Universidad de Zaragoza -Historia Antigua – www.unizar.es/hant/ Prof. Dr. G. Fatás LA ESTEPA Estepa. Ancha franja de hierba interrumpida en algunas partes por alineaciones montañosas. Comienza en Hungría y se extiende hacia el E. a través de Ucrania y del SE de Rusia hasta el Asia Central y, finalmente, hasta Manchuria. Ha servido como corredor natural a la expansión de pueblos y pautas culturales a través de la Historia. La zona herbácea puede dividirse en estepa occidental, que cubre unos 4.000 km desde las llanuras del Danubio hasta los Montes Altai, al E., y estepa oriental, desde el Altai hasta el Gran Khingán (unos 2.400 km). La estepa occidental, rota sólo por la baja barrera de los Urales, se cruza fácilmente a caballo. Sus muchos ríos fluyen predominantemente hacia el S. y facilitan el acceso a tierras más cálidas. El clima de la estepa occidental se define por sus cambios estacionales, por sus fríos inviernos y calurosos veranos; la pluviometría decrece de O. a E. La estepa oriental padece condiciones mucho más rigurosas. Por su mayor altitud es más fría y la escasez de su lluvia es causa de que sus pastos sean más ralos. Los nómadas de la estepa oriental, históricamente, fueron impulsados a buscar mejores pastos ya en el N. de China, ya en la estepa occidental. En la Prehistoria, los pueblos de la estepa abandonaron paulatinamente su modo de subsistencia en favor del asentamiento granjero. Con la domesticación del caballo, hacia el 2000 a. C., volvió a cambiar su modo de vida y el aumentar los pastos disponibles se constituyó en objetivo migratorio. Formaron tribus y, ocasionalmente, confederaciones tribales que elegían caudillos supremos que podían convocar con rapidez formidables fuerzas militares, las cuales comenzaron a aparecer en el Oriente Medio después del 1700 a. C. Los ejércitos de jinetes nómadas eran enemigos formidables por su movilidad y su capacidad para vivir sobre sus monturas. Poco después del 700 a. C., los pueblos a quienes los griegos llamaron cimerios y escitas empezaron sus incursiones en Asia Menor desde su base en Ucrania. Los escitas cooperaron en la caída del Imperio Asirio con su saqueo de Nínive en el 612 a. C. En los siglos siguientes, la caballería nómada supuso una amenaza constante para el Imperio Persa, en el O., y para el Imperio Chino, en el E. Los partos, semejantes a los escitas, empezaron su penetración en el Imperio Seléucida en el siglo III a. C. Tras ocupar la tierra cultivable, fueron capaces de defenderla con su caballería acorazada y de rechazar sucesivas invasiones nómadas. Siguió un periodo de calma durante el que las rutas caravaneras que cruzaban Asia canalizaron bienes e ideas entre Roma y China. Un periodo de fermentación comenzó hacia el 200 d. C. En el siglo IV, los hunos, pueblo quizás de cepa turca, invadieron el Imperio Romano. Su invasión desplazó a los pueblos germánicos de Europa, que entraron forzados en territorio romano y pudieron en marcha la disolución del Imperio Romano de Occidente. Por el este, China fue reiteradamente atacada por grupos nómadas de lengua turca y mongola. En el 550, los ávaros, migrantes desde el Cáucaso a Hungría, fueron la primera ola de una sucesión de tribus en ruta hacia el O. a causa de una gran confederación turca centrada en el Altai y, luego, en el Asia Central. Los turcos se dirigieron hacia Persia, adoptaron gradualmente el Islam y la cultura del Oriente Medio. Sirvieron como puente con los nómadas que quedaron en la estepa y que también adoptaron el Islam. En el Extremo Oriente, la influencia de China y del budismo desempeñó un papel semejante entre los mongoles, que adoptaron las técnicas administrativas chinas y crearon un imperio nómada con Gengis Kan, que unió a los pueblos de la estepa eurasiática en el s. XIII. Los turcos, por el O., (seleúcidas, primero, y, luego, otomanos), completaron la conquista del Imperio Bizantino y sentaron las bases del Imperio Otomano. 1 Universidad de Zaragoza -Historia Antigua – www.unizar.es/hant/ Prof. Dr. G. Fatás 2