130-2012 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las trece horas con cincuenta y un minutos del día dieciséis de mayo de dos mil doce. El presente proceso de hábeas corpus fue iniciado por el licenciado Gustavo Antonio Rivera Rivera, a favor del señor Julio César Ramos Ardón, procesado por el delito de agrupaciones ilícitas, contra actuaciones Juzgado Especializado de Instrucción de San Salvador y la Fiscalía General de la República. Analizada la solicitud presentada y considerando: I.- El peticionario afirma que el señor Ramos Ardón, se encuentra restringido de su libertad de forma ilegal, siendo procesado por el delito de agrupaciones ilícitas, prescrito en el artículo 345 del Código Penal “todo en relación con el artículos 1 de la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal…”(sic). Afirma lo siguiente: “…he interpuesto diferentes escritos para señalar deficiencias en el proceso que se sigue en su contra y de las cuales no he recibido respuesta de fondo o que resuelvan la situación del señor imputado y, el caso es que al revisar el expediente (…) resulta que los hechos narrados por el testigo que supuestamente incrimina a mi defendido son de principio del año 2010 hacia atrás llegando hasta la década de los años ochenta, momento en que no estaba vigente la ley de proscripción de maras (…) por lo cual no era delito el hecho imputado a mi representado, según el art. 15 de la Constitución (…). Y el art 21 (…). Recordemos que los principios penales en concordancia con la Constitución, establecen que los hechos punibles serán sancionados de acuerdo con la ley vigente en el tiempo de su comisión, entonces este procesamiento cayó en antijuridicidad porque en contra de mi patrocinado no costa en el expediente, una tan sola acción u omisión antijurídica penal cometida por él ubicada en tiempo y espacio, por lo cual su detención es a todas luces Inconstitucional e Ilegal, el hecho fundamental a investigar es los hechos imputados es que son de antes de la entrada en vigencia de la ley aplicada y la participación de Julio César Ramos Ardón en tales hechos no existe y los cuales no se encontraran en todo el proceso. Por lo que Julio César (…) es inocente y debe ser puesto en inmediata libertad…”(sic). II. Dicho lo anterior, corresponde a esta sala realizar el análisis de la pretensión, a efecto de determinar si lo planteado, es susceptible de análisis mediante este proceso constitucional. En el caso particular, el licenciado Rivera asegura que la restricción que padece el señor Ramos Ardón es inconstitucional por la relación que las autoridades demandadas han realizado del artículo uno de la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal con el tipo penal por el cual está siendo procesado este –agrupaciones ilícitas-, pues arguye que la ley relacionada es posterior 1 al hecho atribuido, lo cual afirma, transgrede los artículos 15 y 21 de la Constitución y vuelve inexistente la participación del imputado en el mismo; asimismo reclama por la omisión de la autoridad judicial demandada de brindar respuesta de fondo respecto a escritos presentados relacionados con el tema. 1. Respecto al punto referido a la legislación penal aplicable para el juzgamiento del señor Julio César Ramos Ardón, la jurisprudencia constitucional ha considerado respecto del principio de legalidad, contenido en el artículo 15 de la Constitución de la República, que el juzgamiento de una persona debe realizarse "conforme" –entre otros presupuestos– a la existencia de una ley cuyo procedimiento legislativo de discusión, aprobación, promulgación, vigencia, etc., se ha llevado a cabo antes del "hecho” de que se trate. –v.gr., sentencia HC 1182008 de fecha 15/07/2010–. De acuerdo con lo anterior, se ha sostenido que el "hecho", al que se alude, debe interpretarse según la naturaleza jurídica de las normas a aplicar, porque el artículo 15 de la Constitución al referirse a este –al hecho– indica que será aquel “de que se trate”, es decir, acerca del hecho que haga surgir efectos jurídicos desde el punto de vista material o sustantivo, o desde el adjetivo o procesal. En lo que respecta a la materia penal sustantiva, la ley debe ser previa al “hecho” – conducta humana– que da origen al proceso, esto es el hecho material del delito, pues en la ley debe regularse la descripción típica del hecho punible con todas las situaciones hipotéticas en que podría incurrir quien delinque y la pena o sanción que corresponde al mismo. –v.gr., sentencia HC 261- 2001 de fecha 20/12/2002–. Es así que, de lo expuesto por el peticionario, si bien alude la imputación de un ilícito contenido en una ley posterior al hecho atribuido al señor Ramos Ardón y que por tanto no es posible atribuirle participación en el mismo, es claro en señalar que dicho imputado es procesado por el delito de agrupaciones ilícitas, desarrollado en el artículo 345 del Código Penal, normativa que se encontraba vigente antes de la fecha –señalada por el peticionario– en la que fue capturado e inició el proceso penal en contra del referido encartado –ocho de mayo de dos mil once–. En tal sentido, esta sala advierte que, el tipo penal que determina el juzgamiento del señor Ramos Ardón –345 del Código Penal–, es con base a una ley promulgada con anterioridad al hecho atribuido, siendo ello concordante al principio constitucional de legalidad; en consecuencia, lo planteado por el licenciado Rivera constituye una inconformidad respecto a la referencia o nexo que las autoridades demandadas hacen del artículo 1 de la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal con el delito antes aludido, sin que la referencia a dicha ley implique un complemento del tipo penal de “agrupaciones ilícitas”, pues incluso el contenido de esa disposición no detalla una conducta penal, sino que únicamente describe las agrupaciones que serán consideradas pandillas o maras y por ende ilegales y proscritas. 2 Por las consideraciones que anteceden, esta sala advierte vicios en el reclamo propuesto por licenciado Rivera, imposibilitándose conocer del fondo del mismo por carecer lo alegado de relevancia constitucional; por tanto, deberá finalizarse mediante la declaratoria de improcedencia. 2. Asimismo, el licenciado Rivera alega que ha presentado escritos referidos a los hechos analizados en el número anterior y que considera son “deficiencias en el proceso”; sin embargo –afirma- que la autoridad judicial demandada no le ha brindado “respuesta de fondo o que resuelvan la situación del señor imputado”. Al respecto, es de señalar que esta sala conoce a través del proceso de hábeas corpus de pronto despacho, respecto la existencia de una solicitud efectuada -entre otros- a una autoridad judicial, que no haya sido resuelta dentro de un plazo razonable, -v. gr. resolución de HC 662010 de fecha 18/08/2010-. En ese sentido, si bien el peticionario alude a la falta de respuesta de sus solicitudes escritas, de los términos planteados es su pretensión, se advierte que lo pretendido es que la autoridad judicial dicte la resolución definitiva del conflicto penal; sin embargo, -como ya se dijo– si bien esta sala puede conocer respecto a la omisión de respuesta de la autoridad demandada, no es competente para analizar el tipo o naturaleza de la contestación que esta debiera emitir, que es lo pretendido por el licenciado Rivera; por tanto, se colige que lo planteado en este punto no trasciende el ámbito constitucional, en consecuencia no puede ser conocido por este tribunal a través del proceso de hábeas corpus, debiendo declararse improcedente. –v.gr., improcedencia HC 189-2010 de fecha 09/03/2011–. Lo anterior con fundamento en la jurisprudencia sostenida por este tribunal, en la que se ha posibilitado realizar el examen liminar de la pretensión de hábeas corpus, con la finalidad de detectar la existencia de vicios formales o materiales en la pretensión; de manera que, una vez advertidos debe rechazarse in limine litis la solicitud presentada. –v. gr. resolución de HC 29-2011 del 28/04/11, entre otras–. Por todo lo expuesto y de conformidad con lo establecido en el artículo 11 inciso 2° de la Constitución de la República, y 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta sala RESUELVE: 1. Declárase improcedente la pretensión planteada por el licenciado Gustavo Antonio Rivera Rivera, a favor del señor Julio César Ramos Ardón, por carecer lo alegado de relevancia constitucional. 2. Tome nota la secretaría de esta sala del lugar y medio técnico señalado por el peticionario para recibir actos procesales de comunicación. 3. Notifíquese. ---J. B. JAIME---C. ESCOLÁN --- E. S. BLANCO R.--- PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.---RUBRICADAS. 3