SÓLO EN UN CORAZÓN HUMILDE SE ENCUENTRA LA VERDAD

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FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
SÓLO EN UN CORAZÓN
HUMILDE SE ENCUENTRA
LA VERDAD
E
l ser humano siempre ha
buscado estar bien y feliz,
desgraciadamente en muchas ocasiones ha errado
el camino y piensa que con la tecnología más moderna, o el poseer
más información o el tener más dinero, o el dominar a los demás con
un poder autoritario, o el poseer la
atención de los demás en una fama
desmedida y una popularidad extrema, e incluso llega a pensar que
el dominar a Dios y controlarlo, así
podrá encontrar esa felicidad … y
el resultado es confirmar lo lejos
que se está de ella; pues este ser humano se da cuenta que el resultado
es la soledad y el vacío …no sabe
si el otro se acerca para competir
con él y usarlo … no saben si el
que se aproxima es un amigo o es
el amor de su vida, o es alguien que
igual los dominará y llegará a aniquilarlo.
El primer obispo de México, fray
Juan de Zumárraga, importante
protagonista en el Evento Guadalupano, depositó toda su confianza
en sus sirvientes, ya que eran quienes cuidaban la entrada a su casa,
y ellos, abusando de este inusitado
poder, no le permitían entrar a Juan
Diego, mensajero de Santa María
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Cango. Dr. Eduardo Chávez
de Guadalupe, a entrevistarse con
el obispo y lo dejaron afuera de
la casa durante mucho tiempo. El
humilde indígena tuvo que esperar
con gran paciencia por largo rato,
tres veces aconteció esto la primera
el sábado 9 de diciembre, la segunda el domingo 10 de diciembre y
la tercera el 12 de diciembre. El
obispo todavía depositó toda su
confianza en sus sirvientes para
que siguieran a Juan Diego y así
enterarse de quién era Juan Diego
y la verdad o no de su mensaje; sin
embargo, los criados no sólo no
pudieron seguir a San Juan Diego, a quien lo perdieron de vista,
sino que regresaron cargados de su
enojo, de su frustración, y resolvieron mentir y engañar al obispo, y
es esto lo que ellos depositan en el
corazón del obispo, es más, ellos
mismos se erigieron como jueces
del inocente Juan Diego y sentenciaron que si regresaba ese indio
habría que golpearlo para que con
ello se le diera un buen ejemplo
de no engañar ni molestar más. El
Juan Diego
transporta la
verdad, “la flor
y el canto”, la
verdad divina
en el hueco de su
tilma.
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maravillosas flores, flores extraordinarias de la verdad de Dios, Juan
Diego transporta la verdad, “la flor
y el canto”, la verdad divina en el
hueco de su tilma, es decir, hasta
sus entrañas; es el laico quien ofreció la señal al obispo con la verdad
de Dios, la señal como aquel fuego
que no consumía la zarza; flores
que surgieron en la tierra muerta
del Tepeyac, en un tiempo que el
hielo todo lo mataba, flores llenas
de la vida divina y acomodadas maternalmente en el hueco de la tilma
del humilde laico, es decir, hasta lo
más profundo del ser humano, en
donde se imprimirá la maravillosa
imagen de Santa María de Guadalupe, y en cuya imagen está el verdaderísimo Dios por quien se vive,
la Encarnación del Verbo. Ella es
una noble doncella, la perfecta
siempre virgen y, al mismo tiempo, embarazada, Madre de Dios.
Una imagen, una bendita imagen
de nuestra Madre, que a pesar de
los siglos seguirá dando luz, como
estrella de la Evangelización, sin
consumirse, a pesar de los años, las
inclemencias del tiempo, el salitre,
la humedad, el ácido; así como los
atentados, las mentiras, los engacinismo de los sirvientes estaba al ños y las traiciones, nada ni nadie
máximo.
podrá apagar ni destruir, nada ni
nadie podrá apartar el amor de
Con qué claridad el Nican Mo- Dios de nosotros.
pohua, documento sobre el gran
Acontecimiento Guadalupano, Cuando ese martes 12 de diciemnos narra cuando San Juan Diego bre de 1531, llegó Juan Diego a las
tomó las flores maravillosas que la puertas de la casa del obispo, otra
Virgen le indicó que encontraría vez los sirvientes del obispo le ceen lo alto del Cerro del Tepeyac, rraron el paso, lo dejaron ahí por
cómo la misma Madre de Dios aco- largo tiempo, cerca de una hora y
modó las flores en la tilma de Juan media, y es cuando los sirvientes
Diego y cómo el humilde indígena captaron de que el humilde indítransportó con tanto cuidado estas gena algo traía en su tilma. Ellos
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entendieron que aquello podría
ser la señal pedida por el obispo
y obligaron al humilde macehual
para que les enseñara qué era lo
que llevaba en su tilma, Juan Diego no quiso que maltrataran las
flores de la verdad de Dios, y les
enseñó un poquito. Los sirvientes
intentaron tomar alguna de estas
flores, así que pretendieron poseer
la verdad divina, trataron de arrancar la verdad de Dios, y por tres veces lo intentaron y no lo lograron.
El Nican Mopohua nos dice que
las flores estaban como cocidas o
pegadas o pintadas. Y esto significa que aquellos seres humanos que
viven en la mentira, en la soberbia,
en el engaño, en la traición, en el
autoritarismo, en el odio, en el
egoísmo, no pueden poseer la verdad de Dios, a esos ninguna señal
se les dará. Ninguno que vive en
la mentira podrá ser feliz o pleno,
no podrá encontrar el verdadero
amor. Sólo en un corazón humilde
se encuentra la verdad.
Jesucristo es el Camino, la Verdad
y la Vida, y es Él quien toma la iniciativa de entregarse al ser humano por medio de su propia Madre,
Él es el único que nos da el verdadero amor y la plena felicidad.
Él es quien nos enseña que es en
la humildad y en la entrega total
por amor y servicio al hermano,
como nosotros lo encontramos en
plenitud, encontramos la felicidad
plena.
Ninguno que
vive en la
mentira podrá ser
feliz o pleno, no
podrá encontrar
el verdadero
amor. Sólo en un
corazón humilde
se encuentra la
verdad.
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