Boletín aRPa Revista informativa de la comunidad RPAula Nº4 Agosto 2016 ¡Bienvenidos Profesores de los Talleres RPAula O’Higgins! Cerca de 500 profesores de 82 establecimientos de la Región de O’Higgins comenzaron los talleres RPAula de la Iniciativa ARPA en alianza con la nueva Universidad Regional UOH. que fueron seleccionados, destacaron por el compromiso de sus docentes y el apoyo de sus respectivos directivos para incorporar la metodología ARPA a las aulas escolares. Son en total 22 los talleres RPAula que iniciaron el programa de Desarrollo Profesional Docente ARPA-UOH, en las provincias de Cachapoal, Colchagua y Cardenal Caro. Las profesoras y profesores que se integran a nuestros talleres aprenderán una nueva manera de hacer matemática, más activa, entretenida e interesante, a través de la planificación e implementación de actividades de resolución de problemas, para así lograr el desarrollo de una estrategia efectiva en el aprendizaje de los contenidos matemáticos de los estudiantes. Los talleres RPAula son liderados por profesionales de la región que fueron capacitados en el Taller de Formación de Monitores, realizado durante el primer semestre de este año en la ciudad de Rancagua. El proceso de postulación a los talleres RPAula tuvo una alta convocatoria de participación, alcanzando un total de 300 establecimientos inscritos. Las 82 escuelas y colegios La Iniciativa ARPA llega a la región como parte del Programa de Vinculación con el Medio Escolar de la Universidad de O’Higgins, a través de los Talleres de Formación de Monitores, Talleres RPAcción y RPAula. Entrevista Nieves Gómez Díaz RPAula Doñihue B 2016 Monitora Taller RPAula Nieves Gómez es Profesora de Educación Media de Matemáticas y Física. Actualmente hace clases en el colegio Inglés Saint John de Rancagua. En Mayo recién pasado participó en el Taller de Formación de Monitores ARPA, cuyo objetivo fue preparar a distintos profesionales del área de la matemática para liderar los Talleres de Desarrollo Profesional Docente ARPA, que comenzaron en Agosto en la Región de O’Higgins. Nieves es la Monitora titular del Taller RPAula Doñihue, uno de los 22 talleres que se implementaron en la región con el apoyo de la nueva Universidad de O’Higgins. Conversamos con ella justo luego de realizar la sesión 2 del Taller RPAula que lidera y en el que participan 25 docentes de la Provincia de Cachapoal. ¿Cómo llegaste al Taller de Formación de Monitores? Yo conocía el trabajo del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile (CMM), conocía a Cristián Reyes, Subdirector de ARPA, que fue mi profesor en la U. Con el Taller de Monitores vi una oportunidad de aprender y no hacer estos típicos diplomados como “gestión de evaluación” que a la larga y en la práctica creo que no te sirven mucho. ARPA me llamó la atención al abordar la Resolución de Problemas y así aprender estrategias nuevas o de complementar o pulir las que ya tienes. En relación a eso, primero tomé el taller como un desafío. Ni siquiera sabía si iba a ser monitora, lo primero era aprender y saber más cosas. ¿Qué diferencia a ARPA de otros programas de formación docente? El eslogan de ARPA debería ser “Aprender-Haciendo” esa es la gran diferencia con otros programas que existen. En la universidad te dicen: diseñe una clase y planifique. Casi que tienes que planificarla para el alumno perfecto, no ves ninguna otra variable. En cambio en ARPA lo haces, pero con tu grupo, conversas con colegas, no planificas solo. Tienes la asesoría de un monitor, el resto de los profesores del taller también están a disposición, se conversa, se discute, en el fondo aprendes haciendo. Lo mejor es que puedes adecuarlo y nadie te lo impone, esa es la diferencia importante. ¿Cuál fue tu sensación al terminar el taller de monitores? Muy contenta y satisfecha, pero también algo cansada, fue harto trabajo. Traté de implementar la metodología primero en mi colegio, pero no todos los colegas quisieron. Empecé a hacerlo una vez a la semana con mis alumnos, todo esto antes de pensar en ser monitora de un taller. Pensé que si estaba asistiendo a un taller para aprender, no podía no implementarlo y qué mejor que con mis alumnos. Hay varias cosas interesantes de las que me di cuenta; por ejemplo, que los niños descubren las cosas mucho más rápido que nosotros los adultos. Ver de cuántas formas los niños pueden resolver un problema, eso también es súper interesante. ¿Qué crees que puedes aportar como Monitora en la formación de docentes? Últimamente, a lo largo de cualquier nivel de educación, está muy de moda que las OTEC (Organismos Técnicos de Capacitación) vendan cursos a las municipalidades para que se repartan en los colegios, que todos hagan la misma planificación y el profesor con la planificación hecha haga su clase. Yo creo que con eso no se logra nada. Yo trabajé en un proyecto que se hizo en una municipalidad; al final los profesores no sabían bien para dónde iban los problemas y ejercicios, se complicaban, porque si tú no convences al profesor con el que estás trabajando, no logras nada. Le pueden entregar todo hecho: las guías, las pruebas, todo multicopiado, pero si él no está seguro de ese material, no lo revisó y no pudo hacerlo, es difícil lograr algo. En cambio, si tu vas una vez al mes, lo apoyas, le dices: “mira vamos a planificar así, tenemos que hacer esto, discutan entre ustedes, lleguen a conclusiones , adecúen el problema a su grupo de curso”, eso es lo que realmente puede generar un cambio. A lo mejor de los 25 profesores que están en ARPA sólo 5 van a hacer un cambio real, pero el punto es que los 25 vamos a generar esa chispita de decir: ¿Y si lo intento? ¿Y si puedo? ¿Y cómo te ha resultado hasta ahora? Tengo la suerte que trabajo con un grupo de profesores súper motivados, un grupo con muy buena disposición. La relación de la primera sesión fue muy buena para afianzar la segunda y en adelante, no vamos a tener grandes dificultades. Como ellos hacen las cosas y planifican en la misma clase conmigo y con sus compañeros, ven un plus. Hoy en día las aulas son a puertas cerradas. Se cree que si alguien externo te va a ver, es para criticarte. Si te evalúan, vas a ganar menos plata, no sé. Entonces son una serie de cosas que al final tienen una connotación negativa y no generan lo que sí tienen que generar, que es este intercambio de opiniones, que los profesores digan cuando están trabajando en grupo: “este problema me va a servir” o “ yo creo que este problema es mejor para sexto”. Ese intercambio es el que hay que lograr y eso es lo que genera este proyecto. ¿Por qué crees que es importante que los profesores tengan formación continua? Yo creo que además de la formación continua, es importante salir del ambiente en el que estás. Por ejemplo, yo no me imagino veinte años trabajando en el mismo colegio haciendo las mismas cosas siempre, porque eso te limita. Si tú no tienes una formación continua, pierdes la práctica. Muchos de los profesores dicen: “sentí que volví al colegio, de nuevo tengo que hacer problemas” Claro, porque uno ya pierde esa práctica, se pone a hacer ejercicios y les da una lista interminable a los niños para que trabajen. Nadie te ve, planificas lo que te revisan, entonces no tiene sentido. En cambio si sales de tu zona de confort es mucho mejor, te sientes desafiado a salir de tu mundo y a aprender cosas que realmente sirven. ¿Qué cosas crees que pueden mejorar en las prácticas docentes de los asistentes del taller RPAula? ¿Qué es lo que los profesores podrían ir logrando a medida que avanzan las sesiones? Algo súper simple y lo más fácil de cambiar es, por ejemplo, no dar la respuesta del problema inmediatamente en las clases. A veces en las clases hay niños que son más lentos al resolver, les cuesta un poco más, entonces es fácil para el profesor tomar un cuaderno, anotar el ejercicio y mostrarle los pasos, pero a la larga con eso no estás generando nada. Lo que se puede lograr fácilmente es que tú busques la forma de encaminarlo pero sin darle la respuesta. Lograr que el profesor entienda la importancia de que el niño llegue a la solución, porque cognitivamente no pasa nada si él no descubre, no es aprendizaje real. Si el niño es capaz de darse cuenta en qué se equivocó, qué hizo mal, es porque está creando una nueva estructura mental que asegura el aprendizaje. ¿Y la importancia del planteamiento del problema, para que realmente signifique un desafío para el estudiante? Es un equilibrio bien complejo el que hay que lograr, sobre todo cuando los profesores tienen una distribución poco pareja de sus alumnos. Puedes tener un sexto básico que tres estudiantes sepan dividir, dos no se saben las tablas, a cinco les cuesta sumar, entonces es súper difícil escoger un problema que les sirva a todos. Yo siento que en ese punto hay que tener ojo, analizar bien cuando efectivamente el material que se entrega en la clase es un problema. Nadie mejor que los profesores conocen la realidad de sus cursos. Yo no les podría decir: “usen este problema porque a mi me sirvió”, muchas veces en la realidad no se aplica. Incluso dentro del mismo colegio uno puede tener niveles diferentes, puedes tener un curso que aprende muy bien con imágenes, si les pones música y otro curso que no, que necesita el silencio y enfocarse. Son formas de aprendizaje diverso y es necesario que los profesores hagan ese análisis. Ahí está mi pega de cómo hacerlo bien, de cómo hacer que los profesores efectivamente escojan bien el problema para sus alumnos. ¿Crees que ARPA es importante para la educación? Creo que todas las formas de mejorar son importantes. Lo que hace a ARPA especial es que tiene cosas de distintos lados que siempre han estado en el aire. Yo creo que antes nadie se preocupó de decir: “¿Juntémoslas? Esto nos sirve”. Ahí está la importancia, que esto tiene algo distinto al resto, de que efectivamente puede generar un cambio. Por ejemplo, yo creo que generalmente eso de trabajar en grupo, uno como profesor lo ve como malo. Cuando les dices a los estudiantes que hay trabajo en grupo, los papás piensan que es una dificultad extra para la casa. La gente lo ve como algo malo o difícil. Yo creo que a diferencia de otros programas, ARPA tiene la característica positiva que efectivamente uno puede ver que el trabajo colaborativo entre los estudiantes funciona, o sea, ese lema de que “el problema no está resuelto hasta que todo el grupo sabe hacerlo y explicarlo”, te asegura que los niños se van a esforzar en que su compañero del lado sepa cómo resolver, porque representa al grupo, al equipo. En las relaciones interpersonales también ayuda, no en el sentido que en el grupo se van a hacer amigos del alma y anden por la vida juntos, pero sí te enseña por ejemplo la tolerancia. Dado el grupo que me tocó, ¿cómo soluciono esto?, ¿cómo trabajo? Y es lo que uno debe hacer en la vida ¿no?. Destacado ARPAMAT.CL Contenido destacado de nuestro sitio web El destacado arpamat.cl de esta edición, corresponde a la columna escrita por Andrés Ávila, Monitor del Taller RPAula Temuco y miembro del equipo ARPA. Visita nuestro sitio web para encontrar interesantes columnas y síguenos en redes sociales poniendo “me gusta” en nuestra página de Facebook: facebook.com/arpamat RPAULA Y SU EFECTO SOBRE ALUMNOS DE PROGRAMA DE INTEGRACIÓN ESCOLAR Los colegios del taller RPAula Temuco, corresponden a establecimientos subvencionados unigrado y multigrado, que trabajan con estudiantes con necesidades especiales. Si el aula cuenta con mayor número de alumnos por aula (sobre 15) poseen apoyo PIE (entre 3 y 8 niños por curso) y los con menos alumnos no, por ejemplo colegios unidocentes. En el caso de los colegios “mayores”, hay una sicopedagoga que acompaña a los alumnos PIE durante la clase, que para Matemática corresponde a revisar los contenidos en los textos. En el caso de los unidocentes, son colegios multigrado con pocos alumnos y por ello están más acostumbrados a trabajar en grupo. RPAula propone una metodología de trabajo asociativo de los alumnos donde se refuerzan las habilidades matemáticas por medio de la Resolución de Problemas en grupo. Dada la generación aleatoria de los grupos, los alumnos PIE se reparten con sus compañeros y tienen la posibilidad real de integrarse al aula. Al enfrentarse los problemas en un ambiente de “colegas”, los alumnos PIE muestran una actitud diferente al aprendizaje logrando mayor participación. Por otro lado, las necesidades educativas especiales son más notorias en el formato habitual de trabajo en aula (alumno-libro-profesor), las que en el ambiente colaborativo pueden ser obviadas. Por ejemplo, alumnos con problemas de lectura pueden trabajar si un compañero lee el problema, situación que no ocurre en el formato habitual. También se evidencia en las posibilidades mayores de resolver un problema con diferentes herramientas. Aunque la tendencia es a usar conocimientos de cursos inferiores al cursado, aún así pueden resolver los problemas y sentirse motivados al estudio de la Matemática por encontrar la solución con mayor libertad del camino a seguir. Por ejemplo, en la Escuela N°8 de Vilcún, segundo básico, se tuvo la situación paradójica que un alumno PIE resolvió primero el problema que el “mejor alumno”, quien no pudo resolverlo y terminó llorando por haber sido destronado en la clase. Este estrés al que están sujeto los alumnos provoca un rechazo generalizado de la Matemática, en especial cuando tanto apoderados como profesores incentivan que la dificultad de esta asignatura es intrínseca y no se puede cambiar salvo resolviendo numerosos problemas casi idénticos donde la dificultad está en repetir mecánicamente un algoritmo, por ejemplo en la división. Sin embargo, el trabajo RP aparece como una estrategia de reposicionar la asignatura como una en donde también se puede trabajar en grupo y dejar de aparecer como difícil. Los problemas seleccionados cuentan con la posibilidad de resolverse por diferentes estrategias, lo que motiva el desarrollo del pensamiento matemático. La falta de discusión de los problemas es una de las mayores falencias en la enseñanza de la matemática, la cual históricamente se ha basado en la discusión de pares y el debate. Además, presentar los problemas como un desafío es muy diferente a presentarlos como una larga lista de ejercicios que parecen interminables. En el caso del apoyo psicopedagógico, este ha tenido dos caras. Por un lado, la sicopedagoga ha funcionado como ayudante del taller RP apoyando a los grupos con alumnos PIE y también interactuando con los otros alumnos, con lo cual se refuerza el taller y el aprendizaje de los alumnos. Esto facilita el trabajo en aula y son más los alumnos que acceden al apoyo al trabajar la educadora con el grupo con alumno PIE en lugar de sólo con el alumno PIE. Por otro lado, los establecimientos con alumnos con necesidades especiales y sin sicopedagoga también han podido trabajar en armonía ya que el taller ofrece la posibilidad de integración de los alumnos dentro de los grupos de trabajo. Este “efecto doble” del taller entrega ganancias en todo tipo de establecimientos, incluso en los multigrado que no estuvieron dimensionados al principio del proyecto. Una inesperada reacción encontrada en los alumnos, es que han encontrado los talleres como una actividad más dinámica y lúdica, por lo cual en varios casos éstos han sido esperados con ansia. El focalizar un aula en resolver un problema puede parecer lento en contenidos. Sin embargo, no sólo se refuerzan las habilidades de resolución de problemas, sino también la de expresión oral y escrita, trabajo colaborativo y auto aprendizaje entre otras. Así, la actividad no se focaliza únicamente en el contenido, sino en dar un espacio para las otras competencias, espacio que tampoco está presente en las otras asignaturas. Se estima que un profesor habla alrededor del 80% del tiempo de clase, ¿y cuánto tiempo diario se dedica al debate de ideas o la discusión? Los talleres RPAula han mostrado su efecto en el desarrollo del estudiante y con su escaso tiempo de aplicación en aula queda el desafío de medir los cambios profundos en el aprendizaje, así como extenderlo a las otras asignaturas con más horas.