Ruta Crítica El arte como forma de conocimiento Beatriz Galaviz Hernández La cultura estimula la creación y el esparcimiento; acerca a nuevos lenguajes, promueve el desarrollo cognitivo y motiva la comprensión de la otredad. C uando una sociedad se permite reflexionar acerca del mundo y de la vida, tiene la posibilidad de extender su cultura y generar espacios para el desarrollo de sus capacidades expresivas, sensitivas y críticas en lugares dispuestos para la fusión y contraste de las ideas; los instrumentos más utilizados para este fin son las publicaciones, los lugares de encuentro para la discusión, las universidades, los medios masivos de comunicación y el arte. En la etapa universitaria, el estudiante ha superado una diversidad de situaciones relacionadas con la supervivencia; ha resuelto una serie de interrogantes sobre sí mismo que lo han llevado a seleccionar un área específica de estudio, por lo que perfila su porvenir derivado de aquella elección; ahora se encuentra aprehendiendo y construyendo sólidos conocimientos, lo que le permite imponerse retos que trascienden su atmósfera habitual. Uno de los objetivos principales de la promoción cultural es lograr que el pensamiento colectivo abandone la idea de que el arte y la cultura son meras industrias de entretenimiento. Los jóvenes tienden a generalizar estas manifestaciones como aburridas, por lo que es preciso dar paso a un proceso de conocimiento mayormente complejo que el habitual. La cultura se visualiza como una actividad que interviene en el proceso de la educación integral estimulando la creación y el esparcimiento; acerca a nuevos lenguajes, promueve el desarrollo cognitivo y motiva la comprensión de la otredad. El arte contribuye a extender el conocimiento entre sociedades y contextos diversos, y a que la capacidad de análisis de los estudiantes sea más comprometida y enriquecedora. Por otro lado, el artista no se dedica únicamente a presentar sus ideas mediante un conducto expresivo, sino que plantea dis10 tintos niveles de percepción. La tarea del arte implica un crear y un pensar por medio de la percepción y la interpretación; es una habilidad que ayuda a reflexionar en torno a los paradigmas que surgen a partir de los hechos políticos y sociales, la globalización y las nuevas tecnologías, lo cual significa que el ejercicio de la observación hacia las artes no es únicamente un mecanismo sensorial, sino una práctica indispensable en la conformación de estructuras del pensamiento. En este sentido, lo que se busca con la promoción artística y cultural es examinar las formas simbólicas que la sociedad va edificando. La práctica de la apreciación de las artes tiene relevancia en la educación porque constituye una manera de explorar y de ver el mundo, estimula procesos mentales como la decodificación y la organización de ideas, lo que influye directamente en el desarrollo del pensamiento crítico. El despliegue de los programas de promoción cultural en la universidad adquiere el carácter de imprescindible en el desarrollo de la educación integral, ya que interviene positivamente en la construcción de profesionistas críticos y sensibles hacia la realidad, los acontecimientos políticos y sociales, los fenómenos culturales y las mismas obras artísticas.