Políticas Públicas, HOY 28 agosto al 1 septiembre 2006 No. 9, Año I El Observatorio de las Políticas Públicas y los DESC Crisis previsional, deuda pública y reforma fiscal Las políticas neoliberales y la deuda pública Diecisiete años de políticas económicas y reformas neoliberales han sido incapaces de lograr disciplina en el manejo de las cuentas del Sector Público no Financiero (SPNF). Las sucesivas reformas fiscales implementadas en el país han vuelto más regresiva la estructura tributaria, no sólo suprimieron impuestos directos como los que gravan el patrimonio y la riqueza, sino que también introdujo el Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios (conocido como IVA), que grava con una tasa fija el consumo de todos lo bienes y servicios, incluyendo alimentos y medicamentos, independientemente del nivel de ingreso de las personas. Como parte de las reformas neoliberales en El Salvador se privatizaron importantes empresas públicas, con la consiguiente reducción del ingreso corriente generado por las empresas públicas que fueron trasladadas a corporaciones transnacionales –como la distribución eléctrica y las telecomunicaciones—y a empresas privadas nacionales ---como los bancos, ingenios, plantas de torrefacción de café, hotel, cementera, entre otras--. Pese a que en los objetivos de la reforma se postulaba por una reducción del gasto público, éstos han crecido de manera sostenida, principalmente los gastos corrientes en detrimento de la inversión pública en el área social; además, la política fiscal ha fracasado en su intento de captar los ingresos públicos en cantidades suficientes para cubrir los crecientes gastos públicos. La principal fuente de endeudamiento del SPNF se ha incubado en las mismas políticas fiscales adoptadas por las cuatro últimas administraciones, pues el progresivo déficit fiscal generado por la incapacidad de los ingresos públicos para cubrir los crecientes gastos, ha llevado aparejado una creciente dependencia del endeudamiento público como única vía para cubrir los Presupuestos desfinanciados. Esta situación es realmente preocupante si consideramos su carácter crónico, que implica la perpetuación y profundización del endeudamiento externo como vía para la financiación del gasto público. La espiral del endeudamiento público Este escenario de crisis fiscal se ha visto agravado al menos por cuatro factores: la fase de recesión económica que se prolonga por más de ocho años; la dolarización de la economía; la privatización del sistema previsional y la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (CAFTA-DR, por sus siglas en inglés). La desarticulación del aparato productivo y el estancamiento de la economía salvadoreña, aunados a la pérdida de las políticas monetaria y cambiaria producto de la dolarización, configuran un binomio pernicioso para el equilibrio de las cuentas del SPNF. Esto no sólo por los límites que impone el bajo crecimiento económico a la recaudación tributaria, sino por la fragilidad macrofinanciera ocasionada por la dolarización, dado que en el actual escenario las Reservas Internacionales deben respaldar los requerimientos de pago del sector externo, y también garantizar liquidez a los depósitos del sistema financiero. Por otra parte, la reforma al sistema previsional transformó el sistema de pensiones basado en la solidaridad entre generaciones en otro basado en la capitalización individual, gestionado por un duopolio privado de Administradoras de Fondos de Pensión (AFP) vinculado al capital bancario. La errónea decisión de privatizar los fondos de pensión generó una elevada deuda provisional al trasladar las reservas técnicas del sistema público a las AFP, la cual obviamente ha tenido que ser absorbida por el Estado, generando con ello una mayor presión sobre el endeudamiento público. El Ministerio de Hacienda reporta que el valor presente de la deuda provisional a junio 2006 alcanza los US $ 8,235 millones1, equivalente al 47% del PIB. El CAFTA-DR representa un perjuicio adicional a la situación de endeudamiento pues con este tratado se impulsa la supresión progresiva de los aranceles a los bienes y servicios provenientes de Estados Unidos, lo cual se traducirá indefectiblemente en menores niveles de recaudación tributaria, con la consiguiente reducción de los ingresos públicos y la profundización del déficit fiscal. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sólo durante el primer año del CAFTA-DR la pérdida de los ingresos tributarios será de 3.4%, como consecuencia de la reducción arancelaria, bajo el escenario hipotético que la economía salvadoreña tendría un 6.9% del PIB2, lo cual contrasta con el escaso 2% promedio de los últimos ocho años. También el CAFTA-DR impactará en los niveles de endeudamiento público a través de los préstamos convenidos en la etapa de “negociación” y con la ratificación del mismo, muchos de los cuales se enmarcan en acuerdos para la “construcción de capacidades comerciales” y el “desarrollo de competitividad de sectores sensibles”, lo cual resulta paradójico si consideramos que el mismo Tratado profundiza las asimetrías y las brechas competitivas al aplicar Trato Nacional y Trato de Nación más Favorecida, negando el derecho de las economías centroamericanas de recibir un Trato Preferencial y Diferenciado3. Además, el CAFTA-DR aplica Trato Nacional a la deuda pública de El Salvador, con lo cual se imposibilita al gobierno de otorgar un trato preferencial a los inversionistas domésticos ante una eventual crisis financiera. Con ello no sólo no sería posible proteger el sistema financiero nacional, sino que tampoco se podría privilegiar los pagos de salarios o pensiones frente al compromiso con los acreedores estadounidenses. La crisis del sistema de pensiones Al primer semestre de 2006 la situación fiscal es crítica, la deuda pública excluyendo la deuda previsional supera el cuarenta y dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB): la deuda externa pública asciende a US $ 5,417.6 millones4 y la deuda interna pública es de US $ 2,734.7 millones5. No obstante, si a esto le agregamos los US $ 8,235 millones de la deuda previsional6, tendríamos que la deuda pública totalizaría los US $ 16,387, que representan el 92.9% del PIB corriente de 2006, frente a escasos US $ 2,362 millones de ingresos corrientes. En este contexto el Gobierno de la República, lejos de impulsar medidas que corrijan esta situación que amenaza derivar en una crisis fiscal-financiera de enormes proporciones, presenta una “solución creativa” respaldada por la mayoría simple de los diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa, que es un mero artificio financiero que obvia el abordaje de los problemas de fondo, y sólo logra diferir unos cuantos años el inminente estallido de una crisis que podría tener dimensiones devastadoras para la economía salvadoreña. La aprobación del Presupuesto General de la Nación (PGN) de los últimos siete años ha requerido del mecanismo legislativo del voto calificado pues los Proyectos de Presupuesto presentados por el Poder Ejecutivo han estado desfinanciados, por lo que su aprobación ha estado adosada a la contratación de deuda para cubrir los gastos proyectados. Con el artificio financiero introducido por el Gobierno la aprobación del PGN 2007 se realizaría por mayoría simple, obviando así la oposición que el partido FMLN ha mantenido sistemáticamente a los proyectos de presupuestos. La “solución creativa” basada en un fideicomiso para el pago de la deuda previsional no sólo es técnicamente inadmisible, sino también éticamente inaceptable, pues conlleva a maquillar la crisis fiscal, sacando la deuda previsional de la deuda del Sector Público No Financiero. Se trata de una medida que carga nuevamente sobre los sectores en situación de mayor vulnerabilidad: las personas cotizantes, quienes cubrirán con sus ahorros la deuda previsional heredada de la equivocada decisión de privatizar el sistema de pensiones. Las Centro de Estudios Constitucionales y Derechos Humanos –CECDH- 2 AFP están en la obligación de adquirir los Certificados de Inversión Previsional (CIP) emitidos por el Ministerio de Hacienda y además, las AFP podrán colocar hasta un 10% en mercados internacionales. En este sentido, la alternativa asumida por el Gobierno para financiar la deuda previsional a través de la emisión de Certificados que se pagan con los fondos de las personas cotizantes, no resuelve la problemática del endeudamiento público, pues el SPNF continúa acumulando deuda interna, esta vez en forma de CIP, que tendrá que hacer efectiva a las AFP en los siguientes años para que éstas puedan cubrir el pago de pensiones; sólo obvia el mecanismo de la mayoría calificada –controlado por el FMLN—para la aprobación de presupuestos equilibrados con préstamos. La situación de la población pensionada es cada vez más preocupante, la privatización del sistema no sólo no incrementó la cobertura de la población cotizante –que sólo representa el 7.4% de la población total--, sino que redujo sistemáticamente los niveles de rentabilidad de las pensiones en los últimos cuatro años. La pensión mínima vigente --US $ 114.0— solo representa el 67% del salario mínimo urbano de la industria y es claramente insuficiente para poder adquirir la dieta mínima para que una familia promedio de cuatro miembros pueda siquiera reproducirse materialmente. Una familia promedio con un ingreso equivalente a una pensión mínima califica en una situación de pobreza absoluta, pues su ingreso representa el 80.1% de la Canasta Básica Alimentaria, el 40.4% de la Canasta Básica Ampliada y el 16.6% de la Canasta de Mercado. Las perspectivas El mínimo análisis científico y objetivo de las cuentas del SPNF devela claramente el carácter cosmético de la decisión asumida por el Gobierno. Se requiere dar una solución estructural al problema fiscal del país para lo cual resulta impostergable promover una Reforma Fiscal Integral que retome la función redistributiva de la política fiscal, basada en principios de progresividad y equidad; y que involucre a los sectores sociales excluídos y marginados de las políticas públicas. Además, en el proceso de Reforma Fiscal Integral urge avanzar en soluciones de fondo al problema estructural de la baja recaudación tributaria y al círculo de endeudamiento público “estéril”. La crisis de los ingresos tributarios debe abordarse por la vía de un combate eficaz contra la evasión y elusión fiscal, y no a través del incremento de las tasas impositivas –como postula el Fondo Monetario Internacional-- . También debe romperse el círculo vicioso del endeudamiento destinado al pago de deuda y para financiar gasto corriente; así como la contratación de deuda especulativa en detrimento de los préstamos con destino en la inversión social, y revertir la tendencia de reducir la inversión pública a la mínima expresión. Desde la ciudadanía resulta fundamental la exigencia de transparentar el manejo de los préstamos, la evaluación de los impactos de la Deuda y contar con una normativa que regule el endeudamiento público. Esto interpela a las organizaciones sociales promover una Auditoría Ciudadana de la Deuda Pública, pues se trata de nuestros recursos y es de justicia que contemos con instrumentos contralores para garantizar el destino basado en criterios de Derechos Humanos y manejada con criterios de transparencia, progresividad y eficiencia. El Observatorio de las Políticas Públicas y los DESC observatorio@fespad.org.sv http://fespad.org.sv Centro de Estudios Constitucionales y Derechos Humanos –CECDH- 3 Este boletín es auspiciado por Ayuda en Acción y el Ayuntamiento de San Sebastián, España 1 Valor presente del flujo de los costos previsionales proyectados al 2020 descontados a una tasa del 4%. Ley de Prepuesto General del Estado y Presupuestos Especiales, 2006, Ministerio de Hacienda. 2 Paunovic, Igor (2005): El Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica-Estados Unidos, implicaciones fiscales para los países centroamericanos, Unidad de Desarrollo Económico, p. 22, CEPAL, México. 3 Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, Cap. X, www.minec.gob.sv 4 Comisión Especial para la Política Fiscal, Segundo Informe, julio 2006. 5 Banco Central de Reserva de El Salvador, www.bcr.gob.sv 6 Como se ha planteado, es equivalente al valor presente del flujo de los costos previsionales proyectados al 2020. Centro de Estudios Constitucionales y Derechos Humanos –CECDH- 4