Percepción y cambio de actitudes: “Doce Hombres en pugna” y Persuasión. Escrito por Valentina Muñoz Romero Psicología Social Prof. Claudio Acuña Durante el día nos enfrentamos a interactuar con muchas personas a la vez; a las cuales conocemos y también con quienes no conocemos. Una actitud normal en los seres humanos, es la de percibir, y por lo tanto nos dedicamos gran parte de nuestro tiempo a captar los estímulos que vienen del mundo exterior, y que nos conectan con la realidad. Cuando hablamos de percepción, hablamos de una serie de estímulos externos que nos hace procesar la información y desechar aquella que no nos trae grandes cambios o que no necesitamos. Aquella información es recibida, elaborada e interpretada a su vez. Cada vez que conocemos e interactuamos con alguien, nos llevamos siempre una impresión de esa persona, de acuerdo a las señales que esta nos vaya entregando, nos formamos una imagen de cómo es, que siente, como ha sido su vida, que intenciones tiene para con nosotros, etc. Y esa percepción la vamos logrando a través de la observación de su estado anímico, rostro, posturas físicas y de cómo se expresa. Juzgamos a las personas por lo que demuestran ser y por como las vemos, ya que esas son las primeras impresiones que recibimos, pero a medida que las vamos conociendo, nuestra percepción puede cambiar positiva o negativamente. Entonces podemos sintetizar la Percepción como el proceso del sujeto cuando su “adentro” interactúa con el “afuera”. Lo exterior es nuestro cable a Tierra, nuestra conexión con la realidad. Al momento de percibir, las valoraciones y características que le damos a la persona no suelen ser propias de ella, sino que tienen que ver con nuestra experiencia previa y no con la persona en sí. Muchas veces nos hacemos prejuicios antes de elaborar una imagen de esa persona, sin siquiera conocerla, y eso pasa por que actuamos a su vez con nuestros conocimientos previos. Todas las personas percibimos por medio de estrategias, ya sean prejuicios o estereotipos. El campo de la Psicología Social, estudia entre otras cosas, la Percepción, como antes ya la hemos descrito. También hace una extensa investigación sobre las Actitudes y la Persuasión. Por actitud definimos aquello que media entre el ambiente externo, como bien lo sabemos “los estímulos” y las reacciones que tenemos frente a estos estímulos hacia el exterior, de manera muchas veces automáticas. Según Eagly y Chaiken (1993. p. 1), la actitud es un estado interno, que es inferido a partir de respuestas manifiestas y observables y siendo respuestas evaluativas, serán de aprobación o desaprobación. Así vamos viendo, que tanto percepción como actitudes están estrechamente ligadas, ya sea en cuanto al modo de percibir que tengamos, como también nuestras actitudes frente a estos estímulos. A esto, también integramos, el tema de “cambio de actitudes o persuasión”. La sociedad en la cual estamos inmersos, esta llena de mensajes para persuadir nuestra conducta y desiciones, desde la publicidad, la religión, hasta la misma política, estamos rodeados de personas que a través de la comunicación y el dialogo, tratan de controlar y orientar nuestras conductas y pensamientos a manera que les convenga. Y es aquí donde encontramos un claro ejemplo, de lo que es el proceso de cambio de actitudes. La película Doce Hombres en Pugna, del Director Sydney Lumet, trata de un jurado que tienen la difícil misión de considerar culpable o inocente a un chico de 18 años, al cual se le juzga de haber matado a su padre biológico, clavándole una navaja en el pecho. Según todos las pruebas el chico era el evidente culpable y no había mas vuelta que dar al asunto, por lo que 11 hombres ahí presentes estaban de acuerdo en condenarlo y mandarlo a la silla eléctrica, sin siquiera cuestionarse los hechos, viendo que en sus manos estaba la vida de solo un niño. Bien, llegado todos a un acuerdo mediante votación unánime, gano el que fuese culpable, pero solo un hombre voto a favor de él, dando vuelta todo el contexto del jurado, ya que eran todos en una sola postura o ni uno, mas bien dicho si existía uno siquiera que estuviera en contra, el tema debería ser reanalizado con mas detención hasta que todos dieran el mismo veredicto. Difícil trabajo, si lo pensamos así, porque muchas veces vemos, que no es fácil lidiar con tantas personas en contra, ni nadar contra la corriente. Pero cuando se quiere defender una idea, debemos hacerlo, sin importar el enfrentarnos solos y desvalidos, sino ser convincentes y luchar por lo que creemos. En el transcurso de la película, el hombre que afirma que el chico es inocente, da una serie de argumentos coherentes, y su actitud es mas bien pasiva y analítica frente al resto de sus compañeros, muchos de los cuales estaban ya exaltados. El individuo muestra un mensaje atractivo para la audiencia, en cuanto a que capta la atención de estos y los hace comenzar a cuestionarse, ya sea por un efecto emotivo del mensaje, como en la calidad y presición de sus argumentos,. Minuto a minuto obtiene mas adherentes, ya sea que les gane por aburrimiento o por convicción, pero cada vez las cosas se van dando vuelta a su favor, y lo más interesante,que lo consigue sin siquiera alzar la voz, ni objetar las opiniones ajenas. El personaje, durante toda la película mantiene una postura neutra, es recurrente en sus respuestas un “no se”, palabra que por lo mismo hace sentir a los demás cambiar su opinión no a la fuerza, si no por que se convencen a si mismos. Finalmente el film termina con que todos logran cambiar su veredicto a “inocente”, y el hombre logra su objetivo, de que el chico quede libre y no sea condenado a pena de muerte. Lo interesante de esto es que el personaje nos convence hasta a nosotros mismos de que es así, ya que la verdad de su inocencia no se sabe y queda como algo sin resolver, porque todos observamos, que tanto las pruebas a favor como en contra eran posibles, y realmente nos convencemos de que tal hombre tiene la razón, sin saber quizás si la tenia o no. Notable película Doce hombres en Pugna, ya que es un claro ejemplo del tema estudiado y nos sirve como una gran instancia para observar quienes y de que manera y en que grado podemos ser manipulados, sin darnos cuente, en cuanto a nuestras desiciones. Bibliografía • • Morales, J. Francisco; Moya, Miguel; Rebolloso, Enrique; Fernández Dols, J. MIguel; Huici, Carmen (1995) “Psicología social”. Editorial McGraw-Hill, Madrid, España Película. Sidney L. & Reginald R.. (1957). 12 hombres en pugna. Estados Unidos: MGM