EFEMÉRIDE DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI, CON MOTIVO DEL OCTOGÉSIMO SEXTO ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA SEGUÍN, OCURRIDO EL 24 DE MARZO DE 1829. En el Grupo Parlamentario del PRI, conmemoramos el ciento ochenta y seis aniversario del natalicio de Ignacio Zaragoza Seguín, célebre mexicano que por su valor y determinación es considerado como uno de los más importantes héroes nacionales. Hoy, recordamos a este prócer de la patria que nació el 24 de marzo de 1829 en la Bahía del Espíritu, Texas (cuando este territorio todavía pertenecía a México), sus padres fueron Miguel G. Zaragoza y María de J. Seguín. Hombre de liderazgo nato que llevó a cabo sus estudios de primaria en Matamoros, y posteriormente ingresó a la secundaria en el Colegio Seminario de Monterrey, sin embargo su deseo de unirse al combate de la invasión norteamericana lo llevaron a abandonar sus estudios. De esta manera, en 1853 se alistó como sargento en Nuevo León, en la Guardia Nacional, y más tarde se incorporó al ejército regular como capitán. En 1854, al levantarse en armas con cien hombres, contribuyó a que Juan N. Álvarez pudiera proclamar el Plan de Ayutla –buscaba terminar con la dictadura de Antonio López de Santa Anna. Precisamente, dentro de sus primero triunfos dentro de la milicia está el ocurrido en 1855 cuando se impuso sobre las tropas santanistas en la batalla de Saltillo. En 1857, cuando el entonces presidente Ignacio Comonfort se opuso a la nueva constitución, el General Zaragoza fue determinante para que finalmente la carta magna fuera promulgada. En consecuencia, rápidamente fue considerado como uno de los jefes militares liberales más sobresalientes de la Reforma, así formó parte de grandes gestas como la batalla de Calpulalpan, ocurrida en 1860 y en la cual los conservadores fueron derrotados definitivamente, lo que representó el fin de la Guerra de Reforma. Ocupó diversos cargos, entre los que destacan los de Ministro de Guerra y Marina del gabinete, donde se enfrentó a las fuerzas francesas, las cuales habían invadido México con la pretensión de imponer a Maximiliano de Habsburgo. Sobresale que en abril de 1862 dirigió las tropas que combatieron al ejército francés en las Cumbres de Acultzingo, impidiendo su incursión a la ciudad de Puebla. Debido a su capacidad estratégica, valor, liderazgo y patriotismo el 5 de mayo de 1862 su carrera alcanzó su mayor plenitud, en virtud de que ese día protagonizó uno de los más importantes acontecimientos de nuestra historia -la Batalla de Puebla-. Batalla emblemática dentro de la historia de México que además de su valor intrínseco, trascendió en el tiempo por el mensaje que el General Ignacio Zaragoza pronunció a sus soldados, aquél día a la letra dijo lo siguiente: “Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra patria”. Después de tan emotivo mensaje, se fortaleció el nacionalismo y el compromiso con México, sentimiento que fue complementado con una brillante estrategia que se ejecutó en dos frentes, por un lado, Miguel Negrete, y por el otro lado, Felipe Berriozabal, al tiempo que el General Zaragoza gritaba con firme convicción, “tras ellos, a perseguirlos, el triunfo es nuestro”. Gracias a la elocuencia, coraje y valentía del General Zaragoza, las fuerzas armadas derrotaron al entonces considerado ejército más poderoso del mundo. Al final la batalla se sintetizó en la siguiente expresión: “las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza”. En contraste, el valor de las tropas y el liderazgo e inteligencia del General Zaragoza, formaron un binomio en el que ambos elementos convergieron armónicamente, lo cual se tradujo en el triunfo y éxito, elementos que fueron una constante en su amplia trayectoria. Meses más tarde de manera infortunada, víctima de la fiebre tifoidea, el General Zaragoza falleció el 8 de septiembre de 1862, dejando un legado extraordinario que se distingue por su permanente defensa de las causas liberales y el combate incesante en contra de las fuerzas que buscaban limitar las libertades en México. En el marco de esta conmemoración, desde el Senado de la República los legisladores del PRI, recordamos a este verdadero héroe nacional que con sus acciones nos demostró que cuando hay voluntad y una causa justa, no importa lo adverso del panorama, siempre es posible alcanzar las más grandes hazañas.