Se celebró en Robleda la segunda jornada de Estudio de El Rebollar Robleda, sábado 16 de julio. En la sesión de la mañana de esta segunda jornada sobre “lengua y literatura tradicional” los ponentes ofrecieron una visión sociolingüística y dialectal de la situación del patrimonio lingüístico en la Comunidad de Castilla y León, que en general revela el desamparo institucional de las lenguas y modalidades lingüísticas no castellanas. Precisamente, José Ignacio Martín Benito, Procurador en las Cortes de CyL por el PSOE, hizo un balance del patrimonio lingüístico en la Comunidad de Castilla y León y recordó que el Estatuto de Autonomía de Castilla y León reconoce la existencia en la comunidad de tres lenguas: castellano, leonés y gallego. El artículo 5.2. del Estatuto obliga a la protección, uso y promoción del leonés. Sin embargo, a pesar de ello, nada se ha reglamentado ni llevado a cabo para dar cumplimiento a la norma estatutaria, a pesar de las recomendaciones del Procurador del Común y de la Carta Europea de las Lenguas minoritarias del Consejo de Europa, que obligan a los países firmantes a llevar a cabo medidas encaminadas a su protección. Por ello, en el último año, se han presentado una serie de iniciativas en las Cortes de Castilla y León, instando al gobierno autonómico al cumplimiento del Estatuto, sin resultados hasta el momento. En una posición menos polémica, Igor Fernández Garzón y Miguel Lirio Díaz, tomando como referencia diferentes entrevistas y material de hemeroteca ofrecieron una panorámica del comportamiento político, social y cultural del leonesismo durante la legislatura 2007-2011 en Zamora, Salamanca y León, que revela resultados análogos. A continuación intervinieron tres ponentes que, en una perspectiva más estrictamente lingüística, presentando aspectos concretos del área astur-leonesa. José Alfredo Hernández Rodríguez (Asociación Cultural Furmientu) describió brevemente la situación de Zamora, una de las pocas provincias españolas en cuyo territorio se hablan secularmente tres lenguas diferentes: castellano, gallego o portugués y leonés o asturleonés. Esta última ha experimentado un proceso histórico de retroceso, que ha conducido en la actualidad a una situación crítica, al borde de su desaparición, debido a la falta de una conciencia lingüística positiva en sus hablantes y de una política de promoción por parte de las instituciones y administraciones. Tan sólo en la última década se ha desarrollado una acción divulgativa y reivindicativa por parte de colectivos de lealtad lingüística como la asociación cultural "Furmientu". María Cueto Fernández (Univ. Oviedo) postuló un acercamiento a la variación geolectal del extremo oriental asturiano (El Valle Altu y El Valle Baju de Peñamellera, el concejo de Ribadeva), que algunos autores consideran como asturleonesa, mientras que otros no la incluyen en este geotipo. Y aportó nuevos datos lingüísticos, obtenidos a partir de encuestas de campo en esta zona, que permiten reflexionar sobre la tipificación geolingüística de la lengua de este territorio y establecer una comparación con la variedad rebollana. En la comunicación de Fernando ÁlvarezBalbuena (Univ. Oviedo) se valoraron los logros alcanzados por las últimas encuestas y se perfilan las futuras campañas de la investigación de campo sobre la toponimia mayor de las áreas hablantes de gallegoportugués y asturleonés de León y Zamora. Según su análisis, en una situación de diglosia como la de estas áreas, las formas populares autóctonas de los topónimos están ausentes de los nomenclátores, la cartografía y la señalización pública, y en consecuencia, la principal fuente de información para el conocimiento de las mismas es necesariamente la consulta directa a los hablantes, que se ve dificultada en ocasiones por la falta de prestigio que afecta en diverso grado a las hablas populares de los dos territorios lingüísticos. En las dos primeras ponencias de la sesión de tarde se trataron aspectos de la fraseología y paremiología en lenguas vecinas. Xus Ugarte Ballester (Univ. Vic) ofreció una pincelada de qué nos deparan dichos o expresiones de diversas procedencias cuando se refieren a otras lenguas o a sus hablantes. La connotación es casi siempre peyorativa para la lengua del otro, se trate de una variante vernacular minorizada, como el rebollano, o de un idioma extranjero ininteligible y por ello molesto a los autóctonos. El prejuicio lingüístico universal persiste en nuestro mundo globalizado bajo diversas formas, comprobado en el caso de contactos entre pueblos por conflictos bélicos o invasiones, como el pidgin English, para los súbditos de Su Majestad obligados a aprender la lengua del Imperio, el parler petit nègre de los africanos orientales en el siglo XIX. La visión negativa de la lengua árabe (la algarabía) o del chino (“Me suena a chino”) tienen otros muchos correlatos en castellano, catalán, francés, inglés y bretón. Yohan Haquin (Univ. Orleáns) mostró cómo determinados aspectos de la cultura tradicional española quedan depositados en su fraseología, al mismo tiempo que ésta contribuye a la conservación e incluso la transmisión del legado cultural. Un análisis que concretó con el caso de los “relatos etimológicos”, o glosas explicativas de algunas locuciones que hoy presentan un sentido solamente figurado o incluso contienen elementos léxicos únicamente presentes en ellas, por ejemplo, “a troche y moche” se puede relacionar con la tala de árboles. En otras dos comunicaciones se analizaron aspectos concomitantes de la literatura culta y popular. Cécile Iglesias (Univ. de Bourgogne) mostró cómo la transformación fantástica del protagonista es un motivo recurrente en las composiciones más difundidas del romancero tradicional. En ocasiones se puede rastrear una relación con las Metamorfosis de Ovidio; en otras composiciones la "metamorfosis" en la creación poética no tiene relación intertextual con la obra ovidiana. Basándose en temas de larga tradición, y ampliamente difundidas ("El Conde Olinos", "La infanticida"), o composiciones piadosas o tremendistas del repertorio vulgar rebollano ("Santa Rosalía" o "La Doringa"), el estudio postula una relación entre el motivo mismo de la trasformación radical y el género poético del romance, que por su transmisión oral misma, suele definirse como una forma poética abierta en perpetua transformación. Luc Torres (Univ. de Le Havre) analiza una serie de referencias extremeñas en La Pícara Justina: su presunta genealogía de Plasencia y Malpartida de Plasencia, el parentesco moral y cómico con los famosos “bobos” de Plasencia y de Coria, así como personajillos tradicionales localizados en Extremadura, o expresiones refraneriles o léxicas del ámbito leonés, comprobadas también en El Rebollar. Todo ello le permite postular la hipótesis de que “la isotopía extremeña” en dicha obra funciona funciona plenamente en la caracterización de los personajes y la amplificatio del relato picaresco.