individualidad, y en el principio de una educación para hombres libres; pero hoy el concepto de libertad e individualidad se ha transformado en un sálvese individualmente quien pueda. Algunas pedagogías se centran en un niño teórico, que se desarrolla según los dictámenes de la psicología y en función de su individualidad, de su fuero interno, de las complejidades de su desarrollo personal e individual. Pero esta pedagogía sólo podría aplicarse a individuos asociales y de la élite. Otras, las no individualistas, siguen los dictámenes de una sociología que pone de manifiesto los intereses y las necesidades del Capital, por encima de los del Trabajo, que requiere mano de obra calificada, especializada, acomplejada y sumisa, al servicio de unos supuestos ideales altruistas de la sociedad; pero de una sociedad abstracta cuya supuesta esencia suprema moral ya está predeterminada, legitimando así todo tipo de globalismos. Y otras, que propugnan por una formación de la personalidad, cuestionan el egoísmo, la superficialidad e indolencia del estilo de vida de una clase privilegiada que tanto ofende a las mayorías, pero que le dice a éstas que su salvación está en la espiritualización. Esto es, muchas de las nuevas teorías pedagógicas simplemente podrían ser el mismo producto con diferente etiqueta. “Hegel observó en cierto modo que todos los grandes hechos y figuras de la historia universal, por así decirlo, acaecen dos veces. Olvidó añadir que una vez como tragedia, la otra como farsa… Cuando las nuevas generaciones parecen ocuparse en transformar las cosas y transformarse, en crear lo que todavía no ha existido, conjuran angustiados a los espíritus del pasado, consagran sus nombres, sus consignas y costumbres para representar las nuevas escenas de la historia en este ropaje digno y con este lenguaje falso”1026 Una pedagogía alternativa se corresponde con la Verdad, para que la humanidad por fin sea humana, superando efectivamente dependencia, miseria, atraso, subdesarrollo y pobreza; con la Verdad de estar contribuyendo a la consolidación del proyecto y desarrollo humano. Esto no se consigue pasivamente mediante declaraciones de buenas intenciones, ni mediante postulados de una educación para la nación, el estado o la individualidad, ni con pedagogías de reeducación de la conciencia. Como la causalidad realidadeducación-pedagogía es dialéctica, nada llega por arte del simple esperar que de las alturas nos caigan las transformaciones. Un “antropogogo” heurístico toma partido por la causa de las mayorías marginadas del desarrollo, concibiendo el problema de la educación sin pseudo-humanismos, con base en el análisis de las leyes históricas que no sólo nos explican porqué hoy estamos como estamos, sino que nos permiten prospectar nuestro mañana, puesto que son leyes que le captan los ritmos y los sentidos al desarrollo social; participa y aporta al análisis y transformación de las condiciones y relaciones sociales de nuestra concreta realidad; vindica y reivindica la alianza entre el Trabajo y la Solidaridad, como el nicho del nuevo orden social en el que realizaríamos nuestra humanidad. Los principios de libertad y comunidad, de educación del hombre y del ciudadano, de la formación y el trabajo y del desarrollo de la personalidad, no están en desuso. Son aspiraciones y sueños que se realizan en la medida que los llenemos de otros contenidos y sentidos, acordes con las condiciones reales de vivir y existir que nos permitan pertenecer al mundo de los humanos.. Que no siga ocurriendo con los postulados educacionales y pedagógicos lo mismo de los preámbulos donde se declaran los principios de nuestras cartas constitucionales. En todas éstas, sin excepción, se declara, consagra y garantiza todo, pero sólo son simple transformación de una insulsa “sopa de letras”. 1026MARX, Karl. Achtzehte Brumaire des Louis Bonaparte; citado por Bogdan Suchodolski en Teoría Marxista de la Educación, Grijalbo, México, 1965, pág. 309 1144 Habemus Antropogogo