ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL Montse Cebollero1; Carlos Vaquero1; Miguel Angel Escudero1; Elisabeth Ureña1; Jesus Saiz1,2 1 2 Grupo 5. Universidad Complutense de Madrid. montserrat.cebollero@grupo5.net Estigma, Jóvenes, Enfermedad mental, Estereotipo, Prejuicio. RESUMEN: Introducción: Numerosos autores han demostrado que el estigma hacia el enfermo mental sigue muy presente. Sin embargo, menos se han detenido en tomar en cuenta la importancia que la etapa de la juventud implica para la incorporación de valores y estereotipos en las personas. Objetivo: Describir las diferentes dimensiones del estigma en estudiantes de tres institutos de zona rural. Metodología: El instrumento empleado fue el AQ-27. Es una escala de tipo Likert que cuenta con 27 ítems, agrupados en 9 factores. Obtuvo un alfa de Cronbach de 0,75. La muestra estuvo formada por 256 estudiantes de tres institutos de 14 a 18 años. Se realizaron análisis estadísticos de diferencias de medias, empleándose el SPSS 18.0. Resultados: Encontramos altas puntuaciones (rango 3-27) que sugieren estigma en las dimensiones: Ayuda (x=21,1484; p<0,001), Evitación (x=20,9961; p<0,001), Coacción (x=20,1523; p<0,001) y Piedad (x=18,2070; p<0,001). Discusión: Buena parte del estigma está asociado a componentes positivos (ayuda y piedad), que antes de facilitar la adquisición de un rol social responsable en las personas con enfermedad mental, refuerzan su papel como personas dependientes y devaluadas. También encontramos la coacción como elemento que sugiere la necesidad de dirigir sus vidas y restarles independencia y capacidad de elección. Estos resultados, a la par que justifican intervenciones sobre el estigma en nuestra población, sugieren la predominancia de unas dimensiones sobre otras. 1 15º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL INTRODUCCIÓN 1) Discapacidad y enfermedad mental Las personas con Enfermedad Mental Grave y Duradera (en adelante EMGD) representan un colectivo extenso y heterogéneo de personas que sufren trastornos psiquiátricos graves. Para Goldman, Gatozzi y Tanbe1 son: “Sujetos que sufren ciertos trastornos psiquiátricos graves y crónicos como: esquizofrenia, trastornos maniaco-depresivos y depresivos graves recurrentes, síndromes cerebro-orgánicos, trastornos paranoides y otras psicosis, así como algunos trastornos graves de la personalidad, que dificultan o impiden el desarrollo de sus capacidades funcionales en relación a aspectos de la vida diaria, tales como: higiene personal, autocuidado, autocontrol, relaciones interpersonales, interacciones sociales, aprendizaje, actividades recreativas y de ocio, trabajo, etc.; y que además dificultan el desarrollo de su autosuficiencia económica. Asimismo muchas de estas personas han estado hospitalizadas en algún momento de sus vidas, variando su duración según los casos”. Por otra parte, el concepto EMGD implica tres dimensiones según Rodríguez y González 2 en primer lugar, existe una dimensión diagnóstico bien definida en distintos manuales entre los que figuran CIE-103 y el DSM-V4, en segundo lugar, la EMGD implica una serie de discapacidades que se concentran en dificultades para el desenvolvimiento autónomo en las diferentes áreas de la vida personal y social, y finalmente, el carácter crónico de estos trastornos implica que su evolución será larga y en ocasiones de por vida. La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), en su artículo 2, establece que por "discriminación por motivos de discapacidad" se entenderá cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo. Además, cualquier discriminación por motivos de discapacidad, queda prohibida en los Estados que ratifiquen la Convención, como es el caso de España, conforme al Artículo 5. Las personas con enfermedad mental grave y duradera han sufrido a lo largo de la historia discriminaciones, estigmatizaciones, etc. Estas actitudes y estereotipos negativos han generado como principal modelo de atención hacia este colectivo, la reclusión durante largos periodos de tiempo, o de por vida, en instituciones psiquiátricas, esta situación se ha producido hasta hace pocas décadas. Con este estilo de atención, se produjo un aumento de la cronificación y deterioro de las personas con enfermedad mental, además de su aislamiento de la sociedad. En los años 60 y 70 en Europa y en los 80 en España, se llevó a cabo el proceso de Reforma Psiquiátrica, estableciendo un modelo de atención basado en la comunidad, intentando evitar de esta manera el aislamiento social. -215º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL 2) El estigma del enfermo mental Goffman5 definió como estigma, “un atributo profundamente desacreditador”, el cual degrada y rebaja a la persona portadora del mismo que posee significativas implicaciones en las relaciones sociales y en el propio bienestar subjetivo de la persona que lo padece, tal y como se ha demostrado en diferentes estudios nacionales6-7e internacionales8 (o las numerosas contribuciones desde la Asociación Mundial de Psiquiatría, WPA), y que posee una frecuencia lo suficientemente elevada, como para constituirse en un importante obstáculo para la rehabilitación e integración de las personas con EMGD en nuestro país. El estigma, a lo largo de la historia, ha sido utilizado para señalar o marcar a personas con determinados atributos diferentes de las sociedades en las que viven, produciendo con ello perjuicios, discriminaciones y deshumanizaciones. Principalmente, se ha utilizado el estigma asociado a connotaciones negativas en cuanto a que representaban los miedos respecto a las limitaciones de algunos grupos de individuos, en relación a las capacidades de determinados colectivos; en la literatura griega aparecen comportamientos vejatorios o discriminatorios hacia la mujer como norma de comportamiento natural; el Apartheid entre los años 48-92 en Sudáfrica puso en situación de privilegio a la raza blanca frente a la autóctona del país a la hora de poder acceder a los servicios comunitarios; en la Edad Media el estigma era relacionado con el padecimiento de la lepra (enfermedad), en la 2ª Guerra mundial la condición de judío, homosexual, discapacitado psíquico o enfermo mental era asociados a reclusión y exterminio. Por otra parte, también encontramos situaciones de discriminación positiva, en donde se pretende establecer políticas que aportan, a un determinado grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios así como acceso a determinados bienes. Estas políticas tienen como objetivo de mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, y compensarlos por los prejuicios o la discriminación negativa de la que fueron víctimas en el pasado. Manzo9 sostiene que hoy en día existen numerosos grupos sociales que han sufrido en el pasado y también en el presente estigma en función de su raza, orientación sexual, religión, enfermedades mentales o físicas Crocker, Major y Steele10, por su parte, plantean que “los individuos estigmatizados poseen (o se cree que poseen) cierto atributo o característica que expresa una identidad social devaluada en un contexto social particular”. Estos autores consideran tres elementos para esta definición: en primer lugar lo importante es que la persona sienta que posee este atributo; segundo, sólo aquellas características que conduzcan a sentirse identificados negativamente respecto al resto de la sociedad pueden ser consideradas estigmatizadoras; por último, tanto los atributos como las pertenencias sociales devaluadas son socialmente construidos y culturalmente relativos, es decir, varían en función de cada cultura o sociedad. En resumen, para Crocker, Major y Steele 10 “el problema del estigma no reside en el atributo estigmatizador ni en la persona que lo posee, sino en -315º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL la desafortunada circunstancia de poseer un atributo que, en un contexto social dado, conduce a la devaluación”. En esta misma dirección, Stafford y Scoott 11 definieron el estigma como una característica de las personas que resulta contraria a la norma de la unidad social, considerando como “norma”, una creencia compartida dirigida a comportarse de una forma determinada en un momento preciso. Según los modelos psicosociales12, el estigma se pone de manifiesto en tres aspectos del comportamiento social. Por un lado los estereotipos, en los que se incluyen estructuras de conocimientos que son aprendidas por la mayor parte de los miembros de una sociedad. Por otra parte, cuando se aplican o experimentan reacciones emocionales negativas a la hora de crear un estereotipo, se ponen en marcha los prejuicios sociales en forma de actitudes y valoraciones, las cuales pueden dar lugar, finalmente, a las discriminaciones. En las sociedades occidentales, los estereotipos relacionados con las personas con enfermedad mental incluyen peligrosidad, actos violentos, responsabilidad sobre su enfermedad, incapacidad para realizar tareas básicas, etc. Estos estereotipos derivan en prejuicios relacionados con el miedo, temor y desconfianza, pudiendo desencadenar distintas formas de discriminación hacia las personas que padecen una enfermedad mental, en forma de dificultades para acceder a un puesto de trabajo, vivienda independiente, relaciones sociales y familiares, etc. 6 Para Twenge, Catanese y Baumesiter13 los procesos estigmatizadores ponen a las personas en situación de exclusión, que no solo dificultan la integración social de las personas con enfermedad mental y sus familias, sino que pueden asociarse a otros riesgos psicológicos producidos por la exclusión social, como los comportamientos auto-excluyentes, problemas cognitivos, conductas auto-punitivas y de riesgo, etc. Las creencias equivocadas, actitudes de prejuicio y comportamientos discriminatorios que implican el estigma, constituyen un conjunto de situaciones que tienen un impacto muy negativo sobre quienes las sufren. Entre otras consecuencias, favorecen el aislamiento, merman la autoestima, dificultan el crecimiento personal y refuerzan roles de victimismo y pasividad. 14 Ante cualquier fenómeno social contemporáneo, podemos observar la existencia de una estrecha relación entre la normativa jurídica y las actitudes que la sociedad elabora. Aún no sabemos que se produce antes; ¿Es la ley la que crea una actitud?, o bien, ¿son las actitudes mayoritarias de la sociedad, las que hacen que necesariamente queden reguladas sus preocupaciones? Siguiendo lo esgrimido por Alemany y Rossell 15, podemos afirmar que "frente a determinado fenómeno que afecta a una población, existe una correlación directa entre las actitudes de ésta y las leyes y recursos sociales". Igualmente, los recursos sociales quedarán "aprobados y legitimados" por la sociedad. Dado que “las leyes y los programas o servicios en un país son el exponente de la ideología dominante político-técnica. [...Y] estas mismas leyes o servicios, generan determinadas actitudes en la población, especialmente en aquellos sectores que no tienen fácil acceso a un conocimiento más amplio del problema” 15. -415º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL Así, "las representaciones y creencias que una sociedad tiene de un fenómeno están fuertemente condicionadas por el tipo de respuestas institucionales y, simultáneamente, los mecanismos sociales que ponen en juego para intentar controlarlo son coherentes con la percepción social dominante” 16. Además, “el proceso de valoración social de las conductas acaba expresándose siempre en forma de usos, costumbres, leyes y normas”,17 las conductas consideradas por la sociedad como ilícitas o incorrectas, acaban por tipificarse como hechos delictivos, y por lo tanto, se sanciona fuertemente al infractor. Romaní 18 expone que "La alarma social justificará la reacción social a través de la cual actuará el Estado”. Para Pérez Madera19 "no cabe duda que existe una percepción negativa y culpabilizante, en muchos casos, sobre dichas problemáticas. En este sentido, las respuestas judiciales y/o penales que se han articulado alrededor de las mismas han favorecido la referida perspectiva”. La Declaración de Helsinki20 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su conferencia europea de Ministros, ha establecido la lucha contra el estigma asociado a la enfermedad mental como uno de los 5 puntos básicos del programa para Europa. De la misma forma el Libro Verde sobre la salud mental de la Unión Europea21 sitúa entre 4 de sus objetivos principales, el fomentar la integración de las personas con enfermedad mental, garantizando sus derechos y dignidad y señala la estigmatización como el factor clave. 3) Jóvenes y estigma Los jóvenes representan un importante y clave segmento de la población, cuya situación vital les hace especialmente vulnerables a prejuicios y estereotipos, la razón por la cual, exista un gran interés en el estudio de los jóvenes y la enfermedad mental 22. La investigación llevada a cabo por Corrigan, Demming, Goldman, Slopen, Medasani, Phelan 23, pone de manifiesto que la percepción del estigma de los jóvenes hacia las personas con enfermedad mental, sitúa a este colectivo en el segundo grupo con más estigma respecto a personas que padecían alguna enfermedad física. Responsabilizan a las personas con enfermedad mental de su enfermedad y del peligro que supone esta característica, aumentando su discriminación hacia este grupo. Estas dos características son comunes en ambos grupos, jóvenes y adultos. Como efecto inesperado a diferencia de los adultos, en los jóvenes la familiaridad con las personas con enfermedad mental aumenta el estigma hacia ellos. Por otra parte, en el estudio llevado a cabo por Dietrich, Heider, Matschinger y Angermeyer 24 sobre la influencia de los medios de comunicación, en los adolescentes, en relación al tratamiento que se da a las personas con enfermedad mental, los autores han demostrado que si se llevan a cabo acciones orientadas a romper el vínculo entre la información negativa que se da en los medios y las actitudes de la misma naturaleza asociadas a las personas con enfermedad mental por un lado, y por otro lado, si los adultos que trabajan o viven con los adolescentes propician espacios para discutir y reflexionar sobre el contenido de los medios de comunicación en relación a la -515º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL connotación negativa respecto a las personas con enfermedad mental, favorecerá el disminuir la actitud negativa de los jóvenes respecto a estas personas. En esta misma dirección, en otra investigación realizada por Watson , Miller y Lyons25 respecto a las actitudes de los adolescentes en relación a las personas con enfermedad mental, da como resultado que las estrategias dirigidas a reducir el estigma en este grupo de edad harían bien en centrarse específicamente en el pensamiento categórico sobre la salud mental y la enfermedad mental y la percepción de las personas con enfermedades mentales como violentas y fuera de control. Así, en relación a intervenciones llevadas a cabo para mejorar actitudes estigmatizantes de jóvenes respecto a personas con enfermedad mental, en programa llevado a cabo en Hong Kong de lucha contra el estigma en las escuelas secundarias, han dado como resultado que llevando a cabo intervenciones basadas en la educación y contacto mediante videos relacionados con los componentes negativos de las personas con enfermedad mental, se produce una mejoría en estas actitudes.26 Con todos estos antecedentes, podemos entender que los jóvenes presentan también estigma hacia la enfermedad mental, en ocasiones con matices diferentes a la muestra de adultos, y que por lo tanto requieren de una atención específica. 4) Enfermedad mental y contexto rural Una de las consecuencias que se extraen del movimiento de desinstitucionalización que se ha producido en España es que podemos encontrarnos con una serie de personas con enfermedad mental grave que precisan de una continuidad en cuanto a la atención prestada por los dispositivos relacionados con salud mental en su propio entorno. Esta atención que necesitan no ha de ir orientada exclusivamente al manejo de sintomatología psicótica, si no que ha de ir enfocada a la recuperación de las capacidades que le puedan ayudar a disfrutar de su comunidad con la mayor autonomía y calidad de vida posibles. Es por ello que la intervención en este tipo de situaciones ha de llevarse a cabo allí donde reside la persona, donde va a encontrarse con las dificultades y satisfacciones de su día a día y donde podrá participar de una vida normalizada. En esta materia, es necesario hacer referencia a la existencia del mito sobre que las zonas rurales son idílicas y saludables27, presentándose la visión, desde varios sectores de la población, de la ciudad como algo estresante y que afecta a la salud de sus habitantes Sin embargo, aunque las dificultades y estresores son diferentes de las del ámbito urbano, también están presentes en el ámbito rural. Finalmente, las circunstancias sociales que rodean a la enfermedad mental en el contexto rural, como la accesibilidad a los tratamientos adecuados, el estigma y el aislamiento social, resultan extremadamente importantes. Según algunos autores28, los servicios de salud mental en el contexto rural tienen como desventajas la escasez de personal cualificado y de recursos, mayor estigma hacia la enfermedad -615º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL mental, menor variedad de servicios, aislamiento de los profesionales, etc., facilitando con ello que los pacientes de estos servicios no acudan a ellos por miedo a que se pierda la confidencialidad y aumente la distancia paciente-profesional. Estos mismos autores incluyen como ventajas del contexto rural: un mayor acceso a redes informales sociales y familiares, permitiendo una respuesta rápida para prevenir una crisis. En general, existe una línea de autores que señalan como positivo la asistencia a los pacientes con enfermedad mental en los contextos rurales. Simón 29 destaca como favorable el sentido de comunidad que se genera, favoreciendo la inserción, mantenimiento en la red familiar, aumento de la tolerancia hacia este colectivo, mayor abanico de roles sociales significativos, mayor localización del paciente para realizar su seguimiento por parte de los profesionales de la salud mental. En el otro polo opuesto, existen otros autores30 que consideran que el mantenimiento y aceptación de la persona con enfermedad mental en el medio familiar, genera una alta tolerancia a los comportamientos inadecuados que se producen por parte del enfermo, provocando una resistencia al cambio. Esto se exterioriza en una ocultación a los demás vecinos, provocando expectativas poco claras sobre el enfermo mental, llevando a rechazar o aceptar estos comportamientos que provocan crítica o tolerancia hacia este, siendo poco favorable para su integración real. Existe una actitud de rechazo sutil manifestada en comportamientos cotidianos (no participan en el proceso de rehabilitación, recelo ante la participación activa del paciente en recursos sociales, no incluirle en la toma de decisiones importantes, etc.). Con todo lo expuesto podemos reconocer que numerosos autores han demostrado que el estigma hacia el enfermo mental sigue aún muy presente. Sin embargo, menos se han detenido en tomar en cuenta la importancia que la etapa de la juventud implica para la incorporación de valores y estereotipos en las personas. Si a esto se le suma las particularidades del contexto rural para dicho estigma, nos encontramos ante una dimensión desconocida, la del estigma del joven de contexto rural sobre la enfermedad mental. Así, nuestro objetivo en este estudio es el de describir las diferentes dimensiones del estigma en estudiantes de tres institutos de zona rural. Como hipótesis consideramos que el estigma del enfermo mental en jóvenes de zonas rurales existe, y es distinto al estigma de población adulta y/o no rural, descrito por otros autores arriba mencionados. METODOLOGÍA El presente estudio presenta un diseño descriptivo transversal ex post facto. 31 El instrumento empleado fue el AQ-2732, la traducción al castellano del mismo fue realizada por Muñoz, Pérez, Crespo y Guillén.6 Este cuestionario fue diseñado para evaluar una serie de atribuciones hacia una hipotética persona que padece enfermedad mental grave. Es una escala de tipo Likert que cuenta con 27 ítems, agrupados en 9 factores: Responsabilidad, Piedad, Ira, -715º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL Peligrosidad, Miedo, Ayuda, Coacción, Segregación y Evitación (ver tabla 2). El rango de respuesta es de 1 a 9, en donde 1 representa el menor valor (ejem. “no, en absoluto”) y 9 el mayor (ejem. “si, muchísimo”). La situación planteada en el cuestionario es la siguiente: “José es un soltero de 30 años con esquizofrenia. A veces oye voces y se altera. Vive solo en un piso y trabaja como empleado en un importante bufete de abogados. Ha sido hospitalizado seis veces a causa de su enfermedad”. La prueba mostró una alta fiabilidad, obteniendo un alfa de Cronbach de 0,82. Asimismo, para comprobar la validez de la prueba en esta muestra, se realizó un análisis factorial, empleando como método de extracción el análisis de componentes principales, con rotación Varimax. A pesar de que este análisis arrojó 7 factores (en lugar de los 9 esperados), cabe señalarse que los factores Miedo, Peligrosidad e Ira aparecieron juntos, cuestión que también muestra una adecuada y factible validez teórica. Tal y como puede observarse en la tabla 1, la muestra estuvo formada por 256 estudiantes de tres institutos de 15 a 20 años, con una media de edad de 16,45 años y siendo el 53,5% mujeres y el 46,5% restante hombres. Tabla 1. Características sociodemográficas de la muestra Frecuencia Porcentaje GENERO Hombre Mujer Total 119 137 256 46,5 53,5 100,0 EDAD 15 16 17 18 32 120 73 20 12,5 46,9 28,5 7,8 10 1 3,9 ,4 256 100,0 19 20 Total Media DT 16,45 1,54 Finalmente, para comprobar las hipótesis se realizaron análisis estadísticos de diferencias de medias, empleándose el programa informático SPSS 18.0. RESULTADOS Continuando con las recomendaciones de los autores6 de esta prueba en castellano, consideramos como puntuaciones altas las que están por encima de 20 y medio-altas las que se encuentran entre 20 y 17. -815º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL De esta forma, tal y como se puede observar en la tabla 2, encontramos altas puntuaciones en las dimensiones: Ayuda (x=21,1484; p<0,001), Evitación (x=20,9961; p<0,001) y Coacción (x=20,1523; p<0,001) y medio-alta en la dimensión Piedad (x=18,2070; p<0,001). En cambio, Responsabilidad (x=8,8711; p<0,001) e Ira (x=9,0547; p<0,001) aparecen con puntuaciones bajas. Tabla 2. Medidas y desviaciones típicas de las puntaciones para cada ítem y cada factor del AQ27 Factores (rango 3-27) / Ítems (rango 1-9) Media** DT FACTOR RESPONSABILIDAD 8,8711 3,0568 10) Pensaría que es culpa de José que se encuentre en su situación actual. 1,3516 0,9211 11) ¿Hasta qué punto cree que es controlable la causa de la situación actual de 4,9531 1,8035 José? 23) En su opinión, ¿hasta qué punto es José responsable de su situación actual? 2,5664 1,8899 FACTOR PIEDAD 18,2031 4,3707 9) Sentiría pena por José. 5,5508 2,4280 22) ¿Hasta qué punto comprende a José? 5,9570 2,2808 27) ¿Cuánta preocupación sentiría por José? 6,6953 1,8663 FACTOR IRA 9,0547 4,0074 1) Me sentiría violentado a causa de José. 3,7656 2,0194 4) ¿En qué medida se sentiría enfadado con José? 1,9648 1,5776 12) ¿En qué medida se sentiría irritado por José? 3,3242 1,7933 FACTOR PELIGROSIDAD 12,0000 4,7162 2) Me sentiría inseguro cerca de José. 4,3242 1,9923 13) En su opinión, ¿hasta qué punto es José peligroso? 4,7070 1,9046 18) Me sentiría amenazado por José. 2,9688 1,7863 FACTOR MIEDO 10,2539 5,1853 3) José me aterraría. 2,9219 1,7628 19) ¿Hasta qué punto José le asustaría? 3,8125 2,0797 24) ¿Hasta qué punto le aterrorizaría José? 3,5195 1,9782 FACTOR AYUDA 21,1445 4,2174 8) Estaría dispuesto a hablar con José acerca de su problema. 3,5195 1,9782 20) ¿Cuál es la probabilidad de que ayudara a José? 7,3047 1,6642 21) ¿Con qué certeza cree que ayudaría a José? 6,7695 1,8013 FACTOR COACCIÓN 20,1523 4,8252 5) Si estuviera al cargo del tratamiento de José, le exigiría que se tomara su 7,9688 1,7215 medicación. 14) ¿Hasta qué punto está de acuerdo en que José debe ser obligado a ponerse 6,6797 2,3142 en tratamiento médico incluso si él no quiere? 25) Si estuviera a cargo del tratamiento de José, le obligaría a vivir en un piso 5,5039 2,3111 supervisado. FACTOR SEGREGACIÓN 11,4609 5,3620 6) Creo que José supone un riesgo para sus vecinos si no se le hospitaliza. 4,1367 2,0060 15) Creo que sería mejor para la comunidad de José que lo recluyeran en un 3,5703 2,2058 hospital psiquiátrico. 17) ¿Hasta qué punto cree que un hospital psiquiátrico, donde José pudiera 3,7539 2,1250 mantenerse alejado de sus vecinos, es el mejor lugar para él? FACTOR EVITACIÓN 20,9961 2,9618 7) Si fuera empresario, entrevistaría a José para un trabajo.* 6,9688 1,3773 16) Compartiría el coche con José para ir al trabajo cada día.* 7,1406 1,2786 26) Si fuera un propietario, probablemente alquilaría un apartamento a José.* 6,8867 1,3397 * Puntuaciones brutas invertidas. Para la interpretación del ítem/factor, a mayor puntuación, mayor evitación. ** Todas las puntuaciones son significativas (p <0,001). -915º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL DISCUSIÓN Los datos encontrados en este estudio nos permiten demostrar que el estigma hacia personas con EMGC debe abordarse desde el análisis de los componentes que lo forman. Las dimensiones que aparecen en mayor porcentaje son la coacción, en cuanto a la obligación de administración de tratamiento médico unida a percepción de necesidad de ayuda por parte de las personas de su entorno. Igualmente está presente la categoría de evitación, relacionada con el rechazo de las personas con EMGC por parte de la sociedad, generando ambientes de exclusión. Aparecen los componentes de piedad y ayuda, relacionados con la compasión hacia este colectivo. No obstante, aunque tanto el componente de ayuda como el de piedad están vinculados a valores positivos, ambos generan una reinterpretación de las conductas de las personas con EMGC, provocando una imagen de necesidad de ayuda por parte de la sociedad. Esta imagen produce la generación de un modelo de dependencia y de menor capacidad y autonomía respecto a este colectivo. Los componentes que aparecen con puntuaciones bajas son la ira, el miedo, el grado de peligrosidad y la necesidad de segregación. Por todo lo expuesto anteriormente, y en relación con la aplicabilidad que pudiera surgir de este trabajo, se considera que si se produce un aumento del conocimiento de la enfermedad mental, tal vez, podrían disminuir las categorías coacción y evitación. Además, resultará necesario incidir también sobre la esfera de piedad y ayuda, para disminuir el riesgo de marginación y aumentar la percepción de capacidad y autonomía de las personas con EMGC. De esta manera, es posible que intervenciones orientadas al aumento de la familiaridad respecto a las personas con enfermedad mental, unidas al incremento del conocimiento sobre estas, pudieran aportar resultados muy positivos. Además, la formación de espacios conjuntos en los que se discutan abiertamente el pensamiento categórico respecto a la enfermedad mental y las conductas diferenciadas de esta, también podrían ser útiles. El considerar el contexto rural y una etapa muy específica del desarrollo vital del individuo, si bien limita el alcance de los resultados aquí encontrados a una población muy específica, arroja información sobre una realidad menos explorada en la literatura científica. Además, si tomamos en cuenta que en la etapa juvenil se están incorporando los valores, creencias y comportamientos de cara a futuras interacciones con iguales, realizar intervenciones en esta etapa para reorganizar las actitudes hacia las personas con enfermedad mental, podría resultar incluso más eficaces y eficientes que en población adulta. No obstante, de cara a futuras investigaciones, resultaría sumamente interesante y aclaratorio, el comparar los resultados de esta muestra con población adulta y no rural. Finalmente, los datos aquí encontrados nos permiten señalar nuevamente que el estigma hacia las personas con enfermedad mental se debe abordar a través del análisis de sus componentes. Es decir, debemos orientar nuestras intervenciones comunitarias, no sólo a una población diana bien definida (aquí: jóvenes de entorno rural), sino también sobre las dimensiones -1015º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2014 www.interpsiquis.com - Febrero 2014 Psiquiatria.com ANÁLISIS DEL ESTIGMA EN ESTUDIANTES DE TRES INSTITUTOS DE ZONA RURAL más significativas del factor a modificar (aquí: las dimensiones ayuda, piedad, coacción y evitación del estigma). REFERENCIAS 1. Goldman H, Gatozzi A, Tanbe C. Defining and counting the chronically mentally ill. Hospital and Community Psychiatry. 1981; 32: 22. 2. Rodríguez A, González JC. La rehabilitación psicosocial en el marco de la atención comunitaria integral a la población enferma crónica. In: González JC y Rodríguez A, editors. Rehabilitación psicosocial y apoyo comunitario de personas con enfermedad mental crónica: programa básico de intervención. España: Consejería de Servicios Sociales, Comunidad de Madrid; 2002. p. 17-42. 3. Organización Mundial de la Salud. CIE-10.Trastornos Mentales y del Comportamiento. España: Meditor; 1992. 4. American Psychological. Association. 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