LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 En los comienzos del siglo XX, en las letras españolas convivían diversas líneas narrativas: por un lado, se siguieron cultivando el realismo, manteniendo su tradición tanto estilística como ideológica (Ricardo León, Concha Espina) y el realismo-naturalismo (Vicente Blasco Ibáñez); por otro lado, se desarrollaron la novela erótica (Eduardo Zamacois, Felipe trigo), inserta en el naturalismo, con obras en las que abundaban la violencia y la truculencia, y que reflejaban inquietudes sociales, y la novela regeneracionista (Ángel Ganivet, Silverio Lanza), en la que eran frecuentes las disquisiciones que se hacían eco de las preocupaciones ideológicas de fin de siglo. Pero, además, en este tiempo surgió una novela que se alejaba de los modelos decimonónicos. En 1902 se publicaron cuatro obras significativas: La voluntad, de Azorín, Camino de perfección, de Baroja; Amor y pedagogía, de Unamuno, y Sonata de otoño, de Valle-Inclán. Estos autores ofrecieron los testimonios más tempranos de las inquietudes del hombre contemporáneo e iniciaron un camino innovador que culminó en las décadas siguientes. Cada uno con su peculiar estilo se alejó del realismo y de su intento de representación mimética, en busca de una expresión profunda de la realidad interior. Características de la nueva novela En las primeras décadas del siglo XX, surge una novela que se centra en las emociones personales e íntimas de los personajes, por lo que ha recibido el nombre de novela lírica: lo característico ahora es la presentación de estados anímicos; el yo determina el tono y el ritmo del relato. La novela se aleja de la pretensión de representación mimética de la realidad, acentuándose la ficcionalidad del mundo creado en ella. 1 Pérdida de relieve de la historia. En la nueva novela, la historia, es decir, lo que se cuenta, pierde relevancia frente al discurso, al cómo se cuenta. Las acciones suelen ser mínimas, el tiempo cronológico es sustituido por un tiempo subjetivo y el espacio pierde contornos definidos. Centralización en los conflictos del protagonista. La novela se centra en el mundo interior del protagonista, en su percepción de la realidad externa, cuya representación se diluye a favor del retrato interior del personaje, que se manifiesta como un “yo” lírico. Características del protagonista. El protagonista de estos relatos suele ser un artista bohemio, inadaptado, enconado antiburgués, degradado, en busca de valores auténticos en una sociedad envilecida. Esta situación provoca sus rebeldías y escándalos, su agresivo nihilismo1, su amoralismo, que, en ocasiones, adquiere apariencias demoníacas. Es frecuente que el fracaso en la afirmación de su individualidad problemática lo lleve a su destrucción física o moral. Momentaneidad y fragmentarismo. La narración suele fragmentarse en estampas, producto de las percepciones del protagonista. La causalidad lógica de los acontecimientos, característica de la novela realista, cede paso a una selección de Negación de todo principio religioso, político y social. Negación de toda creencia. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 momentos significativos para el protagonista, y serán frecuentes las escenas, las pausas descriptivas y reflexivas y las elipsis, que usualmente provocan la indeterminación de los hechos narrados. Por otro lado, aunque la novela dramatizada o dialogal ya había sido practicada por Galdós, aparece de manera relevante en las primeras décadas del siglo XX. Por medio de esta estructura, el narrador se diluye cediendo la voz a los personajes. La presencia y el pensamiento del protagonista son constantes, y se evidencian no solo en los diálogos, sino también por medio de discursos indirectos y de largos monólogos, que sustituyen a la presentación directa del narrador omnisciente. En los novelistas de fin de siglo resulta significativo el pesimismo que se deriva de la influencia de Schopenhauer; los novelistas del novecentismo manifiestan una nueva sensibilidad vital optimista y un afán de modernización; finalmente, se produce también una narrativa que está vinculada a las vanguardias, que manifiesta el culto al progreso y la inclinación al hedonismo2 y lo lúdico. FIN DE SIGLO Pío Baroja NOVELISTAS Y OBRAS NOVECENTISMO Ramón Pérez de Ayala Camino de perfección El árbol de la ciencia La lucha por la vida (trilogía) Belarmino y Apolonio Luna de Miel, luna de hiel Los trabajos de Urbano y Simona Tigre Juan El curandero de su honra La viuda blanca y negra La Quinta de Palmyra La mujer de ámbar Miguel de Unamuno Gabriel Miró Benjamín Jarnés Niebla Abel Sánchez La tía Tula San Manuel Bueno, mártir Las cerezas del cementerio Nuestro Padre San Daniel El obispo leproso Locura y muerte de Nadie Paula y Paulita José Martínez Ruiz, Azorín La voluntad Antonio Azorín Doña Inés Valle-Inclán Sonatas (tetralogía) La guerra carlista (trilogía) Tirano Banderas La corte de los milagros 2 VANGUARDIAS Ramón Gómez de la Serna Doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 PÍO BAROJA Pío Baroja se dedicó casi exclusivamente a la producción novelística, y su huella en narradores posteriores ha sido considerable. Baroja defendió una novela abierta a todas las posibilidades y proclamó la libertad absoluta para el escritor. En la concepción barojiana, la novela es un género en el que cabe todo: desde la reflexión filosófica o psicológica a la aventura, la crítica, el humor, etc. Todos estos asuntos se reflejan en sus novelas, aunque su reverencia por la acción determina la preferencia por temas de aventuras. Sus protagonistas, por lo general seres inadaptados (bohemios, vagabundos, aventureros) que suelen fracasar en su lucha vital, se caracterizan por lo que hacen y dicen: pesimistas y desesperanzados, están dotados de una acción todopoderosa que, en la mayoría de los casos, se convierte en vana, al no lograr vencer al mundo. Además de los protagonistas, el autor incluye en la acción central gran cantidad de personajes que luego desaparecen sin dejar rastro. Las mujeres intervienen poco, y raras veces son más que meras figuras circunstanciales. Las conversaciones constituyen la sustancia novelística de muchos de sus relatos: los interlocutores defienden sus puntos de vista por medio de un diálogo sencillo y verosímil. Baroja llegó a practicar la novela dialogal. En su estilo destaca, además, la maestría en la descripción: el autor selecciona los componentes de cada escenario y se detiene en el detalle, interrumpiendo, en ocasiones, la tensión narrativa y devolviendo así la objetividad al lector. Camino de perfección Esta novela, publicada en 1902, se estructura a partir de su protagonista, Fernando Ossorio, quien, como otros héroes barojianos, oscila entre los períodos de sufrimiento y los estados de abulia3. Abrumado por obsesiones místicas y eróticas, dudas e inquietudes, decide huir del ambiente decadente e infernal en el que se desenvuelve. El viaje emprendido condiciona su evolución psicológica, y, finalmente, alcanza la plenitud vital en tierras levantinas. El protagonista pasa del ascetismo a la aceptación de la naturaleza: tras un paseo por la sierra en El Paular, acompañado por el alemán Max Schultze, Fernando Ossorio consigue fuerza y vitalismo. El árbol de la ciencia Esta obra de 1911 refleja la desesperanza moral y la desorientación de la España de la época. La novela, que narra la vida de Andrés Hurtado hasta su suicidio, consta de siete partes que configuran una estructura simétrica. 3 Falta de voluntad, o disminución notable de su energía. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 ESTRUCTURA Partes I, II: Primeras experiencias Se centran en la vida de André Hurtado como estudiante de medicina y en su encuentro con Lulú. Presentan aspectos de la vida de Madrid: el desolador ambiente universitario y la miserable vida de las clases media y baja. Parte III: hecho decisivo Narra la enfermedad y muerte de Luisito, hermano del protagonista, tras un viaje a un pueblo valenciano con la esperanza de hallar un clima que lo cure. Parte IV: reflexión Diálogo entre Andrés y su tío Iturrioz, fundamentación teórica de la personalidad del protagonista. El capítulo central se basa en la confrontación del árbol de la ciencia con el árbol de la vida (intelectualismo frente a voluntad4) Parte V, VI: Nuevas experiencias Tras una experiencia negativa como médico rural en Alcolea del Campo, Andrés regresa a Madrid, donde trabaja como médico de higiene y para una sociedad de gente humilde. Parte VIII: hecho decisivo Andrés contrae matrimonio con Lulú, trabaja de traductor y finalmente se suicida tras el nacimiento de su hijo muerto y el fallecimiento de Lulú. MIGUEL DE UNAMUNO Para Miguel de Unamuno, la novela se convirtió en el medio idóneo para interpretar la realidad. En su producción novelística, Unamuno desarrolló los temas que lo obsesionaban: la afirmación de la personalidad, la lucha contra el instinto, el afán de dominio sobre los demás, la muerte. Las novelas unamunianas se centran en el conflicto íntimo de los personajes generado por una estricta trabazón familiar (relaciones amorosas, paterno-filiales…). Unamuno inició su narrativa con Paz en la guerra (1897), novela histórica y realista, a la que consideraba una novela “ovípara”, creada con el procedimiento realista de acumular datos, a diferencia del resto de sus novelas, que caracteriza de “vivíparas”, nacidas vivas como los mamíferos, creadas con la técnica que refleja la vida. La primera, Amor y pedagogía (1902), 4 Intelectualismo frente a voluntad: para Hurtado, “la ciencia es la única construcción fuerte de la humanidad”, capaz de arrollar distintos obstáculos (religiones, morales, utopías). Iturrioz le replica que la ciencia también “arrolla al hombre” y propugna la necesidad de “una fe, una ilusión” cuya misión sería “enseñar el valor, la serenidad, el reposo; arrancar toda tendencia a la humildad, a la enunciación, a la tristeza, al engaño, a la rapacidad, al sentimentalismo”. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 fusión de lo sublime y lo ridículo, constituye una fantasía satírica inverosímil sobre el fracaso de las teorías positivistas que elevan la ciencia a la categoría de religión. San Manuel Buen, mártir Publicada en 1930, plantea la pérdida de fe de don Manuel Bueno, un cura rural que sustituye su falta de fe por la voluntad de creer. La novela está narrada por una de sus feligresas, Angela Carballino, pero al final se incorpora un nievo narrador que relaciona este relato con otras novelas de Unamuno (intertextualidad), apela al lector y reflexiona sobre la novela (metanovela). AZORÍN Azorín creó unos textos que difícilmente pueden considerarse novelas, pues representan una ruptura con la concepción decimonónica de este género. En las novelas de Azorín se anulan el movimiento y el tiempo: la narración se fragmenta en instantáneas que configuran cuadros o fotografías materializados en capítulos deshilvanados, que dispersan la atención del lector. En su obra narrativa, Azorín efectuó un profundo análisis de la percepción. En este análisis influyen la filosofía, la literatura y la pintura impresionistas, la fotografía, el cine, el periodismo moderno y la escritura telegráfica, que contribuyen a congelar el momento y a captar la impresión del instante. En sus primeras obras se observa una violenta rebeldía contra los valores establecidos, una conciencia social vinculada al anarquismo y una crítica a toda preocupación espiritual subjetiva. Tras abandonar sus ideas revolucionarias, las inquietudes del escritor se desplazan de lo social a lo subjetivo. La voluntad Es una novela impresionista que incluye fragmentos de vida, de sensaciones separadas entre sí. Contiene alusiones autobiográficas y detalles de escenarios reales que parecen un gran collage de documentos: artículos periodísticos, circulares políticas, párrafos de otras obras… El protagonista, Antonio Azorín, es un ser pasivo, contemplativo, pesimista y falto de voluntad. Tras viajar a Madrid, se retira al campo en busca de la ataraxia o imperturbabilidad. Por el Epílogo, que incluye tres cartas de Martínez Ruiz a Pío Baroja, sabemos que el personaje se entrega a la voluntad de la mujer con la que se casa y a la rutinaria vida de Yecla. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 VALLE-INCLÁN Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Estudió Derecho en Santiago de Compostela. Viajó a América, donde trabajó en periódicos mexicanos. De regreso a Madrid, conoció en diversas tertulias a Azorín, a Baroja, Benavente, Villaespesa, y se hizo célebre por sus extravagancias. Toda la obra de Valle-Inclán obedece al rechazo del realismo tradicional, lo que se manifiesta de formas diferentes en su producción. Valle comenzó su trayectoria narrativa en el modernismo: defendió su concepción aristocrática como expresión estética antiburguesa y reivindicó la ficción, la fábula y la leyenda. Progresivamente, introdujo innovaciones en su técnica novelística hasta culminar en su creación máxima: el esperpento. Sonatas Escritas en forma de memorias, las Sonatas representan una alegoría5 de la vida humana. El marqués de Bradomín, un don Juan “feo, católico y sentimental”, funciona como hilo conductor en las cuatro novelas. Sonata de primavera Sonata de estío Sonata de otoño Sonata de invierno Se desarrolla en un palacio italiano. El joven marqués de Bradomín no consigue el amor de la novicia María Rosario. Bradomín viaja a México y, en sus ardientes tierras, vive una aventura exitosa con la Niña Chole. El marqués mantiene relaciones con su moribunda prima Concha en el marco de una Galicia rural, fría y lluviosa. Bradomín, viejo y cansado, se encuentra en Estella y está a punto de seducir a Maximina, sin saber que se trata de su propia hija. Estas novelas constituyen una parodia de asuntos, situaciones y actitudes de la literatura decadentista. El tema dominante es el amor carnal, con un trasfondo pecaminoso, donde no faltan la homosexualidad y el incesto. Paralelamente, cobran relevancia la muerte y la religión (Bradomín, encarnación del satanismo, tienta a la novicia María Rosario y a la monja Maximina). En las Sonatas hay dos imágenes femeninas arquetípicas: la mujer fatal, con su belleza diabólica, imperiosa y cínica (la Niña Chole), y la mujer frágil, de sensualidad delicada (María Rosario, Concha y Maximina). La guerra carlista Esta trilogía, compuesta por Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño, brinda una visión de la España tradicional (los carlistas) enfrentada a la liberal (los republicanos). Las tres novelas consideran que el liberalismo es el origen de los males de España y proponen el modelo de sociedad carlista: una sociedad patriarcal y arcaica, en la que la nación es vista como una gran familia, y el rey, como padre de sus súbditos. 5 Ficción en virtud de la cual algo representa o significa otra cosa diferente. LA NARRATIVA ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 2013 Tirano Banderas Publicada en 1926, esta novela constituye un interesante experimento en el género de la novela histórica. Narra la caída del dictador Santos Banderas, síntesis simbólica de gobernantes hispanoamericanos reales. La acción transcurre en las fiestas de Todos los Santos y Difuntos, en Santa Fe de Tierra Firme, una imaginaria ciudad de México. Tirano Banderas ofrece los rasgos del esperpento, técnica con la que se degradan personajes y acciones presentados previamente de manera elevada. Por un lado, el dictador inspira temor; por otro, es objetivo de burla, al describirlo como si fuera un elemento de la fiesta mexicana. Este tratamiento carnavalesco afecta a otros personajes poderosos. Los únicos no deformados son Filomeno Cuevas y Zacarías el Cruzado, quienes, en su oposición al tirano, abandonan las palabras y pasan a la acción armada. El tratamiento del tiempo se caracteriza por la reducción (la narración se centra en las tres jornadas previas a la derrota y muerte del tirano) y por la simultaneidad: se presentan paralelamente los padecimientos del pueblo, la preparación de la rebelión y las estratagemas para impedir su triunfo. Con esta novela, Valle anticipa temática y técnicamente algunas de las direcciones de la nueva narrativa hispanoamericana, en especial la alternancia entre lo mágico y lo racional, lo mítico y lo histórico. El ruedo ibérico El ruedo ibérico está constituido por una serie de novelas que pretendía abarcar un período de treinta años: desde finales del reinado de Isabel II hasta la guerra de Cuba. Fue concebido como una novela única sobre la sensibilidad española de la época señalada, con la intención de desenmascaramiento propia del esperpento. La voluntad de objetividad se manifiesta en el protagonismo colectivo: el protagonista es el pueblo, sin perspectivas de futuro. Valle incide en aspectos ridículos y dolorosos, con el estilo esperpéntico plenamente logrado. En el tratamiento del tiempo se combinan la reducción con un ritmo vertiginoso. En cuanto al espacio, España se configura como un coso taurino o “ruedo”, donde se presenta un espectáculo eterno de violencia y muerte.