Estrenan en Viena la ópera "Barón Münchhausen" con escenografía de Franc Aleu EFE Con el estreno de la opera de cámara "Barón Munchhausen", la actual edición del Festival Wien Modern reúne en un explosivo tándem al compositor Wolfgang Mitterer y al artista de vídeo catalán Franc Aleu, encargado de la escenografía. El alucinógeno despliegue visual producido por Aleu y su equipo confirió anoche dimensiones ilimitadas al reducido escenario del Rabenhof Theater, un espacio dedicado al teatro contemporáneo un tanto ajeno a este tipo de eventos. No dieron tregua Aleu y los suyos. En un permanente fluir de formas abstractas, geometrías, objetos voladores y personajes virtuales, el público se vio embarcado junto al estrambótico barón, superhéroe de la literatura centroeuropea, en un viaje de vértigo por la estepa rusa o los paisajes de Gibraltar. El recorrido les llevó también a surcar los aires a caballo de un obús, de paseo por la luna, en combate con el proceloso mar o buceando a lo largo del vientre de una ballena. La ópera, producida por la "WienerTaschenoper" -la vienesa ópera de bolsillo-, narra las aventuras de Münchhausen en una sucesión de viñetas, con el estilo irreverente y humorístico de la cultura pop y el lenguaje del cómic, al que el libreto de Ferdinand Schmatz rinde tributo. Mitterer aporta lo suyo con un tratamiento flexible de la voz, que va desde la pura entonación musical hasta el habla común y un collage de muestras electrónicos, sonido acústico, fragmentos orquestales, ruidos cotidianos y de desecho, sin hacer ascos a ocasionales armonías rayanas en el kitsch. Compuesta para barítono, cuatro voces, contrabajo, percusión y electrónica, la obra da la medida de la personalidad de Mitterer, figura de excepción en el panorama de la música contemporánea, que el festival homenajea con una serie de estrenos y reposiciones. Pionero de la música electroacústica y de improvisación colectiva, el compositor combina tradición y modernidad sin repulgos estilísticos ni delimitación alguna a la hora de combinar elementos sonoros y estilos, en apariencia incompatibles. El producto final resultó a la vez rompedor y atractivo para el público, que supo premiarlo con un largo aplauso. El vídeo traduce el carácter gestual de texto y música, ilustra la acción, alcanza el trasfondo de las ideas e interpreta de modo original el espíritu del relato. Con esta producción, Franc Aleu y su equipo dan una nueva muestra del virtuosismo ya acreditado por los trabajos con La Fura dels Baus que han conquistado otros escenarios operísticos europeos.