(35) Mac-pherson.—ROCAS DE LA SERRANÍA DE RONDA. 263 gularidad, pues aunque siempre se observa u n a masa de s u s tancia carbonosa en el interior de cada cristal orientada p a r a lelamente á la dirección del eje cristalográfico, no forma, sin embargo, esas masas prismáticas interiores tan regulares, y sólo como rareza se ve algo que recuerde esas llamadas maclas tetragramas y pentarómbicas de este mineral. Obsérvase, sí, una estructura exti-emadamente extraña y representada en la fig. 12 de la lám. v, y que, á j u z g a r por la orientación de las partículas carbonáceas y demás impurezas parece como si éstas describieran u n a especie de curva h e l i coidal eu el interior del cristal alrededor del eje cristalográfico. No es esta estructura un hecho aislado, observado en un solo individuo, sino que en gran número de ellos, y siempre en los cortados más ó menos paralelamente al eje cristalográfico se observa esta estructura especial. Los contornos de este mineral á veces son muy regulares y forman desde perfectos cuadrados á toda clase de figuras rómbicas, según la inclinación al eje cristalográfico con que han sido cortados; pero otros presentan una gran indeterminación en sus contornos. Con frecuencia se observa que los cristales de quiastolita están rodeados por u n a franja de color más oscuro, y en la cual predominan las partículas de mica que precisamente es el mineral que menos domina entre las impurezas que estos m i n e rales encierran, cual si hubiera sido sometida á u n a especie de criba entre la materia carbonosa y las partículas de mica. Estos cristales, cuando no turbios por la sustancia carbonosa que encierran, son perfectamente transparentes y bien conservados, observándose en algunos un estriado que parece corresponder á los planos de un crucero fácil. Este mineral posee una gran actividad en la luz polarizada, y en los cristales cortados más ó menos paralelamente al eje cristalográfico la extinción entre los nicoles cruzados se v e rifica cuando las aristas terminales son paralelas á la sección principal del polarizador, notándose, por el contrario , en los cortados oblicuamente al eje que ésta no se verifica paralelamente á esta dirección, sino en direcciones más ó menos diagonales, hasta llegar en aquellos raros casos en que el cristal está cortado perfectamente normal al eje cristalográfico, ó