Causa n? 4075 (122/2006) “Incidente de excepción de falta de acción in re Pagotti, Damián Ezequiel s/Inf. Ley 23.737”. Juzg Fed. Morón 2, Sec.8 Poder Judicial de la Nación Sala II - Secretaría Penal n? 2. Registro: 4023 San Martín, 21 de febrero de 2006. VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Contra la resolución del magistrado “a quo” de fs. 12/15vta. que no hizo lugar al planteo de inconstitucionalidad del art. 14, segundo párrafo de la ley 23737, la defensa oficial de Damián Ezequiel Pagotti dedujo recurso de apelación (fs. 16/20vta.). En la instancia, el Fiscal General no adhirió a la impugnación (fs. 28), siendo que el superior del recurrente la mantuvo con reenvío a los fundamentos del escrito de motivación (fs.29); así, la incidencia se encuentra a consideración del Tribunal para solucionar la controversia. II. Como concretamente refiere el apelante “las razones que aquí se plantean fueron históricamente debatidas tanto por la doctrina como por la jurisprudencia de los Tribunales federales de todo el país, como así también por el más Alto Tribunal”, y aun cuando admite que la jurisprudencia vigente e imperante en la materia es la establecida en el precedente “Montalvo” (Fallos 313:1333), el núcleo de su pretensión parte de tomar como premisa la totalidad “Bazterrica” de las (Fallos consideraciones 308:1412), si referidas bien, con una en el caso composición distinta de la Corte Suprema de Justicia (ver fs. 16/20vta.). Al respecto, recuerda el Tribunal que la doctrina vigente determinó que “La tenencia de estupefacientes, cualquiera que fuese su cantidad, es conducta punible en los términos del art. 14, segunda parte de la ley 23737 y tal punición razonable no afecta ningún derecho reconocido por la ley fundamental, como no lo afecta tampoco la que reprime la tenencia de armas y explosivos y, en general, las disposiciones de los demás delitos de tenencia”. Con más fuerza cuando, antes y después de la sanción de la ley 23737, el alto Tribunal ratificó la validez constitucional de tal precepto (Fallos: 300:254; 301:673; 303:1205; 304:1678; 305:137). Luego, como “los jueces tienen el deber de conformar sus decisiones a las de este Tribunal” (CSJN, Fallos 311:1644), carecería de fundamento una sentencia que se apartase de los citados precedentes sin aportar nuevos argumentos que justifiquen modificar las posiciones sustentadas en ellos, “dado que aquél reviste el carácter de intérprete supremo de la Constitución Nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia” (Fallos: 303:1769). Con el aditamento de que la sanción de dicho cuerpo legal, fue precedido por un debate parlamentario que concluyó, en ambas cámaras, con la formación del criterio favorable a la incriminación de la tenencia para consumo que recoge la ley, sostenido por una mayoría integrada por legisladores de todos los sectores, que desechó la presunta contradicción con el art. 19 de la Constitución Nacional. III. Por otra parte, más allá de la consideraciones de orden general reseñadas “supra”, ni siquiera en las concretas circunstancias fácticas en las que fue comprobado el presente hecho, desarrollado en la vía pública, durante la noche y el secuestro de 4,46grs. de marihuana, con capacidad para obtener 10 dosis(vid. acta de fs. 1/3vta y pericia de fs. 42/44 del ppal), Causa n? 4075 (122/2006) “Incidente de excepción de falta de acción in re Pagotti, Damián Ezequiel s/Inf. Ley 23.737”. Juzg Fed. Morón 2, Sec.8 Poder Judicial de la Nación Sala II - Secretaría Penal n? 2. Registro: 4023 resulta aplicable la doctrina establecida por la mayoría de la Corte en la mentada causa B. 85, XX “Bazterrica, Gustavo Mario s/tenencia de estupefacientes” y en la nº 821, XIX “Capalbo, Alejandro Carlos s/tenencia de estupefacientes” falladas el 29 de agosto de 1986, cuya aplicación reclama la defensa. Así lo sostuvieron los propios Ministros Augusto César Belluscio y Enrique Santiago Petracchi quienes, en un caso análogo en cuanto a la sustancia estupefaciente comisada, establecieron que “dicha conducta no puede ser considerada como restringida a la esfera de intimidad preservada por el art. 19 de la constitución Nacional” (Fallos 313:1430). IV. Finalmente, no está en discusión que el bloque constitucional que desde el año 1994 dotó de un nuevo marco a las relaciones del orden jurídico patrio y los derechos humanos, a través de la incorporación con rango superior a las leyes de los tratados enumerados en el art. 75, inciso 22 de la Ley Fundamental, claramente reafirmó el contenido del art. 19 de la Carta Magna y el ámbito de reserva que tal precepto asegura. Sin embargo “Las declaraciones y tratados sobre derechos humanos incluidos en el texto constitucional no en todos los casos establecen derechos, en el sentido técnico del término, sino que también contienen deberes, pero ello ocurre como correlato de un implícito reconocimiento de derechos” (Humberto Quiroga Lavié, Constitución de la Nación Argentina comentada, año 2003, pág. 477). De manera que, correlativamente con el amparo legal que la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) establece al impedir que “nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación” (art. 11, numeral 2), como que “toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques” (art. 11, numeral 3), dicha convención impone deberes al afirmar que “los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática” (art. 32, numeral 2). Por ello mismo “conforme al art. 19 de la Constitución Nacional las ‘acciones privadas’ están exentas de la autoridad de los magistrados cuando ‘de ningún modo’ ofendan al orden y a la moral pública ni perjudiquen a terceros. La expresión subrayada tiene alcance inequívoco y no es lícito soslayarla. Para que queden fuera del ámbito de aquel precepto no es necesario que las acciones privadas sean ofensivas o perjudiciales -en el sentido indicado- en toda hipótesis o en la generalidad de los casos. Basta que ‘de algún modo’ cierto y ponderable tengan ese carácter. Lo que “de algún modo” trae consigo los efectos aludidos en el art. 19 está sujeto a la autoridad de los magistrados y, por tanto, se subordina a las formas insustituible de del control social bien común que el pueda Estado, emplear como agente lícita y discrecionalmente...” (Consid. nº 11, del citado fallo “Montalvo”). Como consecuencia de las razones expuestas, en la medida que el máximo Tribunal de la Nación no altere el sentido de la doctrina señalada “ut supra” los Tribunales inferiores tienen el Causa n? 4075 (122/2006) “Incidente de excepción de falta de acción in re Pagotti, Damián Ezequiel s/Inf. Ley 23.737”. Juzg Fed. Morón 2, Sec.8 Poder Judicial de la Nación Sala II - Secretaría Penal n? 2. Registro: 4023 deber moral de acatarla, de donde se deriva, en definitiva, que el recurso de la defensa es improcedente y corresponde rechazar el planteo de inconstitucionalidad del art. 14, segunda parte de la ley 23737. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución apelada de fs. 12/15vta. que no hizo lugar a la excepción de falta de acción por inaplicabilidad de ley, al rechazar el planteo de inconstitucionalidad del art. 14, 2da. parte de la ley 23737. REGÍSTRESE, TÓMESE RAZÓN, NOTIFÍQUESE Y DEVUÉLVASE. FDO: DRES. PRACK (LICENCIA), RUDI Y CRISCUOLO ANTE MÍ: MARCELO F. PASSERO -SECRETARIO DE CÁMARA-