“Mirad, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Enmanuel.” (Isaías 7,14) Virgen de Lourdes, a tus pies postrados, finalizando este año 2011, nos presentamos con nuestra oración, nuestro canto, que en este mes, se llena de esperanza: Adviento, la venida del Señor ¡Qué dulce es la espera de la Madre!... La sonrisa de la Inmaculada Concepción, así nos lo recordaba, en estos días pasados de la Novena, dando paso a ese extraordinario momento, que se producirá en un humilde portal de Nazaret, en nuestro corazón de Cristianos, en el Belén de nuestro hogar, simplemente cuando sonriamos al mundo, ahí estará naciendo una vez más, Jesús Y así lo anuncian estos días los cantos de la Liturgia, “Maranatha”, palabra que procede del Arameo, nos da la primera señal, el primer mensaje “Ven Señor, Jesús”. Una vez más, recurrimos al maestro de maestros, Deiss, el cual, como nadie, sabe darle forma a estas hermosas palabras, encadenándolas a una música expresiva y de calidad. No es un exceso decir, que la música de Deiss, es celestial. Y este hermoso canto, en sus estrofas, camina por el Apocalipsis, recordando estas palabras “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella radiante de la mañana. El Espíritu y la esposa dicen: «¡Ven!» Y el que oiga, que diga: «¡Ven!» Y el que tenga sed, que venga; el que quiera que tome gratis el agua de la vida… El que da testimonio de estas cosas dice: «Sí, voy enseguida». Amén. ¡Ven, Señor Jesús!” Cuando recurrimos a los textos Litúrgicos, sobran las palabras, lo único que hay que hacer, es dejarse envolver por el mensaje y saborearlo en nuestro interior, “Cielos lloved vuestra justicia, ábrete tierra, haz germinar al Salvador”. Así abrimos hoy, nuestra misa mensual en honor de la Virgen de Lourdes, pidiéndole con fuerza que nos renueve y nos prepare para el gran momento. Que sepamos vivirlo con sencillez, como María. De la mano del Profeta Isaías, subiremos un año más, al Monte de Sión “Hija de Sión, alégrate, porque el Señor está en ti, Salvador y Rey” Y durante estos días de espera con Nuestra Señora, entonaremos un canto muy conocido y querido por todos los feligreses, “La Virgen sueña caminos”, de Erdozaín que simplemente, cuando suenan las primeras notas, se observan las primeras sonrisas en todas las caras, porque todos, sin excepción, estamos deseando cantarlo y evocarlo. Su música es tan cadenciosa como un Villancico, su sencillez y facilidad lo convierten en un hermoso Himno de Adviento “La Virgen sueña caminos, está a la espera. La Virgen sabe que el Niños está muy cerca… Los que soñáis y esperáis la buena nueva, Abrid las puertas al Niño, que está muy cerca.”