1 La Polis La polis es producto, por un lado, de la fusión de varias pequeñas comunidades para la defensa común ( en algunas ocasiones la fusión se debe al dominio militar de una comunidad sobre las otras), tomando como base un territorio protegido por fronteras naturales; montañas, ríos y el mar fundamentalmente; y, por otro, del fenómeno de la propiedad privada y sus derivados: las clases y la lucha de clases. La polis surge, como una unificación territorial en torno a un lugar de fácil defensa. En los sitios donde existieron reinos aqueos, se utiliza normalmente el antiguo emplazamiento del viejo palacio; en otros lugares se elige un cerro escarpado, que cumpla con la función de proteger los bienes comunes y los ciudadanos en caso de una invasión. En ese lugar alto o acrópolis se efectúan labores de fortificación, de modo que sirva a la vez como ciudadela, centro del culto común y para algunas funciones políticas. En las faldas del cerro y llanuras que lo rodean se van estableciendo distintos núcleos de población, que se van integrando -casi siempre de acuerdo a la clase social o a la profesión – en un demos (aldea o barrios), con lo que paulatinamente se va formando una verdadera ciudad. Entre los primeros que llegarán a habitar este sitio, estarán los aristoi. Por una parte, son lo que están en mejores condiciones para desligarse de sus centro de producción agropecuarios, puesto que dejan e ser productores directos como lo eran en la época homérica, ya que normalmente van a tener trabajadores asalariados y esclavos que produzcan para ellos, dirigidos por capataces, casi siempre esclavos de confianza (sólo los aristoi más tradicionalistas continuarían viviendo en su propiedad rural). Por otra, trasladas su habitación a la ciudad motivados por varias razones: primero, proteger sus tesoros, sus riquezas acumuladas, pues en medio del campo fácilmente las pueden perder a causa de una invasión enemiga; segundo, al estar cerca del lugar escarpado, pueden rápidamente proteger a sus familias en caso de invasión y preparar la defensa con más eficacia; y tercero, fortalecerse como clase dirigente, pues están concentrados los aristoi, lo cual tiene indudables ventajas políticas (como facilidad para reunirse, comunicarse y tomar decisiones) y militares, no sólo en caso e invasión, sino también de una posible rebelión del demos, es decir, de los no destacados. También se concentran en torno a este centro defensivo y de comunicación, núcleos de población que han perdido la propiedad de la tierra, formando sus propios barrios: los jornaleros, los comerciantes y artesanos. Esto es de suma importancia por que la ciudad se convierte así en el verdadero centro económico y político de la polis griega y el campo va a aparecer como la extensión de la ciudad, ya que las principales actividades de dirección y decisión van a estar en función de esta. Los grandes propietarios de tierras, los aristoi, radicarán en la ciudad, lo mismo que los comerciantes y artesanos; sólo los pequeños campesinos quedan marginados y por eso también perderán fuerza política a la larga, salvo aquellos que habitan aldeas cercanas a la ciudad. Claro que las distancias en la polis no son grandes, pues, como señalamos, el territorio es pequeño y la comunicación parecería fácil; pero los caminos son malos y el pequeño campesino rara vez sale 2 de su parcela (sólo la abandona para cumplir con sus obligaciones militares, algunas festividades, comercio muy ocasional y alguna que otra asamblea), por que es su principal fuerza productiva, su medio de subsistencia y él es quien directamente la trabaja. La ciudad adquiere la primacía sobre el campo, a pesar de que en muchos casos la producción agrícola, continúa siendo la actividad económica básica, determinante La ciudad va a dominar al campo no sólo por concentrarse ahí el poder económico, sino también por concentrarse en ella los poderes políticos, judiciales, etc., del Estado, que están en manos de los aristoi. La acrópolis ofrecía diversas ventajas para que se concentrara ahí la fuerza de la polis, primero por ser normalmente un sitio bien defendido, de difícil acceso, también por ser considerado un lugar sagrado ( los antiguos palacios aqueos siguieron siendo considerados como algo sagrado); luego, por que resultaba el lugar más cómodo para los aristoi para establecer el lugar deel Consejo a veces denominado Bouleterión (no confundir con el ateniense; en Atenas en el proceso de lucha democrática el antiguo Consejo de Ancianos, la gerusía, el Areópago, perderá funciones y se gestará un consejo paralelo, diferente, con el nombre típico de Boulé, por eso en Atenas, además del Areópago, está el Bouleterión, pero esto no ocurre normalmente en otras ciudades). La posición cercana al mar (como sucede con algunos antiguos palacios aqueos) ofrecerá perspectivas para el desarrollo comercial y ,esto reforzará aún más la ciudad, por otro lado, allí se celebraban las asambleas, en un lugar especial denominado Agora que es mucho más antiguo pero que comienza a tener realmente una función a partir de la época arcaica. El lugar de las asambleas, de reunión de los guerreros, será habilitado normalmente para el mercado local y por eso el ágora muchas veces es al mismo tiempo el lugar de reunión y de mercado. Además, se establecerá normalmente un sitio para los magistrados, templos para los dioses de la polis o culto poliado y esto irá completando la estructura de ciudad dominante sobre el campo, por que las transacciones, los procesos jurídicos y políticos, los grandes cultos, la organización bélica, etc., se celebrarán precisamente en la ciudad. La ciudad se convierte así en la clave de la polis misma. Pero para los griegos, para los teóricos griegos de la política ( y política para los griegos significa todo o referente a la polis), la base de la ciudad no es el territorio o los edificios públicos, no siquiera las instituciones, sino que ellos centraban en el polites, el ciudadano, que es la base de la ciudad, El origen del ciudadano debemos encontrarlo en la antigua comunidad gentilicia, en la obligación guerrera y en la nueva base económica que representa la propiedad privada. Para ser ciudadano normalmente se requiere no tener ninguna limitante a su libertad, es decir, no tener sobre sí algún delito, especialmente contra la comunidad ni ser esclavo. La idea del ciudadano es la de un hombre libre corresponsable del Estado que, de acuerdo a su poderío, debe de tener mayor o menor actividad y participación. De hecho, distintos elementos jurídicos del mundo griego centran en gran medida el carácter de ciudadano en la posibilidad que tiene de defender la polis con las armas, es decir, en el servicio militar. La ciudadanía gira en torno a dos elementos fundamentales, sobre todo en esta etapa: el primero es el ascendiente gentilicio, es decir, el ser descendiente de la comunidad originaria, independientemente del estado de pobreza o riqueza, del 3 estado social; el segundo es el cumplimiento de las obligaciones militares, que se ha convertido en la actividad comunal básica desde la época homérica. El cumplir con el servicio militar es una obligación que crea el derecho del ciudadano. Por eso son sólo ciudadanos los varones mayores de edad. Lo de ascendencia gentilicia tiende a modificarse en algunas poleis, pero no así lo de servicio militare que sigue siendo la base para ser ciudadano. Como veremos más adelante, sobre todo en el caso de Atenas y Esparta, normalmente se pierde el derecho de ciudadanía por un acto de cobardía o de traición, por no acudir al llamado de las armas. En la mayoría de las poleis de acuerdo a la participación militar serán los derechos políticos, de manera que quien participa con armamento completo y amplios recursos será ciudadano de primera, con plenos derechos; es decir, el rico, que sirve como jinete, o fundamentalmente, como hoplita.El hoplita, base de los ejércitos griegos en las épocas arcaica y clásica, es el infante pesado que tiene el armamento completo 8casco, pechera, escudo, espada, etc); mientras tanto otros ciudadanos pertenecen a la infantería ligera ( peltasta) o fungen como auxiliares en la guerra y por eso tienen menoscabados sus derechos, son ciudadanos de segunda. Pero en todos los casos es el servicio militar lo que los hace ciudadanos, porque la defensa militar de la polis es corresponsabilidad de cada uno de ellos. Por consiguiente están excluidos de la ciudadanía las mujeres, los extranjeros, los niños y por supuesto, los esclavos. La mayoría de edad varía de polis a polis, en algunas a los 16 años ya están en etapa de iniciación militar y por ello ya son considerados como ciudadanos; en otras, por el contrario hasta os 21 o 22 años, pero gira entre estas ciudades. A mayor participación corresponde mayor responsabilidad pero también ciertos privilegios; esto es lo que establece la idea de clases de ciudadanos, que normalmente refleja las clases económicas. Sin embargo, el servicio militar se fundamenta en la participación individual con la apariencia de no distinguir el origen social, pero sólo la apariencia, por que la base del nuevo tipo de ejército, que podríamos denominar milicia popular, radica ya no tanto en la valentía, sino en el armamento que acompaña a la valentía ( a diferencia del mundo homérico). El mando en el ejército (polemarca, estretego) implica la más alta responsabilidad, debido a que la guerra ya no se desarrolla sobre la base del valor personal, sino que éste se subordina a la organización, a la formación. El combate caótico ha pasado a la historia y ahora lo que importa es la organización, de ahí que se tenga incluso que refrenar el exceso de valor personal, la temeridad, porque rompe la organización; incluso debe ser reprimido y castigado este tipo de exceso como también se castiga la cobardía porque provocan la ruptura de filas. Sobre la formación recae la posibilidad de la victoria, de ahí que la disciplina se fundamente, ya coordinación del grupo es responsabilidad del jefe guerrero. Para ser jefe guerrero se requiere además de inteligencia, valor, disciplina, algo que respalde su responsabilidad y ese algo se ciñe en la riqueza que crea la posibilidad de un castigo pecuniario en caso de que no sea demasiado grave la falta (una falta grave por parte de un jefe implica algo más que un castigo monetario, una pena que puede ser el destierro o la muerte). La idea de la responsabilidad y de la libertad son elementos base de la aldea de ciudadano entre los griegos y aquellas radican en gran medida en la 4 riqueza; es una idea que avala a los aristoi como tales por que ¿quién se puede hacer plenamente responsable del funcionamiento de la polis? Sino aquel que tenga tiempo libre, que pueda responder con su propia fortuna, máxime que en la época arcaica no existe la idea de retribución económica por la función social. El que ocupa un puesto ya sea en el ejército, en la administración del estado o de la justicia, debe tener los medios suficientes como para desempeñar su función sin traba. Son, pues, los ricos quienes ocupan estos cargos en el nuevo estado; pero los ricos en los orígenes de la época arcaica son los aristoi, de manera que se mezclan por un lado la riqueza material con el supuesto origen noble. La primera manifestación de la polis griega es, por consiguiente, la aristocracia, los aristoi al frente prácticamente de todas las instituciones; caso típico es el ateniense, los aristoi o eupátridas dominan el consejo, las principales magistraturas, los altos puestos militares, en pocas palabras el Estado; y es que son los que tienen prestigio por sus familias y recursos, pero pronto la tendencia, impulsada por los demiourgoi, será la de sustituir el linaje, dejando sólo la capacidad y riqueza como requisitos para ocupar los cargos de más alta responsabilidad. Las reformas legales no modificarán, sin embargo, más que parcialmente el fenómeno del poder político; lo que harán será permitir que los ricos de la clase comercial y artesanal estén en posibilidad de ocupar el poder. Suprimirán, eso sí, el excesivo control por parte de la aristocracia y también el carácter todavía gentilicio de la organización por una estructura típicamente política; suprimirán también los privilegios de la supuesta nobleza, pero en cambio mantendrán la idea de responsabilidad acorde a la riqueza del sujeto y a la capacidad individual, en la medida en que la clase comercial y artesanal logra incrementar su poderío económico y político. También podemos ver la polis como una comunidad de propietarios y sobre todo de hombres libres. Para los griegos la libertad es un correlato a la independencia relativa que representa el ser dueño de su propio destino económico, o sea, ser propietario. La libertad es el concepto fundamental que expresa lo que es el ciudadano. El ciudadano es por excelencia un hombre libre, que tiene plenos derechos; cualquier limitación a los derechos implica una limitación a la ciudadanía. El ser pobre es una limitación a la ciudadanía, pero no absoluta. Las mujeres estpan excluidas de la ciudadanía; esto responde a lo que se había visto desde la época homérica; la mujer h sido relegada en el plano de los elementos básicos de la producción, es decir, de la producción agrícolas, ganadera y sobre todo de la guerra. Sólo quedan ciertas reminiscencias aisladas en algunas poleis de una vieja situación de la mujer con un papel más activo, de origen quizá aqueo; tal es el caso de la constitución en Creta, donde la mujer tiene mayor participación y una posición más libre desde el punto de vista social y aún político, o el de Esparta donde el carácter militarista del Estado le permite a la mujer ciertas libertades, pero esto es más bien lo excepcional. En las diversas formas de polis la mujer está excluida, reducida prácticamente al gineceo, a los quehaceres domésticos. 5 Además de lo anterior, se requiere para ser ciudadano que no haya ninguna mancha en el sujeto, es decir, que no tenga en su haber ningún delito. En algunos casos sobreviven fuertes tradiciones gentilicias y hay una especie de combate entre las thesmoi (“normas sagradas” , el viejo derecho gentilicio) y las nomoi (“leyes”, el nuevo derecho gentilicio), por que allí donde todavía predominan algunas formas gentilicias la mancha abarca a o descendientes y en algunos casos hasta a los parientes, pero la tendencia del derecho político será individualizar la responsabilidad, es decir, que el ciudadano sea responsable sólo de sus actos y de manera personal. Los extranjeros residentes (metecos) aunque se les conceden ciertos derechos limitados, muy raras veces se les llega a conceder el derecho de ciudadanía; con mucho mayor razón ocurre con que hubiera sido en algún tiempo esclavo o descendiente de esclavo (libertos). Estos son los elementos básicos de la polis, también hay otros importantes: ante todo, la pequeñez territorial de la ciudad-Estado griega. La polis griega más extensa territorialmente viene siendo Esparta, que apenas tenía unos 7000 km2. La pequeñez territorial se ve acompañada de una pequeñez en la población (sin embargo, no deja de ser bastante elevada la densidad de población); podemos decir, sin lugar a dudas, que una polis contando ciudadanos, niños, mujeres, extranjeros residentes, esclavos, no rebasaba el medio millón de habitantes y eso en casos excepcionales. No sabemos con exactitud la población de las distintas poleis, por que en el mejor de los casos sólo tenemos informaciones sobre ciudadanos ( o sea, ignoramos el número de mujeres, niños, esclavos y extranjeros). Los ciudadanos rara vez rebasan la cifra de los 5000 a 10000; el caso mejor conocido es el de Atenas, en que se ha llegado a establecer que en pleno florecimiento económico y democrático (mediados del siglo V a.n.e. ) habría alcanzado la cantidad d unos 30000 ciudadanos) según los cálculos de diversos investigadores (aunque hay serias controversias al respecto) el número total de habitantes en el Ática sería de unos 300 000; lo cual nos muestra el reducido número de ciudadanos en comparación a la población global. Las poleis griegas representan un verdadero mosaico en todos los sentidos, es decir, no podemos hablar de un desarrollo homogéneo en las diversas ciudades-Estado ,mucho menos de la unidad. Hay poleis sumamente pobres, de escaso desarrollo económico, político, social y cultural (v.gr. Fócida, Lócrida), en cambio hay otras que normalmente conocemos por su importancia y esplendor y que nos pueden proporcionar una falsa imagen del conjunto (v.gr. Atenas, Corinto, Siracusa, o Esparta). Podríamos considerar a Atenas y Esparta como ejemplos, ya que serían cada una en un sentido diferente modelos de desarrollo de la polis griega. A pesar de esto, hay una cierta unidad en el mundo prehelénico: unidad relativa del lenguaje a pesar de los dialectos; unidad hasta cierto punto religiosa, cuya mejor expresión son las Olimpíadas, verdaderas fiestas panhelénicas; el panteón que es más o menos común, pero normalmente cada polis tiene sus preferencias, su dios protector además de dioses locales reverenciados en el culto poliado. También podemos hablar de otros lazos subjetivos: el concebirse a sí mismos como helenos frente a los “bárbaros”, aunque esa actitud sea sólo por el lenguaje, pero en realidad esta distinción aparentemente lingüística no es sólo eso, sino que piensan en su religión y en su forma de vida; se sienten hombres 6 libres frente a pueblos esclavizados ( Aristóteles eleva esto a teoría al decir que los bárbaros son esclavos por naturaleza.) Pero más allá de esto los intentos de la unidad panhelénica fracasarán: el momento de máximo peligro que representó la invasión persa sobre la Hélade, permitió una fuerte unidad panhelénica; aunque algunas poleis griegas traicionaron abiertamente al mundo griego rindiéndose de antemano a los persas o haciendo transacciones con ellos. Los otros intentos por lograr la unidad panhelénica no serán sino simples manifestaciones de imperialismo, de aspiración a la hegemonía que no llegarán a consolidarse, ni siquiera bajo el dominio macedónico. Sobre esta débil base común se dan múltiples manifestaciones de tipo económico, políticos, social y cultural. Los dos extremos de formas de desarrollo de las poleis griegas serán Esparta y Atenas. Esparta representa una forma de Estado aristocrático, estancada desde el punto de vista económico en una forma agrícola con elementos ancestrales en la explotación de los aldeanos, con un comercio casi nulo, un Estado típicamente militarista; mientras que Atenas representa –en su momento- la forma de polis más avanzada, de mayo desarrollo económico, donde llega a tener una importancia radical la artesanía y el comercio, con una fuerte manifestación de lucha de clases, característicamente evolutiva en su organización política y en sus formas jurídicas, donde se llega a desarrollar al máximo la democracia antigua. Al lado de estas dos ciudades-Estado encontramos formas más o menos similares, por lo que nos pueden servir como modelos. ERNESTO SCHETTINO, APUNTES DE HISTORIA ANTIGUA, 1977