
el mismo pueblo pondría con gusto .............. y la
ayuda de sus manos para construir más rápidamente tal convento e iglesia; por vuestra parte se
nos suplicó humildemente que Nos dignáramos
+*#*1*‹*>…*M‚*'/
*
=?
proveer oportunamente con benignidad apostólica sobre estas premisas.
Por consiguiente, Nos, queriendo otorgaros especiales favores y gracias, inclinados por estas
vuestras súplicas, con autoridad Apostólica, a tenor de las presente, concedemos indulgentemente a los mismos frailes de la Orden de San Francisco —a quienes se han dejado los mencionados
casa y huerto, como se expone antes—, licencia
y facultad de vender y enajenar los mismos casa
y huerto, y de emplear el importe proveniente de
e iglesia de San Francisco en el lugar situado
junto a dicha puerta, concedido y asignado a
ellos para esto, como se dice antes, y de trasladar a la misma iglesia que se ha de construir
el cuerpo de la misma testadora, sin necesidad
de pedir licencia del diocesano del lugar o de
cualquiera otro. También conmutamos la voluntad de la susodicha testadora en cuanto a esto, y
por las presentes encargamos y mandamos a los
queridos hijos del decano tesorero de la Iglesia
/$
/$
ellos, sean los dos o uno de ellos, por sí y por
otro o por otros, asistiéndoos en lo dicho ante
hagan, con nuestra autoridad, que los frailes de
la Orden de San Francisco disfruten y gocen
!
to, no permitiendo que los mismos frailes sean
molestados sobre eso de ningún modo por nadie
contra el tenor de las presentes, reprimiendo a
cualesquiera contraventores y rebeldes mediante
censuras eclesiásticas y también mediante penas
pecuniarias, que se han de imponer a su arbitrio, y mediante otros remedios oportunos del
derecho, sin lugar a apelación, con la invocación también si fuere menester, del auxilio del
brazo secular, sin que obsten letras apostólicas
y constituciones y ordenaciones provinciales y
sinodales y estatutos y costumbres de la Orden
y de la ciudad roborados incluso con juramento,
meza, con privilegios e indultos y letras apostólicas a cualesquiera personas de cualquier modo,
y con cualesquiera cláusulas derogatorias e invalidantes y otros decretos, concedidos incluso
renovados repetidas veces, todos los cuales documentos los derogamos especial y expresamente
y todo lo demás que exista en contra cualquiera
$
esos documentos y de todos sus tenores enteros
!0
!
ca, expresa e individual y palabra por palabra
y no mediante cláusulas generales equivalentes,
o hubiera que emplear alguna otra expresión o
alguna otra forma exquisita ad hoc de semejante
=
$>
temente expresados como si se citaran palabra
por palabra en las presentes, documentos que en
otras circunstancias permanecerían en vigor. Y
queremos que el precio de tal venta se deposite
$?
$
$
persona idónea por su fe y facultades, hasta que
tal convento e iglesia, como se dice antes.
Dadas en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del pescador, a 11 de Noviembre de 1555, año
+
P. Bte. Cnni.
Y en las espaldas de dicho breve estaba escrito
lo siguiente: A los queridos hijos el comisario o
el procurador general de los frailes menores de
San Francisco de la Observancia en la Curia Romana de las gentes y de los regidores de la plaza
fuerte llamada ciudad de Lorca de la Diócesis de
Cartagena.
A. Mileti
Conseguida de este modo la posibilidad de permutar o vender la donación de la viuda de Martínez de la Junta, el acuerdo necesario para reu
)
)=J?=
con alguna condición accesoria que fue aceptada por los franciscanos. La escritura dice así:
En el nombre de Dios nuestro señor y de la Santísima Trinidad y de la eterna unidad padre e
hijo y espíritu santo tres personas y un solo dios
verdadero y de la bienaventurada nuestra señora
santa María su madre. Estando en el monasterio y convento de de señora santa María de las
Huertas de la orden de San Francisco extramuros
de la muy noble ciudad de Lorca doce días del
mes de Febrero año del nacimiento de nuestro
salvador Jesucristo de mil quinientos sesenta y
un años por ante mi Francisco Vallejo escribano
17
público y de los del número de la dicha ciudad
y del juzgado de ella y de los testigos yusoescritos estando juntos y ayuntados el muy reverendo
fray Alonso Pérez provincial de esta provincia y
los reverendos padres guardián y frailes profesos
de la dicha casa y monasterio en su capítulo
y locutorio donde se suelen y acostumbran se
juntar a campana tañida para entender en las
cosas tocantes al servicio de dios nuestro señor
y bien y pro común de esta dicha casa como lo
tienen de uso y costumbre de se juntar el dicho
señor provincial y fray Juan Vellón guardián de
la dicha casa y monasterio y fray Juan Terrés y
fray Juan Martínez y fray Francisco de Aguilera
y fray Juan Bautista y fray García Vallejo y fray
Baltasar Morcillo y fray Cristóbal de la Plaza y
fray Francisco del Toboso y fray Francisco de
Carvajal y fray Pedro de Zamora y fray Diego
de Cartagena y fray Pedro Azor y fray Alonso
Pinto todos frailes profesos de la dicha casa y
monasterio por ellos mismos y por los que de
presente están en la dicha casa por los cuales
prestaron caución de rato y se obligaron en forma de derecho.
Así juntos en dicho su locutorio el dicho señor
provincial dijo y propuso a los dichos guardián
y frailes que ya saben que se acusa a este dicho
convento estar muy apartado de esta dicha ciudad los vecinos de ella no participan de los sa
en él se celebran y la crecida devoción que los
vecinos y moradores de la dicha ciudad a esta
casa han tenido se echa en olvido por lo cual se
!
!
!
casa y monasterio junto a la ciudad para mejor
conservar el estado y devoción que a la orden de
San Francisco se tiene más que a otra ninguna
la cual fuese aneja a esta casa y convento de
manera que la una fuese aneja a la otra y la
otra a la otra y fue nuestro señor servido que
para que esto se efectuase con más facilidad y
tuviese principio que Catalina López mujer que
fue de Pero Martínez de la Junta difuntos mandase y dejase de limosna una casa y huerto en
Sutullena que linda por dos partes con casas y
huerto que era de Guillén Paner y por las otras
dos partes con dos caminos públicos para que en
ella el dicho monasterio que se pretende hacer se
fundase como parece por su testamento que hizo
y otorgó ante mi el dicho escribano que su tenor
es el siguiente.
18
Aquí el testamento
Y por cuanto el lugar y sitio de la dicha casa y
huerto no es cual conviene para en él poderse
!
dichas casas y huerto con ciertas casas y solar
de Juan Ponce de León en la puerta Nogalte que
alindan con casas propias del dicho convento y
con casas de Juan Ros y con casas de herederos
de Ginés Martínez y con dos calles públicas en
esta manera que la dicha casa y huerto que se da
en trueque y permutación por la casa y solar del
dicho Juan Ponce y el dicho Juan Ponce suelta
al dicho convento el alquiler de cuatro años de
la dicha su casa a cinco ducados cada año y
asimismo el dicho Juan Ponce consiente y tiene
por bien que este primer año que está alquilada
la dicha casa que el dicho convento goce del
alquiler o quien el dicho convento quisiere que
yo el dicho escribano tengo alquilada con tanto
que en el dicho convento y monasterio que de
nuevo se hiciere en la claustra de él junto a la
sacristía le han de dar al dicho Juan Ponce un
sitio para una capilla a manera de iglesia que
sea convenible para que el dicho Juan Ponce
o sus herederos puedan hacer a su costa una
capilla coro y sacristía en la cual se celebren
!
@
Ponce de León ordenare dotando la dicha capilla
o dejando que se digan, en la cual pueda poner
y ponga los bultos y túmulos que le pereciere y
bien visto le fuere y que en la dicha capilla no
se puedan enterrar ninguna persona ni religioso sino el dicho Juan Ponce de León y Elvira
Bravo su mujer y sus herederos o aquellos que
el dicho Juan Ponce de León declarare y fuere
su voluntad con tanto que el dicho Juan Ponce
de León o sus herederos han de ser obligados a
hacer obrar la dicha capilla dentro de diez años
0
$
pal del dicho convento y para con más seguridad
efectuar el dicho trueque se envió a pedir y suplicar a Su Santidad diese licencia y autoridad
el cual la dio y concedió según consta y parece
por el breve que para ello se trajo que su tenor
es el siguiente.
Aquí el breve
Por tanto el dicho señor provincial mandó a los
dichos frailes digan si se debe aceptar lo que de
suso está dicho o no y les encarga las conciencias
den su parecer y lo que de ello se debe hacer.
Y luego el dicho guardián y frailes de un acuerdo
y voluntad dijeron que les ha parecido y de presente les parece que se debe de concluir y hacer
el dicho trueque y permutación por las razones
declaradas en la proposición del dicho señor
provincial y por otras si las hay y el dicho señor
provincial dijo que a él le ha parecido y parece
lo mismo pero para que se haga con más deliberación y acuerdo les encargó hablasen sobre ello
para que mañana se hiciese tratado y digan qué
les parece, siendo testigos el licenciado Ulloa,
médico, y Ginés Gómez, clérigo, y Francisco Gutiérrez? Vallejo y Andrés de Alcorisa vecinos de
Lorca y los dichos señor provincial y frailes lo
0+
La escritura contiene traslados autorizados del
testamento de Catalina López y del breve ponti/)
a petición de fray Pedro Ergueta, quien así lo
solicitó el 13 de Julio de ese año. Siguen a esta
primera escritura los preceptivos dos tratados
!
(
cualquier acta notarial que afectase al patrimo
=…/=>&/)
propiedades en ese último día con la escritura
pertinente que recogía de nuevo todo lo tratado
y acordado:
Sepan cuantos esta carta de trueque, cambio
y permutación vieren como nos el provincial y
guardián y frailes del convento y monasterio de
Santa María de las Huertas … y así juntos por
nos mismos y por los ausentes por los cuales
prestamos caución de rato que estarán y pasarán
por lo contenido de yuso en esta escritura de la
una parte y de la otra Juan Ponce de León vecino
de la ciudad de Lorca, otorgamos y conocemos
por esta carta que en la mejor forma y manera
que podemos y de derecho ha lugar que trocamos
y cambiamos y hacemos trueque y cambio y permutación la una parte de nos con la otra y la otra
con la otra y habido nuestro acuerdo y deliberación por los dichos tratados en esta manera en
que nos el dicho provincial y convento damos a
vos el dicho Juan Ponce de León una casa con su
huerto que tenemos en esta ciudad en la alquería
y huerta de Sutullena que de una parte alinda
con huertas y casa de Guillén Paner y de la otra
parte con la calle real y de otra parte el acequia
del brazal de Sutullena que dicen de abajo la
cual dicha casa y huerto hubimos por manda
que de él nos hizo Catalina López mujer de Pedro Martínez de la Junta por la cual dicha casa
y huerto recibimos de vos el dicho Juan Ponce
de León y por el dicho Juan Ponce doy a vos el
dicho convento que de la dicha casa y huerto que
así me dais una casa que yo he y tengo con un
solar y sitio por obrar que yo he y tengo en esta
ciudad en la puerta que dicen de Nogalte que la
dicha casa alinda con casas propias del dicho
convento que ahora están hecha iglesia y de otra
parte con casas de herederos de Ginés Martínez
y con calle pública y el dicho solar alinda con la
dicha casa y con casas de herederos de Juan Ros
y con la calle y camino real que sale de la puerta
Nogalte y por la otra parte con calle y camino
real que baja de la puerta Nogalte a la torrecilla
que dicen de los sacos y ambos a dos juntamente
con la dicha casa y solar...
Continúa el documento diciendo que la casa
estaba alquilada y que el fruto del alquiler también se cedía a los frailes, recordando de nuevo
el acuerdo de reservar junto a la sacristía a Juan
Ponce de León un sitio para hacer capilla a
manera de iglesia con todas las particularidades
vistas (que el espacio contase con coro y sacris( ) divinos, que se pudiera decorar con esculturas
y túmulo y que el entierro fuese privativo de
la familia). Se aclara ahora que la construcción
habría de ser a costa de Juan Ponce o sus herederos y que el tiempo estipulado para levantar
\
da la nueva iglesia.
La situación de la casa y solar permutado queda clara por decir que lindaba con dos calles
públicas y con casas del propio convento en
donde se habían acomodado las construcciones
existentes para poder decir misa en el lugar.
Esa iglesia hecha en precario —más bien un
acondicionamiento de la casa existente— estaría sobre la donación de las terciarias, y el
solar nuevamente adquirido, que ocupaba todo
el cuadrante Noreste dentro de la amplia manzana, completaría un rectángulo cuyos linderos
serían, usando la denominación actual, la calle
Nogalte al Norte y la Cuesta de San Francisco al
19
Este, tierras particulares de Sutullena al Sur y al
Oeste casas particulares en las calles Nogalte y
Honda —hoy Aben Halaj y Campoamor—. Un
polígono bastante regular que equivale al que en
la actualidad presenta San Francisco, si exceptuamos la merma sufrida del huerto conventual.
Haciendo una interpretación literal de lo que
dice el documento, en ese momento ya debía
existir un proyecto más o menos acabado de la
obra que se acometería en primera instancia. De
no ser así, no es posible entender que se pidiera
a los frailes un espacio dentro del monasterio de
forma tan precisa que se sitúa en la claustra de
él junto a la sacristía. Hay que recordar que en
\=J?=
/
=J>}
vez debió de instalarse más abajo de donde hoy
se encuentra la iglesia. El espacio que pedían
‹1))
y retornó a la comunidad conventual, debió de
estar situado en la esquina Sureste del claustro
que primero se construyó —el que da a la calle
Nogalte—, y hubiera sido un ejemplo excepcional dentro de la arquitectura monacal lorquina
porque todo indica que se trataba de una capilla
funeraria independiente, en la que se pretendía
construir monumento central quizás de planteamientos renacentistas, con esculturas orantes
o con losas realzadas donde hubiera representaciones heráldicas, símbolos y alegorías. La
fuerte vinculación de la familia Ponce de León
con los establecimientos franciscanos de Lorca
y su línea ascendiente en la sociedad lorquina
del momento, hubieran hecho posible una construcción funeraria de extraordinario interés y sin
precedentes locales, desconociéndose las razones por las que ese anhelo familiar fracasó.=>
Hay que volver en este punto a lo dicho por
*@
)‰zaga estimaba la nueva fundación como una
extensión de las Huertas, sin atreverse a disociar ambos conventos porque en el momento
=>
de escribir, unos años antes de la publicación,
aún mantenían una sola guardianía y estaba pre
el enclave más alejado. Gálvez tilda de hospicio el nuevo monasterio y Ortega nos aclara lo
siguiente: Este nuevo convento estuvo algunos
años gobernado por el mismo guardián del antiguo de N. Señora de las Huertas; teniendo
solamente un vicario, con total dependencia a
dicho P. Guardián, hasta el año de 1586, que
en un capítulo intermedio, o congregación, de
esta Provincia, se determinó que se pusiesen
dos guardianes. Se ha ido perfeccionando y
adelantando este convento —así en los mate
—, pues
ha muchos años que en él se lee Filosofía, con
bastante número de oyentes, así religiosos como
seculares; y la comunidad que ordinariamente
le habita, pasa del número de 40 individuos.
Morote, al tanto de la cierta rivalidad que pudo
haber en el pasado entre estos dos establecimientos conventuales, a pesar de ser de la misma Orden, omitió estos detalles que pudieran
resultar desagradables para sus correligionarios.
‰ =Jƒ? ” levantando el convento, y es posible pensar, con
los documentos que más adelante veremos, que
a pesar de lo dicho y repetido siempre, la iglesia
”
)
XVI.
II. LA NUEVA IGLESIA Y LAS OBRAS
CONVENTUALES DURANTE EL SIGLO
XVI
A pesar de lo dicho anteriormente sobre la concesión en 1530, con autorización del rey, de una
>†*†††(
durante una década para la fundación de un establecimiento franciscano en la ciudad, en el
caso de la rama masculina de los franciscanos
esa ayuda se hizo efectiva pidiendo el Concejo
‹ ‹ 1) K]Œ0'`+1%Š`+{ K*&* •' ‹ 1)*– ' +{‰+
Alonso de. Relación votiva o donaria de la antigüedad de Nuestra Señora de las Huertas. Edic. facsímil del Instituto Teológico Franciscano.
1=}}}~*ƒ†ƒ?*
20
una renovación del favor real sobre la que se
trató ampliamente en el acta capitular de 19 de
+=J?=/
car por el trueque entre los franciscanos y Juan
Ponce de León. A la reunión del Concejo de ese
día acudió fray Pedro de Elgueta fraile del monasterio y Orden de señor San Francisco y dio
una carta cerrada y sellada que el sobrescrito
$
#
'ticia y regidores de la ciudad de Lorca, la cual
yo dicho escribano por mandado de los dichos
señores Lorca la abrí y leí en el dicho ayuntamiento... Lamentablemente no se ha conservado
la carta que podemos suponer pedía la ayuda del
Concejo para la nueva fundación. Continúa así
el asunto: "
!
Francisco de Zamora ministro general y leída
la dicha carta el dicho fray Pedro de Elgueta,
en nombre del dicho ministro, hizo dar relación
del caso en la dicha carta contenido y en efecto
se remitió a ella. El señor alcalde mayor mandó
que los dichos señores regidores den sus votos y
pareceres sobre el dicho negocio. El señor Martín de Lorita alférez mayor dijo que su parecer
es se les dé al dicho monasterio la hierba de los
dos quintos que se solían dar a San Patricio,
que son el de la Hoya de Baldazos y el del aljibe
de la Condomina, y que sea por cuatro años y
que sobre esto se suplique a Su Majestad dé su
cédula para ello y que este es su voto y parecer.
Con esta opinión se alinearon los regidores Juan
Felizes de Ureta, el viejo, Juan de Alburquerque
Leonés, Juan Felizes de Ureta y el licenciado
Luis Ponce de León. Opinión contraria tuvo
Alonso de Leiva Ponce: ... dijo que su parecer
es que esta ciudad no les dé cosa alguna atento
que no les sobra nada, antes tiene mil necesidades y faltas y se le pierden muchos negocios
y pleitos por falta de posibilidad y porque no
tiene por negocio acertado la casa nueva que
los dichos frailes hacen o pretenden hacer porque está cierto que esta nueva obra es para
perdición y muy gran disminución de la casa de
Nuestra Señora de las Huertas que de presente
tienen, la cual es la mejor de la provincia así
porque es muy grande como porque en ella hay
!
0
trazados y la Orden de San Francisco está muy
bien allí y cree que sirve mejor a nuestro señor
en la estada allí que en la venida a acá, que si
nuestro señor fuera servido de la venida a acá
al pueblo donde pretenden, que en sesenta u
ochenta años que ha que se procura antes de
ahora fuera efectuado sobre esta razón y protesta lo que en este caso protestar le conviene
y lo pidió por testimonio. Favorables también a
lo expresado por Martín de Lorita, quien exigió
en su intervención que para hacer la limosna se
obtuviese la oportuna licencia real, fueron los
votos de Martín de León y Alonso García de
Guevara. A este mismo parecer se sumaron Juan
Felizes de Ureta el mozo, Juan Pérez Monte,
Martín Fernández Menchirón, Francisco García
de Alcaraz y Juan Quiñonero. Menos explícito y más expeditivo fue Juan de Contreras de
Lara, quien dijo que atento ciertos casos que ha
visto en algún monasterio del pueblo y oído de
los demás, dijo que no se les dé ninguna cosa.
Mucho mejor fundamentada estuvo la negativa
a hacer la limosna que expresó Juan Leonés de
Guevara: ... dijo que las hierbas de los quintos
y dehesas que algunos de los dichos señores
regidores han votado que se les dé de limosna
al dicho convento que de nuevo se pretende edi
'
$
contradictorio juicio ante los señores del muy
alto Consejo están aplicadas para los abastecedores de las carnicerías de esta ciudad y atenta
la carestía que se espera haber en las carnes
habiendo novedad de quitarles las dichas dehesas se venderán muy más caras y así se seguirá
muy gran perjuicio a los pobres y comunidad
de esta ciudad; y las causas porque se pretende hacer el dicho nuevo convento de presente
!
!
divino como lo es y se hace en el monasterio
de santa María de las Huertas de la Orden de
San Francisco y haciéndose nuevo convento es
forzoso y necesario que se dividan los frailes en
las dos casas y venir en disminución el monas
0
21
!
!biendo un convento solo; y que conforme a la
esterilidad de esta tierra si se crece el número
de frailes no se pueden bien sustentar dos casas
como en otras ciudades de este reino, que si las
hay es pidiendo limosna por toda la tierra de su
distrito y fuera de él con licencias y facultades
que para ello tienen y en esta ciudad no las hay,
y así mismo que las dichas dehesas que algunos
de los dichos señores regidores han votado se
dé al dicho nuevo convento en esta ciudad está
suplicado a su majestad dé licencia para las
dar a la iglesia colegial de San Patricio de esta
ciudad que es más necesario y conveniente que
no dársela a nuevo convento y de ello su majestad libró su real provisión para que se diesen
para que vistos conceder la dicha licencia a
esta ciudad y hacer la dicha limosna a la dicha
iglesia de San Patricio, y no está bien, a honra
de esta ciudad, variar en el dicho negocio mayormente como es notorio y no se puede negar
que en caso que las dichas hierbas y dehesas
se hubiesen de dar, es más útil y provechoso se
dé a la dicha iglesia colegial; y así dijo que no
era en que las dichas hierbas se diesen a dicho
convento y que en nombre de esta ciudad se
suplique que su majestad dé la dicha licencia, y
que requería y requirió al señor alcalde mayor
cumpla y obedezca la dicha real provisión que
habla en favor de la fábrica de la dicha iglesia
de San Patricio y haga las diligencias que su
majestad manda y cumpla la real ejecutoria que
habla sobre las dichas hierbas en la cual se
contienen y declaran muchas causas y razones
por las cuales se colige ser en notorio agravio
y perjuicio del bien público y vecinos de esta
ciudad pedirse la dicha licencia, de las cuales
si a su majestad y a los señores de su muy
alto Consejo les constase e hiciesen verdadera
relación, aunque de común consentimiento del
Concejo de esta ciudad se pidiese e suplicase
la dicha licencia se denegara (roto) y lo pidió
por testimonio. A este último parecer su unió
Adrián Leonés y la última opinión recogida fue
la Alonso del Castillo, que se sumó a lo expuesto por Alonso García de Guevara.
22
Una vez pulsada la opinión de los presentes
y recogiendo el sentir mayoritario de que se
consultase al rey, El señor alcalde mayor habiendo visto la carta del padre ministro general
monasterio nuevo que está comenzado a hacer,
y atento ser cosa tan santa y tan justa la edi
'
X
bienaventurado San Francisco por los milagros
que particularmente dios hace en las ciudades
donde hay casas de la dicha religión y la limpieza que se ha ideado en la dicha Orden en
los nuevos errores de luteranos [que] de poco
tiempo a esta parte ha habido, y que habiendo
las dos casas y monasterios habrá más copia de
frailes y religiosos y multiplicados los intercesores suele dios dar lo que se le pide, según lo
reza la iglesia, y atento que la mayor parte de
estos caballeros les ha parecido que lo que más
del dicho convento y casa es los dos quintos de
la dehesa de suso declarados por tanto conformándose con sus votos y pareceres mandaba y
mandó se dé poder a Tristán Calvete, solicitador
de esta ciudad en Consejo de su majestad, con
poder de sustituir para que pida la dicha licencia a su majestad para el dicho efecto y que se
escriba sobre ello al dicho Tristán Calvete y se
responda al padre ministro general al parecer
de los señores Juan Felices de Ureta el viejo y
licenciado Menchirón regidores, y así lo previó
y mandó. A pesar de que se ordenó dar poder al
solicitador en Corte para que llevase adelante el
asunto, intervino de nuevo, cerrando el debate,
el licenciado Juan Leonés de Guevara para decir
que él no era en otorgar el dicho poder porque
en este caso se han dado muchos votos y pareceres, atento los cuales y las razones en ellos
expresadas, sin embargo que el señor alcalde
mayor se ha conformado con la mayor parte de
votos, su majestad podría denegar y denegará
la dicha licencia que le requieren y requirió
con todas las protestaciones de derecho de esta
ciudad y bien y pro común de ella necesarias
vayan los votos y pareceres sobre este caso
con el dicho poder y que lo pedía y pidió por
testimonio. Quería asegurarse el regidor que el
rey decidiera con toda la información que había
para que si debía revocar una provisión anterior,
lo hiciese con pleno conocimiento de causa. El
poder se expidió, en efecto, ese mismo día, sin
ayuda, con el siguiente contenido:15
Sepan cuantos esta carta de poder vieren como
nos el Concejo, Justicia y Regimiento de esta
muy noble ciudad de Lorca estando juntos en
la sala del Ayuntamiento de esta dicha ciudad
según que lo habemos de uso y de costumbre de
nos juntar para entender en las cosas tocantes al
servicio de Dios y de su majestad y bien público
de esta dicha ciudad, conviene a saber los muy
$
#
alcalde mayor en ella, y Martín de Lorita, alférez
mayor, y Juan Felizes de Ureta el viejo, y Juan
de Alburquerque Leonés y Juan Felizes de Ureta
y el licenciado Luis Ponce de León, Alonso García de Guevara el viejo, Martín de León Marín,
Juan felices de Ureta el mozo, el licenciado Menchirón, Juan Pérez Monte, Francisco García de
Alcaraz, el capitán Juan Quiñonero, Alonso del
Castillo, regidores de esta dicha ciudad estando
todos juntos en la dicha sala de nuestro Ayuntamiento otorgamos y conocemos que damos y
otorgamos como tal Concejo y en nombre de dicha ciudad todo nuestro poder cumplido cuan
bastante de derecho se requiere y de derecho
más puede y debe valer a vos Tristán Calvete
solicitador en la corte de su majestad, que sois
ausente como si fuesedes presente, especialmente
para que por nos y en nuestro nombre y en nombre de esta ciudad podáis parecer y parezcáis
ante su majestad real y los señores del su muy
alto Consejo y suplicar y supliquéis dé licencia
a esta dicha ciudad y al Concejo de ella en su
nombre para que libremente pueda esta ciudad
dar y hacer limosna al monasterio de señor San
Francisco de esta dicha ciudad para ayuda a
0
la dicha Orden de señor San Francisco hace en
esta dicha ciudad de lo que montaren los dos
cuartos (sic) de hierbas que esta dicha ciudad
tiene el uno el cuarto de la Hoya del Baldazo
y el otro el cuarto del aljibe de la Condomina,
los cuales esta ciudad pueda vender por tiempo
de cuatro años y de lo que por ellos se diere su
majestad dé licencia a esta dicha ciudad para
15
que lo pueda dar en limosna al dicho monasterio
para el dicho efecto y pueda sacar y ganar la
provisión y licencia que su majestad fuere servido de proveer sobre lo susodicho y sobre lo a ello
tocante, anejo y perteneciente y hacer escritura
de lo susodicho, todos los demás autos y diligencias que cumplan y convengan y menester sean
de hacerse y que nos como tal Concejo y ciudad
haríamos y hacer podríamos siendo presentes,
que cuan cumplido poder habemos y tenemos
otro tal y ese mismo lo damos y otorgamos al
susodicho Tristán Calvete el cual haga todos los
demás autos judiciales y extrajudiciales que menester sean y con sus incidencias y dependencias, anexidades e conexidades y con poder de
jurar, enjuiciar y sustituir y con franca y libre e
general administración y lo relevamos de todo
aquello que según derecho debe ser relevado y
!0
lo que en nuestro nombre en el dicho negocio
hiciere obligamos los propios y rentas de este
dicho Concejo y ciudad, en cuyo nombre lo nos
hacemos y otorgamos, habidos y por haber, en
testimonio de lo cual otorgamos esta carta de
poder dentro de la sala de nuestro Ayuntamiento
ante nuestro escribano mayor de ella, que fue hecha y otorgada en la dicha ciudad de Lorca diez
y nueve días del mes de Abril de mil quinientos
sesenta y un años. Testigos que fueron presentes
a lo que dicho es Hernando de Aguilar, escribano
y Gonzalo Torrecilla y Hernán Sánchez, porteros
!
(
tros nombres en este registro...
No cabe duda que, a pesar de los argumentos
legales expuestos en el Concejo, se consiguió el
favor real que se perseguía porque así lo declara
M ] =J?‚™ Mandaron
que maestre Domingo de Plazencia dé y pague
a Francisco Vallejo escribano quince mil maravedíes que el convento de San Francisco le debe
para en parte de pago del sitio que le compró
para la casa nueva y obra de ella que es en la
puerta Nogalte, San Francisco el nuevo, como
parece por una cédula y libramiento del guardián del dicho convento para la paga de los
cuales se le dé libramiento al dicho Francisco
Vallejo para que el dicho maestre Domingo se
los pague de los cuarenta mil que en él están
+*]*1*>†‚*
23
depositados de los quintos de San Patricio que
con su carta de pago y con este libramiento se
le pasarán en cuenta. El dinero se destinó para
todo lo preciso de la nueva fundación: compra de terreno y comienzo de las obras. El 13
] =J?J ” como declara el oportuno acuerdo: Libramiento
de los 40.000 maravedíes de los frailes de San
Francisco. Mandaron que se le dé libramiento en forma para que Rodrigo Marín receptor
de esta ciudad dé y pague a Francisco Vallejo
escribano público los cuarenta mil maravedíes
que están en su poder de la hierba de los ejidos
que dicen de San Patricio de que Su Majestad hizo merced y limosna a los frailes de San
Francisco de esta ciudad para ayuda a mudar
y hacer casa nueva del dicho monasterio de
San Francisco y que el dicho Francisco Vallejo
escribano se constituya por depositario … de
los dichos cuarenta mil maravedíes y que no
los dará ni pagará si no fuere conforme a la
provisión real de Su Majestad en que les hizo la
dicha merced y por libramiento de esta ciudad
y que de ellos dará buena cuenta los cuales
dichos cuarenta mil maravedíes son por los que
el dicho monasterio ha de haber de limosna el
postrer año de los cuatro que Su Majestad se la
manda hacer por la dicha provisión. Esa ayuda,
que podría interpretarse casi como un patronaz ( pusiese, años más tarde, el escudo de la ciudad.
A tenor de los acuerdos, parece que el Concejo
no dispuso siempre del dinero necesario para
ese socorro y pactó con particulares el adelanto
de ciertas cantidades que inicialmente aceleraron la fundación.
No se conocen contratos de obra anteriores a
=J?J / ciscanos para creer que en sólo cuatro años la
(
para proceder a la ceremonia de apertura y bendición tal y como ya hemos visto que describe
Morote. Advertimos antes, al tratar de la permu-
=?
+*#*1*‹*==[*=?*%1]*
17
+*#*1*‹M‚*=?J*
‚>
ta de los terrenos, de la existencia de un altar
acomodado a la construcción que donaron las
=J>}*+
=J?J " mejora y ampliación— y hasta cuándo duró, nos
ayuda en parte el siguiente documento. Lorenzo
Mateo, alcaide de Mojácar, protocolizaba el 8
] =J?ƒ otro anterior y en él podemos leer lo siguiente:=?
Digo que por cuanto por una cláusula del dicho mi codicilo mandé que si falleciese en esta
ciudad fuese sepultado en la iglesia de señor
San Mateo de esta dicha ciudad en la capilla
de señor San Gregorio y porque ahora yo tengo concertado una capilla y enterramiento en la
iglesia y monasterio de señor San Francisco de
esta dicha ciudad que se está obrando fuera de
la puerta Nogalte por tanto mando y es mi voluntad que mi cuerpo sea sepultado en un ataúd
en la iglesia que de presente hay en el dicho
monasterio de señor San Francisco y después
que esté obrada la iglesia que se está haciendo
en el dicho monasterio sea mudado y sepultado
en la capilla junto a la del evangelio de la dicha
iglesia del dicho monasterio que esta capilla es
la que yo tengo concertada y comprada en el
dicho monasterio y mando y es mi voluntad que
de mis bienes se dé y pague por la dicha capilla
todos los maravedíes que costare lo cual mando
que se cumpla como está dicho en aquella mejor
vía y forma que hubiere lugar de derecho.
Disponía, además, que las misas anuales en el
día de santa Catalina que se iban a decir en San
Mateo, se dijesen ahora en el convento de San
Francisco. Desde luego la iglesia primitiva de
San Francisco era algo más que un altar acomodado al lugar, porque disponía hasta de bóveda
de enterramiento que es la que Lorenzo Mateo
pide que se utilice transitoriamente. Esa última
voluntad del alcaide de Mojácar se plasmó en

>
Octubre de ese mismo año.17 La licencia del
provincial, fray Miguel Montiel, de 29 de Agosto, dice así en la parte que nos interesa:
Por cuanto en la ciudad de Lorca hacemos un
convento y en él una iglesia con algunas capillas
que el dicho convento va haciendo y porque la
obra no podría ir tan adelante como se pretende
sino dándolas a quien dé alguna limosna por
ellas, por tanto por la presente doy licencia al
padre guardián del dicho convento para poder
dar las dichas capillas a la persona o personas
que le pareciere y por bien tuviera para el dicho
efecto y para ello hacer escritura o escrituras
que fueren necesarias...
La escritura formalizando la entrega de la capilla es como sigue:
Título de la capilla de Lorenzo Mateo en San
Francisco
te están y la iglesia que en él tienen comenzado a
hacer y las capillas en ella concertadas? y cómo
por ser ellos pobres la obra está parada a cuya
causa el convento recibe daño por ello y atento
lo suso dicho y viendo que la obra está parada
y a esta causa el padre fray Miguel de Montiel
provincial de esta provincia y teniendo entendido
la necesidad que hay de obrar la dicha iglesia y
capillas en ella inclusas para que la devoción
de las gentes no se pierda le tiene dada licencia
poder y facultad para que las dichas capillas las
dé a las personas que ayudaren con sus limosnas para la dicha obra la cual licencia poder y
0
sello de la orden de señor San Francisco hizo
presentación su tenor del cual es el siguiente
Aquí la licencia
En el nombre de Dios nuestro Señor y de su
bendita madre Nuestra Señora Santa María y
a honra suya y de todos los santos amen sepan
cuantos esta carta y público instrumento vieren
cómo en la muy noble ciudad de Lorca a cuatro
días del mes de Octubre año del nacimiento de
nuestro salvador Jesucristo de mil quinientos y
sesenta y ocho años en esta manera y por ante mi
Francisco Vallejo escribano público y de los del
número y juzgado de esta dicha ciudad y testigos
yuso escritos estando dentro del monasterio de
señor San Francisco extramuros de esta dicha
ciudad fuera de la puerta Nogalte dentro de la
sacristía de la dicha iglesia el guardián y frailes
y convento de la dicha casa juntos y ayuntados
a campana tañida según que lo tienen de costumbre de se juntar para entender en las cosas
tocantes al servicio de Dios nuestro señor y bien
y pro común de esta dicha casa y monasterio
conviene a saber el muy reverendo padre fray
Diego de Carrascosa guardián de la dicha casa
y monasterio y fray Bartolomé de Lorca? predicador y fray Francisco de Aguilera vicario de la
dicha casa y fray Martín del Villar y fray Pedro
de Valverde y fray Francisco de Santacruz y fray
Juan Martínez y fray Bernaldo Caballero y fray
Pedro Azor y fray Pedro de Valdeolivas y fray
Francisco de Castellar y fray Juan de Sisante y
fray Pedro de la Mota y fray Juan de Salmerón y
fray Sebastián de Santacruz frailes conventuales
de la dicha casa y monasterio y así juntos el dicho padre guardián les hizo saber y dijo que bien
saben la casa y convento nuevo que ahora de
presente se hace en esta ciudad donde al presen-
La cual dicha licencia y poder de suso declarada
leída por mí el escribano en presencia de todos
los dichos religiosos el dicho padre guardián
dijo que después que se le dio el dicho poder
ha tratado con los hijos y herederos de Lorenzo
Mateo alcaide que fue de la ciudad de Mojácar
de les dar una capilla de la dicha iglesia que es
la primera que ha de salir de la capilla mayor
a la dicha iglesia a mano derecha su invocación
de Señora Santa Catalina con que el convento la
acabe con toda perfección conforme a la traza de
la iglesia y por se la dar darán de limosna para
la obra de la dicha capilla ciento diez ducados
como otras veces y la mayor parte de ellos se
lo tienen dicho y declarado que ahora porque
haya efecto o no les da la cuenta de ello que les
requieren una y dos y tres veces aquellas que de
derecho debe que digan si es bien y pro común
de esta casa y monasterio que al dicho Lorenzo
Mateo y a su mujer e hijos se le dé la dicha
capilla para que la tengan por suya y en ella se
puedan enterrar él y su mujer e hijos y quien de
ellos hubiere causa y sucediera o quisiera pues
que da los dichos ciento diez ducados y si no es
pro de la dicha casa que así mismo lo digan y
declaren porque si al presente lo callan por vergüenza o por otra causa y después lo reclamaren
no serán oídos y que dicho no hará fe atento
que antes de ahora lo saben y ven la necesidad
que hay para la dicha obra o no y con esto se
descarga y lo pidió por testimonio. Y hecho el
dicho parlamento y requerimiento por el dicho
padre guardián en la manera que dicha es los
25
dichos religiosos juntos de unánime conforme y
de un acuerdo y voluntad dijeron que visto por
ellos lo que el padre guardián les ha dicho sobre
la dicha capilla...
Prosiguen las declaraciones acostumbradas y
requeridas por el derecho, diciendo de forma
conjunta guardián y frailes que dan entera posesión de la capilla a Lorenzo Mateo y sus herederos porque han recibido el dinero estipulado en
concepto de limosna para la obra de la iglesia.
La capilla entregada era la primera de la dicha
iglesia de señor San Francisco a la parte del
evangelio fuera de la capilla mayor que está
junto a la reja.
[‚}'=JM>
del provincial, fray Juan de Aguilera, para proceder a la entrega de otra capilla en la iglesia
cuya escritura, de 5 de Febrero, dice así:18
In Dei nomine amen. En la muy noble y muy
leal ciudad de Lorca cinco días del mes de Febrero año del nacimiento de nuestro salvador
Jesucristo de mil y quinientos y sesenta y cuatro
años por ante mi Ginés García escribano público y del número y juzgado de esta dicha ciudad
aprobado por su majestad y testigos de yuso escritos este día estando juntos y ayuntados en su
capítulo a campana tañida sonante según que lo
tienen de costumbre de se juntar para entender
en las cosas tocantes al servicio de Dios nuestro
señor y pro y bien del convento y monasterio de
señor San Francisco el nuevo que de presente
!
'
puerta de Nogalte donde yo el dicho escribano
fui llamado para dar testimonio de lo que viese
y oyese y en mi presencia pasase conviene a
0
$\
Francisco Moreno guardián del dicho convento
y fray Alonso Roca predicador y fray Luis de
Montalván y fray Juan Núñez y fray Lucas Muñoz y fray Francisco de San Ginés y fray Luis
de Jaca y fray Bernabé Gallego y fray Antonio
Hernández y fray Agustín Salinas y fray Juan
del Campillo y fray Pedro Márquez frailes profesos conventuales del dicho convento y monasterio por ellos y en nombre de los demás que
18
+*#*1*‹}?*M?*
‚?
son o fueren del dicho convento y monasterio
para siempre jamás y por virtud de la licencia
que para lo infraescrito el dicho padre guardián
$\
\
fray Juan de Aguilera provincial de la dicha or
0
un Cristo con la cruz a cuestas y una OJO (aquí
la licencia que esta adelante) torre bajo de los
pies del Cristo según que por ella parece que es
del tenor siguiente.
Por ende por virtud de la dicha licencia que
de suso va incorporada y de ella usando en la
mejor vía y forma que de derecho lugar haya el
dicho padre fray Francisco Moreno guardián del
dicho convento y monasterio dijo y propuso a todos los sobredichos frailes que presentes estaban
por ellos y en nombre de los demás que son y
fueren del dicho convento cómo han platicado y
concertado con Mari López Quiñonero viuda de
Gonzalo Matheos difunto y con Juan Matheos de
Mula sobrino del suso dicho y su heredero vecinos de esta dicha ciudad que presentes estaban
cómo el dicho Gonzalo Matheos por virtud de
una cláusula de su testamento con que últimamente murió y pasó de esta presente vida que
pasó ante Miguel de Molina escribano dejó y
mandó que de sus bienes y de la dicha su mujer
se comprase una capilla y sepultura en el dicho
convento y monasterio que nuevamente se funda
junto a la puerta Nogalte para que él y la dicha
su mujer y sus herederos y sucesores se enterrasen y sepultasen en la dicha capilla para siempre
jamás sin por ello pagar cosa alguna según que
más largamente constará y parecerá por la dicha
cláusula a que después se referirá y ahora se ha
convenido y concertado con la dicha María López Quiñonero viuda del dicho Gonzalo Matheos
y con Juan Matheos de Mula su universal heredero de les donar y traspasar la capilla primera
de los colaterales fuera de la reja de la capilla
mayor que se ha de hacer en la dicha iglesia
nueva a la parte de la Epístola con condición que
!
!
!
costa y misión de la forma y grandor de la que
está hecha en la dicha iglesia de los herederos
del licenciado Matheos, difunto, alcaide que fue
de la fortaleza de la ciudad de Mojácar, dando
los susodichos la madera para la cobertura de la
dicha capilla y más ciento y sesenta ducados pagados en tres pagas la primera y tercia parte de
^0
de la fecha de esta carta y la otra tercia parte de
la segunda paga para cuando esté la dicha capilla mediada de obras y la otra tercia parte de la
tercera paga para cuando esté acabada y puesta
en perfección la dicha capilla sin que falte cosa
alguna de paredes y cobertura según dicho es.
Por tanto el dicho padre guardián les hizo saber a los dichos frailes todo lo susodicho y les
apercibió y si era necesario mandó y encargó
en virtud de santa obediencia que entre todos
ellos traten y platiquen sobre lo susodicho si se
debe de hacer o no atento que el dicho convento
y monasterio es pobre y no tiene renta alguna y
cada uno por sí den sus votos y pareceres de lo
que en Dios y en sus conciencias les pareciere si
se debe hacer y efectuar lo susodicho o no y para
su descargo lo pidió por testimonio.
Y luego los dichos reverendos padres habiendo
oído y entendido todo lo susodicho propusieron
y platicaron entre sí sobre la dicha capilla y lo
acerca de ella dicho y declarado y después de
haber platicado dieron sus votos y pareceres
cada uno de ellos por sí unánimes y conformes
nemine discrepante y dijeron que por razón y
causa de que el dicho convento y monasterio de
San Francisco que nuevamente se funda junto a
la puerta de Nogalte es pobre y no tiene renta
alguna como es notorio y tiene necesidad urgen
!
para ello les movió les ha parecido y pareció que
es cosa justa y conveniente al dicho monasterio
que se done la dicha capilla a los dichos María
López Quiñonero viuda de Gonzalo Matheos y
al dicho Juan Matheos de Mula para que ellos y
sus herederos y sucesores para siempre jamás se
hayan de sepultar y enterrar en la dicha capilla
dando como dicho es los dichos ciento y sesenta
ducados de limosna a los tiempos y plazos de
suso declarados; por tanto el dicho padre guardián y todos los dichos frailes por ellos y en nombre de los demás que son o fueren para siempre
jamás y a voz de convento dijeron que donaban
y concedían a la dicha María López Quiñonero
viuda y a Juan Matheos de Mula que presentes
estaban para ellos y a sus herederos y sucesores
para siempre jamás y para quien ellos quisieren
y por bien tuvieren por aquel título de donación
%
derecho lugar haya la dicha capilla primera que
se ha de hacer de las colaterales a la parte de la
Epístola fuera de la reja de la capilla mayor del
dicho monasterio que nuevamente se funda junto
a la puerta de Nogalte de esta dicha ciudad con
todo lo a ella anejo y concerniente para que en
ella se puedan sepultar y enterrar según está
dicho y se obligaron como tal convento que esta
dicha donación que de la dicha capilla se hace
será cierta y sana y de paz y contra ella no habrá contradicción en tiempo alguno por ningún
prelado ni provincial de ellos ni por otra persona
alguna ni irán ni vendrán contra esta dicha escritura ni la contradirán en juicio ni fuera de él
ni les molestarán ni inquietarán en el derecho ni
señorío posesivo de ella y se obligaron por este
dicho convento para siempre a la evicción, seguridad y saneamiento de este dicho contrato de la
dicha capilla y les dieron poder y facultad por
sí por su propia autoridad o como bien visto les
fuere puedan tomar para su heredad la tenencia
y posesión de ella; entre tanto se constituyeren
por sus inquilinos poseedores de ella en su nombre como reales donatarios según que de derecho
mejor sean obligados.
Estando presentes María López Quiñonero y
Juan Matheos de Mula, aceptaron la donación y
=?†
y a la entrega de la madera necesaria para la
* =J?ƒ ( menzado a construirse las capillas del lado del
'=JM>
la Epístola. Ambas alineaciones tardarían largos
años en completarse. A la vista de los datos contenidos en las dos escrituras, es forzoso admitir
que la estructura primigenia de la nueva iglesia
no estaba, ni mucho menos, levantada en su
=J?J /  \
) ( )*|!
de lo previsto. La misa del obispo de Salamina
debió de hacerse probablemente en el espacio
de un nuevo altar mayor que por su condición
de provisional apenas tendría capacidad para los
*'
/
documento que veremos más adelante, estuvo
constituido por las dos primeras capillas junto
27
al arco toral del crucero que, construidas por
la comunidad, se cerraron con reja inicialmente para servir como presbiterio provisional. Así
pues, las que se anuncian en estos años como
las primeras capillas de los lados del Evangelio
y Epístola, pasarían a ser las segundas cuando
/
/ / tivos.
[ … [ =JM? que da cuenta del avance de las obras del nuevo
convento.19 Ese día el guardián del convento,
fray Francisco de Alcázar, se concertó con Juan
de Ledesma, vecino de Murcia, para que con
seis carretas de bueyes le trajera de la parte de
los Ojos de Luchena y del término de Moratalla
la madera que allí encontrase cortada con destino a la obra del monasterio. Por cada carretada
de cabrias se le pagarían 12 reales y el mismo
precio por las de soleras del marco que diere
; traerá también cuatro cuadrales de
a veinte palmos en doce reales y doce cadenas
cada una a tres ducados porque se han de traer
de Moratalla y ha de poner luego por obra la
dicha traída de manera que no apartará mano
de ello hasta lo acabar de traer. Tenía de plazo el transportista hasta Enero siguiente con la
amenaza de hacerlo a su costa. Recibió Juan
de Ledesma 200 reales de adelanto y lo demás
acordado se pagaría conforme fuera trayendo la
madera. Cabrias, soleras, cuadrales y cadenas
son las piezas necesarias para componer tanto
maquinaria de construcción como armaduras
bajo el tejado, que se pudieron emplear en cubrir la parte de la nave de la iglesia con capillas
terminadas o bien en levantar partes de cubierta
de habitaciones para la comunidad.
En la lentitud con la que avanzaron las obras en
/
tores. Por un lado la ausencia de rentas propias
de la comunidad —hay que recordar que hasta
=Jƒ?
)
#
"/
19
otro la falta de empuje de la clase social más
adinerada, ya que los compromisos previstos de
inversión en la iglesia o fracasaban o no pasaban de ser propuestas bienintencionadas que
jamás se materializaron. Tanto la adjudicación
de capillas en la nueva iglesia como la recogida de dinero mediante limosnas, sufrirían los
efectos de un período especialmente malo para
(/
climatología adversa, las incertidumbres creadas por crisis alimenticias y el cambio del modelo económico.20 El caso paradigmático de esta
situación lo pudo constituir la capilla mayor de
la iglesia, por la que los franciscanos entablaron
pleito que se sustanció con un acuerdo particular cuando ya había llegado ante la Chancillería
de Granada. El contenido de la escritura es bas*21
En la ciudad de Lorca a cinco días del mes de
Junio de mil quinientos noventa y seis años ante
mí el escribano público y testigos yusoescritos
el capitán Gómez García de Guevara y Francisco Manzanera yerno de Diego de Segura vecinos de esta dicha ciudad de Lorca ambos a
dos juntamente … dijeron que por cuanto entre
el monasterio de señor San Francisco de esta
ciudad actor demandante y don Francisco Muso
Muñoz como marido y conjunta persona de doña
Andrea Bravo, su mujer, vecino de la ciudad de
Caravaca y don Martín Bravo Pardo de la Casta
vecino de la ciudad de Úbeda sucesores en los
bienes y hacienda de Martín Bravo de Morata
regidor que fue de esta dicha ciudad ya difunto
se ha tratado pleito en esta ciudad sobre que el
dicho convento pedía que los susodichos obrasen
a su costa la capilla mayor del dicho monasterio guardando la cláusula y voluntad del dicho
Martín Bravo difunto por donde ordenó y mandó
lo susodicho, el cual dicho pleito se determinó
en esta ciudad por la justicia de ella y fueron
los susodichos condenados como de la sentencia
escribano de la cuál se apeló y estando el dicho
pleito pendiente en la real audiencia de Granada
+*#*1*‹*=†…>ƒM*
20
‹Œ{'`‹%+`]|/1']'^0'{‰*El proceso de modernización de la región murciana (siglos XVI-XIX). Editora Regional, Murcia
=}ƒ>~*ƒƒ/
*
21
A.H.L. Prot 187, fol. 112.
28
por parte del dicho don Martín Bravo por él y en
nombre de la dicha doña Andrea y del dicho don
Francisco su marido se ha tratado con los dichos
frailes del dicho monasterio de concertar el dicho pleito y por razón de las costas y gastos que
en seguir los dichos pleitos han tenido y podían
tener y porque dejen el derecho y propiedad de
la dicha capilla mayor del señor San Francisco
en manos del dicho convento y por suya sin que
ellos ni otra persona alguna tengan derecho a
la propiedad y señorío de ella le dan al dicho
monasterio y a Ginés Pinar en su nombre como
síndico del dicho monasterio trescientos ducados
luego de contado para lo cual y para que el dicho don Martín Bravo hiciese escritura por él y
en nombre de los susodichos del asiento de suso
referido parece que el tiempo en que se había
de hacer o enviar hacer la dicha escritura y que
de alargarse el dicho monasterio recibe daño y
podría padecer algún detrimento su justicia en
respecto de pasarse el término en que se habían
de hacer ciertas probanzas y para cuyo efecto
se había traído a esta ciudad un receptor y para
que los dichos frailes del dicho monasterio estén
ciertos y seguros de que se hará escritura del
trato y concierto y se pasará adelante con lo
tratado y concertado y en ello no se innovará
cosa alguna y luego de contado darán los dichos
trescientos ducados por tanto en aquella vía y
forma que más ha lugar de derecho y bajo la
dicha mancomunidad dijeron que se obligaban
y obligaron por los dichos don Martín Bravo
Pardo de la Casta y por el dicho don Francisco
Muso Muñoz como marido y conjunta persona
de la dicha doña Andrea Bravo, su mujer, por
quien prestan caución de rato de que estarán
y pasarán por lo que entre los susodichos y los
frailes del dicho convento es tratado y concertado y harán dejación de la dicha capilla mayor en
el dicho convento para que hagan desde hoy día
en adelante lo que quisieren de ella como cosa
y hacienda del dicho monasterio y se apartarán
del derecho de las defensas del dicho pleito y le
darán luego de contado los dichos trescientos
ducados de los cuales haciendo de deuda ajena
propia suya se dan de ellos por entregados sobre que renuncian la ejecución de la innumerata
pecunia como en ella se contiene por los cuales
desde luego les puedan ejecutar y esta escritura
traiga aparejada exención sin que sea necesario
22
otra diligencia alguna y en razón de los dichos
pleitos por parte de los susodichos ni por alguno de ellos no se pedirá cosa alguna por que si
es necesario en su nombre y como caucioneros
suyos los apartan así de la posesión y señorío de
la dicha capilla mayor como del recurso y derecho a los dichos pleitos porque desde luego en
nombre de los susodichos los dan por ningunos
y de ningún valor y efecto y se obligaron a que
estarán y pasarán por lo de suso contenido y
tratado y concertado donde no que demás de no
estar el dicho monasterio ni síndico obligados a
restituir los dichos trescientos ducados ni alguna
parte de ellos les pagarán todas las costas gastos
daños intereses y menoscabos que sobre ello se
le causaren y recrecieren la liquidación de las dichas costas y gastos sea creído por el juramento
del dicho síndico que es o fuere de aquí adelante
fuere (sic)
por los dichos trescientos ducados les puedan
ejecutar…
La escritura deja claro que por lo menos hasta
1595 no fue posible comenzar a plantear la obra
de la nueva capilla mayor, que precisaba que
los espacios lindantes estuviesen levantados y
empuje de los muros del crucero. La falta de
personas que quisiesen colaborar con la nueva
construcción, decidió a la comunidad a emprender la obra de nuevas capillas que posteriormente serían cedidas a particulares. Esa es la impresión que se tiene al leer la siguiente escritura de
>K=JMJ™22
San Francisco y maese Lorenzo
En la ciudad de Lorca ... estando en el monasterio de señor San Francisco de la puerta Nogalte
de esta dicha ciudad por ante mí el escribano y
testigos yusoescritos el muy reverendo padre fray
Francisco Moreno guardián del dicho monasterio y Francisco Vallejo vecino de esta ciudad
como síndico del dicho monasterio de la una
parte y maese Lorenzo de Goenaga cantero vecino de esta ciudad de la otra dijeron que ellos
se han convenido y concertado en que el dicho
maese Lorenzo ha de obrar y hacer a cuenta la
capilla que está en la iglesia nueva del dicho
A.H.L. Prot. 99, fol. 388.
29
monasterio a la parte de la epístola que es la
segunda que linda con capilla de Gonzalo Mateo
y la ha de dar hecha y acabada como conviene
hasta tomar el agua? en forma a como está hecha la capilla del dicho Gonzalo Mateo dentro
de tres meses primeros que se cuentan desde hoy
dicho día en adelante.
Y así mismo en la dicha capilla ha de hacer y
erigir un pilar conforme a los pilares que están
hechos del arco toral y por ello y para ello el
dicho monasterio y síndico le han de dar toda la
piedra vista que hay en la dicha iglesia nueva y
los bolsones que fueren menester para la dicha
capilla porque lo demás lo ha de dejar para el
dicho monasterio y así mismo la cal que el dicho
monasterio tiene en el dicho monasterio fuera
de la que tiene el dicho síndico y toda la demás
piedra y cal y adherentes y materiales y teja y
ladrillo lo ha de poner a cuenta el dicho maese
Lorenzo hasta la dar acabada según está la capilla del dicho Gonzalo Mateo y así mismo le ha de
dar el dicho monasterio y síndico en su nombre
noventa y cuatro ducados los cuales se le han de
pagar la mitad luego y la otra mitad acabada la
dicha capilla y así quedan concertados y se obligaron las dichas partes de lo así cumplir y hacer
según en esta escritura se contiene...
Conviene resaltar del documento varios aspectos: la insistencia en el término “iglesia nueva”; la uniformidad impuesta en las sucesivas
capillas construidas, que deberían ajustarse a
las existentes; la precaución de ir levantando
pilares conforme a los que ya estaban hechos
en el arco toral con objeto de asentar la bóveda
de la nave principal y aguantar los empujes del
futuro crucero; la utilización de ladrillo y teja
en las nuevas capillas, que sugiere que las cubiertas superiores de las mismas alcanzaban una
~/)
constructivos por parte del convento (piedra y
cal sobre todo) para aligerar los tiempos de las
futuras obras y abaratar su coste, obteniendo
/ teriormente las capillas. Quizás uno de esos
compradores, de los que no hemos localizado
23
A.H.L. Prot. 110, fol. 359 vto.
‚>
A.H.L. Prot 208, fol. 125.
30
el correspondiente título de capilla en las escribanías lorquinas, fuese la familia Ayén de Peralada. Para 1578 ya había tomado posesión de
su capilla privativa, poniendo escudo en ella, y
el pago de esa talla en piedra había acarreado
algún problema con el cantero. Alonso Ayén reconocía el 30 de Octubre de 1578 que debía y se
obligaba a pagar a Gabriel Ruiz Tahuste vecino
de esta ciudad o a quien su poder hubiere diez
ducados los cuales le conozco deber de resta de
dieciséis ducados que le debía de un escudo que
me hizo para una capilla que tengo en señor
San Francisco de esta ciudad de que está dado
por ninguno el pleito que sobre ello se trataba
ante Francisco Lázaro escribano los cuales me
obligo de se los dar y pagar para el día de San
Juan de Junio del año que vendrá de setenta
y nueve con las costas de la cobranza y para
ello obligo mi persona y bienes habidos y por
haber...23 Si bien no se ha localizado el título
de la nueva capilla, si ha sido posible consultar
un documento referido a la última voluntad de
Alonso Ayén de Peralada. Estaba casado en primeras nupcias con María Navarra y dispusieron
testamento conjunto el 22 de Junio de 1587 bajo
cuyas disposiciones había muerto su mujer. En
?K=Jƒƒ‚> declara, entre
otras, su intención de dejar en vigor lo referido
a enterramiento y misas reforzando esa determinación en los siguientes términos:
Item digo que por cuanto por una cláusula del
dicho nuestro testamento se dio poder y facultad
para hacer e instituir un patronato y perpetual
por el orden y forma y con la carga y señalamiento de bienes y condiciones que al que quedase vivo le pareciese y para ello se le dio poder
y yo concediendo con la voluntad de la dicha mi
mujer quiero y es mi voluntad que en cada un
año para siempre jamás en la capilla de señor
San Ildefonso que es en el monasterio de señor
San Francisco de esta ciudad donde se enterró
la dicha mi mujer y me tengo de enterrar yo
se digan por mi ánima y de la dicha mi mujer
y de nuestros padres (roto) festividad de señor
San Ildefonso una misa cantada con diáconos
y tres misas rezadas y el día de todos los santos
otra misa cantada y tres misas rezadas con su
ofrenda de pan y cera como es costumbre y el
día de Nuestra Señora de Agosto se digan así
mismo otra misa cantada y tres misas rezadas en
cada un año las cuales todas las dichas misas y
ofrendas cargo e impongo sobre una heredad que
yo y la dicha mi mujer teníamos que son cuatro
bancales de tierra donde dicen Tujena de hasta
ocho fanegas de sembradura que lindan con la
viuda de Diego Mateo Pérez y con Alejo Mejías
y con Juan Fernández de Salas y el brazal que va
por medio de la dicha heredad de la cual dicha
heredad y patronato dejo e instituyo por patrón
y poseedor de ello a Francisco Ayén de Peralada mi hermano para que lo tenga y lo posea
con la dicha carga y goce de ello hasta tanto
que lo que pariere María Collantes, mi mujer,
que queda preñada, sea de edad de catorce años
para que en ello suceda y si el dicho Francisco
Ayén mi hermano falleciere antes que los que así
pareciere suceda en ello Jusepe Ayén su hijo y
después de los días del que pariere la dicha mi
mujer suceda en ello con la misma carga el hijo
varón mayor que tuviere y a falta de varón la
hija mayor y así vaya procediendo por mi linaje
la hembra y el mayor al menor y han de tener
cargo el tal poseedor de nombrarse y llamarse por sobrenombre Ayén y en cualquier tiempo
que faltare sucesor por la dicha forma lo haya y
suceda el deudo más propincuo de mi linaje de
los ayenes...
Encomienda al guardián y frailes de San Francisco que cuiden de la memoria y prohíbe poner otras cargas sobre los bienes señalados. Es
 separaron las comunidades de las Huertas y San
&
=Jƒ?
nociendo relativas a asignación de capillas, entierros y misas anuales que se iban ordenando.
Es bien probable que para esa fecha señalada
también habría recibido el convento, e irían
en alza, donaciones, legados y mandas testamentarias. Con esas rentas acumuladas, escasas
” 25
decidió la separación de la nueva comunidad
que fue incrementando su presencia en la so /  
el avance de las obras. Cualquier intención piadosa manifestada por una persona o colectivo
era acogida inmediatamente por los francisca
!
rápidamente con las preferencias devocionales
de la población la escultura donada en 1583 a
los frailes, quienes le dieron un protagonismo
inusual.25
En la ciudad de Lorca a dieciséis días del mes
de Mayo de mil quinientos ochenta y tres años
estando en el monasterio de señor San Francisco
de esta dicha ciudad ente mí el escribano público
y testigos yuso escritos pareció el bachiller Juan
de Bustamante clérigo presbítero y dijo que por
cuanto él por su devoción el mes de Octubre pasado trajo de la ciudad de Murcia a esta de Lorca una imagen de nuestra señora que le costó la
hechura de ella ocho ducados y medio y de porte
de traerla medio ducado que por todos son nueve
ducados los cuales pagó de sus propios bienes y
hacienda sin que para ello le ayudase ninguna
persona la cual dicha imagen con nombre de
Nuestra Señora de la Paz puso y depositó hasta
que su voluntad fuese otra en la iglesia de señor
Santiago de esta dicha ciudad y ahora por causas
que le mueven el sábado pasado que se contaron
catorce de este presente mes y año la trasladó y
trajo al monasterio de señor San Francisco de
esta ciudad y como cosa suya propia la dio y
entregó verdaderamente al dicho monasterio y
en su nombre al muy reverendo padre fray Juan
Núñez presidente del dicho convento el cual la
recibió y con la reverencia y decencia debida la
puso en el altar mayor de la iglesia del dicho
convento junto al santísimo sacramento a la parte del evangelio donde al presente está por tanto
'
0
!
hecha al dicho monasterio de la dicha imagen y
por servir a Dios nuestro señor y porque la devoción de su madre santísima se aumente en los
ción que tiene con el bienaventurado padre San
Francisco hizo y hace la dicha donación para
que el guardián y frailes del dicho convento que
+*#*1*‹*ƒ‚…?*
31
ahora son y fueren de aquí adelante la hayan por
suya para siempre jamás y que en ningún tiempo
no la pedirá ni demandará y en manera ni por
causa alguna porque la dicha donación la hace
según dicho es por las causas que dichas son no
por otro interés y si es necesario os otorgo carta
y escritura de donación en forma que más haya
de derecho en tal caso se requiere y así lo dijo
y otorgó siendo presentes por testigos Juan de
Cazorla Martínez y Francisco de Arcas y Juan
Ponce de León vecinos de Lorca y el dicho Juan
`
0
fe que conozco.
Mayor trascendencia en ese contexto de las
devociones populares tendría la instalación de
la cofradía de la Santa Vera Cruz y Sangre de
Cristo en una de las capillas de la nueva iglesia.‚? La cofradía había estado hasta 1595 en el
convento de los dominicos y por desavenencias
que desconocemos, posiblemente relacionadas
con el espacio destinado a enterramiento en la
iglesia, decidió su traslado al convento franciscano capitulando con los frailes ocho condiciones que fueron aceptadas por ambas partes. El
='=J}?

del acuerdo de la forma siguiente:
+++
%
:
^cisco de la dicha ciudad que está fuera de la
puerta Nogalte se juntaron en el patio del dicho
convento a son de campana tañida como lo tienen de costumbre de se juntar para entender en
las cosas tocantes al servicio de Dios nuestro
señor y bien y utilidad del dicho convento el
padre guardián y frailes de él conviene a saber
fray Cristóbal de la Mota, guardián, (tachado
fray Juan de San Esteban predicador) y fray Nicolás Conesa y fray Rodrigo Calderón (tachado:
y fray Pedro Argüelles) y fray Gabriel de Porras
y fray Miguel Escariche y fray Esteban Sarcedo
(tachado fray Andrés de Requena) y fray Cristóbal Bravo y fray Pedro Abarca y fray Francisco
Soler y fray Francisco Ruiz frailes profesos y
conventuales de dicho convento y en virtud de la
licencia que para hacer y otorgar esta escritura
y lo que en ella será contenido tienen del padre
fray Diego de Arce ministro provincial en esta
‚?
provincia de Cartagena de la dicha Orden …
y así mismo Ginés Pinar vecino de esta ciudad
síndico del dicho convento los dichos guardián y
frailes y el dicho síndico dijeron que por cuanto
los mayordomos y cofrades de la cofradía de la
Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo de esta ciudad tienen acordado de traer a dicho convento
e iglesia de él la dicha cofradía para que esté
en ella para siempre jamás y así tienen pedido
al dicho padre ministro provincial lo tenga por
bien concediéndoles las condiciones contenidas
/0
k%
y Juan Leonés de Guevara y Antonio de la Cerda
y Juan Moreno de Tudela y Hernando de Aguilar cofrades de la dicha cofradía y comisarios
nombrados por ella para este efecto … Por tanto
el dicho padre guardián y frailes del dicho convento de suso referidos y el dicho Ginés Pinar
síndico usando de la dicha licencia y en la mejor
vía y forma que ha lugar de derecho dijeron que
admitían y recibían en el dicho convento la dicha
cofradía de la Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo para que esté en el dicho convento e iglesia de
él para siempre jamás conforme a las condiciones y capitulaciones de suso contenidas …
La escritura cita una licencia de fray Diego de
+ ] ‚> [ 1595, inusualmente corta —ocho renglones—,
en la que el provincial autoriza al guardián a
admitir a la cofradía con las capitulaciones que
se habían pactado; y también un traslado autenticado del acta de la reunión hecha por los
mayordomos y cofrades de la Vera Cruz en su
sede provisional de la colegiata de San Patricio,
de 3 de Diciembre de 1595, que en la parte que
nos interesa dice: … que por cuanto la dicha
cofradía de la Sangre de Cristo al presente está
en esta iglesia colegial del señor San Patricio
por remoción que de ella han hecho los mayordomos y cofrades de ella del convento de santo
Domingo de esta ciudad donde antes estaban
por las causas y razones que tienen dicho en
otro cabildo y por otro que se hizo en veintinueve de Octubre de este año acordaron que la
dicha cofradía e insignias de ella se lleven al
convento de San Francisco de esta ciudad ex-
Para lo relativo al establecimiento de esta archicofradía en San Francisco ver MUNUERA RICO, D. y SÁNCHEZ ABADÍE, E. “La capilla
privativa de la extinta archicofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo de Lorca.” :. Madrid 2010; pp. 221-255.
32
tramuros de ella porque allí se les seguirá paz,
quietud, sosiego y aprovechamiento… Los tres
primeros puntos de las capitulaciones son los
que nos interesan ahora por contener detalles
de cómo se iba ocupando la iglesia y de en qué
estado estaba su construcción:
1. Que se le ha de dar y hacer merced de la
capilla que está junto y linda de la de Diego
Carralero y Francisco Soler so invocación de
San Diego, que está a la parte del Evangelio,
con más todo el plano de la confrontación de
la dicha capilla hasta llegar a los pilares de la
capilla que está de frente de la dicha capilla, que
al presente hay una puerta que sale a la parte de
la calle honda, para que la dicha capilla y todo
el plano de lo hueco de ella como está dicho sea
para enterramiento de los hermanos de la dicha
cofradía, atento que en sola la capilla no puede
haber enterramientos para todos los hermanos.
2. Item que la dicha capilla y plano se les ha
de dar sin ningún interés por razón de la obra
que está hecha en la dicha capilla ni en otra
manera.
3. Item que la dicha cofradía y hermanos de
ella han de ser obligados a acabar la obra de
la dicha capilla y ponerla en toda perfección a
su costa sin que el dicho convento les ayude ni
pague ninguna cosa para el gasto de la dicha
obra, y la dicha cofradía ha de ser obligada a
sustentar la dicha capilla a su costa de todo lo
necesario así de lo tocante a la obra como al
ornamento del altar.
@
(
la construcción de las capillas para poder venderlas con posterioridad, y los puntos segundo
/ )
salir del impasse que experimentaban las obras
del nuevo convento. Ahora se mostraban los
!
š
por cada capilla, ya que los cofrades exigen
que no se les cobre nada por lo que ya estaba
hecho —posiblemente cierre exterior y pilares
de delimitación— y a cambio no pedirían cosa
alguna a la comunidad por acabar la capilla.
27
Por el punto primero sabemos ahora que la capilla lindante tenía entonces dueño y que aún
no se había adjudicado la de enfrente de la nave
de la Epístola, en cuyo muro había una puerta
que daba a un solar frontero a la calle Honda
—actuales calles Aben Halaj y Campoamor—.
Tampoco, por tanto, se había construido aún en
esa zona en la que años después se emplazaría
un cuerpo anejo al primer claustro conventual.
Los franciscanos, a pesar de lo que siempre se
ha dicho, no dispusieron desde el principio de
la totalidad del solar en que hoy se encuentran
convento e iglesia. O eran conscientes de esa
/ obligaron a la compra de predios colindantes. A
/
ponde una escritura de 22 de Marzo de 1588 en
la que el síndico de San Francisco, el escribano
Miguel de Oloriz, adquiría a Diego Moreno y su
mujer, vecinos de Almería, unas casas que nosotros habemos fuera de la puerta Nogalte en la
calle Honda que lindan con el dicho convento y
con la calle pública las cuales le vendemos por
libres, francas de todo censo y tributo, vínculo
e hipoteca y otro señorío alguno y por precio y
cuantía de setenta ducados…27
Esta nueva iglesia que vamos viendo cómo se
levantaba en la segunda mitad del XVI, presenta una anomalía singular en los pilares que
delimitan las capillas. Se alinean correctamente
los seis primeros más cercanos a la capilla mayor —tres a cada lado— y a partir de ese mo ) " en años inmediatamente posteriores a 1575—
las capillas del lado de la Epístola sufren un
ensanchamiento irregular que descuadra paulatinamente el enfrentamiento con los pilares del
lado del Evangelio. No se puede achacar esa
deformación a impericia de los constructores,
sino a cambios que debieron tener su origen en
un aprovechamiento completo del solar que en
su esquina Noreste forma ángulo de más de 90
grados. El eje de la nave principal de la iglesia
+*#*1*‹*=>ƒ*‚}}*
33
Plano de San Francisco con indicación de las fases constructivas entre los siglos XVI y XVIII (Plano cortesía de Lavila
Arquitectos).
se trazó paralelo a la Cuesta de San Francisco y
eso iba a producir un espacio sobrante en forma
de cuña en la alineación de la iglesia y convento
Fachada de San Francisco. A la derecha se aprecia el
machón de piedra, hoy residual, que sustentaba el empuje
de los sillares por lado Oeste.
…>
con la calle Nogalte. Ese espacio irregular que
decidió ocupar el convento, daría como resultado más visible que la cara interior de la fachada
de la iglesia se construyese inclinada con respecto al eje de la nave principal, alineándose
con ella las construcciones posteriores. Se acomodaron a ese nuevo alineamiento tanto la cara
Norte de la torre como el cuerpo de dependencias conventuales que da a la calle Nogalte, que
presenta un descuadre evidente con el eje del
claustro que terminó de construirse a mediados
del siglo XVII. La crujía exterior de ese primer
claustro es posible que en origen estuviera retranqueada con respecto a la fachada que hoy
conocemos, dando lugar a un distanciamiento
del eje de la calle Nogalte cuyo espacio pudo
plantearse como atrio para la portería conventual. El contrafuerte que se puso inicialmente a
la fachada en el lado de poniente para contener
el empuje de los sillares, indica que cuando ésta
se construyó no había en ese lado ninguna edi)
!*
Ese contrafuerte, hoy residual, es visible en su
parte alta, permaneciendo el resto embutido en
las dependencias paralelas a la calle Nogalte.
Sobre la fecha en que pudo concluirse la totalidad del plano de la iglesia y se planteó la
construcción de la portada, no hay documento
que la aclare. Sólo los testamentos nos pueden
orientar al señalarse sepulturas en los pilares
de la iglesia o en el propio plano de la nave
principal, datos que comienzan a aparecer en
\
*{
fue en 1595 cuando la cofradía de la Sangre de
Cristo se instalaba en la quinta capilla del lado
del Evangelio, explicitándose entonces que la
correspondiente del lado de la Epístola no estaba concluida y que tampoco había en ese lugar
ninguna parte de claustro adosada a la pared
que delimitaba la iglesia, ya que una puerta en
el muro de cierre de esa capilla daba a la calle
Honda.
III. LAS OBRAS CONVENTUALES EN EL
SIGLO XVII
III.1. Una cofradía de moriscos
Se han abordado hasta ahora los pormenores
de la construcción de la iglesia nueva, que no
se había acabado totalmente cuando concluyó
el siglo XVI, y veremos a continuación cómo
avanzaron las obras durante el siglo XVII para
*@
señalaba antes que los franciscanos no despreciaron acoger en su templo cualquier devoción
popular que supusiese enlazar directamente con
la espiritualidad de la sociedad lorquina. Así
pues no nos puede extrañar el aval que el 7 de
+ =?†† ! / discretorio de San Francisco para establecer una
nueva cofradía, ocupando alguna de las capillas
libres, que desconocemos si llegó a funcionar
como tal. El documento es el siguiente:28
/
k
:#
de la Paz del señor San Francisco que quieren
erigir los granadinos.
En la ciudad de Lorca a siete días del mes de
Abril de mil seiscientos años ante mi el escribano
público y testigos de yuso escritos estando en el
convento del señor San Francisco de esta ciudad de Lorca parecieron presentes el padre fray
Francisco García guardián del dicho convento y
fray Andrés de Chumillas y fray Cristóbal Muñoz
y fray Juan Calvo predicadores y frailes conventuales del dicho convento y dijeron que ellos
han entendido que Luis de Luna y Alonso de
Ortega granadinos quieren erigir una cofradía
en el dicho convento so invocación de Nuestra
Señora de la Paz y considerado bien su intento
les ha parecido justo y que Dios nuestro señor
será servido y que es muy necesario para sus
entierros por no los haber querido acoger en las
otras cofradías y por el trato que han tenido con
los dichos Luis de Luna y Alonso de Ortega les
han parecido hombres honrados y de buen trato
y costumbres devotos a la religión inclinados a
0
#
#
0
de Cartagena y le suplican cuanto pueden les
mande dar licencia para erigir la dicha cofradía
y para que conste en todo tiempo lo pidieron por
escribano y pidieron a mí el dicho escribano les
dé un traslado a los dichos Luis de Luna y Alonso de Ortega y cualquiera de ellos para que procuren la dicha erección y lo otorgaron así siendo
testigos Garcilaso de la Vega y Juan Gil y Juan
"
"
$
doy fe conozco.
Trataban los franciscanos de dar plena cobertura
a un sector de la población, el de los moriscos,
diferenciado del resto por su origen, que tras la
guerra de las Alpujarras habían sido obligados
a abandonar sus pueblos y establecerse en grupos más o menos numerosos por multitud de
localidades españolas. A pesar de su conversión
al catolicismo, de que muchos de ellos, a tenor
aparente en las parroquias o habían sido admitidos en las cofradías más populares, plantea el
documento una cierta marginación social que
piados por la sospecha que inspiraban los con-
28
K]Œ0'`+1%Š`+{K*&*•]
1*[
š
)‡=JM==?=†ˆ–*{*Áreas›=>*]=}}‚~*==J
=>†~'‰+[${+**
35
versos. La solución drástica a estos problemas
se alcanzó con su expulsión de los reinos de
'
\ =?†} / =?=…* '
Lorca hubo un grado alto de integración social
de esta minoría, muestra de la cual es el testamento de la morisca Beatriz Segura, casada con
Francisco García de los del reino de Granada=J}?
Cruz y Sangre de Cristo mandándose enterrar
en la nueva capilla que la cofradía tenía en el
convento franciscano.29 La expulsión de estas
( >† \
vida local, produjo testimonios desgarradores
como el que se relata en el testamento otorga ‚J ' =?=† ]( { Isabel García, ambos de los naturales del reino
de Granada. Declaran que teniendo voluntad
de poner nuestras almas en vía de salvación
por estar camino para salir de estos reinos de
España en cumplimiento de la que S.M. manda,
hacemos y otorgamos nuestro testamento en la
forma y manera siguiente.30 La orden de expulsión era taxativa con respecto a los bienes de
los moriscos: no podían portar dinero alguno
en el momento de su salida y los inmuebles
quedarían sujetos a venta pública mediante subasta. En esa tesitura, disponiendo solamente
del ajuar doméstico, Martín e Isabel decidieron
que por el padre guardián de San Francisco, y
en su iglesia, se les dijera una misa cantada con
!
/ rezadas, pagado todo de los bienes que declaran
š™
que hacemos cuenta que es nuestro entierro.
Como calculaban que los bienes muebles que
iban a entregar a San Francisco tenían más valor, encargan además para esa ceremonia, que
• – vena y en cada medio de ella una misa rezada,
 lizada, más una misa cantada con diáconos y
diez misas rezadas. Querían también que se les
dijesen por sus almas al cabo del año 19 misas
y el último día una misa cantada con diáconos y
29
+*#*1*‹*ƒJƒ0=J}?*
30
+*#*1*‹*ƒJ‚J'=?=†*
…?
*
las misas del destierro de Nuestra Señora, de
la Cruz y desamparados, tres misas del ángel
de la guarda y tres a San Miguel; también 30
!
/ >†
por las personas a las que tuvieran algún cargo.
|
>†sas del Espíritu Santo; dos del justo juez, dos a
Nuestra Señora de los Remedios, dos a Nuestra
Señora de la Paz y dos más por las almas desamparadas. Hechas las cuentas de los sufragios
encargados por fray Juan de Villalba, vicario de
San Francisco, salieron a pagar 351 reales para
los que designaron los oportunos bienes. Se explicita que el guardián y los frailes habían de
(‚?‡
es, al día siguiente del testamento), en presencia
de los testadores, que entregarían los bienes al
acabar de decir todas las misas dándoles carta
de pago. Fueron testigos el regidor Pedro Ruiz
Soler, Francisco Soler Ruiz y Juan de Jódar. Es
bien probable que sólo pudiesen asistir el día
‚?
/
”
días de Febrero y primeros de Marzo los moriscos lorquinos fueron saliendo hacia el destierro.
III.2. Intento de traslación del convento de
las Huertas al de San Francisco
+ 
=?†† to conventual debía ir muy avanzado porque
los franciscanos decidieron que había llegado
las Huertas, tal y como anunciaba el padre Gonzaga en el texto que ya vimos. En los primeros
días del mes de Septiembre el ánimo de los
regidores se alteró por lo siguiente: mediando
sólo acuerdo de congregación, se había decidido que el convento de las Huertas dejara de
ser de observancia pasando a recolección. Los
frailes recoletos se rigen por unas normas más
estrictas de pobreza y vida contemplativa, y
sólo les estaba permitido pedir limosna de pan,
debiendo recibir lo demás por vía de donativo.
La oposición a este cambio fue inmediata, haciéndose patente mediante una petición dirigida
al Concejo en la que se encuentran estampadas,
otros muchos, los siguientes apellidos: Pérez
de Tudela, Alcorisa, Ponce de Guevara, Morata Leyva, Salazar, Leonés Mateos, Mateo Leonés, Leonés Alburquerque, García Mingo Juan,
Marín Leonés Teruel, Mula, Chuecos, Guevara,
Leonés de Guevara, Mateos Aguilar, García de
Guevara, Pérez Monte, Peralta, Mateos Rendón, Ponce de León, Ponce de Estadilla, Ponce
Quevedo, ... Todos ellos conforman un grupo
de poder social en el que estaban aglutinados,
a primera vista, representantes de la hidalguía
local, destacados comerciantes, escribanos, abogados de prestigio y familiares de canónigos.
El cuerpo de la petición decía lo siguiente: ...
y lo que más y peor es, que como es notorio la
casa y convento de Santa María de las Huertas
$
muchos reparos los cuales los dichos recoletos
no podrán hacer ni reparar atento su mucha
pobreza y así se ha de venir a perderse y caerse
la dicha casa y convento habiendo sido la mejor
de toda la Provincia y de presente es una de las
de más valor que hay y no solamente resulta el
dicho daño y perjuicio que vendrá y sucederá
en la dicha casa y convento, empero a todos los
que tienen capillas y enterramientos en el dicho
monasterio porque como es notorio en el dicho
monasterio tienen sus capillas y enterramientos principales muchos de la gente principal
de esta ciudad que tienen muchas memorias y
perpetuales dotadas sobre muchos bienes en
utilidad de dicho convento todo lo cual cesará
en notable perjuicio de los que tienen enterramiento y capellanías porque los dichos recoletos no lo pueden cumplir ni decir misas por
particular devoción sino por sus bienhechores
sin solemnidad más que a medio tono y se ha de
venir a perder la devoción de aquella casa...31
Cabe ahora la siguiente pregunta: ¿quiénes eran
las familias que tenían enterramiento en el con-
31
+*]*1*]!ƒ'
!
*
32
+{‰++
***?J*
vento de la huerta? El padre Vargas nos informaba sobre el particular unos años más tarde:32
... como fueron los caballeros Ponce de León,
descendientes del Comendador D. Pedro Ponce
de León arriba nombrado, los Guevaras, Leoneses, Leyvas, Garcías, Monzones, Moratas,
Bravos, Quiñoneros, Mateos y Menchirones,
de cuyos apellidos fueron los caballeros que
conquistaron a Lorca ... Comparemos esta re) š( y las concordancias, veinticinco años después,
son muchas.
El expediente formado sobre el asunto continúa
con una carta de Luis Ponce de León informando a la ciudad. En ella, después de dar cuenta
de los cambios producidos y de alabar la antigüedad del establecimiento por ser uno de los
principales de la Provincia, continúa diciendo:
… y por algunas causas so color y diciendo
que para la previsión y regalo de los enfermos
se hiciese un conventículo junto a la puerta Nogalte so invocación de San Francisco anejo y
unido al convento de Santa María de las Huertas donde se recogiesen las limosnas y curasen
los enfermos por parecerles a los frailes mucho
trabajo por estar el dicho convento de Santa
María de las Huertas muy apartado de esta ciudad siendo el dicho sitio muy acomodado a santidad y religión y así muchos años el convento
de San Francisco de esta ciudad estuvo unido
e incorporado a la guardianía de Santa María
de las Huertas y después de lo cual dividieron
e hicieron dos guardianías una del dicho convento de Santa María de las Huertas y otra de
San Francisco en esta ciudad y aplicada toda
la demanda de esta ciudad y su jurisdicción al
dicho convento de San Francisco perteneciendo
al dicho convento de Santa María de las Huertas y la demanda y limosnas pertenecientes a
la guardianía del dicho convento de los lugares
comarcanos la aplicaron al dicho convento de
Santa María de las Huertas y privaron de la
demanda de esta ciudad como miembro aparta-
37
do de ella habiendo sido su principio y fundamento de limosnas los vecinos y particulares de
esta ciudad hicieron importantes recabalgadas
y limosnas y socorros de los propios de esta
ciudad y de otras limosnas ordinarias y ayudas
que los vecinos siempre han hecho especial los
que en el dicho convento de Santa María de las
Huertas tienen y han tenido enterramiento y
lo que esta ciudad hizo con santo celo en fundación de dicho convento los dichos frailes le
desterraron y privaron de las dichas limosnas
remitiéndolos a los lugares comarcanos contra
el fundamento del dicho convento y la intención
de esta ciudad que le fundó según dicho es. Y
no contentos con el dicho agravio últimamente
han desterrado del dicho convento a todos los
frailes de la observancia sin causa ni razón que
justa sea siendo como han sido y de presente
son los dichos frailes religiosos muy ejemplares viejos y santos y que no embargante que se
han sustentado de las limosnas de los lugares
comarcanos y guardianía han acudido siempre
0
confesiones y administración de sacramentos y
sermones y predicaciones en el dicho convento
y en las iglesias de esta ciudad mucho más y
mejor que lo podrán hacer los dichos recoletos que pretenden traer al dicho convento… Y
siendo que el padre fray Juan Carrasco, guardián que ha sido en el dicho convento de Santa
María de las Huertas ha ido reparando la dicha
casa y en muchos necesarios, le remueven y han
removido por guardián de San Ginés para impedir y que cesen los reparos que iba haciendo
y muchos materiales de que estaba preparado
porque la evidencia del hecho y relación suso
dicha parece que el intento con el dicho convento de Santa María de las Huertas se tiene es
aniquilarlo y que se pierda y consuma a tanto
que no lo pueden vender ni del todo dejarlo ni
desampararlo y así lo hacen por las dichas vías
indirectas y querer aplicar la limosna de dicho
convento a otros efectos contrarios de la inten
+++
Termina Luis
Ponce de León aclarando la imposibilidad de
/(
para otro y la precisa licencia que necesitaban
38
los provinciales del Papa y del ordinario de la
Diócesis para poder crear nuevas guardianías
y provincias, como al parecer se quería hacer
con los recoletos. A continuación, la ciudad dirigió una carta al provincial, fray Juan de Villarrobledo, con mucha dureza implícita y una
advertencia velada: “... la cual novedad se ha
sentido por parecemos fuera justo que antes se
nos diera de ella noticia pues demás de haber
de pasar y sustentarse los tales religiosos con
limosnas nuestras se nos ofrece en esta casa
!
!0
con harta de los propios comunes y de particulares como se podrá bien ver en el cuaderno y
libro de la fundación de las casas de esta religión... La respuesta del provincial fue en tono
conciliatorio, y disculpa en parte el hecho porque la decisión se había fundado, según dice él,
en los deseos del vecindario. También anuncia
su próxima visita y expresa su intención de arreglar el asunto a conveniencia de todos. A pesar
de esa buena disposición, en Noviembre volvió
a reiterarse carta al provincial para que remedia
)/”M]=?†=
volvió a escribir al nuevo gobierno provincial
de la Orden para que paralizase el cambio en las
#
*+”
(
franciscanos probarían regularmente a reducir
ambos conventos en uno solo dando preponderancia al de San Francisco. El 22 de Enero
Vargas avisaba al Concejo lorquino de que se
habían fundado dos nuevos conventos en Totana y Vélez Blanco y que habían disminuido
en consecuencia las limosnas para los enclaves lorquinos. Su propuesta fue entonces dejar
dos religiosos en las Huertas que atendiesen al
vecindario de la zona y que el Concejo, como
patrón, corriese con las necesidades de aquel
establecimiento. También los regidores dieron
avisos a los frailes, como el de 9 de Abril de
=?†J ‹ a causa de no poder pedir en las mismas zonas que antes lo hacían los conventuales de las
Huertas, se preveía la ruina de la casa y que era
preciso que el general y el provincial tomasen
las adecuadas medidas para que no se produjese
la pérdida de un lugar de tan querido para la po-
blación, del que era patrono la ciudad y donde
había enterramientos de la gente más principal.
En esa cortesía anduvieron algunos años más la
ciudad y los frailes sin que hubiera una toma de
*
III.3. Obras conventuales
No contamos con todos los documentos que
relaten pormenorizadamente cómo avanzaban
las obras del nuevo establecimiento, pero sí con
/
veces con mayor precisión, qué partes se andaban construyendo en los primeros decenios del
siglo XVII. Cómo se hizo frente a los gastos
generados por la nueva construcción una vez
designado guardián para San Francisco, tiene
mucho que ver con la única guardianía que
) =Jƒ? / ende la utilización solidaria de las rentas de
las Huertas, tal y como señalaba Luis Ponce
de León en su escrito. Además, el aumento de
entierros, las mandas piadosas y pías memorias y la solicitud de hábitos de San Francisco
para ser utilizados como mortaja, procuraban
unos crecidos ingresos que contrastan con la
pequeña comunidad que habitaba entonces el
convento de la puerta de Nogalte. La frecuen !
abultadas compras que los conventos hacían de
\
/=?‚‚
cuando el guardián, discretorio y síndico de
San Francisco se obligan a pagar a Gabriel de
Alcázar, vecino y jurado de la ciudad de Mur?}†
/
125 varas de ese tejido a razón de cinco reales
y medio la vara.33 Las donaciones ocasionales y
la recogida de limosnas completaban una siempre ajustada economía conventual. Un ejemplo
de esos ingresos anuales en razón de las misas
33
A.H.L. Prot. 318, fol. 1.
…>
A.H.L. Prot. 255, fol. 113; SEGADO BRAVO, op. cit.
encargadas, lo ofrece el vínculo y patronazgo
de 52 misas que establecieron el 7 de Abril
=?†‚ [ % / |
Rael, a favor del convento franciscano, por un
=J?
raíces.…> De otra parte, no eran infrecuentes las
mandas testamentarias hechas al convento, es
(
del convento, o el apremio a los deudores del
convento por diferentes motivos, como el poder
=?‚?!/+
Jurado, a favor del profeso fray Mateo Gómez,
para que fuese a Totana y demandase el pago
>J†
‹1)
como arrendador de unas tierras en la cañada
de Gañuelas sobre las que Andrés Domingo,
el viejo, había instituido una capellanía.35 Todo
encajaba dentro de la frágil economía de un
convento, y si se había de prescindir de cualquier cosa se procuraba su venta para obtener
un desahogo por pequeño que fuese. Pero una
mula no era cualquier cosa y por la que tenía
el convento, de color negro y mediana, obtuvo
([&!{
…>
=?‚>*…?

(=?†Mpanario lo declara la escritura de 17 de Octubre
de ese año por la que Diego Mateo de Aguilar
se obliga a dar al fabriquero de San Mateo,
Martín de Teruel, tres quintales de metal de
arambre por otros tantos que ha prestado al
guardián y convento de San Francisco de la
puerta Nogalte extramuros de esta ciudad para
las campanas que se hacen en dicho convento
por haber falta de la dicha cantidad. El obligado podía devolver el metal sobrante, si lo
hubiere, y estaba obligado a comprar lo gastado para devolverlo. Por su parte, el cura de
San Mateo, en caso de impago transcurridos
ocho días desde la fundición, podría optar a
35
Para las mandas, y como ejemplo, ver el testamento de Cristóbal de Aguilar, en el que deja cuatro ducados para ayuda a la obra, en A.H.L.
‹*…?=*‚}J=‚=?…J~(‹*……†*=?>=}=?‚?*
…?
+*#*1*‹*…=ƒ*=‚>*
39
la compra de las campanas fabricadas.37 Este
campanario, por documento que más adelante
se verá, estaba en el mismo lugar en que hoy
se encuentra teniendo, posiblemente, una altura
de dos cuerpos que no superaría la del actual
coro. Su construcción parece estar ligada a la
de la fachada, ofreciendo seguridad a esa obra
de sillares por el lado del Este.
Durante las primeras décadas del siglo XVII los
frailes procuraron adquirir los terrenos necesa
) huerto como para la construcción del convento.
'
š)
los límites del huerto se inscriben tres escrituras
=?=}/=?‚?*'\%
Vergel, regidor de Lorca, vendió al convento de
San Francisco de la puerta Nogalte un pedazo
de tierra blanca con unas cindras? en la huerta
de Sutullena de esta ciudad que será de una
tahúlla algo más o menos o lo que es que linda
con huerto de dicho convento y con Martín de
Segura presbítero y con el brazal de arriba de
Sutullena que va al salobrar, que yo tengo y
poseo propio mío por donación que me hizo
Catalina Fernández viuda de Pedro Ros. Se lo
vendió por precio muy ventajoso y además de
los 180 reales que recibió de mano de Francisco Jiménez, síndico, el convento se obligaba a
decir en el altar de San Miguel que el vendedor
tenía en la iglesia del convento, una misa cantada llana por su ánima y la de todos sus difuntos
el día del arcángel, poniéndola en el libro donde
estaban las demás capellanías y memorias.38 Las
dos compras que se producen respectivamente
0/[=?‚?(
en total cuatro tahúllas —dos por cada compra— por las que los frailes pagaron la suma de
=*J>†
*39 La primera compra aporta alguna
información más, puesto que se dice que era un
pedazo de tierra que era huerto en Sutullena lindando con dicho convento y el brazal de arriba
y con la calle de la portería vieja, y que lo ven-
dían al convento para que con ello se haga un
huerto para la servidumbre de él. Dos aspectos
de estos documentos son relevantes: que aún en
esas fechas se hiciese mención de una antigua
portería situada en la zona del huerto, lo que
indica que no hacía tantos años que se había
construido el nuevo acceso por la calle Nogalte;
y que el huerto del convento alcanzase la que
)?†\
pués de la fundación.
La compra que se produjo el 3 de Febrero de
=?…M nuevo ensanche de las dependencias conventuales. Ese día Francisco Muñoz de don Pedro y
María Alcolea su mujer vecinos de esta ciudad
con licencia que la susodicha pidió y él se la
concedió … dijeron que por cuanto ellos tienen
mucho amor y voluntad de servir a Dios nuestro
#
%
:
^
para que vaya en aumento su convento que se
hace y está haciendo y tenga más anchura y por
otras causas justas que a ello les mueve de su
libre y espontánea voluntad hicieron gracia y
donación buena pura perfecta irrevocable que
llama el derecho entre vivos dada de su manda el dicho convento de San Francisco de una
casa en la calle Honda parroquia de San Mateo
linde el dicho convento y casa de Juan de Campos que tienen y poseen libres de censo y de
otra hipoteca con todas sus entradas y salidas
usos y costumbres derechos y servidumbres y se
desisten de la propiedad y señorío posesión y
otras acciones reales y personales que les pertenece y puede pertenecer en cualquier manera
y lo traspasan en el dicho convento y le dan
poder y facultad al padre guardián o síndico
de él que es o fuere desde luego aprehendan la
posesión de ella y como cosa suya dispongan y
entren y se constituyan por inquilinos tenedores y poseedores y se obligan a la evicción de
ella y dieron por aceptada esta donación y por
insinuada y si excede de los quinientos sueldos
37
+*#*1*‹*‚>ƒ*?‚†*
38
+*#*1*‹*‚}‚*=?>}+
=?=}*
39
+*#*1*‹*……†=}J‚}0=?‚?~/‹*……†*‚>}…=[=?‚?*
>†
de este exceso le hacen otra tal donación y por
legítimamente manifestada renuncian las leyes
que hablan acerca de las insinuaciones y la que
dice no valga la donación inmensa o general
y se obligan de no la revocar por testamento
ni codicilo ni por escritura pública ni en otra
manera tácita ni expresamente...>† La donación
hecha en este caso correspondería a unos 70 ducados aproximadamente, lo que da idea de que
la casa, aunque modesta en sus dimensiones, no
era de las más pequeñas de entonces. Posiblemente se trataría de un solar necesario para que
las dependencias conventuales que se planeaba
construir en breve pudieran tener la necesaria
) existentes en las inmediaciones.
III.3.1. El claustro
Aunque la iglesia y su fachada aún no estaban concluidas, tal y como iremos viendo por
documentos posteriores, la comunidad decidió
adelantar en estos años las obras que servían a
la habitación de los frailes, cuya comunidad co(
/
)*+
(=?=…
de construir una cuarta parte del claustro que es
de suponer sería la que daba a la calle Nogalte. La primera parte construida, por razones de
economía y de utilidad, sería la aneja a la iglesia
—hoy convertida en corredor—, que además
de procurar un acceso directo al espacio de culto necesitaba una inversión menor por tener ya
construido el muro que comparte con la iglesia.
‹
=J+=?=…
concertaban con Pedro Jiménez de Guevara la
elaboración de cinco mil ladrillos mil más o
menos a precio cada millar de dos ducados =
Y más toda la teja que fuere menester para cubrir el cuarto que al presente se está obrando
en el dicho monasterio a razón de cuarenta y
cuatro reales cada millar.>= Recibió el artesano
>†
+*#*1*‹*…M=*…=*…&=?…M*
>=
+*#*1*‹‚?}*Jƒ*
>‚
90 reales por adelantado y se comprometía a
entregarlo todo para el día de San Juan. Con la
construcción de esa parte del claustro se aislaba el espacio monacal del urbano consiguiendo
algo más de la privacidad característica de las
clausuras. El acopio de material de obra también continuaba en estas fechas, contratándose
ƒ [ =?=> (
con Salvador de Ayala que los habría de dar
corrientes para el mes de Febrero del año siguiente.>‚
Esta parte del convento no se terminó de obrar
hasta mediados del siglo XVII. Sería en Octu=?Jƒ!&
co, fray Francisco de Lara, y el síndico, Juan
de Morales Gris, concertasen con los canteros
Francisco Pérez, Antonio de la Rosa y Lorenzo
de Mora, vecinos de Lorca, y Diego Milanés,
vecino de la de Murcia, lo siguiente:
… dijeron que los otorgantes como maestros de
cantería tienen tratado y concertado con el dicho
padre guardián y dicho síndico de hacer el claustro del dicho convento en esta forma; que lo han
de hacer de piedra franca, cuadrado, con cuatro
arcos cada uno cerrados por la parte de arriba y
de arco a arco hasta el primero suelo del dormitorio del dicho convento, dejando perfeccionado
y acabado hasta el dicho primero suelo y con sus
cornisas ajustadas al enmaderamiento que se ha
de hacer en dicho primero suelo y arbotantes y
todo de dicha piedra que han de ser ocho, dos en
cada esquina, sin que intervenga obra de otros
materiales más que sillares y piedras labradas
del género referido todo a costa de estos otorgantes, excepto que por parte del dicho convento
se les ha de dar el yeso y cal que fuere necesario
para tomar las juntas de dichas piedras y así
mismo se les ha de dar la madera y lías para
los andamios; y la piedra que de presente está
con diferentes molduras de escultura en el dicho
claustro las han de alisar y labrar para que sirva
para dicha obra y con ella han de hacer los dos
paños del dicho claustro y la que faltara la han
de cortar los dichos maestros y desde la cantería
A.H.L. Prot. 272, fol. 557.
>=
Vista parcial de dos arcadas del claustro de 1658 cegadas en su totalidad por sucesivas reformas.
hasta el dicho claustro se ha de traer a costa de
dicho convento y lo mismo se ha de entender con
la piedra que fuere necesaria para los dos paños
del dicho claustro restantes y así mismo ha de
correr por cuenta de dicho convento el hacer
todos los cimientos que fueren necesarios para la
!
0
!
+
{
los paños que han de hacer con la dicha piedra
labrada que de presente hay en dicho claustro
se les ha de dar y pagar trescientos ducados en
moneda de vellón los cien ducados de ellos luego
que comiencen dichas obras, otros cien ducados
cuando ésta esté a la mitad de dichos dos paños
y otros cien ducados luego que los acaben de
hacer con toda perfección; y por los otros dos
paños se les ha de dar quinientos ducados de
vellón la tercia parte de los doscientos cincuenta
ducados del uno de ellos luego que lo comiencen
>…
y otra tercia parte estando a la mitad la obra de
él y la otra tercera parte luego que se acabe y
de la misma forma se les han de pagar los doscientos cincuenta ducados del otro paño sin que
el dicho convento tenga obligación a dar a los
dichos maestros otra cosa alguna.
Se obligaron los maestros, siempre que se hiciesen los pagos, a no dejar la obra ni alzar las
manos de ella.>… La lectura incompleta de este
contrato por el profesor Segado Bravo, generó
un análisis que creemos errado. Apunta Segado
que existía un claustro del XVI, cuyas piedras
se reutilizaron para la construcción, y asigna
una cuantía total de 300 ducados para toda la
obra. Ahora vemos claramente que se pagarían
300 ducados por las dos partes del claustro en
+*#*1*‹*>‚J*…ƒ‚*+
!
'‰+[
BRAVO, P. Lorca Barroca. Editum, Murcia 2012; pp. 189-212. En sucesivas notas se advertirá, de forma abreviada, su anterior utilización
en este mismo libro.
>‚
las que se iba a aprovechar la piedra existente,
y que las dos partes restantes, de nueva fábrica,
costarían 500 ducados. Esa diferencia de precio
plantea varias cuestiones que vamos a intentar
solventar. El claustro existente hasta ese momento no era completo, y lo más plausible es
especular con la idea de que había dos partes
ya construidas en ese momento —dos cuartos"(
/*
que se habría de alisar la piedra existente y tallarla de nuevo, siendo posible que los sillares
se trabajasen in situ, y además que de arco a
arco se habría de cerrar el paramento por arriba
lo necesario hasta ajustar la cornisa al nuevo enmaderamiento del piso superior. Esta lectura del
documento contrasta con la hecha por Segado,
que supone que los arcos irían cegados en su
parte superior. Las partes del claustro construidas carecían de arquería de apoyo que ahora se
ordena poner —dos arcos en cada esquina— y
se prevé la falta de piedra para completar la
construcción de esas dos partes ya levantadas,
lo que apunta a un volumen de cantería mayor
que el existente. Se diferencia la obra en dos
partes y con precios diferentes porque realmen
š
tarlo a la obra nueva que completaría el claustro
—dos cuartos hechos desde el cimiento—. La
diferencia de coste debe responder, en su mayor
parte, a lo que valdrían el corte y la labra de las
nuevas piedras.
El claustro era bastante sencillo, con arcos de
factura lisa sólo adornados en la rosca de la cara
vista con un cuarto de bocel. Las pilastras, con
sus correspondientes basas, se remataban con
/ š
un cajeado simple como único adorno. Una austeridad decorativa característica de los claustros
franciscanos que solían construirse, preferentemente, con ladrillo. La utilización de piedra así
como la terminación con ladrillo del piso superior, son las diferencias fundamentales de este
>>
claustro lorquino con otros contemporáneos de
la Provincia de Cartagena.
III.3.2. La iglesia
El proceso de adjudicación de capillas de enterramiento y sepulturas en el plano de la nave
principal continuó durante toda la primera mitad del siglo XVII, lo que da idea de la lentitud
con que avanzaron las obras de la iglesia. El
progresivo desplazamiento de los pilares del
lado de la Epístola a partir de una fecha indeterminada en torno a 1575 para conseguir alinear la fachada con la calle Nogalte, poco dice
a favor de que parte de la portada de la iglesia
estuviese construida ya desde la fundación o
pocos años después. Lo más lógico es pensar
)
pillas del lado del Evangelio aconsejase retrasar
el planteamiento y la construcción de la portada
total de la iglesia y, en consecuencia, el cierre
*[
les se exponían a pagar los costes de una nueva
cimentación y lo incierto que podría resultar el
traslado de la cantería ya asentada.
Pero antes de abordar la construcción de la fachada, repasemos las últimas adjudicaciones de
capillas hacia los pies de la iglesia. En Agosto
/=?‚…
)
de su síndico Tomás García Carrasco, dieron,
respectivamente, a Martín de Robles y Ginés
de Secilla un pilar de enterramiento y una sepultura posiblemente en el lado de la Epístola,
cercanas a la fachada.>> El documento de la sepultura sitúa en sus cercanías otros dos enterramientos de los que no tenemos documentación
del momento en que se adquirieron: el altar de
Carlos Vergel, que estaba en un pilar y bajo la
advocación de San Miguel, y las sepulturas de
las beatas Fonllanas. Más información aporta
la cesión a la cofradía de la Vera Cruz y San-
+*#*1*‹*…=ƒ
*MJ*/}>*
>…
gre de Cristo de una nueva capilla aneja a la
que ya poseían.>J La licencia para esa adjudi) ( [ =?‚?
& =?‚ƒ nuevo provincial. Precediendo la licencia y el
) escritura el 28 de Febrero diciendo los frailes
que daban y dieron en venta real para ahora
y para siempre a la cofradía de la Sangre de
Cristo sita y fundada en el dicho convento y a
sus mayordomos y tesoreros que son o fueren
para la dicha cofradía conviene a saber una
capilla que está junto a la otra que tiene y posee la dicha cofradía de la Sangre de Cristo y
Santa Vera Cruz que es la que inmediatamente
se sigue hacia la parte del coro la cual no tiene
dueño sino que siempre la ha tenido y poseído
el dicho convento que está al presente decente
(sic) y arruinada y para la poner en perfección
como requiere la vendían y vendieron a la dicha
cofradía. El retraso en la adjudicación se debió,
sin duda, a la condición expresada en la primera
licencia por la que se prohibía que por ningún
caso se consienta romper la pared que divide
las dichas dos capillas por el peligro que puede
causar a la pared principal de la iglesia, mas
solamente se podrá abrir una puerta pequeña
que está cerrada con ladrillos para que por ella
se puedan mandar las dichas dos capillas. A
)
enmienda alguna de la restricción impuesta, al
redactarse la escritura se dice que la entrega se
hacía para que la obren y reparen y acaben a la
disposición de su voluntad y se les dio licencia
y facultad para que puedan quitar la pared que
divide esta capilla de la otra que la dicha cofradía tiene haciendo entre dos dichas capillas
un arco de piedra labrada fuerte para que se
comuniquen las dos capillas luego o cuando la
dicha cofradía tuviere lugar para poderlo hacer
y se obligarán los dichos padres guardián y
demás religiosos por sí y en nombre de los que
son o adelante fueren a que no se prohibirá el
>J
+*#*1*‹*……M*>>*
>?
+*#*1*‹*……M*>‚==ƒ=?‚ƒ*
>>
que se quite la pared medianera que divide las
dichas dos capillas y si acaso se les prohibiere
el no hacer el dicho arco que hayan de volver y
restituir los dichos cincuenta ducados con más
los mejoros y reparos que la dicha capilla tuviere... La valoración de la capilla entregada fue
de 50 ducados, que se confesaban entregados al
síndico, y en Octubre de ese año, después de correr la obra durante un tiempo aceptando pujas
y bajas, el albañil Francisco Montero se quedó,
por 320 reales, con el trabajo que solicitaba la
cofradía que es descrito así: Primeramente se
ha de hacer un arco entre las dos capillas de
ladrillo derribando la pared se ha de proseguir
la obra en conformidad de la que está acabada
excepto la bóveda y la pared que da(?) y a la
parte de la iglesia se ha de hacer y proseguir
con la grosura que ella tiene dejando arriba
del tejado una cuarta de pared guiada y para
costa de la obra se le ha de dar los materiales
al pie de la obra y el agua en los aljibes del dicho convento y la obra que tocare a cantería el
dicho Francisco Montero ha de llevar maestro
asentarla a su costa y la dicha cofradía y los
dichos sus mayordomos en su nombre dar los
sillares labrados como convenga = con declaración que el arco que divide las dos capilla
ha de ser de ladrillo y al principio un sillar en
cada lado y en la vuelta del arco con su cornisa
de piedra labrada en la conformidad dicha y
todo por cuenta de la dicha cofradía.>? Estos
”
\
=?‚ƒ
había completado con capillas todo el lado del
Evangelio y que es muy probable que también
hubiese concluido el lado de la Epístola por
el procedimiento ya descrito de hacer el convento, a su costa, esos espacios para venderlos
posteriormente, extremo que vuelve a poner de
adquirió la Vera Cruz y Sangre de Cristo.
Un dato más, aunque algo tardío, asegura que
la comunidad poseía enteramente algunas de las
capillas de la iglesia sobre las que fue dispo * ' =??J caba un nuevo espacio privativo en la iglesia
con características especiales. Veamos el documento:>M
En la muy noble y muy leal ciudad de Lorca
a veintiséis días del mes de Diciembre de mil
seiscientos sesenta y cinco años estando en el
convento de San Francisco de esta ciudad en
la puerta Nogalte ante mí el escribano público
y testigos infrascritos parecieron el padre guardián y religiosos del dicho convento por lo que
en esta escritura les toca juntos en su sala capitular como lo tienen de costumbre a son de
campana … de una parte y de otra aneja al dicho
convento don Juan de Morales Gris, vecino de
esta dicha ciudad, síndico del dicho convento,
para según derechos canónico y civil y las constituciones de esta casa de religión intervenir a
lo más lícito en lo que de yuso será mencionado
otorgado y decidido en esta escritura y usando
de la patente para todo ello librada de nuestro
padre provincial que se exhibe y requiere a mí el
escribano para que la incorporara en este instrumento y yo el dicho escribano lo hice y su tenor
a la letra es como se sigue: Fray Juan Ballesta
ministro provincial y siervo en esta Provincia de
Cartagena de la regular observancia de nuestro
padre San Francisco al padre guardián padres
discretos y demás religiosos de nuestro convento
de San Francisco de la ciudad de Lorca Salud y
Paz en nuestro señor Jesucristo etc. Por cuanto
nos consta el deseo piadoso que el licenciado
don Antonio de Molina y don Andrés Ladrón de
Guevara tienen de poseer una capilla que está en
la puerta reglar de ese nuestro convento por tan
$
mucha devoción que tienen a nuestro santo hábito y al afecto con que atienden a nuestra sagrada religión y porque de presente ofrecen dar de
limosna trescientos reales por el tenor de la presente ordenamos y mandamos a V.R.R. hagan las
diligencias que disponen nuestras constituciones
que es juntarse tres veces la comunidad a dar su
parecer y hecha esta avisará el padre guardián
al síndico del juicio y sentir de ella para que el
dicho síndico en nombre de la Silla Apostólica dé
y conceda a los susodichos la dicha capilla para
>M
sí sus herederos y sucesores con condición que
la memoria o memorias que en ella fundaren se
cumplan por los religiosos de nuestro convento
que en cuanto es de nuestra parte juzgamos por
conveniente la dicha donación y por la presente
0
!
valederas interponiendo la autoridad de nuestro
secretario en nuestro convento de San Francisco de San Clemente en diez de Noviembre de
mil seiscientos sesenta y cinco años. Fray Juan
Ballesta ministro provincial. Por mandado de su
paternidad muy reverenda Fray Juan de Haro
secretario de la provincia.
La cual dicha patente y licencia concuerda con
su original que en auténtica forma según fue exhibida se entregó al dicho padre guardián y convento y usando de ella dichos padre guardián y
convento dijeron que para el efecto referido han
precedido los tres tratados que disponen las sagradas constituciones de esta religión y de ellos
ha resultado y de este nuevo resulta ser útil y de
conveniencia y provecho a este dicho convento
que se consiga el efecto de dicha patente por
tanto dan remisión facultad y plena disposición
al dicho don Juan de Morales Gris síndico de
este dicho convento para la donación de la dicha
capilla como se ordena por la dicha patente y el
dicho síndico auxiliado del dicho despacho provincial y licencia del dicho convento por razón
$
!
$
buena pura perfecta irrevocable de las que el derecho llama intervivos de la dicha capilla citada
y siendo necesario a mayor abundamiento otorga
venta cesión y transferencia en forma para siempre jamás a los dichos licenciado don Antonio de
Molina y don Andrés Ladrón de Guevara vecinos
de esta ciudad para los susodichos su casa familia y personas que sus veces voluntad y derecho
tengan en cualquier manera para que gocen de
ella en propiedad con los demás derechos sedendi et sepelendi y anejos que les pertenezcan de
hecho presente y que resultare futuro en el dicho
precio y cuantía de trescientos reales vellón que
el dicho síndico recibió de los susodichos a vista
+*#*1*‹*>??*=……*
>J
y en presencia del presente escribano y testigos
de cuyo entrego doy fe y se dio por entregado y
contento a su voluntad y otorgó carta de pago en
forma y declaró que el justo precio son los dichos trescientos reales los ha recibido de limosna
y en ella ni en otra forma no tiene más valor y
en caso que lo tenga de la demasía hace gracia
y donación a los dichos compradores en la forma
insinuada sobre que renuncia la ley del ordenamiento real hecha en las cortes de Alcalá de Henares… = Y por los dichos compradores se han
de observar y guardar las condiciones siguientes
por los susodichos y quienes sucedieren =
Lo primero que los dichos compradores han de
!
convento tenga obligación a poner cosa alguna
y han de adornarla con toda decencia.
Y que al dicho convento no se le pueda impedir
el derecho de usar de la puerta reglar que está
en la dicha capilla en el tiempo de procesiones
clausurales, San Francisco y porciúncula y en
otros actos en que hubiere concurso grande y no
pudiendo entrar la gente por la puerta han de
entrar por la dicha puerta reglar que está en la
dicha capilla.
Y que los dichos compradores y sus sucesores
fundando memoria o aniversarios y otras disposiciones ha de correr su importe por cuenta de
los religiosos de este dicho convento en conformidad de la patente del dicho padre provincial.
Y con lo referido estando presentes los dichos
licenciado don Antonio de Molina y don Andrés
Ladrón de Guevara su cuñado vecinos de esta
ciudad aceptaron esta escritura y sus condiciones y se obligaron por sí y sus sucesores de estar
y pasar por ellas para siempre jamás = Y al
$
|
Acaba la escritura con las cláusulas habituales
/ K ]
Gris, Antonio Molina y todos los frailes más
el escribano, Pascual García. Esa puerta reglar,
como también aquella otra que se describía en
=J}?
tonces a la cofradía de la Vera Cruz y que daba a
>ƒ
SEGADO BRAVO, op. cit.
>?
la calle Honda, han aparecido al descarnar parte
de la pared del corredor. Se situaba la reglar en
la tercera capilla del lado de la Epístola, en el
centro de la nave principal, ocupando prácticamente todo el fondo de la capilla y dando entrada al claustro en mitad de la crujía que lindaba
con la iglesia. La obligación de los compradores
de terminar la capilla debe referirse a la construcción de la bóveda, ya que los pilares y el
corredor superior estarían terminados para esa
fecha. Recordemos que esta capilla es la que el
convento acordó obrar a su costa con el maestro
Lorenzo de Goenaga en 1575.
III.3.3. La portada
1 ) =?‚†
ción de acometer la obra del coro, que se asienta
sobre las dos últimas capillas de cada lado, de
conectar ese nuevo espacio con la mitad del
/
=?=…/
de unir nave principal y capillas con una portada que no se tiene la completa seguridad de que
š
/
*'
Pedro Segado es quien más ha escrito sobre
este último particular y la teoría que traza sobre
la portada de San Francisco concluye que su
ejecución corresponde a dos épocas distintas:
El cuerpo inferior, o principal, que es de la primera etapa constructiva de la Iglesia, tuvo que
#
del siglo XVI, pues en 1565 la Iglesia estaba
terminada. El cuerpo superior data de 1638.48
Como ya se ha señalado, la iglesia no es sólo

inauguración, sino que tardó muchos decenios
/ ) que la obra de la portada —más bien parte de
ella— pertenece a aquellas fechas o a años inmediatos pudiera no ajustarse a la realidad, más
”
exactitud su cronología. Dos datos que parecen
solventes guiaron esa deducción: los aportados
por diferentes cronistas de la Provincia de Cartagena, ya vistos, que insisten en señalar una
iglesia terminada que desmienten los documentos; y los rasgos estilísticos de su arquitectura,
que señalan una época y un modelo concreto.
La parte baja de la portada del convento de la
calle Nogalte tiene como referente formal más
próximo la portada de mediodía de la colegiata
de San Patricio. Compuestas las dos a modo
de arco de triunfo con columnas pareadas y retropilastras, asentado todo sobre alto plinto y
con sendas hornacinas en los intercolumnios,
tiene sien embargo la de la colegiata una decoración escultórica mucho más rica que la de
San Francisco, que es de líneas arquitectónicas
severas y está desprovista de cualquier elemento decorativo. Espín Rael, en 1927, atribuyó la
portada de la colegiata a Lorenzo de Goenaga
con las siguientes palabras: Lorenzo de Bonaga
(corregiría el apellido en publicaciones posteriores) murió por el año 1591, dejando hecha
parte del crucero, con el arranque de sus pilares, y la puerta de éste que daba salida a la
Plaza Mayor, con sus gradas que muchos años
después se quitaron para hacer el carrerón o
rampa que ahora da acceso a ella.>} mación, que parece bien documentada, no ha
sido contradicha hasta ahora por nadie puesto
que ningún documento al respecto ha puesto
en duda la autoría. Pero a pesar del parecido
formal con la de San Francisco y de la posibilidad de que el mismo maestro fuera el tracista
de esta última, Gutiérrez Cortines al tratar del
convento franciscano de Lorca, en unos años
(
)
así: No se conoce el proceso constructivo ni
quiénes fueron los maestros de la obra, pero es
de suponer que el cuerpo principal ‡
a la iglesia) seguiría adelante a lo largo de la
última década del siglo dieciséis, mientras que
la fachada, lisa, con una portada dentro de la
línea clasicista, con columnas y entablamento
muy sencillo, fue construida a comienzos del
siglo XVII.50 Sin duda, en esta disparidad de
=?
+
=?…ƒ (
en su obra ya citada, y que en las partes que nos
interesan es como sigue:51
En la ciudad de Lorca... estando en el convento
de señor San Francisco de esta ciudad el padre
guardián y demás frailes de él habiéndose juntado y congregado a son de campana tañida para
tratar y conferir cosas tocantes a dicho convento
... de la una parte, y de la otra Juan Garzón
piedrapiquero y Juan Rodríguez albañil vecinos
!
}
Cada parte por lo que les toca juntamente de
mancomún a voz de uno y cada no de ellos por sí
y por el todo insolidum renunciaron las leyes de
la mancomunidad, división y excursión como en
ella se contiene = dijeron que por cuanto todos
estos otorgantes tienen tratado de proseguir y
acabar de hacer la obra de la iglesia del dicho
convento y para que conste las condiciones que
tienen tratado las declaran y son las siguientes:
Primeramente se tienen de levantar y proseguir
conforme van erigidas? de piedra labra friso y
cornisa que corra por toda la iglesia.
Y es condición que se han de hacer y cerrar los
tres arcos torales que corresponden a las tres
pilastras de piedra labradas y en cada capilla
de arco a arco se han de hacer sus formaletes
de piedra labrada donde siente y descanse la
bóveda.
Item que se tiene de hacer y proseguir la fachada
de la parte de la puerta de la iglesia reparando
el friso y cornisa en que fuere menester prosiguiendo la fachada conforme a la traza que está
dada.
>}
ESPIN RAEL, J. “Los maestros de la obra de la Colegial” BOLETÍN DE LA JUNTA DEL PATRONATO DEL MUSEO PROVINCIAL DE
BELLAS ARTES. Año 5, Murcia 1927; pp. s/n.
50
‰^|Œ{{'`%{|0'['1%{{+1%*Renacimiento y arquitectura religiosa en la antigua diócesis de Cartagena (Reyno de Murcia, Gobernación de Orihuela y Sierra del Segura). %+
/+
|
]=}ƒM~*>ƒJ*
51
SEGADO BRAVO, op. cit.; y A.H.L. Prot. 371, fol. 119 vto.
>M
Es también condición que ha de correr cornisa
de piedra labrada por lo alto de la iglesia por la
parte de afuera alrededor del tejado.
Es condición que en la última capilla que hace
esquina a las dos calles se ha de hacer torre
desbaratando lo que hoy está hecho sacándole
cimientos bastantes conforme a el arte levantándola hasta el vuelo del coro de seis palmos de
grueso de pared y de allí arriba encogiéndola lo
que convenga y formando la escalera o caracol
de allí para arriba.
Que todo esto lo han de hacer y lo demás que se
ofreciere quitando o añadiendo obra los dichos
Juan Garzón a tasación de dos maestros puestos por ambas partes del convento y maestro
dicho.
Con condición que la piedra que se hallare labrada y por labrar del convento se ha de apreciar por lo que valiere y la demás que faltare
la tiene de sacar en las canteras el dicho Juan
Garzón y el convento la ha de traer a su costa.
Item asimismo el dicho convento se obliga a dar
todos los materiales necesarios dentro de casa
así agua, sogas, clavos, espuertas, sogas, maromas, garruchas y madera para andamios y para
tiro y cimbras y lo demás que se ofreciere de
suerte que tan solamente ha de poner el maestro la manufactura para lo cual le ha de dar el
convento cada sábado doscientos reales para la
costa de la gente que trajere.
Y es condición que la tasación se ha de hacer de
cuatro a cuatro meses para la ver quién deberá
a quién la cual se ha de comenzar a primero
día del mes de Septiembre primero venidero de
este año y el dicho Juan Rodríguez maestro de
albañilería se obliga por su parte a hacer lo que
toca a mampostería, sentar ladrillo, enlucidos,
bóvedas y toda obra de yeso y tejados dándole
el convento como dicho es en las condiciones de
arriba y asiento con el dicho Juan Garzón los
materiales y demás materiales y menesteres para
52
53
la obra de modo que toda la manufactura ha de
poner solamente.
Y al dicho Juan Rodríguez se le ha de dar cada
semana para la gente doscientos reales.
Y con lo susodicho los dichos padres guardián y
demás frailes dichos Juan Garzón y Juan Rodríguez cada parte por lo que les toca se obligaron
de cumplir y pagar lo que a su cargo es y si no
lo hicieren que el dicho convento pueda poner
personas a costa de los susodichos que cumplan
y por lo que gastare y costas se les ejecute.
Y asimismo si el dicho convento no les pagare las
dichas cantidades cada sábado puedan dejar de
acudir y hacer la dicha obra e ir a hacer otras o
lo que les pareciere.
Y todos renunciaron a toda excepción de engaño
y otro derecho que les competa…
Casi todas las cláusulas de este contrato merecen un comentario, pero antes es conveniente
aclarar la competencia profesional de los maestros contratados. De Juan Rodríguez el propio
contrato nos informa sobre lo que era capaz de
hacer: mampostería, sentar ladrillo, enlucidos,
bóvedas y toda obra de yeso y tejados. Su cua)

ran por estos años los reparos que precisaba la
torre de Águilas y la reconstrucción del granero
del Monte de Piedad.52 Con respecto a Garzón,
al que se le llama piedrapiquero, sus cualidades
como cantero quedan fuera de toda duda por
lo que de él dice Espín.53‹
artista va surgiendo poco a poco con nuevas
publicaciones.J> 0 =?†J =?‚M
su actividad está documentada en Lorca en las
(*#=?…?trimonio con Ana Zamora y Castro, viuda de
‰‹%
*@
(do Juan y Alonso, que llevarían el apellido del
padre durante toda su vida y a los que Garzón
+*#*1*‹*…??*==M/‹*…MM*=…ƒ*
ESPIN RAEL, J. (
(
"*1=}…=~*}?}}*
J>
POZO MARTÍNEZ, I. “La Iglesia parroquial del Salvador, Carcavaca (Murcia)” MURGETANA=†?*]‚††‚~*…M?M~Ÿ0Ÿ'+[
D.T. Pintores y doradores en Sevilla: 1650-1699. Documentos. Segunda edición revisada. Bloomington 2009; pp. 22-23, 207; ROMERO
TORRES, J.L. “Juan Pérez Crespo, escultor y padrino de la Roldana. Su trayectoria Lorca-Granada-Sevilla.” LABORATORIO DE ARTE 25.
‚†=…~*…M=…}?*
>ƒ
Portada del convento de San Francisco.
reconocía como hijos suyos. Juan se educó para
ser escultor en el taller granadino de Alonso de
Mena, mientras Alonso permaneció junto a su
padrastro formándose como cantero. Tres obras
más de Garzón son conocidas en Lorca: la re=?…ƒ
ver; la construcción de un puente en Lorca en
ese mismo año, por el que el cantero hubo de
responder al ser arrastrado por una riada al año
de su construcción; y la del muro norte de la
‹ =?>} nó problemas al cantero al pleitear el Concejo
* ' =?JJ ( obras que se le encomendaron en la ermita de
la Soledad de Caravaca, y en ese mismo año
)rroquial de El Salvador de la misma localidad,
labrando el cuerpo superior de esa obra renacentista, la cornisa y sobre ella una galería con
cuatro arcos a semejanza de los que ya había
* ' =?J} /
su hijo Juan, asentado éste como escultor en Sevilla, marcharía a aquella ciudad donde volvió a
=??†*'=??J
en un documento relacionado con alquiler de
casas junto al pintor sevillano Matías de Arteaga, diciéndose él mismo maestro arquitecto. De
Portada de mediodía de San Patricio atribuida al maestro
Lorenzo de Goenaga.
ser hijo suyo Juan Francisco Garzón, aprendiz
de pintor con Francisco de Meneses Osorio, ya
(=?M‚
de aprendizaje. De todo lo visto y por la obra
conservada, se desprende que Juan Garzón era
//
ciencia cualquier trabajo que de él se requiriera.
Con esta información es más fácil analizar el
=?…ƒ* 1 son las palabras proseguir y acabar de hacer
la obra de la iglesia bezamiento, sugiriendo una continuidad en el
trabajo de quienes lo podrían haber iniciado, suposición de la que no se tiene ninguna certeza.
No hay vacilación posible de lo que se trataba
=?…ƒ™
”
tramo hasta los pies conforme a lo que estaba
hecho, llevando por la parte alta de la iglesia
friso y cornisa corridos. La segunda condición
está expresada de modo confuso hablando de
arcos torales correspondientes a tres pilastras
>}
recién construidas y que en cada capilla —se
entiende serían las nuevamente delimitadas por
las pilastras— de arco a arco se han de hacer
sus formaletes de piedra labrada donde siente
y descanse la bóveda. Aunque los arcos torales
parecen remitir a la zona del crucero, creo que
esta cláusula al completo trata sobre los cerramientos de las capillas situadas debajo del coro
y la construcción de la bóveda de esta parte
de la nave principal. Hay que recordar que la
obra del crucero pertenece a la segunda mitad
del siglo XVII y que su conclusión, en los términos que luego veremos, no se contrató hasta
=?ƒ}* ' proseguir vuelve a utilizarse
en la tercera condición, en la que se aborda la
)
habría de reparar friso y cornisa donde fuere
menester, y todo ajustado a la traza dada. Nada
se dice de escudos ni hornacina ni ventana con
recerco, detalles costosos en su ejecución que
( 
cantería. Es curioso que no aparezca nada de
lo dicho pero que en la siguiente cláusula sí se
mencione un trabajo menor: la cornisa de piedra
labrada que habría de coronar por fuera, bajo el
tejado, toda la obra de la iglesia. Mucho más
interesante es la cláusula siguiente referida a la
construcción de nueva torre. Habría de desbaratarse lo hecho —aquel viejo campanario para
=?†M"
nuevos cimientos y elevarla con una pared de
seis palmos de grueso hasta alcanzar lo alto del
coro, encogiendo la pared lo que conviniese en
los cuerpos siguientes. Se dice que el modo de
acceso, una vez salvado el primer cuerpo, sería
mediante escalera o caracol. Hay que advertir
que en la base de la torre estaba la segunda
capilla adquirida y construida por la cofradía
%
=?‚ƒ /
aún son visibles hoy en el acceso al campanario
desde la nave principal. Hay que suponer que se
respetaría esa propiedad y que desde esa fecha
en adelante la entrada al campanario quedaría
situada en el coro. Es desde ese primer cuerpo desde el que partiría la escalera que daba
55
J?
+*#*1*‹*……†*?†*
A.H.L. Prot. 330, fols. 5 y 19.
50
acceso directo a las campanas. Las siguientes
dos cláusulas parecen referirse sólo a Garzón
\/
se trata sobre todo de obra de cantería. En ellas
se insinúa que habría que poner y quitar obra
allí donde se iba a actuar y que el trabajo estaría sujeto a tasación de dos maestros, uno por
cada parte. También, que se habría de valorar la
piedra labrada y por labrar propia del convento
para sacarla de la cuenta de gastos, comprometiéndose además el convento a correr con el coste de aquella otra que hubiera de traerse de las
*%
!
económica posible, la comunidad suministraría
todo lo accesorio para el trabajo del maestro,
dando semanalmente doscientos reales para el
pago de jornales. Cada cuatro meses se harían
las tasaciones para ajustar pagos, y en este punto es cuando se menciona que Juan Rodríguez
( —mampostería, obra de ladrillo, enlucidos, bóvedas, obra de yeso y tejados—, acordándose
las mismas condiciones ajustadas con Garzón.
También se acuerda para él que se le pagarían
semanalmente doscientos reales para salarios y,
aunque no se dice, debe entenderse implícita la
misma tasación cuatrimestral que regía para el
cantero.
La acumulación de materiales por parte del convento para abaratar e impulsar las obras, fue
una constante mientras iglesia y convento se
estuvieron construyendo. Una muestra de que
=?‚? / =?‚M posiblemente en la conclusión de los corredores
altos de las naves laterales es el contrato, en
]=?‚?K=‚*†††
tejas, la misma cantidad de ladrillos y 5.000
cornixas, probablemente un tipo de ladrillo con
forma de buche de paloma en uno de sus lados
que serviría para realizar terminaciones de muro
en forma de cornisa.55 ' ' =?‚M días 5 y 19 respectivamente, concertaban los
frailes 1.050 ripias de dos palmos y doscientos
cahíces de cal.J? Igual acopio de materiales se
) =?…ƒ*
''=?…?
⠠(
cal y en el mismo mes del año siguiente fueron
…†† !
para la obra de
la iglesia del dicho convento.57@ bajos comenzados, se volvieron a contratar 200
cahíces de cal58/=?>=
(
principal de la iglesia en los meses siguientes,
concertaron los frailes la traída, desde los mon
%?††
mos.59 Este último dato unido al suministrado
anteriormente de la tasación cuatrimestral para
ajustar cuentas con albañil y cantero, hacen suponer que las obras de la fachada y terminación
de la iglesia se alargaron hasta comienzos de
=?>‚* 1 ) riales la podemos incluso conocer por boca del
propio padre guardián del convento, quien el 15
+=?…M(
)
Patricio lo siguiente:
En este cabildo su paternidad del padre fray
Cristóbal Tardío guardián del convento de San
Francisco de esta ciudad entró en este cabildo y
propuso y dijo que como consta a toda esta ciudad se está cayendo la iglesia y que por su parte
se ha allegado gran parte de los materiales para
levantar la dicha iglesia y que está hoy el convento muy alcanzado y pobre y que para ayuda
la dicha obra ha tratado con algunos vecinos de
esta ciudad señores de las aguas de ella que se
haga una falla y que muchos lo tienen por bien
y así suplica a este cabildo por lo que toca a su
parte se sirvan de dar permisión a ello que será
muy larga limosna para el convento para lo cual
presentó petición.
Aquí la petición
Y vista la dicha petición todos unánimes y conformes por cuanto les consta con evidencia de
las necesidades tan precisas que el padre guardián les ha representado. Acordaron que por esta
vez por lo que este cabildo toca se haga la dicha
falla cuando la ciudad acordase que lo tienen
por bien y por su parte desde luego lo aprobaban
+
El término cayendo utilizado por el fraile da a
entender, claramente, que hacía ya tiempo que
no se obraba por falta de medios y que lo hecho
estaba en vías de sufrir una pronta ruina. El contrato hecho un año después para concluir iglesia
/(!

inversión hecha hasta el momento.
0”
=?…ƒ
minos que hemos visto, da cuenta precisa del
momento en que se iniciaron los trabajos de la
portada de la iglesia o de que ésta estuviese en
curso de construirse. Así pues, hemos de tener
en cuenta datos indirectos que nos ayuden a
delimitar un período en el cual pudo iniciarse
su construcción. La teoría trazada por Segado
Bravo se asienta en la lectura estilística de los
diferentes elementos que integran la portada
y en la práctica habitual en algunas de estas
construcciones: 1) para el cuerpo bajo, señala
la correspondencia exacta con los modelos clasicistas de la arquitectura practicada en la puerta
de mediodía de la colegiata, atribuida a Lorenzo
de Goenaga; eso situaría la de San Francisco en
un amplio abanico de años comprendidos en
improbable pensar en una construcción contem!
\
)=J?= =J?J~
2) las diferencias estéticas en la talla del segundo cuerpo advertidas por el mismo autor,
en donde la escultura de la Inmaculada, inserta
en una pequeña hornacina, remite a modelos
granadinos de las primeras décadas del siglo
XVII difundidos por el taller de los Mena; y 3)
habla también a favor de esta teoría, aunque no
se cita por Segado, que el propio Garzón, por
ejemplo, terminase la fachada renacentista de
El Salvador de Caravaca, de mediados del siglo
XVI, años después de su participación en la de
San Francisco de Lorca.
57
+*#*1*‹*…M=*>?'=?…?/*‚>'=?…M*
58
+*#*1*‹*…M=*=?M*=‚=?…ƒ*
59
+*#*1*‹*…ƒ?*=J†*}=?>=*
51
Unos escasísimos datos pueden dar pie a variar un tanto las ajustadas precisiones de Segado Bravo. El descarnamiento de la pared que

dos puertas amortizadas desde antiguo. Una de
ellas, la situada en el fondo de la tercera capilla
del lado de la Epístola, sabemos que es la reglar,
de la que disponía la comunidad para comunicar
iglesia y clausura en días festivos señalados.
La otra, correspondiente a la quinta capilla del
mismo lado, daba a un espacio inmediato a la
# / =J}? documento de donación de capilla a la cofradía
de la Vera Cruz y Sangre de Cristo. Esa entrada
secundaria a la iglesia tiene sólo una posible explicación: se trataba de una entrada provisional
al templo que se usaría mientras no hubiese una
entrada principal construida y también en aquellos momentos en que se estuviese trabajando
en la fachada. Si uniésemos estos datos con la
cuarta parte de claustro que se levantaba hacia
=?=…/
(
la calle Nogalte, se consigue acotar un período
‚†\
=J}?/=?=…
es probable que se trabajase, inicialmente, en la
portada de la iglesia. Hay que recordar también
=?†M
(
) (
la principal fachada del enclave franciscano. Al
=?…ƒ
antigua sería desmontada, se harían nuevos cimientos y se levantaría un nuevo campanario
acorde en altura con la pantalla de sillares que
)*
%=?…ƒ
‰)minación de la fachada, se cita una traza que
( !

!
* '
) )=?JJ
al encargarse el cantero de la terminación de
la portada de El Salvador de Caravaca. Allí se
recogen todo los detalles de hornacina, escudos
y cornisa, más los arcos superiores, a pesar de
que el cantero había presentado un diseño al que
se ajustaría la obra. En Lorca sólo se le pedía
reparar friso y cornisa donde fuera necesario y
continuar la obra conforme a la traza. Con una
52
interpretación literal del documento, se le estaría pidiendo reparar los desperfectos que había
en el coronamiento del segundo cuerpo y seguir
hacia arriba con sillares lisos, haciendo sólo la
moldura de la ventana, el frontón que la remata
y el escudo de la ciudad, elementos que precisaban de pocas explicaciones. También conviene
)=?…ƒ
dice que se valoraría la piedra que se hallare
labrada y por labrar del convento, de lo que
se puede concluir que quizás escudo, frontón
y recerco de la ventana ya estaban tallados y
que sólo procedería su asentamiento. Pequeños
detalles son los que pueden traerse ahora para
abundar en esta hipótesis. La cornisa que remata el segundo cuerpo de San Francisco es idéntica a la que se aprecia en la base del frontón
superior y distinta de la que remata el cuerpo
inferior. Esta parte es la que se le pidió a Garzón
que reparase y se hizo en consonancia con la
*'
tivo, pero se puede añadir al más convincente
de comparar las cartelas y coronas que lucen
los escudos de San Francisco —según Segado
labrados por Garzón— con aquellos otros que
el mismo maestro haría en el segundo cuerpo
'=?JJ*[
de tal modo en detalles de diseño y labra que
no se pueden tener como hechos por la misma
mano. Todo ello conduce a pensar, coincidiendo con lo apuntado por Gutiérrez Cortines, que
la ejecución de los dos cuerpos de la portada
de San Francisco corresponde realmente a los
años iniciales del siglo XVII; que en ellos se
incorporó un diseño retardatario aunque no muy
alejado temporalmente de su modelo más directo —la portada de mediodía de San Patricio—,
pero desprovisto ahora de la riqueza decorativa propia del Renacimiento; y que al cantero
Juan Garzón se le encomendó acabar la fachada
asentando la piedra ya labrada y completando
con sillares hasta alcanzar la coronación del tejado.
Las obras en la fachada principal del templo
se completarían con la culminación de la torre
años más tarde. El acta capitular del Concejo
J [ =??J -
ne el siguiente acuerdo: En este ayuntamiento
se leyó un memorial por parte del padre fray
Juan Navarro lector jubilado y guardián del
convento de nuestro padre San Francisco de
esta ciudad en que por él insinúa a esta ciudad
está obrando en el dicho convento con grandes
gastos y tiene comenzado un chapitel para remate de la torre y para que se acabe con toda
perfección pide a esta ciudad le favorezca con
una limosna muy crecida que baste para acabar
el dicho capitel = Y visto por la ciudad el dicho
memorial quisiera estar fuera de los empeños y
gastos que tiene de presente y se le ofrecen para
poder hacer una gran limosna y sin embargo de
todo la ciudad dijo = Se le dé de limosna al dicho padre guardián para ayuda al dicho gasto
seiscientos reales que le pague el mayordomo
de esta ciudad que conste acuerdo y su recibo
se le pasarán en cuenta de las que diera de su
cargo. Se opuso a esta ayuda el regidor Juan de
Chaves Villanueva Monzón, aunque el acuerdo
se cumplió.
Torre de San Francisco.
III.4. Obras en la segunda mitad del siglo
XVII: la conclusión del crucero y altar mayor
Una vez terminadas portada, fachada y nave
principal de la iglesia, los franciscanos orien ) iglesia añadiéndosele crucero y capilla mayor.
Algunos datos apuntan a que esas obras, que
se prolongaron durante años, comenzarían en la
=?>†*)
šce progresivo podríamos entender las ventas de

=?>?/=?>ƒ/  ‹
=?ƒ}*
Veamos primero las ventas de capillas.
'=†+=?>?%gena daba la siguiente licencia a los frailes:?†
Fr. Julián Pérez provincial de esta Provincia de
Cartagena a los padres guardián y religiosos de
nuestro convento de San Francisco de Lorca.
Salud y paz en el señor. Siendo informado que
?†
algunas personas con afecto de piedad y devoción que tienen a nuestra religión y a este santo
convento pretenden y desean para su entierro y
de sus descendientes herederos y sucesores dos
capillas en nuestra iglesia la una titulada de San
Antonio y la otra que es la primera como se entra por la puerta principal de la iglesia a mano
izquierda y que las quiere dar y conceder el síndico del convento con la autoridad que tiene por
:
:
(
quien pertenece el dominio y propiedad de nuestras iglesia y conventos. Pero siendo necesario
que Vuestros Reverendos con nuestra licencia
juzguen y determinen si de darse las dichas capillas se sigue algún daño o perjuicio al convento,
por autoridad de las presentes se la concedo a
Vuestros Reverendos para que juntos en su capítulo por ante escribano o notario público hagan
el juicio determinación y declaración que según
Dios vieren que conviene atendiendo a la utilidad del convento… Dada en este nuestro convento de San Francisco de Lorca en diez días del
mes de Abril de 1646…
+*#*1*‹*>†‚*}‚~'‰+[${+**
53
Existe una cierta confusión con la localización
de estas capillas que puede aclararse con las
escrituras de donación. Según la licencia, la de
San Antonio debía de ser muy conocida, por lo
que no se sitúa, y de la otra se dice que es la
primera según se entra por la puerta principal.
Sigamos viendo con detalle las escrituras. En
23 de Abril la comunidad, usando la licencia,
autorizaba al síndico para que se puedan vender
dos capillas en dicha iglesia y convento la una
al lado de la epístola que es la sexta capilla de
dicha banda que viene a estar junta con el arco
toral arrimada a la capilla mayor que se ha de
hacer en dicha iglesia. A pesar de decirse que es
la sexta capilla, su ubicación junto al arco toral
y la capilla mayor no deja lugar a la duda: se
trata de la primera capilla del lado de la Epístola. Esa capilla, que creo es la de San Antonio, formó con su correspondiente del lado del
Evangelio y durante casi una centuria el espacio
de una capilla mayor provisional nombrada en
algunos documentos del siglo XVI. Al comenzarse a construir la zona del crucero, el altar
principal del convento se adentró en ese espacio
y liberó las dos capillas que ahora podían ven
*Œ
/)K
Mateos Montalbán de la siguiente forma:
En la muy noble y muy leal ciudad de Lorca
veintitrés días del mes de Abril de mil seiscientos
cuarenta y seis años ante mí el escribano público
y testigos Lucas de Mula Tudela síndico general de la Orden de nuestro padre San Francisco
y particular del convento de San Francisco de
esta ciudad de Lorca en virtud de la licencia que
tiene de dicho convento para lo aquí contenido
dada por su paternidad el padre fray Julián Pérez provincial de esta Provincia la cual es del
tenor siguiente:
Aquí la patente
En virtud de dicha patente de dicho padre provincial = dijo que en la mejor forma que haya
lugar de derecho como tal síndico y por la autoridad apostólica que le es concedida y atendiendo al mucho celo y devoción con que don Juan
Mateos Montalbán le ha pedido le dé una capilla
en la dicha iglesia de San Francisco que es la
sexta y última del lado de la epístola que viene
J>
a estar junto al arco toral que ha de dividir el
cuerpo de la iglesia de la capilla mayor y atendiendo a dicho celo y devoción y al aumento de
dicho convento = dijo que daba y dio en venta
real al dicho don Juan Mateos pasa sí y para
doña Graciana Navarro de Guevara su mujer
sus hijos y descendientes y quien de ellos hubiere
causa la dicha capilla de suso referida para que
como suya propia la hayan gocen y se entierren
y hagan de ella a su voluntad la cual le da con
todo el derecho y acción que a ella tiene el dicho
convento y se obliga a que ahora y en todo tiempo le será cierta y segura esta dicha venta y no se
le quitará por persona alguna pena además de le
sacar a paz y a salvo de cualesquier pleitos que
sobre ella se le siguieren sin ser requerido este
otorgante ni el que le sucediere se le pagarán
$
y reparos que la dicha capilla tuviere forzosos o
voluntarios, diferido en el juramento decisorio
del dicho don Juan o quien su causa hubiere el
cual y los cuales han de poder tener y tengan
el mismo derecho y sujeción a ella que tienen
todos los demás dueños y señores de los demás
entierros y capillas de dicho convento cuya venta
y traspaso le hace con todas las demás cláusulas
aquí por insertadas e incorporadas de verbo ad
verbum = y estando presente el dicho don Juan
Mateos Montalbán y habiendo oído y entendido
esta escritura por sí y en nombre de sus herederos y sucesores y quien su causa hubiere en
cualquier manera aceptó esta escritura en todo
y por todo como en ella se contiene y se obligó
y los obligó a tenerla siempre en pie, reparada
de todo lo necesario de manera que vaya en aumento y no en disminución y si no lo hicieren a
su costa se haga = y asimismo tendrán el altar
de dicha capilla bien adornado decentemente renunciando a toda excepción de engaño y otro
derecho que le competa = Y el dicho don Juan
de su voluntad dio de limosna por dicha capilla
al dicho convento ochocientos reales los cuales
ha de dar en esta manera treinta ducados que da
de presente en moneda de vellón y ha recibido
el dicho Lucas de Mula de que se da por entregado renunciando a toda excepción de engaño y
pecunia y de ellos le dio carta de pago en forma
= y los cuatrocientos setenta restantes los ha de
dar y pagar al dicho Lucas de Mula la mitad de
X0
~0
#
las costas de la cobranza = y el dicho Lucas de
Mula como tal síndico dijo que caso que la dicha
capilla valiera más en poca o mucha cantidad de
ello le hizo gracia y donación en forma de las
que el derecho llama entre vivos irrevocable =
y es con condición que la dicha capilla el dicho
convento en ningún tiempo no ha de poder abrir
puerta alguna para el servicio de él sí dejarla
libre como hoy lo está, antes una puertecica que
hoy tiene que se comunica con otra capilla se ha
}
!0
cada parte por lo que le toca el dicho don Juan
obligó su persona y bienes habidos y por haber
y el dicho Lucas de Mula a dicho convento y
dieron poder a las justicias y jueces…”
1
”
tivas si atendemos al uso que el convento había hecho de ese espacio. Se comprometían los
frailes a no reservarse derecho alguno de paso
abriendo puerta al fondo, y permitían, además,
que se cerrase un arquillo que comunicaba la
capilla con la inmediata, una manera de asegurarse un paso secundario hacia la iglesia sin pasar por el altar mayor. Si creemos terminada la
=?>‚=?>?/
(

ro como para acondicionar provisionalmente un
nuevo altar principal y proceder a la venta de
dos capillas que aportaban dinero para la nueva
obra y garantizaban el cuidado y adorno por
particulares de esos espacios.
Los propietarios de capillas en cualquier templo
tenían como condiciones para permanecer en su
posesión obrarlas y repararlas en lo necesario y
tenerlas adornadas con lo necesario para poder
celebrar en ellas. Al cumplimiento de esas condiciones podían ser apremiados y en caso de no
atender las demandas se podría revocar la donación hecha. Algo de esto debió de ocurrir con
la segunda capilla del lado de la Epístola, adju=JM>‰]
/ =?>M ‹dro Caro Lario, síndico del convento de Santa
María de las Huertas.?= Mediando licencia del
?=
+*#*1*‹*>†‚*=ƒ>‚ƒ'=?>M*
?‚
+*#*1*‹*>†‚*M=*'‰+[${+**
provincial, se ofrecía esta capilla a un nuevo poseedor diciendo que era la inmediata a la puerta
reglar hacia la capilla mayor. Esa puerta reglar
ya la situamos en la tercera capilla de este lado
y vimos anteriormente cómo se vendía con con
š
=??J* ] tratados necesarios, el síndico recibió su capilla
obligándose a tenerla siempre en pie, reparada
de todo lo necesario y acabar de obrar lo que
en ella falta de manera que vaya en aumento
y no en disminución. Parece, por el contenido
de la escritura, que los anteriores propietarios
habían incumplido más de una obligación. Pagó
por ella Pedro Caro 200 reales que el síndico
confesó haber recibido, y el convento se obligó,
como ya vimos antes, a no abrir puerta alguna
para servicio de los frailes y a mantener la capilla tan libre de servidumbres como estaba.
El último documento de esta tanda de capillas
=}]=?>ƒ/ducir a error. La escritura no es de adjudicación
de capilla, sino que el propio escribano la tilda
de poder al síndico de San Francisco.?‚ Para
que nos quede más claro este matiz, veamos por
extenso el documento.
En la ciudad de Lorca ... estando en el convento
del señor San Francisco de la puerta Nogalte
de esta ciudad habiéndose juntado los religiosos
de él a son de campana tañida para entender
en la cosas tocante al servicio de dicho nuestro
señor y bien del dicho convento según lo han de
costumbre de se juntar conviene a saber su paternidad el reverendo padre fray Antonio García
guardián fray Juan Montemayor predicador del
convento fray Melchor Becerra presidente fray
Diego Ortiz fray Francisco Pérez Leal fray Alonso Martínez, fray Juan Tizón, fray Francisco Palomares, fray Felipe Calentin, fray Mateo Cano,
fray Francisco Vellisca, fray Juan Antolinos, fray
José Torres, todos frailes profesos y conventuales del dicho convento por sí y en nombre de él
y demás frailes de él que son y dijeron que su
paternidad el padre fray Julián Pérez provincial
de esta Provincia de Cartagena del Orden del
55
%
:
^
'
ella da licencia para que se puedan vender dos
capillas en dicha iglesia y convento la una que
es la primera como se entra por la puerta principal de la iglesia a mano izquierda, su fecha de
dicha licencia en esta ciudad en diez de Abril
del año pasado mil seiscientos cuarenta y seis
refrendada de fray Alonso Cabrera secretario de
dicha provincia cuya licencia queda original en
el protocolo y registro de escrituras de mí el escribano del dicho año de cuarenta y seis que es
del tenor siguiente.
Aquí la patente que está en el registro 1646 a
hojas 93.
La cual dicha licencia su paternidad el padre
fray Antonio García guardián leyó e hizo noto
!
nía al dicho convento se diese la dicha capilla a
la cofradía y hermandad de la Sangre de Cristo
sita en dicho convento a quien Lucas de Mula
Tudela síndico de él tiene comunicado. Con que
dentro de seis años contados desde el día de la
celebración de la venta se ha de poner reja a
dicha capilla como la tienen las demás linde de
la dicha cofradía y si en esta capilla se hiciere
adorno para celebrar en ella el dicho convento
ha de darle a dicha cofradía donde poner los
ornamentos y aderezos que tuviere tocantes a
ella. Y con que se ha de dar de limosna a este
convento setecientos cincuenta reales los ciento
y cincuenta luego, y los seiscientos al guardián
que primero venga a serlo de dicho convento
para la obra de él. Y por todos los dichos religiosos oído y entendido de un acuerdo y conformidad una dos y tres veces dijeron que es
conveniente a dicho convento la dicha capilla
se dé a la dicha cofradía por estar sin dueño
ni quien cuide de ella como cosa suya propia y
como de tal disponiendo de ella el dicho síndico
haga las escrituras de venta con las cláusulas y
lo pidieron por testimonio a mí el escribano de
que doy fe testigos...
La indicación del lado izquierdo conforme se
entra por la puerta principal, nos sitúa en el
lado del Evangelio donde la cofradía de la Vera
Cruz y Sangre de Cristo, como se ha dejado
documentado más arriba, ya poseía dos capillas
‡=J}? / =?‚ƒˆ / š
J?
contando desde el altar mayor. La capilla sobre la que se ordenaba al síndico que hiciese
=?>ƒ ( \
que cuidase de ella y por lo tanto no puede
ser, interpretando literalmente el documento, la
primera como se entra por la puerta principal
de la iglesia a mano izquierda. Esa capilla sería
la sexta, que ya poseía la cofradía, y es más
) =?>? (
la frontera a aquella, abandonada también por
los frailes al trasladar el altar mayor hacia el
plano del crucero. Por tanto el término primera
la zona del crucero que, efectivamente, estaba
sin dueño porque siempre la había poseído el
convento. Este poder debe tener su origen en
la posibilidad que vio la cofradía de ocupar un
lugar relevante dentro de la iglesia, y quedó sin
efecto al comprender los cofrades que podrían
obtener mejor situación colocándose en el late
la amplia capilla mayor, tal y como sucedería
años después. Ese traslado hubiera implicado
quedarse de nuevo con una sola capilla, en vez
de las dos que poseían, y volver a depender de
la comunidad para colocar sus enseres, lo que

™si
en esta capilla se hiciere adorno para celebrar
en ella el dicho convento ha de darle a dicha
cofradía donde poner los ornamentos y aderezos que tuviere tocantes a ella. Todo indica
que el trato no llegó a cerrarse, en espera de un
lugar más amplio e importante, pero sí interesa
resaltar que el pago de 750 reales previsto lo
destinaría el convento para la obra de él.
Apenas hay indicios de esa obra que entonces
se estaba haciendo. No se dispone de contrato
alguno con albañiles, ni tampoco de aquellos referidos a acopio de material (ladrillos, cal, etc.).
De que se estaba trabajando no hay duda porque
=??J!/
la torre, decía que en ese momento se estaba
obrando en el dicho convento con grandes gastos. Algo más de un año antes, el 31 de Marzo
=??>/K0!der a Andrés de Arizmendi, portero de cámara
del Real Consejo de su majestad, para que ex-
pusiese a quien más conviniera las necesidades
en que se halla el dicho convento y otras tan
necesarísimas que tiene de presente y pida a Su
Majestad que usando de su real clemencia sea
servido de favorecer al dicho convento socorriéndole con lo que fuere servido para poder
proseguir dichas obras o por lo menos que se
le den doscientas fanegas de trigo a la tasa del
que Su Majestad tiene de sus reales tercias en
esta ciudad.?… La noticia más cercana referida a
=?ƒ}
Bravo.?> Aunque se tiene este contrato como el
de elevación de todo el conjunto de crucero y
capilla mayor, conviene que lo conozcamos en
su integridad para matizar algunas cuestiones.
En la ciudad de Lorca en dieciocho días del mes
de Febrero de mil seiscientos ochenta y nueve
años ante mí el escribano mayor público y testigos pareció don Andrés Fernández de Cáceres y
Torres regidor perpetuo de esta ciudad y síndico
del convento de nuestro padre San Francisco de
la puerta Nogalte de esta ciudad y vecino de
ella y dijo que por cuanto la obra que se ha de
hacer en la capilla mayor del dicho convento se
ha corrido muchos días por voz de pregonero en
la plaza mayor de esta ciudad y se ha ajustado
dicha obra de todo gasto por el guardián y discretos de dicho convento y este otorgante como
su síndico en seiscientos ducados con Pascual
Ventura maestro de albañilería vecino de esta
dicha ciudad y la dicha obra que se ha de hacer
en dicha capilla mayor es de la forma y condiciones siguientes:
Primero se ha de hacer un contra arco ciego de
un vara de peralte y lo que le corresponde a su
grueso ha de ser de piedra y de yeso.
Más tres bóvedas de ladrillo con sus lunetas.
Item una media naranja lisa con su anillo labrado, dentellones y huevecillos.
&
'
dorado lo grande que pide su hueco.
?…
+*#*1*‹*>?†*‚JJ~'‰+[${+**
?>
A.H.L. Prot. 539, fol. 17; SEGADO BRAVO, op. cit.
Item emparejar las pilastras viejas conforme las
nuevas.
Item en los ángulos sus medias pilastras con basas y capiteles y formaletes resaltados.
Item las cornisas como vienen los capiteles y
enlucida toda la capilla mayor hasta el suelo y
enlosarla toda.
Y hacer los tres altares principal y colaterales
el mayor con tres gradas y sus mamperlanes de
madera labrada y todas tres con sus bastidores
y todos tres altares con sus bastidores y peanas
de madera.
Item se ha de derribar la pared vieja a su costa
y allanar la tierra para haberla de losar dicha
capilla mayor y colaterales = Y de la manera que
dicho es ha de hacer el dicho Pascual Ventura
dicha obra dentro de cinco meses que se han
de empezar a correr y contar desde primero de
Marzo que vendrá de este presente año y cum%
@
%
recogiendo materiales se le ha de ir entregando
y pagando por mano de este otorgante el dinero
que fuere necesario y cumplido dicho tiempo si
no diere acabada dicha obra conforme las dichas condiciones a satisfacción de maestros así
antes de acabada como después ha de correr por
cuenta del suso dicho todos los daños y pérdidas
que se le siguieren y recrecieren a dicho convento = y estando presente el dicho Pascual Ventura
habiendo visto oído y entendido esta escritura y
condiciones suso insertas en ella la aceptó en
todo y por todo según y como en ella se contiene
y se obligó a hacer dicha obra referida dentro
del término mencionado y darla hecha de toda
satisfacción a vista de maestros de su arte por
los dichos seiscientos ducados vellón como está
ajustado sin que por parte del convento se haga
otro gasto y ambas partes cada una por lo que
les toca se dieron por contentos y entregados a
su voluntad renunciaron toda excepción de engaño…”
Lo primero que se pide al maestro Ventura es
hacer un contraarco peraltado —un arco en
57
Vista del altar mayor y bóvedas del crucero.
Cúpula de la iglesia, terminada en 1689 bajo la dirección de Pascual Ventura.
58
negativo— que quizás correspondiese al de la
capilla mayor. Los del crucero ya debían estar
hechos, porque lo siguiente era hacer tres bóvedas de ladrillo con sus lunetos que corresponderían a los colaterales del crucero y a la capilla
mayor. De ahí se pasa a la media naranja con
/)”/*'
emparejamiento de pilastras viejas conforme a
las nuevas, remite a la uniformidad que habrían
de tener todos los elementos sustentantes del
templo. Se actuaba en esa fecha nuevamente
sobre las pilastras del crucero y se ordena, por
tanto, enlucir el resto de las de la iglesia para
*@
!
del crucero, para completar el juego arquitectónico, se ordena hacer medias pilastras con basas
y capiteles, simulando en la pared un arco que
correspondiese a los formeros de la cúpula. Las
nuevas cornisas reproducirían también los diferentes planos de los capiteles de las pilastras y
medias pilastras, dándole un aspecto más movido a este elemento en las esquinas del crucero.
La capilla mayor habría de quedar enteramente enlucida de arriba abajo y enlosada. Hemos
de suponer que por capilla mayor se entendería
también incluido el crucero. La penúltima cláusula se ocupa ya de detalles propios de estos
espacios: los tres escalones con mamperlanes
que elevaban la principal capilla sobre el plano de la iglesia y los tres altares de obra con
sus bastidores sobre los que se construirían los
oportunos retablos. Fue la última condición que
el maestro se ocupase de derribar la pared vieja
y allanar la tierra para poder enlosarlo todo. Esa
pared vieja que ahora se cita debe de ser la que
/) =?>†
dentro ya del espacio del crucero.
1 cosa que la conclusión de los trabajos del interior de crucero y capilla mayor, por lo que
hemos de suponer que toda la estructura de pa
(/
zada antes de la fecha del contrato con Pascual
Ventura. Esos deben ser los grandes gastos a
( ! =??> del templo. A reforzar la idea de que toda esa
obra previa estaba ya concluida, contribuyen el
plazo que se estima pertinente para concluir lo
encargado a Ventura, de sólo cinco meses, y
?††
toda la obra descrita. Si hubiera tenido que levantar la estructura exterior, el dinero estimado
hubiera sido mayor y cinco meses no hubieran
/cuadamente para soportar el peso de bóvedas y
cúpula. A este respecto es curiosa la fecha aportada por el padre Ortega en su crónica, quien
\ =?ƒ… ) mayor de la iglesia el provincial fray Antonio
Navarro, que era lorquino de nacimiento, indicando con ello que fue en ese momento cuando
concluyeron las obras del exterior.
Las pechinas que soportan la cúpula albergan
los cuatro símbolos que, en relación directa con
%
/ ]( !*[recha y en el sentido contrario a las agujas del
reloj mirando de frente al altar mayor, aparece
el monograma de Jesús (IHS), bajo el que hay
/ 0\* de una advocación difundida intensamente por
uno de los destacados santos de la Orden, San
$
(
1722. La segunda pechina alude a la devoción
a la Concepción Inmaculada de María, quizás
la más importante dentro de la Orden, que se
representa mediante la imagen de la Virgen sobre media luna cuyas puntas hacia abajo sostienen los brazos cruzados de Jesús y Francisco,
indicando simbólicamente los esfuerzos de la
Orden para la declaración del dogma que sancionase la pureza sin mancha de María. Son
esos brazos parte sustancial del emblema más
característico de los franciscanos, que encontramos ya completo en la siguiente pechina. En
ella se ven estos mismos brazos clavados ahora
en una cruz, simbolizando la conformidad de
las vidas de Cristo y del santo de Asís; bajo
ellos las cinco llagas, recuerdo de la pasión de
Jesús como modelo supremo de entrega al otro.
La última pechina, con el escudo del Santo Sepulcro de Jerusalem, es recuerdo de la misión
59
privilegiada de los franciscanos como custodios
de los Santos Lugares, teatro de la vida Cristo.
La decoración que los circunda, ya de corte dieciochesco, sugiere que estos emblemas fueron
colocados tardíamente en sus lugares, quizás al
mismo tiempo que se hizo la decoración de la
escalera de la Tota Pulcra. De haber existido
con anterioridad, sus marcos decorativos fueron
))
toda la iglesia para incorporar elementos de estética rococó.
IV. CONCLUSIÓN DE LA OBRAS DEL
CONVENTO EN EL SIGLO XVIII
IV.1. Escalera y claustro nuevo
A los pocos años de acabada la obra de la capilla mayor, se encargó la comunidad de procurar su adorno realizando el retablo que era
de su competencia —el mayor, contratado con
+
( 1) =?}>" / pillas colaterales del crucero para que sus dueños levantasen en ellas los oportunos altares. El
conjunto de retablos de este espacio, que aún se
mantienen tal y como fueron concebidos, acabó
de hacerse en la década de 1730. Desde comienzos del siglo XVIII en adelante, los frailes
afrontarían las obras relativas al segundo claustro, escalera aneja que daría servicio a los pisos
elevados de la clausura, camarín del altar mayor
y cuerpo que terminaba de cerrar el convento
por la parte del huerto. Apenas hay noticias que
nos hablen de todas estas obras, pero por unos
pocos indicios podemos datar, a grandes rasgos,
)
)*
Del libro del padre Morote ya vimos con anterioridad todo lo relativo a la fundación del
convento de la puerta de Nogalte. Veamos ahora
!
(
en los años en que escribía el historiador franciscano, en torno a 1739. Dice así:
?J
+*#*1*‹*?……*…?M*
?†
La capilla mayor (hizola a toda costa, siendo
Provincial segunda vez el M. R. P. Fr. Antonio
Navarro, hijo de esta Ciudad, y la de las Huertas, en su primero Provincialato) en su magnitud,
capacidad de su crucero, con la correspondiente
iglesia, forma un templo tan majestuoso que sólo
excede al convento grande de N. P. S. Francisco
de Murcia, aventajándosele a éste el de Lorca en
la grandeza y hermosura del adorno, en los cinco retablos de la capilla mayor; en lo que puede competir con la más famosa de estos Reinos.
Entre las imágenes de especial devoción de esta
Iglesia tienen el lugar primero las del Santísimo
Cristo de la Paciencia, de Nuestra Señora de las
Angustias y de Nuestra Señora de los Ángeles. Su
claustro, con el vistoso adorno de sus cuadros, es
muy digno de celebrarse. Hoy con el aumento de
dos cuartos muy principales, logra este convento
el de otro claustro de la misma capacidad que
el primero.
Algunas cosas conviene resaltar de este párrafo. La insistencia en que la capilla mayor de la
iglesia la terminó fray Antonio Navarro siendo
provincial por segunda vez —lo que ocurrió en
=?ƒ‚ ƒ…" glo XVII se había adornado con pinturas y que
últimamente se habían hecho los dos cuerpos
que faltaban para completar un claustro nuevo
con parecida capacidad que el antiguo. No conocemos el maestro o maestros que dirigieron
las obras de escalera y claustro nuevo, pero sí
podemos aproximar los años en que se debieron
de hacer. Las fechas las aportan dos documentos por los que el convento se proveyó de la
* ' > +
=M=> ™?J
En la ciudad de Lorca ... ante mí el escribano público y testigos pareció Pedro Rodríguez
Calatayud vecino de esta ciudad y dijo que se
obligaba a dar y entregar a la parte del convento
de nuestro padre San Francisco de la puerta Nogalte toda la madera que necesitare para el avío
y formación de la obra que está haciendo de los
géneros que necesitare siendo de buena calidad
y a satisfacción de personas que lo entiendan y
por cuenta de la que así entregare desde luego
!0
0
de don Gonzalo José Musso y Guevara, síndico
actual de dicho convento, mil setecientos setenta
reales y medio vellón de que se da por contento
y entregado…
Había de efectuar la entrega el maderero por
todo el mes de Septiembre y si excedía lo entregado el dinero recibido se le pagaría la diferencia, devolviendo el excedente si fuera al
contrario. La cantidad pagada por madera era
realmente importante, lo que indica un volumen
elevado de obra que quizás corresponda a toda
la caja de la escalera con su cubierta y a alguna
parte del claustro nuevo. Unos meses antes, el
‚ƒ + =M=> ! San Francisco una petición al Concejo que nos
asegura que la obra ya estaba comenzada:
En este Ayuntamiento se ha visto un pedimento
del padre guardián de Nuestro Padre San Francisco por sí y su comunidad en que dice que para
su alimento y el de los operarios de la obra,
necesita de treinta fanegas de trigo para acabar
el año, porque pide y suplica a esta ciudad con
el rendimiento que debe se le den del Pósito que
volverá en la forma que esta ciudad gustare.
Como pidieron también trigo las monjas de
Santa Ana y los jesuitas, se repartió de lo que
había para el abasto correspondiéndole a San
Francisco 20 fanegas. Cuando años después el
claustro nuevo se estaba acabando de construir,
precisó de nuevo madera el convento y pidió
la correspondiente licencia al Concejo el 17 de
Enero de 1737:
Madera. Concedióse licencia al convento y religiosos de Nuestro Padre San Francisco de la
puerta Nogalte para cortar en la parte de las
Cañadas de Reverte, Culebrina, Barranco de

(0
!
tas de a treinta y seis palmos, tercia de gruesa y
palmo y medio de tabla; ocho soleras de a treinta y seis palmos, tercia de grueso y palmo y medio de tabla; cuatro limas de a treinta palmos,
tercia de grueso y palmo y medio de tabla; dos
limas de a veintiocho palmos, tercia de grueso
y palmo y medio de tabla; treinta y cinco cargos
de por mitad; veintidós cargos de rollizos digo
Vista del claustro del siglo XVIII durante su restauración.
diez cargos de a veintidós palmos; doce cargos
de rollizos de a veinte palmos; treinta cargos de
rollizos de a diecinueve palmos; y diez cargos
de terceletas.
Esta concesión de madera, por las características de lo que se pide, debe estar relacionada con
el cerramiento de las cubiertas de toda la parte
nuevamente construida a la que nos estamos re"
/cias anejas—. Es de suponer que en estas mismas fechas se concluirían además los cuerpos
de habitación orientados a mediodía y al Oeste
y que dan pleno sentido a la existencia de ambos claustros, ya que los cargos de madera por
mitad servían para la elaboración de ventanas
y puertas y el volumen que se solicita es muy
*+
(mente constituidos en zonas de paso entre las
distintas habitaciones, sirviendo además para la
iluminación y aireación de estancias interiores y
para el propio esparcimiento de los frailes.
El nuevo claustro construido lo fue enteramente en ladrillo, desarrollándose en tres alturas.
Toda la estructura se asienta en cuatro pilares
?=
Proceso de restauración de uno de los corredores del claustro del siglo XVIII.
dobles colocados en las esquinas y tres pilares
más por cada paño, unidos entre ellos por arcos
de medio punto en los que asientan los forjados del primer y segundo piso. Son menores
en altura los arcos del piso primero y sobre
ellos el piso más alto se abre al patio por medio
de ventanas con antepecho. En la planta baja,
unas sencillas pilastras con esquemático capitel
separan el ritmo de los arcos, prolongándose
éstas, sin interrupción, por las dos plantas superiores hasta rematar en el alero del tejado con
un entablamento de gran simplicidad. Esa prolongación produce un efecto de alargamiento
de los paramentos, dando una sensación de mayor altura de la que realmente tienen. La planta
baja y primera se cubren con bóvedas de arista
asentadas en arcos rebajados, y al estar enlucidas producen un juego muy suave de contrastes
lumínicos que descarga por completo de pesadez a una obra hecha enteramente en ladrillo.
El enlucido debió de utilizarse en todo el patio
para ocultar el empleo de ladrillo, aunque no es
descartable que algunos elementos, como los
arcos, quedasen a la vista.
?‚
Lo dicho por Morote con respecto a las pinturas
que adornaban el claustro del siglo XVII, se ha
redes para hacer una renovación de enlucidos. En
todos los corredores de este claustro había versos
sencillos en tercetos, por lo general, que aludían
a las virtudes del santo al que acompañaban. Estaban insertas estas inscripciones en cartelas pintadas con un dibujo ornamental en negro en el
que predominan las hojas de acanto entre otros
motivos vegetales. La realización de estos dibujos,
en torno a 1739, nos permite datar dos pequeñas
reformas acometidas en el claustro: por un lado, el
estrechamiento de los arcos de piedra con mampostería y ladrillo, dando lugar a su cerramiento
con ventanas; y también al cambio de ubicación
que sufrió la puerta reglar, amortizándose la de
la tercera capilla y utilizándose desde entonces la
existente en la quinta capilla que describimos con
anterioridad como una entrada auxiliar al templo.
'
( =ƒ…ƒ
utilizándose desde entonces la puerta de la sacristía y la que aún existe en la capilla de San Antonio
para comunicar los claustros con la iglesia.
Pilar de piedra del claustro del siglo XVII en el que se aprecia el estrechamiento de los arcos practicado en la década de
1730 y restos de las pinturas decorativas que se añadieron.
Restos de la decoración que se añadió al claustro del siglo XVII.
?…
Si en el futuro pudiesen descarnarse para su restauración la totalidad de las paredes del claustro
del siglo XVII, podríamos quizás tener una idea
cierta de los personajes y los asuntos que en él
(
/
)lico que tal conjunto de representaciones tendrían para la comunidad franciscana. Hoy sólo
es posible tener una idea vaga de las mismas,
puesto que estos dos tercetos son los únicos que
se han podido leer completos.
A estos pájaros estando ya guisados
Dio Andrés la bendición mas tan al pelo
Que se animaron y tomaron vuelo.
Habrá quien en virtudes, fama, escritos
Gracias, glorias y dones le ha igualado
Mas no hay santo más Bienaventurado
En estos años, como ya se ha dicho, se concluía
también la escalera. Su estructura está inscrita
en un cuadrado que remata en pequeña torre
octogonal, apoyada sobre falsas pechinas, donde se cobija la cúpula, y cuenta con un único
tramo de escalera en el arranque, abriéndose
después en dos ramales correspondientes a ambos claustros. Estas escaleras son un elemento
característico de los conventos franciscanos ya
que se dedicaban a la Inmaculada Concepción
y en ellas, aparte de un cuadro o una escultura
con esta advocación, se solían colocar frases y
símbolos alusivos a María. Lo normal es que
esa simbología procediera de la antífona Tota
Pulchra, que rezan los franciscanos cada noche
cuando se retiran del refectorio a las celdas,
pero en algunas ocasiones lo representado adquiere mayor complicación, como las pinturas
murales que decoran la escalera del convento de la Virgen de las Huertas. En la escalera
hubo dos imágenes de la Purísima de las que
nos informa al respecto Escobar Barberán en
su conocida obra: una procedente, al parecer,
de Orán, y otra llamada “La francesa” que pusieron las hijas de la Caridad a su llegada en
1859, pasando la anterior al oratorio particular
de las hermanas. La decoración que contiene la
escalera de que tratamos es bastante sencilla y
se concentra en la zona de las pechinas. En los
?>
espacios que hay entre ellas bajo el anillo de la
” rias en referencia directa a la antífona Tota Pulcra: Tu gloria Ierusalem. Tu laetitia Israel. Tu
. Tu advocata peccatorum. El grueso de la decoración, que se encuentra sobre las propias pechinas, no tiene que
ver directamente con la antífona, sino con un
conjunto de citas bíblicas que la mariología ha
utilizado repetidas veces para exaltar la perfección de la Virgen María. Ofrecen además estas
citas la posibilidad de materializarse en símbolos reconocibles a los que se añade, para que no
haya equívoco posible sobre su procedencia, el
correspondiente texto sincopado. Si leemos esas
pechinas en el sentido contrario a las agujas del
reloj comenzando por la que primero ve a su
izquierda el que accede a la escalera, la cita y el
contenido de esa pechina procede de Eclesiastés
‡J† ?™ quasi stella matutina). Una sola cita
%
%
‡?=†™quasi aurora
consurgens, pulchra ut luna electa ut sol) sirve
!
terias que las coronan. En el ángulo inferior de
las cuatro pechinas, siguiendo el mismo orden,
encontramos cuatro árboles: una palma, un plátano, un terebinto y un ciprés. Sus nombres van
precedidos del adverbio quasi (como) y la cita
que los agrupa a todos procede también de Ecle
‡‚>=M‚…: Quasi cedrus exaltata sum in
Libano, et quasi cypressus in monte Sion; quasi
palma exaltata sum in Cades, et quasi plantatio
rosæ in Jericho; quasi oliva speciosa in campis,
et quasi platanus exaltata sum juxta aquam in
plateis. Sicut cinnamomum et balsamum aromatizans odorem dedi; quasi myrrha electa dedi
suavitatem odoris; et quasi storax, et galbanus,
et ungula, et gutta, et quasi libanus non incisus vaporavi habitationem meam, et quasi
balsamum non mistum odor meus. Ego quasi
terebinthus extendi ramos meos, et rami mei
!
$€+
$
&
!
et honestatis. / Como cedro del Líbano crecí,
como ciprés de los montes del Hermón. Crecí
como palma de Engadi, como rosal de Jericó;
Cúpula de la escalera de la Tota Pulchra.
Detalle de pechina de la escalera de la Tota Pulchra.
?J
como hermoso olivo en la llanura, y como un
plátano junto a las aguas. Como la canela y el
bálsamo aromático exhalé mi aroma, y como
la mirra escogida di suave olor. Como gálbano, estacte y alabastrino vaso de perfume, como
nube de incienso en el tabernáculo. Como el
š( (
y graciosas. Como vid eché hermosos sarmien
/

/
*ˆ
|
)
”!
representación del Espíritu Santo puede ser una
alegoría de la Virgen tomada de Cantar de los
%
‡? }ˆ™ •‹ ” perfecta; es la única hija de su madre, la predilecta de quien la engendró. Viéronla las doncellas y la aclamaron, y las reinas y las concubinas
la loaron.” A esta cita sigue la que ya hemos
‡?=†ˆ
a tres de las pechinas de la cúpula.
bles, sin esfuerzo, el rosal, el olivo, la vid o la
canela. Es posible creer que la intención última
de aquellos que elaboraron el simbolismo de la
escalera era que quienes se acercaran a conocer
de primera mano las citas de Eclesiastés conti
/
(

las gracias atribuidas a la sabiduría, que dicen
(™ •@ / la ciencia y de la santa esperanza. Venid a mí
cuantos me deseáis y saciaros de mis frutos.
Porque recordarme es más dulce que la miel,
y poseerme más rico que el panal de miel. Los
que me coman quedarán con hambre de mí, y
los que me beban quedarán de mí sedientos. El
que me escucha jamás será confundido, y los
!*– 1 )
de María como la fuente inspiradora de toda
sabiduría, cono Sedes Sapientiae —Trono de
la Sabiduría— es una sugerencia verosímil que
ofrece la utilización del citado texto bíblico.
El discurso simbólico de esta escalera es de
) / * dedicación a la Inmaculada hacía necesario que
hubiese referencias a la limpia concepción de
María y para ello se escogieron citas de la antífona Tota Pulchra, que no sólo remarcaban
su pureza sino que la ensalzaban como gloria,
alegría y honor más alto de todo un pueblo que
recibe de ella mediación ante el altísimo por
sus pecados. Pero el elogio de la Virgen va un
punto más allá señalándola, en la alegoría de la
paloma, como ser perfecto al que se compara,
mediante las citas de Eclesiastés, con otras admirables creaciones de la naturaleza empleadas
en el texto bíblico para mostrar los dones de la
sabiduría. Esa perfección mariana es asimilada
a la que se atribuye en las citas bíblicas a los
más luminosos astros del cielo, a la luz de la
aurora que destierra las tinieblas y a las plantas
de la tierra que causan asombro por su forma
y cualidades. El hecho de poner anteriormente
completa la cita de Eclesiastés es porque otras
plantas mencionadas se representan mediante
delicados ramos que completan los ángulos superiores de las pechinas, donde son reconoci-
Del momento en que se llevó a cabo toda esta
decoración no hay el menor rastro documental.
Pero la aparición de rocallas como elemento
decorativo predominante —tanto en la cúpula
como en los marcos de las ventanas que asoman a este espacio— y la confección de unas
pilastras en la cúpula en extremo estilizadas,
que hacen que parezca más profunda de lo que
en realidad es, sugiere que pasaron bastantes
años desde la construcción de la escalera hasta
que se materializó su decoración. A la claridad e
ingravidez aparente de este ámbito contribuyen,
decisivamente, los elementos arquitectónicos
empleados, los colores suaves que los resaltan
y los ocho óculos que desde la cúpula lo iluminan.
??
IV.2. Panteón, sacristía, camarín y últimos
dormitorios
Por Espín Rael, sin que se haya podido corroborar el dato, sabemos que el arquitecto Lucas
de los Corrales dirigió las últimas obras que se
hicieron en el convento. La cita es ésta??: Por
ESPIN RAEL, J. (
(
"*1=}…=~*‚M>‚MJ*
??
#

$
sacristía, dormitorios y camarín del convento
de San Francisco de la puerta de Nogalte de
Lorca, según petición que hizo al Concejo para
que se le diese licencia para cortar la madera
necesaria de los montes del común para andamios, cubiertas y pisos de esta obra. El panteón
que se nombra, destinado seguramente a la comunidad, es el que aún existe bajo el altar mayor, correspondiendo el resto de las obras a las
que se llevaron a cabo para completar la capilla
mayor —se diseñó una sacristía aneja para mayor comodidad del culto y un espacioso camarín que acogería, en 1775, una nueva escultura
de la Inmaculada— y cerrar todo el conjunto
conventual por el lado de poniente con un nuevo cuerpo arquitectónico. Cuando transcurridos
\
/ ) solicitar la comunidad licencia para el corte de
madera en los montes públicos de Lorca. Con
1
%
/ guardián de San Francisco presentaron informe
y petición en el siguiente sentido:?M
Como director que soy de las obras que se están
construyendo en este convento de N. P. S. Fran
"
'
puedo, ser necesario para puertas y ventanas de
dos dormitorios y talla a un camarín doce cargos
de madera, diez de por mitad y los dos restantes de tercialeta; para los cuales se necesitan
ochenta y cuatro pinos a razón de siete pinos por
$+
{
'
en dicha ciudad en 19 de Enero de 1774. Lucas
de los Corrales
Sr. corregidor
Fray Juan Mariano Marín, guardián del convento de N.P.S. Francisco de esta ciudad de Lorca,
por sí y por su comunidad presenta a V.S. la
'
para puertas y ventanas de dos dormitorios y
talla para un camarín de diez cargos de madera
de por mitad y dos de terceleta; y que para su
construcción son necesarios ochenta y cuatro pinos en cuya atención suplica a V. S. se sirva de
conceder su licencia y permiso para el corte de
?M
dicha madera en el partido de la Culebrina cuyo
favor espera recibir esta pobre comunidad de la
'
+
:+
$do a la Divina Majestad. Fray Juan Mariano
Marín , guardián.
Por el corregidor se pasó la instancia para que
/
 por mitad y 2 de terceleta. Toda es madera iba
destinada a ventanas y puertas de la obra nueva
y a la construcción del camarín del altar mayor que fue una apuesta de los franciscanos,
algo retardataria por la fecha, para adaptarse
$*
El retablo mayor sufrió entonces una peque\ ) hornacina principal que quedaría bordeada con
rocallas para embellecer el recorte hecho, dando paso a una estructura tallada en madera que
difería en mucho del estilo en el que se había
hecho, 80 años antes, el extraordinario retablo
*@
(
por su concepción como porque en él no hay
ni un solo símbolo que aluda a la Inmaculada.
Su estructura octogonal, sobre plinto simulando
jaspeados, está marcada en la parte baja por pilastras de orden compuesto que adoptan la forma de ángulo en los encuentros de los planos,

en el hueco que da a la nave principal. Los
paños de pared se decoran mínimamente con
š( ”
\

das y con una combinación de grandes espejos y
cornucopias que favorecían tanto la iluminación
de ese ámbito con menor gasto de cera, como
una multiplicación curiosa y efectista de la propia imagen y del camarín, que da la sensación
de tener mayor amplitud. Se anuncia ya en el

vegetales y rocallas que en los paramentos de la
bóveda alcanzan su mayor expresión. Cada uno
de ellos, con diseño diferente a los demás aunque hay cuatro estructuras que se repiten de dos
en dos, forma parte de lo que podríamos deno-
+]1‡+*]*1*ˆ
>ƒ*
?M
Camarín del altar mayor decorado en estilo rococó hacia 1774.
(/
)*
También aquí espejos, cornucopias, rocallas co
/
/
vegetales, contribuyen a dar la sensación de que
nos encontramos ante una delicada decoración
!
)
que en el camarín de una imagen religiosa.
La adopción de la rocalla como elemento decorativo predominante en casi cualquier ámbito de
la iglesia de San Francisco, se produjo sin duda
en estas fechas, años en que también se advierte
su aparición en otros templos lorquinos, bien
para redecorar los elementos arquitectónicos
mediante pintura o estuco, o incorporada a los
nuevos retablos que se iban haciendo por entonces. Duró este fenómeno estético en Lorca algo
más de veinte años despareciendo rápidamente
cuando las academias y los artistas formados
en ellas propugnaron una vuelta al Clasicismo
como mejor manera de acabar con los excesos
?ƒ
del Barroco. Pero en San Francisco su huella es
hoy patente en esa alteración del retablo principal ya señalada, en todas las pilastras de la
iglesia y arcos de las capilla laterales, en los
balconcillos de los corredores altos y hasta en
el anillo de la cúpula. También la escalera de
la Tota Pulchra se vio invadida por esta moda,
observándose cartouches de rocalla en la cúpula
y una decoración plenamente dieciochesca de
los huecos de ventanas y puertas que dan a este
ámbito. Quizás el ejemplo más completo de esta
nueva estética sea el de la sexta capilla del lado
de la Epístola. No sólo presenta una decoración
de motivos de rocalla más abundante en su arco
de ingreso, sino que el retablo que posee, a diferencia de los del resto de la iglesia, es también
de estilo Rococó.
También se adecuaron a la normas arquitectónicas del momento, tal y como advierte el profesor Segado, las puertas laterales ubicadas en
el altar mayor. Daban paso a la nueva sacristía,
Decoración del arco de la sexta capilla del lado de la Epístola y vista parcial del retablo dieciochesco que la adorna.
camarín y panteón, y sus huecos fueron ornamentados con un dibujo arquitectónico que se
había generalizado en la Diócesis de Cartagena
en la segunda mitad del XVIII: líneas clasicistas en las pilastras y entablamento y un remate
curvo con pequeña cornisa a juego al que se
añaden diferentes elementos decorativos (medallón central, jarrones, motivos vegetales y una
rocalla en el coronamiento).
IV.3. Nuevo ensanche conventual
Ningún dato directo se conoce sobre la que
fue la última obra que afectó al perímetro y al
*
del espacio que adquirían los frailes para ampliar el parador conventual, situado en la calle Honda, y la propia clausura conventual. El
primero es una escritura de 2 de Junio de 1785
por la que Alonso Pascual Ortuño, teniente de
alguacil de Lorca, cede al subsíndico de San
Francisco, Francisco Méndez, unas casas de
habitación sitas en la población de la misma,
parroquia de San Mateo, calle que nombran de
San Francisco, con su parador que tiene salida
a la que llaman Honda, lindando dichas casas
por el un lado con otra de la venerable Orden
Tercera de penitencia de la regular observancia de Nuestro Padre San Francisco, por el
otro con parador del convento de religiosos
del mismo nombre y orden y por la espalda
con casa de D.ª Juana Catalina de Campos,
mujer legítima de D. Andrés Ruiz, regidor perpetuo de este Ayuntamiento, la de Francisca
Ximénez, y referido parador de las casas del
otorgante. No se ajusta ningún precio por la
casa, de la que se vendía sólo una parte, sino
>*†††
?*=Ġ pagaba a la colegiata de San Patricio, por lo
que había de pagar el convento, mientras no
se redimiese el principal a su cargo, 123 reales
?}
Antigua capilla de la Tercera Orden, hoy capilla del Colegio San Francisco, en la década de 1920.
al año. La cesión tenía por objeto alargar y
ensanchar el parador conventual, detallándose
en la escritura que lo que los frailes adquirían
era el cuarto con bodega debajo que se halla
a la mano izquierda como se entra a las expresadas casas, lindante con el parador de dicho
convento y la calle de San Francisco, el cual
tiene de frontis cuatro varas y de fondo quince
y media y así mismo, enseguida de dicho cuarto, la parte de parador que va haciendo juego
con él, que se compone de treinta y dos varas
de largo y cuatro y media de ancho, en que
se incluye la servidumbre y puertas del dicho
parador a la referida calle Honda.?ƒ
Pero tres años más tarde, la compra que se realiza a los vecinos colindantes ya añadía a la mayor
extensión del parador la de la propia clausura.
Así lo expresan sendas escrituras de 8 y 10 de
Mayo de 1788 en las que el mismo subsíndico
?ƒ
?}
A.H.L. Prot. 1137, fol. 302.
+*#*1*‹*==?M
*>‚?/>…ƒ*
70
conventual compra, respectivamente, a Antonia
K ‚*ƒ>† / K
‰(+caraz y su mujer, Inés Tirador, por 2.900 reales,
las casas que lindaban con el convento y que
radicaban en la cale Honda.?} El solar resultante
de la cesión y las dos compras pueden coincidir
con un cuerpo construido de menor altura incorporado hoy al colegio privado que ocupa una
buena parte de la zona conventual y al alargado
patio que hay tras él. La adquisición de ese solar
no sólo permitió que en adelante los frailes pudiesen acceder a su parador tanto por la calle de
Nogalte como por la Honda, sino que pudieron
pensar en levantar, en el anchurón que ya se dijo
que serviría de atrio, un cuerpo de habitación
posibilidades de ocupación y homogeneizaba la
principal fachada de todo el convento a la calle
Nogalte. En ese cuerpo se situó la capilla de la
Orden Tercera —actual capilla del Colegio San
Francisco—, y es posible pensar que aquella
casa que vimos que poseían los terceros y que
lindaba con la parte que cedió Alonso Pascual
Ortuño, se incorporase a la nueva obra recibien /  acoger a los numerosos hermanos de esa orden
seglar franciscana.
IV.4. La idea fallida de un colegio de la Purísima Concepción
@ ) =M>† terminados los retablos del crucero que remataban el adorno de la capilla mayor, los franciscanos de la puerta de Nogalte se ocupaban en los
trabajos del segundo claustro y la escalera. En
ese momento de esplendor de la fábrica conventual, muchos fueron los particulares que renovaron las capillas que poseían en la iglesia, experimentando la comunidad un salto cuantitativo
notable en sus miembros y un aumento de rentas
vía legados, mandas y pías memorias que aseguró el mantenimiento y la conclusión de todo
lo proyectado por los franciscanos. Pero hubo
quien llegó más allá pensando que el convento
de San Francisco debía albergar una institución
de enseñanza de corte netamente franciscano
que completara el panorama educativo local. En
ese panorama participaban el Concejo, con los
preceptores de gramática públicos que mantenía
a su costa, y, con diferente intensidad y alcance
y casi siempre de modo privado, las órdenes
religiosas establecidas en la ciudad. Una especial mención merecen los jesuitas que iniciaron
su actividad lorquina en 1713 con un colegio
de primeras letras y gramática, aunque su expulsión interrumpió bruscamente la labor desarrollada. El Colegio de la Purísima, fundado
+
]
recogería el anhelo de un colegio local de enseñanza secundaria que llegó a tener asimilados
sus estudios a la Universidad de Granada.70 No
se ha estudiado en profundidad la cuestión de la
enseñanza en Lorca en la Edad Moderna, y sólo
como muestra veremos un par de acuerdos capitulares referidos a la docencia en los claustros.
‹
\=?…M/
!
al convento de San Francisco. El 15 de Julio de
aquel año acordaron lo siguiente los regidores:
En este ayuntamiento los señores don Martín
de Alburquerque Leonés y don García de Quiñones, regidores, dijeron que en conformidad
de lo que esta ciudad les cometió hablaron al
padre guardián de San Francisco del convento
de arriba sobre el fraile que había de traer al
dicho convento para leer gramática a los estudiantes de esta ciudad como antes de ahora le
estaba pedido y hasta ahora, por la respuesta
que les ha dado, no parece le trae. Dan cuenta
a esta ciudad para que sobre ello acuerde lo
que convenga. Y por la ciudad visto lo que los
señores don García de Quiñones y don Martín
de Alburquerque dicen y que ha mucho tiempo
que el dicho padre guardián lo había ofrecido
y hasta ahora no ha tenido efecto, y atendiendo
a la falta de estudio que tienen los estudiantes
de esta ciudad y que en el convento de Santo
Domingo se les ha leído gramática, después que
murió el preceptor que había en esta ciudad,
por el padre fray Pedro de Quesada, predicador
del dicho convento, y esta ciudad está entendida
lo continuará, dando al dicho convento el salario que se acostumbra en cada un año a quien
lee la dicha gramática. Acordó que en el dicho
convento se lea por el dicho padre fray Pedro
Quesada o por cualquier otro religioso que a
propósito sea, y desde luego por la ocupación
de ello se le señala el salario que en cada un
año hasta hoy se ha dado por la dicha lecturía
que cobran de los propios de esta ciudad y así
se haga saber al prior del dicho convento para
que le conste y esté entendido de ello.
Sin embargo, y por motivos que se desconocen,

la resolución de 7 de Noviembre, adoptada a
petición de los propios estudiantes, por la que
se revoca el acuerdo de que se pagase el sala-
70
La educación en Lorca durante la Edad Moderna ha sido abordada de modo incipiente por MOLINA MARTÍNEZ, J.L. La Literatura en
Lorca* $ =}ƒ>* ' !
! / Agustín (jesuitas) y Purísima Concepción (fundación del abad Arcos).
71
rio de preceptor de gramática al convento de
Santo Domingo, haciéndolo al de San Francisco a donde se dice que acuden los estudiantes
ahora, donde se les lee la gramática con toda
puntualidad en conformidad de lo que habían
ofrecido. Mandando liquidar lo que se debía a
Santo Domingo, la instrucción de aquellos estudiantes quedó temporalmente en manos de los
franciscanos.
La tradición mantenida de una enseñanza en el
ámbito religioso, reforzada por la implantación
de los jesuitas, animó al entonces regidor perpetuo y capitán de infantería Juan Antonio García Serón a redactar junto con su mujer, Beatriz Gigante y Salgado Robles de Torrecillas y
Montero, un codicilo sorprendente en favor del
convento franciscano de la puerta Nogalte.71 Por
su testamento, otorgado el 25 de Noviembre de
=M>†((//
sus bienes y ahora querían no sólo apartar de la
línea sucesoria a José Frechel y Quesada, sino
además lo siguiente:
Que llevados ambos de la devoción cordial piadosa y entrañable que profesan a la siempre
Purísima e Inmaculada Concepción de María
Santísima nuestra reina y señora y el afecto y
amor grande que también tienen a la esclarecida
$
%
k++
:
^co y que todo ceda en gloria y servicio de Dios
nuestro señor, lustre y provecho de esta ciudad,
su patria, y para memoria de los otorgantes,
quieren y es su voluntad que faltando el último
poseedor en dichos vínculos de tercio y quinto y no habiendo otro sucesor legítimo de los
llamamientos expresados en dicho testamento y
no revocados en este codicilo, todos los dichos
bienes vinculados por ambos otorgantes sirvan
y se empleen y destinen en el modo posible y
%
que de nuevo una capilla correspondiente con
la invocación título y nombre de la Inmaculada
Concepción de María Santísima nuestra señora y
que sea y esté contigua e inmediata al lado de la
iglesia del convento de observantes de N.P. San
Francisco, que está sito en la puerta de Nogalte
de esta dicha ciudad; y así mismo se funde y
71
+*#*1*‹*M>‚*=†M=‚]=M>=*
72
$
$
lado de dicha capilla de suerte que quede ésta en
medio, y para ello se compren, por el administrador que fuere de dichas haciendas y rentas y por
él y por la comunidad de religiosos en quien esté
el dominio y propiedad de dichas haciendas, se
soliciten con dirección y consejo de la Provincia
de Cartagena de la regular observancia de N.P.
San Francisco, las casas que hay en dicho sitio
pretendiendo de esta muy noble ciudad o de otro
superior se alargue, franquee y permita obrar
dicha capilla en la calle contigua a dicha iglesia del referido convento respecto de que ésta se
puede dejar al lado de dicho colegio que se ha
de fundar y para uno y otro se vendan los bienes
que fueren precisos y necesarios de suerte que
luego y sin dilación se dé principio a dicha obra
para todo lo cual damos al dicho administrador
y a la dicha comunidad en quien esté el dominio
referido todo nuestro poder cuanto en derecho
se requiere para que practiquen lo dicho con el
consejo y dirección de dicha Provincia y quieren
que en dicha capilla haya coro que tenga comunicación con el convento dicho de N.P. San Francisco y tribuna que tenga también comunicación
por la parte más cómoda al dicho colegio que ha
de estar al lado como va dicho.
El codicilo, inusualmente largo y minucioso,
contemplaba cómo solucionar cualquier obstáculo que se presentase para la fundación que
pretendían, comenzando con dos párrafos dedicados a la compra de las casas anejas al convento y cómo revertir los inconvenientes por
la posibilidad de que estuvieran vinculadas, así
como a solucionar la posible falta de fondos,
después de construir capilla y colegio, para
mantener rector y cuatro o seis becas dedicadas
al alumnado. El tipo de estudios que se habrían
de implantar así como las personas idóneas para
desarrollarlos también se indicaron:
Item ordenaron que en dicho colegio se profese
y lea y estudie la doctrina del venerable sutil y
mariano doctor Juan Duns Soto, leyendo los cur
$
$
%
y los dos años últimos, o el tiempo que parezca convenir, se lean y estudien cánones los que
quieran estudiarlos procurando que se adelanten
dichos colegiales en las ciencias con el mayor
!‚
los otorgantes al M.R.P. provincial y RR. PP. del
0
~
!
/tagena que elijan y nombren los lectores que hubieren de leer dichas ciencias y que sean los más
hábiles y circunstanciados para dichos empleos;
y así mismo ordenaron que los lectores así nombrados por la dicha Provincia y no otros algunos
de la misma religión ni de otra alguna, ni seculares, sean los que lean, expliquen dichas ciencias
?0‚
que si el rector de dicho colegio o alguno de los
colegiales los repugnaren o no quisieren asistir a
las lecciones que se lean o a los demás ejercicios
„„++
~rio de dicha Provincia determinaren que se hagan en dicho colegio, constando su repugnancia
y no asistencia a oír dichas lecciones y ejercicios
literarios por testimonio de cualquiera escribano
o notario público, sin más diligencia judicial ni
extrajudicial sean expelidos del colegio sin dilación alguna y privados de los empleos que tengan porque esta es voluntad expresa de los otorgantes; y así mismo es su voluntad que si dicha
Provincia de Cartagena continuare los estudios
!
$
concurran con ellos los colegiales en la misma
aula a oírla y que en caso que dicha Provincia
determine poner estudios de teología escolástica
y cánones en dicho convento concurran también
dichos colegiales teólogos y canonistas a oírlas
en la dicha aula con los religiosos, salvo si el
…+„++
~
!
cia les pareciere conveniente que se lean dichas
ciencias en el colegio y en sus aulas, las oigan
los colegiales.
No faltaron tampoco disposiciones piadosas
en honor de la Inmaculada, ordenando misas
/  / / ƒ [ / (
de los fundadores y sus ascendientes. A todos
estos actos era obligada la asistencia de rector
y colegiales. Aunque el regidor y su mujer habían dispuesto su enterramiento en la capilla de
la Virgen de Monserrate de la iglesia de San
Mateo, dicen ahora que allí sólo estarán en depósito y que quieren ser trasladados a la capilla
que mandan construir, lado del Evangelio, en
donde se construya elevado en la pared un túmulo o panteón de piedra en donde se guarden
y pongan dichos huesos con una inscripción de
los nombres de los fundadores. Era su voluntad,
además, que en la fachada de la capilla y en su
altar mayor se pusiesen los escudos de armas de
los serones en la misma forma que estaban en
sus casas principales. Las cláusulas siguientes
trataban aspectos relacionados directamente con
el colegio del siguiente modo:
Item ordenaron que en dicho colegio ha de haber
un rector de estado sacerdote o a lo menos de
epístola a quien se le asistirá con ración doble y
ha de ser de buenas costumbres y virtuoso y se
admitan por colegiales aquellas personas que se
puedan mantener según los réditos y frutos que
dieren de sí los bienes que quedaren después de
la fábrica material de dicha capilla y colegio y
sacadas las demás cargas; y a los dichos colegiales precisamente se les asistirá con la comida,
cena, almuerzo y merienda fuera de los días en
que les obligue el ayuno; y para admitir y dar
las becas se han de preferir los parientes que
hubiere de ambos fundadores y fueren más pobres y estuvieren huérfanos y teniendo estas dos
circunstancias sean admitidos antes que otros
parientes que no las tengan aunque sean más
próximos, mirando también a que sean preferidos os naturales pobres y huérfanos de esta
ciudad y jurisdicción.
Item ordenaron que precisamente dicho colegio,
rector y colegiales se han de intitular y nombrar
con el piadoso y devoto nombre de la Inmaculada Concepción y en ostentación y testimonio de
ello han de vestir dicho rector y colegiales un
manto de paño blanco o plateado y la beca de
!
!
$
…
:
represente su Inmaculada Concepción y previenen que no se admita por rector y colegiales de
ningún modo a cualquiera que esté manchado o
tildado de raza de moro o judío o penitenciado
por el santo tribunal de la Inquisición, o que
sus padres hayan sido penitenciados por el dicho
:
X
0
loso o de malas costumbres, porque desde luego
a éstos los excluyen y quieren no sean admitidos
aunque tengan las cualidades de ser parientes y
pobres y encargan las conciencias de las perso-
73
nas a quienes cometerán la elección y admisión
de los dichos rector y colegiales para que tengan
especialísima atención y cuidado en este particular, pues en un colegio que ha de ser dedicado
a la Inmaculada Concepción no es razón entre
ningún manchado, viciado o defectuoso si no es
que sean puros y limpios dotados de buenas costumbres como dicho es.
Item ordenaron que antes de empezar el curso
sean examinados respectivamente con todo rigor
los colegiales de beca, estando presentes todos
los lectores con el R.P. guardián del convento y
!
'
la madre abadesa de la comunidad en quien esté
el dominio y propiedad de dichos bienes y el que
no lo esté y no sea capaz sea luego despojado
de la beca con la dirección y consejo del M.R.P.
provincial.
Item ordenaron que dichos rector y colegiales no
salgan de corto ni solos ni de día ni de noche, sí
siempre con compañero que señalará el rector a
quien han de pedir licencia los colegiales para
salir, ni se permita por ningún caso que entren
mujeres en los aposentos del rector y colegiales,
ni en verano se permita que los colegiales de
beca desamparen el colegio y si por alguna precisión alguno ha de salir a su casa o a otra parte
sea con licencia del R.P. provincial.
En el codicilo aparecen además, con prolijos detalles, todos los aspectos relativos a la administración de las rentas que habrían de servir para
el sostenimiento del colegio —libro becerro,
elección del administrador, rendición de cuentas...— y órdenes estrictas de que los docentes y
colegiales hiciesen y renovasen periódicamente
el juramento de defensa de la Inmaculada. Establecieron, por último, que si no se decidiera
la Orden de San Francisco a fundar colegio y
capilla, los bienes habían de pasar a los mercedarios lorquinos para fundar colegio al lado de
su convento, también con la invocación de la
Purísima Concepción y con las mismas condiciones expuestas, pero circunscribiendo las en-
señanzas a la doctrina de Duns Scoto. Todo esto
no fue más que una loable intención del regidor
García Serón y su mujer, porque condicionaban
la construcción de la capilla y colegio a la extinción total de los llamados a sucederles en el
vínculo fundado, condición ésta casi imposible
de cumplir por la larga lista de sucesiones que
establecieron. Finalmente, los García Serón adquirieron el patronato de la capilla mayor del
convento de Santa Ana y la Magdalena, de Lorca, y allí se enterraron.72
V. EL SIGLO XIX
V.1. La forzada exclaustración de los franciscanos
Los avatares del convento de la puerta de Nogalte en las tres primeras décadas del siglo
XIX se pueden seguir, unidos a los acontecimientos que marcaron la vida de la Provincia
Franciscana de Cartagena, en la completa obra
del P. Riquelme Oliva.73 De su lectura pode
el convento lorquino era una de las casas más
pujantes de toda la Provincia, contando con
) ?† *
[
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!
sofía y moral, siendo ocasionales los de teología y los superiores de moral. Así mismo,
no desatendían los franciscanos la educación
primaria de personas sin recursos y desde
1815 colaboraron también con el gobierno de
la nación para el establecimiento obligatorio
de “escuelas caritativas”. A este respecto, es
! Francisco a la comunicación que le remitía el
Ayuntamiento con el decreto para su instauración que preveía que los niños recibiesen instrucción hasta los diez o doce años, así como
proporcionarles alimento y vestido:
72
]^_` %1+{' ]* ‡ˆ Monasterio de Santa Ana y la Magdalena de Lorca. Historia y Arte. Instituto Teológico Franciscano,
Murcia 2002, pp. 152-159.
73
RIQUELME OLIVA, P. Iglesia y Liberalismo. Los franciscanos en el Reino de Murcia (1768-1840). Instituto Teológico de Murcia. Murcia
1993.
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con fecha de 31 de enero de 816 de V.S. comunicándome en él la determinación de S.M. sobre
el establecimiento de escuelas en los conventos
para la enseñanza de niños pobres y al mismo
tiempo procurarles su preciso alimento y vestido con arreglo a su pobreza. Yo que siempre
he declamado contra la criminal indolencia de
nuestros Padres que olvidados de sus estrechas
obligaciones abandonan en un todo la educación de sus hijos, no puedo menos de confesar
que me he llenado del mayor alborozo luego que
he sabido que el mejor de los monarcas manda
que se instituyan entre los eclesiásticos regulares maestros que con todo esmero se dediquen a
dirigir por el camino de la virtud a los niños. Y
para no retardar el cumplimiento del decreto del
más piadoso rey sin demora he destinado una de
las mejores estancias de este convento para que
sirva de sitio donde congregados todos los alumnos reciban del maestro que nombraré (luego
que V.S. o a quien le pertenezca haga la demarcación de barrios con arreglo a los conventos
existentes en esta ciudad) la más sana doctrina.
Mas: en medio de mi júbilo por tan piadoso establecimiento no deja mi corazón de consternarse
cuando siente no poder llevar a debido efecto
el decreto de S.M. en todas sus partes. Porque
¿cómo podrá esta pobre comunidad alimentar y
vestir a los niños pobres que se le asignen cuando no tiene para su preciso socorro? A nadie le
es oculto la calamidad pasada, ya producida por
la iniquidad de los franceses y ya también por la
peste, ni tampoco la presente, castigo sin duda
por nuestros desórdenes. Y si esta miseria ha
cogido de lleno a todos los españoles, sin exceptuar a N.M.; a los religiosos de N.P.S. Francisco
que no tienen otros bienes que la voluntad de los
‡
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Todos lo saben y V.S. estará sin duda penetrado
de nuestra necesidad y lo estaría mucho más si
introducido en lo interior del claustro viera que
a los individuos que lo habitan se le acorta hasta
no poder más el alimento y vestido. Y así, por
lo ya referido conocerá V.S. el gusto que esta
comunidad tiene de recibir los niños para ins-
truirlos y no dude un momento que sería mayor
el que recibiría si igualmente pudiese vestirlos
y alimentarlos, lo que le es imposible atendidas
las circunstancias presentes. Dios guarde a V.S.
muchos años. San Francisco de Lorca y Febrero
2 de 1816. Fr. Ginés Terol, guardián.
El 11 de Marzo de 1817 se giró visita de inspección a la escuela de San Francisco y se dice
en el informe que el padre que la atendía ponía
todo el celo necesario para ello, pero que los
resultados serían mejores si el número de alum
=?†š*
Todo esto se producía en un contexto difícil
para la comunidad franciscana, que había pasado por la dispersión y ruina que produjo la Guerra de Independencia, por una reforma del clero
regular impulsada por las Cortes de Cádiz y
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llegaría hasta la nueva quiebra producida en el
Trienio liberal. En ese período, 1820-23, además del comienzo de la venta de los bienes conventuales, se acometió una nueva reforma que
incluía la reorganización completa de la vida
monástica suprimiendo conventos y facilitando la exclaustración de aquellos religiosos que
quisieran abandonar la vida monástica. Muchos
de los frailes ordenados se dedicaron, desde entonces, a la atención parroquial, a la docencia
o a quedar como cesantes. A San Francisco de
Lorca se agregaron temporalmente los frailes de
las Huertas sumando, entre ambas comunidades, 25 religiosos para cumplir con los mínimos
exigidos. Se ha estimado que la Provincia de
Cartagena perdió en esos años más de un 80%
de sus miembros. A favor de la permanencia del
convento de San Francisco, ante el temor cierto
de su posible cierre, medió incluso el Ayuntamiento con un sentido escrito dirigido al obispo
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M>
Una parte importante de la documentación municipal relativa al convento de San Francisco de la puerta de Nogalte fue recogida en transcripciones por el franciscano Agustín Nieto y se conserva actualmente en el archivo de la Provincia, sito en las instalaciones del Instituto
Teológico de Murcia. De sus libretas procede la noticia que ahora transcribimos, encontrándose el original en el Archivo Municipal de Lorca.
Agradezco a la comunidad franciscana de Murcia las facilidades dadas para la consulta del Fondo Agustín Nieto que ha agilizado, en buena
manera, la elaboración de este trabajo.
75
Illmo. Sr. El M. Ille. Ayuntamiento Constitucional
de la ciudad de Lorca constándole por la Real
Orden de 8 de Abril último que V.S.I. de acuerdo
con el sr. Jefe Político de esta Provincia tiene
que dar razón del estado de los conventos de su
respectivo distrito acompañada de su informe al
Gobierno para que este disponga se efectúe el
cumplimiento de la ley de 25 de Octubre del año
1820 relativa a la permanencia o supresión de
conventos de religiosos con respecto al número
que en la misma se prescribe. Ha acordado dirigirse a V.S.I. por medio de esta reverente exposición manifestándole las poderosas razones que
hacen necesaria la permanencia del convento de
:
^
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de que S.S.I. se digne informar al Gobierno para
el efecto. Acaso Ilmo. Sr. no se encontrará en
toda la península un convento que preste mayo
ˆ
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ˆ
ni un pueblo que necesite de un tal convento
como el pueblo de Lorca. Único en una ciudad
tan populosa y colocado en una situación la
más proporcionada, e, por decirlo así, la iglesia
común o universal de los lorquinos, en donde
cada día, cada hora, cada momento encuentran
ciertamente la misa y sermón, al ministro de la
penitencia y al celoso director del moribundo en
el último y terrible instante. Los vecinos del vastísimo barrio llamado de Gracia, separados por
una dilatada distancia de su parroquia de San
Mateo, no tienen a proporción otro templo para
cumplir los dos primeros preceptos de la santa
iglesia; y los de la huerta más retirados, los de
los campos más remotos, allí es donde se dirigen
a confesarse de sus pecados, allí a escuchar la
divina palabra, que con el mayor fruto se anuncia no sólo en la cuaresma sino en casi todos los
días del año. Los diecisiete sacerdotes de que
consta su comunidad, todos predicadores de crédito, todos confesores instruidos, se desviven por
servir al pueblo en sus ministerios y el pueblo
que siempre los encuentra prontos en su servicio
tanto en el día como en la noche, en su salud
y en su enfermedad, no puede menos de respetarlos y amarlos con ternura. ¡Qué sentimiento
Illmo Sr. no ocuparía a este vecindario al verse
privados de su convento único en el pueblo y
por consiguiente de unos ministros tan útiles, tan
dispuestos y tan celosos! ¿Dónde habían de ir los
jornaleros y labradores a oír la misa de madrugada para quedarse expeditos para sus labores?
‡~
&
M?
sacerdote que a la hora cómoda de las once les
0
dio que la complacencia de servirlos? ¿Y dónde
los pecadores hallarán abiertos tantos tribunales
de penitencia a cualquiera hora del día o de la
tarde? V.S.I. que tan celoso es por el bien espiritual de sus ovejas se llenaría de un gozo santo al
ver en cualquier día festivo a un inmenso pueblo
que atraído de la devoción de la piedad y de la
0
$sos llena su templo desde sus puertas hasta las
sagradas aras y sin duda penetrado su corazón
de los mismos sentimientos en que abundan los
corazones lorquinos, exclamaría juntamente diciendo El convento de San Francisco de Lorca
debe ser eterno y sus religiosos inmortales. Este
Ayuntamiento Ilustrísimo Sr. no puede menos de
tomar interés por el bien de un pueblo a quien es
deudor de un respeto y un amor casi sin límites
y juzgando la permanencia de este convento de
una necesidad absoluta, ruega a V.S.I. tome en
consideración las razones que expone y practique cuanto esté a su alcance para conseguir su
permanencia elevando (si fuere necesario) esta
reverente exposición al conocimiento de S.M.
para el mismo efecto.
La misma información fue remitida también el
jefe superior político de la provincia y en el
mes de Julio volvería a insistir el Ayuntamiento, en parecidos términos y ante las más altas
instancias del Estado, para que se considerase
la continuidad tanto de los observantes de la
puerta de Nogalte como de los descalzos de San
Diego. A pesar de que estos conventos no se cerraron y de que hubo una segunda restauración
conventual en 1823 tras la reacción absolutista,
la vida claustral sufrió años más tarde el golpe
) 
publicada en 1835. Los conventos que tuvieran
en esas fechas menos de 12 religiosos fueron
/
nes que poseyeran se declararon bienes nacionales y fueron subastados en público remate,
ingresando el dinero en las arcas del Estado.
San Francisco, cuya comunidad contaba entonces con sólo once miembros, fue uno de los
numerosos conventos de la Provincia de Cartagena que desapareció como tal establecimiento
franciscano.
V.2. Cesión del convento al Hospital de Be
A la transformación del convento franciscano
#
$/
/ dedicarán los siguientes apartados de este trabajo. Pero antes, y para tener una idea bastante
aproximada de la vida de esa institución bené extractar lo más relevante del artículo que le
dedicara Escobar Barberán.75
Una piadosa Congregación adscrita a la Capilla y que se nombraba como la Titular, elegía
sus mayordomos y era la encargada de asistir
y enterrar a los ajusticiados, que muchas veces
recibían cristiana sepultura en el propio panteón
del Hospital.
Ocupaban, el Hospital de la Concepción y San
Antonio, lo que hoy es Casino, en la antigua
calle de la Parrica, ahora de Posada Herrera;
y la Capilla, la contigua casa n.° 6 de la Calle
de Lope Gisbert, antes de San Juan de Dios,
perteneciente a los herederos de D. Simón-María
Benítez.
[…]
Tenía nuestra ciudad en el siglo XVI un Hospital
denominado de «Nuestra Señora de la Concep
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se, con la aprobación de la Santa Sede, los tres
antiguos de San Julián, Santa Ana y San Antonio. Constaba de largas y espaciosas galerías y
cómodas estancias para los enfermos, y le era
aneja una iglesia o capilla llamada de la «Purísima Concepción», por su titular, arcaica imagen
que, aún cuando sentada y con el Niño Jesús en
brazos, llevó la advocación de tan augusto Misterio, según dice el P. Morote, por las circunstancias particularísimas que concurrieron en su
descubrimiento. Era también una denominación
imperial.
Entre la capilla y el Hospital había un patio de
gran amplitud, al que daban la puerta principal
de entrada a la iglesia y las de acceso y ventanales de los corredores o claustros de la enfermería, en cuyo patio central se estableció el primer
Corral de las Comedias, donde se representaban
obras teatrales, a las que solían concurrir comisiones de ambos Cabildos (el de la Ciudad y
el de la Colegiata de San Patricio), pues, tenían
asiento en lugar preferente, como Patronos natos
que lo eran del Hospital, según Bulas Apostólicas. Los productos se destinaban al sostenimiento de los pobres enfermos y demás gastos del
Culto y de la Casa. Entonces, no existían locales
adecuados, ni menos construidos ad hoc, donde
se representaran comedias.
75
Por muy grande que fuesen el celo y diligencia que sus patronos y protectores desplegaran
en lo referente al gobierno del Hospital de la
Concepción y San Antonio, acaso su disciplina
y orden interior dejaran mucho que desear. Tal
vez, no se llevara de la manera más apropiada
para atraer voluntades y auxilios a un establecimiento de esa naturaleza, donde la desgracia acumulaba tantas miserias. Faltaba allí
un elemento importantísimo, que únicamente la
religión podía darlo.
Es de plena evidencia, que los hospitales dirigidos por religiosas o religiosos están mucho
mejor gobernados y servidos que cuando lo son
por gentes seglares o asalariadas. No se trata
meramente de la asistencia material, de la cura
de enfermos, de su alimentación, lavado, ropería,
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requieren algo más que no está al alcance del
enfermero a sueldo: compadecerse del dolor ajeno, llevar el consuelo y la resignación cristiana
al ánimo del pobre infeliz que sufre; y esto sólo
puede hacerlo quien a ello voluntariamente se
consagra por caridad y amor a Dios.
Comprendiéndolo así el Cabildo de la Colegiata
y el de la Ciudad, decidieron acudir a los religiosos de la venerable Orden de San Juan de Dios,
que movidos del ejemplo de este santo apóstol de
la Caridad, por España se difundían, proponiéndoles el que se encargaran de la administración
y régimen del Hospital.
ESCOBAR BARBERÁN, F. “El Hospital de Lorca”. Almanaque de San José de Calasanz1=}…>~*>†?ƒ*
77
Reunidos en el Convento y Hospital de Ntra. Sra.
del Amor de Dios y Venerable Padre Antón Martín, de la entonces Villa y Corte de Madrid, los
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de San Juan de Dios, el día 8 de Abril de 1663,
acordaron aceptar la propuesta de fundar Convento en Lorca, mediante la entrega que se les
hiciera del «Hospital de Ntra. Sra. de la Concepción y San Antonio», bajo determinadas capitulaciones. Y aprobadas éstas por el Ayuntamiento
y Cabildo de la Colegiata, en 8 y 21 de Mayo
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quedó hecha en esta Ciudad la fundación del
Convento de los Hospitalarios, formalizándola en escritura de avenencia y concordia de 7
de Diciembre de ese propio año, ante la fe del
escribano público de este número y mayor del
Concejo, Jerónimo Ferrer. Intervinieron en ella
de una parte, varios regidores perpetuos, por si
y en nombre del Ayuntamiento, y canónigos de la
Colegial representando a su abad y cabildo; y de
la otra, el Padre Fr. Bartolomé Postigo, por sí y
en nombre de su Orden.
En el traspaso se comprendía el Hospital y además la Iglesia y casas anejas y cuantos bienes
componían su hacienda. Fue presente al acto
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Licenciado D. Juan Sánchez Márquez, corregi
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Bastaba para la entrega el otorgamiento de la
escritura, que era también acto simbólico de tradición jurídica, con arreglo a lo que constituyó
siempre doctrina clásica de nuestro Derecho,
pero esto no obstante, se quiso materializar más
la posesión, revistiéndola de una especial solemnidad, lo que tuvo efecto en la misma fecha y
ante el citado fedatario. El 27 de dicho mes de
Diciembre y con idénticas formalidades, se dio a
la Orden el inventario detallado de las imágenes,
ornamentos, bienes y títulos de pertenencia, y de
esta manera quedaron establecidos en Lorca los
Hospitalarios de San Juan de Dios, cuyo nombre
tomó el antiguo «Hospital de la Concepción y
San Antonio». A partir de ese momento, fue muy
grande la transformación que en su estructura
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Lugar siempre abierto a todo enfermo pobre
y miserable, quedó convertido en una Maison
Dieu, verdadera «Casa de Dios», por el espíritu
de unción religiosa que en su ambiente reinaba, transmitiéndose a todos los servicios que se
78
prestaban allí. ¡Qué no harían en aquel asilo del
sufrimiento y dolor, los religiosos de que venimos
hablando, teniendo en la vida del santo fundador
blimes y tan altos ejemplos de abnegación y caridad evangélica en que mirarse!... También en la
Iglesia aneja se hicieron grandes innovaciones.

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Juan de Dios, labrada por Don Roque López, en
1792, y un lindísimo San Rafael, policromado,
tal vez del célebre Salcillo, D. Francisco. La función del día de la Inmaculada, 8 de Diciembre,
revestía una solemnidad extraordinaria, pues
asistían ambos cabildos, y eminentes oradores
ocupaban la cátedra sagrada. El Cabildo continuaba yendo durante la octava.
Aún cuando en las capitulaciones estaba pactado
que tan luego como hubiera rentas bastantes y
mejor disposición, se admitirían en el Hospital
para su curación mujeres enfermas, la falta de
local adecuado en que pudieran hallarse con la
debida separación, o, acaso, escrúpulos y resistencias muy naturales en los PP. de una Orden de
tan severa y estrecha disciplina, hizo que continuara siendo sólo Hospital para varones.
Cabalmente, para subvenir a esta necesidad, un
insigne patricio, Don Juan Fernández Ergueta,
abogado y cura propio de la parroquial de San
Juan Bautista, en esta ciudad, hombre de gran
cultura y extremada virtud, dejó dispuesta la
fundación de un Hospital «únicamente para mujeres dolientes e infortunadas», bajo el nombre
del santo titular de su parroquia, en testamento
de 23 de Febrero de 1679, ante el escribano de
este número Andrés Ategui y Mula. Sólo se ad
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de su parroquia de San Juan, «que padecieran
de tabardillo, dolor de costado, calenturas continuas y tercianas, o de cualquier otra enfermedad, excepto lepra, mal de San Lázaro y «búas»,
ya que para la curación de semejantes dolencias
existían hospitales diputados, y en cambio para
esas otras no había lugar o refugio donde las
pobres enfermas pudieran acogerse». Prohibía
el que se admitiera a los hombres, porque para
ellos (dice el testador) tenían el Hospital de San
Juan de Dios, a cargo de los hermanos de esa
Orden.
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sr. Fernández Ergueta, otro benemérito lorquino,
D. Domingo Martínez Illescas, cura párroco de
la citada iglesia de San Juan Bautista. En el año
1753 quedó concluido y abierto a la Caridad
el nuevo hospital, y al siguiente año su capilla
o iglesia, con puerta independiente de entrada
y campanas. En el Almanaque de San José de
Calasanz de 1923, tracé la historia de este Hospital para mujeres, enalteciendo la memoria de
su fundador, cuyo nombre lleva la antigua calle
del Carril de los Caldereros, donde se estableció
aquél (en lo que después fue posada). En esas
mismas casas que se compraron a Francisco de
la Puente Fernández, por escritura de 10 de Junio de 1753, ante el escribano Patricio Pérez
Menduiña, había existido ya otro hospital también para mujeres, nombrado del Pilar en 1735,
que desapareció a los 4 años, por no contar entonces con dinero para adquirirlas.
[…]
Paralelamente siguieron su vida ambos hospitales, el de San Juan de Dios y el de San Juan
Bautista, para hombres y mujeres respectivamente, sostenidos con sus propios bienes y por el
generoso desprendimiento de sus bienhechores.
Otros asilos o centros de caridad que también
existían, eran menos importantes, como el Hospicio del Carmen Viejo (en Ntra. Sra. de Gracia),
por ejemplo, que desde los primeros años del
siglo XVIII lo tenían a su cargo los Carmelitas
Descalzos, y algunos más destinados a enferme
0
San Lázaro.
Con motivo de la guerra de la independencia, comenzaron a decaer los dos mencionados hospitales, hasta el punto de hacerse sumamente difícil
la alimentación y sostén de los pobres enfermos
acogidos. Con ser albergues del infortunio y la
desgracia, no se vieron libres de los desórdenes
y tropelías que fatalmente sobrevinieron.
En el 2° período constitucional (de 1820 a 23),
se promulgó la ley de 23 de Enero de 1822, que
suprimió todos los establecimientos destinados a
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en ella, y creó las juntas municipales para atender en los asuntos de ese ramo, como auxiliares
de los respectivos ayuntamientos, incautándose
de los bienes, fondos y rentas. Ya, poco antes,
la ley de 11 de Octubre de 1820 declaró supri
y patronatos. Siguieron después tantos y tantos
atropellos como se cometieron desde la muerte
de Fernando VII: los bárbaros asesinatos de religiosos indefensos; la abolición de las órdenes
monásticas; la declaración de venta de los bienes de los conventos, extensiva a los del clero
secular (del R. D. de 11 de Octubre 1835 a la
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desamortización general decretada por la ley de
1° de Mayo de 1855, que complementó la de 11
de Julio de 1856.
Con todo este cúmulo de leyes y disposiciones
injustas, desaparecieron los hospitales de San
Juan de Dios y San Juan Bautista, pasando al
Estado sus cuantiosos y saneados patrimonios
y quedando así destruida una obra social, labor
de varios siglos, con gran daño para el pueblo y
escaso provecho del Fisco. Sustituyó a esos dos
antiguos hospitales, el actual de San Francisco
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fue.
La tristísima y deplorable situación en que se hallaron los citados hospitales de San Juan de Dios
y San Juan Bautista al privárseles de sus bienes,
ausentes ya los religiosos del primero, fue tan
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creada conforme a lo que dispuso la ley de 23
de Junio de 1822, viose obligada a recurrir ante
S. M. la Reina Gobernadora, en 10 de Marzo de
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del Convento de San Francisco, de la Puerta de
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en ésta los otros dos. Razonaban la pretensión,
invocando la importancia social del objeto que
se perseguía, y haciendo ver las pésimas condiciones en que se encontraban los otros locales,
faltos ya de todos los requisitos necesarios para
una buena hospitalidad que el de San Juan Bautista (hospital de mujeres), por haberse corrido
la cubierta, estaba en ruinas, no conservando en
pié sino tan sólo parte de su única sala; y el de
San Juan de Dios (hospital para hombres), además de amenazar ruina también, era tal su hediondez que cuantos pasaban por la calle donde
se situaba tenían que prevenirse contra los malos
olores que salían por sus ventanas.
Previo informe del jefe político de la provincia,
fue atendida la solicitud en R. O. del Ministerio de la Gobernación de 2 de Junio de 1838,
79
comunicada el 23 del mismo mes. Con arreglo
a la Instrucción de 1° de Septiembre de 1837,
debía desaparecer del convento de San Francis
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destino, ennobleciendo su fachada».
Hubo sus resistencias por parte del comisionado
subalterno de Arbitrios de Amortización, para la
entrega del huerto del convento y de su Iglesia
(como que ya se había acordado el derribo de
los retablos para que se incautara de ellos su
rematante Don Manuel-María Rodríguez), pero
en nueva R. O. de 5 de Noviembre de dicho año
1838, se aclaró, que en la cesión del convento se
comprendían la iglesia, internado y demás dependencias, como asimismo su huerto, «por ser
todo esto indispensable para el establecimiento
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lápida colocada frente a la escalera del claustro
bajo, se consigna lo siguiente:
«Reinando la Señora Doña Isabel II la Ilustre
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Presidente el Alcalde 1° Constitucional Don Blas
Eytier y Comisarios Don Pedro Eytier y Don
Francisco Carrasco, fundó este Establecimiento,
día 19 de Noviembre del año de 1838».
80
ejerciera por sí mismo, si gustaba hacerlo, y que
no efectuándolo, lo podría practicar el capellán
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las obvenciones y emolumentos que se devengaran de ellos, por pertenecerles de justicia. Y que
por lo tanto, si impulsado de su caridad cediese
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debería reputarse por un acto meramente voluntario. Concluía diciendo, que esperaba lo ejecutaría así, como igualmente, que llevaría adelante
los piadosos sentimientos de cooperar, en unión
de la Junta, por cuantos medios estuvieran a su
alcance, al aumento de culto divino de dicha
iglesia y al alivio y socorro de los infelices menesterosos, como lo tenía el mencionado párroco
manifestado. A la vez, mandó se entregaran a la
Junta los efectos pertenecientes al culto de la
iglesia de San Juan de Dios (de la capilla de la
Concepción,), que fueran necesarios en la de San
Francisco. Entonces se trajo, entre otras cosas,
la antigua imagen de la titular, que ocupa una de
las capillas laterales. La de Ntra. Sra. de la Soledad y San Rafael, que eran de igual procedencia,
pasaron a San Mateo, y allí continúan.
El gobernador eclesiástico del Obispado, como
consecuencia de esa última soberana disposición, ordenó al párroco de San Mateo, en 25 de
Marzo de 1839, que entregara a la Junta Muni
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plo de San Francisco, «con todos los efectos que
pertenecían y eran necesarios para celebración
del culto», y al mismo tiempo concedió licencia
para que en dicha iglesia se pudiera celebrar el
piedad de la Junta tuviera a bien disponer, pero
todo sin perjuicio de los derechos parroquiales,
que no era lícito vulnerar.
El Hospital del ex-Convento de San Francisco
estuvo regido y administrado por la Junta Muni
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se nombró de R. O. la Junta de Patronos que
aún subsiste, y desde el año 1859 se encuentra
servido por las Hermanas de la Caridad (Hijas
de San Vicente de Paul), que tienen también
allí clases para la enseñanza, donde se educa
e instruye la mujer lorquina, y cuidan de las
huérfanas, utilísima y humanitaria institución
fundada en Lorca el siglo XVIII. Sus talleres de
confecciones y bordados gozan de justo renombre. Llegaron a Lorca estas heroicas religiosas,
en número de cinco, el día 4 de Agosto de dicho
año 1859, y fue primera presidenta Sor María
Darmaignac.
Con motivo de una consulta hecha después, sobre las atribuciones de la Junta en lo referente
al culto de la referida iglesia de San Francisco, declaró la superioridad eclesiástica, en 23
de Agosto del mismo año 1839, que el párroco
de San Mateo (lo era entonces D. José Pérez
Muelas) tenía derecho a intervenir en la predicación, administración de sacramentos, y en
cuantas funciones se celebraran públicamente
en ese templo, debiéndose, en su consecuencia,

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que contamos, y a todo buen lorquino debe interesarle el que subsista siempre, pero con vida
desahogada y próspera, y no con la penuria y escasez que viene sufriendo. No basta para el sostenimiento de un hospital tan importante, como
el nuestro, el fervor y el celo, la abnegación sublime de esas santas mujeres consagradas a su
atención y cuidado, como tampoco es bastante
el esmero y patriotismo con que lo administra y
dirige la Junta de Patronos, compuesta en todo
tiempo de personalidades respetables. Se necesita más para tanto gasto como allí se ofrece,
se necesitan recursos económicos, pues, los que
tiene son muy limitados.
El Hospital de Lorca, si le pagaran cuanto se
le debe, tendría para cubrir holgadamente todas sus atenciones. Nos referimos al adeudo que
por el Estado se le hace del importe de sus bienes vendidos con motivo de la desamortización.
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los que constituían el patrimonio de los antiguos hospitales de San Juan de Dios y San Juan
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hay que agregar los de otras varias importantes
fundaciones, como la de la ilustre dama Doña
Fernanda Zabalburu Martínez de Lejarza, la
de Don Francisco Gómez Carralero, la del licenciado Don Rodrigo Sarabia, y muchos más
que acreditan viejos protocolos. Según un avance de liquidación practicada, muy por encima,
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Lorca unos dos millones de reales, sin contar
tos intereses devengados. Figura publicada en
la Gaceta de Madrid, con fecha 15 de Julio de
dicho año.
[…]
A la historia relatada por Escobar, que había
de ser concisa en aras de su carácter divulgativo, se le pueden añadir muchos matices que
completen esa visión de conjunto. Los primeros
apuntes que se van a sumar al relato ya visto tienen que ver con el proceso seguido para
la conversión del convento en hospital.M? Se
inició con una comunicación al Ayuntamiento
por parte de la Junta de Enajenación, de 10 de
Noviembre de 1837, pidiendo que la Corporación manifestase el destino que se podía dar
a los conventos suprimidos. Poco antes se había solicitado también por parte de la Junta de
$ 1 bienes y la administración del antiguo hospital
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te había desaparecido la orden religiosa que lo
( =??…* ‹ cargo de las instalaciones, la Junta comunicó
al Ayuntamiento, el 21 de Diciembre de 1837,
”/dría dirigirse a quien correspondiese para que el
Francisco, lo que el Ayuntamiento dijo que apoyaría de un modo bastante a conseguir el logro
apetecido por su localidad, ventilación de patios, agua en su cisterna y otras comodidades,
no siendo la menor la de su iglesia, sirviendo
ésta como ayuda de parroquia para la administración de auxilios espirituales a los desvalidos
enfermos. Como demuestra el cruce de las actas
de ambas instituciones, Ayuntamiento y Junta
$
aunque fue esta última la que llevó la iniciativa
en todo momento por lo mucho que le urgía el
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/ que la que tenía y con unas posibilidades ma/
)
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no hubiese respuesta a su demanda, pedía que
se reiterase nueva solicitud a la Junta de Enajenación de Conventos Suprimidos para que se
sirva acceder a esta concesión sin perjuicio de
elevar el correspondiente recurso al Gobierno
:
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+
—
la premura que exige un asunto tan urgente y
piadoso. Se dio cuenta al Ayuntamiento para
que reforzase lo pedido, pero éste contestó el
8 de Marzo manifestando que apoyaría la petición si es que se pidiese informe. La cierta
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en que le conminaba bajo multa a que contestase cuanto antes en relación al destino que se
podía dar a los conventos suprimidos, diciendo
en este caso el Ayuntamiento que ya se había
solicitado la permuta de el de San Francisco por
el de San Juan de Dios. Esa falta de impulso
político pudo ser la responsable de que el 23 de
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al Ayuntamiento para que pusiese remedio en
la subasta que se había hecho de los retablos
M?
La totalidad de las noticias que su utilizarán en adelante, si no se indica otra cosa, proceden de las actas capitulares del Ayuntamiento de
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de la iglesia de San Francisco. Al día siguiente
los concejales resolvieron pedir la anulación de
la subasta, en tanto no se resolviese la petición
hecha a la reina, basándose en que el convento
franciscano es un monumento histórico y recuerdo de las glorias de esta ciudad que debe
respetarse, además de que en la actualidad está
prestando el servicio de ayuda de parroquia y
no puede menos de continuar con éste u otro
carácter idéntico en el arreglo del clero, siendo
por otra parte un santuario respetable por la
devoción general que se le tiene y su desaparición afectaría considerablemente la piedad de
. La petición fue hecha, en este caso, al
comisionado subalterno de Arbitrios de Amortización, exponiendo además las mismas razones
con respecto a la subasta realizada de los retablos de las Huertas.
La Real Orden por la que se concedía lo solicita)K
del jefe político de la provincia de 23 de Junio y
en virtud del cual se acordó ˜
ñor Comisionado de Arbitrios de Amortización
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Junta, diciéndole así mismo lo urgente que es
la traslación de dichos establecimientos y que
en su contestación se sirva decir el día y hora
en la que hayan de concurrir los señores comi
!
indicada entrega. Acordaron también agregar
a la comisión de hospitales al señor D. Manuel
…+
:
$
sr. cura párroco de la de San Mateo para que
en virtud de estar a cargo de esta Corporación
la iglesia del citado convento de San Francisco
y la de San Juan de Dios a consecuencia de lo
dispuesto por reales órdenes, entregue a esta
Junta con la brevedad posible todo lo correspondiente a ellas, dejándolas expeditas para
disponer del uso que deba hacerse conforme al
0
`cia. El 3 de Julio recibía la pertinente comunicación el Ayuntamiento con el siguiente texto:
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:
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y Efectos de Conventos Suprimidos dice a la
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de esta Provincia lo que sigue: El Excmo. Sr.
Srio. de Estado y del Despacho de Hacienda
ha comunicado a esta Junta Superior con fecha
2 del corriente mes la Real Orden siguiente =
Conformándose S.M. la reina gobernadora con
lo informado por V.S. en 23 de Mayo pasado se ha dignado acceder a la solicitud de la
@
`
"
ceda el convento de San Francisco de la puerta
de Nogalte para establecer un hospital; cuya
cesión debe entenderse gratuita, según lo dispuesto como regla general para estos casos en
la Real Orden de 31 de Mayo último. Lo que de
Real Orden digo a V.S. para su inteligencia y
cumplimiento = Y la Junta Superior lo inserta
+:+
+
{
V.S. para su conocimiento y efectos correspondientes, en el concepto de que se previene con
esta fecha al comisionado principal de Arbitrios de Amortización de la provincia que bajo
las formalidades debidas proceda su subalterno
!
$
@
`
+
~
$|
Lo que parecía una sencilla operación de entrega de bienes, se convirtió en un ir y venir de
exigencias por parte de la Junta y del subalterno
de Arbitrios y en un recurrir constante a instan
( )* @
avisó el subalterno de que no le había llegado
comunicación alguna sobre la entrega del edi dispuesto a entregar el convento sin otra servidumbre, obviándose iglesia y huerto que parecían no incluidos en la donación real. La Junta
no sólo requirió que se hiciese la entrega de la
/
!
pidió que se paralizase el derribo de los retablos
que ahora eran suyos de conformidad con la
Real Orden. Durante todo el mes de Julio fue
creciendo la tensión entre la Junta Provincial
de Enajenación, por un lado, y los miembros de
/+/
otro. El 23 Julio aquella había resuelto que en la
R.O. de 2 de Junio cediendo el convento de San
Francisco no se incluían la iglesia y el huerto;
y que los retablos habían sido rematados el 22
de Febrero y que por tanto la donación no podía
tener ahora un efecto retroactivo. Proponía a
cambio que el pasto espiritual se suministrase a
los enfermos en la capilla de la Tercera Orden
que existía en el convento, porque un hospital
no está en el caso en que se hallan las comunidades religiosas y hoy las parroquias de necesitar sostener iglesias con varios altares para
el servicio del culto* @ que se entregasen los retablos a Manuel María
Rodríguez amenazando con que los perjuicios
causados por el retraso en la entrega los habrían de satisfacer quienes se interpusiesen. El
31 de ese mes el Ayuntamiento respondía con
unos argumentos claros, como que la Junta Superior había aprobado la entrega de convento,
iglesia y huerto, a lo que no se oponía la Real
Orden; y que los retablos y las campanas precisas seguían en los templos que habían sido
declarados ayudas de parroquia, como era el
caso de San Francisco. Además, aclaraba que
la capilla de la Orden Tercera como consta al
comisionado de Amortización en esta ciudad,
está completamente destruida, por cuanto se
han deshecho y separado de ella las verjas de
hierro que le servían de puerta y demás efectos
que la adornaban, estando hoy día arrendada a
D. José Borja, de este comercio, el que la tiene
destinada a un almacén de carbón y, por lo
mismo, además de la inutilidad del local por las
razones expuestas, lo es también por su poca
capacidad, luces, ventilación y demás. El 17
de Agosto la Junta Provincial de Enajenación
amenazaba con utilizar toda la fuerza que tuviera a su disposición para no hacer entrega más
que del convento, permitiendo al subalterno de
Lorca que reclamase cuantos auxilios necesite
de las autoridades civil y militar para llevar
a cabo su resolución; y en cuanto a la capilla
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teniendo entendido que habiéndose ofrecido por
medio de uno de sus consocios del expresado
Rodríguez colocar un retablo en la capilla de la
Tercera Orden que existe en el citado convento
cedido por S.M. para hospital, blanquearla de
propio peculio y dejarla corriente en términos
de que pueda suministrarse a los enfermos el
pasto espiritual, se encarga hoy a aquel cumpla
/
-
pal de Amortización para que su subalterno en
esa cuide de que se realice uno y otro extremo.
La contestación del Ayuntamiento, por medio
de acuerdo capitular de 22 de Agosto, fue todo
(
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cuenta de cómo había acabado el asunto de los
retablos subastados, un extremo que no aparece
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La ciudad, en cabildo celebrado en este día, en
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jenación de Efectos de Conventos Suprimidos, en
el que insiste se haga la entrega de los retablos
de San Francisco Acordó: Decir que respecto a
los retablos de la iglesia de San Francisco ha
informado al Sr. Alcalde primero constitucional
@
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comprado los citados retablos y que por lo mismo es fenecida la cuestión pendiente en esta parte; pero que respecto a la iglesia y demás perteneciente al citado convento de San Francisco se
espera la resolución de S.M. que deberá recaer
a la consulta que le tiene elevada la expresada
Junta. Y que al mismo tiempo se dan las órdenes
oportunas para cumplimentar sus disposiciones
con respecto a los demás conventos suprimidos
bajo la protesta de que estando pendiente de S.M.
un informe sobre la conservación de ellos para
el culto, será de la responsabilidad de la Junta
cualquiera resolución que pueda tener efecto por
haber dispuesto de los indicados efectos cuando
pendía una resolución soberana.
En ese punto cesaron las presiones y amenazas
de uno y otro lado a la espera de una aclaración gubernamental sobre la cesión hecha a
* 1 ) por Pedro Eytier y Francisco Carrasco comenzó
”  )?
Agosto de 1838. Unos días antes, y por la urgencia del caso, había acordado la Junta tomar
posesión sólo del convento a la espera de que se
resolviesen sus reclamaciones. Al frente de las
cuadrillas de albañiles, compuestas por una media de nueve peones, estuvieron el maestro José
Antonio Jiménez de la Fuente, el ayudante Juan
de la Cruz Barnés y el amasador Juan Morales.
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responden a mano de obra, yeso, losa y teja,
carpintería, cerrajería, pintura, una más de ropa
/
menores. En total costaron las obras 28.388,5
rls y yeso, carpintería y cerrajería fueron, al
margen de la mano de obra, las partidas más
abultadas. Parece por el gasto que hubo un re que la estructura de celdas independientes fue
en parte anulada para dar prioridad a grandes
salas, y que hubo una necesaria reordenación de
espacios para adaptar el convento a las nuevas
necesidades del hospital. Las cuentas contienen también nota aclaratoria de las donaciones
) $ relativo a ropas, y un agradecimiento expreso
a los comisarios de la obra por la escrupulosa
)
/(jo realizado. En estas obras desaparecieron del
convento, tal como estipulaba la instrucción de
1 de Septiembre 1837 citada por Escobar, los
emblemas y signos que recordaban la antigua
dedicación del establecimiento. Por esa razón
se picaron los escudos del segundo cuerpo de
la portada, respetando el municipal por ser establecimiento ligado al Ayuntamiento, y también
los que había en el claustro del siglo XVII, de
los que aún son visibles sus improntas.
El 15 de Noviembre trataba la Junta del siguien
)cio: El señor Presidente manifestó lo necesario
que era el tratar de la solemnidad que debía
darse al día de la apertura de los hospitales
mucho más cuando ésta se hacía en el de nuestra augusta reina Dª Isabel II. Y en su razón se
empezó a conferenciar sobre la clase de función
de iglesia que debería hacerse en celebridad
0
secuencia se acordó: Disponer lo conveniente
para una misa cantada con Te Deum en la capilla de los mismos hospitales la cual deberá
celebrarse con toda la suntuosidad posible a
la par que con la economía que exige el estado
de escasez de fondos en que se encuentra esta
corporación; y para disponer todo lo necesario
en orden a dicha festividad quedan encargados
ƒ>
los mismos señores comisarios de hospitales.
—0
…
(tamiento manifestando la determinación de esta
Junta de trasladar los hospitales a la nueva
/
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•
que tiene tanta mayor satisfacción cuanto que
se realiza en el día de nuestra augusta reina
Dª Isabel II, bajo cuya protección se ha podido
llevar a cabo tan loable objeto; y que creyendo
compatible su concurrencia en aquel día con
las disposiciones que hubiese tomado para su
celebridad, esperaba de su celo religioso y patriótico se serviría asistir a la misa y Te Deum
que se había dispuesto cantar en la capilla de
los mismos hospitales convidando también al
mismo tiempo en unión de esta Junta a la Benemérita Milicia Nacional, autoridades y demás
corporaciones.
1K$
teramente de la totalidad del convento de los
franciscanos hasta unos meses después de la solemne inauguración, aunque de hecho utilizó la
capilla como si fuera suya el 19 de Noviembre.
El acuerdo de 11 de Febrero de 1839 contiene
algunas claves sobre el retraso en hacer efectiva
la propiedad: Sobre la iglesia del convento de
San Francisco. Se dio cuenta por el señor Presidente de haber recibido su señoría por mano
de D. Juan Diego Delgado en el día de ayer, un
@
'

Efectos de Conventos Suprimidos de la Provincia, con la fecha del 28 de Noviembre del año
pasado de 1838, en el cual se inserta la Real
Orden aclaratoria de la del 2 de Junio del mismo año en que S.M. cedió a esta Corporación
el suprimido convento de San Francisco para el
establecimiento de los hospitales, manifestando
estar comprendida en dicha cesión la iglesia y
el huerto del mismo convento. En su consecuen
queda expresado anteriormente y puesto que en
el mismo se dice haberse dado el conocimien
(
la Provincia para el cumplimiento de la citada
„
X
@
sionado de Arbitrios de ésta insertándosele a
la letra la referida Real Orden para que haga
la entrega del huerto e iglesia ya manifestada
y demás efectos de ésta en el día de mañana,
sirviéndose expresar la hora para conocimiento
de los señores comisionados D. Francisco Carrasco y D. José Molina, quienes se incauten
de todo con las formalidades correspondientes
y con intervención de mí el infrascrito. Pero dos
días más tarde tenía que tomar nuevos acuerdos la Junta porque otra vez el comisionado de
Arbitrios de Lorca decía no tener constancia de
la orden para entregar huerto e iglesia. En ese
acuerdo se insistía en lo raro que resultaba la
tardanza para hacer efectiva una entrega que parecía estar resuelta hacía bastante tiempo. Hasta
‚= & ) nado de Arbitrios dando por hecha la posesión
lorquina. Con respecto al primero, la Junta abrió
inmediatamente la comunicación con ese espacio y ordenó, además, que se avisase al arrendatario, Juan Antonio Meca, para que dejase
expedita la tierra una vez concluido su contrato, decidiendo más tarde los patronos qué convendría más a los intereses del establecimiento.
Con respecto a la iglesia, aunque ya se disponía
de ella, faltaba aún tomar posesión de manos de
los que habían sido sus administradores hasta
ese momento, y recibir de ellos mismos los objetos de culto tanto del nuevo templo como del
que se abandonaba en el antiguo emplazamiento
*'=?+=ƒ…}
aclara todos estos extremos:
Sobre entrega de llaves y demás efectos para
el culto de la iglesia de San Francisco. Se vio
+
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X0
fecha 25 de Marzo próximo pasado, referente a
mandar al sr. cura párroco de la de San Mateo
de esta ciudad haga entrega a esta Corporación
de todas las ropas, alhajas y demás efectos que
pertenecían a la iglesia del suprimido convento
de San Francisco ahora destinada para capilla
de este Establecimiento y concediendo al mismo
tiempo facultades para solemnizar en ella todas
las festividades que su piedad tuviere a bien. Se
š
0
+
lo cual se da comisión a los señores D. Martín
de Blaya y D. José Molina que se incautarán de
todo en la forma más legal concurriendo a dicha
entrega el presente secretario.
De nuevo las dilaciones fueron la tónica general. A mediados de Mayo aún no había recibido
el cura de San Mateo la oportuna orden para
hacer la entrega, y a comienzos de Junio aún
pedía el gobernador del Obispado relación de
Francisco para autorizarlas, a lo que respondió
la Junta con un listado al que se adjuntaba nueva reclamación de los efectos de culto de la
antigua iglesia del hospital.
Aunque los pequeños reparos y mejoras abundan
en las cuentas del establecimiento77, sólo unos
pocos hechos durante el XIX merecen atención
* ' =ƒJ}*'
\
realización se pospondría bastante tiempo, ya
se planeaba que la carretera que atravesaría la
población en dirección a Andalucía, después de
cruzar el puente del Guadalentín, iba a discurrir
por la parte baja de la ciudad hasta conectar con
el Óvalo de Santa Paula. Su recorrido afectó a
los desamortizados conventos de la Merced y
Santo Domingo —que vio recortada un cuarta
parte de su claustro—, al huerto de la antigua
residencia episcopal lorquina, a la casa de los
Pérez de Meca, que tuvieron que retranquear
su fachada, y al huerto de San Francisco, que
perdió una parte y se alineó con la nueva vía
proyectada mediante una pared continua. El 3
de Diciembre es cuando se produjo el acuerdo
que lo aclara todo pormenorizadamente: El sr.
77
1)#
$1
/
š(
consulta hecha en el fondo documental que, procedente de esa institución, se depositó en el Archivo Municipal de Lorca en 2002, y en los
existentes en el Archivo General de la Región de Murcia, fondo de la Diputación Provincial, y en la sección del Histórico Provincial en el
K‹$*
85
alcalde presidente manifestó: que el encargado de Policía y varias otras personas vecinas
0
`
esta ciudad le han producido quejas repetidas
sobre el estado ruinoso en que se encuentra el
%$
calle Honda y la pared foral del descubierto
de dicha casa hospital a consecuencia de no
tener punto de apoyo y de haber transcurrido
muchos años sin haberlo reparado. Que con
estos antecedentes dispuso un reconocimiento
pericial por los maestros titulares quienes después de inspeccionada la obra aseguran que
con efecto el deterioro existe y de tal manera
que la ruina es inevitable si no se pone pronto
remedio. Estas circunstancias muy atendibles
por cierto, y la de que el trayecto que ocupa
parte del corral o descubierto de que se trata
ha de servir para la carretera general de Andalucía según el trazado hecho por los ingenieros
del gobierno; cuando por otra parte las líneas
del plano de la población parten rectas en el
mismo sentido que el de la Corredera; consi
!
nuarse la calle que partiendo de la de S. Juan
de Dios ha de prolongarse en la dirección del
proyectado camino, cree el que habla que sin
necesidad hoy de reclamar la reparación de la
pared foral antes mencionada y sí solo la parte
0
!
subsistir, pudiera proponerse a la Junta Muni
`
0
!
concretando las nuevas obras o reduciéndolas a
lo meramente preciso para la debida seguridad,
dejando como parte de calle lo que ha de servir para la vía pública y construyendo la tapia
divisoria en la línea que corresponda, puesto
que esta ha de ser el resultado que en adelante
tenga efecto atendido el trazado de la carretera
general y consiguiéndose por tal medio economía en los gastos y no atender a obras que muy
!0
&+
—
ha creído el que habla ponerlo en noticia de la
municipalidad para que tomándolo en consi78
deración acuerde en su vista lo que crea más
acertado. Y el Ayuntamiento hecho cargo de
cuanto queda expuesto, y siendo la proposición
que se hace la más adecuada. Lo que motivó
)

)(
al antiguo parador conventual, y se aprovechó
para delimitar la porción de huerto que habría
de cederse para la carretera.
Toda esa parte del hospital sufriría una renovación en los últimos años del siglo XIX. La
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a sus espaldas una amplia plaza a la que se trasladó, en 1871, la celebración de la feria septembrina en honor de la Virgen de las Huertas.78 La
ocupación de ese espacio por nuevos inmuebles
y el mayor tránsito de personas, decidió años
más tarde la construcción de una nueva tapia
de cierre y de un par de pabellones en las esquinas del huerto, lindando con las actuales plaza
del Negrito y calle Cuesta de San Francisco,
que fueron ocupados por servicios municipales
devengando el alquiler correspondiente al Patronato del hospital. En el primero se instaló,
} 0 =ƒ}? |+
*79
Servían allí también las Hijas de la Caridad y
complementaba a la Sociedad Protectora de los
Pobres, ofreciendo comida a quien no podía
costeársela. Con el tiempo se convertiría en lo
que se denominó “cocinilla económica” hasta
su traslado a los locales de San José de Calasanz. En su lugar se instaló la Casa de Socorro
=}J> da El Lorquino80: Las instalaciones de la Casa
de Socorro situadas desde hace tantos años en
‹
:
^
a ser trasladadas, dándole una completa independencia, a una de las esquinas de la Plaza de
/
ba situada la llamada «Cocinilla económica».
Para ello, los Aparejadores Municipales han
redactado el informe correspondiente, habiendo aprobado nuestro Excmo. Ayuntamiento, un
%+]‹@‰+{%’+K*]* Alcaldes de Lorca desde las Cortes de Cádiz*]=}??~*ƒƒ*
79
ALMANAQUE DE SAN JOSÉ DE CALASANZ. Lorca 1913; p. 73.
80
EL LORQUINO*+\›=…†~=>=}J>*
ƒ?
Subasta extraordinaria de aguas en la plaza de Colón donde se aprecia el muro que cerraba el huerto y los pabellones que
se construyeron en sus extremos.
presupuesto de obras por la cantidad de pesetas
20.729,93 para llevar a cabo el citado traslado.
Esas instalaciones fueron demolidas cuando se
inauguró el Centro de Salud e Higiene en la
plaza del Cardenal Belluga. El otro pabellón,
de parecida factura y también con su principal
! )
desde 1901 a biblioteca municipal. Al ser trasladada ésta a unas habitaciones superiores del
Teatro Guerra, se fue alquilando para diferentes
” empresa de productos sanitarios. Permaneció
con su estructura originaria y coronando su fachada un escudo municipal hasta los terremotos
‚†==* ' \
que se desconoce la fecha, también se reparó
/))
plaza del Negrito, que acogería en su momento
la Casa receptora de expósitos como extensión
de la de Murcia, ocupándolo posteriormente la
Junta de Protección de la Infancia.
81
Cierran las noticias del siglo XIX una más fechada en Mayo de 1873 que tiene que ver con
la iglesia.81 El día cinco de ese mes comparecía
ente el alcalde el secretario de la Junta de Bene K
]( (
notado pequeños desprendimientos de la bóveda de la iglesia del expresado establecimiento
y algunas aberturas en la misma. Pedía que se
)/
día el alcalde ordenó que los maestros alarifes
Mariano García Molina, Juan Gil Carrillo, Francisco Martínez, José Antonio Pérez Chirinos,
Antonio Morata, Fernando Mora, Lázaro Martínez Miñarro y Manuel Martínez Martínez pa
/
su estado, comunicándose al cura de San Mateo
que mientras que no se haya hecho lo anterior
no deje pasar a nadie a la iglesia ni permita que
se celebren actos religiosos en ella. Al día siguiente los alarifes convocados declararon que
la iglesia se hallaba en estado de solidez y que
+*]*1**ƒ*M>J*
87
las grietas que había en la bóveda eran antiguas
/(
*
VI. EL SIGLO XX
VI.1. Una amenaza seria de ruina: obras entre 1925 y 1930
Con los problemas económicos señalados por
Escobar, que nunca llegaron a ahogar la actividad del hospital aunque la situación fue en
ocasiones sumamente comprometida, el establecimiento superaba ya los 80 años de vida
 deterioro notable. El mantenimiento periódico,
la renovación de mobiliario y material sanitario
y la cada vez mejor adecuación de las salas
destinadas a enfermería y a estancia de enfermos, hicieron que casi no se prestase atención
al estado general del enorme inmueble para el
que, por otra parte, se carecía de fondos con que
atender cualquier obra de envergadura. Todas
=}‚>/
 \ * de ellas, más que el importe inusual y el destino
del dinero, una nota aclaratoria del presidente,
Francisco Méndez, que dice así:
Son de notar en la relación de Gastos Generales
$
$
cuentas, las cantidades que aparecen satisfechas
por obras de albañilería desde el mes de Abril
en adelante, que reunidas suman una de relativa
importancia atendiendo a los recursos con que
cuenta este Hospital, y el presidente que suscribe
se considera obligado a una aclaración al rendirse las presentes.
El Hospital de Lorca ocupa un exconvento de
franciscanos en esta ciudad que le fue cedido
para el caso al tener lugar la exclaustración;
$
grande y abandonado desde remota fecha, seguramente por falta de recursos para atenderlo
debidamente por quienes administraban el Hospital y alarmada esta Junta de Patronos hace
un año al advertir señales precursoras de ruina
88
en distintos puntos de la casa y capilla adjunta,
para evitar toda responsabilidad y proceder con
exacto conocimiento de causa, acordó que el sr.
arquitecto provincial girara una visita a cargo
del año actual.
Del reconocimiento facultativo resultó que algu
0
de inminente ruina y otras en las que, sin existir tan inmediato el peligro, reclamaban urgente
reparación para evitarlo en plazo corto, señalando el arquitecto, por orden de gravedad, los
0
del Hospital propiamente dicho y de la iglesia de
San Francisco a él adosada, que es la Capilla de
`
0
descomposición de dos de sus pilares, había de
producir un estrago poco menos que irremediable en el Hospital.
"
@
0
0cimiento, que con tan pequeños recursos cuenta
para su vida ordinaria, por su amor al Hospital, afrontó la difícil situación; y abriendo una
$
pesetas el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de esta Diócesis de Cartagena y en la que viene aún contribuyendo este vecindario de Lorca; recabando de
su Excmo. Ayuntamiento el pago de dos mil quinientas pesetas, por asignaciones debidas; con
la ayuda de las mensualidades correspondientes
a dieciocho mil pesetas, consignadas este año a
favor de nuestro Hospital en el presupuesto de la
ˆ+
~
‚
ridad y con cuantos medios de propaganda para
reunir fondos le sugiere su celo, dio principio a
las obras en el mes de Abril que aunque costosas
por su índole, se vienen realizando con la mayor
economía, hábilmente dirigida de modo gratuito, por el ingeniero don Joaquín Moreno Musso,
$
0
habiendo llegado a dominarse las obras de consolidación, aunque tendráse necesariamente que
$
siguiendo al practicarlas, como antes se dice,
#
+
arquitecto diocesano, sin desatender la marcha
corriente de la Casa.
A pesar de las explicaciones, las cuentas fueron devueltas pidiendo nuevas aclaraciones y
)
*'
)
) detectados: uno correspondiente a raspaduras y
~ ) las obras realizadas; y el tercero relativo a las
facultades del Patronato para realizar obras sin
proyecto aprobado por la superioridad. El primer grupo sólo afectaba a diez recibos de los
gastos mensuales presentados por la superiora
de las Hermanas de la Caridad, relativos éstos
a la manutención de los enfermos. La defensa
enérgica del gasto realizado por las religiosas
contiene frases como éstas: En este establecimiento no existen abastecedores; las propias
Hermanas, con el interés en ellas característico, lo compran todo al detalle a los precios
más bajos del mercado y de la mejor calidad.
$
recursos con que contamos, no recibieron nunca los individuos de la Junta la menor queja de
los enfermos del orden civil, ni tampoco de los
militares, ni de los dignísimos jefes de éstos que
frecuentan la casa. No es éste lugar adecuado
para elogiar como se merece a las Hermanas
de la Caridad, pero sí diremos que basta que
presenten una relación de gastos para que pueda autorizarse el pago sin que por ello se perjudiquen los intereses del Hospital, pues son
incapaces de poner un solo céntimo más de lo
gastado. Las enmiendas no afectan a la verdad
de los gastos hechos; y se explican porque en
nuestro país los que se dedican a la venta de
patatas, huevos, pescado, etc., no tienen la necesaria cultura para extender bien los recibos,
ni para efectuar debidamente las enmiendas.
En cuanto al segundo grupo, el presidente expuso que el Patronato ponía en esas obras el
mismo celo que un particular defendiendo sus
intereses. Mientras que se unían a sus epígrafes
correspondientes los recibos de materiales de
construcción, no se hacía lo mismo con otros
\
en las relaciones semanales del maestro que dirigía las obras. A pesar de ello, se incorporaban
ahora esos recibos para satisfacción de la Junta
Provincial. Mayor interés tiene conocer por ex
)
porque contiene datos muy precisos sobre las
obras emprendidas en aquel año.
En cuanto al tercer motivo referente a las cantidades gastadas por la Junta de Patronos, se
reproduce en este sitio cuanto se consigna en la
aclaración fechada en 31 de Diciembre próximo pasado. Con efecto, en el mes de Noviembre de 1924 la Junta de Patronos pudo notar
0
”
$
de San Francisco) presentaba señales de inmi
‚
‹
fachada posterior también tenía agrietamientos y
desplomes alarmantes; que las tapias del huerto
estaban caídas; que los desagües del lavadero no
funcionaban, por lo que las aguas sucias quedaban en parte del huerto, con riesgo de la salud
?0
'
‚
tas calamidades y otras de menor importancia la
Junta se vio en el dilema de cerrar la iglesia al
culto público y abandonar la parte ruinosa del
0'
a las autoridades y al vecindario de Lorca en demanda de auxilios que hicieran posible reparar
los desperfectos. Los patronos del Hospital unánimemente acordaron lo último, pues esta Casa
`
nuestra ciudad; en ella, además del Hospital, se
encuentra la hijuela receptora de niños expósitos; la admirable institución de jóvenes huérfanas que son gratuitamente alimentadas y educadas con esmero; la casa de socorro, única que
existe en esta población de más de ochenta mil
almas; la enseñanza gratuita que reciben centenares de niñas pobres y algunas otras instituciones que se omiten por no ser demasiado prolijos;
todo ello se veía amenazado por la ruina de los
%
de la necesidad de allegar recursos que de las
facultades que tuviéramos para gastarlos. Conocíamos la obligación que impone el apartado
cuarto del artículo 35 de la Instrucción de 14
de Marzo de 1899 de tener en buen estado de
conservación los bienes que administra el Patronato. Pero ¿cómo hacerlo sin contar con los
fondos precisos? Todas las obras eran urgentes;
de realización inaplazable y como no se podía
atender a la iglesia y al Hospital se tomó el
acuerdo de elevar una nueva petición al Gobierno solicitando que a ser posible se nos entregara
el todo o parte de lo que se nos adeuda por la
venta de los bienes que fueron del establecimien-
89
to y acudir también a la piedad del Señor Obispo
de la Diócesis en demanda de algún generoso
donativo. Mas no olvidando el Patronato que los
más inmediatos auxilios debían obtenerse de la
caridad de este vecindario, resolvió como medio
de conjurar los males indicados que la Junta de
Patronos atendiera con sus recursos a las obras
‹
a las personas piadosas a una reunión con el
propósito de que en ella se designara una comisión especial encargada de recoger limosnas y
donativos y de administrarlos e invertirlos en la
reparación del templo.
Celebróse en Diciembre de 1924 esa acordada
junta, y todos los señores que concurrieron, que
fueron muchos, manifestaron su decisión de contribuir con su prestación personal y con su dinero para que esas obras se realizaran sin perder
tiempo y pudiera salvarse de la ruina a la iglesia
de San Francisco que como sabe está situada en
lo más céntrico de la ciudad; en la que hay establecidas varias asociaciones que celebran cultos
solemnísimos y de sólida piedad, siendo uno de
los templos más suntuosos y capaces de la Dió
0
$
obras de arte de inestimable valor. Ello explica,
pues, que los lorquinos se ofrecieran a prestar
toda clase de auxilios.
Lo único que se aceptó fue el nombramiento de
una comisión especial; pues haciendo inmerecidos elogios de la Junta de Patronos resolvieron
que nadie más que ella era la llamada a invertir
los fondos que se recaudaran, pero aplicándolos
exclusivamente a las obras de la iglesia y no a
ninguna otra atención.
El Patronato pudo muy bien haber dejado de
$
destinados a la restauración de la iglesia, pues
de esas sumas sólo tenía que dar cuenta a los
donantes. Así viene haciendo por medio de los
boletines que publica.
El Patronato, sin embargo, consideró más acertado llevar a sus cuentas los ingresos y las salidas de los fondos que la caridad destinaba a
la conservación del templo; pero consignado
en los cargaremes y en los libramientos antecedentes bastantes para que siempre se pudiera
apreciar lo invertido en la iglesia y lo gastado
en el hospital.
90
Determinada ya esta separación, que resulta evidenciada en las mismas cuentas, se ve que hay
que deducir de las cantidades gastadas en obras
8.018 pesetas con 83 céntimos invertidos en la
iglesia porque tal fue la voluntad de sus donantes
y porque las obras no podían diferirse según la
opinión de los técnicos.
La Junta de Patronos con sus recursos ordina
%
$
el cargo de la cuenta que no tiene un destino
especial, ha podido realizar obras para elevar
las balsas de los lavaderos, para arreglar las
cañerías de desagüe de los mismos; para reha
!
desde el cimiento hasta el tejado, o sea, en los
tres pisos de que consta; para construir nueva
tapia en el huerto; para asegurar las maderas
de las cubiertas y algunas otras reformas igualmente precisas. Hoy, por qué no decirlo, tiene la
Junta la satisfacción extraordinaria de ver que
/
`
$
$
$
estabilidad por muchos años.
Todo ello es debido a la caridad demostrada por
este pueblo; al importante donativo de 1.000 pesetas hecho por el Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, a las buenas disposiciones de nuestro Excmo.
Ayuntamiento, que abonó diez mensualidades de
atrasos que parecían incobrables, a la ayuda de
don José Rodríguez de Vera y Pérez Pastor, dignísimo diputado provincial, que ha conseguido
que la corporación de que forma parte (cosa sin
“
ˆ
0
"
y especialmente al Hospital con sumas importantes.
Así ha sido posible que aquellas obras iniciadas
el 13 de Abril de 1925 sigan todavía. No parece
sino que la providencia las protege, pues hoy
más que nunca abrigamos la esperanza de realizar mejoras en el establecimiento que le permita
0
vecho de los desheredados de la fortuna.
Para todas estas obras no hemos tenido que solicitar autorización de la superioridad. La pediremos seguramente pronto cumpliendo el artículo
70 de la referida Instrucción de 14 de Marzo
de 1899, pues tenemos en estudio proyectos importantísimos cuyo coste se eleva a varios miles
de pesetas y creemos que se realizarán, porque
escuchamos palabras alentadoras del sr. Lostau,
presidente cultísimo de la Diputación, enamo
0
ella, que nos ofreció nuevos auxilios de la corporación de su presidencia.
El Patronato, pues, ha gastado en obras cantidades de escasa importancia atendiendo a múltiples necesidades. Ahora bien, veamos si se ha
cumplido con lo dispuesto en la regla segunda
de artículo 70 de la ya repetida Instrucción. Dice
así dicha regla: “Si no existiesen estas autori
”
lo haya) los representantes de las fundaciones
podrán adoptar la forma de administración o de
subasta, siempre que se trata de cantidades que
no excedan de la tercera parte de la renta total
de la fundaciones.” ¿Cuál será esta renta en el
año 1925? La duda aparece aclarada por el artículo 7º del R. D. de 14 de Marzo de 1899 que
dice literalmente: “Son bienes propios de la be
posea, a cuya posesión tenga derecho, y los que
en lo sucesivo adquiera por limosnas, donación,
herencia, o cualquiera otro de los medios establecidos en el derecho común.”
Las rentas todas del Hospital en el año de 1925
son las consignadas en el cargo de la cuenta, que
importa 57.172 pesetas 73 céntimos. Aún admitiendo que la Junta de Patronos hubiera gastado
en obras de su libre elección las 12.013 pesetas
24 céntimos, hubiera podido hacerlo por ser dicha suma notoriamente inferior al tercio de la
renta del Hospital en ese año.
Pero desentrañando más ese gasto y exami
0
'can las cuentas que en la iglesia se han gastado 8.018 pesetas 83 céntimos. Ya se deja
consignado anteriormente que como esa suma
0
por haber sido esta la voluntad de los que los
hicieron, la Junta se limitó a respetar y a cumplir esa voluntad y a poner todo su cuidado
en que no se malgastara un solo céntimo; no
podía hacerse otra cosa.
Lo que realmente se ha gastado de los fondos
del Hospital propiamente tales, han sido 4.002
pesetas según las mismas cuentas, pero no en
una sola obra sino en las siguientes.
Por desmontar una pilastra que se encontraba
desplomada con peligro de producir posibles
desgracias a los transeúntes 73 pesetas. Por reparar los tejados de la casa Hospital 513 pesetas. Por construir una nueva tapia o cerca en el
huerto 916 pesetas 38 céntimos. Por reconstruir
un trozo de la fachada de la parte posterior del
0
+•’
pesetas 98 céntimos. Por elevar las balsas del
lavadero 673 pesetas 89 céntimos. Por arreglar
los desagües del mismo 615 pesetas. Como se ve
sólo una de esas obras, la del arreglo de la fachada posterior, excede a las mil pesetas de que
trata la R. O. de 15 de Octubre de 1903.
Sabido es que desde ese año hasta la fecha, el
valor de los jornales y de los materiales es bastante más del doble; por esto aún admitiendo con
estricto sentido la doctrina de esa R. O. un recto
criterio de equidad absolvería a la Junta de toda
falta, por el mismo encarecimiento y elevación
de los precios de obra.
(%
0
Hospital de Lorca que no se han podido conservar debidamente, en la mayoría de los casos se
gasta en lo más pequeño mucho más de lo que
al principio se pensara. La iglesia de San Francisco es buena prueba de ello: nuestra Junta fue
avisada por el capellán de que en el altar de
San José se había desprendido el amaestrado
y algunas piedras y pareció a personas entendidas que la cosa carecía de importancia; pero
al comenzar la reparación, pudo observarse que
aquella capilla y la pilastra que sostiene el coro
y las bóvedas del templo se encontraban en lamentable estado; con toda urgencia fue llamado
el arquitecto provincial don Pedro Cerdán que
$
‹
$
cesidad de repararlo.
De la dirección de las obras se encargó el ingeniero delegado regio don Joaquín Moreno Musso
quien hizo el presupuesto y cumple su misión directiva gratuitamente, con un interés y altruismo
digno de todo encomio.
Para corroborar lo más importante de estas
aclaraciones se unen a continuación los bole
0
cretaría referentes al informe del arquitecto don
91
Pedro Cerdán, al proyecto de reparación de la
iglesia del sr. Moreno Musso y a los acuerdos
tomados por esta Junta de Patronos en diferentes
sesiones relativas a las obras de la iglesia y del
Hospital, acuerdos que se tomaron siempre con
la más completa unanimidad.
Era entonces secretario de la Junta de Patronos
Antonio Llamas Molina y a él le correspondió
dente. Es bastante esclarecedora del estado que
tenía la iglesia por la reproducción que se hace
del informe del arquitecto provincial y diocesano Pedro Cerdán: Cumpliendo el honroso encargo que ha tenido V. a bien hacerme para que
reconociera la iglesia y Hospital de San Francisco de esta ciudad, el arquitecto que suscribe
!
un minucioso examen de los mismos cumple a
su deber hacer constar: Que la iglesia se notan
señales de ruina incipiente y algunas en el segundo periodo, pero que aparentemente sin embargo no acusan un estado tal de gravedad que
precise por ahora cerrarla al culto. Estas seña
fachada lateral a la calle bajada de San Francisco que en su primera mitad, junto a la torre,
se encuentra desplomado, debido sin duda a la
falta de trabazón de sus cimientos con los transversales de la nave lateral y al empuje también
de los arcos de la nave central; algunos de los
cuales presentan deformaciones pronunciadas
por la gran carga de la pesada cubierta que sobre ellos gravita. Dos pilares de la izquierda de
la nave central acusan del mismo modo falta de
resistencia en sus fábricas; y aunque no es tampoco de una gravedad extrema, necesitan rehacerse de nuevo con buenas fábricas de ladrillo y
cemento. El gran arco de sillería muy rebajado
del coro, ha cedido también a los movimientos
$
‚
y como medida prudente y preventiva no debe
sobrecargarse esta parte alta de la iglesia con
excesivos pesos como ocurriría con una aglo
+

propiamente dicho del Hospital existe un muro
que corresponde a los retretes en la última parte de la fachada del huerto que urge demolerlo
92
y reconstruirlo desde su zócalo. Por todo lo
expuesto el arquitecto que suscribe considera
no hay inconveniente en que se celebren las
próximas novenas a la Purísima, pero como los
principios de ruina iniciada seguramente irán
en aumento si no se hacen las obras de consolidación necesarias que se dejan apuntadas,
reducimos nuestro informe al momento actual,
toda vez, repetimos, que las señales iniciadas
de ruina no son aparentemente tan graves que
permitan aconsejar otra cosa. Esto lo escribía
‚J0=}‚>/
presupuesto para el arreglo quedó listo en Abril
del año siguiente de mano del ingeniero Joaquín
Moreno Musso, quien esbozaba así las partidas necesarias para la obra de la iglesia: Para
arreglo de la fachada lateral en una extensión
de 120 metros cuadrados 2.756,00; Reparación
del pilar izquierdo del arco del coro 1559,00;
Entibación 986,00; Reparación de la cubierta
3.356; Total 8447,00.
Seguían a continuación la totalidad de los acuerdos que se tomaron para el reparo, sobre todo,
de la iglesia. Se produjeron éstos entre el 31 de
=}‚>/…†0\
siguiente, no aportando muchos más datos de
los ya conocidos. Tan sólo merece la pena destacar de ellos la reunión de 29 de Noviembre de
=}‚>
)
a los del hospital para la reparación de la iglesia, y la de 31 de Marzo de 1925 en que por el
arquitecto Cerdán se ordenaba el apeo del arco
del coro y el comienzo inmediato de los trabajos
para reparar los daños detectados.
Fueron dos los boletines informativos que se
publicaron para dar cuenta del dinero recaudado
( / organizados, así como de las obras que se emprendían o las mejoras que se introdujeron en
la iglesia del hospital. En el primer número se
da cuenta de las obras declaradas urgentes por
el arquitecto diocesano Pedro Cerdán y que se
llevaron a cabo por el ingeniero Joaquín Moreno Musso. Se enumeran así: recomposición del
segundo pilar del lado izquierdo que sustenta el
arco del coro; recimentación de toda esa zona
para la adecuada sujeción de los muros; y arreglo de techumbres. Además de las aportaciones,
que se detallan en una larga lista nominal, se
|
en la que han intervenido los señores Méndez
Sánchez, Musso Moreno, Rodríguez de Vera,
Campoy Gómez, Mouliáa Parra, Fernández Rufete, Martínez Flores (Juan), Luis Casalduero,
Martín Alfocea, García Alberola y Pallarés Arcas. Se agradece también que los propietarios
de palcos y asientos en el Teatro los cedieran
desinteresadamente para la función y el conde
de San Julián prestó un salón en la plaza de Calderón para hacer los ensayos de la obra teatral
representada. Hasta 31 de Mayo de 1925 los
J*ƒM>ƒ† / de la velada de teatro arrojó la suma de 1.717,50
pesetas. En total 7.592,30 pts que satisfacían
casi todas las necesidades presupuestarias planteadas por el ingeniero Moreno Musso.
El segundo boletín da cuenta de cómo una vez
atajados los peligros de ruina del arco del coro y
el inmediato, recimentada la iglesia en esa zona
y arregladas las techumbres y bóvedas, se procedió a un adecentamiento general de la iglesia.
En las cuentas del año siguiente se dice también
que aprovechando los costosos andamios que
hubo necesidad de hacer se enlucieron y restauraron dicha bóveda, el interior del templo y sus
$
0. Se agradecen nuevamente
las aportaciones desinteresadas, que ascendieron a 1.000 pts, y se hace relación de la lírica
composición de Antonio Pinilla Rambaud, cónsul de España en Lima, leída en la velada literaria del Teatro y editada posteriormente bajo el
título Las piedras de San Francisco*@
curioso: se cambió en ese año la orientación del
reloj de la torre para que mirase a la Corredera.
1/(
diciendo que se hizo como un obsequio al pueblo, que con sus donativos ha evitado la ruina
del templo.
La recuperación de la iglesia hizo a los patronos mirar hacia el propio hospital que en aque
/ * @ (
arreglado la parte de las cubiertas que se encontraba peor y se había comenzado a reparar
la tapia de cierre del huerto por la que se asaltaba fácilmente el hospital, corrigiendo también
algunos desagües que no cumplían su función.
'
=}‚?
la totalidad de intervenciones destinadas a redondear la recuperación de la iglesia haciendo
notar que desde el mes de Enero hasta Octubre
se estaban pagando trabajos al maestro albañil
Pedro Mondéjar, al pintor Manuel González, a
la viuda de García e hijos por herrajes, a Victoriano Ferrer por dorar y pintar cornucopias, al
carpintero Bartolomé Rojo por maderas de todo
tipo (andamios, marcos, puertas, cristales…),
al hojalatero Miguel Abad y hasta al organista
‹ K
K ‹
/ nar el órgano. El informe de lo invertido en el
hospital, separado convenientemente de lo invertido en el templo, se explica del siguiente
modo tras reconocer que hacía unos 70 años
que no se invertía cantidad importante en la
conservación: Las obras ejecutadas durante el
#
/
`
la mayor necesidad. La terminación de la tapia
para poder utilizar el huerto y los secaderos de
ropa; la cocina porque la antigua no se podía
0
!
incluso las enfermerías; los talleres porque sin
el arreglo que se les ha dado no podían servir para tal destino; la sala de recibir porque
carecía de esta necesaria dependencia el Hospital; y las demás pequeñas obras ejecutadas
$
de los usos a que está destinado. El Hospital,
que tenía previsto acometer obras de envergadura en breve, reclamaba en este año una deuda
'
!
>?}*††† ~
recordaba que el Ayuntamiento le adeudaba de
}*=?? ?ƒ
céntimos; y también tenía impagos a su favor
‡=*†M> ˆ / los procedentes de la fundación del cardenal
Belluga y de intereses de inscripciones (2.200
ˆ*+ ) ( ‚*?†† Hijas de la Caridad, por la manutención y servicio de enfermos, y algo más de 1.000 pts al
carpintero Bartolomé Rojo.
93
Entre los años 1928 y 1930 las mejoras realizadas afectaron a las conducciones del agua potable, a la Casa de Socorro, en la que se pusieron
manises, a la carpintería y pintura de todo el
recinto, a los retretes —colocándose inodoros y
urinarios—, a los patios del hospital y a la renovación de los tendidos eléctricos. Desde Septiembre de 1929 hasta Junio del año siguiente
asistió a la obra el arquitecto Víctor Beltrí, al
‚>……>
…£
de las obras —costaron éstas algo más de 8.100
pts—.
El 31 de Diciembre de 1931 la Dirección Ge+
))
)
más clara de las cuentas de 1930 en las que,
como en 1929, seguían apareciendo gastos relativos a cuartos de baño. La comunicación se
(>'=}…‚1/tro del plazo previsto de 15 días la Junta daba
cumplida cuenta. En el escrito se habla de la
š
)(
atendido debidamente a lo largo del tiempo, y
de la falta de higiene que presentaban algunos
de sus servicios. Se mencionan las obras em
=}‚>/
das, habiendo conseguido eliminar los síntomas
de ruina y desplome en muchos lugares del edi ordinarios y extraordinarios. En una primera
fase se atendieron las obras por Pedro Cerdán
y después por Víctor Beltrí. Se menciona especialmente la renovación de los retretes, cuyo
estado era insostenible por constituir un foco de
infección. Fue en 1930 cuando se acometió esa
obra construyendo tanques diluidores y poniendo los inodoros y lavabos necesarios, así como
un cuarto de baño completo, único que existía
entonces en el Hospital. Aún así, pidió la Dirección General que se hiciesen informe detallado
y planos de lo realizado, y que se diera cuenta
de lo que quedaba por hacer. Informe y planos
se elaboraron por Víctor Beltrí, documentos que
no ha sido posible localizar en los archivos donde se han buscado.
82
+*]*1**J*>=>*
}>
Las cuentas de 1931 sugieren que aún quedaban

/
está pagando a los mismos profesionales que en
\
~/=}…>K
)miso para nuevas obras que consistían en habilitar una sala de curas en la planta baja y cambiar
el pavimento de la enfermería de hombres, que
era de barro, por otro de losa hidráulica. Para
realizar este proyecto, que había sido supervisado por la Junta Provincial y los arquitectos
del ministerio, se disponía de un donativo del
Ayuntamiento de algo más de 2.300 pts que
cubría los gastos previstos.
VI.2. El cese de actividad del Hospital de
San Juan de Dios
La apertura en Lorca de clínicas privadas —
Virgen de las Huertas y Virgen del Alcázar—,
de un Centro Comarcal de Sanidad y de la Residencia de la Seguridad Social Santa Rosa de
Lima, así como la supresión forzosa de la clínica de pago que era la principal fuente de ingresos del Hospital de San Juan de Dios, decidió
a los patronos que lo regentaban a solicitar del
]
‰) =? ] =}M? š) Junta como del Hospital, ya que consideraban
que la misión para la que fue creada la institu) "
los pobres— estaba cumplida.82 En su instan(
fuese ocupado por instituciones de enseñanza
o dedicadas a la cultura, por una residencia
para mayores o un centro psiquiátrico, o que
fuese destinado a aquello que más contribuyese al progreso de la ciudad. El Ayuntamiento
fue consultado al efecto y apoyaba la decisión
tomada por los miembros del Patronato. Así se
recogió en los acuerdos de la Comisión Municipal Permanente de 7 de Mayo del mismo
año, proponiendo que las instalaciones fuesen
cedidas a la municipalidad para dedicarlas a
las necesidades culturales y asistenciales que
Lorca tenía, que serían atendidas en parte por
la Hijas de la Caridad que seguían manteniendo
abierto el colegio denominado San Francisco.
1 ) #
nitivamente en Febrero de 1978, y un mes antes
se había creado la Fundación San Juan de Dios,
tado por las Hermanas de la Caridad que seguiría funcionando. Años después, con motivo de
las competencias asumidas por la Comunidad
Autónoma y para ampliar las funciones de la
fundación integrando en ella a la Hermandad
1
) ) /
y religiosos. Esa nueva fundación asumía la
totalidad de los bienes inmuebles de la antigua
$1!
presentantes de instituciones locales y personalidades lorquinas. En su composición tienen
hoy un protagonismo especial y casi obligado,
por los intereses defendidos, los representantes
del Colegio San Francisco, que funciona como
centro de enseñanza concertada, y los del Paso
Azul, cuya sede se encuentra en la iglesia de
San Francisco y que instalarán, en breve, un
museo de la cofradía en las dependencias con
!*
VI.3. La declaración monumental de la iglesia de San Francisco
Obviando las obras de adaptación que hasta
hace pocos años se han producido en la parte
del exconvento de San Francisco ocupada por
 )š
centrar esta última parte del trabajo en la declaración de la iglesia como monumento nacional
y las obras llevadas a cabo en los años inmediatamente posteriores. Para la primera parte se
83
puede consultar el expediente municipal sobre
este monumento83, y para la segunda noticias
de prensa y un artículo del arquitecto Nicolás
Carazo que abarca las intervenciones de urgencia tras los terremotos de 2011 y un completo
)
*ƒ>
' #
$cencia y la disolución de su patronato, puso al
Ayuntamiento en disposición de adquirir, por la
( ) * '
(
directamente de su reparación y mantenimiento
/
)bría de ser gravoso para las arcas municipales
no sobradas nunca de recursos económicos. A
pesar de la profunda intervención arquitectónica que se había hecho en la iglesia en 1925,
los 50 años transcurridos desde entonces habían
vuelto a incidir negativamente en su estructura
( en las techumbres. La idea para paliar en parte
una intervención tan costosa, se puso en marcha por la alcaldía en 1977. El 5 de Septiembre de ese año, y para su presentación al pleno
( M [
Jiménez una moción en la que se solicitaba al
Ministerio de Cultura la declaración formal de
monumentos nacionales, mediante reales decretos, tanto para el Palacio de Guevara como
para la iglesia de San Francisco. En el escrito
se hace una encendida alabanza de los valores
(
/ =}?> conjunto histórico-artístico, y en el caso de la
iglesia se dice también: Por su notable interés,
por los valores artísticos que encierra y por
su inquietante estado de principios de ruina es
urgentemente necesaria una acción protectora

$
permanencia y seguridad arquitectónica. Decía
)Al solicitar del Ministerio de Cultura la declaración de Monumentos
Nacionales Histórico-Artísticos, del Palacio de
A.M.L. Sign. 5.838.
ƒ>
CARAZO DÍAZ, N. “Iglesia de San Francisco de Lorca (Murcia). Antes y después del 11 de Mayo de 2011”. ALBERCA, nº 10, Murcia
‚†=‚~*=†M=>‚*
95
Guevara y de la iglesia de San Francisco, es
para obtener el rango que se merecen por su
excepcional y extraordinaria importancia de
0
…
para una mejor y más perfecta conservación
en un futuro, garantizando así su permanencia
y seguridad arquitectónica bajo la tutela del
Estado. También había en esta petición, por qué
no decirlo, una “cura en salud” del Ayuntamiento que veía cada vez más claro que una parte
importante del mantenimiento del patrimonio
histórico de la ciudad iba a recaer directamente
sobre sus espaldas. Se cursó la petición al Ministerio de Cultura, pero un año más tarde hubo
de volver el Ayuntamiento sobre sus pasos recurriendo nuevamente al ministro para que atendiese la petición del pleno, pero en esta ocasión
sólo se pedía la declaración de la iglesia, con
la asignación urgente de los fondos necesarios
para su reparo, para que Lorca no vea que se
pierde una joya arquitectónica de esa categoría
por su situación de incipiente ruina. La Dirección General de Patrimonio Artístico, Archivos
y Museos contestó a esta nueva solicitud del
Ayuntamiento diciendo que se había solicitado
al consejero provincial de patrimonio artístico,
el 20 de Octubre de 1978, la memoria histórica y descriptiva del monumento, así como do) ! / para continuar con la tramitación, y que hasta
la fecha no se habían remitido. Se pedía por el
jefe del servicio que si el Ayuntamiento pudiese
facilitarla, eso agilizaría la tramitación. A pesar
de la urgencia, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico Artístico no trató el asunto de
San Francisco hasta su reunión de 7 de Febrero
=}ƒ† / Lorca no había enviado la documentación necesaria. Aún así, la incoación del expediente por
]
>K
1980, acordando entonces la Dirección General
continuar con la tramitación. Solamente faltaba
el preceptivo informe de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando, que fue favora-
85
ble, y un acuerdo del Consejo de Ministros que
llegó el 28 de Mayo de 1982, sancionándose ese
({[=M>M
ba monumento histórico artístico, con carácter
nacional, la iglesia de San Francisco. La disposición, basada en un modelo que se aplicaba a
todas las declaraciones hechas en esos años, no
contiene ningún dato particular y sí sólo que el
monumento se ponía bajo la tutela del Estado,
facultándose al Ministerio para dictar las disposiciones oportunas que hiciesen efectiva esa
protección.
Conocida la declaración, la Comisión de Lorca,
) ? K ) te acuerdo por unanimidad: Ante el alarmante
estado en que se encuentra la iglesia de San
Francisco de Lorca, recientemente declarada
Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional, en la que se han producido derrumbamientos (suelo de sacristía y escalera de acceso
al camerino) y los que pudieran producirse con
riesgo de pérdidas irreparables, esta comisión
acuerda por unanimidad, en lo que es de su
competencia, lo siguiente: Solicitar de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y
Bibliotecas: 1º La realización de las obras de
emergencia necesarias, para paliar en lo posible los derrumbamientos y los daños ya producidos por éstos en la iglesia de San Francisco
de Lorca; 2º La redacción del correspondiente
proyecto de consolidación y restauración, con
carácter URGENTE, del citado monumento
nacional. La prensa local del momento venía
dando cuenta del estado en que se encontraba
la iglesia de San Francisco.85 En Marzo de 1982
el Centro de Estudios del Patrimonio Histórico
Ambrosio de Morales ya había solicitado a la
Dirección General de Bellas Artes la intervención en el templo, junto con otras actuaciones
en destacados monumentos de la ciudad. A pesar de la advertencia, el 9 de Junio se publicaba
en la prensa el derrumbamiento de un techo y
el hundimiento de parte del suelo de una habi-
Para el estado de la iglesia en 1982 y su recuperación posterior ver LA VERDAD de las siguientes fechas: 1982 Marzo 28, 1982 Junio 9,
=}ƒ‚K=†=}ƒ‚K===}ƒ…'‚M=}ƒJ]‚>/=}ƒ?]‚†*
}?
tación próxima al altar mayor y muy afectada
por la humedad. En días siguientes se daban
nuevas noticias. La primera, que se iba a actuar
de urgencia para la consolidación de la zona
afectada; la segunda, resaltando la visita del
entonces director provincial de Cultura, incidía
en el estado preocupante del monumento, aunque no eran apreciables daños estructurales que
amenazasen una ruina total a juicio de quienes
la visitaron entonces. A pesar de esas aprecia

‚>]
de 1985 se anunciaba el inicio de las obras
para después de Semana Santa, la descripción
de los daños ofrecía un panorama desolador: el
>†£ mal estado, había desplome en algunos muros,
rotura de bóvedas y arcos y grandes grietas. Se
anunciaba una intervención completa, desde las
cubiertas hasta el subsuelo, recalzando y zunchando los muros de crucero y nave principal
para garantizar la estabilidad; la segunda fase
contemplaría la reconstrucción de las bóvedas
y arcos en peor estado, reposición de cubiertas,
repavimentación de todo el interior por encontrarse en mal estado y tratamiento de la fachada
exterior.
A pesar de la alarma que generó el derrumbe
parcial, hasta Diciembre de 1983 no se encargó
al arquitecto Ignacio Mendaro Corsini la redacción del proyecto de restauración, cuyo importe,
según se comunicaba, ascendía inicialmente a
la cantidad de 18 millones de pts, aunque se
incrementaría casi un 50%. En Enero de 1985
la Comisión de Lorca tuvo que dirigirse ya al
nuevo consejero de Cultura y Educación de la
Comunidad autónoma, competente entonces en
materia de patrimonio histórico regional, para
que agilizase los trámites administrativos de adjudicación de obras debido al alarmante estado
de conservación de la iglesia. Aprobado el presupuesto por el Consejo de Gobierno regional,
las obras dieron comienzo tras la celebración
de la Semana Santa de ese año y se prolongaron casi el doble de los seis meses previstos en
principio.
La actuación del arquitecto Mendaro la describe, pormenorizadamente, el también arquitecto
Nicolás Carazo en la introducción a su artículo ya citado que recoge las intervenciones de
urgencia tras los terremotos de 2011. A lo ya
dicho hay que añadir que la renovación de las
cubiertas fue bastante intensa, reponiendo maderas y sustituyendo forjados antiguos por otros
de materiales modernos, que también se actuó
en la estructura de madera del último cuerpo de
la torre y que se atendió además a la decoración
del templo en peor estado, reconstruyendo y saneando capiteles y otros elementos decorativos,
así como pintando la totalidad del templo al
*1)
motos está profusamente descrita por el arquitecto que la llevó a cabo en el artículo que escribiera en la revista Alberca, al que remitimos
al lector interesado para conocer esos primeros
trabajos de recuperación tras los sismos.
97
ARTE Y DEVOCIÓN EN LA IGLESIA DEL CONVENTO
DE SAN FRANCISCO DE LA PUERTA NOGALTE
Eduardo Sánchez Abadíe
Archivo Municipal
RESUMEN
La iglesia del convento de San Francisco de la puerta Nogalte presenta en su interior un conjunto artístico
ciertamente relevante. Con un marcado estilo barroco por su decoración y estructura arquitectónica, altares, capillas e imágenes están consagrados a célebres santos franciscanos y a las principales advocaciones
marianas relacionadas con la orden. En el templo se enterraron importantes familias que adornaron capillas
y altares y contribuyeron así al decoro y ornato del recinto sagrado. En este artículo se hace un recorrido
por la historia de la iglesia, dando cuenta de quiénes poseyeron estos espacios privativos para enterramiento, a qué devociones se dedicaron capillas y altares, el señalado papel de cofradías y hermandades, mandas
testamentarias, actos de culto, etc. Se describen también las manifestaciones artísticas más destacadas,
/
/
del XVIII, con referencias a su iconografía y fuentes grabadas, y otros aspectos del devenir histórico de
la iglesia.
Palabras clave: Lorca, orden franciscana, arte, devociones, testamentos, retablos, iconografía, fuentes
grabadas, Semana Santa, Hermandad de Labradores-Paso Azul.
ABSTRACT
The cloistered church of San Francisco in Lorca, next to Nogalte’s Gate, contains a certainly relevant artistic
collection. Its architectural structure and decoration are in a rich Baroque style, with a number of altars,
shrines and images dedicated to celebrated Franciscan saints and to the main linked to the Order Marian
Devotions. Noteworthy families from the town, who were buried in the temple, ordered the decoration
of chapels and altars, contributing to the beauty and enrichment of the temple. This article reviews to the
history of the church, identifying the owners of the burial places to which devotions chapels and altars
were dedicated, the prominent role of fraternities and sororities, testamentary orders, acts of worship, etc.
|
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¥
/
¥2/
and engraving sources, and other interesting aspects relating to the historical of the church.
Key words: Lorca, Franciscan Order, art, devotions, testaments, altarpiece, iconography, engraving
sources, Holy Week, Brotherhood of Farmers-Paso Azul.
I. INTRODUCCIÓN
El convento de observantes de San Francisco de
la Puerta de Nogalte, llamado así por su ubicación junto a una de las puertas de la ciudad sita
en el camino de Andalucía y para distinguirlo
del fundado en el siglo XV en el Real de las
Huertas, guarda uno de los conjuntos artísticos
más valiosos de los conservados, no sólo en
la ciudad de Lorca, sino en toda la región de
Murcia. La iglesia, en cuyo interior domina un
estilo barroco acentuado por el carácter de sus
repertorios ornamentales, ofrece aún señalado
”queada por capillas laterales, el crucero donde
se erigen notables retablos, la cúpula semiesférica y su espléndida capilla mayor. En general,
la traza, retablos y soluciones decorativas declaran la preeminencia de un estilo que nos permite explicar la organización interna y los bienes
99
muebles que atesoró la iglesia, aunque haya que
lamentar la importante pérdida de elementos artísticos que impide una visión más uniforme del
espacio interior. Esto se constata con claridad
en las capillas laterales, que vieron cómo variaban las advocaciones a que estaban dedicadas
/ ! tización de la iglesia en el siglo XIX y, sobre
todo, tras la destrucción de retablos, esculturas
y pinturas producida al inicio de la guerra civil.
Sin duda, ese acentuado lenguaje barroco en
gran medida aún viene determinado por el conjunto de retablos de la cabecera erigidos en los
últimos años del siglo XVII y en las primeras
décadas del XVIII, etapa en la que el convento
franciscano acometió importantes obras constructivas que, tiempo después, culminaron con
la realización de programas decorativos que le
dieron a la iglesia su impronta más destacada.
Junto con el impulso de la propia comunidad
franciscana, al desarrollo artístico del templo
contribuyeron patronos y dueños particulares
de capillas y otros benefactores, entre los que
había personas de gran poderío económico y
prestigio social, como regidores, escribanos,
abogados, grandes comerciantes, clérigos, etc.
También favorecieron este proceso cofradías
y hermandades que se hallaban estrechamente
vinculadas al convento, como la Vera Cruz y
Sangre de Cristo y su hermandad adyutriz de
la Virgen de las Angustias o de los Dolores,
que en los siglos XVII y XVIII, en su época de
mayor esplendor, acometieron la construcción
de bellos retablos en espacios privilegiados del
templo, piezas importantes desde el punto de
(
! los levantados al otro lado del transepto, se deben a los escultores y retablistas Manuel Caro
y Jerónimo Caballero.
En este estudio se hace un sucinto recorrido
por la historia del convento, reseñando aspectos
devocionales, patronazgos de altares y capillas,
!
(
/
señaladas familias de la elite local, y contratos
y encargos artísticos desarrollados en el interior
de la iglesia a lo largo del tiempo. La información utilizada procede básicamente de protocolos notariales, una fuente esencial de consulta
para este objeto, especialmente testamentos,
que además de aspectos materiales, revelan el
grado de religiosidad de las personas, actitud
ante la muerte, sus íntimas devociones y la pertenencia a determinadas cofradías. Ciertamente,
un análisis detallado de las últimas voluntades y
otros documentos nos permitiría inquirir sobre
cambios experimentados en la religiosidad, sufragios y enterramientos, ingresos adventicios
(misas, limosnas), aspectos sin duda sugestivos
que se alejan de nuestro propósito y no estamos
en condiciones de abordar en este momento. Sí
se recogen diversos testimonios que en algún
caso nos pueden ayudar a conocer la espiritualidad de los testadores y otros datos de interés,
como encargos piadosos, limosnas y donativos
hechos al convento por patronos y benefactores,
fundaciones postmortem, la devoción hacia determinadas advocaciones, el desarrollo de servicios y ceremoniales litúrgicos, etc.
La elaboración del presente trabajo, que por
otro lado pretende ser bastante completo en
orden a lo que en la actualidad se conoce, debe
mucho a quienes analizaron la arquitectura y
principales retablos del templo, así como a clásicas monografías que, por las fechas en que
fueron realizadas, ofrecen datos valiosos de
autores o de un contenido artístico hoy lamentablemente mermado1. No conviene olvidar
que en 1835 el convento fue desamortizado, la
iglesia fue utilizada como capilla del hospital
=ƒ…ƒ
)/=}…?
sufrió una importante pérdida de bienes artísticos, entre los que se encontraban imágenes
de gran alcance simbólico. Por lo demás, la
ausencia de documentos propios de la orden o
de inventarios que describan obras o situación
1
Nos referimos a los trabajos de: SEGADO BRAVO, P. Arquitectura y retablística en Lorca durante los siglos XVII y XVIII. =}ƒM~‹'_+
VELASCO, C. de la. El retablo barroco en la antigua diócesis de Cartagena (1670-1785), 1990; ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de
Bussi, Salzillo y D. Roque López. 1919. Apéndice, 1929; ESPÍN RAEL, J. (
1931.
100
de las capillas, junto con la escasa información
!š
cimiento del patrimonio histórico-artístico que
atesoró la iglesia.
II. LAS PRIMERAS REFERENCIAS ARTÍSTICAS. SIGLO XVI
1 ) Francisco, rebasada la primera mitad del Quinientos, fue un hecho destacado para la historia
y vida religiosa de nuestra ciudad, un proceso
que se extiende en el tiempo y completa en las
siguientes centurias en cuanto a su materialización que ha quedado analizado en las páginas
precedentes de modo exhaustivo.
En esta centuria son más relevantes los aspectos
constructivos y la evolución de la iglesia desde
el punto de vista arquitectónico que otras consideraciones artísticas u ornamentales. Como
es bien conocido, los conventos franciscanos,
como los de otras órdenes mendicantes, siguen
unas normas más o menos establecidas en cuanto a su construcción, que pueden variar según
la época y la importancia de su localización.
Por regla general, en toda fundación encontramos una iglesia con campanario, celdas, refectorio, noviciado, biblioteca, hospedería, almacenes y el claustro, núcleo cardinal en torno
al cual se organizaban las demás dependencias
del establecimiento, primando la funcionalidad
y sobriedad constructiva2. La iglesia solía ser
de reducido tamaño, y su decoración exigía un
plan preciso, lo que dejaba poco margen a la
creatividad de los artistas3. El primitivo templo
lorquino debía de presentar un esquema arquitectónico muy similar al de los conventos erigidos en Lorca en esos años, como los conventos
de Santo Domingo o la Merced, con el empleo
de materiales propios de la arquitectura local, y
su ornamentación interior dependería más que
nada de los recursos económicos de la comunidad religiosa y de la generosidad de patrones
y bienhechores. La techumbre de madera cubría la nave única, en un primer momento sin
pinturas murales ni aderezos decorativos que
vistieran los muros lisos. Según avanzaban las
obras, se le prestaría más atención a los elementos decorativos, y los propietarios de capillas y
altares cuidarían del ornato de esos espacios que
habían adquirido para enterramiento. Algunas
capillas dispondrían de algún pequeño retablo
con pinturas de las advocaciones a las que estaban dedicadas o las devociones particulares de
sus patronos, piezas más o menos modestas que
elaborarían carpinteros y tallistas locales, como
Guillén de Guaita, Ruiz Tahuste, etc., artistas
que trabajaron por entonces en otros templos
lorquinos.
Las imágenes buscan suscitar sentimientos de
compasión y piedad y mover a la devoción. En
los templos franciscanos las imágenes estaban
dedicadas a las diferentes advocaciones alentadas por la propia comunidad religiosa, por lo
general la Virgen María, el patriarca san José y
santos de la orden, como el mismo fundador,
san Antonio de Padua, san Buenaventura, san
Diego de Alcalá, san Benito de Palermo, san
Juan de Capistrano, san Bernardino de Siena,
santa Rosa de Viterbo, santa Margarita de Cortona, san Luis, etc., devociones que difundían
la fe y la moral franciscana. A estas se añaden
otras devociones que particulares consagraban
pondían a su piedad o a la de sus familias, o las
que propagaban cofradías pasionistas, como la
Vera Cruz y Sangre de Cristo, estrechamente
relacionadas con la propia orden franciscana.
Al poco de consagrarse la iglesia ya tenemos
noticias de obras en capillas y de patronos que
mandan ser sepultados en ellas para permanecer cerca de los santos y sus altares. Se trataba,
por tanto, de capillas funerarias para realizar
2
RAMÍREZ GONZÁLEZ, S+
…%$
%+
(
0
”’‘œ‘“+
‚††?*‚…>*
3
MÂLE, E. El arte religioso de la Contrareforma, 2001, p. 30.
101
Lám. 1. Interior de San Francisco.
sus oraciones y ofrecer plegarias a sus difuntos
que sus propietarios irían dotando de todo lo
necesario —altar, retablos, rejas, objetos litúr
*"
cios religiosos. Por otra parte, autoridades eclesiásticas o los propios miembros de la orden y
sus familias traerían imágenes y escenas de la
vida del titular del convento y otras advocaciones queridas por los franciscanos para presidir
/
)
la iglesia.
en representación de su madre María Collantes
de Aguilar, se concertaba en la siguiente manera con Guillermo Ollivier, pintor imaginario y
vecino de la ciudad>:
Aunque no se ha conservado ningún vestigio de
los adornos con que fue contando el templo desde casi su fundación, sí podemos aproximarnos
hoy a través de los documentos a dos ejemplos
de los retablos que adornaron las primeras capillas de la iglesia. El 8 de septiembre de 1572 el
hijo de Lorenzo Mateo, Juan Mateos de Aguilar,
>
Archivo Histórico de Lorca (en adelante A.H.L.), Prot. 87, 1572, fol. 170.
102
... que por cuanto ha habido entre ellos cierto
pleito sobre razón de un retablo que el dicho
Guillermo Oliver hizo y pintó de la advocación
de Santa Catalina según que pasó ante mí el presente escribano por tanto que daban y dieron por
ninguno el dicho pleito y causa y se apartaban
y apartaron de él y de la aprobación y derecho
que de ello tenían y les pertenecía y pertenecer
podía a la dicha su madre en cualquier manera
que sea y de nuevo acerca de ello se conformaron y concertaron en esta manera que el dicho
Guillermo Oliver prometió y se obligó que dentro
de un año cumplido o primero si este que corre
desde hoy dicho día [...] un retablo de madera
que para el dicho efecto está hecho hará y pin-
tará al óleo el dicho retablo de la advocación
de Santa Catalina y lo dorará como conviniere
a la dicha obra que tenga un Cristo en lo alto
entre Nuestra Señora y San Juan a los lados y
las cornisas y guarniciones dorado de oro de
doblones y el manto de Santa Catalina grande y
azul y con estrellas doradas y lo demás que viere
que convenga a la dicha historia de Santa Catalina y la imagen de Santa Catalina la diadema
la ha de tener dorada y en la peana de abajo
ha de tener una imagen de Señor San Francisco
y dos escudos a los lados lo cual todo lo ha de
hacer como dicho es pintado al óleo a vista de
0
retablo que de presente está hecho sobre que
ha sido el dicho pleito queda y es para el dicho
Guillermo Oliver por el cual toma y recibe en
cuenta y parte de pago del retablo que se ha de
hacer los treinta y seis ducados que por él tenía
llevados y recibidos y lo demás que montare la
pintura y oro del retablo que se ha de hacer se
lo han de dar y pagar luego que lo haya hecho y
acabado el dicho retablo y el precio y valor de lo
que por él ha de llevar el dicho Guillermo Oliver
!
!
0
una de las partes el suyo y en caso de discordia
el Justicia que es o fuere de esta ciudad pueda
0
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a lo que mayor parte de ellos dijeren y aclararen
se ha de estar y pasar y traiga aquello aparejada exención y así ambas las dichas partes se
conformaron y averiguaron y prometieron que
se obligaron de estar y pasar por ello y la costa
que hubiere en la dicha tasación se ha de pagar
por mitad y para seguridad de todo ello el dicho
Guillermo Oliver por lo que por lo que a él toca
@
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sente estaba y el dicho Juan Mateos de Aguilar
para la paga y cumplimiento de ello por su parte
y de la dicha su madre haciendo como hacía de
'
@
Pérez Mateo vecino de esta ciudad que presente
0
y juntamente con ellos cada una parte por lo que
le toca renunciando como renunciaron...
El pintor, que moriría mediado el año siguiente,
tuvo tiempo de enmendar el error cometido que,
según el contrato, tenía que ver con los gustos
5
retardatarios de los comitentes, que preferían
aún que las pinturas contuviesen alguna parte
dorada que hiciese bien visible la santidad de
los personajes.
Ningún problema, sin embargo, tuvieron los
artistas que se ocupaban, tres años después,
del adorno de la capilla de Gonzalo Mateos5.
También fue un heredero de éste, llamado curiosamente como el anterior —Juan Mateos—,
quien concertaba con el pintor Juan Martínez
Belmúdez la pintura al óleo de un retablo que
había de contener en el tablero principal a Nuestra Señora de los Desamparados, en el ático un
calvario con la Virgen y san Juan y la totalidad
/

/(*
ses de plazo y se le pagarían por la obra 95
ducados por tercios conforme fuera avanzando
* ' gura el carpintero Agustín de Guaita porque en
el mismo día y ante el mismo escribano, había
ajustado en trece ducados la construcción del
retablo. Iba a ser de nueve palmos de ancho y
quince de alto y conforme a la traza que se le
había entregado. Ambos contratos tenían fecha
de 2 de febrero de 1575 y al carpintero se le
exigía que tuviese todo listo para la Semana
Santa siguiente, momento en que el pintor daría
comienzo a su labor. Se señala que la obra iba
destinada a la capilla de enterramiento de San
Francisco el nuevo.
Como hemos comentado, en algún caso las imágenes llegaron al templo por la particular iniciativa de un devoto, y este fue el caso de Nuestra
Sra. de la Paz. La escultura había sido realizada
en Murcia en 1582, año en que se entronizó en
la iglesia de Santiago, pero tan sólo un año después su propietario decidió trasladarla al templo
franciscano:
En 16 de mayo de 1583, estando en el Monasterio
de San Francisco, pareció el bachiller Juan de
Bustos, clérigo presbítero, y dijo que por cuanto
él por su devoción el mes de octubre pasado trajo de la ciudad de Murcia a esta de Lorca una
A.H.L. Prot. 102, 1575, fol. 88.
103
imagen de Ntra. Sra., que le costó la hechura de
ella ocho ducados y medio y de porte de traerla
medio ducado, que son nueve ducados, los cuales
pagó de sus propios y hacienda, sin que por ello
le ayudase ninguno, la cual dicha imagen, con
nombre de Ntra. Sra. de la Paz, puso y depositó
hasta que su voluntad fuese otra cosa en la iglesia de Sr. Santiago de la dicha ciudad, y ahora,
por causas que le mueven, el sábado pasado,
que se contaron catorce días de este presente
mes y año, la trasladó y trujo al monasterio de
San Francisco de esta ciudad, y como cosa suya
propia la dio y entregó verbalmente al dicho Monasterio y, en su nombre, al muy rv.do Padre fray
Juan Núñez, Presidente del dicho convento, el
cual la recibió y con la reverencia debida la puso
en el altar mayor de la iglesia del dicho convento, junto al Santísimo Sacramento, a la parte
del Evangelio, donde de presente está. Por tanto
'
0
!
hecha al dicho Monasterio de la dicha imagen
y por servicio a Dios Nuestro Señor y porque
la devoción de su madre Santísima se aumente
devoción [...] hizo y hace donación para que el
guardián y frailes del dicho convento que ahora
son y fuesen de aquí en adelante la hayan por
suya para siempre jamás, y que en ningún tiempo
la pedirá ni demandará?.
1 0
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como modelo al año siguiente a la escultura
titular de la iglesia de Nuestra Señora de Gra* ' =Jƒ> (
que el maestro de imaginería Hernando de Torquemada, vecino de Murcia, concertaba con el
mayordomo de nuestra Señora de Gracia, Juan
de Ramos, la realización una imagen de talla y
encarnado conforme a la de Nuestra Señora de
la Paz del convento de San Francisco, por cuyo
trabajo cobró ocho ducados7. Es muy probable
que Nuestra Señora de la Paz fuera también de
este mismo escultor, que entonces residía en
Murcia, lugar donde se decía se había ejecutado
la imagen8.
La iconografía de la Virgen de la Paz estaba
relacionada con las luchas de musulmanes y
cristianos y comenzó a difundirse en el siglo
* ' =?†† 1ca, integrado por granadinos, pidió constituir
en el convento de San Francisco una cofradía
bajo esta advocación, y solicitaba licencia para
realizar una procesión cada Martes Santo en
memoria de la prisión de Jesús, Paz y cauti / para cualquier morisco granadino9. La cofradía
aglutinaría en torno a ella a los conversos de la
localidad, buenos cristianos, con buena posición
económica, como sucedió con otras cofradías
similares fundadas en la España meridional en
este periodo10*0
gó a crear la cofradía, y en el caso de que así
fuera, cuánto tiempo estuvo vigente. Sí conocemos que otra cofradía establecida en San Mateo
integrada por negros, la de los morenos, concer =?†} ) la Virgen de los Remedios, que era una virgen
sentada con el Niño sobre su brazo izquierdo11.
Los franciscanos y otras órdenes religiosas estuvieron detrás de las fundaciones de cofradías de
negros, que en el primer caso solían estar bajo
el patrocinio de san Benito de Palermo, por su
origen africano, ser hijo de esclavos y negro de
piel. Estas asociaciones étnicas tuvieron en ese
tiempo cierto protagonismo en Extremadura,
Andalucía y en la zona levantina, y contribuyeron a la evangelización de estas minorías, al
tiempo que ayudaban a la economía del propio
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1*1%cepción de Jerónimo Quijano y un San Lázaro de Alonso de Mena», Alberca ›==‚†=…*==>*
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convento12. Dicho esto, en Lorca no existió ninguna cofradía dedicada a este santo, que muere
en 1589, que sí gozó de mayor devoción tras ser
*
La capilla de Nuestra Señora de la Paz era, des
=?}† la primera
después de la torre a la siniestra mano como se
entra en la iglesia
=?‚ƒ(
estado ocupada por la cofradía de la Vera Cruz y
que dejó libre al trasladarse al colateral del cru*1=?}ƒK]&lices y Zúñiga y su mujer María Martínez. Una
de las condiciones de la compra era que debían
dar de limosna 120 ducados para las obras de la
iglesia, y adornarla de retablo y lo demás que
fuere su voluntad, de lo cual no resultaba inconveniente alguno para dicho convento, antes
le era útil y provechoso, y juntamente se acudía
en esto a la devoción y fervor que el dicho Don
Juan de Mena tiene a dicha religión13. Al año
siguiente Juan de Mena mandaba enterrase en
su capilla con el hábito de la tercera orden de
mi Padre San Francisco, de que soy hermano,
tal y como declara en un codicilo y posterior
testamento, dejando como carga y obligación
mandar decir en la capilla de Nuestra Señora
de la Paz, que está el convento del señor San
Francisco, donde se manda enterrar, que es
suya propia y de sus herederos perpetuamente,
para siempre jamás, todos los años por el día
quince de agosto de cada uno, una misa cantada con diáconos. En un testamento anterior
había establecido ser sepultado en su parroquia
de Santiago, pero una vez pasó a ser legítimo
) )
esta cláusula=>.
Además de promotores particulares, también
hay que destacar el papel de las asociaciones
religiosas establecidas en el convento. Los fran12
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13
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ciscanos, como custodios de los Santos Lugares,
promovían la devoción a la Santa Cruz y a la
Preciosísima Sangre, estrechamente vinculadas
con la Pasión, y acogieron en sus conventos cofradías que fomentaban su culto y veneración,
como la Vera Cruz y Sangre de Cristo. Esta cofradía de penitencia había sido fundada en el
convento de Nuestra Señora de la Piedad, Santo
[
les de la centuria, tras ciertas desavenencias con
los frailes predicadores, que tutelaban como propia de su orden a la cofradía del Rosario, decidió
trasladarse a San Francisco, donde vería incre
15. El carácter sacramental de la cofradía se manifestaba en
la obligación que tenían los hermanos de acudir
el Jueves de la Cena a encerrar el Santísimo
Sacramento» y el viernes a desencerrar el Santísimo Sacramento, y asistir a la procesión del
%
%
*'=J}?
ciones pactadas para su traslado entre los frailes
franciscanos y los hermanos y mayordomos de
la cofradía que establecían pormenorizadamente
las obligaciones y derechos de cada una de las
partes. En primer lugar, se les hacía merced de
una capilla que estaba en el lado del evangelio,
junto a la que pertenecía a Diego Carralero. Por
su parte la cofradía debía acabar la obra de la
capilla y ponerla en toda perfección a su costa,
sin que el dicho convento les ayude ni pague
ninguna cosa para el gasto de la dicha obra,
obligándose además a sustentar la dicha capilla de todo lo necesario, así de lo tocante a la
obra como al ornamento del altar. El documento estipulaba que si la cofradía decidía irse del
convento estando la capilla acabada, los frailes
la podrían vender y hacer de ella a su voluntad, y por los dichos hermanos no se les pueda
pedir ni demandar cosa alguna=?. El acuerdo,
por tanto, marcaba con precisión los ámbitos de
actuación de frailes y cofrades y dejaba claras
15
Para esta y otras cofradías, véase el completo estudio de MUNUERA RICO, D. Cofradías y hermandades pasionarias en Lorca.=}ƒ=*@
(]^0^'{+{%[Š0%#'`+$+[’''*§1š(
y Sangre de Cristo en Lorca», :
2010, pp. 221-255.
=?
+#1*‹*=ƒ?=J}?*…ƒ/
*
105
tar disensiones, como había ocurrido con esta
misma hermandad en la época que estuvo en el
convento de Santo Domingo.
La cofradía, de la que formaban parte destacados miembros de la nobleza local, estaba obligada a tener con la debida decencia su capilla
privativa, lo que conllevaba gastos ordinarios
y extraordinarios para entronizar las imágenes
titulares, construir retablos, ornamentarla y
otras muchas obligaciones y necesidades para
el desarrollo del culto y enterramiento de sus
hermanos. Aunque no conocemos encargos
artísticos realizados por la cofradía en estos
primeros años de su establecimiento, es muy
probable que al poco dispusiera de todos los
elementos imprescindibles para la liturgia, con
sus insignias e imágenes de culto de iconografía
! / %
en lugar preferente, así como pinturas o relieves
escultóricos de carácter sacramental.
III. CAPILLAS Y DEVOCIONES EN EL SIGLO XVII
Esta centuria ofrece mayor información que la
decoración de capillas, construcción de algunos
retablos y obras de arte que albergó la iglesia.
Además de puntuales encargos artísticos, los
testamentos recogen legados piadosos y mandas pías con ofrendas de pequeños cuadros e
imágenes, reliquias, estampas, ropas, alhajas y
otros objetos litúrgicos, revelando la espiritualidad e íntimas devociones de los testadores. En
ocasiones, las imágenes de bulto o cuadros se
advocaciones particulares o aquellas que alentaba la propia orden. Por otra parte, los espacios y
lugares de culto se vieron condicionados en esta
etapa por las obras constructivas que termina(
(
que se completaría con otras importantes piezas
artísticas y la ornamentación de muros y paramentos efectuada en el siglo siguiente.
=†?
El programa constructivo llevado a cabo en las
primeras décadas del siglo iba a dar a la iglesia
mayores posibilidades decorativas y una nueva
apariencia con la ampliación de la nave por la
zona de los pies, fachada, erección de nuevas
capillas y alzado de muros, que culminarían con
el abovedamiento de la nave y la fábrica de la
cabecera y capilla principal. Son los espacios del
crucero y de la capilla mayor, cuyas obras fueron

”
\
maestro Pascual Ventura, los lugares que iban a
acoger las piezas de mayor enjundia artística, en
especial los nuevos retablos que embellecieron
y aportaron suntuosidad al interior del templo.
Este ambicioso proyecto de gran alcance artístico y simbólico se desarrollaría a lo largo de
varias décadas, y precisó de cuantiosos recursos.
+ / (
/ des, que iban a disponer de un lugar más amplio
y noble para enterramiento y celebración de sus
actos de culto, la propia comunidad, así como
particulares, que realizaron encargos artísticos
y dieron limosnas para dorar retablos o para
adquirir imágenes que realzaron estos espacios
privilegiados. Pero antes de dar cuenta de esto
nos vamos a referir a otros aspectos destacados
de la evolución de la iglesia.
La portada principal de la iglesia situada en la
0
(=?…ƒ‡1!*‚ˆ*
Concebida a modo de arco de triunfo y articulada con líneas clásicas, con pares de columnas
 acceso, presenta sobre la cornisa una hornacina central que cobija la imagen en piedra de
la Inmaculada Concepción. A los lados dos escudos lisos, que originariamente debieron ser
!
"
llagas y los brazos de san Francisco y de Cristo
entrelazados—, que fueron picados cuando el
convento se destinó a hospital en el siglo XIX.
Más arriba se abre una ventana que remata en
frontón triangular, todo culminado por el escudo de la ciudad. El esquema de la fachada
recuerda la portada del lado de la epístola de la
colegial de San Patricio construida en el último
cuarto del siglo XVI, que Espín atribuye al cantero Lorenzo de Goenaga.
Lámina 2. Portada.
Lámina 3. Inmaculada.
107
La iconografía de la Virgen en la fachada era
un elemento de promoción de la devoción inmaculista, uniéndose en este destacado espacio
del templo, a la vista de todos, al fundador de
la orden de los franciscanos con el misterio concepcionista (Lám. 3). También la capilla mayor
está presidida por una imagen de la Inmaculada
en su camarín, y otras zonas de la iglesia y conventuales albergaron esculturas y pinturas de
este misterio mariano cuya causa fue defendida
por los franciscanos. En cuanto a su tipología,
la Virgen de la portada está representada de pie
sobre la media luna creciente y sosteniendo al
Niño en el brazo izquierdo. Bajo la luna, una
cabeza de querubín. Estamos ante una Virgen
Madre, con los atributos de la Inmaculada, lo
!
pues a lo largo de los siglos XVI y XVII hallamos este modelo de la Purísima Concepción
con el Niño. La talla ha sido atribuida al escultor de origen granadino Cristóbal de Salazar,
aunque no hay documento alguno que avale su
autoría17.
Como hemos apuntado, en esta época se erigieron diferentes retablos que, además de contribuir a la ornamentación del templo y acoger
la imaginería religiosa, ensalzaban la liturgia y
/)
*
Cristóbal de Aguilar, perteneciente a un importante linaje, había establecido en su testamento
=?…J construir un retablo dedicado a la festividad de
la Encarnación para su capilla de enterramiento,
situada en el lado del evangelio, que alindaba
de la una parte con la capilla de los herederos
de Diego Mateo de Aguilar y de la otra parte
con los herederos de Diego Carralero Jiménez.
El contrato señalaba con claridad las advocaciones que debía incluir, donde no faltaban los
santos de la orden: y acompañen el cuadro del
retablo el señor San Francisco de la una parte
y de la otra el señor San Antonio y por rema17
18
/
. Instaba además a su
hijo Fernando de Aguilar para que lo hiciera en
el menor tiempo posible18. Hubieron de pasar
quince años para que se hiciera efectiva la voluntad del comitente, pues no fue hasta agosto
=?J†&+ba con el carpintero Martín Ruiz la realización
de un retablo para la capilla, que ha de tener
toda la anchura y capacidad que tiene la pared
en que está hoy puesto el altar, el cual ha de
ser de la traza del retablo que hay en la capilla
de don Juan Ruiz Jiménez, en santo Domingo.
El contrato estipulaba que debía darlo acabado
\/
ochocientos reales19.
=?J> $ ‰( +%
)+mar con el pintor Antonio Rojo nuevo contrato,
(tablo por un artista cuyo nombre desconocemos
no se habían ajustado a lo dispuesto por Cristóbal de Aguilar. El contrato nos permite conocer
cómo se organizaba el retablo y la iconografía
que incluía.
Antonio Rojo, pintor, como principal, y don Jusepe Ponce Cifuentes, regidor de esta ciudad,
=|>
'š
˜
doña Beatriz García de Alcaraz, viuda de don
Cristóbal de Aguilar, y sus hijos y herederos tienen una capilla propia en el convento de san
Francisco de esta ciudad, y hecho un retablo
para adorno de la dicha capilla, el cual dejó pin
$
!
!
cuales fueron distintas y diferentes de las que le
ordenó y obligó a hacer, porque debiendo haber
pintado en un tablero la imagen del glorioso san
Antonio conforme a la disposición que dejó por
su testamento el dicho don Cristóbal de Aguilar,
lo dejó de hacer y pintó la imagen de san Lorenzo, la cual se ha de borrar y poner en su lugar
la de san Antonio, y en la cabeza del Cristo que
está inclinada al lado izquierdo se ha de enmendar inclinándola al derecho, y los cuatro santos
SEGADO BRAVO, P. Lorca barroca. 2012, p. 202.
+#1*‹*…?==?…J*‚}J*
19
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108
que están en el banco de abajo se han de borrar,
menos la de san Juan evangelista, y poner en
lugar de las tres borradas las de los otros tres
evangelistas. Y así mismo ha de dorar el dicho
retablo en manera que quede con toda perfección
conforme al arte y a satisfacción de las partes y
profesores de ella, añadiendo algunos retoques
en el resto de la demás pintura o donde sean
totalmente necesarios, y todo ello ha de ser a su
costa, poniendo el oro y colores y demás materiales necesarios, por lo cual y por su ocupación
se le ha de dar y pagar ciento cuarenta ducados
[…] el cual se obligó de darlo acabado por todo
el mes de Diciembre de este presente año, y es
declaración que de la dicha cantidad los diez
ducados corresponden al concierto hecho por la
$
0
dicho retablo para que esta cantidad sea la que
se ha de repartir con el pintor que las erró y la
resta es por la demás obra que se obliga a hacer
el dicho Antonio Rojo como dicho es»20.
No sabemos a qué se debió la confusión, si a
una mala interpretación por parte del pintor o
a otra causa. La iconografía de san Antonio de
Padua, el santo milagroso, no parece que se
preste a equívoco, pues luce hábito franciscano,
mientras que san Lorenzo suele llevar dalmática
como prenda propia del diácono21. La devoción
y culto a san Antonio de Padua se fue incrementando a lo largo de este siglo, y no sólo los
conventos franciscanos, sino otros templos lorquinos poseían imágenes de talla y pinturas de
este santo colocadas en altares y retablos, y er
puestas bajo su advocación22. En el siglo XVII
había en la iglesia un pilar dedicado a san Bartolomé, situado en el lado de la epístola, junto
a la capilla mayor, pero a principios del XVIII
esta advocación pareció fundirse en la capilla de
20
san Antonio de Padua, en la que se suelen decir
misas indistintamente en memoria del apóstol o
del santo franciscano23.
La referida capilla de la iglesia del convento de
Santo Domingo de la que nos habla el documento, dedicada a san Jacinto, que sirvió de modelo
para la de la Encarnación, era propiedad desde
=?†? K { K / pondía a la quinta del tramo del evangelio, al
lado de la capilla mayor‚>. El retablo lo había
concertado Juan Ruiz Jiménez el 31 de diciem =?=ƒ ] |
!
)(
/
/
que debían representarse en él. El documento,
que recoge Muñoz Clares en la monografía que
dedicó a este pintor, dice así: que han convenido
que el dicho Miguel ha de pintar un retablo que
se ha de poner en su capilla y enterramiento
que tiene en el convento de Santo Domingo; la
pintura tenía que ser al óleo y dorados todos los
frisos y molduras en la manera siguiente; tiene
el dicho retablo cuatro repartimientos fuera del
banco y frontispicio; en el principal, que es el
de en medio, ha de pintar la Asunción de Nuestra Señora, en proporción del retablo con seis
%$
y en el del lado derecho San Juan Bautista en
el desierto, y en el del lado izquierdo el Ángel
de la Guarda con ánima y en el de lo alto, la
„
$
0
palabras de la consagración con dos ángeles
y cuatro santos, los que le parecieren al dicho
Don Juan Ruiz; y en las de las columnas dos
retratos, y todo lo demás dorado y estofado,
repartidas en el friso algunas tarjas de armas,
0
+#1*‹>‚?=?J>…>J*
21
Escobar recoge dos pinturas de San Lorenzo en la iglesia de Santiago y en la capilla del Rosario, que representaba el martirio de este santo.
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi ...***=>‚/=>J*
22
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23
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de San Bartolomé al lado de la epístola de la capilla mayor que había antiguamente, donde están enterrados mis padres y abuelos» (AHL.
‹*J?}=?}J*J…ˆ*'=M‚M‰
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TUDELA TUDELA, F. Los dominicos en Lorca. La cofradía de Nuestra Señora del Rosario. ‚††>*ƒ=ƒ‚*
109
acabado y puesto a costa del dicho Miguel de
Toledo para el día de San Juan de junio del año
venidero». El pago de dicho trabajo ascendía
a setecientos cuarenta reales, recibiendo como
anticipo ciento cincuenta, quedando los restantes para el término de la obra25. Por otro lado,
en relación con las palabras de la consagración
que el contrato señala debía llevar el retablo
pintadas en el banco, no son nada infrecuentes.
La profesora de la Peña Velasco nos dice que
§ cartela pintada o tallada contuviese la fórmula
latina de la consagración, en sustitución de una
de las tres sacras, permitiendo al sacerdote no
recurrir al misal y evitar olvidos u omisiones.
Se situaba siempre en el espacio central del banco, es decir, bajo la calle principal, lugar que
correspondía al sagrario y punto visible para
* en algún tipo de adorno pintado o de talla. A
veces se requería que así fuera en las escrituras
de trato y concierto suscritas por los artistas».
Como ejemplo pone un retablo en San Patricio
en el que también interviene el pintor Miguel de
Toledo: ...y en los tableros de los lados ha de
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:
^
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:
/
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ha de decir Gracia Plena y en el cuadrado de
en medio han de pintar dos ángeles que tengan
las palabras de la consagración‚?.
'=?‚=
Francisco marcado por la advocación del Rosario de Nuestra Señora, donde se manda enterrar
Lucía Martínez: mando cuando la voluntad de
Dios Nuestro Señor fuere servido de me llevar de esta presente vida sea sepultada en el
convento de nuestro Padre San Francisco en
el enterramiento que allí tengo su invocación
25
del Rosario de Nuestra Señora y acompañen
mi cuerpo la cruz de la parroquial de señor
San Mateo de esta ciudad e la congregación de
curas de las parroquias de ella [...] Item mando
sea sepultado con el hábito de nuestro padre
San Francisco [...] Item mando acompañen mi
cuerpo las cofradías de la Sangre de Cristo y
del Rosario de Nuestra Señora, San Roque y
Sebastián, de donde soy cofrade». También ordena decir por su alma dos misas rezadas a la
Virgen del Rosario del convento de Santo Domingo, y las misas de la cruz, que son cinco, y
del destierro de Nuestra Señora, siete27. Dicho
esto, y aunque fueron los dominicos los que
tuvieron el mayor protagonismo en la difusión
del Rosario, otras órdenes mendicantes, como
franciscanos y capuchinos, fomentaron este culto mariano y extendieron su práctica. Quizás
el cuadro de la Virgen del Rosario citado en
el libro de pías memorias como que estaba en
un pilar cercano a la capilla de la Vera Cruz y
Sangre de Cristo, pudiera corresponder con este
enterramiento. Es fácil suponer que la cofradía de la Vera Cruz trajese consigo esta pintura
cuando se reinstaló en el convento franciscano
procedente de Santo Domingo, donde se había
fundado décadas antes28.
Otra de las capillas de la iglesia estaba consagrada a san Antonio de Padua, el popular santo na1
*'=?>?K‹1
mandaba enterrarse en la capilla de san Antonio
de Padua, que ha sido siempre mi devoto, y que
se dijeran por su alma siete misas rezadas del
destierro de Nuestra Señora y cinco de la Cruz,
cinco al Dulcísimo Nombre de Jesús, seis de las
llagas, en que se comprende una de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo; tres a los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael,
y una al ángel Custodio29. La capilla estaba a
]^_`%1+{']*Miguel de Toledo. Pintura lorquina de la primera mitad del siglo XVII=}}…*…J…?*
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¨Revista
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›>‚††‚~]^_`%1+{']*Miguel de Toledo..., ***JJ*'=?‚?
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pedestal en medio las palabras de la consagración en una tarjeta y dos ángeles a cada lado». Ibídem*J>*
27
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28
+*#*‹*]*&'š#……*>JJ*
29
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**
110
ventual, como nos aclara Catalina Tallante Viejo
=?}‚
(
marido D. Carlos Mateo Navarro de Canales tiene y posee una capilla en el convento de Nuestro
Padre San Francisco de la puerta Nogalte de
esta ciudad en el claustro de él, bajando por la
escalera a mano izquierda, su advocación San
Antonio de Padua. Seguidamente señalaba su
voluntad de fundar una memoria o capellanía de
merelegos sobre un pedazo de tierra con cargo
de tres misas rezadas, una el día de santa Catalina, o en su octava, otra el día de san Antonio
de Padua, o en su octava, y la otra día de los
(
por vía de limosna por cada una de las misas dos
reales y medio30. La capilla, por tanto, estaba en
el lado derecho, en la puerta por donde salen
los sacerdotes para decir misa, como declara
+
]! =?}M31. Como veremos
con más detalle, el santo iba a disponer en el
siglo siguiente de una capilla de mayor entidad,
un amplio espacio en el testero del transepto a
la parte de la epístola, donde Jerónimo Caballero
levantaría en la década de los treinta un retablo
de grandes proporciones adornado con escenas
de la vida del santo.
Santa Catalina de Alejandría, esto es, santa Catalina mártir, disponía desde la anterior centuria
de capilla en el lado del evangelio, y en esos
primeros años, como hemos indicado, era la
primera que ha de salir de la capilla mayor a
la dicha iglesia a mano derecha*'=?…‚](
Collantes, hija de Diego Mateo de Aguilar e
Inés Mateos, mandaba que se dijeran dos misas
$
#
:
^cisco en el altar y capilla de Santa Catalina
de la iglesia de San Francisco de esta ciudad,
donde me mando enterrar, las cuales se han de
decir en cada un año por el dicho día desde el
día en que yo muera en adelante. Esta devoción
a las llagas de Jesucristo en referencia a las cin ) K
”
š)
30
+#1‹*JJ>=?}‚*?>*
31
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32
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fue iniciada por san Francisco, que recibió estos
estigmas en su propio cuerpo estando en éxtasis. El testamento de María Collantes concluye
con otra manda que declara su fervor por este
asunto, pues pide se ponga en esa capilla de
santa Catalina un cuadro al óleo grande de la
Impresión de las llagas del señor San Francisco, y esté para siempre en la dicha capilla, el
cual cuadro es mío propio que me lo presentó
un religioso32. ' =?>† ‹ 0 ]
manda fundar difuntos con misa cantada con diáconos en la
forma acostumbrada, que se han de decir en la
capilla de santa Catalina del dicho convento
de san Francisco de arriba por los frailes de él
en los primeros lunes de cada mes de los doce
#
cantada se ha de pagar de limosna un ducado,
y han de tener obligación los frailes del dicho
convento de doblar la noche antes del día en
'
!
ma se ha de decir en todos los primeros lunes
de cada mes de los doce del año comenzando
desde el día que yo muriere en adelante. Más
adelante, para dotar la capellanía, manda vender
una casa en la parroquia de San Mateo a censo
o de contado o a plazos para que su producto se
*[
!
María
Negra, mi esclava sujeta a perpetua servidumbre, después de yo falleciese pague después de
mi fallecimiento sesenta ducados en tres pagas
cados contando desde el día de mi fallecimiento
en adelante, los cuales asimismo han de ser
para la fundación y dotación, cobrándolo mis
albaceas y dándolos a censo o empleándolo en
hilas de agua como ellos quisieren, para que
con la renta de todo lo suso dicho se paguen
los doce ducados que montan los dichos doce
#
[...] y pagados los dichos sesenta ducados por la dicha mi esclava
por ellos se dé libertad y carta de horro en
forma desde el día que yo muera en adelante.
También manda a sus albaceas que los dichos
111
segura la renta de los doce ducados, sin que se
entreguen maravedíes algunos al guardián ni al
síndico del convento. Finalmente expresa que la
cuantía de esa renta, una vez pagados los doce
ducados cada año, se aplique en misas rezadas
por su alma y de sus difuntos, esto en tanto que
la dicha capilla de santa Catalina del dicho
convento de San Francisco donde yo me mando
enterrar no tuviere algunos reparos que hacer, y
teniendo necesidad de hacérsele reparos o frontal para ornamento y otras cosas del altar, mando que en ello se gaste lo que fuere necesario33.
La capilla dedicada a san Luis rey de Francia, patrono de la Tercera Orden Franciscana,
era de Luis Meléndez de Gumiel y su mujer
María González, y se estaba construyendo en
=?>}
*'
\
una
hechura de San Luis rey de Francia dorado
y esmaltado para poner en un nicho de siete
cuartas de alto por ser la invocación de la dicha capilla y a los lados se pondrán dos hechuras, la una de san Juan y la otra de señor san
Antonio que tengo de talla dorados, para cuyo
adorno los dejo, haciendo para todo el frontal y
ornamento necesario, y además de ello se haga
de conformidad con la dicha mi mujer una reja
de madera para la dicha capilla…>. La capilla se
encontraba entonces al lado de la que tenía la
cofradía de la Sangre, pues así se colige de lo
\K]=?M}
ser sepultado en el enterramiento que tiene entre
ambas capillas35. En el siglo siguiente parece
que cambió su advocación, pues el escribano
Luis Eugenio de Gumiel fue sepultado en la
capilla en que hoy se halla por titular la gloriosa santa Rosa de Viterbo, sita en el convento
33
+#1*‹*…?ƒ=?>†*‚>*
…>
+#1*‹*>=…=?>}*=…?*
35
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…?
AHL. Prot. 715, 1737, fol. 28.
de Nuestro Padre San Francisco de la Puerta
Nogalte de esta ciudad, de la que antes lo fue
el glorioso san Luis rey de Francia…?.
Es probable que algunas de las esculturas que
se hacían por entonces fueran obra de artistas
granadinos, el principal centro artístico del que
salieron la mayoría de las imágenes que instituciones religiosas lorquinas y particulares encargaban para iglesias, ermitas y oratorios priva
* ' =?>‚ K ] /
de la cofradía y hermandad de San Roque el
que se obligó de pagar al subdiácono Baltasar
Restán 250 reales que le debe de mayor cuantía
de la costa y gasto que ha tenido de traer de la
ciudad de Granada una hechura de la Virgen de
la Piedad, la cual es de madera, para presidir el
retablo de su ermita37. Al año siguiente era Sebastián de Salazar el que pagaba 550 reales por
un san Lázaro para la ermita de este nombre que
también se había realizado en aquella ciudad,
una notable talla que salió del taller de Alonso de Mena que actualmente se conserva en
la iglesia de San Patricio38. Conviene recordar
al respecto que en esos años se encontraba en
Granada el escultor lorquino Juan Pérez Crespo,
+
]=?>M
)
”
!
)(
1/‰
a lo largo de todo el siglo XVII39.
La capilla consagrada a san Ildefonso había
sido adquirida en el siglo XVI por Alonso de
Ayén de Peralada. A mediados del XVII pertenecía todavía a esta familia, pues Francisco
Soler Blázquez, marido de Petronila Muro, pide
=?J† Luisa Ayén, a quien suplico lo tenga por bien,
37
+#1*‹*…ƒJ=?>‚*=>~'
0**‹\/
K
(*
38
Š0%#'`+$+[’''*§0
¢¨**Alberca, nº 11, 2013, pp. 109-130.
39
{]'{|{{'K*1*§K‹%
/1{*/1‰¨Laboratorio de
Arte, 25 (2013), p. 372.
112
Lámina 4. Vista del interior de la iglesia hacia los pies.
y si la suso dicha no gustare, sea enterrado en
la capilla de la Sangre de Cristo y se pague lo
que se acostumbra, que es cuatro ducados de
limosna>†. La capilla se hallaba situada junto a
la de Nuestra Señora de la Concepción, como se
indica en el testamento de Isabel de Muro Leonés, viuda de D. Alonso García Olaso, en 1707.
Además de mandarse enterrar en la capilla, en
él se recogen datos de interés, como que en ella
había una imagen de santa Isabel y que la Orden
Tercera pretendía hacer en la capilla un retablo
y colocar en él, con la decencia debida
de esa santa. Si bien accede a ello, establecía
como condición que sus herederos pusieran un
cuadro de san Ildefonso, que es la advocación
de ella, para que en todo tiempo conste, no
siendo esta postura en lugar inferior si no es
en parte donde se reconozca en título de dicha
capilla, y en caso necesario se ponga bajo el
escudo de armas que en ella hay frontero la
puerta>=. Con esta misma advocación existía
una capilla en la parroquia San Mateo, perteneciente a la familia de los Hernández Reyllo,
y otra en Santo Domingo, de los Alburquerque.
La devoción a san Francisco y la orden que instituyó estaba viva en las creencias y espiritualidad de la gente, y atrajo a un amplio número
!
humildes. Se dan casos de que individuos que
no se entierran en el convento de San Francisco
se sienten atraídos por el espíritu del fundador y buscan la cercanía de sus santos para su
salvación personal y que sus templos conven
* ' =?…‚ K 1
‰
>†
+#1*‹*>=‚=?J†*‚=*
>=
+#1*‹*?=J=M†M*=J}*'‰+[${+‹*Arquitectura y retablística..., op. cit., pp. 151-152.
113
mandaba ser sepultado en la iglesia de Santiago,
en la capilla de San Felipe y Santiago, donde
estaba enterrado mi padre, D. Antonio Leonés,
que tiene una reja de hierro labrado, pero seguidamente añade que si muriese fuera de esta
ciudad, sea sepultado en la ciudad villa o lu$
!
San Francisco, por la devoción que al glorioso
santo tengo, con su hábito, para que sea mi intercesor con la majestad de Nuestro Señor, y si
no hubiere convento sea sepultado en la iglesia
parroquial de la dicha ciudad villa o lugar>‚.
Otra capilla era la de las Ánimas. El franciscanismo había integrado en la vida cotidiana de
š) /torio>…. La devoción a las benditas ánimas que se
encontraban en el purgatorio, estadio espiritual
de tránsito previo a la ascensión del alma al cielo, tuvo gran desarrollo tras el Concilio de Trento, que dictaminó la existencia del purgatorio y
que las almas allí detenidas son ayudadas por
$
0
+
A partir de
entonces, se fundaron cofradías y hermandades
de ánimas, y prácticamente todas las parroquias,
conventos y ermitas acogieron una de estas asociaciones que intercedían por la salvación de las
almas para conducirlas al cielo, y se difundieron
representaciones artísticas, sobre todo pinturas,
relacionadas con esta devoción>>.
+
(
Ánimas en San Francisco que disponía de un espacio con bóveda donde celebraban ceremonias,
sepultaban a sus miembros y decían misas por
el alma de los difuntos. Es lógico pensar que la
>‚
capilla estuviera adornada con escenas de esta
iconografía tan afín a las ideas contrarreformistas y al sentimiento religioso del barroco que
/
]*'
!
tiene una destacada presencia en los templos
franciscanos, y los testamentos lo invocan como
mediador para conducir las almas a Dios, pues
es considerado, después de Cristo, como el personaje de mayor importancia en el Juicio Final.
] § ( licia en orden a recibir todas las ánimas de los
©***ª@
)
ha de ser admitiendo las de los justos para el
cielo y apartando las de los condenados para el
¨>J. También es custodio del Santísimo,
/

/)
bien frente al mal, de ahí la popular iconografía
del arcángel venciendo al demonio al que aplasta bajo sus pies>?.
En la iglesia de San Francisco existía un altar dedicado a san Miguel, que a principios del
siglo XVII tenía como patrono al regidor Carlos Vergel. Cuando éste vende al convento un
pedazo de tierra en Sutullena que lindaba con
el huerto de dicho convento por precio de 180
reales, obligaba a que se dijeran en su altar una
misa cantada llana por su ánima y la de todos
sus difuntos el día de San Miguel, poniéndola
en el libro donde tienen las demás capellanías
y memorias>M.
El altar de las Ánimas estaba ubicado, al menos
en los últimos tiempos, en un lateral del transepto, en el lado del evangelio. La iconografía
tradicional de las ánimas del purgatorio solía
representar las almas de los difuntos envueltas
/
-
+#1*‹*…J†=?…‚*=††*
>…
DELGADO PAVÓN, M.ª D. La Venerable Orden Tercera de San Francisco en el Madrid del siglo XVII. Sociedad confesional, caridad y
0, 2007, p. 257.
>>
En Lorca, una de las cofradías más destacadas radicaba en la iglesia de Santiago. En el XVIII aparece citada con el nombre de Archicofradía
de Nuestra Señora del Sufragio y de las Ánimas, cuya imagen titular era una excelente escultura de Salzillo.
>J
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‹¨*Juan Correa. Su vida y su obra=}}>|**…†ƒ*
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/
Jusepe Giner, que también encontramos citada con el título del Arcángel San Miguel y de las Ánimas. En 1730 se creará en ese mismo templo
una hermandad bajo esa misma advocación, integrada por doce escribanos de la ciudad, que acordaron realizar una nueva hechura del santo
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Lámina 6. La Resurrección. Cornelius Cort.
115
ción popular y visualmente clara como alegoría
de salvación que encontró en la pintura el medio
de expresión más a propósito. Hoy hay un óleo
de Camacho Felizes que representa a Cristo
‡1!* Jˆ ! {
) símbolo del triunfo de Cristo sobre la muerte
y la salvación redentora de los hombres por el
pecado original, asunto que narra el Evangelio
de Nicodemo y otros evangelios gnósticos del
siglo III. En la pintura de Camacho, un Cristo
con el estandarte victorioso en la mano derecha
parece avanzar y elevarse tras su descenso al
limbo para sacar a los justos que murieron antes
)*1%
obras de grabadores holandeses que representan la escena de la Resurrección, como Cornelis
%%
‹
‡1!*?ˆ*^
ángeles tañendo instrumentos musicales ocupa
la parte superior, donde también parecen estar
óleo está incompleto, santos sobre nubes que
reinan con Cristo en el paraíso como valedores del alma en el tránsito del purgatorio, y el
Espíritu Santo en forma de paloma. Debajo,
los justos, y a los lados, sentados sobre nubes,
personajes en actitudes teatrales, tan del gusto
de este artista, que representan a los santos patriarcas, como Noé, Abraham, Moisés, etc. La
pintura, de gran tamaño, la adscribía Espín por
su estilo y composición a la primera época de
Camacho, esto es, antes de 1700, y se colocó en
esa capilla de la iglesia ya en el siglo XX, pues
hasta los años 30 de esa centuria, que es cuando la describe Espín, se hallaba en la escalera
de la conocida como Casa del Ave María en la
calle Corredera, adonde llegaría procedente de
alguna iglesia, quizá San Mateo>ƒ.
Como ya destacamos anteriormente, la devoción a la Pasión de Cristo y a la santa Vera Cruz
tuvo en los franciscanos a sus grandes favorece-
dores, de ahí que muchas de las cofradías que
promovieron el culto a la Vera Cruz y Sangre
de Cristo se fundaran o fueran acogidas posteriormente en conventos pertenecientes a esta
comunidad religiosa. Estas cofradías penitenciales, en su mayor parte originarias del siglo
XVI, celebraban severas procesiones donde los
hermanos de Sangre hacían disciplinas públicas
acompañando la imagen titular, por lo general
%
* K ( la Vera Cruz y Sangre de Cristo, que es la más
importante de las establecidas en el templo lorquino de San Francisco, otras hermandades devocionales tuvieron sede en el convento, como
la referida cofradía de Ntra. Sra. de la Paz, fun =?†† Š
+
de Padua y la Venerable Orden Tercera de Pe*+
\
>†
XVII tenemos constancia de la existencia de
una Hermandad de María Santísima en su advocación de las Angustias, también llamada de
los Labradores, que nació para ayudar a la cofradía matriz, la de la Sangre, a cumplir con sus
/
dar culto a esta devoción mariana. Si la cofradía
de la Vera Cruz y Sangre de Cristo estaba más
volcada desde sus orígenes hacia la comunitaria
imitación de Cristo que hacia la veneración de
imágenes sagradas, en el caso de la hermandad
de las Angustias no será exactamente así, pues,
como veremos más adelante, el verdadero objeto de su devoción se centrará esencialmente en
>}.
La Vera Cruz y Sangre de Cristo, asociación
que fomentaba los misterios de la Pasión, estaba
integrada por personas vinculadas al estamento
eclesiástico, regidores, jurados y familias de la
nobleza local. La cofradía organizaba desde el
siglo XVI como procesión propia la del Jueves
Santo por la noche, donde salían disciplinantes que juntaban la expiación de su sangre al
/
$
>ƒ
ESPÍN RAEL, J. (
+++***=J…*]^_`%1+{']*El pintor Pedro Camacho Felizes de Alisén (1644-1716) y
su entorno artístico*=}ƒƒ*ƒ>ƒ?/=M†*
>}
1¬‹'`‰^+[+1^‹' ]^_` ]* 1 1¬‹'`‰^+[+1^‹' ]^_` K* K* Historia viva de la Semana Santa de Granada. Arte y
devoción. 2002, p. 80.
==?
tan grande indulgencia e mover los corazones
de las gentes a piedad, con las disciplinas e
obras50. La cofradía favoreció la devoción de
determinadas advocaciones y el desarrollo de
las artes plásticas. Su capilla privativa estaba en
el lado del evangelio, al entrar a la iglesia, y a su
ornamentación dedicaron esfuerzos y crecidos
medios económicos, donde no faltaron donativos destinados a la realización de muebles litúrgicos para engrandecimiento del culto. Así, en
=?…=‹‹(/
poder a los mayordomos y tesoreros de la cofradía de la Sangre de Cristo para que cobrasen del
escribano Ginés Soler diez y siete ducados que
le debía para que, con esa limosna, la cofradía
obrara y reparara su capilla y se haga un tabernáculo para el Santo Cristo, o lo demás que
bien visto les fuere51. Pocos años después Diego
] ‚> ( ayuda para hacer un palio de damasco carmesí
para que con él saquen el Jueves Santo al San
/'52*‹(
culto, por lo general la capilla era nombrada
(
%53.
La cofradía encarga a mediados del XVII el grupo de La Cena para incorporarlo a su procesión,
/
(
do. El contrato lo conciertan Juan Pérez Monte
y Francisco Ruiz Mateos, regidores y mayordomos de la cofradía, con Juan de Zamora, y en
él se dice que éste ha de hacer el paso de La
Cena de Nuestro Señor Jesucristo con sus doce
discípulos apóstoles, puesto todo en su gaveta,
y todo ello ha de ser de bulto de cartón vaciado,
pintado de colores, con sus diademas doradas.
La escritura establece que se le debían dar 1.800
reales, los seiscientos reales luego de contado, y
$
blanqueadas y los seiscientos reales restantes
50
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51
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52
AHL. ‹*…ƒ‚=?…}*=…‚*
53
AHL. ‹*…?>=?…J*‚M*
J>
55
J?
para el día que diese acabada la dicha obraJ>.
También salía en la procesión del Jueves Santo
el Cristo de los Azotes, o sea, Cristo atado a
una columna, iconografía muy querida por la
cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo. Al
parecer de Espín, la imagen era del siglo XVI,
y en los primeros años del XIX el escultor Ma](\)
grotescos sayones, vestidos con calzón corto,
chaquetas pajizas y desabrochadas camisas, a
) §¨ $
/ la Archicofradía de la Sangre de Murcia55.
También los franciscanos promovieron el rezo
penitencial del via crucis, práctica piadosa que
rememoraba la Pasión y Muerte de Jesucristo en
la cruz. En Lorca este itinerario fue establecido
=?‚† /+
cial de la Provincia franciscana de Cartagena,
y partía de la iglesia de los observantes de la
‹ 0  empinada cuesta, en lo alto de un montículo
en el barrio de Gracia. Esta vía sacra, trasunto
de Jerusalén y el Gólgota, estaba formada por
pasos o cruces que señalaban la distancia entre
una y otra estación, y cada mañana de Viernes
( 
%
glo XVII se erigió la capilla mayor, correspondiente a la duodécima estaciónJ?.
En estos años intermedios del XVII también
concierta un retablo para su capilla Pedro Caro
1
de carpintería Antonio González. El contrato
dice:
que por cuanto el dicho Pedro Caro para adorno
de su capilla y entierro que tiene en el convento
de nuestro padre San Francisco tiene tratado con
el dicho Antonio González, carpintero le haga un
MUNUERA RICO, D. Cofradías y hermandades...***}>*+#1*‹*>}==?M…*=?†*
'‹’0{+'1K*§[
/
¨Línea, ‚‚>=}>…*
MUNUERA RICO, D. El Via Crucis lorquino y el Paso Morado.‚††…*‚…‚>*
117
retablo de madera buena en conformidad del retablo que hoy está y tiene la capilla de santa Lucía parroquia de San Juan en la misma forma y
manera ancho y largo que tiene el dicho retablo
de santa Lucía menos el nicho en lo demás ha de
ser conforme el dicho y darlo hecho y acabado
por todo el mes de marzo que vendrá de este presente año y por la madera que gastare en hacer
el dicho retablo y manufacturas se le han de dar
y pagar al dicho maestro cien ducados trescientos reales luego de contado y lo demás restante
acabado que sea el dicho retablo a satisfacción
del dicho Pedro Caro el cual estando presente
aceptó esta escritura como en ella se contiene y
se obligó de pagar al dicho Antonio González o
a quien su poder hubiere la dicha resta dándole y
entregándole hecho y acabado el dicho retablo57.
Segado, que documenta perfectamente este retablo, nos aporta más datos del mismo, y dice
que la pintura que lo decoraba la realizó en
\ =??? K ` de estaban representados san Pedro, en la tabla
central y, en los laterales, san Juan Evangelista y san José con el Niño en brazos. También
subraya la intervención de Zamora en el retablo mayor de la iglesia del convento de Santo
[ =??} K
Antonio Alburquerque Leonés y Guevara, a la
sazón patrón del convento, y en el que también
interviene el maestro tallista Amaro López58.
@ [
que estaría dedicada al santo franciscano canonizado en 1588 san Diego de Alcalá, nacido en
el pueblo sevillano de San Nicolás del Puerto
pero conocido por el topónimo donde murió. En
=?Mƒ K $
Villanueva, marido de Catalina Ruiz Soler, con
hábito de mi padre San Francisco, en la misma
forma que lo traen y observan sus religiosos,
descalzo de pies y pierna, […] en la sepultura
57
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58
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59
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118
que tengo en la capilla de San Diego, en la
primera de ella que es mía y de mis hijos [...]
mando que se lleve añal entero de pan y cera
0
da por la comunidad de dicho convento59. Entre
la capilla de san Diego y la de la Encarnación
=??>K]!
la Junta, en el entierro que allí tengo, en el pilar donde está el cuadro de Nuestra Señora de
la Encarnación, y se me digan todas las misas
que tiene obligación decir por mi alma la hermandad de Labradores, de donde soy hermano?†. Años más tarde lo hace su hija Francisca
Márquez Pérez de Tudela, y posteriormente su
marido, Andrés Pérez de Tudela. En el testa ”  =?}‚ que su cuerpo sea enterrado en sepultura que
está en el pilar de la capilla de San Diego, y
encima de dicha sepultura hay un cuadro con
la pintura de Nuestra Señora de la Encarnación, en donde está enterrada dicha mi mujer?=.
Así pues, la capilla de la Encarnación estaba
aneja a la de san Diego, como aclara un nuevo
testamento de Andrés Pérez de Tudela cuando
pide ser enterrado en una de las sepulturas que
en dicha iglesia tengo propias, sitas entre las
capillas de señor San Diego y Nuestra Señora de la Encarnación?‚. Curiosamente, en los
inicios del XVIII volvemos a encontrar citada
una capilla con el título de Nuestra Señora de
los Desamparados, propiedad de Isabel Muñoz
Mateos Rondón y Luna, mujer de Juan Mateos
Montalbán, que posiblemente correspondiera a
la mencionada en el XVI?…. Tal vez sea una confusión, pues Juan Félix Mateos Rondón y Luna
pide años después que mi cuerpo sea sepultado
en el convento de Nuestra Señora de los Desamparados de religiosos franciscos descalzos
extramuros de esta ciudad, esto es, no poniendo
reparo prudente que lo embarace por dichos
mis apoderados y albaceas, pues en este caso
es mi voluntad ser enterrado en el convento
de N. P. San Francisco de la Puerta Nogalte
en la capilla que tengo mía propia que se ha
%
:
Francisco, por ser así mi voluntad?>.
En esta centuria ya tenemos noticia de la Venerable Orden Tercera de Nuestro Padre San Francisco, que debió de constituirse en la primera
mitad del XVII, como en Murcia y Cartagena?J.
Esta Orden de penitencia, que se remonta al
siglo XIII, surgió con la renovación producida
entre los seglares a raíz de las predicaciones del
mismo Poverello, y a ella estaban ligadas devociones como santa Rosalía de Palermo, santa
Rosa de Viterbo, santa Margarita de Cortona,
las santas Isabel de Portugal e Isabel de Hungría o san Luis Rey de Francia??* ' =?MM tesorero de la Orden Tercera Andrés Fernández
Cáceres y Torres, regidor perpetuo, y también
pertenecía a ella Alonso Márquez Pérez de Tudela, cura de San Pedro, que era el hermano
mayor. En mayo de ese año el licenciado Pedro
Sicilia Muñoz, presbítero, y Miguel de Sicilia,
/ dor, se obligaron de dar cada año cincuenta y
cinco reales de censo y pensión para redimir un
principal de mil cien reales que habían tomado
de la dicha Tercera Orden por mano de Antonio
García de Alcaraz y Mula, como albacea que
fue de Agustín de Labiz, quien había dejado
de que con los réditos
de dichos cien ducados se ayudase al gasto de
la cera de la dicha tercera orden?M. A la Orden
Tercera pertenecían miembros de la oligarquía
urbana y otros sectores sociales menos elitistas,
?>
religiosos y seglares, que buscaban una vida de
piedad y espiritualidad que se adecuara a sus
š
*+
se entierran con el hábito de la Orden Tercera
!
dos por un fuerte sentimiento de pertenencia
a una regla de vida que buscaba la perfección
cristiana en el ejercicio de la piedad. Como señala Delgado Pavón, en ese espacio de piedad,
de caridad y de penitencia, los que ingresaban
ban de socorros materiales, recibían refuerzo
para su fe y privilegios espirituales, y si, por el
contrario, sufrían necesidades, además de los
auxilios del alma, se les dispensaban otros que
menguaban su pobreza y aliviaban su enfermedad?ƒ. Juan Márquez Pérez de Tudela, que
sin duda quedaría integrado entre los más favorecidos, mandaba por su testamento que una
vez fallecido su cuerpo fuera amortajado con el
hábito y cordón de la tercera orden de mi Padre San Francisco, de que soy hermano público
profeso, y de esta forma sea sepultado en un
ataúd nuevo forrado en sayal sin cubierta, y se
me dé sepultura en el convento de mi padre San
Francisco de la puerta Nogalte en el carnero
de la tercera orden?}. A mediados de la centuria siguiente, Alfonso Romera Felices dice ser
hermano secreto de la tercera orden de N. Se! ‹ &
categoría que tal vez adivinara un compromiso
()
píritu y los ejercicios piadosos que promovía la
comunidad70.
'=?}}
)K]\‰cía de la capilla de san Antonio, que estaba si-
+#1*‹*Mƒ}=M>}*=>‚*
?J
]0|K]0|K*§0
(
/%%%Carthaginensia, ‚†=>
nº 57, p. 190. Se habla aquí de la importancia que tendrán en el XVIII los comerciantes franceses como miembros de la Orden Tercera, y
su destacado papel en la difusión de la devoción de San Luis rey de Francia. Como ejemplo, en 1707 Pablo Cornelio, natural de Caseres,
Francia, hijo de Juan Cornelio y Juana Bernabeu, vecinos de la dicha ciudad y yo de Cartagena, manda ser sepultado en el convento de mi
padre San Francisco en la capilla de las hermanos de la orden tercer por ser hermano de ella, como constará del libro de dicha orden de
la ciudad de Cartagena. +#1*‹*?†}=M†M*J?*
??
?M
?ƒ
RAMÍREZ GONZÁLEZ, S+
…%$
%+++
op. cit., ‚††?*…=M…=ƒ*
+#1*‹*J††=?MM*M…*
DELGADO PAVÓN, M.ª D. La Venerable Orden..., op. cit., 2007, p. 10.
?}
+#1*‹*J?}=?}M*=…*
70
+#1*‹*MƒM=M>}*?MJ*
119
tuada en la capilla mayor, al lado de la epístola,
por la puerta que se sale a decir misa. Además
de poder enterrarse él, sus descendientes y cualesquier personas según su voluntad, y trasladar
huesos a ella, tenía derecho a colocar allí sus armas. A cambio, se obligaba a dar mil quinientos
reales de limosna al convento y a dorar dentro
de los seis años siguientes el retablo que había
en la capilla. Debía al mismo tiempo retejar
dicha capilla, reparar sus quiebras, tenerla con
la decencia que se requiere para que en su al
0
con calidad que las alhajas que hoy tiene dicha
capilla, que son el retablo nuevamente fabricado, la imagen de señor san Antonio, con los
frontales, manteles, velos y demás presentallas
que tiene dicha capilla para su adorno, queden
siempre al uso de esta comunidad y el dominio
:
0
$
dicha Sagrada Religión71. Ocho años después,
sin haber cumplido el compromiso de dorar el
retablo, vende a su cuñado Juan Matheos Lucerga la mitad de la capilla con la condición
de que éste dore la mitad del retablo72. En las
primeras décadas del XVIII ya hay referencias
a la hermandad de San Antonio, de la que María
de Campos Trujillo declara ser hermana73.
La devoción a san José, sobre todo a partir de
la publicación en 1522 del libro de Isolanus
La Suma de los dones de San José, se difundió
principalmente por las órdenes monásticas, que
exaltaron su culto, pues se le asociaron virtudes
como pobreza, castidad y obediencia, modelo
natural del religioso, y se le dedicaron altares
y capillas en parroquias y conventos al ser considerado como el más grande de todos los san71
+#1*‹Jƒ†=?}}=J=*
72
+#1*‹*?†J=M†M*}J*
tosM>. La capilla del templo dedicada al patriarca
san José era propiedad de Juan Muñoz de Don
‹*'=?M…/
+‰)denaban enterrarse en la capilla de la Sangre
de Cristo y nombraban como heredera de todos
sus bienes a su sobrina Ana Muñoz, que años
más tarde casó con el escultor Manuel Caro,
autor de los retablos del colateral del transepto
&
* ' =?}} K
Muñoz hace nuevo testamento, donde pide ser
sepultado en la iglesia del convento de mi Padre San Francisco de la puerta Nogalte de esta
ciudad en la capilla y bóveda que en ella hay
y tengo propia mía, su invocación el señor San
José75. En la iglesia de Santo Domingo ya existía bajo esta advocación la capilla que adquirió
=?†J ] %M?, y a principios
de la siguiente centuria se le hizo una ermita
que dio nombre al barrio donde se ubicaba, que
] %
|
síndico del convento77.
IV. EL ESPLENDOR ARTÍSTICO DEL
BARROCO. ÚLTIMOS AÑOS DEL XVII Y
SIGLO XVIII. RETABLOS Y ORNAMENTACIÓN INTERIOR
A la última década del Seiscientos corresponden los retablos situados en los espacios principales de la iglesia, esto es, los dos laterales del
transepto y el del altar mayor, que se yerguen
como la mejor expresión del nuevo estilo de
vigoroso barroquismo impuesto a partir del último tercio del XVII. No pasaría mucho tiempo
hasta que terminaran por cubrirse los espacios
73
SEGADO BRAVO, P. Jerónimo Caballero, retablista y escultor del Barroco (Huéscar 1668-Lorca 1751). ‚††ƒ*==>*+#1*‹*?JJ
1721, fol. 21.
M>
MÂLE, E. El arte religioso..., op. cit., p. 292.
75
+#1*‹*Jƒ>=?}}*…}*+(/(
+‰))
del matrimonio de ésta con Manuel Caro: Juan Antonio, Mateo, Ana Magdalena y José Manuel. Su mujer, Ana Muñoz, que también había
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]%*‡+#1*‹*J=?=?ƒM*>†ˆ*
M?
TUDELA TUDELA, F. Los dominicos..., op. cit., p. 112.
77
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120
principales de esta nave transversal con los retablos de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, en
el testero del lado del evangelio y, enfrente, en
la epístola, el de san Antonio de Padua, que
fueron realizados en la década de los 30 de
la centuria siguiente por Jerónimo Caballero,
análogos en cuanto a estructura y composición.
Gálvez Borgoñoz, en su opúsculo Mussato Po
=M…>
de San Francisco, indicaba: En la iglesia hay
tres retablos; el principal de la capilla mayor,
el de N. S. de las Angustias, en el colateral
del lado del Evangelio, y el de San Antonio en
el otro colateral, todos dorados y modernos
de mucho arte. Después se ha construido el
retablo de la archicofradía de la Sangre de
Cristo78. Al parecer, el de san Antonio de Padua
se terminaría en esa misma década en la que escribía Gálvez. Siete años después, era el padre
Morote el que ensalzaba el ya completado conjunto de retablos: La Capilla mayor (hizola a
toda costa, siendo Provincial segunda vez el M
R P Fr. Antonio Nabarro, hijo de esta Ciudad, y
la de las Huertas, en su primero Provincialato)
en su magnitud, capacidad de su Crucero, con
la correspondiente Iglesia, forma un Templo
tan magestuoso que solo excede al Convento
Grande de N P S Francisco de Murcia, aventajándosele a este el de Lorca en la grandeza y
hermosura de el adorno en los cinco Retablos
de la Capilla mayor, en lo que puede competir
con la más famosa de estos Reynos79.
Los retablos tienen una importante función litúrgica y estética. La iglesia de San Francisco
es, como hemos expuesto, una iglesia barroca,
y a ese carácter contribuyen los retablos erigi
/ del XVIII, piezas esenciales en la ornamentación del recinto eclesiástico y para el desarrollo
del culto. El interior de la iglesia es un espacio
jerarquizado, y su importancia va de mayor a
menor desde el presbiterio a la nave, esto es,
primero el altar mayor, después el transepto y
en último término las capillas de la nave80. Por
tanto, esta señalada graduación también estaba
en relación con el lugar que ocupaban los principales retablos y su más queridas advocaciones, que también podía corresponder, aunque no
siempre era así, con su mayor o menor popularidad o alcance devocional. Precisamente, en la
capilla mayor se situó el titular de la iglesia y
la Inmaculada Concepción, en el colateral del
transepto dos devociones marianas, la Virgen
de los Dolores y la Virgen de los Ángeles, y a
de la cofradía de la Sangre de Cristo y san Antonio de Padua, quedando las capillas laterales
preferentemente para otros santos de la orden o
advocaciones que la comunidad franciscana y
particulares honraban en razón de sus personales afectos devocionales.
Contar con un espacio funerario propio era, sin
duda, una de las ambiciones soñadas por todas las familias de las elites de la sociedad,
satisfaciendo así lo que podía ser una de sus
principales aspiraciones81. Con la reserva de altares y capillas privativas que poseían las más
notables familias locales, otros espacios destinados para uso funerario se distribuían por el
resto de la nave, lugares de enterramiento que
debían ser regulados por la propia comunidad
religiosa. Para imaginarnos cómo sería el interior del recinto próximo a la capilla mayor de
San Francisco, puede ser buen ejemplo la escritura de donación de sepultura en favor de Ginés
] =M†?* |
/ tratados preceptivos, y quedar claro que era útil
y conveniente para el convento y haber muchas
sin asignar, el síndico, mayordomo y procurador ecónomo Miguel de Campos Trujillo le
hacía donación de una sepultura que estaba en
la capilla mayor en el segundo tránsito y línea
78
‰Š1'`${‰_`‰*+*Mussato Polihistor. 1991, p. 92.
79
]{|'‹Œ{'`%#^'%‹*Antigüedad y blasones de la ciudad de Lorca*=M>=*‚}…*
80
‹'_+'1+%%**El retablo barroco..., op. cit., p. 129.
81
ATIENZA LÓPEZ, A. Tiempo de conventos. Una historia social de las fundaciones en la España Moderna. 2008, p. 277.
121
de sepulturas que hay de la reja o barandilla
adentro de dicha capilla mayor, que es la novena contando desde la puerta o cancel que
hay para salir de la sacristía a decir misa y la
octava contando desde el lado de la capilla de
la Sangre de Cristo. Además de poder enterrarse él y sus sucesores, podía poner bastidor o
losa con su nombre y apellido y armas que le
pertenecieren, pues para ello como tal síndico
le hago esta donación. El documento recoge
M†
/
síndico, un testigo, pues no sabía el comprador,
y el escribano Luis Eugenio de Gumiel82. El citado Miguel de Campos, que además de síndico
estuvo durante más de tres décadas al frente de
la mayordomía de la hermandad de San Antonio
de Padua, se manda enterrar en la sepultura que
está con bastidor de madera en medio de la
capilla mayor, donde está enterrada D.ª Rosa
Pérez, mi mujer83. La capilla mayor era un espacio privilegiado del recinto sagrado, y sólo
( *
Algunos años después es Alfonso Gómez quien
es favorecido con una sepultura en la nave de
la iglesia, cerca de la capilla mayor, en la forma
regular de siete pies de largo y tres de ancho,
pues a la comunidad le consta la gran devoción
y especial afecto que ha tenido y tiene a nuestra
sagrada religión y a dicho nuestro convento,
que lo ha socorrido y socorre con algunas limosnas, y que al presente ofrece dar alguna84.
Uno de los mayores benefactores del convento fue el regidor y síndico Andrés Fernández
%!
/|
=?}= do con una capilla del presbiterio de la capilla
mayor al lado del evangelio. El documento de
donación de la capilla, que estaba consagrada a
santa Rosa de Viterbo, es toda una declaración
de la notabilidad que tuvieron los miembros de
este linaje como administradores y generosos
82
bienhechores del convento: Por cuanto es cosa
$
voción que le tiene el señor don Andrés Fernández de Cáceres, haciéndole favores y limosnas y remediando muchas necesidades del
dicho convento, por lo cual, toda esta santa
!
0
y deseando mostrarse agradecida a ellos para
corresponder como es justo a tantas obras y
crecidas limosnas y para que el dicho don Andrés Fernández Cáceres se conserve y crezca en
%
0!!
!
0
nombre de esta Provincia manifestar aquestos
afectos y deseos de agradecimiento al susodi!
!0
$
consecuencia de la mucha devoción que tiene al
dicho convento se inclinó a pedir que en el presbiterio de la capilla mayor de dicho convento se
le dé la capilla que está al lado del evangelio
para colocar a Santa Rosa de Viterbo y hacer
entierro para sí y sus herederos, la cual capilla
quiere componer en todo a su costa para ser
patrono de ella y para tenerla por suya y de
sus herederos y sucesores perpetuamente y que
en la dicha capilla pueda poner los altares, retablos, insignias y armas que quisieren y fuere
su voluntad, obligándose a tenerla siempre bien
aderezada, reparada y adornada de frontales a
su costa. Como condición, la comunidad declaraba que en tiempo alguno el dicho don Andrés
Fernández de Cáceres y Torres patrón de dicha
capilla ni los que después eligiere el susodicho
no han de poder poner bancos ni sillas a la parte de afuera de dicha capilla hacia la iglesia;
y la llave de dicha capilla la han de tener los
religiosos de dicho convento para que a todas
horas permitidas por derecho puedan celebrar
+
Por último, él
se comprometía a entregar ochocientos reales
para el retablo que se iba a realizar en la capilla
+#1*‹*?†>=M†?*=>?*
83
AHL. Prot. 715, 1737, fol. 7. Aquí señala que habrá tiempo de 33 años que corre a mi cuidado la mayordomía de la hermandad de San
Antonio de Padua.
ƒ>
+#1*‹*M}‚=MJ†*>†ƒ*
122
mayor85. En su testamento de 1702 declara que
es su voluntad que luego que nuestro señor sea
servido de sacarme de esta caduca y perecedera
vida, cubierto con el hábito de la tercera orden
que profeso, sea puesto en un ataúd forrado
en sayal de mi padre San Francisco, y se me
dé sepultura [...] en la bóveda que tengo en la
capilla mía propia [...] dentro del presbiterio,
al lado del evangelio, que se intitula mi padre
San Juan Capistrano y Santa Rosa de Viterbo,
y acompañen mi cuerpo la cruz y cura de la
parroquial de señor San Mateo de esta ciudad,
de donde soy feligrés, y todo el clero y extravagantes que hubiese en esta dicha ciudad. Más
adelante establece que los réditos de un principal de censo los disfrute su hija Isabel María,
religiosa profesa en el convento de Santa Ana y
Magdalena, y a su muerte se distribuyan por el
orden que establezca Lucía Jiménez Bravo, su
mujer, los cuales han de servir perpetuamente
0
#
San Juan Capistrano que está en dicha mi capilla donde me mando enterrarƒ?. En un poder
 =? \
manda que de sus bienes y caudal se le den
cuatro mil reales, cantidad importante, a fray
José Marín, lector de teología y guardián del
convento de San Francisco, vendiendo para ello
los que fueren necesarios, para que con ellos
ejecute lo que le tengo comunicado y encargado87. Aunque no sean poseedores de esa capilla,
en favor de esta santa italiana, reconocida por
su pertenencia a la Tercera Orden de San Francisco. Fue el caso de Tomás de Salazar Natarelo, hijo de Gaspar Salazar, abogado de los
Reales Consejos, y de María Salazar Natarelo.
En su testamento declara que fallecido, su cuerpo se cubra y amortaje con el hábito y cordón
%
:
^
voy vestido públicamente por ser uno de los de
85
+#1*‹*JJ>=?}=*‚>*
ƒ?
AHL. Prot. 587, 1702, fol. 53.
87
AHL. Prot. 587, 1702, fol. 50.
88
+#1*‹*J}}=M†?*}†*
89
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su tercera orden, y de esta forma, descalzo de
pie y pierna [...] se me dé sepultura en la bóveda que dicha tercera orden tiene en la iglesia
del convento de mi padre San Francisco de la
puerta Nogalte [...] y se le den a Santa Rosa
de Viterbo ciento veinte reales y una fanega de
trigo en grano para ayuda a los gastos de dicha
santa. Deja también dinero para los gastos de la
capilla de san Antonio de Padua y para Nuestra
Señora de la Angustias, que deben percibir los
mayordomos de su hermandad, amén de otras
donaciones para diferentes imágenes existentes
en otros templos lorquinos88.
Otra capilla, la última del lado del evangelio,
tenía el título de santa Rosalía, y también era
propiedad del referido síndico. Pedro Fernández
de Cáceres y Liétor, marido de Juana Gómez
Carralero, en 1721 pide ser enterrado en la capilla de la gloriosa santa Rosalía propia de los
herederos de D. Andrés Fernández de Cáceres,
mi tío, difunto, permitiéndolo los susodichos, y
en su defecto dicho mi enterramiento será en
la capilla de santa Catalina mártir, sita en la
iglesia del señor San Mateo, de donde soy parroquiano, por tener derecho a ello89. Por otro
lado, diferentes miembros de este linaje fundan
diversos patronatos con la obligación de decir
misas perpetuas en el convento que explican sus
personales creencias e íntimas devociones. Fue
el caso de María Fernández de Cáceres y Torres,
que en diciembre de 1735 disponía que se dijera
una misa cantada la noche del nacimiento de
Nuestro Redentor Jesucristo que comúnmente
llaman del Gallo, otra el día
k
%
Padre San Francisco y otra el de la Purísima
Concepción, y mandaba que se pusiera en su
capilla inmediata al altar mayor, en el lado del
evangelio, dedicada a santa Rosa y a san Juan
Capistrano, una imagen de talla de la Purísima
Concepción con corona de plata. Por su codici-
123
lo, realizado dos días después, además de señalar otra misa para el día de san Juan Crisóstomo,
ordenaba que los ornamentos que tenía en el
oratorio de su casa se llevaran a la ermita de
los Casarejos, ubicada en una hacienda de su
propiedad90. Años después, Ana M.ª Palomares
fundaba una pía memoria para aumentar el culto y veneración a la imagen de santa Rosa de
/=*JJ†
>
tiembre de cada año se diga y celebre en dicha
capilla una misa cantada con diáconos y cera
correspondiente, y por cualesquiera de los religiosos de dicho convento se predicará sermón
de la prodigiosa vida y magnitud de milagros de
dicha soberana imagen91.
La cofradía de la Vera Cruz Sangre de Cristo
( =?‚ƒ
adquirió la primera al entrar a la iglesia, en el
lado del evangelio, para adosarla a la que tenían
anteriormente, pues el espacio con el que contaban no le bastaba para guardar los ornamentos,
imágenes y demás aderezos. Esto dice mucho
de su deseo de protagonismo y engrandecimiento, lo que se hará aún más patente cuando años
más tarde concierten la compra de un sitio de
mayor amplitud para establecer su capilla, más
próximo a la cabecera, satisfaciendo así el anhelo de mayordomos y cofrades de disponer de
un lugar más a propósito conforme a su distin)*'/=?}†(/
hermandad de la Sangre de Cristo había solicitado la adquisición del espacio correspondiente
al transepto del lado del evangelio, sin duda
un lugar privilegiado en el interior del templo,
para hacer su capilla privativa y dar entierro a
sus miembros, y acordaba además la construcción de dos retablos. En este afán, además de
la necesidad de contar con un espacio más amplio para enterramiento, dar mayor lucimiento
a sus ceremoniales y reunirse los hermanos en
sus celebraciones, estaría el deseo de realizar
un retablo de mayor enjundia artística que se
adecuara mejor a los ideales de la religiosidad
90
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91
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barroca y adaptase sus formas estilísticas y líneas estéticas a las fórmulas expresivas de los
nuevos tiempos. El documento en cuestión recoge estos y otros pormenores y es revelador de
la importancia que había adquirido la cofradía:
atendiendo a que dicha cofradía está hoy con
muy poca decencia en las capillas que está, han
solicitado con el Reverendo Padre Provincial
de esta Provincia y con el Padre Guardián y
religiosos de este convento alarguen a esta cofradía el colateral que se ha hecho al lado del
Evangelio de la capilla mayor de la iglesia de
este convento donde se traslade dicha cofradía
porque estén las imágenes que tienen con mayor veneración y decencia, ofreciéndole porque
así lo concedan cien ducados o las capillas que
esta cofradía tiene, y asimismo con condición
de que la dicha cofradía haya de hacer a su
costa dos retablos en dicho colateral y poner
lámpara que alumbre al santísimo Sacramento
que en dicho colateral ha de esta de día y de
noche, y asimismo comulgatorio. La escritura
de donación y traspaso que seguía detallaba que
en dicho colateral la cofradía pudiera fabricar
capilla, fabricar altares, colocar en ellos insignias que dicha cofradía tiene, hacer comulgatorio y entierro para los cofrades hermanos
y bienhechores de ellas. Respecto a los dos retablos que se comprometían a ejecutar, especi ( en correspondencia y a
proporción del retablo que se ha de hacer por
dicho convento en dicho altar mayor al parecer
y juicio de los maestros. Además, en vez de los
cien ducados ofrecidos para hacer el retablo de
la capilla mayor, convenía que se dieran al convento las dos capillas con la bóveda que tenían
en el cuerpo de la iglesia, obligándose a tener
siempre aderezada y adornada la dicha capilla.
Otra condición era que la cofradía no pudiera colocar bancos ni sillas fuera de la capilla,
tener continuamente encendida una lámpara y
los altares adornados con la decencia que se
requiere al culto divino. 1 caba también que los dos retablos del colateral
Lámina 7. Retablo de la Virgen de los Dolores.
debían estar acabados, puestos y dorados en el
plazo de seis años92.
El retablo dedicado a san Antonio de Padua
también se iba a erigir, como el de la Sangre de
Cristo, en la década de los 30 del siglo XVIII.
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vento con el espacio de la epístola, al lado de la
capilla mayor, para hacer allí un retablo dedicado a este santo, quizá como agradecimiento a los
ochocientos reales que ésta había donado para
levantar el retablo del altar mayor. La patente
del provincial decía que en consecuencia de la
mucha devoción que tiene al dicho convento se
inclinó a pedir que en el presbiterio de la capilla mayor, al lado de la epístola, se le dé el sitio
y capilla que hay para colocar en ella a San
Antonio de Padua, la cual quiere hacer en todo
92
+#1*‹JJ>=?}=*>‚/
*
93
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a su costa para ser patrona de dicha capilla y
tenerla por suya y de sus herederos y sucesores
perpetuamente y enterrar en ella sus cuerpos de
los unos y los otros, y que en la dicha capilla
pueda poner los altares, retablos, insignias y
armas que quisiere, y fuere su voluntad, obligándose a tenerla siempre bien aderezada como
reparada y adornada de frontales y demás necesario para la mayor decencia. El documento
proseguía con las habituales obligaciones, como
que no podrían poner bancos o sillas en la parte
de afuera, que la llave de la capilla la tuviera
el convento para que a cualquiera hora los religiosos pudieran celebrar misas y otros actos
litúrgicos, mantenerla con la decencia debida,
así como que los altares que hicieren pudieran
adornarlos con frontales, manteles, aras y lo que
estimaran necesario93.
125
En el colateral del transepto, al lado del evangelio, se levanta el retablo dedicado a la Virgen
de los Dolores (Lám. 7), una pieza cuya estructura arquitectónica, planteamiento compositivo
y ornamentación responde al ideal estético plenamente barroco, con la columna salomónica
como elemento destacado. El retablo se halla
perfectamente documentado, pues una escritura
=?}= ]nuel Caro. En efecto, en ese año la cofradía de
la Sangre de Cristo acordaba vender a Manuel
Caro las capillas de su propiedad en el lado del
evangelio con la bóveda que le corresponde,
habiéndose de dividir por medio del arco de
dicha capilla y de la de Nuestra Señora de las
Angustias, con la reja de madera que tiene dado
color de azul y oro. Por su parte, éste se obligaba
a hacer en el colateral del evangelio un retablo
para el altar de nuestra Señora de las Angustias,
el cual ha de ser de cuatro varas y media de
ancho y lo alto que le corresponde a proporción
con dos nichos uno para Nuestra Señora y otro
para la Santa Cruz y una frontalera para dicho
altar. Manuel Caro recibió en venta la dicha
capilla y bóveda por el precio de 300 ducados,
con la obligación de hacerlo lo más primoroso
que pueda, dejándolo perfectamente acabado a
aprobación de personas inteligentes en dicho
arte de escultura/
ese mismo año}>.
Con el mismo modelo y estilo decorativo que el
erigido en la colateral de la epístola, el retablo
presenta un esquema de gran sencillez con un
solo cuerpo articulado en torno a una hornacina
central donde se sitúa la imagen titular. A los lados se disponen sendos pares de columnas salomónicas, las exteriores con ornamentación de
enroscadas hojas de acantos y las internas con
fustes de tallos y hojas. Como se ha señalado,
la columna salomónica tiene para este artista
un valor hegemónico, y en sus obras se observa
una exuberante profusión de motivos decorati-
}>
95
}?
+#1*‹*J>}=?}=*…Jƒ*
‹'_+'1+%%**El retablo barroco..., ***>ƒ*
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi…, op. cit., p. 103.
=‚?
vos de abultada contextura y molduras de recor
/ 
armazón arquitectónico95. En los intercolumnios
distinguimos una decoración de cadenas y, más
próxima a la hornacina, guirnaldas con cabezas
\ recuadros del banco. Domina el dorado, junto
con aplicaciones polícromas de tonos azules y
rojos que se emplean en los capiteles, tarja y
demás motivos decorativos de carácter vegetal.
En la parte superior, nuevamente soportes de
dinámicas columnas salomónicas —restauradas hace pocos años, pues anteriormente tenían
fuste liso— decoradas con emparrados. En los
recuadros externos, entre hojas, los clavos y el
martillo, atributos de la Pasión, y en la parte
superior una cartela con el corazón atravesado
por siete espadas como emblema de los siete
dolores de María. En el ático se sitúa un óleo
del Descendimiento de Cristo, copia de la conocida pintura de Rubens en la catedral de Amberes, que ha sido atribuido al pintor lorquino
Camacho Felizes}?.
Al otro lado del retablo de la Virgen de los Dolores, formando pendant, hay otro retablo muy
similar y atribuible por tanto a Manuel Caro,
que estaba dedicado a Nuestra Señora de los Ángeles, advocación vinculada a los franciscanos
que hace referencia a la primera iglesia de esta
orden, la Porciúncula, que celebra su festividad
el 2 de agosto. Morote nos dice que esta imagen
era una de las que suscitaban mayor devoción, y
aunque no conocemos cómo sería desde el punto de vista formal, cabe pensar que representaría
a la Virgen con el Niño entronizada rodeada de
ángeles. En 1722 se manda enterrar aquí Felipa
Fernández de Cáceres, hija del jurado Diego
Fernández de Cáceres y Catalina Sicilia: en la
capilla de nuestra Señora de los Ángeles y San
Antonio de Padua que es la última que hay en
la capilla mayor de dicho convento al lado de
la epístola, por ser enterramiento que me perte-
nece y a que tengo legítimo derecho97. En 1758
Florentina Giner Quiñones y su hermano el
presbítero Juan Gregorio hicieron donación de
ciertos bienes a Juan Bautista Antón, disponiendo que fallecido éste, los disfrutaran su esposa,
hijos y descendientes, pero una vez extinguida
la línea, su producto se empleara en el adorno,
culto y veneración de Nuestra Gran Reina y
Señora María Santísima de los Ángeles, sita
k
:%
:
Francisco de la puerta Nogalte de esta ciudad.
De hecho, por su disposición testamentaria de
=J=M?†&‰
mandar se le diera sepultura en el convento, instituía como heredera y administradora de todos
sus bienes al convento de religiosas Clarisas
de Santa Ana y Magdalena, y ordenaba que lo
rentado se aplicara perpetuamente en el culto y
debido adorno de la soberana imagen de Nra.
Señora de los Ángeles que se hallaba en San
Francisco, a la que he tenido y tengo especial
aplicación y devoción. Disponía además que se
colocaran en el altar de dicha regia imagen por
el día de Domingo de Resurrección de cada
año, ocho velas de cera que estén ardiendo toda
la mañana de cada uno de los expresados días,
y que si necesitara dicha soberana imagen de
algún vestido o alhaja para el prenotado su
debido culto, se le ha de hacer y colocar de lo
que redituaren los explicados bienes que así se
han de administrar. También mandaba que el
padre guardián del convento de San Francisco
nombrara Camarera que velase por el culto a
la imagen y se hiciera cargo de los vestidos
y alhajas. Por otro lado, en otra cláusula de
su testamento dispone que se den quinientos
reales de vellón para ayuda de un vestido que
sirva de adorno a la imagen de mi Sra. Santa
Rosa, y que se entregue al convento el oratorio
que tenía en su casa, con todas sus imágenes y
alhajas y demás a él concernientes, en que se
Lámina 8. Retablo de la Virgen de los Ángeles.
en la enfermería del convento98. Bastantes años
antes Isabel Clara Moncada y Gálvez por una
manda testamentaria le había dejado a su prima
Florentina Giner dos hechuras de talla de Jesús
y san Juan, con sus peanas, pero con la condición de que si en algún momento el convento de
San Francisco precisara disponer de ellas para
cualquiera de sus funciones, no pudiera negarse
a ello99.
Este retablo del colateral de la epístola (Lám. 8)
se organiza según el modelo que ya hemos visto
97
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cientos reales, y no incluía la manda del oratorio particular (AHL. Prot. 857, 1759, fol. 23).
99
+#1*‹*?‚>=M=‚*M}=*
127
Lámina 9. Saint Jean a Patmos. Laurent de La Hyre (Museo del Louvre).
en el otro lado, esto es, un cuerpo con hornacina
 salomónicas, basamento con paneles decorados
con hojas de acanto y cabezas de angelotes en
los que sirven de base a los soportes de las columnas, asimismo rodeadas de hojas de acanto.
En la parte superior, nuevamente columnas de
igual tipología, pero esta vez decoradas con hojas, zarcillos y racimos de vid, y pulseras a los
lados pintadas, como en el resto del retablo, en
tonos rojos y verdes. El óleo representa a san
Juan Evangelista en la isla de Patmos, que lo
/ rocas mientras escribe el Apocalipsis, el águi
)
que está tomada de un dibujo preparatorio para
un grabado de igual tema del pintor barroco
francés Laurent de la Hyre que se conserva en el
100
101
Louvre (Lám. 9). Al fondo, en la parte superior,
la Virgen vestida de blanco, con alas de ángel y
la luna invertida a sus pies, rodeada de sol. La
pintura ha sido atribuida al pintor Camacho Felizes, y en esa adscripción la mantiene Muñoz
Clares aunque manifestando grandes reservas,
pues parece estar bastante alejada de su estilo artístico100. Como coronamiento, una cartela
con la paloma simbolizando el Espíritu Santo.
La cartela que lleva abajo, en la parte central
del banco, incluye un texto en latín que hace
referencia a la consagración eucarística del pan
/™§
*Hic est
calix sanguinis mei novi et aeterni testamen /
effundetur in remissionem peccatorum». Como
señalaban los tratadistas, con estas palabras se
)/cacia de la Sangre derramada en la Pasión, que
) /
esto mejor se da a entender por la consagración
de la Sangre separadamente del Cuerpo, como
dice santo Tomás101.
El retablo principal impone su presencia y protagonismo en el presbiterio o capilla mayor, el
lugar sagrado por excelencia de la iglesia, donde se celebra la eucaristía y por lo general se
guarda el santísimo sacramento. Como se ha
señalado, el retablo no sólo contribuye a realzar el culto y las celebraciones litúrgicas, sino
también al mayor adorno, decencia, lucimiento,
esplendor y belleza de la iglesia, y dignidad del
altar mayor102. Fue su autor el lorquino Ginés
López, como indica el contrato fechado el 21 de
=?}…*+(
(
ser de ochenta palmos de alto y cuarenta y ocho
de ancho, de forma que ha de llenar todo el
testero de la capilla mayor, cuya traza y modo
de obra y escultoría que ha de llevar consta
por una pintura que para en poder del dicho
Ginés López, y darlo acabado en un plazo de
*+
]^_`%1+{']*El pintor Pedro Camacho..., op. cit., p. 183.
LARRAGA, F. Prontuario de teología moral, 1832, p. 70.
102
‹'_+'1+%%*#'{0Š0['`+1$+1+['K'*§[*^
siglo XVIII». Imafronte›=†=}}>*M†*
128
Lámina 10. Retablo de la capilla mayor.
había de tener sagrario, que por él se habían de
satisfacer 10.500 reales, pagados en tres plazos,
y que toda la madera que ha de ser seca y a
propósito se la facilitaría el convento103.
El retablo, de gran plasticidad, presenta un esquema de banco, cuerpo principal dividido en
tres calles delimitadas por grandes columnas
salomónicas que articulan y ordenan la composición, y ático, adaptado al medio punto, asimismo estructurado por dos columnas helicoidales
(Lám. 10). El entablamento, muy resaltado, sólo
se mantiene en los ejes de los soportes, desapareciendo el arquitrabe y el friso en los llanos=†>.
El retablo desarrolla un sencillo programa ico! ) encontramos. Así, las calles laterales del cuerpo
principal y el ático poseen huecos que cobijan
esculturas en madera policromada y estofada de
santos relacionados con la orden franciscana,
103
+#1*‹*J?J=?}…*‚=>*
=†>
‹'_+'1+%%**El retablo barroco.., op. cit., p. 81.
con san Francisco de Asís en lo más alto. Los
fondos de estos pequeños nichos están pintados
al temple en tonos rojos y azules, colores que
hallamos en otros partes del retablo, y muestran

/

*'
eje de la calle central, en el lugar más destacado, se sitúa el camarín con la imagen de la
Inmaculada Concepción, que como veremos se
realizó bastantes décadas después. La decoración se caracteriza por la profusión de motivos
de carácter vegetal, con ramajes y hojarasca que
/ / llamativas cabezas de niños. Entre estas sobresale la del niño de cuerpo entero que va sobre
la gran tarja situada en el centro de la cornisa
/ / restantes, como, por ejemplo, los niños regor
ático, poco airosos y toscos. También vemos
estos motivos escultóricos de cabezas de niños
129
Lámina 11. Retablo de la capilla mayor. Ático.
que parecen surgir de las hojas en los pedestales
de las columnas, en la parte inferior de cada uno
de los nichos y en el entablamento del cuerpo
principal. En el rebanco, dos ángeles mancebos
con trompetas. Las columnas salomónicas recuerdan a las de la portada de la Casa de Gueva=?}>/
\
a Nicolás de Bussy, aunque también se piensa
que pudiera deberse a Manuel Caro, autor de
los retablos colaterales del crucero. Estamos,
en suma, ante una interesante pieza de exuberante barroquismo, de buena talla, con vistoso vocabulario compositivo y ornamental, en
la que destacan como motivos decorativos las
rizadas hojas de acanto que se distribuyen con
) / *
El elevado coste del dorado precisó de la ayu-
105
+#1*‹*?†}=M†}
*>M/J‚*
130
da de benefactores, y no faltaron limosnas con
Alonso Sánchez Sicilia e Isabel Martínez de la
Junta, patronos de la capilla de la Concepción,
que también dejaron donativos para la capilla
del Rosario y la iglesia de San José105.
La iconografía del retablo estaba dedicada predominantemente a la orden franciscana con los
santos más preclaros que habían sido canonizados, e incluía también a santo Domingo de
Guzmán, frecuentemente representado junto a
san Francisco pues ambos fueron fundadores
de las dos órdenes mendicantes más importantes de la iglesia. En el ático se sitúa la talla de
san Francisco de Asís (Lám. 11), representado
barbudo, con el sayal de la orden ajustado a la
cintura por un cordón de cuatro nudos, aunque
lo habitual son tres que simbolizan los votos de
pobreza, obediencia y castidad. El santo está
dispuesto con la pierna izquierda adelantada en
actitud de caminar y en la mano derecha sujeta
una cruz. En sus manos, pies y costado exhibe las heridas que recibió Jesucristo durante la
š) forma de estigmas. Sobre la cabeza luce una
!
(
*
‹ piso superior del lado del evangelio hallamos
representado a san Bernardino de Siena. El santo va vestido con hábito franciscano, con túnica simple, esclavina y cordón. Tiene la pierna
derecha ligeramente adelantada y porta en su
mano izquierda el crismón con el monograma
de Cristo en tres letras, IHS, inscrito en un círculo del que salen haces luminosos, en alusión a
su misión predicadora y de propagador de la devoción del Santo Nombre de Jesús. Luce en la
cabeza una sencilla aureola metálica. Debajo del
anterior está santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. Viste hábito y
escapulario blanco y amplia capa de color negro
con esclavina y capucha de igual color, y luce
barba y tonsura monacal. Está representado con
la boca abierta, con una mano al pecho y la otra
hacia adelante en gesto discursivo en alusión a
su imagen de predicador. El nicho superior del
lado de la epístola lo ocupa la talla, al parecer,
de san Diego de Alcalá. Escobar es quien señala
esta iconografía, aunque es probable que pudiera tratarse de san Francisco Solano, apóstol de
+ =?MJ /  =M‚?*'
!
!
como un joven imberbe y aureola en la cabeza,
con la cruz en la mano derecha en recuerdo
a su austera vida penitencial. El nicho inferior
cobijaba la imagen de san Luis de Anjou, obis |
=}…?* 1
mitra, estola y capa pluvial, encima de su sayal
franciscano que iba ajustado con el cordón de
la orden. Solía ir acompañado de sus atributos,
la corona real y un libro. En 2003 se entronizó
aquí la imagen del beato lorquino Pedro Soler,
[
=ƒ?†*
Respecto al apartado de orfebrería, del que he
 ) =?…ƒ
el platero Juan Bautista Herrera, por entonces
vecino de la ciudad de Murcia, se obligaba a
entregar al padre guardián del convento de San
Francisco, fray Cristóbal Tardío, una cruz de
plata hecha y acabada, de peso de cincuenta
ducados poco más o menos, conforme a la traza
y forma de otra que este otorgante ha hecho
para la parroquia de Santiago de esta ciudad
[…] y entregándola se le han de satisfacer y
pagar sesenta ducados por el trabajo y hechuras de hacer la dicha cruz en vellón, y lo que
pesare de plata la dicha cruz, ha de recibir en
seis marcos y dos onzas que están en poder de
Lucas Mula Tudela de la cruz vieja que había
en el dicho convento=†?. Curiosamente, el plate \ =?…ƒ cruz para la iglesia de San Pedro que igualmente tenía como modelo la que había labrado
para la parroquia de Santiago, además de otros
objetos: Juan Bautista Herrera, platero, vecino
de la ciudad de Murcia, se obligó de hacer para
la parroquial del señor San Pedro de esta dicha
ciudad una cruz de plata de la traza y modo de
la que hay en la parroquial del señor Santiago,
algo más pequeña, y así mismo unas vinajeras
de plata para el servicio de la dicha iglesia;
y un reservado de plata, el cual tiene recibido
el licenciado Ginés Fernández Ossorio, cura y
fabriquero de dicha parroquial, que ha pesado
noventa y cuatro reales de plata sin el aro y
!!+
$
ha recibido del dicho licenciado Ginés Fernández Ossorio cuatro veces y media de plata que
hacen nueve marcos que pesó la cruz vieja de
la dicha parroquial. El contrato terminaba señalando la fecha de la entrega, y que tanto la
=†?
]^_`%1+{']*Š0%#'`+$+[’''*§0
/(1¨*Estudios de Platería. San
Eloy, ‚††…*>=ƒ*
131
cruz como las vinajeras tenían que ser pesadas
/ ) Murcia107.
En los inicios del siglo XVIII se siguió desarrollando en el interior del templo un gradual
proceso de ornamentación en los espacios de
la nave, capilla mayor, crucero y cúpula. A la
tercera década de esta centuria pertenecen dos
por su emplazamiento, diseño, técnica o simbología de las escenas y motivos representados.
Nos referimos a los erigidos en el colateral del
transepto a la Vera Cruz y Sangre de Cristo,
al lado del evangelio, y el de San Antonio de
Padua, levantado poco después en la parte correspondiente a la epístola. Ambos son obra del
granadino Jerónimo Caballero, autor también
de otros notables retablos que hubo en la ciudad, como los de la iglesia de San Pedro y el del
convento de Santa Ana y Magdalena, lamentablemente destruidos.
Particular interés presenta el retablo construido
por la cofradía de la Vera Cruz y Sangre de
Cristo108*@
fervorosos devotos de las Cinco Llagas y la Preciosísima Sangre de Cristo, y albergaron en sus
conventos estas hermandades que daban culto
)/%
‹sión. A la construcción del retablo contribuyó de
manera señalada Antonio Ruiz Mateos Rondón
/1
ción, integrante de una familia de la oligarquía
local, algunos de cuyos miembros pertenecieron
a la cofradía como hermanos y mayordomos.
@ š
=?}= ( donado este espacio del colateral de la iglesia
para capilla de la Hermandad de la Sangre de
Cristo, obligándose ésta entonces a hacer dos
retablos donde colocar las insignias de la cofradía y bóveda de entierro para los cofrades. La
escritura de donación, por diferentes razones,
107
108
109
) =M…?* ' que por Don Ginés Antonio Gálvez Borgoñoz,
presbítero, y Don Antonio Ruiz Mateos, vecinos
de esta ciudad, en nombre de la mencionada
Archicofradía, como mayordomos actuales que
lo eran de ella, representando el mucho celo
con que se aplicaban sus cofrades en el culto de
la Divina Majestad, y que se procuraba colocar
con la mayor decencia en una de las dos capillas de dicho colateral, y para poderlo ejecutar
con toda seguridad de permanencia pidieron
los referidos mayordomos al dicho muy Reverendo Padre Provincial despachara sus letras
y patente para que se les otorgara la proveída
escritura de la donación. El documento recoge
más adelante que se había ejecutado a solicitud
de sus mayordomos un retablo donde se halla
colocada la imagen de María Santísima de los
Dolores y tienen ya concluyendo otro de especial arquitectura que ha de servir para la Santa
Vera Cruz, y en ella han construido asimismo
un comulgatorio con verja de hierro, en todo
lo cual han expendido crecidas cantidades de
maravedíes, causando tan especial aplicación,
mucha devoción y concurso de repetidas limosnas en favor de dicho convento y en obsequio de
la Divina Majestad109. La escritura no puede ser
más esclarecedora, pues indica que el retablo
]%=?}=
0
*
[
(
que el de la Archicofradía, que ocupaba todo el
testero del transepto en el lado del evangelio,
*'=M>†+
Ruiz Mateos declara que desea ser enterrado
al pie del altar de la Sangre de Cristo, de cuya
archicofradía he sido principal excitador para
su restablecimiento, y actualmente estoy pidiendo limosna para dicho efecto para la fábrica y
concluyente perfección del retablo que en mi
tiempo se ha hecho y para el camarín que actualmente pretendo erigir y construir. Manda se
digan 1.500 misas en su memoria, entre las que
(
(
+#1*‹*…M…=?…ƒ*=}}*
Para este retablo, véase el detallado análisis realizado por: SEGADO BRAVO, P. Jerónimo Caballero..., op. cit., pp. 92-113.
+#1‹*M=†=M…?*J?…/
*'

+(*
132
Lámina 12. Retablo de la Vera Cruz y Sangre de Cristo.
privilegiado de san Antonio de Padua. También
funda vínculo y mayorazgo, con la obligación
a sus sucesores de tener encendida y a buen
cuidado y a su costa la lámpara de la referida
capilla, entregando para ello al dicho convento
k
:%
:
^
arrobas de aceite en cada un año, siendo la
obligación de dicho convento por esta limosna
el tener de día encendida la dicha lámpara, de
forma que no haya demora en este encargo, y
si la hubiese de cuatro días, es mi voluntad que
el poseedor de dicho vínculo el año siguiente a
esta falta no entregue las tres arrobas de aceite
al dicho convento, sí que las retenga en sí, y
corra de su cuenta el encender la mencionada
lámpara sobre que le encarga la conciencia;
además, se les apremiaba a celebrar en la capilla
los seis viernes de la cuaresma y el domingo de
Pascua de Resurrección una misa rezada. Por
último, mandaba se pusiera sobre su sepultura
una lápida de siete palmos de longitud, abierto
y esculpido en ella mi nombre propio y apellidos
de Matheos Rondón y Luna Ruiz de Quirós110.
El retablo está realizado en madera tallada y
dorada y se organiza mediante banco, un cuerpo
principal de gran altura dividido en tres calles
y ático (Lám. 12). Junto con su ornamentación
y simbología, en él llama la atención el uso del
estípite, muy del gusto de Caballero, que actúa
como elemento sustentante y con una función
básicamente decorativa para dividir las calles.
El sotabanco está realizado en madera y muestra motivos geométricos que imitan mármoles o
jaspes. En el centro del banco se situaba el altar,
y a los lados vemos paneles con representaciones de carácter sacramental. La calle principal,
dividida en las mencionadas tres calles, acoge la
110
+#1*‹*M…†=M>†*‚‚*1!
(‰
+‰!$\*
133
En la hornacina central se situaba el titular de la
+(\
%
š / * 1 %š) men de la Pasión, y su representación permitía
la exhibición de la Preciosa Sangre de Cristo
que desde el siglo XIII fue objeto de culto y
devoción. Su iconografía, por tanto, se ajustaba perfectamente a las cofradías de la Sangre,
que profesaban gran devoción al sacramento y
* ‹
( talla del siglo XVII de gran realismo, cuyo lenguaje expresivo se ajustaría al sentimiento de
piedad imperante en la sociedad barroca. Aun
)'
(
su reconocido ojo crítico, dice que era una exce
%
\
natural112.
Lámina 13. El prendimiento.
hornacina para la imagen titular de la cofradía y
relieves con escenas de la Pasión como signos
de la misión redentora del cuerpo y sangre de
Cristo. El cuerpo se corona con un relieve de
mayor tamaño de la Resurrección. En síntesis,
/
)K
cristo encarnado, muerto y resucitado, entregado en la eucaristía.
Veamos ahora las imágenes, relieves y motivos
simbólicos que incorpora este altar-retablo, así
como los modelos y fuentes visuales utilizados
para la composición de las diferentes escenas,
en su mayor parte tomados de grabados y estampas de artistas centroeuropeos de los siglos
XVI y XVII111.
Los bajorrelieves insertos en los recuadros de
las calles laterales exhiben cuatro episodios de
la Pasión de Cristo. Por seguir un adecuado sentido narrativo, en un destacado panel encontra
§ $
K
¨ §' ‹¨
una de las primeras escenas de la Pasión en ser
representada históricamente (Lám. 13). El tema
de la traición de Judas presenta un marcado carácter descriptivo, con Cristo de pie, rodeado
de soldados, y a su lado el apóstol en el mo * K
el cabello pelirrojo, vestido de amarillo, color
simbólico del judío y del traidor, portando la
abultada bolsa con las 30 monedas, mientras
Jesús, con la mano derecha levantada, muestra
una actitud escéptica pero serena. Contribuyendo a aumentar el aire opresivo de la escena, detrás se sitúan, con anacrónica caracterización en
su indumentaria, soldados romanos con corazas
y cascos que llevan lanzas y alabardas, uno de
los cuales sujeta la soga con la que se dispone
a apresar a Cristo. La composición del relieve,
por su abigarramiento y pormenorización, re

111
1(
™Š0%#'`+$+[’''*§'%/%
¨Azul, nº 13, 2003,
*=?=}; /]^0^'{+{%[Š0%#'`+$+[’''*§1***¨***‚‚=‚JJ*
112
'‹’0{+'1K*§[
(
%
1¨La Verdad, 15-11-1952.
=…>
Lámina 14. El prendimiento. Adriaen Colaert.
"%
Œ+
"
&$+
"
"+
y alemanes que alcanzaron gran difusión desde
anteriores centurias, y debe mucho al grabado
de Adriaen Collaert de igual iconografía que
hizo en su serie La Pasión y Resurrección de
%
‡1!*=>ˆ*
Lámina 15. La Flagelación.
El nicho del otro lado incluye uno de los temas
característicos de las cofradías de Sangre en la
rememoración de las angustias y sufrimientos
K
š)™
§1&)¨§%
¨
(Lám. 15), iconografía ampliamente difundida
por la literatura franciscana, incorporada como
de Semana Santa y relacionada con la cofradía,
%
ba la práctica penitencial por excelencia de las
autodenominadas cofradías de Sangre. El culto
) el de la Sangre de Cristo, cuyo derramamiento
 ( (
135
Lámina 17. La coronación de espinas.
caristía al evocar el bello símil poético de la
Fuente de la Vida, el Árbol de la Vida y la Vid
Mística, enunciados por san Buenaventura113.
En contraste con el evidente abigarramiento del
( ) / de Cristo, de frente, amarrado y abrazado a una
columna completa, sin los sayones que generalmente aparecen para acentuar la intensidad del
castigo, que sí podemos ver en el grabado de
Lucas van Leyden del que procede el modelo
‡1!* =?ˆ* % / demás relieves, como motivos decorativos se
dibujan unas rocallas que posiblemente se añadieron años después para completar el recuadro
y hacerlo más atractivo.
Sobre la anterior escena, en un registro de me \ §1 %) espinas», iconografía que redunda en la humanidad sufriente de Cristo (Lám. 17). Cristo está
sentado, coronado de espinas, con las manos
113
RAMÍREZ GONZÁLEZ, S. …%$
%+++
op. cit.‚††?*>…>*
=…?
Lámina 18. La coronación de espinas. Giambologna.
atadas y el manto de púrpura que le cae sobre
los hombros y cubre gran parte del cuerpo. Per
)[
y atormentado, sirve de burla a los verdugos,
armados con palos, uno de los cuales le ofrece
la caña a manera de cetro. En uno de los lados
aparece Pilato en actitud de señalar a Cristo,
barbudo, vestido a la manera oriental con lla-
Lámina 19. Cristo camino al calvario.
mativo turbante, lo que revela poco rigor histo
/ ) ! anterior episodio bíblico, Cristo escarnecido por
los judíos, con la presencia del sumo sacerdote
Caifás. La teatral composición, con las exageradas actitudes de los personajes, como hemos
visto en la escena del Prendimiento, tendría
como inspiración las representaciones religiosas
de los autos sacramentales de los misterios de la
Pasión. Al igual que en los relieves anteriores,
el gusto por los matices narrativos, las exageradas actitudes de los soldados que manejan con
evidente saña sus bastones o cañas, evoca las
populares series de grabados de la vida de Jesús
‹
)

y alemanes en los siglos XV y XVI. Aun así, la
teatral composición recuerda, sólo por lo que se
jes, el bronce de Giambologna para la capilla
del Socorro de la iglesia de la Anunciación de
Florencia (Lám. 18).
Por otra parte, no podía faltar la representación
§%
%
¨%
con la cruz a cuestas, práctica piadosa instituida y difundida por los franciscanos (Lám. 19).
Acentuando el sufrimiento del Salvador, aquí
Lámina 20. Cristo camino al calvario. J.
Sadeler.
'
)
mento en que Cristo cae de rodillas bajo el peso
de la cruz y Simón de Cirene le ayuda a llevar
la penosa carga. Vemos también dos soldados
romanos, y otro personaje ataviado con túnica
y turbante —vestimenta propia de los judíos—
que lo sujeta con una cuerda, otro caso, pues,
š!*+
pecular, y con alguna variante, el relieve escultórico tiene como claro modelo la estampa de
igual tema de Jan Sadeler I, uno de los más re

(Lám. 20).
Como remate de la hornacina central se inserta
una gran cartela con las Cinco Llagas sangrantes de Cristo, memoria de las heridas de Jesús,
en pies, manos y costado, al ser clavado en la
cruz (Lám. 21). Signo de identidad franciscana,
[
!
(
(
de las cofradías de la Sangre y devoción vincu%š)*
!
!
la corona de espinas y los clavos de la Pasión,
que recuerdan bastante a los situados en el arco
central de la fachada de la colegial de San Patri*'!/
137
Lámina 21. Detalle del retablo con el emblema de las cinco llagas.
™
de las negaciones y la escalera del Descendimiento.
Lámina 22. El Nacimiento y adoración de los pastores.
del primer cuerpo dos cartelas con el farol y un
tambor con sus palillos, símbolos pasionarios
alusivos al Prendimiento e instrumentos distintivos de la hermandad, pues eran llevados por
nales. En las puertas de los armarios laterales
aparecen tallados sendos sayones y, sobre ellos,
138
Pero si los temas comentados hasta ahora aluden a clásicos episodios del ciclo narrativo de la
Pasión de Cristo, más interesante por su lectura
) !
§1
0¨ / § 1 ](
¨ tan en el banco. Entre ambos paneles estuvo
el sagrario, lugar destinado a guardar a Cristo
Sacramentado, como atestigua la escritura de
=M…? ( ( mulgatorio con verja de hierro. Se trata, pues,
en cuanto a su tipología, de un altar-retablo para
desarrollar principalmente el culto litúrgico de
la eucaristía. Así se comprende que, ligados a
los Sermones de Pasión, aparezca la iconografía del Nacimiento, perteneciente al ciclo de la
Infancia de Jesús y tema vinculado a la muerte
\ ‡1!* ‚‚ˆ* ‹
)[
/
(
cio por la salvación de los hombres, asunto que
junto con el de la Pasión y Muerte de Cristo
está más comúnmente relacionado con el sacramento de la eucaristía, el sacramento principal
que contiene todo el misterio de la salvación.
En este sentido, el Nacimiento de Cristo es la
primera venida en carne, y para san Gregorio se
interpreta como Casa de Pan por haber nacido
el mismo que veremos en este sacramento. En
la eucaristía, dándonos su propia carne, se une
con todos los que le reciben, en todos ellos se
/(
/
==>.
Lámina 23. Adoración de los pastores. J. Sadeler.
Lámina 24. El lagar místico.
Lamentablemente, el mal estado del relieve sólo
sentada en una silla, la silueta de san José y un
pie del Niño Jesús, además de los ángeles entre
nubes de la parte superior. La composición pa§+)
¨
asunto complementario a la Natividad, según
grabado de Jan Sadeler, como se repara al examinar las actitudes de los ángeles y la modesta
techumbre del establo (Lám. 23). Como vemos
en el grabado, el cordero que ofrece el pastor
§+
[¨ dría a librar a los cristianos de la esclavitud del
pecado.
de la Piedad, Cristo está representado dentro de
un lagar, de pie y doblado bajo la presión de
la cruz, mientras de sus llagas mana la sangre
que dos ángeles recogen en un cáliz, lo que
señala la evidente vinculación entre la sangre
de Cristo derramada en la cruz y la aportada en
la consagración eucarística. A la izquierda está
la Virgen Dolorosa, arrodillada y orante, con
las manos cruzadas sobre el pecho, y tras ella
Dios Padre, que hace girar el tórculo en forma
*+
/
tres apóstoles, y sobre el madero vemos la paloma del Espíritu Santo. Estamos, pues, ante una
representación de La Trinidad. La extraña ico(
(
‡?…?ˆ
e infrecuente en los retablos cristológicos, simboliza la capacidad de salvación a través del
sufrimiento y la muerte de Jesucristo, y viene
a ser una exposición visual de toda la teología
de la Redención y la eucaristía. En relación con
| ) §1 ](
¨ ( origen medieval y cierta complejidad narrativa
relacionada con el culto a la sangre de Cristo
‡1!*‚>ˆ115. Derivación de la imagen del Cristo
==>
BERTOS HERRERA, M.ª P. El tema de la Eucaristía en el arte de Granada y su provincia*‰=}ƒ?.
115
%+0+1[+11$'|*&0%^$'{|+&+]+[+%*§'•(
–*
')
/
¨Congreso internacional Imagen y apariencia, Murcia, 2008.
139
Lámina 25. La prensa mística. H. Wierix.
Lámina 27. Cristo resucitado. Caspar de Crayer (Utrech.
Museum Catharijneconvent).
Lámina 26. Retablo Vera Cruz y Sangre de Cristo. Ático.
$(™§'
imagen de la sangre que se extrae del racimo,
es decir del cuerpo de Cristo, prensado por los
judíos en el lagar de la Cruz», y santa Brígida,
mística sueca del siglo XIV, exclama en la de )™ §® K
”
/
Fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de sangre que tan generosamente habéis
derramado de Vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra
Preciosa Sangre fue como el jugo de la uva bajo
el lagar». El tema deriva de una estampa del
#/
°š
=?†† ) que aquí se ha invertido la composición (Lám.
25). Un cuadro de igual asunto se hallaba hasta
la guerra civil en la colegiata de San Patricio
§
Cristo del Lagar de la Pasión», conocida hoy
como capilla de san Antonio==?.
==?
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi…, op. cit., p. 173. También en la parroquia del Puerto de Mazarrón (Murcia) se conserva
)
#*°š™+‰±'{+{K*%*§
(
!
Murcia», Lecturas de Historia del Arte, Vitoria, 1990, p. 383.
=>†
'!
inscribe la imagen de Cristo resucitado, apo)
/
‡1!*‚?ˆ*
De este modo, la calle central, que alberga los
!
arriba por el sagrario, donde se guarda el santo
sacramento, Cristo en la cruz, síntesis del con ) \ /{
)
dogma esencial de la religión cristiana. Por lo
!
%

Caspar de Crayer, como podemos ver en varias
de sus composiciones conservadas en museos e
iglesias de Gante o Utrech (Lám. 27). En cuan expresivas reacciones que quedan paralizados
y deslumbrados por el hecho sobrenatural, se
inspiran, otra vez más, en populares grabados

* ' /
la escultura del Cristo de la Buena Muerte que
 K
‹
=}>J ( sionaria asociada a los franciscanos como custodios desde el siglo XIII del Santo Sepulcro
en Jerusalén.
Por último, como coronamiento de la arquitectura aparece la Fe, la primera de las virtudes
teologales, representada mediante la imagen
alegórica de una joven doncella vestida de azul,
de pie, en ligero contraposto, sobre una base pétrea, su cimiento inquebrantable. Tiene los ojos
vendados y lleva su mano izquierda al pecho, y
en la derecha porta un cáliz, atributo eucarístico
)
/”ca del retablo. Rematando los estípites laterales
/
!
san Miguel y san Rafael, hoy sin los símbolos
‡  almas y el pescado y el bastón de peregrino),
seres celestiales protectores sobre los hombres
que Antonio Ruiz Mateos, el principal promotor
=M>† Lámina 28. Retablo de san Antonio de Padua.
para que intercedan como patronos, ángel de mi
guarda, santos de mi nombre y de mi particular
devoción117.
Al otro lado del transepto, con similar esquema formal que el de la Vera Cruz y Sangre de
Cristo, se erige el retablo dedicado a san Antonio (Lám. 28), el popular santo lisboeta que en
esta época vio cómo se incrementaba su culto y
devoción, sobre todo a partir de que Inocencio
XIII autorizase en abril de 1722 que su día fuera
*+(
/ves con escenas narrativas de diversos milagros

se encomendaban para solicitarle protección y
ayuda118. Por describir someramente las escenas, en el banco está representado el milagro
de la mula, que ocupa la parte central, quizá el
más popular y conocido de los realizados por
117
+#1*M…†=M>†
*‚‚‚M*
118
Un pormenorizado análisis de este retablo lo encontramos en: SEGADO BRAVO, P. Jerónimo Caballero...***==>=‚}*
=>=
Lámina 29. Milagro de la mula.
Lámina 30. Milagro del pecador arrepentido.
Lámina 31. Milagro de la curación del muchacho.
=>‚
Lámina 32. milagro de Ferrara.
el santo (Lám. 29). La escena relata el episodio
de un hereje que no creía que Jesús estaba en
la santa Hostia, y retó a san Antonio a que lo
probase. El hombre dejó a su mula tres días
sin comer, la llevó donde estaba el santo, que
sostenía la Sagrada Forma, y le ofreció comida. Prodigiosamente, la mula dejó el pasto y se
arrodilló ante la eucaristía. San Antonio aparece
en el centro como joven imberbe y tonsurado,
vestido de sacerdote, con alba y estola, y en las
manos lleva el copón y la Forma Consagrada.
+
!
/
que se cuentan frailes franciscanos con cirios en
las manos, y a la izquierda tres personajes que,
como delatan sus vestiduras, representan a los
que negaban la presencia real de Cristo en la
eucaristía. Junto a estos vemos a la mula arrodillada ante el santísimo sacramento. El recuadro
de la izquierda describe el milagro del pecador
arrepentido (Lám. 30), que había apuntado sus
pecados en una hoja de papel. El santo los leyó
en voz alta y estos desaparecieron. Aquí desta

híbrido monstruoso, con el rostro animalizado
y alas membranosas, que mantiene encadenado
*+
otro lado hallamos la escena del milagro de la
curación del muchacho (Lám. 31). Sobre un pedestal se representa a san Antonio con el Niño,
que está sentado sobre un libro abierto que simboliza la sabiduría de las Sagradas Escrituras.
+
/
es curado por el santo tras haber recibido una
coz en la cabeza, que se alza con la ayuda de
otro para tocar el libro sagrado. Al otro lado un
franciscano junto a un personaje vestido con un
lujoso traje de la época, con llamativa capa de
color rojo y bastón. Sobre este relieve se desarrolla el milagro de Ferrara (Lám. 32), que
narra cómo san Antonio concede el don de la
palabra a un niño neonato para impedir que su
madre fuera acusada injustamente de adulterio.
El santo, a la izquierda, sostiene al niño en un
brazo, y al otro lado está el padre, vestido a la
moda de la época, y detrás su mujer. De la boca
\
™ §” \ padre», que dejaron atónito y consolado al progenitor y libraron de toda sospecha a la inocente
mujer. Al otro lado de la hornacina, a la misma
altura, describe el milagro de la doncella de
Nápoles (Lám. 33), mujer que estaba en peligro
de ser prostituida por su propia madre como
medio para salir de la miseria. La joven, devota
de san Antonio, fue a verlo, y éste le dio una
póliza para que se la entregara a un mercader.
Este puso el papel a un lado de la balanza, y en
el otro fue poniendo monedas, y no se igualó el
)
*
El relieve muestra al mercader sentado sosteniendo la balanza, y a la joven de pie ataviada
=>…
Lámina 33. Milagro de la doncella de Nápoles.
Lámina 34. Milagro de la curación del ciego.
con un vestido estampado. Los dos recuadros
superiores de las calles laterales representan la
curación del ciego y el milagro del pie cortado.
'‡1!*…>ˆ
+
manos sobre el ciego que aparece de rodillas
* [
!
/ / =>>
los gestos de sus manos. En otro recuadro se
representa el milagro de un joven que se dio un
corte con un hacha atribulado tras haber levantado el pie contra su propia madre (Lám. 35).
La madre fue en busca del santo, que acudió
rápido, y tomando y levantando suavemente el
pie del herido lo reinjertó en la pierna, y quedó
Lámina 35. Milagro del pie cortado.
Lámina 36. Milagro de la resurrección de un joven.
sanado. En la composición, el santo sujeta el pie
y la pierna del joven, tumbado y apoyado sobre
su madre que se dispone a consolarlo. Detrás,
como en otras tantas escenas que se desarrollan
en el retablo, un fraile franciscano. Por último,
en el recuadro del ático, de mayor tamaño que
los demás, el relieve del milagro de la resurrección de un joven‡1!*…?ˆ(
asesinado en Lisboa, y que apareció enterrado
en el jardín del padre de san Antonio, por lo
que fue acusado junto con sus familiares. Allí
acudió san Antonio, y tras reclamar la inocencia
de su padre, fue donde estaba el cadáver y le
ordenó que se levantara. El joven despertó de
la muerte y contó que los familiares de san Antonio no tenían nada que ver con su asesinato.
'
!
y el joven que sale del sepulcro.
En conjunto, los relieves con los pasajes ha!
!
=>J
Lámina 37. Retablo de san Antonio. Ático.
de sencillos relatos sobre su vida ejemplar, y si
bien no destacan por su calidad artística y están
expuestos plásticamente con bastante ingenuidad, su formulación visual resulta didáctica y
llamativa. La exhibición de los extraordinarios
prodigios y milagros realizados por san Antonio tiene una intención catequética, esto es,
delos de vida virtuosa y experiencia cristiana.
No hay que olvidar que la predicación tenía
también un carácter visual y en este marco los
retablos implicaban, quizás más que cualquier
otra forma de arte, una relación estructural entre imágenes y relatos119. El retablo incluye en
el ático, sobre pedestales, las tallas exentas de
los tres arcángeles más conocidos (Lám. 37).
A los lados vemos a san Gabriel, el mensajero
de Dios, y a san Rafael, enviado por Dios para
quitarle la ceguera a Tobías, invocado para lograr terminar felizmente los viajes, vestido con
esclavina de peregrino. En la cúspide se sitúa
a san Miguel, de mayor tamaño, vestido con
casco, peto y faldar, con la espada para luchar
contra el demonio en su condición de jefe de
las milicias celestiales, mientras que en la otra
sujeta la balanza para pesar las buenas y malas
acciones de los hombres en el Juicio Final. En
lo alto de la hornacina, bajo el arco central de
la cornisa, dos ángeles sostienen un jarrón con
tallos de azucenas, símbolo de pureza y atributo del santo.
'
( 
Antonio Dupar en 1729 y se puso en su altar
el 13 de junio del año siguiente120. Los franciscanos pidieron ayuda al concejo lorquino para
la realización de la imagen, y así lo recoge un
acta capitular: Viose un Memorial de los Padres
fr Pedro Escribano y fr Cristóbal Recuenco,
religiosos de nuestro Padre San Francisco, en
que piden a esta ciudad les favorezca con la
limosna que sea más de su agrado para hacer
119
‰0`Š1'`{*§1
/)
¨*Actas III Congreso Internacional del barroco americano. Territorio, Arte,
Espacio y Sociedad, 2001, p. 573.
120
ESPÍN RAEL, J. (
+++
op. cit., 1931, p. 201; Anales de Lorca ‚††> * ‚†=* '
)
+{1)=ƒ†>
/
)
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Lorca ninguna otra imagen de dicho santo en condiciones que pudiera ser la de Roque López». ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de
Bussi..., op. cit., p. 82.
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$
:
(
carla en su capilla de su convento de la puerta Nogalte. Y por la ciudad entendido, acordó
que el mayordomo de Propios dé y entregue
a dichos Padres ciento y veinte reales vellón
que esta ciudad les libra por vía de limosna
para el efecto que la piden121. Al año siguiente
el concejo decidió asistir a la entronización de
la imagen el día de su festividad, como queda
š
)?=M…†™El
Señor Corregidor dijo que en atención a hacer
la función última de la novena del señor San
Antonio de Padua sito en el convento de Nro.
Padre San Francisco de la puerta Nogalte en
cuyo día se coloca en su capilla una hechura
de dicho santo que se ha hecho nueva, y para
que dicha función se celebre con todo aplauso,
y que en honra y gloria de dicho santo no falte
circunstancia alguna, suplica a esta ciudad se
sirva honrarle con su asistencia; y por la ciudad entendida la proposición, dijo que en atención a lo que dicho señor expresa, acordó asistir dicho día a la referida función122. En febrero
de 1731, a instancia del regidor Francisco Ruiz
Matheos y Faxardo, de nuevo el ayuntamiento lorquino resolvió ayudar económicamente a
la realización de un nicho: ...y por la ciudad
entendido, deseando que dicha santa Ymagen
esté con la debida decencia en su capilla del
convento de nuestro Padre san Francisco de la
puerta de Nogalte, acordó que el mayordomo
de Propios dé y entregue a dicho D. Francisco
Ruiz Matheos doscientos y cuarenta reales de
vellón que esta ciudad le libra para ayuda a los
gastos de dicho nicho y su adorno123. Dos años
después, por sesión de 18 de Junio de 1733, los
regidores lorquinos concertaron celebrar anualmente la festividad de San Antonio de Padua en
dicho convento.
La imagen de san Antonio la conocemos por una
regular fotografía del retablo donde aparece en
su hornacina protegida por un cristal (Lám. 38).
Está representado en el acontecimiento princi121
+]1*%‚>}=M‚}*
122
+]1*%
)??=M…†*
123
Lámina 38. Retablo de san Antonio (antes de 1936).
pal de su vida, cuando estando en meditación y
oración recibe la milagrosa aparición del Niño
Jesús, al que acogió entre sus brazos. Con rostro
joven, tonsura clerical, hábito y cordón franciscano, está dispuesto en ligero contraposto en
actitud de caminar, la mano derecha adelantada,
con la que parece coger una vara de azucenas,
atributo del santo, y sostiene en el brazo izquierdo al Niño Jesús sentado sobre el libro. El
0\
/
cara en un cariñoso gesto, en una composición
llena de encanto que pone una nota de humanidad a la milagrosa visión.
La representación de san Antonio y el Niño
se hizo muy popular. Textos sobre su vida y
milagros, sermones panegíricos y otras prácticas devocionales fomentaron su fama de taumaturgo, incrementando su culto y veneración.
Se le dedicaron oraciones y ejercicios piadosos
AML. Capitular, sesión de 10-2-1731.
=>M
favor y mandaba a la hermandad que limitara
la impetración de la limosna al recinto de la
parroquia, un posterior recurso llevó a que los
franciscanos dieran poder al reverendo padre
fray Francisco Freyle, religioso del mismo or
!/
observancia en la corte de Madrid, para que
defendiera sus intereses125.
Lámina 39. Inmaculada Concepción. P. Camacho.
para que por su intercesión concediera gracias
y favores, e iglesias y conventos difundieron
su iconografía. Clara Murciano Caballero Blázquez, que se declara hermana de la cofradía de
la Sangre de Cristo, establecía la obligación
de que perpetuamente se mantenga todos los
martes del año luces a San Antonio que pintado
se halla en el pedestal del retablo de la capilla
de María Santísima de las Mercedes=‚>. Incluso
surgieron litigios entre hermandades homónimas que había en distintas iglesias. Así, a mediados de siglo los franciscanos habían seguido
pleito con los mayordomos y comisarios de la
hermandad de San Antonio de Padua establecida en la iglesia de Santiago porque estos pedían
limosna para su imagen dentro de los límites
de su parroquia, lo que, aducían, les provocaba
perjuicios al hacer ellos lo propio para el culto
de la imagen que se veneraba en su convento. Aunque el provisor había sentenciado a su
=‚>
125
=‚?
En paramento colindante al retablo que comentamos hay un lienzo del lorquino Pedro Camacho Felizes que representa a la Inmaculada, obra
de los últimos años del XVII correspondiente a la conocida como su segunda época, que
!‡1!*…}ˆ*1
aparece envuelta en un manto de amplio vuelo
de color azul, larga cabellera rizada, con las
manos juntas delante del pecho, mientras eleva
ligeramente los ojos al cielo. Lleva la pierna
izquierda adelantada, con la que aplasta a la
serpiente, y la luna a sus pies. Sobre una nube
revolotean siete angelotes con expresivas caras
y variadas poses que portan atributos de la letanía lauretana, símbolos de su pureza virginal:
espejo, rosas, lirios, azucenas, palma, pozo de
agua viva, escalera de Jacob, Torre de David,...
A los lados y en la parte superior, otros ángeles
y querubines sobre un rompimiento de gloria.
Abajo están representados símbolos asociados a
la Inmaculada, como la escala de Jacob, el pozo
de la sabiduría... La pintura estuvo anteriormente ubicada en el coro alto, donde había pasado
prácticamente desapercibida=‚?.
Otras capillas situadas en el lado del evangelio estaban dedicadas al Santísimo Cristo de
la Paciencia y a la Anunciación. Así aparecen
citadas en el testamento de María García de Alcaraz, viuda de Pedro Saravia Pérez de Tudela,
que manda que su cuerpo sea sepultado en una
de las sepulturas que me pertenecen, ya que
tengo derecho como nieta materna de Pedro
Rodríguez Navarro, y están frontero del pilar
que divide las capillas del Santísimo Cristo de
AHL. Prot. 728, 1739, p. 231.
AHL. Prot. 807, 1752, fol. 25.
]^_`%1+{']*El pintor Pedro Camacho..., op. cit., pp. 120-122 y 179.
=>ƒ
la Paciencia y de la Anunciación del Ángel a
Nuestra Señora, que son las dos últimas de la
nave de la iglesia al lado del evangelio127. Al
parecer, la capilla del Santísimo Cristo de la
Paciencia era la misma que la de santa Catalina
de Alejandría, y se denominaba también así por
ubicarse en ella esta imagen cristológica, como
se desprende del testamento de Manuel de Contreras Calatayud, marido de Isabel García de
Alcaraz128*!
%
Paciencia era una hechura pasionista que representaba a Cristo sentado sobre una piedra con
la cabeza apoyada en una mano y coronado de
espinas. Con posterioridad mandarán sepultarse
en esta capilla otros miembros de la familia,
como Francisco Diego Ruiz de Quirós, síndico del convento de San Francisco, que además
deja un piadoso legado compuesto de reliquias
y objetos litúrgicos para que fueran colocados
en la capilla:
declaro que entre las reliquias que yo tengo lo
son una custodia de plata con un Lignum Crucis
autenticado, un pedazo de costilla de San Juan
de la Cruz, y una de San Benito de Palermo, con
su auténtica pasada por el ordinario, por lo que
es mi voluntad que dichas tres reliquias se pongan en una urna decente que se construirá de mis
bienes, con dos llaves, que la una ha de tener el
poseedor que fuere del relacionado vínculo y la
otra el reverendo Padre Guardián de dicho con
:%
:
^
donde me mando enterrar, y en esta forma dicha
urna se colocará en la referida capilla del Señor
de la Paciencia, que es de mi pertenencia, para
que en las festividades de primera clase se ma
0
lo cual así quiero se guarde, cumpla y ejecute,
como mi última y determinada voluntad129.
127
Debió de ser esta misma capilla la citada por
Juan Félix Mateos Rondón y Luna, marido de
Florentina Fajardo, que en un poder para testar
dice: que mi cuerpo sea sepultado en el convento de Nª. Sra. de los Desamparados de religiosos franciscos descalzos extramuros de esta
ciudad, esto es, no poniéndose reparo prudente
que lo embarace por dichos mis apoderados y
albaceas, pues en este caso es mi voluntad ser
enterrado en el convento de N. P. San Francisco
de la Puerta Nogalte en la capilla que tengo
!
%
Padre y Patriarca San Francisco, por ser así mi
voluntad. Por posterior documento de ese mismo año sabemos que sus albaceas decidieron
que fuera enterrado en este último convento130.
La capilla del glorioso san Buenaventura se situaba junto a la puerta reglar del convento, que
en la década de 1730 pasó a la quinta capilla de
la epístola, y se encontraba aneja a la de santa
Rosa de Viterbo. Pertenecía a la familia Ladrón
de Guevara, pues en ella se manda enterrar en
1753 María Rosa Ladrón de Guevara y pocos
años después su hermano José131. Asimismo,
por el testamento de Luisa Ladrón de Guevara, viuda de Fulgencio de Guevara, sabemos
algo de su contenido, pues pide que el día mi
enterramiento en la dicha capilla de San Buenaventura se pongan cuatro velas encendidas
que alumbren hasta ser consumidas, las dos de
ellas a dicho santo, y las otras dos a un Señor
Eccehomo que hay en la misma capilla132.
[
\
>† / de la existencia en San Francisco de una hermandad de las Angustias o de los Labradores
que surge como adyutriz de la Vera Cruz y
+#1*‹*?}?=M……*=}†*
128
+#1*‹*?}>=M…‚*‚*El consentimiento para enterrarse en la capilla de Santa Catalina se lo da Francisco Pedro Ruiz Mateos de
+§
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129
+#1*‹*}……=M?M*‚ƒƒ*&
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Mateos.
130
131
132
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+#1*‹*ƒ†M=MJ>*‚>‚~‹*ƒ……=MJ?*JM*
+#1*‹*}‚†=M??*}ƒ*
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Sangre de Cristo133. Si en el siglo XVIII Morote citaba el Santísimo Cristo de la Paciencia,
Nuestra Señora de los Ángeles y la Virgen de
las Angustias como las imágenes que suscitaban
mayor fervor, fue esta última, titular de la hermandad de los Labradores, la que incrementó su
devoción conforme avanzaba la centuria gracias
al impulso de hermandades penitenciales que
fomentaron ejercicios y prácticas de piedad a la
Virgen en un momento de particular exaltación
del culto mariano. La Virgen de las Angustias
y la Virgen de los Dolores son una misma advocación, esto es, María representada sola en
el Calvario tras la muerte de su Hijo, Madre
%Œ
*+que en el siglo XVII y parte del XVIII se hace
referencia a la Virgen de las Angustias, desde
mediados de este último siglo es más frecuente
la denominación a la hermandad e imagen de
María Santísima de los Dolores o Nuestra Señora de los Dolores, iconografía de la Virgen con
un puñal en el corazón, traspasada de dolor, que
š(
Simeón.
El culto y devoción hacia los Dolores de Nues \ / ( š la Iglesia el papa Benedicto XIII en 1727, fue
propagado en España por la reina Mariana de
Austria y por el cardenal Belluga, lo que acrecentó el fervor popular hacia esta advocación
mariana de carácter pasionista. Buen ejemplo
de ello es la fundación en Lorca de asocia
(§]ría Santísima de los Dolores en el Paso del
Prendimiento de Nuestro Redentor Jesús», en
el convento de Santo Domingo, en 1725, y la
§%)](/+)
[
¨§'
¨ =M>}=…>. Clara muestra de lo que
decimos es el testamento de Torcuata Teresa
Martínez del Barranco, mujer del corregidor
Juan Antonio del Pueyo y Sansón, cuando en
1788, como manifestación de la piedad hacia
esta devoción mariana, pide ser enterrada a los
pies de Nuestra Madre y Señora María Santísima de los Dolores en la capilla de la iglesia
y convento de esta ciudad donde tenga más
culto y veneración esta soberana emperatriz de
cielos y tierra135.
En San Francisco la veneración a la Virgen de
los Dolores fue alentada por miembros destacados de la hermandad mediante la organización de actos y cultos celebrados en su honor.
Como expresión del auge de la hermandad y
devoción hacia su imagen titular observamos

!
enterrados bajo su protección, como Ana Josefa
Menchirón, que en 1753 dejaba cien reales de
§( %
y Dolores» por la gracia de permitirle ser enterrada junto al altar de los Dolores=…?. En ese
mismo año Juan Gil Campos, por licencia de su
madre Graciana de Campos, establecía treinta y

( en
los siete días que irán señalados para celebrar
la festividad de los Dolores Gozosos de María
Santísima, y asimismo funda una pía memoria
de siete misas cantadas, una en cada día del
referido setenario de los Dolores Gozosos de
María Santísima, que se ha de hacer cumplir
y principiar su celebración en el día doce de
octubre de cada año en el dicho convento, estando descubierta la soberana imagen de María Santísima con doce luces por la mañana y
tarde cuando se ejecute oración y deprecatorias
o pláticas del dicho setenario, dando por cada
misa de las siete referidas ocho reales de vellón,
saliendo el preste con capa, ciriales y incensario para descubrir la dicha soberana imagen.
Por último, quiere que en cada día de los siete referidos se diga una misa rezada aplicada
a cada uno de los siete arcángeles, para que
133
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MUNUERA RICO, D. Cofradías y hermandades...***}?/}}*
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+#1*‹*ƒ†ƒ=MJ…*‚>=*
150
presenten la Majestad Divina los sufragios de
0
benditas ánimas, pagando de limosna por cada
una de las dichas siete misas dos reales y medio
de vellón; y los veinte y nueve reales y medio
que restan del explicado situado anual de doscientos veinte y nueve reales han de servir para
costear la cera que se gastare en el prevenido
setenario137.
El fervor religioso hacia la imagen de la Virgen de los Dolores contó en este tiempo con el
valioso estímulo de una familia de origen francés asentada en Lorca, que animaron su culto
con generosas ofrendas que se aplicaron en la
celebración de solemnes funciones religiosas.
Nos referimos a Rosa M.ª, Francisco Antonio
y Francisca M.ª Alemán y Fort, hijos de Juan
Francisco Alemán, un próspero comerciante
natural de Olorón (Francia), con negocios de
barrilla, y de Juana Fort y Fustiel, natural del
Puerto de Santa María138. Por el testamento
ológrafo de Rosa M.ª de 1781 conocemos que
desea ser enterrada con el hábito de N. P. San
Francisco de Asís, descalza de pie y pierna, sin
adorno alguno, y puesto en ataúd de madera
forrado del mismo sayal se le dé sepultura a
los pies de María Santísima de los Dolores, en
la capilla de la Santa Vera Cruz y Sangre de
Cristo, de cuya imagen soy Camarera, y por lo
mismo tengo derecho a dicho entierro. Declara ser hermana profesa de la Venerable Orden
Tercera de Penitencia, y manda que se celebren
en su honor 780 misas rezadas y se entreguen
a la Virgen de los Dolores, como prueba de su
devoción, unas rosetas o pulseras de diamantes
montados en oro, con el bien entendido de no
equivocarse con la que nombran de los Pobres
[…] no permitiendo que por sí ni por otra per-
137
sona se extravíen las dichas alhajas, aunque
sea por la serie de préstamo para adornar otra
cualquiera imagen; y es mi voluntad que las
tales alhajas se coloquen para el adorno de
dicha soberana imagen en su delantar o demás composición que convenga. Para favorecer
su culto, dona asimismo una cadena de oro de
peso de dos onzas a la Purísima Virgen de la
Concepción que se hallaba colocada en el altar
mayor, en su camarín principal. Funda además
un mayorazgo laical, y nombra para ello a sus
hermanos, el presbítero doctor Francisco Antonio y Francisca María139. El extenso documento
aporta más información de interés, pues dice
que siendo voluntad e intención del referido mi
hermano D. Francisco Antonio Alemán, según
me tiene comunicado, el establecer o fundar
para después de su fallecimiento sobre las propiedades y bienes raíces que posee como suyos
propios, la función que en el expresado convento de N. P. S. Francisco, donde me mando
enterrar, anualmente hace en el día del Viernes
Santo desde las doce del día hasta las tres de
la tarde en memoria de las tres horas que Jesucristo Nuestro Señor estuvo pendiente de la
cruz en su mortal agonía, cuya función se está
practicando desde el año pasado de 1767 a expensas y solicitud de dicho mi hermano, quien
estableció esta devoción en el referido convento haciendo como hizo a su costa la soberana
imagen de Jesucristo en su mortal agonía que
hoy tiene su colocación en la tercera capilla del
colateral del evangelio, principiando a contar
desde la del Patriarca Señor San José, (cuya
colocación se hizo por ser dicha capilla de D.
Juan de Mata Aguilar, con consentimiento de
este) […], en cuya función se coloca dicha soberana imagen en el altar mayor, adornando
éste de bayetas negras que para dicho efecto
AHL. Prot. 808, 1753, fol. 390.
138
Juan Francisco Alemán era, además, administrador síndico de los religiosos descalzos de San Diego. A su mujer Juana M.ª Fort le legó su
tío Luis Dons, comerciante francés establecido en Cartagena, fundador del hospital de san Luis Rey de Francia en aquella ciudad, mil cien
=M…=‡+#1*‹*?ƒ}=M…=*=M?ˆ*'
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&
la Virgen de los Dolores y manda que se digan tres mil misas rezadas, le deja a la susodicha el remanente de todos sus bienes (AHL. Prot.
ƒ…>=MJ?*=>}ˆ*
139
&
+
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*'=>=Mƒ=
dio el sermón en los actos de consagración del nuevo templo de Santiago, que fue publicado en Murcia en la imprenta de Francisco Benedito.
&
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1*
151
hay, y al lado de la imagen se coloca la de
María Santísima de los Dolores, todo sobre un
monte elevado hasta el piso del camarín, y principiando a dicha hora de las doce por el Padre
Director que estará en el púlpito a leer el libro
que para dicha función compuso el P. Alonso
Mexía de la Compañía de Jesús, por otro religioso que estará en una cátedra frente de dicho
púlpito se leerá la explicación de las Siete Palabras que Jesucristo S. N. habló en la cruz. Por
otra pía memoria obliga a que el Sábado víspera
de Domingo de Ramos se celebre con toda solemnidad la Salve grande (que así se entiende
vulgarmente) en el referido convento de N.P.S.
Francisco por su comunidad, con la asistencia
y concurrencia de la capilla de música de la
expresada colegial de Señor San Patricio, y con
la de los Caballeros eclesiásticos y seculares
que quisieren obsequiar a María Santísima de
los Dolores que se venera en el dicho convento,
poniendo a dicha soberana imagen en andas
al lado del evangelio, fuera del altar, conforme
está en el día de su festividad, que lo es el día
antecedente; y así mismo, colocando en dicho
altar mayor para su adorno cien velas, y más
llevando la comunidad y demás concurrentes
las correspondientes luces, siendo las de dichos
convidados y comunidad hachas o blandones;
y será la obligación de dicha capilla de música el cantar el verso: Pange lingua etc. para
descubrir el Sacramento; después la Salve; la
secuencia de Dolores, Letanía de María San
—
$
+
Alabado, como es costumbre. Y para todo ello
señalo anualmente el estipendio de doscientos
y cincuenta reales vellón en esta forma: setenta
reales vellón a dicha capilla de música, asimismo veinte y dos reales vellón a la Comunidad
del dicho convento por su asistencia, y los ciento sesenta y ocho reales restantes han de servir
para costear la cera para la prevenida festivi-
=>†
+#1*‹*===>=Mƒ…*M*
=>=
+#1*‹*==…>=Mƒ>*>?ƒ*
dad. Y para su puntual cumplimiento, encargo
el más puntual esmero a los mayordomos que
fueren de la citada archicofradía de la Santa
Vera Cruz y Sangre de Cristo, sita en el referido
convento, y si por algún evento no siguiese corriente la dicha Archicofradía (lo que Dios no
quiera), pongo el cuidado del puntual cumplimiento de la dicha festividad al celo y cuidado
del hermano mayor que fuere de la Venerable
Orden Tercera de Penitencia sita en el dicho
convento=>†. Por su parte, su hermano, el Dr.
Francisco Antonio Alemán y Fort, en su testa=Mƒ>
al pie
del altar de mi madre María Santísima de los
Dolores, vincula sus bienes con la obligación
de que se pague cada año doscientos cincuenta reales para celebrar la Salve Grande que se
canta el sábado víspera del Domingo de Ramos,
que incluía el gasto de la cera y la capilla de
música; también obligaba a entregar al guardián
del convento setenta reales para costear la festividad de un día del duodenario del patriarca san
José en su capilla particular y otros sesenta a los
mayordomos para que todos los años hicieran
la setena a la Virgen de los Dolores=>=. Algunos
años después la hermandad contaría con una
nueva imagen titular que fue realizada por el
]](‡1!*>†ˆ=>‚.
La citada capilla de san José correspondía en
estos años a la segunda que había al entrar en la
iglesia, en el lado del evangelio, y en ella mandaba enterrarse en 1772 Catalina de la Calle,
pese a poseer capilla en la iglesia del Rosario,
donde había sido sepultado su esposo, Diego
Pallarés de la Fuente, mayordomo de la cofradía del Rosario. En el codicilo que revoca ser
sepultada en allí y hacerlo en la de san José
indica que en esta había una imagen de Nuestra Señora del Pilar=>…. Ángela Palomares, viuda
del licenciado Miguel Sicilia, dice que se le dé
=>‚
‹/
™]^_`%1+{']*§+
]](
antigua Virgen de los Dolores». 

„&'. Centenario 1914-2014*‚†=>*J…Jƒ*
=>…
TUDELA TUDELA, F. Los dominicos en Lorca…, op. cit., p. 220; AHL. Prot. 993, 1772, fol. 197.
152
sepultura en la capilla de la Sangre de Cristo,
pero habiendo algún impedimento, se le dará
en cualquiera de las sepulturas que tengo mías
propias en dicha iglesia o en la capilla de Señor San José=>>. La capilla se hallaba cerca la
pila del agua bendita, a la entrada de la iglesia,
como nos aclara la donación que se le hace en
1737 a Pedro Jiménez Balaguer de dos sepulturas en la iglesia de dicho convento delante de
la capilla de nuestro Padre San José en la nave
de dicha iglesia inmediato a la pila del agua
bendita=>J*@
)
san José y a san Antonio de Padua se potencia
en este siglo, y aunque no corresponda a Lorca,
) capilla dedicada a estos santos en la parroquial
de la Concepción de la villa de Nerpio realizada
por el presbítero Juan Serrano de Alfaro. En su
=M…? iglesia de San Juan Bautista de Lorca, pero si
fallece fuera de Lorca, pide ser enterrado en la
peana de Nuestro Padre Jesús de la iglesia de
Nuestra Sra. de la Concepción de la villa de
Nerpio, no obstante el derecho que tengo en la
capilla de los gloriosos San José y San Antonio
de Padua que he erigido en la misma iglesia,
donde establece que se fabrique retablo y se coloque en él una imagen de Nuestro Padre Jesús
que tenía en su oratorio particular=>?.
La Venerable Orden Tercera, fomentada por
la orden franciscana y bajo la tutela del padre
guardián del convento, experimentó en esta época un aumento de su actividad y del número de
hermanos, y en la capilla que poseían celebraban ejercicios espirituales y ceremonias litúrgicas que alentaron el culto hacia sus imágenes
devocionales. Entre los hermanos profesos de la
congregación había acaudalados comerciantes
de origen francés, como los ya mencionados,
así como conocidas familias de prohombres
=>>
+#1*‹*=†=J=MM>*…ƒ?*
=>J
+#1*‹*M=J=M…M*…?*
=>?
+#1*‹*?}}=M…?*=†?*
Lámina 40. Virgen de los Dolores. Manuel Martínez.
lorquinos que contribuyeron con donaciones y
limosnas a realizar prácticas y obras piadosas.
Juan Fernández de Cáceres Borgoñoz, marido
de Josefa Soler Blázquez, dejaba cuatrocientos
reales al hermano mayor de la Tercera Orden
para que con ellos cumpla lo que le tengo comunicado, de suerte que se empleen en cera y
%
0
benditas ánimas del purgatorio y permanencia
de dicha Orden Tercera y su gobierno=>M. Pero
además de prácticas religiosas, se realizaron entonces numerosas donaciones en base a herencias y fundaciones que incrementaron notablemente el patrimonio de la orden. Así, Juana de
Miras fundaba un patronato de merelegos sobre
una casa que tenía en la calle que llaman de
nuestro Padre San Francisco la cual hace esquina para bajar a la calle Honda [...] y a falta
de todos los dichos llamados es mi voluntad el
que dicha casa recaiga y pase el goce y pose-
=>M
+#1*‹*?}?=M……*}†*En su testamento de 1728, dice ser hermano de las hermandades de Nuestro Padre y Patriarca San José,
el glorioso San Antonio de Padua, Nuestra Sra. de las Angustias que llaman de los Labradores, de que soy mayordomo actual (AHL. Prot.
?M?=M‚ƒ*…>…ˆ*
153
Lámina 41. Capilla de la Orden Tercera.
Lámina 42. Capilla de la Orden Tercera (detalle).
=J>
sión de ella en la venerable Orden Tercera de
Penitencia de la regular observancia de nuestro
Padre San Francisco de la Puerta Nogalte=>ƒ.
En esta línea, años después Agustín Balaguer
dejaba 3.300 reales a la congregación para la
compra de una casa o tierra, y señalaba que lo
que redituare, bajados los gastos o reparos que
se ofrezcan, se diga y celebre de misas anualmente por las benditas almas del Purgatorio,
con la calidad y condición de que la propiedad que así se comprare no la puedan vender
ni enajenar, de tal forma que si lo intentaren,
quiero y es mi voluntad que inmediatamente
pase a la hermandad también de las Benditas
Ánimas sita en la parroquial del señor San Mateo=>}. Gracias a estos importantes legados pudo
|
propia, un espacio más amplio anejo a la iglesia
del convento. Así se deduce cuando por una
escritura de censo de 1788 a su favor se dice
que ésta se hallaba $
capilla en el convento de religiosos observantes
de nuestro padre San Francisco de Asís de la
puerta Nogalte150*+ / su decoración interior, en la capilla, conocida
]
‡1!*>=/
>‚ˆ ” su construcción, como la bóveda de lunetos de
cuatro tramos delimitada por arcos rebajados,
las yeserías doradas y las pilastras decoradas
con rocallas con símbolos de las letanías lauretanas (pozo, fuente,...); debajo, y enfrentados en
los lados del evangelio y la epístola, se sitúan
los atributos distintivos de la Venerable Orden
Tercera, el escapulario y el cordón franciscano
de cinco nudos que vestían como hábito151.
=>ƒ
+#1*‹MJ>=M>…*=…‚*
=>}
+#1*‹*ƒ?M=M?†*==‚*
150
AHL. Prot. 1170, 1788, fol. 293.
Por su parte, la imagen titulada de los Pobres
era una Mater Dolorosa que recibía veneración
en su altar situado en el lado del evangelio desde algunos años atrás. Muy probablemente se
tratara de la donación de un particular, quizá
de un propio franciscano, aunque su advocación podría aludir al lugar de donde procediera,
de la cárcel, donde había una hermandad de
Pobres, o del convento de San Juan de Dios
donde radicaba el hospital de Pobres. Una de las
primeras referencias, e interesante por cuanto
nos informa dónde se encontraba en el interior
del templo, procede del testamento de Francisco
K
=M?†‚††
al síndico del convento para que se empleen en
aceite para luz de la lámpara de María Santísima de los Pobres que se halla en dicho convento colocada en la capilla frente al púlpito
del señor de la Paciencia, lo cual así quiero se
guarde y cumpla y ejecute por la suma devoción
que siempre he tenido y tengo a dicha soberana
reina152. Por tanto, pese a su título, su culto no
quedaba restringido a un determinado grupo social, y familias prominentes como los Ponce de
1)
)*'=M?>K
Tejedo Sicilia, viuda de José Morata Martínez
de la Junta, declaraba que por cuanto D. Juan
Leonés, como devoto que es de la Madre de
Dios Santísima de los Dolores, titulada de los
Pobres, cuya santísima imagen se venera en
el convento de nuestro Padre San Francisco
de esta dicha ciudad, recogió de limosna para
dicha soberana reina tres mil reales vellón, y
para el culto divino de tan sagrada imagen, por
la mucha devoción que tiene, quiere ponerle
luz diaria [...] 151
Las reglas de la Orden Tercera señalaban que para gozar de los privilegios y ganar las indulgencias se requiere llevar el hábito, o sea el
escapulario y el cordón. El escapulario debe llevarse de modo que penda por delante del pecho y por las espaldas. No es necesario que esté
bendito, a no ser el que se emplea para la imposición; y lo mismo hemos de decir del cordón. SOBRADILLO, P. A de. La Tercera Orden.
Su regla e indulgencias=}>†*=ƒ*
152
+#1*‹*ƒM‚=M?†*‚}ƒ*‹
=M?J+$
(
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K
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(‡+#1*‹*}=J‰)=M?J*…J†*K‰)`/K%
\
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§
\
[
/
‹
¨‡+#1*‹*}}?=MM‚*=J…ˆ*
155
otorgante darle a censo y tributo redimible los
mencionados tres mil reales vellón pagando de
ellos sus réditos anuales [...] siendo también
este trato y ajuste que la otorgante los hace
entregar al religioso que el presente tiene la
devoción y cuidado de dicha soberana imagen
y al que en adelante le sucediese, y en caso
de no haberlo se han de entregar precisamente
dichos réditos anuales por mano del síndico
de dicho convento al religioso que es o fuere de la venerable Tercera Orden153. También
se le hacen donaciones para celebrar cultos en
su nombre, como la realizada por Ana Ponce
de León Muñoz, mujer de Juan Antonio Alburquerque Alburquerque, Camarera de la Virgen
del Rosario, en cuya capilla se mandaba enterrar, pero que dejaba veinte reales al convento
de San Francisco para que con esta limosna se
celebre en cada un año un día de novena a la
soberana reina María Santísima de los Dolores
con el título de los Pobres que se venera en dicho convento; y en el caso de que la devoción
cristiana no continuase en hacer dicha novena,
era mi voluntad que el viernes del concilio [o
sea, el Viernes de Dolores o Viernes de Pasión]
de cada un año o en cualquiera de los días de
aquella semana se celebrase en honor de dicha
soberana reina y en su altar, misa cantada con
sermón=J>. En posterior testamento de 1802 declara que en caso de que cesase dicha devoción
los veinte reales fueran entregados a la comunidad de dicho convento, con la obligación de
celebrar en obsequio de dicha soberana imagen
una misa cantada en su altar en el día Viernes
de Dolores de cada un año155.
En este tiempo aún encontramos algunas noticias sobre nuevos lugares de enterramiento en
el interior de la iglesia, aunque es verdad que
en mucho menor medida que lo visto hasta entonces. Ejemplo de ello es la donación hecha
en 1758 a Juan Diego Leonés Mateos de una
153
+#1*‹*ƒ}}=M?>*‚=*
=J>
+#1*‹*=M…ƒ=MƒJ*ƒ?}*
155
AHL. Prot. 1315, 1802, fol. 195.
=J?
+#1*‹*ƒJ>=MJƒ*=J>*
157
ESPÍN RAEL, J. (
| op. cit., p. 275.
=J?
sepultura en la forma regular de siete pies de
largo y tres de ancho, en la nave de la iglesia
inmediata a la pila del agua bendita, que, como
hemos visto, se hallaba al entrar al templo por
el lado del evangelio=J?.
Sin duda, una de las obras más importantes
que se acometieron en el último tercio del
siglo XVIII fue la realización del camarín en
el altar mayor que iba a acoger la imagen de
la Inmaculada Concepción, devoción piadosa
defendida intensamente por los franciscanos.
%=??=‹+)
que la Virgen fue preservada de la mancha del
pecado original, esta manifestación supuso para
los franciscanos un triunfo de sus postulados y
el culto hacia esta devoción mariana se extendió
por sus conventos. En la obra del camarín
trabajó el arquitecto Lucas de los Corrales, que
en 1771 dirigía además las obras del panteón,
sacristía y dormitorios del convento de San
Francisco157.
El camarín, al que se accede por escalera imperial de tres tramos, presenta el tradicional
modelo barroco de planta octogonal, cubierto
con cúpula sobre tambor, y una decoración con
abundantes yeserías doradas y policromadas,
molduras, rocallas, espejos, hojarasca y rami

)‡1!*>…ˆ*
Los paños de pared que llegan hasta la cornisa
del entablamento también van decorados con
molduras doradas, cornucopias y espejos ovalados. La cúpula se adorna con aristas resaltadas que se unen en la clave, donde se inserta un
gran rosetón del que parten haces luminosos.
La embocadura es semicircular y va decorada
con espejuelos enmarcados por ramilletes de

*'(
pintura de José Muñoz Frías de 1775 en la que
estaba representada la imagen de la Concep)\*'
(§
Lámina 43. Inmaculada en su camarín.
buena pintura de apreciable dibujo y brillante
colorido. A los pies de la imagen, entre nubes,
surgen varios ángeles portadores de los emblemas de la pureza de María, graciosamente
movidos»158.
Un Acta Capitular de 22 de junio de 1775 del
concejo lorquino recoge el memorial del guardián de San Francisco, la respuesta del Ayuntamiento sobre la llegada de la imagen y su
colocación en el camarín de la iglesia:
M.Y. Sor: Frai Juan Mariano Marín guardián de
este conv.to de Nro. Padre S.n Fran.co en nombre
de su comunidad, ante VSa con el mayor respecto
dice: Que hallándose determinado celebrar en
su convento la función de Sacramento con la
colocación de la Nueva Ymagen de Ntra. S.ra, la
Purísima Concp.on en su nuevo camarín en el día
prox. venidero de sor. Sn Juan Bautista, desea
se practique esta función el respecto, brillo que
merecen ambos respetos, y no pudiendo su comunidad disfrutar otro mayor que el que V. Sa.
concurra con su personal asistencia. Suplica a
V. S. a que por esta vez le facilite este esplendor,
158
y asimismo le conceda su permiso para el uso
en aquel día de la Danza de Gitanos, tarasca y
Gigantes. Favor que espera merecer de la Grandeza de V S.a por cuia vida pide a Dios nro. sor. la
conserve en sus maiores felicidades.
^+
@
…
…
=
0>Š+
@ ) / Concejo a dicha solicitud:
[al margen] Colocación de la limpia y Pura Concepción
En este Ayuntamiento se ha visto un memorial
dado por el reverendo Padre fr. Juan Mariano
Marín, Guardián del convento de Nro. Padre San
Francisco, pidiendo en nombre de su comunidad que esta ciudad asista a la celebridad de
la función de sacramento con la colocación de
la nueva Ymagen de Nra. Señora la Purísima
Concepción en su nuevo camarín, que se ha de
practicar el día próximo venidero de Sor. Sn. Juan
Bauptista. Y en su Ynteligencia, acordó concurrir
a dicha festividad sin que se sirva de ejemplar
esta resolución en ningún tiempo, y asimismo
Ibídem*…?J*
157
Lámina 44. Inmaculada Concepción.
se concede permiso para el uso dicho día de la
danza de Jitanos, tarasca y Jigantes, poniéndose
dicho Memorial en este Livro Capitular159.
Así pues, la talla de la Inmaculada del Camarín
=MM>=MMJ / cartado el marsellés Antonio Dupar, a quien se
había venido atribuyendo, es muy posible que
su autor sea José López. Este escultor, natural
de Caravaca, fue el primer discípulo de Francisco Salzillo, con el que comenzó su contrato
=MJ…))
seis años después=?†. De este artista, al que Espín le adjudica varias imágenes de la iglesia de
Santiago de nuestra ciudad, se empieza ahora
!
/
gunas obras que habían sido asignadas tradicionalmente a Roque López, Marcos Laborda,
Fernández Caro y otros escultores que siguieron
la estela de Francisco Salzillo. En cuanto a la
(‡1!*>>ˆ
nos suavemente apoyadas sobre el pecho, cuello
  / rostro de delicadas facciones, con los ojos de
párpados semicerrados que miran hacia abajo,
y manto de amplios pliegues movido en senti
)
Lámina 45. Inmaculada (P. Menchón, h. 1930).
* !
cuerpo entero en ágiles actitudes —dos de los
cuales parecen jugar con el dragón alado que
pisa la Virgen—, junto con otras cabezas de
querubines. Estamos, pues, ante una bella escultura realizada en madera de ciprés policroma/
)
como se ha señalado, la inmaculada de Filippo
Parodi que se conserva en la iglesia de Santa
María della Cella, en Sampierdarena (Génova).
Igualmente, la imagen guarda gran similitud con
piezas de Francisco Salzillo, como la Inmaculada que hizo para el convento de San Francisco
de Murcia, tal y como se aprecia al comparar las posturas y facciones de los ángeles que
se disponen alrededor de la nube sobre la que
se apoya la Virgen. Desgraciadamente, la talla
) / \ =}…? pérdidas en rostro, manos y manto, y sólo dos
cabezas de ángeles y la nube de gloria quedaron
‡1!*>Jˆ*1
159
AML. Actas Capitulares, sesión de 22 de junio de 1775.
=?†
SÁNCHEZ MORENO, J. Vida y obra de Francisco Salzillo. 1983, p. 187.
158
Juan González Moreno, que le añadió partes de
la anatomía y le reintegró la policromía. Juan
Guirao, en la breve semblanza que realizó de
este escultor, evoca la visita que hizo a la iglesia
de San Francisco años después de la restauración para volver a ver aquella esbelta imagen
™§)(
reconcentrado. Allí nos explicó —segunda lección— cómo llegó a sus manos aquella escultura, troceada, irreconocible. Cómo fue de nuevo
ensamblando, engatillando las piezas huérfanas
de unidad, cuál fue el proceso de las carnaciones y policromía. Hubo un largo silencio en
el que, como ausente, lo remiraba todo. Como
conclusión, casi despedida, posó el hueco de su
mano, la concavidad amparadora y cálida de su
mano sobre la cabeza de un querube sonriente
al que había devuelto a la vida hacía tanto tiempo»=?=. La imagen fue nuevamente restaurada
por Joaquín Bastida Gil en 2008.
También corresponde a esta centuria el órgano
barroco de la iglesia que se halla instalado en
una tribuna en el coro alto del lado del evange‡1!*>?ˆ*1
=M>†/
yó un organero desconocido pero posiblemente
relacionado con la escuela de Matías Salanova,
importante representante de una saga de organeros levantinos que trabajaron en Alicante y
Murcia=?‚. La fábrica de la caja está realizada en
madera de pino, policromada y dorada, y se organiza en su frente por cuatro vanos que cobijan
!
*'
>M
y también es de pino con naturales chapados
en hueso. La caja del órgano va ornamentada
en su frente por placas recortadas, guirnaldas
y roleos, rocallas pintadas en los paneles laterales, mismo motivo que en el frente del ático,
/
*'
el cuerpo bajo se observa una policromía que
semeja mármol veteado, así como una decoración de carácter vegetal con roleos y cascadas
*
=?=
=?‚
Lámina 46. Órgano.
por dos jarrones, de estilizadas hojas de acanto
con el escudo con las cinco llagas sangrantes de
Cristo, emblema distintivo de la heráldica franciscana que hace referencia a la estigmatización
de san Francisco y a las heridas de Cristo en la
cruz. A lo largo del siglo XIX sufrió diversas
reformas, pues como consigna un papel pegado
=ƒ‚? ) K
](
Franco por encargo de la comunidad franciscana. En 1877 fue sometido a nueva reforma
por el maestro organero de Orihuela José Rogel Bota. Es probable que fuera costeado por
la archicofradía de la Vera Cruz y Sangre de
Cristo, para darle mayor solemnidad a las celebraciones litúrgicas. El instrumento fue restaurado hace pocos años por el atelier portugués
Manuel Dinarte Machado tras un largo proceso
que concluyó en 2009.
IV.1. La decoración de la iglesia
Nos vamos a detener ahora brevemente en otros
elementos arquitectónicos y decorativos con el
propósito de comentar ciertos aspectos destacados que presenta el interior de la iglesia. La
cúpula de media naranja rebajada se sustenta
‰^{+‰+{%’+K*§K‰!]™
/”¨*Murgetana›}…=}}?*
Rev. Azul›=?‚††J*=‚*
159
Lámina 47. Símbolo pechinas.
Lámina 48. Símbolo pechinas.
sobre anillo adornado con dentellones y ovas,
y en el cuerpo prismático que la cubre se abren
óculos que ofrecen luz al interior. Su decoración se limita a unos trazos que reproducen los
/)tro, muy alejada por tanto de cúpulas pintadas,
como vemos en la iglesia de la Virgen de las
Huertas o la cúpula de la capilla del Rosario,
obras ambas de Baltasar Martínez Fernández
de Espinosa, donde se representa la coronación
de la Inmaculada Concepción y San Francisco
=?†
alado, en el primer caso, y a la Virgen, con Santo Domingo y Catalina de Siena por lo que se
* ' inscriben cartelas oblongas y coronadas, circundadas por marcos y enriquecidas con motivos
vegetales, con escenas o símbolos alusivos a
la historia de la orden franciscana. Su propio
escudo, con los brazos cruzados de Cristo y
&
‡1!* >Mˆ~ K
”
‡1!*>ƒˆ/‡1!*>}ˆ
en representación de dos devociones capitales
Lámina 49. Símbolo pechinas.
Lámina 50. Símbolo pechinas.
dentro de la orden; y la cruz del Santo Sepulcro
en Jerusalén, en recuerdo de la misión privilegiada de los franciscanos como custodios de los
Santos Lugares (Lám. 50).
El interior de la iglesia es de una sola nave
y capillas laterales. La nave principal se cubre
con bóveda de cañón con siete tramos, dos en
el coro, cuatro en la nave y otro en el presbiterio, cada uno de los cuales inserta un rosetón
central. A los lados de la bóveda se disponen
sendos lunetos en los que se abren ventanas
que dan luz al interior. El alzado de la nave se
realiza mediante arcos de medio punto decorados con molduras, en cuya clave hay cartelas de
rocalla y demás motivos ornamentales que también se extienden a pilastras y a tribunas, una
decoración barroca con reminiscencias rococó,
muy posterior por tanto a lo visto en la cúpula.
En los arcos, en la base de las pilastras y en las
molduras que adornan los balcones de la tribuna
hay pinturas ovaladas con estampas de devo=?=
Lámina 51. Rocallas y Santa Bárbara (evangelio).
Lámina 52. Adorno ventana y Virgen Dolorosa (evangelio).
Lámina 53. Águila y Sagrada familia (evangelio).
)‡1!
*J=J‚J…/J>ˆ*+
(
de los fustes del lado del evangelio distinguimos la Sagrada Familia, santa Teresa de Jesús,
y el Ecce Homo; en las claves una santa, creemos que santa Bárbara, Inmaculado Corazón de
=?‚
Lámina 54. San Francisco de Paula (epístola).
María y san Francisco de Asís recibiendo los
estigmas; en la decoración de las ventanas, san
Miguel, Virgen Dolorosa y san José y el Niño.
En la epístola, y siguiendo el mismo orden, san
Ramón Nonato, Nuestra Sra. de la Piedad y san
Juan Bautista; Jesús Nazareno, Virgen del Carmen y san Francisco abrazado a Jesús; san Francisco de Paula, Virgen con el Niño y santa Ana
y la Virgen. Estas pequeñas pinturas no corresponden al siglo XVIII, cuando fue decorada la
iglesia, y muchas de ellas son cromolitografías
del siglo XIX o, incluso, de principios del XX,
como el abrazo de san Francisco según el cuadro de Murillo, san Ramón Nonato repartiendo
la comunión a mujeres arrodilladas, Virgen del
Carmen, san Juan Bautista, la Sagrada Familia y
el Ecce Homo, según modelo de Guido Reni. La
nave se articula con capiteles de orden corintio,
con pilastras que llegan hasta el entablamento
decoradas en el arranque de los fustes y en su
culminación con diferentes motivos de neto sabor rococó. Otra decoración a base de cartelas
se despliega por el intradós y sobre los capiteles de las pilastras que dividen cada una de las
‡1!
* JJ J? / JMˆ* ' en el eje de las pilastras, también incorpora una
rocalla como elemento ornamental similar a las
situadas en el intradós de los arcos formeros de
las naves. En el interior domina el color blanco, que contrasta con las yeserías policromadas
de capiteles y fustes de las pilastras, realizadas
en estuco pintado y corlado, con rocallas, guirnaldas y demás elementos de carácter vegetal
de caprichosas curvas, que asimismo recorren
los balcones de las tribunas y los arcos de las
Lámina 55. Decoración arco y tribuna y Nazareno (epístola).
Lámina 56. Capitel (epístola).
Lámina 57. Ornamentación tribuna (epístola).
=?…
naves, que dan ligereza y movimiento a todo el
conjunto. En suma, estamos ante una decoración dieciochesca de variadas formas naturalistas, que no oculta los valores arquitectónicos,
distribuida sin exageración por arcos, tribunas
y pilares, un repertorio de formas que por su
eclecticismo puede proceder de diversos tratados de ornamentación interpretados aquí con
total libertad.
Sobre las pilastras que separan la segunda y
tercera capillas en ambos lados aparecen sendas
águilas que parecen tener una función decorativa más que simbólica. En el lado del evangelio el ave —que más que un águila parece una
palmípeda, pues lleva las patas unidas por una
membrana— agarra con el pico una serpiente,
lo que podría representar la victoria del bien
sobre el mal; enfrente, en la epístola, un águila
/
*'
las pilastras anejas al crucero, bajo el capitel,
/ las alas explayadas que sujetan en sus garras
una rocalla en forma de C.
IV.2. Los retablos de las naves laterales
Veamos ahora otros documentos y aportaciones
puntuales que nos ayudan a conocer espacios
de culto, lugares de enterramiento, devociones
y otras motivaciones e intervenciones de particulares, centrándonos principalmente en la descripción de las capillas laterales. Si por medio
de patronatos vinculados se dejaban bienes y
rentas destinados a la celebración de misas en
favor del convento, otros legados piadosos podían consistir en imágenes, pinturas o vestidos
y joyas para el ajuar de las devociones marianas
—Inmaculada, Virgen de los Dolores, Nuestra
Señora de los Ángeles—, ofrendas que también
darían mayor decoro a los propios altares y
capillas y a sus prácticas devocionales. Muchas
=?…
+#1*‹*M‚}=M>†*‚†‚*
=?>
AHL. Prot. 590, 1703, fol. 37.
=?J
+#1*‹*J}==M†>*M}*
=?>
veces estas mandas que establecían mejoras y
disfrute de los derechos de posesión de bienes
de los testadores sólo se consignarían a favor
del convento si fallaban todos los llamamientos, lo que a veces era ciertamente difícil pues
las listas de herederos eran por lo común bien
extensas. La familia de los García Serón, patronos del convento de monjas clarisas, es buen
ejemplo de lo que decimos. El testamento de
=M>†K+‰()/
Beatriz Gigante Salgado establece que, a falta
de todos los designados en el disfrute de sus
bienes, una tercera parte se aplique para la
erección y fábrica de una capilla dedicada a
María Santísima Nuestra Señora con la invocación y título de la Purísima Concepción, que
se ha de hacer en el convento de observantes
de nuestro padre San Francisco de la puerta
Nogalte de esta dicha ciudad, a discreción del
reverendo padre guardián que fuere, y en la
parte que más convenga en la iglesia de dicho
convento, y se dote perpetuamente con ocho
misas cantadas en su octavario del día ocho de
diciembre de cada año=?…. Con esta invocación
de María en su Concepción Inmaculada, dogma
promovido muy vivamente por los franciscanos, ya existía una capilla en San Francisco
bastantes años antes a lo dispuesto por el matrimonio García Serón-Gigante Salgado, por lo
que es posible que esa primitiva advocación
hubiera variado en razón a una particular devoción. Así, en 1703 Juan Moreno y Juana Sánchez mandaban ser sepultados en el convento
de San Francisco de la Puerta Nogalte en el
entierro que tenemos, que es junto a la capilla
de Nuestra Señora de la Concepción=?>. Esta
capilla de la Concepción pertenecía entonces
a Alonso Sánchez Sicilia, jurado, y a su mujer
Isabel Martínez de la Junta, como indica su tes=M†>=?J*'=M…?
en la capilla de la Limpia y Pura Concepción
Juan Pedro de Cueto Ponce de León, abogado
de los Reales Consejos, como declara en su
testamento, un documento nos permite aproximarnos a la dimensión espiritual y religiosa de
la época y comprender la importancia de las
misas como instrumentos de salvación eterna.
En él manda que se digan por su ánima treinta
y tres misas en memoria de la vida de Cristo
Nuestro Señor en esta forma: nueve a las nueve
festividades de María Santísima mi Madre y
Señora, cinco en memoria de Las Llagas de mi
redentor Jesucristo, siete a las Angustias que
padeció la Reina de los Ángeles, las que han de
ser comunes, sin gloria ni credo, tres a la cruz
y los clavos, siete por los siete derramamientos
de Sangre que tuvo el Señor en su Pasión, es
0
en el huerto y cuando le dieron cinco mil azotes, y cuando le pusieron la corona de espinas,
y cuando le quitaron la túnica, y cuando le
clavaron los clavos y cuando le hirieron en
el costado; otra misa a mi Padre y Patriarca
San José y otra a San Antonio de Padua en sus
altares=??.
La capilla mayor, como hemos señalado, es un
lugar privilegiado de la iglesia, y ser enterrado
(  / gozaban determinadas familias de las elites lo
*'=?}M&
](]
viuda de Diego Gómez Tudela, mandaba enterrarse en la capilla mayor, que para ello le tiene
dado licencia el padre fray Mateo Dardalla,
guardián de dicho convento [...] y si por los religiosos de dicho convento se pusiere embarazo
!
$$
$
!
cio y responso como lleva dicho, es mi voluntad
sea mi cuerpo sepultado en la insigne colegial
de señor San Patricio, en el entierro que en ella
tengo=?M. En 1707 Juan Reynel, además de mandar ser enterado en la capilla, disponía que se
pusiera en ella un cuadro de Nuestra Señora del
Carmen que tenía en su casa=?ƒ. En 1752 María
=??
+#1*‹*M=J=M…?*ƒ‚*
=?M
+#1*‹*JM==?}M*…†*
=?ƒ
+#1*‹*?†}=M†M*J‚*
=?}
+#1*‹*ƒ†‚=MJ‚*=>=*
170
+#1*‹*?JM=M‚‚*…ƒ=*
171
+#1*‹*??…=M‚…*>>‚*
Magdalena Carrión y Mula pide ser sepultada
en la capilla Mayor, donde está la Purísima
Concepción=?}.
La familia Ruiz Mateos tuvo una destacada participación en la iglesia a la que estaban vinculados como patronos de capillas y tener derechos
!

la que gozaron algunos de ellos como mayordomos de cofradías allí establecidas. En 1722,
Ana Mateos Rondón de Luna, viuda de Lorenzo
Marín Blázquez, había señalado por una cláusula de su testamento que su cuerpo fuera sepultado en el convento de Nuestra Señora de las
Mercedes Redención de Cautivos, en la capilla
de Nuestra Señora del Rosario que está en el
colateral de la capilla mayor al lado de la epístola, por ser enterramiento a que tengo legítimo
derecho. Al poco, en un codicilo indicaba que
atento me pertenece también acción a la capilla
que está inmediata al púlpito al lado de arriba
de la santa Catalina de Bolonia, por ser de mis
padres y abuelos, es mi voluntad que dicho mi
enterramiento sea en la capilla que de ambas
eligieren y dispusieren mis albaceas, y siendo
elegida la de dicho convento de mi padre San
Francisco, desde luego para entonces revoco
dicha cláusula testamentaria por donde así dispuse el ser sepultada en la referida de Nuestra
Señora del Rosario170.
La capilla de santa Catalina de Bolonia, monja
clarisa que vivió en el siglo XV, se situaba en el
lado del epístola, y no hay que confundirla con
la que estaba dedicada a santa Catalina de Alejandría, la joven mártir, que estaba en la parte
opuesta. Al parecer, la capilla estaba inmediata
a la de la Purísima Concepción, como revela el
testamento de Francisca M.ª de Poveda Tudela171. Poco después era Isabel M.ª Poveda la que
=M…>
=?J
plata a un religioso de dicho convento de puerta
Nogalte como recaudador de limosnas que se
dan a la gloriosa santa Catalina de Bolonia172.
Sobre otros aspectos relacionados con la distribución y uso de los espacios de la iglesia y
convento resulta muy interesante la escritura de
donación de una capilla al presbítero Cristóbal
K

=?}‚
cen datos que nos ayudan a conocer mejor la
organización que tenía el recinto conventual en
esos años. En la patente se dice: Por cuanto es
$
devoción que le tiene el señor licenciado Don
Cristóbal de Quesada, presbítero y vecino de
dicha ciudad de Lorca, haciéndole favores y
limosnas, remediando muchas necesidades de
dicho convento, en cuya consecuencia ofrece
dar al presente doscientos y veinte reales de limosna, por lo cual, toda esta Santa Provincia,
!
0
mostrarse agradecida a ellos para corresponder
como es justo a tantas obras y crecidas limosnas, para que el dicho licenciado D. Cristóbal
de Quesada se conserve y crezca en esa devo
%
”
0!!“
!
0
[...] se inclinó a pedir se
le dé el sitio y arco que está junto a la puerta
de la sacristía por donde se sale a decir misa,
para hacer un altar, capilla y bóveda, para ser
patrón de ella y tenerla por suya y de sus herederos y sucesores perpetuamente, y enterrar
en ella sus cuerpos de los unos o de los otros o
de otras cualesquiera personas que ellos quisieren o por bien tuvieren, y para trasladar a ella
cualesquier huesos de difuntos traídos de otras
partes, y que en la dicha capilla puedan poner
retablo, insignias, armas que quisieren y fuere su voluntad, obligándose a tenerlas siempre
bien aderezada y reparada y adornada de frontales a su costa, y obligándose a dejar en ella
una dotación, que sea en utilidad de sobredicho
convento. @ !
!
™ que
172
+#1*‹*M†…=M…>*>?*
173
+#1*‹*Jƒ>=M†==…†*
=M>
+#1*‹*?JM=M‚‚*>}=*
=??
dicho arco está a espaldas de la capilla de la
familia de los Muros Leoneses de esta ciudad,
cuyo arco sirvió para puerta a la dicha iglesia.
En el primer tratado detalla que dicho arco sirve
hoy de puerta para desde el claustro de la puerta de la sacristía salir a la iglesia de este dicho
convento. La donación se postergó, no sabemos
porqué, hasta 1701, que es cuando se hace la
escritura y se exponen los antecedentes, inclu/ =?Mƒ
como síndico del convento en favor de Andrés
Fernández de Cáceres173. Muchos años después,
en su testamento de 1722, declara su voluntad de
ser enterrado en una de las sepulturas que tengo
en el claustro del convento de nuestro padre San
Francisco de la puerta Nogalte de esta ciudad
que están en el atrio de la pared maestra que
está arrimada a la puerta por donde se va a la
sacristía y a espaldas de la capilla del glorioso
san Ildefonso en que ahora está colocada también la gloriosa santa Catalina de Bolonia, por
ser mío propio dicho atrio, y juntamente dichas
sepulturas mirando hacia la puerta por donde
se entra al refectorio de dicho convento, que
son hasta número de seis. @\™ mando
que un cuadro que tengo grande del convite del
fariseo se dé a dicho convento de mi padre San
Francisco donde me dejo enterrar para que se
ponga por adorno en el refectorio de él, echándole a costa de mi caudal un marco decente=M>.
La mayor parte de los retablos que hoy adornan
las naves laterales deben de corresponder al pe =M‚†>†*+ cuando las actas del concejo dan noticia de la
realización de algunos de ellos al ser el Ayuntamiento quien concedía permiso para el corte de
madera de los montes de propios. En mayo de
1730 el concejo acordó, en respuesta a la proposición del corregidor, conceder licencia para
cortar seis cargos de madera por mitad en la
parte de la Culebrina al cerro de la Albarda,
en la forma ordinaria, para un retablo de los
Gloriosos San Jacome de la Marca y San Fran-
Lámina 58. Capilla 6 (evangelio)
cisco Solano y Santa Margarita de Cortona en
el convento de nuestro Padre San Francisco de
la Puerta de Nogalte175. Sin duda, el hecho esta
de estos beatos franciscanos, pues Jacome de la
Marca y Francisco Solano fueron canonizados
=M‚? / \
!
] Cortona=M?. Algunos años después estas devociones ya estaban presentes en el pensamiento
como fue el caso de Juan Pedro Cueto Ponce de
León, que funda un patronato de merelegos so
a mandar decir dos misas rezadas en la capilla
de los santos nuevos sita en el convento de N.
175
P. San Francisco de la Puerta Nogalte en los
días de San Francisco Solano y San Jacome
de la Marca177. La ubicación de su capilla en
la iglesia nos la aclara el testamento de Juana
Ruiz Morata, cuando se dice en él que se le dio
sepultura delante de la capilla donde se hallan
colocados San Jacome de la Marca, San Francisco Solano y Santa Margarita de Cortona,
arrimado a la misma grada, cuya capilla es la
que está a partes de debajo de la del Patriarca
Señor San José178.
El retablo de la nave más próxima al crucero
en el lado del evangelio (Lám. 58), que corresponde a la sexta capilla a contar desde la
AML. Capitular, sesión de 23-5-1730.
=M?
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{
=M‚M&
)™§)
de Vicente Simón y de María Solano Idalgo el año 1727». ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi…, op. cit., p. 119.
177
+#1*‹*Mƒ}=M>}*‚…}*
178
AHL. Prot. 715, 1739, fol. 137.
=?M
Lámina 59. Santa Catalina de Alejandría.
entrada, es de un sólo cuerpo, con hornacina
central entre machones, muy similar en cuanto
a su esquema y decoración a los situados en
…­ J­ / ?­ (
den datarse a mediados de la década de los
20 del Setecientos179; concretamente, guarda
mayor relación con el situado enfrente, que,
como veremos, fue construido a instancia de
la comunidad religiosa. Como otros retablos,
ha variado su original iconografía, incluso de
ubicación, pero por la pintura que lleva en la
parte superior creemos puede corresponder al
de santa Catalina. En su centro acoge hoy día
en la hornacina una escultura de la Dolorosa.
En el ático, como hemos dicho, una pintura de
regular factura de santa Catalina de Alejandría,
representada como una joven muchacha vestida
/ ™
corona en la cabeza, espada en la mano derecha y palma en la otra (Lám. 59). Era esta
capilla de los Ruiz Mateos, y en un paramento
lateral estuvo colocado hasta no hace muchos
años el escudo de esta familia, hoy en manos
particulares.
La quinta capilla del evangelio, que hoy sirve
para alojar el grupo escultórico la Coronación
179
‹'_+'1+%%**El retablo barroco..., ***‚??*
180
+#1‹*=†‚>=MMJ*==>*
=?ƒ
de Espinas, era en el siglo XVIII propiedad de
D. Juan de Mata Aguilar, descendiente de Cristóbal de Aguilar, y se situaba entre la de Francisco Ruiz Mateos, más cercana al crucero, y
la de Francisco Pérez Monte, al otro lado. La
capilla tenía por título El Misterio de la Prodigiosa Encarnación del Verbo Divino en las
Purísimas Entrañas de María Santísima concebida en gracia preservativa, y en 1775 se
colocó aquí la imagen del Señor de la Agonía
al objeto de que recibiera mayor culto y vene)”*1)
se hizo a instancias de Martín Bartolomé Manzanera, capellán y maestro de ceremonias de la
colegiata de San Patricio, y del también presbítero Francisco Antonio Alemán. La soberana
imagen de Jesucristo en su mortal agonía era
%
hemos señalado anteriormente, había sido costeada por Francisco Antonio Alemán y Fort.
En la escritura, ambos agradecían al patrono el
permiso que les concedía de colocar la imagen
y particularmente por la presente operación de
haber levantado el retablo antiguo que se hallaba puesto en el altar de la dicha capilla y
el ponerse otro nuevo con particular adorno a
costa de los dichos dos otorgantes, el cual ha
de quedar indubitadamente y para siempre por
alhaja y adorno propio de la dicha capilla. El
contrato aludía al derecho dominio y posesión
de este lugar, y estipulaba que para la perpetua
memoria del explicado derecho de propiedad,
!
'
0
honoroso escudo de las armas de que ha gozado y gozaron el dicho D. Juan de Mata Aguilar180. '
! sus patrones como derecho y distintivo de posesión de la capilla, aunque no corresponda con el
lugar indicado, posiblemente sea el que hay en
el muro de cerramiento detrás del retablo que,
además, pasa casi inadvertido al estar pintado
del mismo color de la pared. En esta capilla fue
entronizada la imagen del Cristo de la Buena
Muerte, antes de su emplazamiento actual en el
lugar en que estuvo el Sagrario para la reserva
del sagrado sacramento en el retablo de la Vera
Cruz y Sangre de Cristo, en un retablo nuevo

\
>†
su culto particular, que bastantes años después
fue donado a una iglesia del campo lorquino.
Curiosamente, y como relata Domingo Munuera, fue entonces cuando apareció oculta tras el
retablo una lápida conmemorativa en la que se
agradecía a la Inmaculada que, por su intercesión, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia
de Battenberg hubieran salido ilesos del atentado sufrido el día de su boda, el 31 de marzo de
=}†?
(™
GRACIAS
A LA INMACULADA
MADRE DE DIOS.
----------POR SEGUNDA VEZ MILAGROSAMENTE
HA SALVADO A SS. MM.
'1{'@+1&0@+^'‹+
VICTORIA DE BATTENBERG
'1…=[']+@['=}†?
----------GLORIA A LA VIRGEN MARÍA181
Lámina 60. Capilla 4 (evangelio)
La cuarta capilla del evangelio acoge un retablo en madera tallada y dorada, compuesto de
banco, cuerpo y ático sobre el entablamento, en
donde se halla situado el anagrama de María
š
‡1!* ?†ˆ* [
lumnas helicoidales con fustes decorados con
hojas y capiteles de orden compuesto enmarcan
la hornacina central, y por el entablamento y en
el centro del banco aparecen querubines sobre
hojas de acantos. Aquí se sitúa hoy una imagen
de Nuestra Señora de las Victorias.
Un retablo bien distinto, que no responde a la
tipología del retablo local pues se aleja de los
que se hicieron por entonces para los templos
lorquinos, es el de san José, en la tercera capilla
‡1!*?=ˆ*
181
Lámina 61. Capilla 3 (evangelio).
MUNUERA RICO, D. Dossier del descubrimiento de una lápida conmemorativa en San Francisco. 2012.
=?}
Lámina 62. San Joaquín.
Lámina 63. Santa Ana.
Lámina 64. Relieve de la Inmaculada con san Francisco y san Antonio.
170
retablo barroco, de un solo cuerpo, tres calles
y ático que se cierra en medio punto, que se
puede adscribir en los años centrales de la del
XVIII. De la Peña nos dice que estilísticamente
se puede relacionar con Nicolás de Rueda y
José Ganga, artistas que estaban trabajando en
1 =M…} / =M>}182. Dos columnas de
orden compuesto y fustes acanalados, con el
primer tercio ornamentado y el resto recorrido
con cintas en espiral, se alzan sobre pedestales
y enmarcan el cuerpo principal. La hornacina
central, hoy con un lienzo de la Virgen de la
!  forma de estípites que apoyan sobre ménsulas,
mientras que en la parte superior se disponen,
a modo de capitel, destacadas volutas. Columnas y pilastras sostienen un entablamento curvo
que se alza en la parte central, donde se inserta
una gran cartela también dorada. En las calles
vemos unas peanas y fondos con estofados dorados que sirven para cobijar las preciosas tallas
K( / + ‡1!
* ?‚ / ?…ˆ*
Ambas imágenes se pueden asignar al taller de
Francisco Salzillo, y guardan gran semejanza en
disposición y lenguaje formal con las existentes
en el retablo del Sacramento en la iglesia de san
Esteban de Murcia. Destacan por su cuidada
factura técnica y brillante policromía, aunque,
como en el caso de aquellas, están alejadas de la
exquisitez de las obras de Salzillo183. De peque\\
>†
) manos abiertas y, en el caso de santa Ana, sobresaliendo ambas del cuerpo. San Joaquín viste túnica en tonos verdes y manto en color carmesí, mientras que la madre de la Virgen exhibe
una policromía más uniforme en tonos dorados
/

*
El ático curvo presenta también decoración de
estípites, con molduras doradas de líneas recor
 repisa hoy vacía, y, en el centro, un recuadro
de líneas curvas en su parte inferior que acoge
una gran tarja con el monograma de Cristo. En
182
183
su ápice vemos una cabeza de querubín con
una corona de hojas y en los segmentos laterales mismos motivos ornamentales a base de
grandes tarjetones. El banco inserta en el mismo
eje de las calles laterales pequeñas cartelas que
van pintadas con escenas de paisaje, un árbol y
una barca, a la derecha, y en la otra un navío
y un personaje en un torre que apunta con una
escopeta. Delante hay una mesa de altar cuyo
frente está decorado con un bello bajorrelieve
que representa a la Virgen Inmaculada y, a los
!
/ &
+
(
y san Antonio de Padua con el Niño, todo con

‡1!*
?>ˆ* ' ) de la Virgen de la Soledad que lleva entre sus
manos entrelazadas los tres clavos con los que
K
”
*
La segunda capilla del evangelio, que estuvo
dedicada a santa Margarita de Cortona, acoge
ahora el trono de la Virgen de los Dolores. Asimismo, la capilla de enfrente sirve actualmente
para albergar el trono de Cristo yacente.
En la primera capilla de la epístola podemos
ver hoy un retablo de planta convexa y cuerpo único compartimentado, organizado con
hornacina central y, en los paneles laterales a
modo de calles, dos más pequeñas enmarcadas
‡1!* ?Jˆ* ' mento de línea arqueada alberga en su centro
una cartela. El ático presenta frontón partido,
con el fragmento central más elevado y de forma curva que va coronado con una rocalla,
mientras los extremos rematan en segmentos
planos. En este cuerpo se inscribe el emblema
mariano con una corona sobre una aureola de
nubes. Por semejanzas tipológicas con retablos
realizados para otras iglesias de la región, y
por la sencilla decoración con motivos de claro estilo rococó, puede datarse hacia los años
?†
*'
‹'_+'1+%%**El Retablo Barroco...***…?}*
VV.AA. El legado de la escultura. Murcia, 1243-1811*=}}?*==J*
171
Lámina 65. Capilla 1 (epístola).
las hornacinas con decorativas repisas, se ha
+
de Padua con el Niño, que estuvo hasta hace
pocos años en su retablo hasta que fue reemplazada por otra nueva talla.
En la parte de la epístola estuvo situada la capilla dedicada a san Benito de Palermo, de la que
poco conocemos. Existía ya al menos desde el
siglo XVIII, pues Ana García, mujer de Pedro
%
+
=M?ƒ
la voluntad de ser enterrada allí=ƒ>. En ella se hallaba el panteón de la Orden Tercera, hasta que
en 1788 dispusieron de su nueva capilla, como
se colige del testamento de Bartolomé Martínez
Salazar, que en 1787 declara que su cuerpo sea
cubierto con el hábito y cuerda que visten los
religiosos de Nuestro Padre San Francisco y
puesto en ataúd de madera forrado del mismo
sayal se le dé sepultura, no de tierra, y sí en el
panteón de las Ánimas de la Venerable Orden
Tercera del mismo santo patriarca, que se halla
en la capilla de San Benito de Palermo, de la
que soy hermano185. Todavía en el siglo XX se=ƒ>
185
+#1*‹*}>†=M?ƒ*=}=*
+#1*‹*==J?=MƒM*J=?*
172
Lámina 66. Capilla 3 (epístola).
guía habiendo en ese mismo emplazamiento un
altar dedicado a este monje siciliano.
En esta tercera capilla de la epístola se erige hoy
un retablo barroco que alberga en su hornacina
central una imagen moderna de la Virgen del
Carmen, anteriormente dedicado a santa Rosa
‡1!* ??ˆ* %
=M…‚
Agustina Ruiz Morote declaraba en su codicilo
que era su voluntad que un cuadro que tengo
de Nuestra Señora del Carmen se lleve luego
que yo fallezca al convento de Nuestro Padre
San Francisco y se ponga en uno de los pilares
de la capilla de la gloriosa Santa Rosa, sita en
encomienden en dicha soberana imagen=ƒ?. Por
la inscripción que lleva en la cartela central del
banco conocemos la fecha y quién lo sufragó.
Aquí estuvo colocada la escultura de la Virgen
de la Concepción que procedía del Hospital de
la Concepción y San Antonio que se trasladó
al convento en la desamortización. Escobar, en
un artículo en prensa, dice sobre el particular:
§'
! © %)ª
entrando a la derecha, en la capilla que sigue
a la de san Benito Palermo y a los altares de
san Francisco de Asís y el Señor de la Columna. Era esa capilla de santa Rosa de Lima (que
con santa Margarita de Cortona se hallan a los
lados, sobre dos repisas), como lo atestigua este
letrero que presenta su retablo, debajo de la hornacina: “Este Retabº. hizo y doró por devoz.n
el esclavo de Sta. Rosa Fr. Juan Escrivano, año
=M‚?ˆ–¨187. La asignación del retablo a santa
Rosa de Lima, santa dominica, debe entenderse
como un pequeño lapsus, pues es la santa de
Viterbo la que está relacionada con la orden
franciscana, presente también en sendos lienzos
que se hallaban en el santuario de la Virgen de
las Huertas y en las monjas Clarisas, mientras
que de santa Rosa de Lima sólo cita el propio
Escobar una pintura existente en la sacristía de
San Patricio que atribuye al pintor Matheos Ferrer188. En cuanto a la pintura que se ubica en
! santo obispo, corresponde a san Luis, obispo de
Tolosa, representado de medio cuerpo, vestido
con hábito franciscano y capa pluvial, mitra,
báculo en la mano izquierda y un libro abierto
en la otra, sobre el que posa los ojos en actitud
de leer.
El retablo del cuarto tramo de la epístola, conocido por el de la Sagrada Familia, estuvo en
origen bajo la advocación del Buen Pastor, y es
de los más interesantes que conserva la iglesia
‡1!*?Mˆ*
cista compuesto por banco, cuerpo principal y
=ƒ?
187
188
Lámina 67. Capilla 4 (epístola).
ático. En el lugar más destacado había un gran
lienzo del pintor Antonio José Rebolloso y a los
lados se situaban dos columnas de orden jónico
sobre las que apoya un entablamento de friso
quebrado que se decora con pinturas de carácter
vegetal. Sobre la pintura del artista lorquino,
'
(™§[
{bolloso es el lienzo retablo en San Francisco
de El Buen Pastor, por su composición —Cristo casi desnudo camina por quebrado terreno,
lleva sobre sus hombros un cordero extraviado
\"/™+K*{vollosso f.t. Según inscripción del cuadro, fue
pintado a devoción del procurador general fray
Juan Escribano. Este padre tuvo tal cargo por
los años de 1730; de manera, que este lienzo
es obra de la juventud de nuestro artista»189.
+#1*‹*?}>=M…‚*‚*
'%$+{$+{$'{Š0&*§[
K[
¨*La Verdad>=‚=}‚…*
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi…, op. cit., p. 310.
189
ESPÍN RAEL, J. (
+++
***‚>†*'
!
/
/
&
)
K]/
+
/(
hospital. ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi..., op. cit., p. 119.
173
Lámina 68. La educación de la Virgen.
Lámina 69. Consagración.
Hoy ocupa este lugar una moderna escultura
del Sagrado Corazón de Jesús. La hornacina,
las pilastras cajeadas decoradas con festones y
demás adornos fueron ejecutados tras la guerra
civil al quedar muy dañado el óleo original que
lo presidía. En los extremos, como prolongación de las columnas, dos cartelas con símbolos
de la Pasión —escalera y tenazas—, que son un
añadido del siglo XVIII, y en el entablamento,
decoración pintada con roleos.
Las interesantes pinturas que aún podemos ver
en el banco y ático que representan temas de la
vida de la Virgen y cristológicos son de clara
estirpe valenciana y pueden relacionarse con
artistas seguidores de los Ribalta, lo que parece situar el origen de este retablo en aquella zona levantina. Además, la estructura del
=M>
retablo —banco con cuatro ménsulas que encuadran tres cajas con pinturas al óleo sobre
jónicos, y el ático, con pintura rematada por
frontón triangular— evoca composiciones del
siglo XVII desarrolladas en esa comarca. Esta
)

en esa centuria, quizás traída por un patrono
con vínculos con aquella zona, pero ningún documento a día de hoy ha aportado luz sobre el
particular. Aunque con bastantes reservas, pero
por semejanzas estilísticas, las pinturas se podrían atribuir a Vicente Castelló, colaborador y
/ &
{* ' en La Visitación, tratamiento de paños, manos,
composición, nos recuerda bastante al lienzo de
La Visitación de la iglesia parroquial de Andilla, que puede asignarse a Castelló o también
a Castañeda, otro discípulo de Ribalta190. En la
parte izquierda del banco encontramos La Educación de la Virgen, asunto muy popular tras la
% ‡1!* ?ƒˆ* 1 a santa Ana que enseña a leer a la Virgen, ambas en primer plano, y en segundo término a
san Joaquín, que apoya la cabeza en su mano,
todos representados de medio cuerpo. La Virgen está de frente, sentada en una silla, con un
libro abierto que sujeta en una mano mientras
con la otra coge la de su hija para guiarle en
su aprendizaje. La Virgen niña aparece de per
*
La iluminación destaca los rostros femeninos y
* 1 central del banco incluye una pintura con una
inscripción con las palabras de la consagración
a modo de sacra que sostienen dos angelotes
‡1!* ?}ˆ™ §# %
meum. Hic est enim Calix sánguinis mei, novi
² ™ /
™ vobis & pro multis effun. detur in remissionem
pecatorum (Porque este es mi cuerpo. Pues este
es el cáliz de mi sangre del nuevo y eterno
testamento, misterio de fe, que será derramada
por vosotros y por muchos en remisión de los
pecados)». En el lado derecho está representada
la Visita de la Virgen María a su prima Isabel,
luego de la Anunciación (Lám. 70), pasaje que
' 1
‡=™ …?
J?ˆ* 1  K
/`(
otro. Corona el retablo La Sagrada Familia, con
los personajes de san José, la Virgen y el Niño
representados en actitud de caminar (Lám. 71).
El Niño, portado en brazos de su padre, mira a
la Virgen y sostiene una manzana que su madre
con la mano extendida parece dispuesta a co*](
túnica de color carmesí y manto azul verdoso
cubriéndole la cabeza. San José luce su clásico
manto amarillo y túnica azul, y gira levemente
la cabeza hacia abajo. En el tímpano del frontón se inscribe el Espíritu Santo en forma de
paloma.
190
Lámina 70. La Visitación.
Lámina 71. La Sagrada Familia.
La quinta capilla del lado de la epístola (Lám.
72) la preside hoy una imagen de san Rafael,
pero en el pasado estaba dedicada a san Buenaventura. Presenta el mismo esquema y motivos
ornamentales que otros retablos analizados —
cabeza de niño sobre tarja, machones, pintura
en el ático, aletones—, aunque aquí la cornisa
se eleva sobre la hornacina. El retablo es de
línea quebrada y tiene pilastras que enmarcan
la hornacina avenerada que se remata con un
querubín sobre una hoja de acanto. Por la parte
inferior se distribuye una decoración vegetal,
similar a la que adorna el cuadro que corona
la estructura y a la de los aletones que llegan
hasta la cornisa. La cartela que remata el retablo acoge una pintura de san Antonio con el
ESPRESATI, C. G. Ribalta, =}>ƒ*=?†*'
)/)]]\$!)!*
175
Lámina 74. Capilla 6 (epístola).
Lámina 72. Capilla 5 (epístola).
Lámina 73. San Antonio con el Niño.
Niño (Lám. 73). El santo está representado muy
joven, con una bella expresión y penetrante mirada hacia espectador, mientras que el Niño, que
viste un tul transparente, apoya su mano sobre
la bola del mundo y dirige los ojos al frente. A
*
=M?
El último de los retablos situados en la nave de
(
‡1!* M>ˆ mente barroca y guarda grandes concomitancias
formales con el que se encuentra enfrente, en
el lado del evangelio, y deben de corresponder a una misma mano y cronología. Gracias a
la inscripción aún perceptible sabemos que fue
construido por los propios franciscanos, pues
™§'
se hizo y se doró costeado por este convento».
La gran hornacina semiesférica se remata con
venera pintada en blanco y verde, color este
último que también vemos enmarcando otros
elementos del retablo. A los lados, pulseras de
roleos unidos que llegan hasta el entablamento. Estos mismos motivos vegetales adornan el
cuadro al óleo situado en el ático que personi
$"/
aparece escrito en la parte superior izquierda—,
representado con la pluma en la mano y la custodia con el monograma IHS en referencia al
culto al Santo Nombre de Jesús que extendió y
popularizó (Lám. 75). En el suelo hay un libro
y a los pies del santo tres mitras que simbolizan
§
0
en la capilla de Señor de la Buena Muerte»191.
V. EL SIGLO XIX. UNA CENTURIA CONVULSA
Lámina 75. San Bernardino de Siena.
el rechazo de las tres veces que le ofrecieron
ser obispo. La hornacina cobija la escultura de
la Magdalena que hizo Vicente Benedito para el
Paso Azul en la década de los 50 del siglo pasado, y anteriormente alojó la imagen de la Virgen
de la Concepción. Más cerca en el tiempo, y
de manera provisional, se instaló una pintura
de Cristo de la Paciencia o de la Humildad,
!
K
”
/
mirando al frente, con su brazo derecho apoyado en la columna y la mano en la mejilla, a la
*
Los documentos mencionan otras capillas que
bien pueden ser nuevas denominaciones de capillas existentes que varían su nombre en razón
a las particulares devociones de sus propietarios, o que no persisten en el tiempo, de las que
es difícil saber de ellas por carecer de un tracto
documental continuado. También pueden ser
§
¨ *
' =MM> ] K $divieso, declara en su testamento que se le dé
191
El siglo XIX fue una época ciertamente difícil en la historia de España, que se inicia con
la guerra de la Independencia, continúa con el
sexenio absolutista, trienio constitucional, década realista, etc., con grandes convulsiones en
la vida política, social y también religiosa. La
segunda mitad del XVIII ya había sido de decadencia para las asociaciones e instituciones
religiosas a raíz de la política reformista aplicada en ese periodo, crisis que se agudizó en la
+ {men y la implantación del Régimen Liberal que
culminó con la exclaustración de las órdenes
religiosas tras los procesos desamortizadores,
con la de Mendizábal en 1835 como la de más
profundas consecuencias. En Lorca, además,
el siglo comienza con las tragedias provocadas
por la rotura del pantano de Puentes en 1802 y
=ƒ===ƒ=‚ importantes pérdidas de vidas humanas y materiales, a lo que hay que sumar los efectos de
la Guerra de la Independencia. En lo religioso,
la presencia francesa alteró la vida de algunos
conventos y ocasionó la pérdida de piezas de
orfebrería y muy diversos objetos litúrgicos192.
El convento de San Francisco no fue inmune a
las transformaciones de los nuevos tiempos y
a los rápidos cambios políticos que se suceden
en los primeros decenios del siglo XIX. Tras la
supresión de los conventos en el trienio liberal en 1823, los franciscanos observantes sólo
mantuvieron el de Murcia y Lorca, este último
a instancias del ayuntamiento lorquino, proceso
) ) +#1*‹*=†=J=MM>*‚=?*
192
Las iglesias de San Francisco, San Mateo y los conventos de la Merced y del Carmen, quedaron convertidos en depósitos de munición y
*]^1+‰¬]'`+*K*§+š)‰1/
¨Anales de Historia Contemporánea*==}ƒ‚?…*
177
la exclaustración y el cierre de conventos en
=ƒ…J/=ƒ…?193. En Lorca, como consecuencia,
los conventos pertenecientes a las órdenes regulares masculinas de la ciudad —mercedarios,
dominicos, franciscanos de las Huertas y de
Nogalte, descalzos de San Diego, carmelitas y
hospitalarios de San Juan de Dios— quedaron
suprimidos, los religiosos fueron exclaustrados,
/
ron a diferentes usos y servicios. Hubo expolios
y se perdieron o dispersaron numerosas obras
de arte y objetos litúrgicos, como retablos, pinturas, esculturas, orfebrería, textiles, etc. Las
cofradías y hermandades que tenían su sede en
estos establecimientos religiosos desaparecieron, y también la mayor parte de los fondos
documentales que había en ellos. En 1838 el
convento de San Francisco quedó convertido en
/
/
pendiente de la parroquia de San Mateo, siguió
abierta al culto como capilla aneja del hospital.
No obstante, surgieron algunas diferencias en K ] $ hizo cargo del hospital, y el cura de San Mateo,
reacio a esta tutela, por lo tuvo que intervenir el
obispado que lo conminó a que hiciera entrega
§
/!
pertenezcan a la iglesia del suprimido convento
de San Francisco ahora destinado para capilla
de este establecimiento, y concediendo al mismo tiempo facultades para solemnizar en ella
toda las festividades que su piedad tuviese a
bien»=}>. El templo acogió diversas obras procedentes del desamortizado hospital de San Juan
de Dios y otras del propio convento, y algunas
capillas vieron alterado su contenido e incluso
las advocaciones a las que estaban dedicadas.
193
=}>
Antes de todo esto era evidente el estado de
debilidad en que se encontraba el estamento
eclesiástico. Aun así, pese a la precariedad por
la que atravesaban las cofradías, en los primeros años seguía saliendo de la iglesia de San
Francisco la procesión del Viernes de Dolores,
presidida desde el acuerdo de 1800 por la hermandad de María Santísima de los Dolores,
con el título de Labradores, y también hacía lo
propio la del Jueves Santo, con el grupo de La
Cena que sacaban los morados, regida por la archicofradía de la Sangre; en 1831, como recoge
Musso Valiente, ya había dejado de salir de San
Francisco la del Viernes de Dolores195. Aunque
los religiosos y particulares continuaban enterrándose en la iglesia, poco tiempo después se
impidieron estas prácticas resultado de las nuevas normas de salubridad pública que obligaron
a la construcción de cementerios en el exterior
de las poblaciones. De este modo se varió esta
costumbre que tan buenos rendimientos económicos reportaba a las instituciones eclesiásticas,, que también iba a afectar al decoro interior
de los templos=}?.
Por eso fue un hecho mucho más destacado por
la época en que tiene lugar la donación de una
capilla de la iglesia hecha en favor de Pedro
Mouliaá de Chardier, un comerciante de origen
=Ġ>
entrega de la capilla de santa Margarita, situada
en el lado del evangelio197. La patente dada por
el ministro Provincial Fray Francisco Gallego
y Torres la concreta en los siguientes términos:
Por cuanto nos consta que D. Pedro de Mouliaá,
vecino de dicha ciudad, profesa un particular
RIQUELME OLIVA, P. Iglesia y liberalismo. Los Franciscanos en el Reino de Murcia (1768-1840). 1993, p. XVIII.
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$*K=?=ƒ…}*
195
]10+]+{|’0'`K*1*‰^{+‰+{%’+K*§1‡=ƒ‚}=ƒ…>ˆK
]
¨*Clavis, nº 2, 2001, pp.
82-83.
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Un personaje perteneciente a un linaje estrechamente ligado desde siglos atrás con la historia del convento, como Andrés Chico Fernández
%!
0
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normas en contrario sobre el particular. +#1‹*=……†=ƒ†>*=}‚*
197
Nacido en la villa de Hourcade, provincia de Bearne, este mayorista francés con importante casa de comercio en la que tenía como socio
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Alemán y Fort.
178
afecto a los religiosos de N. P. S. Francisco y
muy especialmente al convento de Padres Observantes de la referida ciudad, y que para avivar
%
haga donación de la capilla de Santa Margarita,
segunda de la entrada del lado del evangelio de
dicha iglesia, sita en la iglesia de dicho convento,
la cual quiere reparar y adornar decentemente y
ser patrono de ella, tenerla por suya él, sus sucesores y herederos perpetuamente, bajo las condiciones de no poderla jamás vender ni enajenar
a persona alguna, que la Comunidad pueda en
todos tiempos usar de dicha capilla para cele0
%
!
iglesia, sin que dicho D. Pedro en tiempo alguno
pueda estorbarlo, ni oponerse a ello; que pueda
enterrarse en ella el dicho y sus descendientes
y demás personas que fuesen de su agrado y
voluntad, y poner el escudo de sus armas; que
tendrá siempre dicha capilla aseada y decente
como se requiere, para que en su altar se pueda
0
de limosna, para el socorro de las necesidades
de los religiosos, dará dos mil reales de vellón al
tiempo de hacer la donación y escritura.
La consiguiente escritura de donación incluye
además que sea de su obligación y de sus herederos y sucesores en todos tiempos de repararla
de cuantas obras necesita, ya sean de albañilería, carpintería u otras por el transcurso del
tiempo que ocasiona las quiebras y ruinas de
‚
'
hierro a dicha capilla para su resguardo ha de
tener una llave el Patrono, y otra la religiosa
comunidad, iguales las dos para abrir y cerrar
cuando sea necesario. '
que el padre guardián pudiera hacer uso de ella
si necesitara depositar algún cadáver hasta tanto
se señalara el sitio de la iglesia donde debía sepultarse, incluso que pudiera hacerlo cualquier
religioso que por su devoción suplique al prelado de este dicho convento se le entierre en ella.
También se determinaba que si celebrase alguna
función de culto en honor de la titular o cual-
198
quier otro acto piadoso, la comunidad pudiera
sacar la imagen de la capilla para ponerla en
andas en el sitio de la iglesia que se estime por
conveniente, sin que sea necesario para todo
lo referido pedir licencia, permiso, ni consentimiento al patrono que es o fuere. Finalmente
se indica que si Pedro Mouliaá o cualquiera de
sus sucesores quisieran poner retablos, escudos
o imágenes, lo pudieran hacer, pero siempre habría de conservar la capilla el título de santa
Margarita, ocupando la imagen de la santa el
sitio y lugar principal con preferencia a otros
santos que se quieran colocar198*@!
tivo resulta esta donación si advertimos que tan
sólo un año antes, esto es, en 1803, en un testamento, Pedro Mouliaá y su mujer Francisca M.ª
@
+!(!
de San Francisco que les permitiera ser enterrados en la capilla del patriarca san José, eso sí,
siempre y cuando no estuviese corriente cuando
acaeciese nuestro fallecimiento el camposanto
mandado establecer por Real Pragmática199.
Por un codicilo de 1809 sabemos que sólo dos
meses después de ese testamento había fallecido
&
]*­@
/ción, revoca la cláusula en la que pedía permiso
para ser sepultado en la capilla de san José y
manda que su entierro se realice en la capilla
de santa Margarita de Cortona, a la que tiene
derecho por ser suya propia en virtud de justo
y legítimo título de pertenencia200.
D. Pedro Mouliaá casó en segundas nupcias con
]*­[
@
+!&cisca, quien había heredado importantes bienes
de su tío el presbítero Francisco Alemán, del
que ya hemos hablado. Al igual que su madre,
también M.ª Dolores fue Camarera de la Virgen
de los Dolores, e igualmente lo sería su hija
María Francisca, como indica en su testamento:
Declaro que las ropas y demás efectos de María
Santísima de los Dolores, sita en el convento
de San Francisco, de que soy Camarera, como
+#1*‹*=……†=ƒ†>*=MJ/
*+K
1)‰
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199
+#1*‹*=…‚?=ƒ†…*>ƒ*K
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1/
¨Clavis nº 2, 2001, p. 173.
200
+#1*‹*=…}?=ƒ†}*‚>}*
179
lo han sido mis antecesores, a cuya devoción
y expensas se han hecho, se hallan en un baúl
destinada para este objeto, por lo que pido a
la D.ª María Francisca, mi hija, siga el mismo
encargo de Camarera201.
No sabemos cómo pudo afectarle al convento
franciscano la política religiosa desarrollada en
el trienio liberal en cuanto a sus bienes artísticos.
En 1821 nos constan que se hicieron inventarios
del contenido de retablos, imágenes y objetos
litúrgicos de los conventos de Santo Domingo,
Virgen de las Huertas, La Merced y El Carmen,
pero no hemos localizado ninguno referente a
San Francisco202. Algunas iglesias parroquiales
padecieron la pérdida de objetos de valor en ese
tiempo, como revela el poder dado por los curas
de San Mateo, San Juan, San Pedro, San Patricio y Santiago para que se hicieran las gestiones
necesarias para que se trajeran las alhajas, oro,
diamantes, ropas y demás bienes que en 1823,
rigiendo el gobierno revolucionario, sacaron y
sustrajeron a la fuerza de las citadas iglesias, y
se llevaron a la ciudad de Cartagena203.
Tras la desamortización, como se ha dicho, la
iglesia de San Francisco sirvió como capilla
=ƒ…ƒ
ocupó las dependencias del suprimido convento.
^

K$cencia para que la iglesia de San Francisco no se
suprimiera y fuera destinada a capilla del hospital
se fundamentaba en que su conservación podría
traer además de la utilidad general para el pasto
del establecimiento, proporcionándose de ese
modo los auxilios de la religión tan necesarios
a la humanidad doliente o desamparada, y la
educación moral de los individuos que habitaran
en la dicha casa, negocio no menos importante
que el proporcionarles un alivio en su desgracia;
a que se agrega que la devoción que el pueblo
conserva a este santuario redundaría infalible
0
0
y de los seres desgraciados que se acogen bajo
su amparo, tan acreedores por todos a la compasión pública‚†>. En 1837, los hermanos de la
Archicofradía de la Sangre de Cristo, D. Andrés
Antonio Méndez, D. Juan Mercader, D. Antonio
José Rojo, D. Salvador García Arcas, D. Pedro
de Moya, presbítero, y D. Roque Cerezo, habían
dado poder al presbítero D. Trinidad Méndez
para que éste practicara cuantos autos y diligencias judiciales convinieran para que la capilla,
con sus imágenes y objetos litúrgicos, quedaran
como propiedad de la Archicofradía, pues como
se decía, a la citada Archicofradía corresponde
la capilla colateral del lado del Evangelio de la
expresada iglesia de San Francisco con sus dos
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!rro, como costeado todo a sus expensas, según
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documento señalaba además que habiendo entendido los otorgantes se ha mandado la venta
de los retablos de dicha iglesia de San Francisco como pertenecientes a uno de los conventos
suprimidos, y que por orden del gobierno de S.
M. debe celebrarse la subasta en la ciudad de
…
se excluyan los correspondientes a la referida
Archicofradía como de dominio particular de
esta, han determinado autorizar persona que a
su nombre haga la reclamación conveniente en
este caso […] y que se les permita continuar
su permanencia en esta iglesia mientras no se
dispusiese de ella por el Gobierno, y hasta tanto
no encuentran local en una iglesia parroquial
$205. Aunque el Ayuntamiento, y en su caso la Junta de
$(
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del convento para servir de hospital, sino tam-
201
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1/
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‡+#1*‹*=J=}=ƒ‚>*=Jˆ*
202
AML. (Fondo Donación Francisca Mellado). Borrador de los inventarios de las ropas y alhajas de los conventos de Santo Domingo, la
Merced, el Carmen y las Huertas de esta ciudad, 1821.
203
AHL. Prot. 1509, 1825, fol. 329.
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+]1*]!
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!
***
205
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180
bién la iglesia con sus retablos, estos se remataron en subasta pública como bienes nacionales
en favor de Manuel María Rodríguez en 1838.
Todavía en 5 julio de ese año el presidente de
K $ š( en el día
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0
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suprimidos de esta Provincia, en que se le ordenaba diera las disposiciones convenientes para
que se procediera al derribo de los retablos del
de San Francisco para que se incautase de ellos
D. Manuel María Rodríguez, rematante de los de
esta ciudad. Y como quiera que los de la citada
iglesia de San Francisco como todos los demás
efectos del convento sean de la pertenencia de
esta Junta en virtud de la gracia concedida por
S. M. en R. O. de dos de junio último, creía su
Señoría se estaba en el caso de obedecer y no
cumplir por su parte la Orden de la citada Junta
de Enajenación y que para ello se le contestase
sin pérdida de momento transcribiéndole la expresada R.O. y fundando en ella el derecho incontestable que ha adquirido la Junta a los citados retablos y demás pertenencias de la iglesia,
expresando también lo necesario que era esta a
el establecimiento del Hospital para administrar
el pasto espiritual a los enfermos, patentizándole
que de otro modo quedaría ilusoria la concesión
hecha por S. M. y que por lo mismo se sirviera
resolver que los compradores de los citados retablos se entendiesen con los que pertenecen a las
demás iglesias y no a la de San Francisco‚†?. Por
fortuna, el 31 de agosto de 1838 su propietario
convino con el citado Trinidad Méndez, que era
religioso exclaustrado de la Orden de San Francisco, la venta de los mismos por un precio de
10.500 reales, de los que se le entregaron 5.000
en un primer momento, debiéndosele pagar el
resto, esto es 5.500 reales, el día 25 de este mismo mes de septiembre, otorgándole la oportuna
escritura de venta o cesión de dichos retablos
al Méndez o a la persona o corporación que el
mismo tenga por conveniente, con la condición
de que si dejase de hacerse por el D. Trinidad la
entrega de dichos cinco mil quinientos reales en
'
%
[...],
procediendo a derribar los retablos o hacer de
ellos el uso que tenga a bien; y que en el ínterin
no se ejecute el pago total, no podrá el citado
presbítero ceder los retablos a ninguna corporación ni persona, bajo pena de nulidad, y que
sobre el referido pacto no ha de promoverse instancia alguna por ninguna causa ni razón pues
sólo se reduce a que con la total entrega de los
diez mil quinientos reales entrará el Méndez en
el pleno derecho de los prenotados retablos. La
escritura de venta de los retablos se formalizó el
19 de septiembre tras haber abonado Trinidad
Méndez los 5.500 reales que faltaban por pagar
a Blas Eytier, abogado de los tribunales nacionales y alcalde primero constitucional, a quien
Manuel M.ª Rodríguez, vecino de Granada, le
había conferido poder especial para percibir la
citada cantidad207.
La imagen de la Purísima que había en San
&
( ƒ diciembre en procesión, tal y como nos cuenta
en su diario correspondiente al año 1830 José
Musso Valiente: El día 8 se celebra solemne
función en San Francisco con procesión en que
sale una imagencita de la Purísima bajo un
&
!+
Antiguamente la sacaban en la máquina invisible que impropiamente se llama carro triunfal
y cada año se adornaba de diferente modo208.
Como hemos reseñado, tras la desamortización
de 1835, algunas de las piezas religiosas que
había en el hospital de San Juan de Dios fueron
trasladadas a San Mateo y otras a la iglesia de
San Francisco, que, como capilla del hospital,
mantuvo su culto y pasó a depender de aquella
parroquia. Una de las esculturas que llegó a la
iglesia pudo ser la del arcángel san Rafael que
hoy se halla ubicada en la hornacina de la quinta capilla de la epístola, que un inventario del
hospital de San Juan de Dios de 1835 describe
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207
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208
]10+]+{|’0'`K*1*‰^{+‰+{%’+K*§1‡=ƒ‚}=ƒ…>ˆ[***¨***Clavis nº 3, 2001, p. 78.
181
Lámina 76. San Rafael.
como imagen de bulto en cartón que estaba en
el altar del Oratorio209. En efecto, la talla de san
Rafael que hay en San Francisco es una peque\!
yado sobre un cúmulo de nubes y sobre peana
‡1!*M?ˆ*
!
#
Juan de Dios, túnica de color en tonos azulados,
y escapulario negro que sostiene y alza con su
mano izquierda. En la otra mano sujeta el pez,
que junto con los panes que llevaría sobre el
* ' )
destaca el dinamismo de los ropajes con paños
conjunto ligereza y extraordinario barroquismo.
La túnica deja entrever las piernas y los botas
en color carmesí. La cabeza, con ancho cuello,
muestra una cara pequeña y redondeada, sin
209
Lámina 77. Virgen de la Concepción.
particular atractivo, con ojos grandes y cabello
tratado sin mucho detalle. En San Juan de Dios
( ( { pasó a San Mateo, donde estuvo hasta que fue
=}…?210.
Otra escultura que se trasladó a la iglesia fue
la Virgen de la Concepción, titular del hospital
de San Juan de Dios, que representa a la Virgen
sentada con el Niño en su regazo y que había
 K)  =J>‚
(Lám. 77)211*1
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por el cura de la ermita de San Ildefonso sita
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La escultura se reproduce en el Almanaque de San José de Calasanz=}…>(‹*])*'
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182
en Casarejos de Arriba (Béjar) para que se trasladara a ese lugar. Las Actas del Hospital y el
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cuestión con sumo detalle.
D. Manuel José Marín, presbítero, capellán en la
ermita de San Ildefonso, sita en los Casarejos de
arriba, feligresía del Puerto Lumbreras, de este
término, en nombre de los vecinos de las diputaciones de Béjar, Zarzalico y parte de Nogalte, a
vs. con todo respeto hace presente: Que sabedores
los citados vecinos de que esta Corporación puede
disponer de la Imagen de la Purísima Concepción
que antes estaba en la iglesia capilla del hospital
del extinguido convento de San Juan de Dios, por
lo mismo, y como quiera que actualmente en el
0
`
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es la Patrona de esta Casa; los que representa,
encontrándose en el caso de no tener imagen alguna en la referida ermita, solicitan el que se les
conceda por V.S. la traslación a ella de la Purísima Concepción que se menciona anteriormente,
todo con el objeto de darle culto y hacer más
determinen, con cualidad de dar todos los años
por vía de gratitud, y para los pobres enfermos
del hospital, la limosna de una fanega de trigo y
este objeto. 14 de febrero de 1840.
A la solicitud la Junta respondió negativamente,
arguyendo la antigüedad de la imagen al ser la
primera de la fundación de los hospitales en esta
Ciudad, aunque se mostró dispuesta a cederle la
0
\‹ción de tenerla bien conservada y devolverla cuando se le requiriera. A raíz del acuerdo adoptado,
la Junta instó al cura de San Mateo a que hiciera
entrega efectiva de la imagen de la Virgen de la
Concepción que, al parecer, se hallaba aún en el
hospital de San Juan de Dios, para colocarla en la
iglesia de San Francisco y darle el culto debido212.
En cuanto a Nuestra Señora de la Paz, creemos
que debió de trasladarse a la citada ermita, pues
Escobar no la cita en San Francisco, y en aquel pa
(
)=}…?*
Lámina 78. Inmaculada (La Princesa).
Por otro lado, ya hemos hablado anteriormente
de la Venerable Orden Tercera, siempre atenta
al desarrollo del culto y enterramiento de sus
hermanos, que desde las últimas décadas del
siglo XVIII disponía de capilla propia en un
espacio anejo al convento. En esa época se le
dejaron varias pensiones de censo a favor de la
congregación, y en 1822 hacía lo propio José
M.ª Leonés para con su producto sufragar misas
por las ánimas de los difuntos213. La Orden Tercera debió de desaparecer tras la exclaustración
de la comunidad franciscana en 1835, aunque
sus hermanos posiblemente siguieron desarrollando el culto y ejercicios piadosos en otras parroquias. Un diploma de 1881 donde se nombra
%)]{do por el franciscano Juan Sandoval, párroco de
Santiago, parece corroborar este hecho. Escobar
indica que la Inmaculada de la sacristía de San
Francisco, conocida por La Princesa (Lám. 78),
se llevó a Santiago por un cambio entre el cura
212
+]1*&#
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K$
)=J=ƒ>†*
213
+#1*‹*=J†…=ƒ‚‚**…‚?*
183
de esta iglesia, el citado Juan Sandoval, y el
padre fray Blas Abellán, guardián de San Francisco, lo que generó la disputa entre ambos: Pasado algún tiempo, quiso el padre Blas que se le
devolviese la imagen, alegando que había sido
una cesión temporal, y como se negara a ello
el de Santiago, surgió entre ambos religiosos
(pues Sandoval procedía también de los franciscanos) un serio disgusto que motivó la rup
+
!0
Diocesano, que resolvió dejarla en Santiago, en
consideración a que allí habría de recibir más
culto, y a que en San Francisco existía otra, por
$
”
“
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ser de un gran maestro‚=>.
La iglesia de San Francisco siguió cumpliendo
en estos años su función como capilla propia
del hospital y, aunque no debieron de produ
(/
bre cultos y usos de algunas de sus capillas.
' =ƒ?†+ $ Junta del Hospital, solicitaba al obispo que en
los días festivos el capellán de la capilla, que
también lo era también de la cárcel, celebrara
dos misas en San Francisco en vez de la única
que se hacía, pues en atención a la falta de eclesiásticos los que había acudían a las capellanías
del campo o se ocupaban de las parroquias y
ermitas de la población. La petición fue denegada, porque, como se decía, San Francisco no
era parroquia, ni pro-parroquia como las ermitas rurales, y estaba situada en una parroquia
215. En
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(
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Socorro la que acuerda con el cura de San Mateo, Vicente Munuera Mieles, trasladarse a San
Francisco a cambio de cederle a aquella parroquia la capilla que mantenían en la portería de
lo que fue convento de San Juan de Dios, de la
que disfrutaban desde 1759, pues, declaraban,
presentaba mucha incomodidad, era pequeña y
‚=>
ESCOBAR BARBERÁN, F. Escultura de Bussi..., op. cit., pp. 28-29.
215
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no podían celebrar en ella dignamente los actos
de culto. En San Francisco se le señalaba a la
hermandad la segunda capilla del lado del evan/
(
Jesús Nazareno, que era su titular, y un lienzo
del Santísimo Cristo del Socorro. También se le
cedía, dice el documento, la nave y habitación
en la sacristía y lado del evangelio para depositar las cruces y demás útiles de la hermandad
y objetos de culto, siendo del cargo de aquella
el hacer a su costa los trabajos y demás obras
que se necesitaren en dicha habitación a la subida del camarín, para dejar aislada la parte
que ocupe de lo demás de ella; pudiendo por
tanto usar y aprovechar las citadas capilla y
habitaciones para los objetos que se han indicado, y las últimas para celebrar además en
ellas los actos y reuniones propios al instituto
y obligaciones de dicha hermandad, ya en los
días de cuaresma como fuera de ella, y sin que
pueda privarse a la misma practicar en dicho
templo las funciones religiosas que tenga a bien
celebrar‚=?. La capilla se entiende que sería la
segunda del evangelio empezando a contar desde la cabecera, que se encontraba cercana a la
sacristía que se emplazaba en ese mismo lado.
Pese al acuerdo establecido dicho traslado no se
llevaría a efecto, quedando acogida la hermandad posteriormente en la parroquia del Carmen.
Sí hay mucha información sobre el hospital
1859 las Hijas de la Caridad de San Vicente de
Paúl, congregación de origen francés ligada a
obras de caridad que atendía establecimientos
sanitarios, cuidaba de ancianos pobres y niños
huérfanos y daba enseñanza a los más desfavorecidos. Las Hijas de la Caridad promovieron
sus propias devociones a las que tenían especial afecto, como la Virgen de Lourdes y la Milagrosa. La primera tiene particular proyección
en Lorca ya que sor Úrsula Germana Raval,
Hija de la Caridad en San Francisco, había
sido compañera de la vidente de Lourdes, y
a instancia suya se construyó la gruta de San
Francisco en uno de los claustros del convento.
También impulsaron movimientos de devoción
mariana, como la Asociación de las Hijas de
María que daba culto a la Inmaculada Virgen
de la Medalla Milagrosa, advocación a la que
iban a dedicar ejercicios de devoción y popu
”
últimas décadas del siglo XIX.
VI. LA IGLESIA EN EL SIGLO XX. LA
GUERRA CIVIL Y POSGUERRA
Desgraciadamente el siglo XX iba a estar marcado por los tristes sucesos de la guerra civil
!genes, retablos, pinturas, tronos, orfebrería, vestimentas y demás objetos litúrgicos. Entre las
esculturas destruidas se encontraban la Virgen
de los Dolores, Nuestra Señora de los Ángeles,
%(
san Antonio de Padua, la talla de san Luis de
Tolosa del retablo mayor y la práctica totalidad
capillas laterales, como el Cristo de la Agonía,
san José, santa Rosa de Viterbo, santa Margarita, san Benito de Palermo, etc. También sufrió
importantes daños la Inmaculada Concepción
del camarín y diversos retablos fueron parcialmente desbaratados.
En los primeros años hay pocos datos referidos a la iglesia. La Hermandad de Labradores,
Paso Azul, surgida a mediados del XIX aunque
se sentía heredera de la hermandad homónima
fundada en la primera mitad del XVII, se siguió
ocupando del mantenimiento de sus imágenes
y los espacios y muebles litúrgicos que le eran
propios, celebrar actos devocionales durante sus
festividades y sacar en Semana Santa la procesión que presidía el Viernes de Dolores. La Asociación de Señoras de la Virgen de los Dolores
=}=> fervor mariano hacia su imagen titular, sufragó importantes obras destinadas a enriquecer
su ajuar artístico —tronos, estandartes y mantos bordados en oro y sedas— que avaloraron
el patrimonio de la hermandad y dieron mayor
* ' la iglesia, en 1925 se realizaron obras de restauración para reforzar zonas poco sólidas del
interior y sustituir partes dañadas con nuevos
materiales.
En su libro tantas veces citado, Francisco Escobar relaciona las esculturas y pinturas existentes en los principales templos lorquinos en
los primeros años del siglo XX que a veces
acompañaba de un puntual juicio crítico. La lista que ofrece a modo de catálogo general de las
esculturas que había en la iglesia y convento
incluía las siguientes:
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dos imágenes de San Francisco de Asís y Santo
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los Dolores (atribuida a José Manuel Martínez)
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Calzada (traído de Madrid por el gremio de al0#
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o de la Pera (se le llama también la Purísima, y
es la antigua imagen procedente de la capilla de
su nombre unida después al convento-hospital de
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de las Penas o de los Azotes — San Francisco de
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De este listado nos interesa destacar varias cosas. Según Escobar, en el nicho del retablo principal se situaba san Pascual Bailón, aunque pue-
185
de tratarse como indicamos en su momento de
san Bernardino de Siena ya que ambos portan
con el anagrama del nombre de Jesús. Documenta en el presbiterio las imágenes de vestir
de san Francisco de Asís y santo Domingo de
Guzmán, que también estaban representados en
dos de los nichos del retablo. La escultura del
Señor de la Agonía era de cartón, y existía un
Sagrado Corazón de vestir que presidía su ca ) que, impulsada desde la parroquia de San Mateo, tuvo también en San Francisco espacio de
culto217. La imagen de san Juan Nepomuceno
sería la que este mismo autor ubicaba en la sacristía, que a su parecer era de regular mérito y
fue labrada por los mismos frailes del convento
en sus ratos de ocio. Por último, san Camilo de
Lelis correspondería a las nuevas devociones
relacionadas con las labores hospitalarias del
convento.
En el apartado de pintura anota las siguientes
obras: la Encarnación; San Francisco de Asís;
las Ánimas; los Santos Arcángeles; Santa Apolonia; la Virgen de los Ángeles; Nuestra Señora de la Soledad; el Divino Amor; Nuestra
Señora de los Ángeles y San Antonio (muy buen
cuadro); y la Virgen cuando era niña. También
incluye en la portería un óleo de Nuestra Señora
de los Dolores§
)
)
los ojos varias veces al tiempo de pedirle pan
>=MJM¨*'
tros altos sitúa los lienzos de La Divina Pastora,
San Francisco y los ángeles (en mal estado); la
Virgen de los Dolores; la Sagrada Familia; el
cardenal Cisneros; San José; San Francisco de
Borja; la Tentación de San Francisco (muy mal
conservado); San Francisco muerto en brazos
de los ángeles; San Francisco de Asís en la
‚
”
“‚
el Nacimiento del Redentor; San Antonio predicando a los peces (a devoción de N. H. Diego
de Aiala. Año de 1727); otro Nacimiento del
Lámina 79. Retablo altar mayor (P. Menchón. h. 1930).
Señor, y San Juan Bautista. Finalmente menciona El Señor de las Penas, que estaba antes
en el zaguán del convento, y la Virgen del Rosario. Como vemos, muchas obras presentaban
)
resulta nada extraño teniendo en cuenta el uso
dado a estas antiguas dependencias conventuales. Otros cuadros, que ni siquiera detalla, se
encontraban por entonces en las mismas naves
y salas de los enfermos218.
El Inventario de bienes muebles de la iglesia
ƒ
=}‚?
lioso documento que recoge los nombres de los
altares y, de manera somera, lo que había en
cada uno de ellos, incluyendo retablos, imágenes y objetos litúrgicos. La relación comienza
en el altar mayor (Lám. 79), sigue por el tramo
del evangelio hacia el coro y continúa por las
capillas del lado de la epístola hasta la última
del transepto. Lo transcribimos íntegro por su
indudable interés histórico:
217
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”
1¨*Clavis›==}}}*=JM=?…*#/
señala el autor, que en 1733 el P. Calatayud fundó en Lorca la primera cofradía del Sagrado Corazón que hubo en España.
218
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi******=>>=>J*
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ALTAR MAYOR: Un retablo estilo barroco, camarín con velo de lienzo en el que está pintada la
imagen de la Purísima, que en el interior está la
Inmaculada que mide 1,75, sola, con una peana
que mide 2,5. Seis candeleros plateados de 80
cm, tabernáculo, todo dorado, 2,55 x 40. Sagra
$
‘
ˆ
–+
Seis candeleros plateados de un metro, seis más
pequeños de 70 cm, cuatro más pequeños de 50
cm, sacras doradas y atril plateado, dos imágenes de vestir de Santo Domingo de Guzmán, 1,75
y San Francisco de Asís, 1,70 con dos candeleros
pintados cada uno de 60 cm, dos credencias pintadas y doradas, dos cartelas grandes doradas
para sostener las lámparas.
ALTAR DE SAN JOSÉ: Un retablo de madera
pintado y dorado, en el centro una hornacina con
una imagen de San José, de talla, que mide 1,25,
dos repisas con las imágenes de San Joaquín y
Santa Ana, también de talla, que miden 75 cm,
cuatro candeleros planteados deteriorados, una
cruz plateada, tres sacras marco dorado y un
atril de madera.
ALTAR DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES: Un
retablo estilo barroco, una imagen de vestir de
la Virgen de los Dolores que mide 1,20, seis candeleros grandes plateados, otro candelero chico,
tres sacras, todo donado por su camarera antigua
doña Francisca Subiela, dos lámparas de metal
blanco, una donada por don Francisco Gimbeu,
una cruz de madera donada por el mismo señor, la
otra lámpara, un atril de madera plateado regalo
de su camarera doña Angelina Parra.
ALTAR DEL SEÑOR DE LA MISERICORDIA:
Un retablo todo dorado y una imagen de tamaño
natural del referido señor.
ALTAR DEL SEÑOR DE LA SANGRE: Un retablo
estilo churrigueresco, en la hornacina principal un
cristo de tamaño natural, seis candeleros de madera plateados de 80 cm, dos cuadros de lienzo
pequeños de los Sagrados Corazones de Jesús y de
María, tres sacras marco dorado, un atril de madera pintado y un sagrario de ráfaga, todo dorado.
ALTAR DE LA PURÍSIMA DE SAN JUAN DE
DIOS: Un retablo pintado en azul y oro, una
imagen en madera pintada de la Virgen con el
Niño en los [ilegible], dos candeleros pintados
y tres sacras id., dos imágenes de vestir, Santa
Margarita y Santa Rosa, 1,50.
ALTAR DEL CORAZÓN DE JESÚS: Un retablo
todo dorado, en la hornacina central una imagen
del Sagrado Corazón de vestir, seis candeleros,
una cruz y atril plateado.
ALTAR DE SAN FRANCISCO: Una mesa de altar dorada, una imagen de talla de San Francisco, muy deteriorada, cuatro candeleros y sacras
pintadas.
ALTAR DEL SEÑOR DE LA COLUMNA: Una
hornacina en la pared con una imagen de Jesús
atado en la columna que mide 1,40, cuatro candeleros pintados y tres sacras doradas.
ALTAR DE LAS ÁNIMAS: Un cuadro de lienzo
de la Divina Pastora que mide 2,70 x 2,30, grada, cruz dorada y mesa de altar nueva donada
por doña María Josefa Martínez de la Junta.
ALTAR DE SAN BENITO: Un retablo de madera
pintado y dorado, una imagen en la hornacina
principal del referido santo que mide 1,40, tres
sacras y un atril plateado.
ALTAR DEL ECCE HOMO: Un retablo de madera con una imagen del Señor de la Caña, tamaño
natural, cuatro candeleros de 80 cm, tres sacras
marco dorado, un atril de madera plateado.
ALTAR DEL BUEN PASTOR: Un retablo de
madera pintado, un cuadro de lienzo del Buen
Pastor que mide 2,45 por 1,70, seis candeleros
planteados y tres sacras.
ALTAR DEL SEÑOR DE LA AGONÍA: Un retablo
pintado de blanco y un cristo de tamaño natural,
dos sacras de madera pintadas, cuatro candeleros
pintados de 75 cm, y un atril plateado.
ALTAR DE SAN BUENAVENTURA: Un retablo
!
$
imagen del santo de tamaño natural de vestir,
cuatro candeleros blancos, tres sacras y una cruz
pintada.
ALTAR DE SANTA CECILIA: Un retablo de madera todo dorado, tres sacras marco dorado, una
cruz plateada y un atril de madera.
ALTAR DE SANTO DOMINGO DE LA CALZADA: Un retablo de madera pintado y dorado, una
187
hornacina central con la imagen de talla del dicho santo, cuatro candeleros pintados y tres sacras, una hornacina en la pared al lado derecho
con una imagen de talla de San Diego de Alcalá.
ALTAR DE SAN ANTONIO: Un retablo estilo
churrigueresco haciendo pareja con el del señor
de la Sangre, hornacina central con una imagen
de San Antonio de Padua de talla, cuatro candeleros de 85 cm y seis de 70 cm, todos plateados.
Tres sacras, un atril y una cruz pintada, la hornacina con cristalera y el santo mide 1,38.
ALTAR DE LA VIRGEN DE LOS ÁNGELES: Un
retablo estilo barroco pareja con el de la Virgen
de los Dolores, hornacina central con cristalera
$
$
gen de los Ángeles, que mide 1,25, tres sacras,
una cruz plateada y un atril, seis candeleros,
también plateados, de 68 cm.
CORO:
Una sillería de dos pisos que consta de 57 sillones, una facistol grande movible-giratorio, un
órgano con 27 registro y trémulo, un lienzo con
marco de la Purísima en la pared central.
TORRE:
Un reloj en la torre que da las horas y medias
con esfera al transparente. Tres campanas, la
mayor que mide 60 cm de altura por 67 cm de
diámetro, mediana de 50 de altura por 55 de
diámetro, pequeña mide 45 de altura por 48 de
diámetro.
LIBROS:
Dos misereres en buen estado y tres viejos.
OBJETOS DE HIERRO Y MADERA:
Fijados a la pared. Un aparato con maroma
para mover la araña central del altar mayor.
Una verja alta en el altar mayor, dos pulpitillos en el mismo de balaustres ordinarios, una
baranda baja para la Comunión en el altar de
la Sangre, seis balconcillos en la tribunas, una
baranda en el coro, un púlpito torneado hecho
a martillo, dos cartelas pequeñas en la sacristía
para sostener dos tableros para colocar enseres,
una cartela en el altar de la Comunión para
sostener la lámpara del Santísimo sobre la cual
219
$
%$
!
de madera tallada que sirve de tornavoz en el
púlpito, dos armarios tallados a los lados del
altar del Santo Cristo de la Sangre, dos puertas
talladas en las entradas de la sacristía en los
costados del altar mayor.
El documento, elaborado el 15 de agosto de ese
año tras las obras de restauración realizadas en

nas responsables de capillas e imágenes:
Virgen de los Dolores: D.ª Concha Mouliaá de
Gimeno — Santo Cristo de la Sangre: D.ª Pura
Sanz — Ánimas, Ecce Homo y Sagrado Corazón: D.ª Josefa Martínez de la Junta — Cristo
de la Agonía: D.ª Salvadora Cánovas — Santa
Cecilia: D. José Gayón — San José: D.ª Carmen
Sanz — Purísima de San Juan de Dios: Dª Isabel
Marín — San Francisco el Pobre: D. Francisco
…
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Pastor: D.ª Dolores Musso — San Buenaventura: D.ª Concha Musso — Santo Domingo de la
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(
dua: D. José Campoy — Virgen de los Ángeles:
D.ª María Campoy219.
De su lectura se desprende, en primer lugar,
que la Virgen de la Concepción procedente del
hospital de San Juan de Dios se hallaba en esos
años colocada en la primera capilla a la parte
del evangelio conforme se entra en la iglesia,
después del espacio de la torre, antecediendo
a la capilla de San José. Esta escultura representaba a la Virgen sentada con el Niño en su
regazo, de ahí que Escobar no la cite cuando
en 1919 nombra las imágenes de la Inmaculada
Concepción que había en la iglesia y en otros
ámbitos del convento: en la actualidad cuenta
San Francisco con dos Purísimas, la del camarín principal, y la de la sacristía (ésta de ningún
valor). Además el hospital tiene la del nicho
que hay en la meseta de la escalera (llamaban
!
$
y por haberla puesto allí las Hermanas de la
Caridad); y por último hemos de añadir la que
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$**=~Š0%#'`+$+[’''*§
&
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=}‚?ˆ* Azul,‚†=…*…ƒ>=*
188
estas Hijas de San Vicente de Paul conservan
en su particular capilla, cuya imagen, que es
de verdadero mérito artístico, estuvo en la hornacina de la anterior, antes de que viniese de
África220. En el altar de las Ánimas, en la pared
situada frente al retablo de la Virgen de los Dolores, se emplazaba un óleo de la Divina Pastora, popular advocación nacida en el siglo XVIII
que mostraba a la Virgen con atuendo y título
de Pastora de las almas, junto a un cordero. Otro
dato de interés es que en la capilla donde estaba la Virgen de la Concepción se hallaban las
imágenes de vestir de santa Margarita y de santa Rosa de Viterbo. En su momento indicamos
que esa capilla fue donada a Pedro Mouliaá en
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ción de santa Margarita de Cortona. Por lo que
% los músicos, era una escultura moderna que fue
+
)
=}‚?*
La imagen se bendijo en San Mateo y seguidamente se trasladó a su capilla de la iglesia de
San Francisco, en el lado del evangelio, donde
quedó establecida su sede221.
De todas las imágenes mencionadas sólo se han
conservado la Virgen de la Concepción y las
dos estupendas tallas de san Joaquín y santa
Ana, pues las demás titulares de las capillas,
así como las pinturas de la Divina Pastora y
el Buen Pastor, por citar dos de las más desta
=}…?*'
hospital había sido incautado un mes antes y
aunque no se hubieran tomado medidas preventivas que evitaran esos hechos sólo cabe pensar
que aquellas imágenes fueran ocultadas poco
antes de que se profanara el templo.
Los años posteriores a la guerra civil, etapa de
gran crisis económica, tuvieron como principal
/gencia las esculturas destruidas en ese triste periodo, algunas de las cuales, como hemos visto,
concitaban gran devoción. Varias de las nuevas
imágenes fueron donadas por miembros de la
hermandad de Labradores, asociaciones religiosas y particulares ya fuera mediante encargos
nerosos legados que tenían su origen en el propio patrimonio familiar. Se trataba de obras de
distinta calidad, ligadas en algún caso a nuevas
advocaciones, que no buscaban reproducir los
modelos anteriores, sino restituir prontamente los
bienes perdidos, imágenes que encontraron fácil
acomodo en retablos y altares, procurando decoro al recinto sagrado y la normalización del culto.
'
=}…?
)
la imaginería procesional de los grupos de la
Semana Santa, salvo el titular de la Archicofradía del Resucitado, el popular “palero”, y el
“Nazareno” de Roque López, del Carmen, lo
que traerá profundas consecuencias para el renacer de las cofradías y de las procesiones en
1939222. La iglesia de San Francisco era sede
religiosa de la Hermandad de Labradores, Paso
Azul, y allí se habían custodiado los tronos e
imágenes que integraban su particular patrimonio artístico. El Paso Azul había sufrido la
Virgen de los Dolores que había realizado en
los primeros años del XIX Manuel Martínez, y
=}>= ) escultor valenciano José Capuz, que plasmó su
personal concepción espiritual y simbólica de la
imaginería religiosa en una obra de gran calidad
que se hallaba alejada de los modelos barrocos
y la tradición representada por los seguidores de
Salzillo (Lám. 80). La nueva imagen de la Madre Dolorosa al pie de la cruz es de talla completa y no de devanaderas, como la anterior, y
)š
aparecida, presenta en cuanto a su tratamiento
formal y técnico un estilo mucho más moderno,
como revelan sus líneas estilizadas, policromía
ajustada y pureza y simplicidad de formas. La
220
ESCOBAR BARBERÁN, F. Esculturas de Bussi..., op. cit., p. 29. Al parecer, esta escultura procedía de Orán, y llegó a España junto con
otras obras del convento franciscano de aquella ciudad.
221
222
La Tarde de Lorca*‚†===}‚?*1+
)%
)=}‚?/
K
‰/)1*
]^0^'{+{%[*]^_`%1+{']*Š0%#'`+$+[''*Perspectivas de la Semana Santa de Lorca‚††J*=‚?*
189
Lámina 80. Virgen de los Dolores.
Virgen está representada de rodillas y orante,
con la cabeza al frente e inclinada levemente
hacia abajo, y su rostro, de sugestiva belleza,
muestra un dolor inmenso pero contenido. Además, si la anterior cruzaba y extendía sus manos sobre el pecho, siguiendo el modelo de la
 K
] =?M=
para el oratorio de San Felipe Neri de Granada,
ésta las lleva delante, pero no las cruza, sino
que reposan delicadamente sobre el pecho, en
un gesto de honda y serena espiritualidad. Estamos ante una obra realizada en plena madurez
creativa del autor que aúna su espíritu clasicista y un lenguaje artístico innovador, aquí algo
matizado, que nos permite apreciar algunas de
las más destacadas cualidades que distinguen a
este artista, como sus sólidos valores formales
y conceptuales, exquisitez técnica, admirable
modelado, carnaciones sobrias y su ponderada
síntesis expresiva.
190
%
)mandad, pues, como sus propios dirigentes resaltaban, el Paso no contaba con esculturas sig
Santa, en los años siguientes se incorporaron
nuevas esculturas, como El Cristo de la Buena
Muerte y La Magdalena, y muchos años después, como culminación de este proceso, se
añadiría el grupo de la Coronación de Espinas.
Además, se hicieron nuevos tronos para portar las imágenes, que fueron adaptados y mo
” imágenes y las piezas que formaban parte de su
entorno, como mantos y paños bordados. Con el
tiempo, nuevos tronos de andas transformaron
!
ción estética de la puesta en escena. A todo ello
hay que añadir las piezas bordadas desde enton-
Lámina 81. Cristo yacente.
ces que incrementaron el patrimonio artístico de
la hermandad y han aportado mayor brillantez
al propio Cortejo procesional.
El Cristo de la Buena Muerte (Lám. 81) fue ejeK
‹
=}>J
jores obras religiosas donde sigue el modelo del
realizado un año antes para Alcantarilla. Como
señala Gimeno Castellar, la imagen obedecía al
)
y remarcar el tinte religioso con obras de buen
(
§/
nuestra procesión la severa, trágica y eminentemente dolorosa imagen de Cristo muerto, yacente, exponiendo a la vista de todos su muerte
alevosa, cruel, del que se dio para la redención
de todos nosotros»223. La escultura representa
a Cristo sin vida tendido sobre el sudario tras
exhalar su último suspiro momentos antes de su
Santo Entierro. Cristo tiene la cabeza reclinada
sobre un almohadón, el cuerpo levemente levantado y arqueado y los brazos extendidos sobre el
lecho, composición de aquietado patetismo que
provoca en el observador honda emoción. El
rostro, con párpados y boca entreabiertos, exhi-
223
be una expresión serena, el largo cabello le cae
sobre el cabezal en ordenados mechones, y en
su cuerpo se aprecian las visibles heridas de la
Pasión. La armonía de proporciones, el cuidado
estudio anatómico con elegantes líneas y volúmenes, suave modelado y ajustada policromía
imaginería de la Semana Santa lorquina. Como
se ha destacado de la escultura de Planes, su

/
las formas y el ritmo suave que las armoniza
) * §%
y serenidad —nos dice José Camón Aznar—
es la obra de Planes»‚‚>. La escultura salió por
primera vez en la procesión del Santo Entierro
%
=}>?/
%
{)
del Viernes Santo de esta hermandad. Participó
en la sección de escultura en la Exposición Internacional de Arte Sacro celebrada en Roma en
1950 con motivo del Año Santo.
El siguiente encargo fue la Magdalena, imagen realizada por el artista valenciano Vicente
Benedito (Lám. 82). Este mismo autor había
GIMENO CASTELLAR, J. Apuntes para una historia del Paso Azul. 1961-1967. ‚††‚*…}>†.
‚‚>
BLANCO MARTÍN, V. El Taller. Discurso leído por el Ilmo. Señor D. Venancio Blanco Martín en el acto de su recepción pública en la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1977, p. 8.
191
modesta túnica ajustada con cordón a la cintura
y luce su característica melena larga que le cae
sobre los hombros.
Lámina 82. La Magdalena.
de ejecutar el nuevo trono de la Virgen de los
Dolores, conocido por el trono de ángeles por
ornamentales en el frente y laterales. El trono
se estrenó en la procesión del Viernes Santo
=}>} / )  día la imagen de la Magdalena, que iba en el
antiguo trono de la Virgen225. La talla representa a la santa arrepentida arrodillada sobre una
roca y abrazada a la cruz, como una las mujeres
š)K
”
*1
225
La Coronación de espinas es el más moderno
de los grupos escultóricos que aloja la iglesia,
pues data de 2001, año en que fue incorporado
‹
+ ‡1!*
83). Su autor es José Antonio Navarro Arteaga,
escultor sevillano que impregna a la obra de
una estética neobarroca tan afín a la imaginería andaluza. Paso de misterio, representa un
cruento instante de la Pasión cuando Cristo es
maltratado y sus verdugos le colocan la corona
de espinas. El conjunto lo forman la imagen de
Cristo, ultrajado y solo, y tres soldados romanos
dispuestos alrededor en dinámicas y teatrales
actitudes en cuyos rostros advertimos gestos de
mofa y crueldad, lo que constituye una acertada síntesis expresiva del episodio representado.
1 ) ) miradas y variedad de expresiones refuerzan el
acerbo dramatismo de la composición. Cristo
lleva las manos atadas y potencias en la cabeza que subrayan su condición divina. El rostro,
\ )  /(
)/
su cuerpo magullado muestra las heridas infringidas tras el cruel castigo. Sobre su bello trono
de madera de caoba realizado por Guzmán Be
/
pasos la tarde del Jueves Santo. El grupo ocupa
la quinta capilla del evangelio, y sólo está expuesto a la vista del público los días de Semana
Santa, cuando se sitúa en la nave del templo y
durante la procesión.
‹
!
las hornacinas de los retablos de las capillas
laterales vamos a comentar algo de ellas tal y
como se ubican en la actualidad.
Una sencilla escultura sin mucho valor artístico
%
‡1!*ƒ>ˆ
‚†==
estaba en la quinta capilla de la epístola, pero
MEMORIA DEL PASO AZUL. 1948*+(
$
))*
192
Lámina 83. Coronación de espinas
que ahora se encuentra en la primera al entrar a
la derecha sin presidir ningún retablo. La santa,
hija del rey moro de Toledo Al-Mamum, está
representada del modo más usual, en el episodio
del milagro de las rosas. La santa, tocada con un
turbante en referencia a su linaje, está de pie,
y en su regazo porta ramilletes de rosas en las
que milagrosamente quedaron convertidos los
panes que llevaba para socorrer a los cautivos
cristianos cuando fue sorprendida por su padre.
'
conversión al cristianismo. Viste túnica verde y
manto rojo de vivos colores que van adornadas
con ribetes dorados. Es imagen seriada, realizada en pasta de madera.
En la sexta capilla del evangelio hay una Dolorosa donada a principios de los años 70 del siglo
pasado por una familia lorquina (Lám. 85). Destacan las características y expresivas facciones
de la Virgen, representada con bello y compungido rostro, así como la buena resolución de
* 'š
ojos grandes que miran al cielo, redondeado y
Lámina 84. Santa Casilda.
193
Lámina 85. Dolorosa.
Lámina 86. Nuestra Señora de las Victorias.
)/

dolor. La escultura sigue claramente el modelo
de las Dolorosas creadas por el célebre Francisco Salzillo, del que fue discípulo aventajado
Roque López, a quien se ha venido atribuyendo
sin base documental, pero por parecido tipo,
/
*‹
quizá de Marcos Laborda, que realizó para Lorca algunos trabajos en la segunda década del
siglo XIX, como la Dolorosa que se halla en
la iglesia del Carmen, pero ciertamente es una
hipótesis a falta de un análisis más exhaustivo
algo aventurada.
En una capilla próxima se encuentra una imagen en escayola de la Virgen con el Niño que
reproduce el modelo de la existente en el santuario de Notre Dame des Victoires de París
=}>
que conmemora el triunfo del rey francés Luis
XIII sobre los protestantes tras la toma de La
{‡1!*ƒ?ˆ*1
!
una nube y sujeta con ambas manos al Niño
situado junto a Ella, representado en actitud de
caminar y con los brazos extendidos sobre un
! * 1 rasgos faciales, viste túnica blanca y manto de
un azul intenso y velo en la cabeza que cae
sobre los hombros. Es obra moderna del último
tercio del siglo XIX realizada en los talleres de
Hugon Roydor, en París, tal y como reza el sello
ovalado que incorpora en la parte inferior de la
™ §ƒM # {/ fabricant a Paris». La popular santa Teresa de
Lisieux atribuyó el milagro de su curación a la
intercesión de Nuestra Señora de la Victorias,
lo que favorecería la difusión de esta devoción
Lámina 87. Virgen del Carmen.
mariana y la llegada de la imagen al convento
en los primeros años del siglo XX, quizá por
intermediación de una Hija de la Caridad. Se
ubica en la antigua capilla de santa Cecilia, o
sea, la cuarta del evangelio.
La Virgen del Carmen (Lám. 87). Esta escultura mariana de secular devoción se halla hoy
en el retablo que correspondía a santa Rosa de
Viterbo. Es también imagen moderna, en pasta
de madera, realizada en la pasada centuria en
los populares talleres de Olot; así, en la parte
posterior del manto lleva incrustada una chapa
!
)™§'+%
*
Olot». Representada de manera tradicional, la
Virgen está de pie y con aureola en la cabeza,
y sostiene al Niño en su brazo izquierdo. Lleva
hábito carmelitano marrón y manto blanco que
cubre las vestiduras con amplitud, la insignia
carmelita sobre el pecho y en su mano derecha
el escapulario que según la tradición entregó a
Lámina 88. Sagrado Corazón de Jesús.
Simón Stock. El Niño luce sus tres potencias
divinas y también sujeta delicadamente en su
mano diestra el escapulario, considerado por la
iglesia un Sacramental, esto es, un objeto que
como signo ayuda a vivir santamente y a aumentar la devoción. Presenta regular estado de
conservación, como se advierte en el velo de la
parte posterior y en la pérdida de alguna falange
de los dedos.
Sagrado Corazón de Jesús (Lám. 88). Esta devoción fue muy difundida a partir del siglo XIX y
simboliza el amor y el dolor de Cristo por todos
los hombres. Es escultura de indudable interés
artístico realizada en madera tallada y policromada por el escultor murciano Juan González
Moreno hacia 1950, muy similar a la que hizo
para la iglesia del Carmen de Murcia. Al pare195
]­K
](
de la Junta, camarera de la capilla del Sagrado
Corazón de Jesús, o por algún otro miembro
de esta familia tras la pérdida de la imagen que
había con igual advocación. Cristo, de tamaño
natural, está de pie sobre un globo terráqueo rodeado de nubes. Viste amplia túnica blanca, de
leves y esquemáticos plegados, y sobre ella, en
el centro del pecho, exhibe el corazón llameante
engastado en la corona de espinas rematado por
una cruz. Está representado con rostro sereno,
en actitud rigurosamente frontal y con los brazos abiertos, siguiendo en cierto modo, como
muchos otros, el prototipo ideado por el danés
Thorvaldsen para la iglesia de Nuestra Señora
de Copenhague. En cuanto a la composición, la
!
conocida escultura que realizara en 1918 Aniceto Marinas en el cerro de los Ángeles (Getafe).
La pieza, de gran sencillez formal y escueta
policromía, está realizada en un sobrio lenguaje
expresivo tan propio de este excelente escultor.
' ™ •K* ‰!–* 1
escultura se halla colocada en la cuarta capilla
de la epístola, antaño dedicada al Buen Pastor,
aunque anteriormente presidió el retablo de la
Vera Cruz y Sangre de Cristo.
El retablo del altar mayor fue restaurado en
1997-1998. Fue entonces cuando se trasladó al
retablo de la Virgen de los Ángeles la imagen de
la Virgen de la Concepción que ocupaba desde
los años 70 el nicho inferior de la calle de la
epístola. En su lugar se puso la nueva talla del
beato fray Pedro Soler, mártir lorquino que mu)=ƒ?†‚††…
los talleres caracenses de José Antonio Martínez
que fue donada por una familia de mayordomos
azules. Tras los sismos de 11 de mayo de 2011
cayeron al suelo las imágenes de santo Domingo
de Guzmán y san Francisco de Asís, siendo ésta
la que sufrió mayores daños al estar situada en
el ático. Finalizada su restauración en diciembre
‚†=>)

Poverello
volvió a ocupar la jerarquía que le corresponde
en lo más alto del retablo para mayor gloria de
la orden religiosa que instituyó. Tras las obras
=}?
de reconstrucción llevadas a cabo recientemente
a raíz del estremecedor terremoto, la iglesia de
San Francisco de la Puerta Nogalte vuelve a
mostrar todo su esplendor.
VII. CONCLUSIÓN
En este rápido recorrido por la historia de la
iglesia de San Francisco de la Puerta Nogalte
durante más de cuatrocientos años hemos querido exponer aspectos devocionales y artísticos
de este importante establecimiento religioso.
Los testamentos, escrituras de donación y contratos artísticos han sido en esta ocasión el hilo
conductor que nos ha permitido dejar constancia de cómo relevantes familias, cofradías y el
propio convento embellecían los espacios de
la iglesia con diversas piezas artísticas, particularmente retablos, y favorecían devociones
/ !
 mientos religiosos y personales inquietudes espirituales. Hemos visto que la disponibilidad
de un espacio funerario fue una aspiración de
muchas familias, y capillas y sepulturas, en las
” de armas, proclamaban la preeminencia social
y el prestigio de determinadas elites locales,
entre los que sobresalieron los Ruiz Mateos,
Rondón y Luna, Fernández de Cáceres, etc. La
proliferación de imágenes en el interior, como
no podía ser de otro modo, buscaba excitar el
culto a los santos de la propia orden franciscana
y los dogmas que defendían. En este sentido,
el fervor hacia veneradas imágenes marianas,
como la Inmaculada Concepción y la Virgen
de los Dolores, se sitúa en un contexto general
que alentaba estas advocaciones y su culto ico!* % Virgen de los Dolores incrementó su popularidad a partir del siglo XVIII, tiempo en el que se
celebraron en su honor solemnes actos de culto
promovidos por devotos fervientes, entre los
que se encontraban acaudalados comerciantes
de origen francés. También se ha subrayado
el protagonismo de la archicofradía de la Vera
Cruz y Sangre de Cristo que paulatinamente
fue ampliando el espacio que poseía a los pies
de la iglesia hasta que pudo disponer en el transepto de un ámbito privilegiado para establecer
su capilla privativa, donde erigió el altar de la
Virgen de los Dolores y el espléndido retablo
de su titular, una pieza de carácter eucarístico
decorada con relieves de la Pasión. Por otro
lado, la propia comunidad religiosa, piadosos
benefactores y otras congregaciones y fraternidades, entre las que destacó la Venerable Orden Tercera de Penitencia, contribuyeron a las
labores de ornato interior con retablos, pinturas
e imaginería de muy diferente interés y mérito
artístico. Tras los avatares del siglo XIX y el
impacto de la desamortización, nuevas devociones religiosas, ligadas algunas de ellas a la
congregación de las Hijas de la Caridad de San
Vicente de Paúl que se hizo cargo del hospital
sentido de las capillas y el programa representativo que se había ido conformando a lo largo
del tiempo. Como en otros templos lorquinos,
) =}…? trimonio mueble, entre el que se encontraban
adoradas imágenes, fue un hecho doloroso que
) ” !
! recinto sagrado. Tras las siguientes décadas lle
/ )/
restaurados retablos e imágenes, la iglesia de
San Francisco, sede de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, se erige hoy como uno de los
más destacados bienes culturales de la ciudad.
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