Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINAL ACTAS UROLÓGICAS ESPAÑOLAS NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2001 ESTUDIO COMPARATIVO DEL GRADO DE SATISFACCIÓN DEL PACIENTE EN CATETERISMO INTERMITENTE CON EL USO DE LAS SONDAS LOFRIC Y LAS DE CLORURO DE POLIVINILO P. LÓPEZ PEREIRA, M.J. MARTÍNEZ URRUTIA, L. LOBATO, S. RIVAS, E. JAUREGUIZAR MONEREO Unidad de Urología Infantil. Hospital Universitario La Paz. Madrid. PALABRAS CLAVE: Cateterismo intermitente. Disfunción vesical. Sonda hidrofílica. KEY WORDS: Intermittent catheterization. Bladder dysfunction. Hydrophilic catheter. Actas Urol Esp. 25 (10): 725-730, 2001 RESUMEN OBJETIVO: Comparar el grado de satisfacción que produce el uso de las sondas LoFric, en el paciente pediátrico en cateterismo intermitente, frente a las sondas convencionales de PVC. MATERIAL Y MÉTODOS: Un total de 40 p, todos ellos con experiencia en el cateterismo intermitente, fueron incluidos en este estudio. Después de un periodo de 2 meses utilizando la sonda LoFric, a todos los pacientes se les envió un cuestionario a su domicilio para que rellenasen anónimamente. Los pacientes fueron divididos en 3 grupos (ampliación vesical, esfínter artificial y Mitrofanoff) debido a las grandes diferencias que puede representar el sondaje en cada uno de ellos. RESULTADOS: El 87,5% (35 p) respondieron de forma correcta al cuestionario. El 86% (30 p) encontraron el aprendizaje con la sonda LoFric fácil o muy fácil y a un 14% (5 p) éste les resultó difícil. De los 4 p que tenían dificultades para introducir su sonda habitual en la vejiga, en 3 (75%) estas dificultades desaparecieron con el uso de la sonda LoFric. El 51% (18 p) contestaron que tenían algunas molestias a la introducción de su sonda habitual y en el 72% éstas desaparecieron con el uso de la sonda LoFric. De los 6 p que tenían molestias durante la retirada de su sonda habitual, en 5 (83%) desaparecieron cuando utilizaban la nueva sonda. El 70% de los pacientes prefiere la sonda LoFric porque disminuye o elimina las molestias que se producen con su sonda habitual, entra en la vejiga con más facilidad y suavidad, y no necesita del uso de lubricante. Un 17% refiere que al estar tan lubricada se escurre con facilidad y el sondaje es más difícil. CONCLUSIONES: El uso de esta sonda estaría justificado en todos los pacientes que tengan molestias con la utilización de su sonda habitual y en todas aquellas situaciones especiales (esfínter artificial, Mitrofanoff, ampliación vesical) en donde las complicaciones relacionadas con el sondaje adquieren una mayor gravedad. ABSTRACT PURPOSE: To asses the grade of satisfaction in children on intermittent catheterization with the use of LoFric and PVC conventional catheters. MATERIAL AND METHODS: A total of 40 p with experience in CIC were included in this study. An anonymous questionnaire was sent to all patients after 2-months using the LoFric catheter. Patients were divided in 3 groups (bladder augmentation, artificial sphincter, Mitrofanoff) because of major differences in CIC disfomfort between these groups. RESULTS: The questionnaire was completed by 87.5% of the patients (35 p). In 86% (30 p) LoFric catheter training was easy or very easy but in 14% (5 p) it was difficult. Four patients had some difficulty during conventional catheter insertion, in 3 (75%) the difficulty disappeared with the use of LoFric catheter. Of the 51% (18 p) who reported some discomfort during the insertion of conventional catheter, 72% said it was eliminated when the LoFric catheter was used. Of 6 p with some discomfort when removing the conventional catheter, 5 (83%) said it disappeared with the new catheter. Th LoFric catheter was favored by 70% of patients because it reduced the discomfort caused by conventional catheters, bladder insertion was easier and smoother, and gel lubrication was not needed. The 17% of patients reported some difficulty dealing with this slippery catheter. CONCLUSIONS: The use of the LoFric catheter could be justified in patients who report with conventional catheters have some discomfort. It can also be recommended in patients with artificial sphincter, bladder augmentation and Mitrofanoff procedure, in whom any complication related to CIC would have serious consequences. 725 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. P. LÓPEZ PEREIRA, M.J. MARTÍNEZ URRUTIA, L. LOBATO, Y COLS. E MATERIAL Y MÉTODOS n 1944 Sir Ludwig Guttmann, neurólogo alemán emigrado a Gran Bretaña, introduce el concepto del cateterismo intermitente (CI) estéril, en el manejo de sus pacientes con lesiones espinales. La utilización de esta técnica protegía a los riñones del daño irreparable que causaban la combinación de retención urinaria e infección. No obstante, su uso iba a quedar limitado a los hospitales, originando un gasto muy importante en personal y materiales médicos1. Posteriormente, en 1972 Lapides introduce el concepto del CI limpio, no estéril2. El reconocimiento de este hecho que iba en contra de conceptos asumidos durante muchos años sobre la esterilidad urinaria y las técnicas del cateterismo uretral, ha permitido un cambio muy importante en el manejo y tratamiento de los pacientes con disfunción vesical en el vaciamiento. El cateterismo intermitente limpio, ha hecho posible la adopción de toda una nueva gama de alternativas terapéuticas que han ayudado a disminuir la morbimortalidad y mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Este procedimiento suele ser bien tolerado en los pacientes con disfunciones vesicales de origen neurogénico. No obstante y aunque se describen pocas complicaciones relacionadas con su uso, la introducción repetida de una sonda a través de la uretra, a lo largo de los años, puede producir complicaciones tales como: hematuria, dolor, falsas vías, estenosis uretral etc.3-5. El uso de lubricante y de sondas de menor tamaño, no parece prevenir la irritación y el trauma uretral a largo plazo, en algunos de estos pacientes4. La aparición de una nueva generación de sondas hidrofílicas de baja fricción ha contribuido a disminuir la incidencia de estas complicaciones5-7. En el paciente pediátrico, el uso de este tipo de sondas, al tener un bajo poder de fricción, debería producir una disminución de las molestias que presentan algunos pacientes con el sondaje transuretral. El objetivo de este trabajo es comprobar si este tipo de sondas produce un mayor grado de satisfacción que las sondas habituales de Cloruro de Polivinilo (PVC). En nuestro hospital realizamos un estudio clínico prospectivo con la intención de poder determinar, en el paciente pediátrico, si el uso de las sondas hidrofílicas de baja fricción (LoFric*) proporciona algún beneficio, en comparación con las sondas habituales de PVC. Para la realización de este estudio incluimos a un total de 40 pacientes. Todos ellos tenían una dilatada experiencia en el CI con sondas de PVC. El 55% llevaban sondándose más de 5 años y el 45% más de 1 año. La frecuencia del sondaje era en todos los pacientes ≥ 4 veces al día. La etiología de la disfunción vesical era en 38 pacientes de origen neurogénico (Mielomeningocele), en un paciente por válvulas de uretra posterior y en otro paciente por extrofia vesical. A los 40 pacientes incluidos en este estudio se les proporcionaron sondas hidrofílicas de baja fricción (LoFric) del mismo calibre que su sonda habitual por un periodo de 2 meses, al término del cual se les envió un cuestionario a su domicilio para que rellenasen de forma anónima. Nuestra intención era conocer el grado de satisfacción y confort que producían este tipo de sondas frente a las sondas que ellos utilizaban habitualmente. El cuestionario constaba de 4 partes (Anexo I). Una primera parte de generalidades que nos permitía conocer a qué grupo pertenecía el paciente, la edad, sexo, cuantos años llevaba sondándose, con qué frecuencia y el calibre de la sonda que utilizaba. En la segunda parte del cuestionario se hacían preguntas en relación con su sonda habitual y en la tercera, se hacían las mismas preguntas pero en relación con la nueva sonda. Las preguntas realizadas en estos dos apartados nos iban a permitir conocer como había sido el aprendizaje con las nuevas sondas, su grado de confort y si las molestias tras la introducción y retirada que podrían tener algunos pacientes con su sonda habitual, habían disminuido o desaparecido con este nuevo tipo de sonda. La parte final del cuestionario consistía en dar una opinión general acerca de la nueva sonda. De los 40p incluidos en este estudio, 35 respondieron de forma satisfactoria al cuestionario y todos estos pacientes fueron incluidos en el estudio. Estos 35p fueron divididos en 3 grupos. El pri*Astra Tech, Mo Indal, Sweden. 726 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ESTUDIO COMPARATIVO DEL GRADO DE SATISFACCIÓN DEL PACIENTE EN CATETERISMO INTERMITENTE CON EL USO DE LAS SONDAS ANEXO I TABLA I GRUPOS DE PACIENTES INCLUIDOS EN EL ESTUDIO ENCUESTA Sexo GENERALIDADES 1.1 Edad: 1.2 Sexo: Hombre, Mujer 1.3 Cuantas veces se sonda al día: 1.4 Se sonda por la uretra: Sí, No 1.5 Se sonda por el ombligo: Sí, No 1.6 Tiene ampliada la vejiga: Sí, No 1.7 Tiene colocado esfínter artificial: Si, No 1.8 Cuantos años lleva sondándose: 1.9 Se sonda usted mismo: Sí, No 1.10 Le sonda habitualmente otra persona: Sí, No 1.11 Que calibre de sonda utiliza: SONDA HABITUAL 2.1 Con su sonda habitual el sondaje es: Muy difícil, Difícil, Fácil, Muy Fácil 2.2 Usa habitualmente lubricante o vaselina al sondarse: Sí, No 2.3 Valore la dificultad de introducir la sonda en la vejiga: Muy difícil, Difícil, Fácil, Muy Fácil 2.4 Siente molestias al introducir la sonda: Muchas, Bastantes, Pocas, Ninguna 2.5 Siente molestias al retirar la sonda: Muchas, Bastantes, Pocas, Ninguna V M Total pacientes Edad X Rango Vejiga ampliada 5 12 17 14 a 6-20 a Esfínter artificial 6 5 11 17 a 14-20 a Mitrofanoff 5 2 7 13 a 5-20 a 16 p 19 p 35 p El motivo de dividir a los pacientes en estos 3 grupos era debido fundamentalmente a las grandes diferencias que pude representar el sondaje a través de la uretra, en un paciente con o sin esfínter artificial. Por otra parte, la sensibilidad uretral al sondaje no es comparable a la sensibilidad que puede manifestar el apéndice al paso de un catéter. SONDA HIDROFÍLICA LoFric 3.1 Como le ha resultado el aprendizaje con esta nueva sonda: Muy difícil, Difícil, Fácil, Muy Fácil 3.2 Una vez que ya ha aprendido el manejo, como le resulta el sondaje: Muy difícil, Difícil, Fácil, Muy Fácil 3.3 Valore la dificultad de introducir la sonda en la vejiga: Muy difícil, Difícil, Fácil, Muy Fácil 3.4 Siente molestias al introducir la sonda: Muchas, Bastantes, Pocas, Ninguna 3.5 Siente molestias al retirar la sonda: Muchas, Bastantes, Pocas, Ninguna RESULTADOS De los 40p incluidos en este estudio, el 87,5% (35p) respondieron y rellenaron correctamente el cuestionario enviado a su domicilio. De los 17p con vejiga ampliada, el 53% (9p) habitualmente no hacían uso del lubricante para el sondaje (80% de los niños y el 42% de las niñas). En el grupo de los pacientes con esfínter artificial el 54,5% (6p) tampoco lubricaba la sonda (33% de los niños y 80% de las niñas). Todos los pacientes con Mitrofanoff, excepto uno, utilizaban algún tipo de lubricante cuando realizaban el sondaje. En relación a la pregunta de cómo fue el aprendizaje con la nueva sonda, no encontramos diferencias significativas entre los 3 grupos de pacientes. El 86% (30p) encontraba el aprendizaje fácil o muy fácil y tan sólo a un 14% (5p) el aprendizaje con la sonda hidrofílica les resultó difícil (vejiga ampliada 2p, esfínter artificial 2p, Mitrofanoff 1p). De estos 5p, 4 eran niñas. En relación a la pregunta de cómo era la introducción de la sonda en la vejiga: En el grupo de pacientes con Mitrofanoff y en los niños con vejiga ampliada, no encontramos diferencias significativas. En todos ellos la introducción de ambas EVALUACIÓN 4.1 Si le dieran la posibilidad de escoger el tipo de sonda, cual prefería: habitual o LoFric 4.2 Por qué: 4.3 Cual es la diferencia más notable entre sus sondas habituales y las nuevas sondas hidrofílicas. mer grupo estaba constituido por 17p a los que años antes de este estudio se les había ampliado su vejiga con intestino. El segundo grupo estaba formado por 11p a los que se les había implantado un esfínter artificial. Seis de estos pacientes tenían además una ampliación vesical. El tercer grupo estaba formado por 7p a los que se les había realizado un procedimiento de Mitrofanoff con el apéndice y que utilizaban para realizar el CI. En estos pacientes el sondaje por la uretra o era imposible (desconexión cérvico-uretral) o era muy doloroso y se hacía impracticable (Tabla I). 727 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. P. LÓPEZ PEREIRA, M.J. MARTÍNEZ URRUTIA, L. LOBATO, Y COLS. sondas en la vejiga era fácil o muy fácil. En las niñas con la vejiga ampliada un 25% (3p) tenían dificultades para introducir su sonda habitual y en dos de estas pacientes, las dificultades desaparecieron con la sonda hidrofílica. En el grupo de los pacientes con esfínter artificial, una de las niñas refiere que la introducción de la sonda en la vejiga es más fácil con la sonda hidrofílica que con su sonda habitual. De los niños, un paciente contesta que tiene más dificultades con la sonda hidrofílica que con la habitual. A la pregunta que hacía referencia a si existían molestias durante la introducción de la sonda en la vejiga, el 49% (17p) contestan que no tienen ningún tipo de molestias con ninguna de las 2 sondas y el 51% (18p) refieren tener algunas molestias, cuando utiliza su sonda habitual. De estos 18 pacientes, 10 pertenecen al grupo de vejiga ampliada, 4 al del esfínter artificial y 4 al del Mitrofanoff. En 13 de éstos (72%), las molestias desaparecen cuando utilizan la sonda hidrofílica (Tabla II). En relación a la pregunta de sí existía algún tipo de molestias durante la retirada de la sonda, los pacientes con Mitrofanoff contestan que no tienen ningún tipo de molestias con ninguna de las dos sondas. Tres pacientes del grupo del esfínter artificial y 3 del grupo de vejiga ampliada contestaron que tenían molestias (oscilando desde escasas a bastantes) a la retirada de su sonda habitual. De estos 6p, en 5 (83%) las molestias desaparecen cuando usan la sonda hidrofílica (Tabla III). En general, el 60% de los pacientes con Mitrofanoff prefiere la sonda hidrofílica frente a su sonda habitual. En los otros 2 grupos, el 80% de los varones y el 60% de las mujeres también prefieren la sonda hidrofílica. El comentario general de nuestros pacientes en relación con la sonda LoFric ha sido muy favorable, ya que el 70% (24p) comentan que tienen menos molestias al introducir y retirar la sonda, que entra con mayor facilidad y suavidad, es más higiénica y más cómoda por no necesitar el uso de TABLA II MOLESTIAS A LA INTRODUCCIÓN DE LA SONDA EN LA VEJIGA Sonda habitual Vejiga ampliada Esfínter artificial Mitrofanoff Sonda hidrofílica SI (pocas/bastantes) NO SI (pocas/bastantes) NO 10 (3v,7m) 7 (2v,5m) 4 (1v,3m) 13 (4v,9m) 60% 4 (3v,1m) 7 (3v,4m) 0 11 (6v,5m) 100% 4 3 1 6 75% 18 p 17 p 5p 30 p 72% Desaparición TABLA III MOLESTIAS A LA RETIRADA DE LA SONDA EN LA VEJIGA Sonda habitual Sonda hidrofílica SI (pocas/bastantes) NO Vejiga ampliada 3 (1v,2m) Esfínter artificial Mitrofanoff SI (pocas/bastantes) NO 14 (4v,10m) 1v 16 (4v,12m) 66,6% 3 /2v,1m) 8 (4v,4m) 0 11 (6v,5m) 100% 0 7 0 7 – 6p 29 p 1p 34 p 83% 728 Desaparición Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ESTUDIO COMPARATIVO DEL GRADO DE SATISFACCIÓN DEL PACIENTE EN CATETERISMO INTERMITENTE CON EL USO DE LAS SONDAS lubricante. Seis pacientes (17%), de los que 4 eran niñas, refieren que al estar tan bien lubricadas se escurren con facilidad y el sondaje es más difícil. Un 6% (3p) comenta que es más incómoda porque se pierde más tiempo en su preparación. Uno de los pacientes del estudio dice que para los pacientes en silla de ruedas este tipo de sonda tiene el inconveniente de que al tener que introducirla en agua, estos pacientes no pueden hacer el sondaje solos, requiriendo la ayuda de otra persona. sonda habitual, en todos (83%), excepto uno, éstas han desaparecido con la sonda de LoFric. En general, el aprendizaje del sondaje con esta sonda hidrofílica en la mayoría de los pacientes suele ser fácil aunque algunos pacientes tienen ciertas dificultades por el hecho de que la sonda al estar muy lubricada se les resbala de las manos, dificultando su manejo10. En nuestro estudio el aprendizaje con esta sonda ha sido fácil o muy fácil en la mayoría de nuestros pacientes (83%). A un 14% (1v,4m) el aprendizaje les resultó difícil. En un estudio similar al nuestro, realizado en adultos varones, la preferencia por este tipo de sondas frente a las convencionales era del 85%. En nuestro estudio la preferencia general era del 70%10,11. Este porcentaje, un 15% más bajo en nuestro estudio que en otros podía ser debido a que en nuestro estudio nosotros también incluimos a mujeres y que nuestros pacientes llevaban años sondándose con su sonda convencional. En los pacientes con Mitrofanoff la preferencia por este tipo de sondas debería ser más baja que en los pacientes que realizan el sondaje a través de su uretra. Esto es debido, a que el grado de sensibilidad del apéndice al sondaje no es comparable al de la uretra. Sin embargo, en nuestro estudio el 60% de estos pacientes preferían la sonda de LoFric frente a la convencional. En los otros dos grupos, el 80% de los varones y el 60% de las mujeres preferían la sonda LoFric frente a la convencional de PVC. Esta diferencia en las preferencias por esta sonda según el sexo, vendría motivada por las diferentes características anatómicas de la uretra, inherentes al sexo. Un hecho importante que encontramos en nuestro estudio es que un alto porcentaje de nuestros pacientes (45%), no lubricaba la sonda cuando realizaba el CI. De estos 16 p que no utilizaban lubricante de manera habitual, todos excepto uno, pertenecían a los grupos de esfínter artificial y vejiga ampliada. Esto podía incrementar el riesgo que tienen estos pacientes de trauma uretral a largo plazo. Este factor de riesgo añadido podía ser evitado con el uso de estas sondas hidrofílicas de baja fricción. En nuestro estudio comprobamos que en general la sonda LoFric producía en una gran proporción de nuestros pacientes, un mayor grado de DISCUSIÓN La sonda LoFric presenta como principal característica una fuerza de fricción muy baja. La osmolaridad de la capa externa de este catéter es el factor más importante en la disminución de la fricción. La capa externa de estos catéteres tiene una osmolaridad elevada (similar a la de la orina). Osmolaridades más bajas producirían un intercambio osmótico, con pérdida de agua y la consiguiente pérdida de la capacidad de deslizamiento del catéter. En estas circunstancias, el catéter al ser retirado de la vejiga se pegaría al epitelio uretral produciendo molestias y aumentando el riesgo de trauma uretral8. La fuerza de fricción de este catéter (LoFric) es diez veces más baja que la de las sondas convencionales de PVC, debido a que su área de contacto con el epitelio uretral son fundamentalmente moléculas de agua6,8. Todos estos hechos han hecho posible que con este tipo de sondas exista una disminución en la incidencia de las complicaciones uretrales que se producen a largo plazo, con el uso continuado del sondaje transuretral5-7. Estudios de citología del epitelio uretral en adultos han demostrado que estos catéteres inducen una menor respuesta inflamatoria que las sondas de PVC9. Estas sondas, al tener una menor fuerza de fricción que las normales, deben también disminuir las molestias que podemos encontrar en algunos pacientes durante la introducción y retirada de las sondas convencionales. Este hecho, pudimos constatarlo en nuestro estudio en donde, de los 18p que tenían molestias a la introducción de su sonda habitual, estas desaparecieron en 13 (72%) con el uso de la sonda LoFric. De los 6p con molestias a la retirada de su 729 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. P. LÓPEZ PEREIRA, M.J. MARTÍNEZ URRUTIA, L. LOBATO, Y COLS. confort y satisfacción, disminuyendo o eliminando las molestias de introducción y retirada que se producen en algunos pacientes con la sonda convencional. Por lo tanto y a pesar de que el coste de estas sondas es más elevado que el de las convencionales, su uso estaría justificado en aquellos pacientes que presenten molestias con la utilización de la sonda convencional. También sería aconsejable su utilización en situaciones especiales como pacientes portadores de un esfínter artificial y en las vejigas ampliadas, en donde las complicaciones relacionadas con el sondaje transuretral adquieren una mayor gravedad. En los pacientes con un Mitrofanoff y desconexión cérvico-uretral, en los que existe una imposibilidad anatómica de sondaje a través de la uretra debemos evitar por todos los medios cualquier complicación que nos dificulte el sondaje a través de este conducto, por lo que en estos pacientes también deberíamos contemplar el uso de este tipo de sondas. No obstante, el uso de este tipo de sonda en los pacientes en silla de ruedas, tiene el inconveniente de necesitar la ayuda de otra persona y en pacientes con poca destreza manual, al estar tan bien lubricada, se escurre con facilidad y el sondaje es más difícil. 13. GERANIOTIS E, COF SA, ENRILE B: The prophylactic use of clean intermittent catheterization in the treatment of infants and young children with myelomeningocele and neurogenic bladder dysfunction. J Urol 1988; 139: 85. 14. WYNDAELE JJ, MAES D: Clean intermittent selfcatheterization: a 12-year followup. J Urol 1990; 143: 906-908. 15. HELLSTROM P, TAMMELA T, LUKKARINEN O, KONTTURI M: Efficacy and safety of clean internittent catheterization in adults. Eur Urol 1991; 20: 117-121. 16. WALLER L, JONSSON O, NORLEN L, SULLIVAN L: Clean intermittent catheterization in spinal cord injury patients: Long-term followup of a hydrophilic low friction technique. J Urol 1995; 153 (2): 345348. 17. SULLIVAN L: Clean intermittent self-catheterization: a 9-year follow-up of SCI patients using hydrophilic, low-friction catheters (LoFric). Presented at the Inter national Congress on Paraplegia, Gent, Belgium, May 25-28, 1993. 18. LUNDGREN J, BENGTSSON O, ISRAELSSON A, JONSSON AC, LINDH AS, UTAS J: The importance of osmolality for intermittent catheterization of the urethra. Spinal Cord 2000; 38: 45-50. 19. VAIDYANATHAN S, SONI BM, DUNDAS S, KRISHNAN KR: Urethral cytology in spinal cord injury patients performing intermittent catheterization. Paraplegia 1994; 32: 493-500. 10. SUTHERLAND RS, KOGAN BA, BASKIN LS, MEVORACH RA: Clean intermittent catheterization in boys using the LoFric catheter. J Urol 1996; 156: 2.0412.043. 11. DIOKNO AC, MITCHELL BA, NASH AJ, KIMBROUGH JA: Patient satisfaction and the LoFric catheter for clean intermittent catheterisation. J Urol 1995; 153: 349-351. REFERENCIAS 1. GUTTMAN L, FRANKEL H: The value of intermittent catheterization in the early management of traumatic paraplegia and tetraplegia. Paraplegia 1996; 4: 6384. 2. LAPIDES J, DIOKNO AC, SILBER SJ, LOWE BS: Clean, intermittent self-catheterization of urinary tract disease. J Urol 1972; 107: 458-461. Dr. P. López Pereira Unidad de Urología Infantil. Hosp. Univ. “La Paz” Pº de la Castellana, 261 28046 Madrid (Trabajo recibido el 5 abril de 2001) 730