27/10/2015 Tirada: 32.013 Categoría: Económicos Difusión: 28.999 Edición: Nacional Audiencia: 163.000 Página: 32 AREA (cm2): 678,7 OCUPACIÓN: 63,5% V.PUB.: 11.042 ENTORNO China: Nueva reforma económica y social para impulsar el crecimiento Fijar una meta de crecimiento más baja permitiría al Ejecutivo centrarse en las reformas Pekín propone reducir el peso del Estado en la economía, pero construir infraestructuras para relanzar la actividad. Los expertos proponen rebajar el objetivo del PIB al 6,5%. El partido prometió duplicar el tamaño de la economía y de la renta personal para 2021 PLAN QUINQUENAL 2016-2020/ Jeremy Page/Mark Magnier. The Wall Street Journal Los detalles no se conocerán hasta marzo, cuando el Parlamento chino apruebe el plan Bloomberg News Se espera que el Partido Comunista de China apruebe esta semana un anteproyecto económico para reducir el papel del Estado, y que muestre indicios sobre el interés de los líderes en aplicar audaces reformas frente a la desaceleración del crecimiento. La reunión de cuatro días del Comité Central –formado por los 300 líderes del partido– también es un test de si el poder político acumulado por el Presidente Xi Jinping desde que subió al poder hace 3 años, le ha permitido superar la oposición al programa de reformas que presentó en 2013. Mientras los líderes de China luchan por encauzar la economía por una senda de crecimiento distinta, una cuestión central en torno a la reunión, que comenzó ayer, es si los lemas de reforma se traducirán en actuaciones decisivas. “Los próximos cinco años serán muy importantes para la restructuración de la economía,” advierte Jia Qinqquo, decano adjunto de la Universidad de Pekín. “El modo tradicional de gestión de la economía cada vez encuentra más obstáculos.” Algunas fuentes internas del partido comentan que Xi ha descuidado la economía para poder seguir su agenda de política interior, especialmente su campaña anticorrupción. Los defensores del presidente dicen que aún se enfrenta a una fuerte resistencia a las reformas por parte de grandes empresas y personalidades políticas con intereses creados en mantener el status El presidente chino, Xi Jinping. quo, entre los que se incluyen algunos líderes retirados. Los cambios de personal en la reunión probablemente indicasen si Xi es capaz de ascender a sus principales aliados en la próxima reestructuración de la cúpula en 2017. La reunión, conocida como pleno, también podría ser un indicador de si el mando chino, afectado por la crisis del mercado bursátil durante el pasado verano, trata de evitar aplicar reformas más ambiciosas y pretende centrarse en detener una desaceleración económica más acusada de lo previsto. Ignorado durante tiempo en el exterior, el complejo funcionamiento del Partido Comunista ha adquirido un mayor significado para la economía mundial, a la cual China aporta una tercera parte del crecimiento. El mercado se desplomó este verano por la preocupación sobre la ralentización de China, además de las intervenciones de Pekín para sostener el mercado de valores y de la devaluación por sorpresa de su moneda. Desaceleración La reunión tiene lugar una semana después de que China comunicase un crecimiento del 6,9% en el tercer trimestre. Los altos cargos por su parte indican que el objetivo anual de crecimiento próximo al 7% podría no alcanzarse. China redujo el viernes los tipos de interés por sexta vez en menos de un año y rebajó los requisitos de reserva de los bancos, la última en una serie de medidas para detener una ralentización que ha demostrado ser más persistente que lo que esperaban los líderes. En un discurso pronunciado el viernes en la Escuela Central del Partido, el primer ministro Li Keqiang hizo hincapié en que la referencia de crecimiento es aproximada, según informes oficiales. “Nunca dijimos que debíamos defender ningún objetivo hasta la muerte, sino que la economía debería moverse dentro de unos márgenes razonables,” dijo Li, según las declaraciones en Internet del Gobierno central. Los economistas han hecho un llamamiento a Pekín para que fije una referencia de crecimiento del 6,5% a cinco años o menos, de forma que pueda centrarse en las reformas estructurales, en lugar de luchar por alcanzar una meta demasiado alta. Pero el partido ha prometido duplicar el tamaño de la economía y de la renta personal antes de 2021, su centésimo aniversario. Eso requeriría un crecimiento próximo al 7%; intentar alcanzar ese porcentaje empeoraría probablemente la deuda de China y sus problemas de exceso de capacidad. El encuentro a puerta cerrada, que tiene lugar en un hotel con alta seguridad y vigilancia de Pekín, probablemente irá seguido de un informe oficial sobre lo tratado, pero los detalles sobre el plan a cinco años seguramente no saldrán a la luz hasta marzo, cuando se reúna el Parlamento de China para su aprobación. Pese a que Pekín sostiene que quiere reducir la influencia del Estado, algunos expertos explican que los plenos y los planes quinquenales aún tienen cabida. “Los planes quinquenales proporcionan un marco organizativo útil para la agenda de reformas del Gobierno, a pesar del enfoque paternalista”, explica Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell y ex responsable para China en el Fondo Monetario Internacional. Aunque China trata de transformarse hacia una economía basada en el consumo, es probable que el plan se centre en megaproyectos como el de Un cinturón, una carretera, uno de los proyectos de infraestructuras más ambiciosos de su historia. El presidente ha dejado claro que sigue insistiendo en la campaña anticorrupción: La semana pasada, la agencia responsable de ello anunció que ampliaría las inspecciones a las grandes empresas estatales, al Banco Central, a los reguladores financieros y a las dos Bolsas de China.